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El cinismo

filosófico

Elizabhet Rodriguez
Qué es Cinismo: 

• La palabra cinismo puede ser sinónimo de desvergüenza, descaro o insolencia.


También puede referirse a una doctrina filosófica de la Antigua Grecia que
sostenía que la virtud era el único camino posible a la felicidad, razón por la cual
rechazaba las convenciones sociales y se acogía al ascetismo. 
• El cinismo tiene, así,
dos significados relativamente distantes, pero asociados, pues cierta percepción 
moderna de la doctrina filosófica cínica, que caracterizaba a
los cínicos como personas
que simplemente desprecian las convenciones sociales y ciertos valores como la 
fama, el poder o la riqueza, ha prevalecido a tal punto que ha asignado un
nuevo significado a la palabra.
• Así, el cínico, practicante de una rigurosa disciplina conducente a la virtud, pasó
a ser entendido como un individuo que descree de la sinceridad o de la bondad
de las acciones humanas. Por ejemplo: “No me hables con ese cinismo”.
• De allí, pues, todas las valoraciones negativas asimiladas por la palabra cinismo:
desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones impúdicas o
deshonestas. Por ejemplo: “El cinismo de los jóvenes de hoy en día merece la
atención de sus mayores”. 
•   
• La palabra cinismo, como tal, proviene del latín cynismus, y esta a su vez del
griego κυνισμός (kynismós), derivada de κύων (kyon), que significa ‘perro’, en
alusión al modo de vivir de los filósofos cínicos.  
Cinismo en filosofía 
• Como cinismo se denomina, en filosofía, la doctrina de los cínicos, un grupo de filósofos que consideran que la única preocupación del
hombre debe ser la virtud, pues solo a través de esta se puede alcanzar la felicidad. La escuela cínica fue fundada por Antístenes,
discípulo de Sócrates. 
  
• Los cínicos despreciaban todas las normas y las convenciones sociales; rechazaban la fama, el poder o la riqueza, pues sostenían que
estos valores, dictados por las convenciones, no constituían el camino virtuoso. 
  
• El cínico cubría apenas sus necesidades básicas; descuidaba su higiene y su vestimenta, se despojaba o renegaba de los bienes y las
riquezas, carecía de familia y sustento, y se dedicaba a advertir, a cada dos por tres, la frivolidad y la corrupción de la sociedad en que
vivía. El cínico, pues, gozaba de gran libertad. 
  
• Para Diógenes de Sinope, importante filósofo cínico, los ideales de vida debían ser la autosuficiencia (autarkeia), y la apatía (apatheia). 
  
• El cinismo fue una doctrina que gozó de cierto apogeo, especialmente durante la ascensión del Imperio romano, en el siglo I. Y, aunque
la doctrina como tal había desaparecido para el siglo V, el cristianismo primitivo, sin embargo, adoptó muchas de sus ideas ascéticas. 
  
Antístenes 
• El fundador fue un discípulo de Sócrates llamado Antístenes, que vivió en el siglo IV a. C.
Fue uno de los que estuvieron presentes en los últimos momentos de la vida de Sócrates,
cuando este se reunió con los más cercanos y mantuvo su conversación sobre la
inmortalidad del alma, que luego Platón contaría en su diálogo Fedón. 

•   

• Antístenes quedó muy impactado por esa imperturbabilidad de Sócrates frente a la muerte.
Está claro que él no quería morirse, pero estaba dispuesto a hacerlo por sus ideas sin
resistirse. Tras presenciar aquello, Antístenes decidió dedicar su vida a fomentar esa
autarquía, esa capacidad de autogobierno de uno mismo que había intuido, a dejar de
preocuparse por cuestiones que no merecen atención, porque no son importantes, sino
superficiales, fútiles. 

•   

• Empezó a extender sus ideas y a reunirse en un gimnasio en las afueras de Atenas. El lugar
es simbólico porque estos filósofos se situaban también en los márgenes o en las afueras,
desafiando las convenciones, los usos, todo lo que fuera políticamente correcto, eso que se
hace y se deja de hacer por costumbre. Allí, en un lugar llamado Cinosargo, surgió el
movimiento cínico. Cinosargo quiere decir «perro blanco o veloz», en griego, y de hecho
los cínicos eran los filósofos perros. Adaptaron esa imagen y algo más: lo tomaron como
un símbolo para su filosofía y su forma de vida. Para ellos era lo mismo. 
Diógenes el
Cínico
• (Diógenes de Sínope, llamado el Cínico; Sínope, c.
404 a.J.C. - ?, c. 323) Filósofo griego. Fue el
discípulo más destacado de Antístenes, fundador de
la escuela cínica. Dado que no se conserva ningún
escrito suyo, sólo es posible reconstruir sus ideas a
través de las múltiples anécdotas que circularon
sobre su figura, las cuales reflejan más un modo de
vida que un discurso filosófico articulado. Llamado
por Platón «Sócrates delirante», Diógenes iba
siempre descalzo, vestía una capa y vivía en un
tonel, rechazando los convencionalismos, los
honores y riquezas e incluso toda tentativa de
conocimiento; para él, la virtud era el soberano bien.
Objeto de burla y, a la vez, de respeto para los
atenienses, para el estoico Epicteto fue modelo de
sabiduría.
• Coetáneo de Aristóteles, Diógenes también era meteco en Atenas, adonde llegó después del
año 362 a.C., y estuvo bajo la influencia del filósofo Antístenes. Diógenes abogaba por un
estilo de vida ascético y lo ponía en práctica; se basaba en la autosuficiencia y en un riguroso
entrenamiento del cuerpo para tener las menores necesidades posibles. Con estos
planteamientos rompía con el ideal del hombre como animal político que todavía mantenía
Aristóteles. Creía que la felicidad se lograba mediante la satisfacción exclusiva de las
necesidades naturales en el modo más sencillo y práctico, sin estar condicionado por el peso
de las instituciones. Consideraba que las convenciones contrarias a estos principios no eran
naturales y debían ignorarse. Por esta razón se le llamó kyon (perro), de donde deriva el
nombre de cínicos. Con sus enseñanzas, cambió la ética de la ciudad por la ética del sabio,
idea que se mantendría para siempre en la filosofía griega. 
Frases de Diógenes 
• coro; Voy por encima del tono para enseñar a los demás a no quedarse abajo.

• Alabemos a los que desprecian la riqueza y tengamos cuidado de no imitarlos.

• Los oradores hablan de lo que es correcto y no se molestan en observar la justicia.

• Los astrónomos consideran el sol, la luna, las estrellas y descuidan lo que tienen a sus pies.

• Los gramáticos estudian las desafortunadas aventuras de Ulises y permanecen en la oscuridad sobre sus propias dolencias.

• ¿Por qué damos a los mendigos en lugar de a los filósofos? Esto se debe a que uno puede tener miedo de quedar ciego o cojo; pero, cuando uno no
es filósofo, no tiene miedo de llegar a serlo.

• ¿Cuando casarse? Los jóvenes todavía no tienen que hacerlo y los ancianos nunca tienen que hacerlo.

• Las mordeduras más peligrosas son las del calumniador entre los salvajes y las del adulador entre los animales domésticos

• Los esclavos sirven a sus amos y los malvados a sus pasiones.

• Las personas que se entregan al lujo son como esas higueras que nacen al borde de los precipicios. No son los hombres los que recogen los frutos,
sino los cuervos y los buitres.

• No hay leyes sin sociedad civil, ni sociedad civil sin leyes.

• El amor es la ocupación de los ociosos.

• Los buenos hombres son las imágenes de los dioses.

• La codicia es la metrópoli de todos los males.  

• ¿De qué sirve un filósofo que no hiere los sentimientos de nadie?

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