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TEMA 3

LENGUA, MEDIOS DE
COMUNICACIÓN Y TIC
ANTONI NOMDEDEU RULL
Universitat Rovira i Virgili
antonio.nomdedeu@urv.cat
@anomru
Subtemas

3.1 El español de los medios de comunicación, un modelo lingüístico


común: aspectos fonéticos, morfosintácticos y léxico-semánticos. Los
conceptos español neutro y español internacional.

3.2 El español en las TIC (prensa, radio y medios audiovisuales). Géneros


periodísticos: la noticia, el reportaje, la entrevista, el periodismo
interpretativo y la crónica.

3.3 El lenguaje periodístico como lengua de especialidad.


3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Cualquier aproximación al estudio del lenguaje en los medios de comunicación debe partir
del concepto de norma como hecho socio-cultural. El dilema de muchos investigadores es
perfilar esa norma.
La norma no debe entenderse como una política impuesta por una institución, según
criterios de corrección y valoración subjetiva de lo expresado, aunque participen en cierta
medida en su establecimiento.
Es una realidad comprobada de manera objetiva en una lengua, es el conjunto de usos que
seguimos necesariamente por ser miembros de una comunidad lingüística. Los seres
humanos como sujetos sociales necesitan de la adscripción a comunidades o estratos
sociales que le permitan constituir redes de convivencia. Con estos usos lingüísticos
tradicionales –que no son entendidos como correctos en primera instancia–, se constituye la
norma.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

El concepto de norma está ligado a los procesos de estandarización de las variedades


lingüísticas (Hudson 1980). Por ello, conocer las normas de una comunidad es importante
para establecer cuál ha de tomarse como la estándar que, por supuesto, será la que se
pueda promover entre los hablantes por medio de la planificación lingüística y la enseñanza
de lenguas nacionales.
Conviene, en este punto, presentar los procesos sociales que configuran la norma
estandarizada. Richard Hudson los concibe así:
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

“1) Selección. De una forma u otra debe haber sido seleccionada una variedad
particular como la que va a ser desarrollada como lengua estándar. Puede que sea una
variedad ya existente, como la usada en un centro político o comercial importante, pero
también podría ser una amalgama de distintas variedades. […]
2) Codificación. Alguna institución tal como la Academia tiene que haber escrito
diccionarios y libros de gramática para ‘fijar’ una variedad, de forma que todos puedan
ponerse de acuerdo en lo que es correcto. […]
3) Elaboración funcional. Tiene que ser posible utilizar la variedad seleccionada en
todas las funciones asociadas con el gobierno central y con la escritura, por ejemplo en
el parlamento y en los tribunales, en documentos burocráticos educativos y científicos
de toda clase, y, naturalmente en los diversos géneros literarios. […]
4) Aceptación. La variedad elegida tiene que ser aceptada por la población afectada
como la variedad de la comunidad; de hecho, normalmente como la lengua nacional.
[…] (Hudson 1980: 43).
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Hudson menciona la codificación como un proceso de estandarización de las lenguas. A este


respecto, los diccionarios –como inventarios léxicos– actúan como catalizadores en la
conformación de las normas.
En el artículo “La variación lingüística en lexicografía”, Stefan Ettinger (en Haensch, G. et
al. 1982. La lexicografía. Madrid: Gredos.) distingue tres apartados, a saber: el diccionario
y el sistema lingüístico, el diccionario y la norma y, por último, el diccionario y el habla.
Este autor menciona la existencia de tres tipos de norma: tipológica, estadística y
prescriptiva. En este sentido, es valioso repasar sus consideraciones sobre la norma
estadística, en la cual se acepta todo aquello que se produce en una lengua como uso
lingüístico normal. Para Ettinger, esta norma puede registrarse por medios estadísticos:
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

“Hoy se entiende por norma estadística aquella norma de una lengua que, por
comprobación numérica, es la más extendida y aceptada en general por los hablantes.
De este modo, la norma estadística representa un corte transversal sincrónico de una
lengua viva que reúne en sí influencias históricas y normas prescriptivas aceptadas. La
norma estadística se distingue de la prescriptiva en que esta última exige muchos
hechos lingüísticos que no siempre son realizados de hecho por los hablantes. Desde un
punto de vista histórico, la norma estadística precede en las lenguas naturales a la
norma prescriptiva, ya que, si bien una norma prescriptiva puede intentar frenar,
orientar o desviar evoluciones lingüísticas, no puede crear reglas totalmente contrarias
al sistema, es decir, contrarias a la lengua. Por lo tanto, las buenas normas prescriptivas
deben seguir el uso lingüístico real y, en caso de duda, deberían adoptar la forma más
usual (Haensch 1982: 361-362).”
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Por esas ventajas, muchos diccionarios actuales se basan en estudios estadísticos. En el


ámbito hispanoamericano, este criterio fue utilizado para redactar el Diccionario del
español de México, propuesta de Luis Fernando Lara y sus colaboradores. Pese a las
bondades de este método, Ettinger encuentra algunos inconvenientes en el establecimiento
de la norma estadística. Enumera los siguientes:
a) se parte fácilmente de la idea de que se puede obtener un promedio matemático del
uso de todos los hablantes de una lengua determinada, se supone que partiendo de un
número infinito de hablantes se puede establecer un valor medio calculado;
b) se plantea la obtención del corpus sin tener definido con claridad cuál es el objeto de
investigación; las lenguas naturales son realidades de estudio bastante complejas,
sometidas a variantes diacrónicas, diatópicas, diafásicas, diastráticas y diaintegrativas;
c) las descripciones del uso lingüístico real de una comunidad de hablantes tienden a
convertirse en norma prescriptiva (Ver Haensch 1982: 363-ss).
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

En la opinión popular, es un lugar común establecer una relación entre el habla difundida
por los medios electrónicos y las costumbres lingüísticas de una comunidad. Las críticas
básicamente se han dirigido a la acción de la televisión. Por este motivo, existe una
corriente de autores que abogan por el buen uso de la lengua, es decir la utilización de una
variedad lingüística sancionada positivamente por instituciones legitimadoras (Ej. RAE). Los
medios de comunicación han de ser canales de difusión de las normas cultas de una región,
configurándose como verdades métodos propedéuticos de acción formadora.
Hay investigadores que argumentan que todo análisis de la lengua en los medios de
comunicación debe desembocar en la correcta formación de los comunicadores.
Profesores universitarios, filólogos y miembros de academias consideran que los medios de
comunicación propalan vulgarismos, idiotismos, barbarismos y “anormalidades” de la
lengua.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

En 1982 y desde el seno de la Comisión para la Defensa de la Lengua Española, E. de la Peña


apeló a los amantes de la lengua para que escapasen los giros vitandos, las vulgaridades y
los elementos contaminantes que confluyen en la televisión. Además, advertió que:

“El peligro que corre, no sólo nuestra lengua en bocas En España se han emitido criterios muy semejantes a
que no tienen interés alguno en conocerla mejor, sino los expuestos. En este caso, J. A. Fernández (1988) los
el público que recibe, casi como una comunión, los expuso en su artículo “La fonología en la televisión
mensajes que se le quieren transmitir. A mayor española: violencias fonéticas”. Según este autor, en el
influencia de personas mal preparadas, corruptoras español de los medios de comunicación de masas, se
del lenguaje, mayor riesgo de infección en el habla de encuentran “violencias, anomalías, deformaciones,
los telespectadores (Peña 1982: 21).” barbarismos, neologismos, alteraciones,
extranjerismos, etc” (Fernández 1988: 249).
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

En 1990, la revista Lingüística española actual publicó una serie de artículos que insistían
en la presencia de corruptelas en el español de los medios de comunicación. No obstante,
también exponían otro gran tema en torno a la relación lengua y medios. Manuel Alvar y J.
L. Martínez Albertos señalaron la importancia de conocer el español de la radio y la
televisión, pues lo consideraban un elemento muy importante para guardar la unidad de la
lengua:
“La unidad de la lengua es un bien que importa defender en el
seno de la comunidad hispanohablante. Hoy la prensa, la radio y la
televisión ejercen una influencia idiomática superior a la del
sistema docente. Sin exageración puede afirmarse que el destino
que aguarda al español –o cualquier otro idioma– está en sus manos
(Martínez 1990: 186).”
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

No solo los círculos académicos han discurrido sobre el tema. En periódicos, empresas
radiofónicas y agencias internacionales de prensa, se ha gestado un movimiento de defensa
participativa de la lengua.

Por su carácter normalizador, el Manual de español urgente de la Agencia EFE y el Libro del
estilo de ABC gozan de gran acogida entre los comunicadores. Medios como El País, Radio
Nacional de España (RNE) o Televisión Española (TVE) disponen también de libros de estilo.

Este panorama demuestra cómo la lengua de los medios se ha convertido en una gran veta
de investigación.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

El proyecto dirigido por el Dr. Raúl Ávila del Colegio de México, “Difusión Internacional del
Español por radio y televisión: unidad y diversidad de la lengua (DIES-RTV)” –que recoge y
procesa las normas lingüísticas regionales de México, Argentina, Cuba, Radio Vaticana,
Chile, Venezuela, Canarias, Andalucía, España (nacional), Colombia y Uruguay–, trata de
responder a preguntas tales como

“¿Es pobre el lenguaje de la radio y la televisión? ¿En qué medida


los medios electrónicos de difusión masiva contribuyen a la unidad
de la lengua y a la comunicación nacional e internacional? ¿Qué
diferencia existe entre el habla prestigiosa de una región o de un
país y el lenguaje de esos medios? ¿Cómo se puede fomentar la
unidad de la lengua sin menoscabo de la diversidad que la
enriquece?” (Ávila 1991: 7).
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Lázaro Carreter recoge las incorrecciones y


gazapos, tanto hablados como escritos, de los
medios de comunicación.

El volumen, que reúne artículos publicados desde


1975 hasta 1996 en algunos periódicos españoles,
le permite al filólogo enseñar a hablar y a escribir
mejor y mostrar los errores que se cometen en la
prensa, la radio y la televisión.

Leer y comentar artículo de en Moodle


3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Es un hecho habitual que en cualquier reunión de expertos relacionada con la norma del
español e incluso simplemente con el español alguien, generalmente un periodista,
pregunte: “¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en la difusión del español
correcto?”. “Fundamental”, replica el experto. “Pero vamos a ver” -insiste el periodista- ,
“¿en los medios se usa bien o mal el español?”. Sea la respuesta del experto positiva o
negativa, nos interesa otra pregunta: “¿Qué significa usarlo bien o mal?”.

¿Hablan mal sus protagonistas simplemente porque usan los rasgos propios del lugar en el
que viven? ¿Deben, pues, evitarlos a toda costa los que se asoman a los medios de
comunicación de esos lugares? La pregunta podría reformularse así: cuando un hablante de
una comunidad cualquiera de España accede a los medios de comunicación, ¿debe
necesariamente renunciar a las peculiaridades lingüísticas propias de su zona si quiere
que su discurso sea calificado de “correcto”?
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Ese español modélico (español estándar, español correcto, español ejemplar, norma
asindótica, etc.) no es, en realidad, una entidad discreta, sino gradual, escalar, y en esa
escala:

a) Hay una serie de rasgos que ocupan el punto más alto. Entre ellos, los que son comunes
a todos los hablantes cultos del mundo hispánico, pero también otros que solo son
usados por una parte de esos hablantes. En tales casos, las variantes peninsulares (en
concreto, las peninsulares norteñas) tienen más posibilidades de ocupar la cima de la
escala que las americanas.
b) Hay otros rasgos que, aunque “suenan” a particularismos y aunque serían colocados en
un nivel inferior a los anteriores resultan tolerables tanto dentro como fuera de la
comunidad que los usa. De sus usuarios probablemente dirían los ajenos que “hablan
distinto” pero no que “hablan mal”. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el seseo, la
aspiración de –s implosiva o el voseo.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

c) En un tercer nivel de la escala se situarían aquellos particularismos que los de otras


zonas considerarían “desviaciones incorrectas” pero que son tolerados, en mayor o menor
medida, dentro de la comunidad en que se dan. Así podría suceder, por ejemplo, con las
pronunciaciones cuete, almuada, tenidos por vulgarismos en muchas partes; o al contrario,
lo que pasa con la pronunciación de ciertos grupos consonánticos finales de sílaba que a
muchos americanos les suena “descuidada” pero que es perfectamente habitual y tolerada
en el habla culta de Madrid, de Burgos, de Salamanca…: testo, costruir, satisfación...

d) Otros regionalismos, por último, son vistos como desviaciones desprestigiadas entre los
hablantes cultos, tanto dentro como fuera de la comunidad en que se practican (“Ayer
cenemos con mi cuñao”; “no vinon a la hora”).
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Desde el momento en que el estándar no puede ni debe ser considerado una norma
prescriptiva sino un tipo de norma sociolingüística en la que tienen cabida los usos
prestigiado por la sociedad, se entenderá que la lengua española exige una norma estándar
flexible y elástica, unitaria en su estructura panhispánica pero abierta a variaciones, toda
vez que en América el componente social va más allá en su presión que la propia corrección
impuesta.

De esta tendencia a la conformación de una variedad estándar aglutinadora dan buena


cuenta los medios de comunicación que establecen un uso consciente y planificado de la
lengua, en ellos la normalización del discurso no ha invalidado la presencia de formas
divergentes con la prescripción académica, que se aceptan como propias y se divulgan por
todo el mundo hispánico.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Sin embargo, hay un hecho evidente en el contraste lingüístico: la presencia de variantes en


los medios no se limita a los registros altos del discurso, sino que, por el contrario, su
aparición se intensifica condicionada más por la comunidad a la que se dirige y por la
naturaleza del propio texto, oral o escrito, de donde se infiere que su aparición responde
más a una diferenciación de tipo diastrático que a la propiamente geográfica.

Los ejemplos que siguen constatan la escasa variación gramatical del español y muestran,
en su mayor parte, formas bien asentadas en los hábitos lingüísticos de los hablantes cultos
de buena parte de la población hispanohablante con una tradición histórica que los avala.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

En los verbos, la distinción aspectual del indefinido y perfecto, por motivos no solo
lingüísticos sino también contextuales y pragmáticos, se extiende por amplias zonas de la
geografía americana, como revelan los contextos siguientes:
• “Llené todos los requisitos exigidos por las autoridades sanitarias” (Colombia);
• “¿Qué pasó?;
• “Ya llegué, te traje tu medicina”;
• “¿Que le voy a dar de tomar?”;

Las preposiciones presentan, asimismo, usos contrastados. Por ejemplo, la frase


preposicional cerca a que alterna con la considerada más correcta cerca de también en la
Península.
• “los problemas al interior de la Penitenciaría aún no se resuelven”;
• “testigos que ingresaron al centro carcelario”;
• “La doctrina es en la tarde” .
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

La sustitución de vosotros por ustedes confirma el reajuste pronominal hispanoamericano:


• “Me fui con los rebeldes, no se preocupen”;
• “Yo confieso ante dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos [...] por eso ruego Santa
maría siempre virgen, a los ángeles, y a los santos y a todos ustedes, hermano, que
intercedan por mí ante dios nuestro señor”.

Los contrastes gramaticales terminan con la presencia de usos preferentes adverbiales, de


acá y allá (“Vente para acá unos días”), la adverbialización de adjetivos (“¡Qué bueno que
te animaste a venir!”, el uso preferente de temprano (“La Coruña es líder desde
temprano”, asimismo el adjetivo antepuesto al sustantivo de tradición española se conserva
(“manejaba los partidos a pura tarjeta”, y la expresión no más, de clara ascendencia
peninsular, resulta de uso muy extendido en Hispanoamérica, con su carácter arcaico (“¡un
traguito, no más!”, “Andaba paseando por aquí, no más”).
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

La reconocida tendencia derivativa del español americano se corrobora ampliamente en


los ejemplos siguientes: “Yo voy a poner una tiendita con mi nieto”; “Hola, chiquita”;
“Ahorita no puedo”; “Mi hijita”; “Todo está muy limpiecito”; “los reconocimientos serán
entregados en una especial premiación”; “son viviendas anegadas por una correntada del
río”.

Los reclamos publicitarios y las secciones humorísticas permiten, sin embargo, la utilización
de usos lingüísticos más cercanos al habla, con la introducción de formas propias de la
norma popular de los distintos países: “ya que urge que me mandés el nombre que le vamos
a poner”, “si querés te puedo enseñar”; “Armá tú equipo con los quince mejores jugadores
de la historia”, “participá ya”. No podemos obviar, sin embargo, que este uso adquiere en
Argentina y otros países un prestigio en vías de expansión, como demuestran sus usos: “por
favor, sentate”, ¿querés un mate?; ”, “viviría con vos, acá o en cualquier lugar”.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Idéntica consideración merece el nivel léxico:


• el aztequismo cachupín, que la RAE circunscribe a Cuba, Honduras y México: “Es un
cachupín más cascarrabias”;
• regadera que el diccionario académico registra en su cuarta y quinta acepción
referentes respectivamente al ‘aparato o instalación para ducharse’ y ‘recipiente,
ducha’ como americanismo general: “En la regadera, cuando me estoy bañando”;
• postulante es americanismo con el significado de ‘candidato, aspirante a un cargo’
(Academia): “Héctor Caballero es el tercer postulante”;
• el término generalizado jugo sustituye al español zumo: “un jugo de naranja”;
• igualmente, el término cuadra: “tal vez lo que no te pasó en la cancha te pasa a dos
cuadras o cerca de tu casa”;
• americanismo general según la Academia es celular “luego apague el celular y
desconecte el teléfono fijo”.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Algunos términos son preferencias léxicas como resultado de una distinta selección y
frecuencia que ofrece el vocabulario común, según registros o niveles lingüísticos:

• “¿Estás enojado?”;
• “¿Tú mamá sabe que vas a unirte a los rebeldes?” (Antes que anochezca);
• “el papá del actual director del Centro Penal de la Unión falleció ayer”;
• “¡que linda sorpresa!”;
• la acepción más común en América de ‘echar de menos’ es para la Academia término
común del idioma, Neves la considera americanismo “Dígale que la extraño”;
• el término auto, “depende del diseño del auto”, está más extendido que carro.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los rasgos más diferenciales se encuentran en el vocabulario jergal:

• “No digas pendejadas, cállate pendeja”;


• “Limosnas para su pinche centro hospitalario”;
• “O se dobla o se chinga”;
• “Son puras mentiras estos son chingaderas”;
• “La muchacha está cargada”;
• “entre los platos que se servirán está la fritanga potosina, feijoada, majadito de pato,
horneao camba, etc.”;
• “Tengo unas picaditas de frijol”
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comunicación, un modelo lingüístico común

En el terreno fonético, allí donde la regularización ortográfica no constriñe las


posibilidades de la lengua hablada, es donde se observan mayores divergencias, el seseo, el
yeísmo, las pronunciaciones aspiradas de ciertos fonemas son usos habituales en los
medios audiovisuales, si bien, apenas se registran fenómenos de menor consideración social
como la pérdida de –d- intervocálica, neutralización l/r, o formas vulgares como “Y la
muchacha, no me diga que se le echó pa’tras”.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

El español de los medios de comunicación ha sido utilizado por más de un autor para
ejemplificar un supuesto español general.

Este español utilizado en los medios de comunicación ha sido denominado también español
neutro.

La importancia de utilizar un español fácilmente comprensible en otros lugares ha


alcanzado incluso el rango de ley en Argentina, aprobaba en mayo de 1986. El artículo uno
de dicha ley establece que "el doblaje deberá ser realizado en idioma castellano neutro,
según su uso corriente en nuestro país, pero comprensible para todo el público de la
América hispanohablante".
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Este concepto de español neutro se definía en una enmienda posterior de la ley, que
establecía que "se entenderá por idioma castellano neutro al hablar puro, fonética,
sintáctica y semánticamente, conocido y aceptado por todo el público hispanohablante,
libre de modismos y expresiones idiomáticas de sectores".

No debe sorprender, por lo tanto, que se identifique el español neutro con ese concepto tan
extraño y a la vez tan imposible, de hablar puro.
• Sin embargo, para algunos autores esta neutralización de rasgos conlleva también ciertos peligros.
López Morales (2006) advierte del peligro que supone caer en peligrosos reduccionismos, ya que a
veces "se piensa que la buscada neutralidad se consigue simplificando la lengua y reduciendo el
vocabulario a mínimos insospechados".
• El léxico empleado en este español de los medios de comunicación es bastante uniforme y apenas
presenta variedad léxica. Después de analizar cinco publicaciones on line en español, la profesora
Andión apunta (2008: 137) que la variación léxica entre ellas apenas alcanza el 1,19%, lo que
confirma que los medios de Internet apuestan por un léxico común, por encima de las variedades.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Los nuevos medios están cada vez más adaptados a la dinámica de la globalización, son
cada vez menos locales y más internacionales, y eso hace que se sienta necesario un
español internacional.

El español ocupa el tercer lugar de la lista de las lenguas más usadas en la red, ahora bien,
no todos empleamos el mismo español.

Al hablar sobre la modalidad del español que no es propia de ningún país en concreto y que
puede funcionar bien en todo el ámbito hispánico se utilizan distintas denominaciones: los
traductores hablan del «español neutro», pues sus clientes les piden que traduzcan algunos
textos, sobre todo comerciales, a ese tipo de lengua. También se llama neutro al español
hablado sin acento de ningún sitio en particular.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

En tiempos en los que se habla de la globalización, también se menciona, cómo no, el


español global, es decir, aquel que se mueve como pez en el agua por todo el mundo. Lo
contrario del español local o de un país o región determinados, es el español general.

El español estándar es, como su nombre indica, el ajeno a los localismos y a las
características propias de una u otra zona dialectales.

Y, finalmente, el español internacional es el que no es nacional ni local y puede usarse en


la comunicación con hablantes de cualquier país hispano sin riesgo de que se produzcan
fallos en la transmisión y la recepción del mensaje. Son, pues, distintos nombres para una
misma realidad, si bien los dos más usados son neutro e internacional.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Esa realidad se caracteriza en la lengua escrita por el uso de un léxico común,


completamente comprensible por todos los hablantes, y en la lengua hablada se distingue
porque no tiene la entonación, la música o el acento de ningún sitio en particular.

El español neutro tiene un claro fundamento comercial: es mucho más barato hacer una
sola traducción al español. Además del audiovisual, los programas o máquinas y sus
respectivos manuales de instrucciones, el uso de una única versión reduce los costos que
conlleva la creación de textos o doblajes complementarios, publicitarios, promocionales,
documentación de ayuda, material de formación, etcétera.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Más concretamente:

El español neutro o castellano neutro, también conocido como español global o español


internacional, es un intento por crear una variante del idioma español que sea aceptable
para distintos públicos, con el que se pretende deslocalizar el lenguaje y que se acomode al
máximo número posible de hispanohablantes, con el fin de ser empleado por medios de
comunicación y entretenimiento.

Es una modalidad elaborada a partir del diasistema del español que se usa principalmente
con fines comerciales para llegar a un área geolectal amplia. Su creación se debe a un
intento por unificar y rentabilizar el mercado hispanohablante, y así evitar la inversión
que supondría realizar distintas adaptaciones para diferentes países.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

El español neutro aboga por el uso de rasgos dialectales como el seseo o el yeísmo debido a
su amplia extensión en el mundo hispanohablante.

Por otro lado, un castellano sin acento sería únicamente un modelo hipotético de


pronunciación, mientras que el castellano neutro englobaría además otros aspectos, como
las conjugaciones y regionalismos empleados.

El gran corte y fragilidad que divide al español internacional se da en España, debido a que
el español basado en cualquier variedad americana no es aceptable para muchos españoles,
por lo que es frecuente que películas u otro material audiovisual acabe teniendo 2
versiones: una para España y otra para Hispanoamérica. ​ En el español peninsular de los
medios predomina la pronunciación formal del español de Madrid, la capital.​
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Características del español neutro:

El español neutro basa su modelo en el estándar mexicano (y áreas circundantes) en


detrimento de otras variedades como el español ibérico o el rioplatense, debido a su mayor
extensión territorial y de población. Esto sería un modelo de pronunciación adscribible al
utilizado en las tierras altas de Hispanoamérica pero sin entonaciones que permitan
identificar el habla a una región concreta.

Así pues, se emplean fenómenos lingüísticos como el seseo o el yeísmo ya que solo se hace uso de 17
fonemas consonánticos obviando tanto el fonema interdental /θ/ como el fonema palatal lateral / ʎ/;
mientras que en las conjugaciones se opta por el uso del tuteo y el ustedeo, relegando las formas
singulares y plurales del voseo a un contexto histórico, arcaico o localizado.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Características del español neutro:

Con respecto al plano morfosintáctico, algunos de los rasgos más notables que se suelen
encontrar son los siguientes: el uso abundante de la falsa pluralización del complemento
directo, la ausencia del complemento directo en ciertos verbos o la ausencia
de sufijos aspectuales especiales y de diminutivos.

Otros aspectos más específicos utilizados son los siguientes: el hecho de que las perífrasis
de relativo u oraciones hendidas siempre se construyen con que, la aparición el
interrogativo cuál como adjetivo, las oraciones interrogativas directas que comienzan
por cómo son continuadas por el verbo ser conjugado más el nexo que.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Lugares donde se atribuye el español neutro:


Alrededor de la hispano-esfera hay muchos lugares que se atribuyen tener acento neutro. ​
• Tal es el caso de México, en especial su capital, donde dicen tener acento neutro, su argumento
se basa en la cantidad de doblaje en cine y televisión.
• En Bogotá, la capital de Colombia, sus habitantes dicen tener un español puro y sin acento, ​según
ellos (los bogotanos) ​se habla el mejor español del mundo.​

La ‘neutralidad’ del acento se entiende de


manera subjetiva, siempre de parte de quien
habla una variedad específica del español
respecto a otras formas de hablar ajenas a su
costumbre y como tal el español neutro no existe.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Lugares donde se atribuye el español neutro:


Alrededor de la hispano-esfera hay muchos lugares que se atribuyen tener acento neutro. ​
• En Perú, se suele afirmar que el español de la costa (español ribereño), especialmente el de Lima
sería el más neutro. La creencia es debido a que en la década del ochenta, el país fue muy
solicitado para realizar doblajes.​ Según un estudio de actitudes lingüísticas coordinado desde la
Universidad de Bergen, en Noruega en colaboración con Darío Rojas, magíster en lingüística de la
Universidad de Chile, los chilenos creen que en Perú se habla el mejor español debido a su
pronunciación y vocabulario.​
• En Guayaquil, Ecuador, dicen que su tono no tiene forma cantada y su pronunciación es clara.​
• Respecto a España, en Madrid, la capital, dicen que los acentos pertenecen a los gallegos, los
catalanes o los andaluces, mientras Madrid no tiene acento.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

Los conceptos español neutro y español internacional

Críticas:

La principal crítica del español internacional es que este no engloba a todos los países
hispanos y lo neutro es subjetivo. El español neutro que se utiliza en Hispanoamérica está
basado en el habla de México, quitando gran cantidad de argot y regionalismos, eso aparta
acentos muy marcados como el de Argentina o Venezuela, pero no se neutraliza para
España.

La idea de un español panhispánico llegó de la mano de productores de


cine estadounidenses que decidieron desarrollar un doblaje sin las características
específicas de un país en concreto, con el fin de abarcar un mercado de mayor audiencia.
El doblaje de la película Río Rita de 1929 fue el punto de partida.
3.1 El español de los medios de
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Los conceptos español neutro y español internacional

Críticas:

El español neutro, en su intento por crear una variedad no localizada y generalista del
idioma, ha recibido diversas críticas por parte de los lingüistas.

• Se arremete contra el empobrecimiento al que se somete el léxico y la sintaxis del idioma.​


• También se le acusa de ejercer un cierto colonialismo cultural, ya que provoca pérdida de
identidad cultural tal como ha ocurrido en muchos países hispanoamericanos al generar una cierta
influencia de habla mexicana en sus respectivas poblaciones locales, mientras que en otros como
en España se opta habitualmente por prescindir del español neutro, ya que muchas expresiones y
giros lingüísticos se consideran de uso mayoritario en países de América hispana.​
• Además, a pesar de pretender hacer uso de un léxico extendido en el mundo hispanohablante, se
pueden encontrar diversos términos de origen mexicano.
3.1 El español de los medios de
comunicación, un modelo lingüístico común

¿Existe realmente el acento neutro en español (y por


qué muchos latinoamericanos creen que lo tienen)? -
BBC News Mundo

¡¿Acento neutro en español?! ¿Existe? ¿Y qué país en A


mérica Latina lo tiene?

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