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La mujer en la sociedad

primitiva
El texto bíblico de hoy es…
Preguntas de inicio
Veamos…
En la Prehistoria la mujer tuvo un papel fundamental para la creación y
transmisión de cultura. A esta centralidad la denominamos
matriarcado.
El protagonismo femenino en las sociedades primitivas se extendió a
aspectos como la educación, la agricultura, la manufactura, la salud y la
religión.
Educación y crianza
Las mujeres se dedicaron al cuidado de los miembros del clan y a la
enseñanza. Durante el Paleolítico, el aprendizaje era espontáneo, pues
no existía un conocimiento que precediera a los seres humanos. La
humanidad empezaba a conocer el mundo.
Sin embargo, de este período podemos decir que el conocimiento se
obtenía por la vía empírica y se transmitía por la observación de la
experiencia y la imitación. El aprendizaje era meramente práctico, pues
versaba sobre lo que era útil: usar herramientas, transformar pieles y
fibras vegetales, usar fuego, cazar y recolectar.
Ya en el Neolítico, podemos hablar de enseñanza dirigida y más
sistemática que se recibía desde la niñez. Entre los contenidos de la
enseñanza en el Neolítico tenemos:
• Mitos y tradiciones que explicaban el origen del mundo.
• Normas de conducta, generalmente consideradas de inspiración
divina e integradas en un sistema de creencias religiosas.
• El cúmulo de conocimientos sobre las plantas y los animales. La mujer
compendió y transmitió a sus hijos el conocimiento precientífico.
• Una de las formas de transmitir el conocimiento fue mediante el arte
rupestre, que se estilizó en el Neolítico hasta que dio origen a la
escritura.
Por razones físicas, biológicas y afectivas, dentro de la división del
trabajo, a la mujer le correspondió la alimentación de los infantes
mediante la lactancia materna. En una era de esperanza de vida mucho
más baja que la actual, esta actividad era de suma importancia para la
supervivencia de la especie humana.
Agricultura
Probablemente por tener una fisionomía más robusta, los varones se
dedicaban a la caza de presas grandes y feroces, o sea, iban en busca
de grandes cantidades de calorías que le garantizaran la supervivencia
al clan, pero no siempre lo lograban y regresaban con las manos vacías,
fatigados y hambrientos.
Las mujeres garantizaban el aporte regular de calorías gracias a que
recolectaban frutas, frutos secos, raíces, hojas, granos, tallos, insectos,
y también se dedicaban a la caza de animales pequeños.
Por otra parte, algunos científicos han propuesto que, por haber estado
más cerca del refugio, las mujeres inventaron la costura y la alfarería.
Salud
También, debido a su función recolectora, las mujeres habrían
aprendido primero sobre las plantas, de manera que es probable que
las hayan utilizado para curar ciertos males. Asimismo, las mujeres se
encargaron del cuidado e higiene de los refugios.
Religión
La centralidad de la mujer tuvo su expresión en la religión. Durante el
Paleolítico, período de caza y recolección, las creencias en realidades
espirituales se reflejaron en el animismo, esto es, la influencia del
espíritu del animal en la vida del hombre
En el Neolítico, con el desarrollo de la agricultura, el ser humano
depende de la tierra y las cosechas, por lo que la fertilidad determina
su vida. El objeto de adoración pasará a ser la «Diosa-Madre», como un
culto a la fertilidad de la tierra. Podemos decir que para la sociedad
neolítica Dios era mujer.
El culto a la fertilidad se centró en la venus, figuras femeninas de
vientre, cadera y pechos pronunciados
Hacia el final del Neolítico, la búsqueda de explicaciones sobrenaturales
se dirigen de la fertilidad hacia los elementos y fenómenos de la
naturaleza: tierra, sol, agua, ríos, montañas, mares, truenos,
relámpagos, etc., con los que se identificarán las deidades de las
primeras civilizaciones.
Por otra parte, muchas imágenes del pasado muestran a las mujeres
integradas en ritos y asuntos religiosos.

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