¿Consideramos que la actividad agrícola debe ser un elemento de análisis para el

ordenamiento
territorial?, ¿por qué?
Sí, la actividad agrícola debe ser considerada en el ordenamiento territorial debido a su
impacto significativo en el uso del suelo y el medio ambiente. La distribución adecuada de
las zonas agrícolas puede prevenir la degradación del suelo y promover prácticas
sostenibles. Además, la planificación territorial puede facilitar el acceso a recursos hídricos y
minimizar los conflictos entre la expansión agrícola y otras actividades. Integrar la
agricultura en la planificación territorial contribuye a un desarrollo equilibrado y sostenible.

1. **Zonificación Eficiente:** Establecer zonas específicas para agricultura, residencia y

otros usos, considerando las características del suelo.

2. **Prácticas Sostenibles:** Promover técnicas agrícolas respetuosas con el medio

ambiente para conservar la calidad del suelo.

3. **Agricultura Vertical:** Incentivar métodos de agricultura vertical en espacios urbanos

para optimizar el uso del suelo.

4. **Educación Comunitaria:** Desarrollar programas educativos sobre la importancia de

conservar el suelo y practicar una agricultura responsable.

5. **Planificación Participativa:** Involucrar a la comunidad en decisiones clave sobre el uso

del suelo para asegurar soluciones adaptadas y sostenibles.

La disminución del espacio agrícola puede ser causada por la expansión urbana
descontrolada, la deforestación, la contaminación del suelo y el cambio climático. Actores
sociales involucrados incluyen desarrolladores inmobiliarios, gobiernos locales, industrias,
agricultores, y comunidades urbanas. Las decisiones de planificación, políticas
gubernamentales y prácticas agrícolas insostenibles son factores clave que contribuyen a la
pérdida de tierras agrícolas. La colaboración entre estos actores es esencial para encontrar
soluciones que equilibren el desarrollo urbano y la preservación de espacios agrícolas.

En la región de Tacna, Perú, algunos problemas relacionados con la degradación del suelo
incluyen la erosión provocada por prácticas agrícolas inapropiadas y condiciones climáticas
adversas. También se enfrentan a desafíos de salinidad del suelo, especialmente en áreas
con sistemas de riego. La expansión urbana y la actividad minera pueden contribuir a la
pérdida de la calidad del suelo. La gestión sostenible del suelo y la implementación de
prácticas agrícolas adecuadas son esenciales para abordar estos problemas y preservar la
productividad agrícola en la región de Tacna.