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TEATRO EXILIO

Entre los intelectuales españoles que


abandonaron su tierra al final de la guerra civil, había
pocos dramaturgos. Se encontraban en el exilio
autores que habían escrito con frecuencia o
esporádicamente obras teatrales y autores que las
escribirían posteriormente (Pedro Salinas o León
Felipe). Junto a estos autores, actores exiliados,
como Margarita Xirgú, que representó, entre otras
obras, El Adefesio, de Alberti, en 1944, 'Teatro
Avenida' de Buenos Aires, y La casa de Bernarda
Alba, en 1945.
De los dramaturgos exiliados fue Alejandro Casona el más
afortunado, ya que logró estrenar la mayoría de sus obras.
Otros escritores, como Alberti o Max Aub, tendrán menos
fortuna. Por ejemplo, Alberti no consiguió estrenar Noche de
guerra en el Museo del Prado (1956) hasta 1973, en Roma,
'Piccolo Teatro', bajo la dirección de Ricard Salvat.
A partir ya de los años 50 dos nombres destacan en el
exilio: Fernando Arrabal y José Ruibal. Destacamos El
hombre y la mosca, de Ruibal (Nueva York, 1972) y El
triciclo, de Arrabal, escrita en 1953 y representada en
Francia, 1961. Estos dos dramaturgos también pasan a
englobar la nómina de escritores exiliados, aunque su marcha
no fue inmediata.
Alejandro CASONA
Al comenzar la guerra civil, en septiembre de 1936,
Casona se trasladó a Europa y luego a Hispanoamérica:
México, La Habana, Montevideo y Buenos Aires, donde fijó
su residencia el 7 de junio de 1939. Desde su llegada a
América en 1937, hasta su regreso a España, en 1962,
transcurrieron 23 años de continuos estrenos. El 12 de junio
de 1937 estrena en el 'Teatro Arbeu', de México, Prohibido
suicidarse en primavera. A este primer estreno le siguieron
otros, en La Habana, Caracas, Montevideo, Buenos Aires. En
Buenos Aires estrenará la mayoría de sus obras escritas en
el exilio, obras que responden a una temática alejada del
conflicto bélico.
Casona, autor comprometido con la República, estrena en 1935, en
España, Barcelona, 'Teatro Barcelona', 13 noviembre, Nuestra
Natacha, obra que responde al ideal pedagógico promulgado por la
República. Se reestrena en Madrid el 6 de Febrero de 1936, 'Teatro
Reina Victoria'. Esta obra se mantuvo en cartel durante los primeros
meses de la contienda bélica.
Con la guerra civil, Casona cambia de actitud y decide evadirse
del conflicto armado. Las obras estrenadas y escritas en el exilio
demuestran esta afirmación: La Dama del Alba, 1944; La barca sin
pescador, 1945-; Los árboles mueren de pie, 1949; La llave en el
desván, 1951; La casa de los siete balcones, 1957; Tres diamantes y una
mujer, 1961....
Además de su labor como dramaturgo, trabajó como guionista
cinematográfico y como periodista. A su vuelta a España, en 1962,
continuó escribiendo y representando obras teatrales: El caballero de
las espuelas de oro, 1964...
La Dama del Alba
Estructurada en cuatro actos, dramatiza el
tema de la Muerte como elemento liberalizador,
situando la acción en Asturias. La llegada de
Peregrina, La Muerte, a la casa de labranza
asturiana, tiene lugar ya en el Acto I. Ella ha visitado
la aldea en otras ocasiones, pero ahora viene a
buscar a Angélica: "Prepara tu mejor sonrisa para el
viaje..Yo pasaré tu barca a la otra orilla". Estamos
también ante la leyenda de la ciudad sumergida en el
lago, que en la noche mágica de San Juan puede
contemplarse.
MAX AUB

Contrariamente a Casona, Max Aub no pudo evitar que


el trauma de los acontecimientos bélicos condicionara su
producción.
De autor vanguardista en los años de preguerra pasó a ser un
escritor comprometido con las circunstancias históricas y
sociales.
Durante los años 1937-1939 escribió obras breves en la línea
del 'Teatro de Urgencia':
Juan rie, Juan llora; Pedro López García; Las dos hermanas....
Tras la guerra civil, ya en el exilio, sufrió el trauma de la II Guerra
Mundial. Sale de España a finales de Enero de 1939, Paris, Marsella.
Tres años en campos de concentración en Argelia
En el campo de concentración francés ‘Le Vernet’ estuvo internado
Max Aub aproximadamente desde junio
de 1940 a noviembre de 1941. Del campo de Le Vernet d'Ariége, Max
Aub fue deportado
en la bodega de un barco, el Sidi-Aissa, destinado normalmente
al transporte de animales, al campo de Djelfa, en Argelia. Allí
permaneció
aproximadamente desde noviembre de 1941 a julio de 1942 Consiguió
huir a Marruecos y desde allí a Méjico, en donde vivió
hasta 1972
En La Vida conyugal, 1939, dramatiza la conducta de
un intelectual bajo un régimen dictatorial, el régimen
de Primo de Rivera.
Reproduce su experiencia en campos de
concentración alemanes en
San Juan (1943), Morir por cerrar los ojos (1944) y
El rapto de Europa (1943).
En Morir por cerrar los ojos, 1944, demuestra que no
se puede cerrar los ojos ante el avance de un
régimen injusto y dictatorial por temor, pensando
que se podrá contemporizar con él.
Estamos ante la crónica de Francia de 1940, en vísperas de
entregarse a los nazis.
De 1960 es Obras en un acto, colección de obras breves
testimoniales, distribuidas en los siguientes apartados:
-Los transterrados (exilio)
-Teatro de la España de Franco
Las obras incluidas en Teatro de la España de Franco se
sitúan en la España de finales de los años cuarenta
(Los guerrilleros (1944). La cárcel (1946). Un olvido (1947) y
Las vueltas (1947-1960-1964): Vuelta, Segunda Vuelta,
Tercera Vuelta)
-Teatro policíaco
-Teatrillo y Diversiones
En el mismo año en que publica su Teatro Completo
(1968), da a conocer otras dos obras breves, dos
monólogos reflexivos:
El Cerco, elegía a la muerte del guerrillero Che
Guevara, y Retrato de un general, visto de medio
cuerpo y vuelto hacia la izquierda, diálogo entre un
general americano y un prisionero vietnamita, los
cuales, habiendo luchado juntos en la guerra
española, se encuentran ahora frente a frente.
Rafael ALBERTI
Autor de obras dramáticas en el periodo
prebélico: El hombre deshabitado, 1930; Fermín
Galán, 1931.
Continúa su labor teatral durante la guerra civil,
escribiendo obras breves en la línea del 'Teatro de
Circunstancias': Bazar de la Providencia. Los
salvadores de España. Radio Sevilla..., y durante los
años del exilio: El trébol florido, 1940; El adefesio,
1944; La Gallarda, 1944-45; Noche de guerra en el
Museo del Prado, 1956; La Lozana andaluza, 1963
(adaptación de la novela de Francisco Delicado).
Noche de guerra en el Museo del Prado, aguafuerte
en un prólogo y un acto, es la mejor obra del teatro
político de Alberti. En el prólogo, el autor narra los
sucesos ocurridos veinte años antes, en noviembre de
1936: el salvamento de los cuadros del Museo,
trasladados por milicianos a los sótanos del edificio
para protegerlos de los bombardeos de las tropas
franquistas. El autor describe cuadros de Velázquez,
Tiziano, Rubens, Goya… La acción en el acto único se
desarrolla en la sala grande del Museo. Al levantarse
el telón, se oye el cañoneo lejano de las tropas
franquistas.
Alarmados por el ruido, los personajes de otra
guerra, la guerra de la Independencia, tal como Goya
los inmortalizó en 'Los fusilamientos del 3 de Mayo'
y en algunos dibujos, se reúnen para levantar una
trinchera y organizar la defensa. La guerra de la
Independencia y la nueva guerra quedan
identificadas dramáticamente en una única guerra: la
guerra del pueblo español sitiado. Los personajes de
1808 -El fusilado, El Manco, El Torero, El Estudiante,
El Fraile, El Ciego...-, héroes de la resistencia contra
las tropas napoleónicas, son los nuevos héroes de la
resistencia contra el avance del franquismo.
La última escena del drama está construida con técnica
esperpéntica. A los personajes citados se une una gran
comparsa, la comparsa de los lisiados, de la miseria, del
hambre negra española. Entra en escena la comparsa en el
momento en que la sirena de alarma alcanza un ruido infernal.
Traen dos figuras cubiertas que serán juzgadas y ejecutadas
por el Tribunal Popular: don Manuel Godoy, "enorme sapo de
ojos saltones y rasgos humanos, en traje militar...", y la reina
María Luisa, "viejo pelele de cara amarillenta, desgreñados
cabellos y largo traje negro de encajería".
Esta obra se estrenó en Roma, en 1973 y posteriormente, en
España, en 1979, bajo la dirección de Ricard Salvat.
Alberti en un viaje por tierras cordobesas supo de una hermosa muchacha a la que llamaban la Encerrada.
La vio siempre escoltada y oculta bajo un velo negro en sus limitadas salidas a la misa del Alba.
Años después le refirieron el suicidio de la joven.
En El adefesio, "Fábula del amor y las viejas", el centro del
drama lo ocupa la figura de Gorgo, trágica encarnación de
una autoridad absoluta y no discutida.
El drama comienza con una escena en la que aparece Gorgo
con un bastón en la mano y en la cara, las barbas de su
hermano muerto, en cuyo nombre y en cumplimiento de una
promesa hecha, hará suyo el derecho de ejercer la
autoridad.
Estamos ante el acto de la investidura del poder.

http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/alberti/cronologia_2.jsp
Gorgo es una vieja cruel, resentida, llena de odio, que
disfruta torturando a sus viejas amigas, Uva y
Aulaga. Las tres viejas forman un tribunal para
juzgar a Altea, joven y bella muchacha, sobrina de
Gorgo. Condenan a la joven a vestir 'un traje negro
de vieja, largo, triste, irrisorio' y a ser encerrada en
un cuarto. Su delito consiste en amar y en negarse a
decir a quién ama. Al final su nombre le será
arrancado, Cástor.
Gorgo impedirá la realización de este amor, falseará
la realidad inventando el suicidio de Cástor, noticia
que provocará el suicidio real de Altea, la cual se
arrojará desde la azotea.
Al final de la obra, Gorgo revelará su secreto: eran
hijos del hermano muerto, ha querido evitar el
incesto y ocultar el deshonor de la familia.
Gorgo, derribada en el suelo, de rodillas, despojada
de sus barbas, de la autoridad, reconoce su propia
identidad al exclamar:
'Yo no soy más que un monstruo, una pobre furia, un
adefesio'.
Obra estrenada en Buenos Aires, en 1944, por la
compañía de Margarita Xirgú.
En 1969 se reestrena en España, Barcelona, y en
Madrid, años más tarde, en 1976.
DRAMATURGOS QUE COMIENZAN SU OBRA TEATRAL
EN EL EXILIO
Pedro Salinas
Escribe en el exilio 14 obras teatrales. Sus obras
extensas son Judit y el tirano y El Director. La primera es
una dramatización de la doble personalidad del dictador: la
cara oficial, terrorífica, y la cara humana, privada. En El
Director varios personajes acuden en busca de felicidad a
una academia y obtienen el auxilio de su director. Al final, los
clientes quedarán abandonados a su suerte. Las restantes
obras teatrales son obras cortas: Los santos, Caín o una
gloria científica, Ella y sus fuentes...En 1957 se publica
Teatro Completo, en donde se reproducen todas sus obras,
excepto Los santos, a causa de la censura. Los Santos
escenifica el fusilamiento de refugiados en el sótano de una
iglesia.
La crítica señala en el teatro de Salinas la existencia de una dualidad
de elementos: lo falso y lo real; la vida y la muerte; lo sainetesco y lo
poético. Esta dualidad se hace extensible, como afirma César Oliva, a
sus escenarios (dobles escenas o escenas partidas). En El Director, la
escena partida en dos mitades simboliza la doble personalidad del ser
humano. No obstante, lo habitual en su teatro es la estructura sencilla,
con un único aporte escenográfico.

OTROS DRAMATURGOS
Manuel Andújar, Herrera Petere, Sender, José Bergamín, autor
de Los filólogos (1978), León Felipe, que comienza escribiendo en el
exilio La manzana y El Juglarón, ocho pequeñas dramatizaciones de
cuentos en boca de un juglar. Escritas para la televisión, destacamos su
espontaneidad y humor. También versiones libres de obras de
Shakespeare: Otelo o el pañuelo encantado, Macbeth o el asesino del
sueño.

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