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PROCESO HISTORICO DE LA ENFERMERÍA

LOS ORÍGENES DE LOS CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Los auténticos orígenes de la enfermería se pierden en


el principio de los tiempos. Las actividades más primitivas
para, "dar cuidados", era una noción ligada a cualquier
forma de vida y proporcionar cuidados puede considerarse
inseparable de la noción de supervivencia de los seres
humanos, de la continuidad de la vida en grupo, del
desarrollo y mantenimiento de la vida.
Cuidar es por tanto " conservar la vida, asegurando la
satisfacción de un conjunto de necesidades indispensables
para la vida, que se manifiestan de diferentes maneras
según los grupos y civilizaciones
Aplicar un punto de vista histórico a los orígenes de las
actividades de cuidar, supone remontarnos a las constantes
de civilización derivadas de las necesidades básicas del ser
humano. Es difícil identificar y describir de forma adecuada
los orígenes precisos de la enfermería.
Los hombres del período Paleolítico, esencialmente
cazadores, que habitaban al aire libre o en cuevas después
de haber conseguido el dominio del fuego, configurarán una
organización social, unas ideas mágico-religiosas, unas
prácticas alimentarias y de conservación de la especie
distintas a las de los hombres del Neolítico que conocían la
agricultura, la cerámica y vivían en un lugar fijo.
La revolución Neolítica, se caracteriza por el paso de la
depredación a la producción y nos sitúa en las coordenadas
de las "prácticas de los cuidados" o de la actividad de
cuidar, que se encuentran inmersas en el grupo y se
encuentras desprovistas de premeditación e individualidad.
Uno de los descubrimientos Paleolíticos fue el fuego,
que tuvo una gran influencia sobre los elementos básicos
que constituyen la práctica de los cuidados, ya que su uso
modifica materia y alimentos, lo que junto al calor y la luz
contribuye a la conservación del grupo y la especie objeto
de estas actividades, sin olvidar las connotaciones
mágicoreligiosas que le da la transformación social.
Progresivamente se van incorporando a la práctica de
los cuidados elementos psicológicos y culturales deslizados
de las prácticas meramente intuitivas, los cuidados
comenzaron a ejercerse según un plan, utilizando medios
conscientemente útiles basados en el conocimiento de las
condiciones naturales del grupo el medio y los fenómenos
climatológicos.
Podemos decir que en el "concepto prehistórico de
ayuda" se incluye un cierto grado de individualización y
planificación.
Los orígenes de las prácticas de cuidados se relacionan
directamente con las actividades de alimentación y de
conservación del grupo, ligadas a los aspectos de
supervivencia descubiertas por tanteos, ensayos y errores,
este conocimiento de la naturaleza favorece la adquisición
del "saber hacer" del "saber usar" que elaborándose y
desarrollándose constituye un patrimonio de ritos y
creencias en el seno del grupo.
Las diferencias y peculiaridades biológicas, determinan
en ésta época la participación y el reparto de actividades, lo
que nos lleva a una ligazón de la actividad de cuidar a las
características biológicas femeninas, a las que se asignaban
actividades como:
-El mantenimiento del fuego, preparación de
alimentos, calor y prácticas para promover bienestar y
alivio.
-La recolección de vegetales, lo que implica selección
de alimentos y obtención de conocimiento relacionado con
sus propiedades y por tanto con los cuidados.
-El cuidado de las gestantes, de los partos y la prole
para garantizar la continuidad de la especie y la vida.
De este modo se fue generando un amplio "cuerpo de
conocimientos" basado en principios activos de las
diferentes especies vegetales que podían ser utilizadas de
diferentes formas, las plantas constituyeron la base de
todas las prácticas curativas y cuidadoras mejorando la
actividad desarrollada por las mujeres. Así el saber
empírico que se configura mediante la práctica de estas
tareas asignadas establece el valor social de los cuidados
de supervivencia proporcionados por las mujeres de las
primeras comunidades prehistóricas.
Con posterioridad el animismo abrió las puertas al
mundo espiritual. De esta forma la creencia en espíritus
buenos y malos influyó decisivamente en el desarrollo de
los conocimientos, lo que a su vez fue determinando el
campo de actuación de las "practicas de cuidados
femeninos" que se relacionan con la gestación, parto
amamantamiento, protección de la prole, alimentación y
cuidado general del grupo.

LOS CUIDADOS EN LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES


La información sobre la práctica de los cuidados en las
primeras civilizaciones, proviene fundamentalmente de los
papiros, escritos sobre los siglos XX y XV A.C.
Muchos de ellos conjugan invocaciones mágicas,
exorcismos, rituales sagrados y concepciones astrológicas,
mezcladas con prescripciones racionales y claros
conocimientos higiénicos y quirúrgicos.
Podemos clasificarlos en dos grupos:
-Papiros cuya información se refiere a campos
concretos de la salud.
-Papiros con textos inconexos.
El conocimiento que sobre el cuidado tenía el pueblo
Egipcio era amplio, se realizaba en el ámbito doméstico,
por lo que generalmente era practicado por las mujeres,
sirvientes y esclavos, a excepción de las recetas
compuestas por las reinas, que fueron recogidas en los
textos egipcios.
El estatus de la mujer egipcia era más elevado que en
otros países orientales, disfrutaban de libertad y dignidad
considerables y dentro del hogar tenían una posición de
autoridad e importancia. A través de los manuscritos
sabemos que los varones no practicaban la obstetricia,
campo que estaba en manos de las parteras.
Hay que tener en cuenta que los cuidados estaban
ambientados en el mundo mágico-religioso, circunscrito al
ámbito de lo privado y lejos de las prescripciones
racionales.
Pero a diferencia de otros pueblos en Egipto existía
toda una cultura relativa al cuidado, que de no haber
estado mediatizada por las relaciones de servidumbre y de
género de quienes lo practicaban se hubiese desarrollado y
adquirido su auténtico valor social. Tenían leyes y reglas
estrictas para regular la comida, la bebida, el ejercicio y las
relaciones sexuales alcanzando un buen nivel en higiene y
sanidad públicas.
En cuanto a los cuidados institucionales, apenas se
han estudiado las fuentes relacionadas con las prácticas de
cuidados, no existe mención de hospitales ni restos
arqueológicos, aunque parece ser que los templos ofrecían
algún tipo de alojamiento a los enfermos, no obstante se
sabe que:
-Se otorgaban permisos laborales para atender a
parientes enfermos
-Relevaban en sus tareas a enfermos y heridos
-Contemplaban una adecuada alimentación en los
trabajadores
El sacerdote embalsamador, dominaba la técnica del
vendaje, Imhotep, combinaba la práctica sanitaria con el
hipnotismo y la astrología, otros sacerdotes practicaban la
circuncisión.
Junto a los sacerdotes de la diosa Seckhmet, figuran
algunas de las prácticas relacionadas con la enfermería,
cuya orientación institucional determina un marcado
contenido mágico-religioso y técnico.
Para Colliere, los cuidados egipcios provienen del
"descubrimiento del cuerpo herido" entre los cazadores de
la prehistoria y de sus prácticas de cuidados para hacer
retroceder el mal físico por la fuerza, siendo además
garantes de los sagrado y de la tradición como sacerdotes.
LOS CUIDADOS EN EL MUNDO CLÁSICO
En la Grecia antigua, el conocimiento mítico de las
cosas, da paso al desarrollo de la razón.
A pesar de que la "inteligencia de las manos" haya
estado practicando los cuidados desde el comienzo de la
vida del hombre en el planeta, sólo recientemente ha vuelto
a incorporar el logos a la naturaleza de los "actuales
cuidados de enfermería”. Parece ser que los cuidados
practicados en la Grecia clásica no participaron de los
cambios que afectaron a otras disciplinas, siguieron
enmarcados en las coordenadas mágico-religiosas, en el
ámbito doméstico, con algunas incursiones a nivel
institucional.
Los cuidados en los templos como el de Esculapio,
siguieron una orientación mística y delegada de
la "medicina natural" a consecuencia de los remedios
naturales y sobrenaturales suministrados en estos
establecimientos de salud. El asistente o servidor citado en
los escritos hipocráticos era quien realizaba las prácticas
enfermeras y actuaba por delegación, puesto que el papel
de la mujer en la Grecia antigua se limitaba al ámbito del
hogar, por lo que en el terreno de los cuidados aparecen
como amas de cría y parteras empíricas.
La mujer es representada por la figura de Panacea,
seleccionando hierbas medicinales, ayudando a los
enfermos con los sacerdotes del templo y con los heridos
en los relatos homéricos, donde encontramos las primeras
referencias escritas sobre la concepción de la salud en la
Grecia Clásica.
Habría que añadir el desprecio griego por las
actividades manuales, lo que explica la escasa importancia
social que para el mundo clásico tuvieron los cuidados de
enfermería.
Fueron aprendidos en condiciones de desventaja, no
fue posible introducirlos bajo la óptica de la filosofía natural
ya que quienes lo practicaban, las mujeres, eran
consideradas jurídicamente menores y sin posibilidad de
desarrollo intelectual y en el caso de los esclavos y siervos
como "objetos jurídicos", sobre los que se tenía la
propiedad.
Esta situación hizo más difícil la existencia de
referencias escritas lo que limitaba el estudio de los
cuidados.
La mentalidad griega supuso un perjuicio evidente
para el progreso de la "Ciencia de los Cuidados
Enfermeros". Para que la Enfermería comenzara a tomar
cuerpo científico, faltaba un elemento catalizador que
permitiera su desarrollo y este agente no llego hasta que
las condiciones sociales que permitían la esclavitud y la
inferioridad femenina fueron retrocediendo paulatinamente.
En la Roma pagana los "Nosocomi" o subalternos, actuaban
como enfermeros en las "Valetudinarias",hospitales
situados en el campo de batalla.
Estos "Nosocomi", dieron lugar a otra forma de
ejercicio distinta a las actividades desarrolladas por las
mujeres, ya que los cuidados que daban se relacionaban
con la fuerza física y con situaciones bélicas.
Aunque la mujer romana estaba excluida de las tareas
de gobierno y política no se limitó su presencia en la vida
pública y en cierta forma en la trama de poder económico,
social e incluso indirectamente político.
En este sentido, cabe destacar la institucionalización
de los "cuidados" relacionados con la Fundación Alimentaria
de Favia Hadrianilla en Hispalis, quien dejó un legado a
repartir entre los más jóvenes de la ciudad,
correspondiendo una parte mayor a las niñas que a los
niños. Así la mujer romana tuvo acceso a una formación.
INSTITUCIONALIZACIÓN DE LOS CUIDADOS DE
ENFERMERÍA: LA AYUDA Y LOS CUIDADOS DE
ENFERMERÍA EN EL CRISTIANISMO

Con el cristianismo aparece una nueva unidad cultural


que basa sus valores a partir de las Sagradas Escrituras,
que confieren a Yahvé el poder sobre la vida, la salud y la
muerte.
La enfermedad es permitida por lo divino en función
del pecado y el principal medio que posen los mortales para
librarse de sus dolencias, es la oración.
Pero la enfermedad puede servir de instrumento de
salvación, tanto para los que la padecen como de aquellos
que se ocupan de los enfermos, como se recoge en (Mateo
25.), en cuyo texto encontramos el contenido de la práctica
Enfermera medieval.
El valor social que otorga el Cristianismo al cuidado,
no posee objetivos que giren entorno a la constitución de
un saber, sino de objetivos espirituales, así no fueron
incluidos en el contexto gremial de la Baja Edad Media,
como ocurrió con los barberos y sangradores.
De esta forma "la caridad" en la que encuentra su
sentido el concepto de "ayuda" y por tanto los "los
Cuidados Enfermeros", es considerada como instrumento
de salvación para la vida eterna.
Esta idea lleva a muchos cristianos a dedicar su vida al
cuidado de pobres y enfermos. Así "Los Cuidados de
Enfermería" se institucionalizaron basándose en un
concepto de ayuda que podríamos
denominar "Vocacional-Cristiano-Caritativo" en el que
las necesidades humanas espirituales se anteponen a las
necesidades físicas, psíquicas y sociales.
La institucionalización de los cuidados se realizó por
tanto mediante objetivos distintos a los de una profesión. A
pesar de ello los cuidados afloran a la sociedad, la mujer
como enfermera consagrada desempeña oficialmente las
tareas de auxilio a pobres, enfermos y desvalidos, desde la
igualdad y reconocimiento social que proporciona la filosofía
cristiana, que intensamente influida por la noción de
humildad a diferencia de otras actividades relacionadas con
la salud, hace que la documentación entorno a las
actividades desarrolladas sea escasa.
La humildad hace que la enfermería sea la única de las
profesiones, que por falta de una tradición metodológica,
no alcance el status adecuado y necesario para elevarse a
la categoría de disciplina medieval; ya que la humildad se
constituye como actitud intelectual ante la praxis
enfermera.

INSTITUCIONALIZACIÓN DE LOS CUIDADOS


CRISTIANOS.

En la Iglesia del siglo III, el obispo era llamado "Padre


de los pobres", el diácono era su delegado y con él
colaboraban las mujeres, generalmente viudas que
recibieron el nombre de diaconisas.
Las tareas de las diaconisas "...no eran más que una
continuación de aquella mezcla de cuidados mágicos y
empíricos y de los tratamientos domésticos que las mujeres
de la época empleaban en sus hogares" y estaban dirigidos
hacia los más necesitados como ejercicio de caridad, por lo
que se dedicaron a la educación de los niños huérfanos,
labores pastorales entre mujeres y al cuidado de los
enfermos.
Febe, fue una de las primeras mujeres que se
mencionan como seleccionadas para el servicio del
diaconato, se la conoce como la primera diaconisa y
la primera enfermera de la historia, se cree que asistía
a los pobres en sus propios hogares, siendo su principal
objetivo ayudar a la salvación del alma, la historia la refiere
también como la primera enfermera visitadora.
Las viudas y vírgenes vivían en sus hogares pero con
el tiempo se hicieron monjas, para la mujer de aquella
época, esta vida ofrecía un cierto grado de independencia.
Por otro lado las mujeres romanas, que por su
condición de casadas no podían ser diaconisas, recibieron el
nombre de "Matronas romanas". Entre ellas habría que
destacar:
-Marcela, que dedicó su vida al cuidado de los
enfermos en su propio palacio, que sería el prototipo del
posterior convento.
-Fabiola, que fundó el primer hospital gratuito en el
año 390 "Nosocomiun", estableciendo diferencias entre este
y el que se dedicaba al cuidado de los pobres.
-Paula, que construyó numerosos hospicios en el
camino de Belén y fue la primera en concebir la enfermería
como un arte diferenciado del servicio a los pobres e
instruir a las enfermeras de forma sistemática.
En cuanto al desarrollo y construcción de hospitales,
no se limitó a la iniciativa de algunas mujeres aisladas. Por
decisión del I Concilio de Nicea (325 c. C.), cada obispo
debía establecer un "Xenodocheion" (Hospital administrado
por diaconisas).
Siguiendo la tradición del imperio la labor del cuidado
a los enfermos se compensaba económicamente en el
último cuarto de la primera centuria. Las "Enfermeras" del
Monasterio de Lips en Constantinopla, cobraban 10
monedas de oro, frente a los salarios percibidos por los
médicos y farmacéuticos que era de 16 y 12 monedas de
oro respectivamente
En la Iglesia Oriental, abundaron los hospicios que
estaban formados por la agrupación de pequeñas casas
independientes que se denominaron "Nosocomias",
mientras que en occidente, otros hospicios para peregrinos
y enfermos recibieron la denominación de "Xenodochium",
como el existente en la ciudad hispana de Mérida.
En este momento puede destacarse el hecho de que
existiera un lugar específico para los enfermos, bajo el
cuidado de un "individuo apto", pero a pesar de esta
expresión, no es hasta la plena Edad Media, cuando
encontramos ciertas condiciones para el ejercicio
delcuidado, así como un período de formación. Por otra
parte
los espacios arquitectónicos dedicados a los enfermos son
denominados de muy diversas maneras (hospitales,
hospicios, hostelerías y hotel) ya que todos ellos derivan de
la palabra latina "hosped", cuyo significado es el de
huésped y la diversidad de funciones que desempeñaba el
hospital medieval.
La constante negativa de los cristianos a adorar otro
dios que el suyo, favoreció la persecución del cristianismo,
hasta que Constantino por medio del "Edicto de Milán" en el
año 313, les concedió libertad de culto.
La división del Imperio Romano, se vio forzada por
evidencias de tipo económico cultural y religioso. El imperio
oriental fue el heredero del bagaje cultural y político del
agonizante imperio romano, por ello nunca se consideró
una nación distinta a la romana, quizás la única diferencia
fuese que en el año 380, el cristianismo era la religión
oficial del imperio, hecho que fue proclamado por el
emperador Teodosio en el "Edicto de Tesalónica".
Este proceso histórico de disgregación imperial nos
ayuda a reflexionar sobre el concepto de ayuda. La
institucionalización de los cuidados de enfermería en la
zona occidental europea, se refugió en los monasterios
rurales, casas de caridad y pequeñísimas hospederías. Sin
embargo en el imperio Bizantino se construyeron hospitales
con el fin de institucionalizar esta labor.
Existen datos relacionados con la existencia de
hospitales (nosokomeias) y clínicas (iatreias) como son: El
Hospital de Constantinopla, el de Alejandría, Antioquia,
Jerusalén, Nicea, Tesalónica y Éfeso entre otros.
Sus funciones están bien delimitadas en función de su
estructura, existen referencias de las salas con que contaba
el hospital de Pantocrátor, construido en 1.136: una
habitación para quirúrgicos, otra destinada a oftalmología,
otra a problemas intestinales, una sala para enfermedades
ginecológicas y dos salas para casos generales.
Se construyeron edificios destinados a epilépticos,
ancianos (gerokomeia) y para recibir peregrinos (xenones o
xenodocheia), provistos de servicios socio sanitarios,
contrastando con lo acostumbrado en occidente
En Hispania las fundaciones hospitalarias más antiguas
de las que se tienen constancia son:
-Mérida en el siglo VI
-Hospital de San Nicolás de Oviedo, fundado por
Alfonso II "el casto".
-Hospital de San Justo, de Oviedo, fundado por
Alfonso II "el magno"
-Hospedería para pobres y peregrinos de la localidad
de Tuñón
A pesar de que el cuidado seguía concibiéndose como
instrumento de salvación, existían contratos para el
desarrollo de los mismos, lo que sugiere algunos rasgos de
"profesionalización", aunque los que dedicasen su vida a
esta labor debían aceptar los votos de castidad, pobreza y
obediencia, lo que indica una cierta jerarquización de
tareas. Así podía denominarse al superior magíster, prior,
minister, Mestre o rector y podía ser religioso o laico,
soltero o casado, hombre o mujer, incluso a veces pareja
de esposos podían poseer este cargo. Pero la investidura
siempre corría a cargo de los Obispos por lo que el papel de
la Iglesia sigue siendo significativo.
Para poder pertenecer a estas comunidades dedicadas
al alojamiento y cuidado de los enfermos, era preciso
superar una etapa de noviciado de aproximadamente un
año debiéndose reunir además unas ciertas condiciones
para ser aceptados:
-Ser libres solteros y sanos
-Las novicias no debían ser ni demasiado jóvenes ni
demasiado bellas
La edad no podía ser inferior a 20 años para ambos
sexos, ni superior a los 50 en caso de las mujeres ni a los
60, en caso de los varones
Los cuidados que se proporcionaban eran
esencialmente:
-Alimentación, (que en esta época era rica en grasas y
deficitaria en cuanto a proteínas y vitaminas)
-Higiene (incluyendo el lavado de ropas, baño y otras
cosas necesarias)
-Aplicación de cuidados terapéuticos, acorde con los
conocimientos de la época, circunscritos casi
exclusivamente a baños y sangrías.
Parece ser que la actuación médica debió ser
esporádica y los cuidados no tenían funciones claras.
Por otro lado cabe señalar que los conventos
religiosos, estuvieron bajo la protección de la nobleza por lo
que su funcionamiento se vio influido por los donantes y la
admisión se restringía a la clase alta.
Surge en este contexto una asociación femenina cuasi
religiosa que agrupaba a mujeres que no habían podido
integrarse en los conventos existentes, se
denominaron Beguinas y su principal labor era el cuidado
de los pobres y enfermos, su fundadora María Ogines, que
procedía de una familia adinerada, convenció a su marido
para asumir la castidad y servir en la leprosería de
Willambroux.
La Beguinas surgen en la diócesis de Lieja y se
extendieron a Flandes, norte de Francia y sur de Alemania.
Se organizaban en celdas cerca del hospital, abadía o
leprosería, tomaban el voto de castidad pero conservaban
sus derechos sobre la propiedad privada y podían contraer
matrimonio.
Pero el deseo de la Iglesia por controlar todas las
formas de devoción laica en los siglos XII y XIII, hizo que
se considerara a las Beguinas en ocasiones sospechosas de
herejía, Clemente V en el Concilio de Viena de 1.311,
consideró bajo pena de excomunión todo movimiento,
excepto las Beguinas que "vivieran juntas en sus hospicios
y se dedicaran a la penitencia".
Las Beguinas se mantuvieron en sus comunidades
urbanas enseñando a cuidar enfermos, iniciándose de esta
forma una primitiva "enseñanza enfermera organizada".
En los conventos las monjas enfermeras tenían una
gran responsabilidad en la salud de los enfermos ya que los
médicos eran escasos, por lo que las funciones estaban
entremezcladas, se superponían, los "médicos" destacaban
por sus conocimientos teóricos y se consideraban por esta
razón "superiores social y profesionalmente a cualquier otro
tipo de practicante". Sus funciones consistían en tomar el
pulso, analizar la orina, diagnosticar y recetar medicinas,
manteniéndose alejados de cualquier tipo de trabajo
manual, ya que este era considerado "desdeñable y
humillante".
El grupo de los Barberos era más heterogéneo y los
"curanderos" destacaban por sus amplios conocimientos
prácticos y ausencia de conocimientos teóricos. Los
boticarios preparaban y recetaban los compuestos como
practica habitual.
Por otra parte las "comadronas", además de asistir al
parto, se ocupaban de problemas ginecológicos, las
incursiones médicas en el parto se limitaban al
alumbramiento de reinas y princesas ya que los genitales
femeninos, se consideraban "lugar prohibido" y los médicos
no querían humillar su profesión con el trabajo manual en
estas zonas corporales.
La preparación de las Comadronas comienza en la
Escuela Médica de Salerno, se desarrolló un amplio cuerpo
de conocimientos, de ello es un buen exponente el Tratado
del siglo XI " Las enfermedades de las mujeres, antes,
durante y después del parto" atribuido a Trotula que fue
denominada como "sapiens matrona", pero esto no
desterró totalmente las prácticas relacionadas con la
cultura popular basadas en creencias mágicas.
El número de comadronas debió ser considerable, el
acceso a la formación estaba controlado, era necesario
formarse durante un año con una comadrona experta y
después pasar un examen con un médico de la
administración local.
La atención de las comadronas se realizaba
fundamentalmente en el domicilio, pero también existían
hospitales como el de Santa Catherine de Paris, el de
Grenoble o el de Corbeil.
La irrupción de los turcos en el Próximo Oriente,
rompió el equilibrio existente, su imperio se extendió desde
el Egeo hasta Afganistán y desde Turquistán hasta
Palestina. En esta situación los bizantinos pidieron ayuda a
la cristiandad occidental, que organizó así, la "Marcha a los
Santos Lugares" lo que impulsó la aparición de las Ordenes
de los Cruzados, se fundían en ellas el sentido religioso de
las grandes órdenes monásticas con el espíritu caballeresco
y militar. El triunfo ideal de cruzada hizo posible que la
guerra contra el infiel pudiera ser considerada como una
obra religiosa, un medio de penitencia".
"Las órdenes militares" se caracterizaban por su rígida
jerarquía, autonomía y abundantes recursos.
Parte de su labor consistía en el cuidado de los
caballeros heridos y enfermos por lo que construyeron
grandes hospitales en sus lugares de asentamiento.
Sus miembros estaban divididos en: caballeros,
sacerdotes y hermanos sirvientes, que eran quienes
atendían y cuidaban tanto a los peregrinos que viajaban a
los santos lugares como a los caballeros heridos en los
combates.
Como respuesta a esta situación surgen órdenes
hospitalarias, las más importantes fueron:
-Los caballeros hospitalarios de San Juan de Jerusalén,
que tiene su origen en un hospicio fundado en el siglo XI
por unos mercaderes de Amalfi. Esta orden conoció el
nacimiento de una rama femenina que en un principio tenía
las mismas condiciones que los hombres, pero que más
tarde al acogerse a la regla de San Agustín quedó
subordinada a la orden masculina.
-La Orden de los Teutónicos que estuvo formada casi
exclusivamente por alemanes, muchos hospitales fueron
puestos en sus manos. Tenían voto de cuidados a los
enfermos. También formaron órdenes de mujeres
subordinadas a las de hombres.
-La Orden de San Lázaro, nació entre las personas que
habían padecido la lepra aunque posteriormente se le
unieran caballeros armados. Su objetivo principal era la
atención a los leprosos repudiados socialmente.
Las noticias sobre los cuidados que se prestaban a los
caballeros heridos son escasas, la consideración social del
trabajo manual y el servicio al prójimo que constituían los
Cuidados enfermeros son los dos únicos datos claros. En
España la información que disponemos de este período
sobre las actividades de cuidados, de que forma y quienes
los realizaban, se encuentra relativamente dispersa y tal
vez por ello su relación con la historia de la enfermería ha
pasado relativamente desapercibida
Lo que sí es cierto es la influencia que estas
organizaciones tuvieron en aquellas que se crearon
posteriormente en sus países respectivos.
LA ATENCIÓN A LAS ENFERMEDADES SOCIALES
Durante la Edad Media la lepra es considerada como la
enfermedad contagiosa por excelencia, aunque existían
otras enfermedades importantes sólo ésta contó con
establecimientos especiales para estos cuidados las
leprosarios su objetivo central era el aislamiento,
originando un gran rechazo social por el miedo al contagio
y considerarse como castigo divino.
En las leproserías no se intentaba dar ningún
tratamiento médico ya que no se conocía la causa de la
enfermedad, lo que hace pensar que sólo se aplicaban
cuidados de enfermería, remedios caseros para aliviar sus
síntomas.
La primera leprosería fue la de Saint Oyan (hoy St.
Claude) fundada en el año 460.
Estos establecimientos proliferaron en toda Europa
durante los siglos VIII, IX y X relacionada con la incidencia
de la enfermedad.
Las mujeres intervinieron frecuentemente como
fundadoras, protectoras y enfermeras ya que este trabajo
era considerado como una obra de caridad cristiana pero la
generalización de la práctica de los cuidados a leprosos fue
llevada a cabo por San Francisco de Asís. La orden
Franciscana se convirtió en abanderada del cuidado del
enfermo de lepra, organizando y administrando los recursos
de que disponían.
Se confirma de esta forma la asistencia
institucionalizada a las enfermedades sociales de la época,
aunque la profesionalización no estuviese entre sus
objetivos. No siendo así en cuanto a las enseñanzas de los
cuidados de enfermería que sigue relegada a lo privado, no
existiendo una transmisión escrita de los acontecimientos
de forma sistemática.
EL RETROCESO DE LOS CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Las Universidades contaron con estudios de Teología,
Leyes. Medicina, Artes. Los Barberos y cirujanos se
integraron en la Universidad ya que tenían una estructura
gremial de conocimientos propios logrando así la titulación
de Médico Cirujano.
El sentido caritativo exclusivo de los cuidados de
Enfermería que impide la transmisión sistemática y
organizada de los conocimientos de los cuidados,
imposibilita la creación de un corpus específico de
conocimientos que facilite su enseñanza reglada en el
contexto universitario.
El "concepto de ayuda" que impregna la "praxis
enfermera" bloqueó durante mucho tiempo la
sistematización de los conocimientos disciplinares, por lo
que era "impensable" el acercamiento al mundo
universitario o la fundación de un "estudio particular" que
impartiese enseñanzas relacionadas con "El Cuidado".
No es hasta el siglo XVII cuando aparece el primer
manual de Enfermería conocido el mundo y que fue
publicado el Madrid en 1.623 titulado "La instrucción de
Enfermeros" y que contiene referencias al correcto
cumplimiento de las órdenes médicas y a las actuaciones
de los enfermeros en caso de urgencia, por lo que la
enseñanza de "Los Cuidados" comienza a ser una realidad
histórica, avalada esta vez por documentación escrita,
aunque ello no suponga la existencia de escuelas que
impartan las enseñanzas enfermeras.
Por una parte la ausencia de los "Cuidados" en el
ámbito universitario y por otra las consideraciones de la
época respecto a la enfermedad, dan explicación al
estancamiento de la Enfermería, limitándose su
participación en los movimientos socioculturales y
científicos.
LOS MOVIMIENTOS GREMIALES Y LOS CUIDADOS
Los intereses y problemas de las personas dedicadas a
un mismo oficio favorecen la aparición de asociaciones de
tipo religioso y caritativo generalmente puestos bajo la
advocación de un patrono, llamadas cofradías que más
tarde se transformarán en gremios.
Este sistema que incluye la ayuda mutua, socorro a los
miembros enfermos hace que los cuidados de Enfermería se
extiendan más allá del ámbito religioso y se organicen en
asociaciones laicas.
Los gremios se convirtieron en espacios de aprendizaje
de un oficio, como ocurrió con los gremios de barberos,
boticarios, especieros, herbolarios y sangradores.
Los cuidados de enfermería se desarrollan, ahora, en
la labor ejercida por las Hermandades, que agrupaban a
aquellos que padecían directamente las enfermedades, pero
excluidos de los espacios de aprendizaje gremiales.
Las Hermandades más defendidas son las de ciegos y
la mendicidad como forma de vida también formó
asociación, cabe destacar "la compañía de mendicante de
Estrasburgo", que en sus orígenes fue una compañía de
ciegos pobres.
La perspectiva caritativa de los cuidados de enfermería
por su dimensión espiritual no soportó la transición de
hermandad a gremio, no tenía connotaciones de
aprendizaje, calidad y salarios, lo cual hasta cierto punto
parece lógico. Pero el hecho de que en el seno de la
reforma protestante, donde se postula el auxilio
institucionalizado y laico no aparezca el defender como
oficio la práctica milenaria de los Cuidados de Enfermería
que los hubiera acercado a la Universidad, plantea serios
interrogantes.
AYUDA Y CUIDADOS EN LA REFORMA PROTESTANTE
El movimiento religioso que significó la Reforma dio
como resultado la división del mundo cristiano, sus causas
más directas fueron los abusos del clero y la debilidad de la
autoridad del Papa, así como las dificultades doctrinales.
Esta situación como a todos los niveles tuvo un efecto
disgregador en Los Cuidados Enfermeros.
El hecho de que en la doctrina Protestante baste con
creer para hallar la salvación hace que los cuidados pierdan
su función salvadora, lo que llevó directamente al cierre de
hospitales y expulsión de los monjes y monjas de las
instituciones dedicadas al cuidado sin sustitución alguna.
No obstante Lutero contempla la asistencia a pobres y
enfermos, prohibiendo la mendicidad y ordenando una
adecuada asistencia para las personas que no pudieran
trabajar. La responsabilidad directa recaía en los poderes
locales.
"La Caja Común" organización que pretendía
regularizar y controlar el patrimonio de los monasterios
para la ayuda a los pobres no garantizó el funcionamiento
de la asistencia social y se produjo un vacío de actividades
cuidadoras de casi 300 años.
En Inglaterra los hospitales quedaron en manos de las
personas que trabajaban en ellos, pésimamente
organizados y con un personal que se caracterizó por su
ignorancia, malos hábitos y su consiguiente mala atención,
Charles Dickens en algunas de sus novelas incluyó
personajes muy representativos de esta situación.
El deterioro sostenido durante tres siglos de los
Cuidados de Enfermería y de los que los ejercían
constituyen lo que se ha dado en denominar "Época oscura
de la Enfermería" en el mundo protestante, desde 1.550
a1.850.
En Europa, el estilo de vida urbano, el hacinamiento,
higiene deficiente y ausencia de legislación sanitaria
favorecieron la proliferación de epidemias.
Este período oscuro se ve claramente representado en
el Reino Unido, donde Enrique VIII suprimió todas las
órdenes religiosas, confiscando sus propiedades y cerró
todos los hospitales londinenses y por no existir un lugar
adecuado para los enfermos eran encarcelados.
John Howard, filántropo inglés, dedicó su vida a
defender las condiciones en que se encontraban los
enfermos, y aunque sólo consiguió una reforma carcelaria,
se inicia u movimiento de cambio.
De esta forma que en el siglo XIX Elizabeth Gurney
comenzó a trabajar por el cambio en las condiciones de
vida de las mujeres y niños encarcelados en la prisión de
Newgate. Comienza a surgir la necesidad de crear escuelas
de enfermeras, con el objetivo de conseguir su
entrenamiento, lo que la condujo a la fundación de una
"Sociedad de Enfermería domiciliaria" que se denominó con
posterioridad "Instituto de Hermanas Enfermeras",
iniciándose la recuperación social de los cuidados
enfermeros.
Estas tres coordenadas históricas: Universidad,
Gremios y Reforma Protestante, repercutieron en el
desarrollo de los Cuidados de Enfermería durante el siglo
XIX y en algunos aspectos hasta en el XX, como es el caso
de la inclusión de la Enfermería entre las disciplinas
Universitarias.

LA CONTRARREFORMA. LA ENFERMERÍA Y LOS


MOVIMIENTOS MISIONALES.
La secularización de la administración de las
fundaciones hospitalarias, no fue exclusiva del "Mundo
Protestante", en 1.505, el Hôtel Dieu de Paris, funcionaba
bajo una comisión de hombres laicos que mantenían la
autoridad al margen de las enfermeras, perdiendo así las
mujeres el control de unas prácticas milenarias en este
contexto.
Esto se tradujo en una reforma hospitalaria del
territorio galo, que concreta las nuevas "responsabilidades
civiles", en la creación de un impuesto especial, destinado a
la asistencia y mantenimiento de las clases más
desfavorecidas.
Esta reforma hospitalaria no contribuyó a mejorar la
calidad de los cuidados proporcionados, ya que las
personas que se encargaban de ellos eran sirvientes de
clase muy baja.
No obstante la administración directa de los cuidados
de enfermería en el mundo católico continuó asumida por
religiosos.
-En 1.537, San Juan de Dios, fundó en Granada un
hospital, hospederías. Creó la Orden de los Hermanos
Hospitalarios de la Caridad, llamados popularmente
(Juaninos).
-En Italia San Camilo de Lelis (1.550-1.614),
estableció la orden de ministerio de los enfermos y sus
seguidores debían trabajar por el amor de Dios y del
prójimo en el hospital que fundó.
-Fueron importantes los cuidados que prestaron a los
apestados de Roma durante la epidemia que azotó a la
ciudad en 1590.
-San Vicente de Paúl, franciscano católico (1576-
1660), en colaboración con Santa Luisa de Marillac, fundó
asociaciones de "Caridad Femenina". En las que las damas
de la Corte trabajaban de forma organizada para los más
necesitados. No tomaban votos y Santa Luisa de Marillac
fue su primera supervisora.
-La Orden de las Hermanas de la Caridad, se fundó en
1.633, estableciéndose un programa de formación que
duraba cinco años y se basaba en la experiencia
hospitalaria y visitas domiciliarias. Se extendieron por toda
Europa, en la actualidad tienen fundaciones en todo el
mundo y su casa madre se encuentra en Paris.
-La Consagración de Sacerdotes de la Misión, fue
fundada por San Vicente para desempeñar el servicio
sacerdotal en poblados pequeños.
De esta manera el cuidado a los enfermos en el Nuevo
Mundo, fue abordado según las directrices que los
colonizadores estaban acostumbrados a seguir en sus
países de origen. Los españoles y franceses, llevaron
órdenes religiosas con dos objetivos: Cubrir las necesidades
de cuidados de los indígenas y colonos y propagar el
Evangelio. En el Siglo XVI, los españoles dominaron las
tierras que se extendían desde México hasta Perú, en este
país, la capital fue fundada en 1.535, año en el que se abrió
un hospital para los soldados y poco después, otro para
indios. Perú contaba a finales de siglo XVI, con Lazaretos,
hospitales y hospicios, a cargo de órdenes religiosas,
destacando la labor de San Martín de Porres y Santa Rosa
de Lima, ambos pertenecientes a la Orden de los
Dominicos.
En este mismo periodo en Chile, se fundaron varios
hospitales, entre los que destacan el de San Juan de Dios,
atendido por religiosos enfermeros Juaninos. Esta misma
orden se encargó de organizar, junto con los
"betlehemitas", la asistencia hospitalaria en Argentina
durante el siglo XVI.
En México, Fray Pedro de Gante, fundó en 1.523, la
escuela de San José de Naturales, donde "se formaban
académicamente los enfermeros". En 1.524, Cortés fundó
el hospital de Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora,
conocido hoy como Hospital de Jesús.
El primer Concilio Eclesiástico de México, celebrado en
1.555, ordenó que se construyera un hospital junto a cada
Iglesia.
Fueron Franciscanos y Agustinos quienes más
hospitales fundaron, solo en Michiocán, se construyeron el
siglo XVI, 72 hospitales.
También se crearon en México ordenes religiosas
propias como los "Hermanos de la Orden de la Caridad de
San Hipólito" que como cuarto voto tenía la atención a los
pobres y enfermos.
En el Canadá francés, fueron los Jesuitas los que
impulsaron la creación de hospitales, mediante la
publicación de sus "Relaciones", informes que son
considerados el motivo por el que la Duquesa de Aguillón
fundó en Québec, el Hôtel Dieu (1.639), bajo el cuidado de
las Hermanas Agustinas.
Por otra parte en lo que hoy es EE.UU. y acorde con
los esquemas ingleses (tradición protestante), se registró
un gran vacío en los cuidados de enfermería, que carecían
de la asistencia organizada que proporcionaban las órdenes
misionales.
Los enfermos eran cuidados por sus familiares, ya que
"el bienestar social era responsabilidad de cada individuo".
En las escasas instituciones dedicadas a los cuidados,
las personas encargadas de proporcionarlos eran sirvientes,
delincuentes y pobres. Por estas razones el nacimiento de
la Institución hospitalaria norteamericana fue tardío y el
trato proporcionado a los enfermos dejo mucho que desear.
Así el Hospicio de Filadelfia fue fundado en 1.731 y el
de Bellebue, de Nueva York en 1.735.
Pero el hecho de que no existiera una ayuda
sistematizada, favoreció la creación de Escuelas para
Enfermeras como la del Hospital de Pensilvania en el año
1.878. En este mismo hospital se produjo nuevamente la
contratación de "enfermeras-sirvientes", por lo que la
aparente contradicción que existía en el ámbito protestante
sobre los cuidados de enfermería, favoreció en definitiva el
desarrollo de los mismos, alejándolos de la actividad
caritativa y acercándolos a la "profesionalización", lo que
obligará al progreso en la sistematización de los "Cuidados"
e iniciar su construcción disciplinar.
Cabe destacar que la transmisión de los cuidados
enfermeros al continente americano, fue una exportación
de estos tal como eran concebidos en el país de origen de
sus colonizadores.
Por otra parte la dicotomía que los caracterizaba en
este periodo histórico, es de suma importancia a la hora de
aprehender los elementos que constituyen los cuidados en
la actualidad.
De un lado la profesionalización, surge fuera del
concepto caritativo y por tanto como una necesidad social
en el marco de vacío creado por la sociedad protestante
ante la atención a los enfermos.
Se puede decir que los cuidados de enfermería, tal
como son hoy entendidos, encuentran su estrato basal
inmediato, en la simbiosis que se produce entre ambas
orientaciones, surgiendo de este modo, lo que podríamos
denominar "Profesionalización-caritativa-vocacional".
Esta triple dimensión se aglutina paulatinamente a lo
largo del tiempo, dificultando así
la "identidad" o "identificación" ante la sociedad, ante otras
actividades profesionales y ante las propias enfermeras.
Además la importancia de esta "dicotomía", a pesar de
la posterior simbiosis, implica y explica el retraso en cuanto
a la intencionalidad de una "Construcción teórica de los
Cuidados Enfermeros".
LA APORTACIÓN NIGHTINGALE A LA ENFERMERÍA
El comienzo de la revolución industrial se caracterizó
por la expansión de las industrias textiles y bienes de
equipo que contribuyeron de forma importante a mejorar
las condiciones de vida como la creación de servicios fuera
de las viviendas: agua, alcantarillado y suministro de gas y
alumbrado...
Por otra parte, la revolución en los medios de
transporte confirió un aumento en la intensidad y velocidad
de las comunicaciones y disminución de las tasas de
analfabetismo.
Aunque la mejora de las condiciones laborales y
salariales contribuyeron notablemente al bienestar y salud
general de la amplia clase obrera; esta población se
concentro alrededor de las fabricas y de las ciudades,
construyéndose las casas apiñadas y sin tener en cuenta
los mínimos aspectos de salubridad. Esta fue una de las
consecuencias más visibles de la industrialización.
En este entorno los hábitos higiénicos constituyeron
uno de los grandes retos del siglo para la salud, no es de
extrañar que en su obra Nightingale señalara los puntos
que consideraba necesario para la salubridad de las
viviendas.
En cuanto a la situación de la mujer se daban dos
tendencias aparentemente contradictorias, por un lado la
sociedad esperaba que la mujer mantuviera su rol pasivo y
dependiente y por otro la creciente demanda femenina de
emancipación.
En este contexto fue en el que creció y se
desarrolló Florence Nightingale (1.820-1.910), una mujer
de mentalidad científica, con un valor y empuje
extraordinario que cambiaron la concepción de la
Enfermería.
Florence Nightingale, nació en Florencia (Italia), en
el seno de una familia acomodada inglesa. Creció en
Inglaterra donde recibió una esmerada educación:
dominaba varios idiomas, incluidos los clásicos, con una
sólida formación en literatura, filosofía, teología, historia,
economía, política y ciencias. Fue maestra en matemáticas
superiores.
Sus padres se opusieron a su temprano deseo de
dedicarse a la Enfermería por las condiciones de los
hospitales del momento y el desprestigio de las enfermeras
en el mundo protestante.
Tras vencer los obstáculos familiares y a través de su
amistad con Mr. Sydney Herbert y su esposa, va a Crimea
como enfermera, donde forma, con el,"la pequeña oficina
de guerra".
Por medio de sus viajes conoció y estudio varias
instituciones de salud, así como la formación de las
enfermeras de las órdenes religiosas. Estudió Enfermería en
el Instituto Kaiserswerth en 1.853 y en Paris, con las
Hermanas de la Caridad de la Maison de Providence.
Al finalizar la guerra de Crimea, el pueblo inglés le
regalo 50.000 libras como muestra de gratitud por el papel
desempeñado durante la misma. Con este dinero organizó
la fundación Nightingale, que más tarde serviría para crear
una escuela de formación de enfermeras, donde se
desarrolló el primer programa de estudios organizados:
la Nightingale Trining School for Nurses (1.860), como
institución educativa independiente en el St. Thomas
Hospital de Londres.

A pesar de los estragos provocados por la


Tuberculosis, se produjo en líneas generales una reducción
de las epidemias y se controlaron enfermedades
importantes como la Viruela mediante la vacunación y el
descubrimiento de la Quinina para el tratamiento del
Paludismo, de los fundamentos de la diabetología así como
la mejora de la atención a las parturientas mediante
medidas higiénicas, fueron progresos hacia la salud y el
bienestar.
No obstante en 1.900 la esperanza de vida no
superaba los 45 años y la mortalidad infantil era alta. Obras
como la "Gota de leche" de Dufour de Fecamp, potenciaban
la lactancia materna y la higiene en la alimentación. Fue
importante en este aspecto la labor realizada por las
enfermeras visitadoras.
Tanto en la concepción Nightingale de la Enfermería,
como en los programas de instrucción de enfermeras,
tuvieron gran peso los conceptos de prevención de la
enfermedad y fomento de la salud, frente a la concepción
enfermera dedicada exclusivamente a los "cuidados
curativos".A pesar de los estragos provocados por la
Tuberculosis, se produjo en líneas generales una reducción
de las epidemias y se controlaron enfermedades
importantes como la Viruela mediante la vacunación y el
descubrimiento de la Quinina para el tratamiento del
Paludismo, de los fundamentos de la diabetología así como
la mejora de la atención a las parturientas mediante
medidas higiénicas, fueron progresos hacia la salud y el
bienestar.
No obstante en 1.900 la esperanza de vida no
superaba los 45 años y la mortalidad infantil era alta. Obras
como la "Gota de leche" de Dufour de Fecamp, potenciaban
la lactancia materna y la higiene en la alimentación. Fue
importante en este aspecto la labor realizada por las
enfermeras visitadoras.
Tanto en la concepción Nightingale de la Enfermería,
como en los programas de instrucción de enfermeras,
tuvieron gran peso los conceptos de prevención de la
enfermedad y fomento de la salud, frente a la concepción
enfermera dedicada exclusivamente a los "cuidados
curativos".
La Enfermería se había basado en una idea de arte y
no de ciencia, pero la impotencia de los cuidados llevó a
Florence Nightingale a rechazar las orientaciones que,
durante siglos, habían paralizado la disciplina, y a desear y
propugnar su integración en un sistema interdependiente,
que le permitiese elaborar, en el futuro y dentro de los
límites de la ciencia, una síntesis doctrinal.
No obstante, la técnica será la que dotará a la
Enfermería del espíritu de la "filosofía Nightingale" y que la
hará ser independiente, durante más de un siglo, de la
enfermedad y de la medicina.
Florence Nightingale incorporó "elementos de los
cuidados", que hoy incluiríamos dentro de los psicosociales
y contempló aspectos físicos del color, música y la
influencia del cuerpo sobre el espíritu como medios de
recuperación, que hoy se están retomando nuevamente por
considerarse importantes para los cuidados.
Las enfermeras seguían considerando en estos
momentos al hospital, como la antesala de la muerte,
Florence Nightingale, se pronunció en sus escritos sobre la
situación de los mismos y realizó observaciones sobre las
modificaciones necesarias, de acuerdo a los conocimientos
del momento.
A pesar de todo el "arte de cuidar" quedó relegado,
durante más de un siglo a tareas derivadas de los avances
médicos que si vieron consagrado su prestigio.
Florence Nightingale nos legó la idea de lo que es y no
es la Enfermería como profesión, ahora hemos de encontrar
las leyes de los fenómenos que constituyen los Cuidados de
Enfermería.

LOS PRIMEROS CENTROS DE INSTRUCCION DE


CUIDADOS DE ENFERMERIA
Teodor Fliedner y su esposa Frederika Muster,
organizaron una sociedad de enfermeras visitadoras, cuya
instrucción duraba tres años, el Instituto de Daiconisas de
Kaiserswerth, creado en 1.836 e inspirado en las
actividades de las diaconisas menonitas de Holanda y la
reforma de las prisiones de Inglaterra llevado a cabo por
Elizabeth Fry, fueron los elementos claves en la
regeneración de la Enfermería.
El matrimonio Fliedner, centró su atención en el
cuidado a los enfermos, abriendo un hospital con una
escuela de Diaconisas, que fue una replica del mundo
protestante al sistema monástico católico ya que sus tareas
se desarrollaban tanto en los domicilios como hospitales y
misiones especiales. El desarrollo del Instituto fue rápido y
el programa de formación incluía:
-Preparación en enfermería hospitalaria, que duraba
tres años e incluía una rotación por los distintos servicios
con los que contaba el hospital: sala de hombres, mujeres
y niños, convalecientes y enfermedades infecciosas.
-Formación de enfermería domiciliaria.
-Aprendizaje teórico-práctico del cuidado de los
enfermos.
-Adquisición de conocimientos farmacéuticos
-Preparación en ética y doctrina religiosa
El programa dependía del médico y las enfermeras
debían cumplir sus órdenes por considerarse este como
único responsable del resultado final.
Este instituto influyó indirectamente en personas como
Florence Nightingale y en países de Europa y
Latinoamérica, pudiendo afirmarse que este modelo aun
subyace en los programas de formación actuales, en los
que la dependencia medico-técnica, unidas a la disciplina
con connotaciones religiosas, constituyen el estereotipo de
la enfermera de este siglo.
Entre los servicios prestados por el Instituto
Kaiserwerth se incluía: La Enfermería, ayuda a los pobres,
el cuidado a los niños, el alivio a las mujeres presas y la
enseñanza.
Es aquí donde sin duda cristalizó la contribución social
del trabajo femenino que, más tarde, se consolidaría en los
movimientos en poro del sufragio universal y de la
igualdad, procurando la inclusión de la mujer en actividades
reservadas al ámbito masculino.
La influencia del Instituto se extendió por todo el
mundo, Pittsburg, Pensilvana, Jerusalén, Esmirna,
Constantinopla, Beirut y Alejandría, fueron los lugares
donde se inició una nueva etapa en los Cuidados de
Enfermería, que más tarde se consolidarían con los aportes
de Florence Nightingale.
LA ENFERMERÍA DE ORIENTACIÓN NIGTINGALE
La escuela Nightingale pretendía preparar enfermeras
de hospital, enfermeras visitadoras y enfermeras docentes,
en ella se cursaban tres años de formación y sirvieron de
modelo para otras.
De esta escuela surgieron líderes de la Enfermería que
se dispersaron por países extranjeros, difundiendo de esta
forma la nueva enfermería. Una de las aportaciones
Nightingale más importante fue dar la importancia
adecuada a la formación sistemática de las enfermeras.
Hay que destacar que el progreso en los estudios de
Enfermería en Estados Unidos, se debió en gran parte a la
sólida formación de las mujeres que participaron como
enfermeras voluntarias en la guerra de Secesión, lo que
propició la buena acogida de la concepción Nightingale.
La concepción Nightingale supone la consideración de
la enfermería como una opción profesional, con un
contenido específico por investigar.
Aglutinó el contenido de los cuidados derivados de las
ordenes religiosas, del voluntariado y de las incipientes
escuelas de adiestramiento, e incorporo connotaciones
militares y religiosas. Es suya la idea de una formación
programada y sistémica, impartida por enfermeras de
formación superior, alejadas de la ignorancia y desidia en
que se habían instalado los cuidados en los siglos
precedentes y el contexto protestante, en el que la
desigualdad de sexo, junto a una articulación social basada
en la dualidad esfera-pública/esfera-privada, polarizaban la
realidad histórica del momento, tanto para las mujeres
como para la enfermería.
La obra impresa de Florence N. se compone de un
total de 147 textos que tratan de la Enfermería, Hospitales,
Sanidad, Salud, Administración y otros temas como
Estadística, Filosofía, Emigración, Protección de razas
aborígenes, Hambre, Castigo, Disciplina, Situación en la
India, Economía y Sufragio femenino (no todas han sido
publicadas). Su libro "Notas sobre Enfermería", que se
publicó en 1.859 y que sirvió de libro de texto, a pesar de
los 150 años que nos separa de este hecho, se considera
valido y fundamental para la compresión de la personalidad
de la autora, los cuidados y la profesionalización de los
mismos y que junto a otro libro "Notas para los hospitales"
(1858), han servido de base al comienzo de la "Enfermería
profesional".

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