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¿Cómo realizar un estudio de

viabilidad de proyectos de manera


correcta?

Un estudio de viabilidad de proyectos les permite a las organizaciones determinar si una acción tiene sentido
desde el punto de vista financiero y operativo.
El éxito de las empresas, en un mercado cada vez más competitivo, se fundamenta
en los objetivos que desean alcanzar. Ya sea el lanzamiento de un nuevo producto o
el ingreso a un nuevo mercado, las organizaciones deben estar dispuestas a asumir -
necesariamente- un cierto grado de riesgo en cada uno de sus proyectos.
Para minimizar el peligro y asegurar el triunfo de esa idea o iniciativa, los líderes
empresariales deben realizar un estudio de viabilidad de proyectos. Se llama así a
la evaluación que realizan las organizaciones para determinar si una acción tiene
sentido desde el punto de vista económico y operativo.
existen seis tipos de estudios de viabilidad de
proyectos. Cada uno de ellos les proporciona a las
empresas una mirada más profunda de la iniciativa
que desean emprender, ayudándolos a tomar
mejores decisiones.
1.Viabilidad estratégica: Determina la conveniencia de ejecución del proyecto para la
empresa.
2.Viabilidad comercial: Determina la aceptación del producto y/o servicio que
brindará el negocio por parte del mercado.
3.Viabilidad técnica: Pretende corroborar que se cuenta con los medios técnicos para
poder competir en el mercado de manera eficiente.
4.Viabilidad administrativa: Determina la capacidad organizacional de llevar a cabo
el proyecto.
5.Viabilidad legal y ambiental: Pretende asegurar que el proyecto respeta la
normativa legal vigente y al medio ambiente contribuyendo a su conservación.
6.Viabilidad económico-financiera: Muestra la conveniencia en términos económicos
y financieros del proyecto.
Para poder llevar a cabo de manera
correcta un estudio de viabilidad de
proyectos, las empresas deben seguir
los siguientes pasos:
Analizar el problema

 Primero, las empresas deben realizar un análisis de los requisitos del


proyecto para evaluar su viabilidad. ¿La organización cuenta con
tecnología y recursos para poner en marcha el proyecto? ¿Cómo se va a
medir el ROI del proyecto? Son algunas preguntas básicas que se deben
responder en este punto. Comprender las metas y objetivos de la empresa
antes de comenzar un proyecto ayudará a mantener a todos los equipos
alineados.
Evaluar el presupuesto

La forma más rápida de descarrilar un proyecto o iniciativa es haciendo un


mal uso del presupuesto. Cuando estos son limitados, las partes inmersas en
el proyecto quieren saber si el dinero que se gastará hará una diferencia en el
resultado final. Por ello, es necesario determinar cuánto presupuesto se tiene
disponible para el proyecto y realizar una proyección de los ingresos. 
Investigar
Luego de analizar los requisitos contemplados en el proyecto y evaluar
el presupuesto que se tiene, las empresas deben investigar el mercado.
Para las empresas grandes la pregunta esencial es si existe una demanda
para el producto o plan de negocios. Mientras que para las empresas
más pequeñas las preguntas claves son qué obstáculos enfrentarán en el
camino y qué viene haciendo la competencia. Si los objetivos del
proyecto son demasiado estrechos o no se alinean con objetivos
comerciales, es necesario reevaluar el enfoque.
Realizar un plan

 Realizada la investigación, se procede a crear un plan de acción para dar


vida al proyecto. Aquí se deben considerar los recursos que se necesitan
(personas, procesos y tecnología) y la estructura de trabajo. Lo ideal es
trabajar con un Diagrama de Desglose de Trabajo (WBS), el cual le
permitirá al líder de proyecto descomponer en diferentes secciones el
proyecto, haciéndolo más manejable para su evaluación. Sin embargo,
existen otros métodos para gestionar de manera correcta un proyecto,
como la Evaluación de Programas de Revisión Técnica (PERT) y el
diagrama de Gantt.
Realizar un balance

 Una vez determinado el plan, se debe reevaluar las finanzas del proyecto.
Para hacer esto, el líder del proyecto debe tener datos financieros
actualizados para preparar un balance inicial del proyecto. ¿Sigues
proyectando los mismos ingresos? Es la pregunta que se debe responder
el encargado de la iniciativa.
Comprobar los datos

 Antes de decidir si tiene sentido seguir adelante con el proyecto, el encargado del mismo
debe revisar todos los datos que obtuvo en los anteriores pasos. Si no es así, se puede
implementar un plan estratégico más reflexivo para ejecutar un estudio de factibilidad. Si
los nuevos resultados apuntan un "sí", es momento de iniciar el proyecto.
 Un estudio de viabilidad de proyectos es la herramienta perfecta para que las empresas
conozcan cuán grande será el impacto, en términos de importancia operativa y económica,
de una iniciativa. En un mercado internacional cada vez más cambiante, lanzar productos
innovadores está haciendo la diferencia entre los consumidores.  

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