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Acta de Protocolación Semana 6 Tercera Unidad
Acta de Protocolación Semana 6 Tercera Unidad
Derecho Notarial I
Séptimo Ciclo
Licda. Graciana Yasmin de León Girón
Acta de Protocolación
CAPÍTULO IV
SEMANA 6 TERCERA
UNIDAD
ACTA DE PROTOCOLACIÓN
ACTA DE PROTOCOLACIÓN
Así podemos entender que protocolizar es la acción y efecto por medio del cual un
notario, mediante acta que facciona en el protocolo a su cargo, con las
solemnidades de ley, incorpora un documento que tienen una existencia anterior.
4.2 Documentos que se Protocolizan
El tema de las protocolaciones, se encuentra desarrollados en el Título VIII del Código de
Notariado, Decreto 314 del Congreso de la República, el cual está formado por tres
artículos, a saber: 63, 64, y 65.
El Primer Caso ocurre cuando la protocolaciòn está ordenada por la ley, o bien, la
orden proviene de un tribunal competente. Así, por ejemplo, la ley ordena que el,
acta de matrimonio y el acta de protesto de un documento mercantil sean
protocolizadas. De esta manera, cuando el notario protocoliza un documento con
base a lo establecido en la ley, hará constar en la respectiva acta que faccione en el
protocolo, y pondrá como antefirma lo siguiente: POR MÍ Y ANTE MÍ. En caso,
los efectos legales del documento protocolizados son plenos.
En el numeral 5 del artículo que comentamos está previsto que los solicitantes firmarán en
el caso en el que debe mediar su solicitud, es decir, cuando se trate de un documento con
firma legalizada, por lo que firmará la persona a cuyo favor se extendió el documento, o
bien, cuando el documento privado ha sido suscrito por una o varias personas, el cual no
tiene firma o firmas legalizadas, y entonces deberán comparecer todos los signatarios. En
estos casos, es decir, cuando existe requerimiento de una persona para que se protocolice
un documento, debe firmar el o los solicitantes, por lo que las palabras que corresponden a
la antefirma del notario son las de ante mí.
Como obligaciones posteriores al
faccionamiento del acta de protocolación de
un instrumento, cabe mencionar las
siguientes:
a)Se extenderá testimonio,
b) Se remitirá testimonio especial al Director del Archivo General de
Protocolos. Debe tenerse presente que en los testimonios especiales debe
satisfacerse el impuesto del timbre notarial, el cual es de Q.10.00,
conforme lo establecido en literal b) del art. 3, de la Ley del Timbre
Forense y Notarial, Decreto número 82-96 del Congreso de la República.
Protocolación de un documento mediante cláusula (de
protocolación) en una escritura
Otra forma de proceder a la protocolación de un documento consiste en la inclusión
de una cláusula especial, llamada cláusula de protocolación, cuando se esté
faccionando una escritura matriz y las partes decidan protocolizar un documento
que se relaciona directamente con el negocio jurídico contenido en la escritura.
Por ejemplo: Si se está autorizando un documento que verse sobre un contrato de
obra o de empresa, es posible que se acuerde la protocolación de los planos que se
refieren a la obra civil.
Esto puede hacerse, mediante una cláusula especial, en la que se menciona que los
planos se protocolizan y se considera parte constitutiva del contrato de obra. Puede
utilizarse en relación a diseños, modelos , planos y diferentes documentos que
presenten ya sea figuras bidimensionales o cuerpos tridimensionales, o inclusive
productos que deban ser fabricados conforme determinadas especificas técnicas
(maquinaria, piezas, etc.). De igual manera, puede protocolizarse el inventario de
bienes no dinerarios que se aporten a una sociedad, de acuerdo con lo establecido
en el art. 27 del Código de Comercio, Decreto número 2-70 del Congreso de la
República.
4.4 Protocolación de Documento Proveniente del Extranjero
4.4.1Caso que se refiere a documentos públicos
Los tres casos de protocolización de documentos que hemos visto con anterioridad, bien
puede afirmarse, se refieren a los que se presentan y tienen origen normalmente dentro
del ámbito nacional. Sin embargo, en la practica, es posible que se presenten casos en
los cuales el documento, sea este público o privado, no tiene un origen nacional, sino
que proviene de actuaciones que se han realizado en el extranjero y sus efectos se prevé
que se extienda al ámbito de la República de Guatemala.
En principio todo documento que provenga del extranjero debe cumplir con los
requisitos establecidos en el art. 37 de la Ley del Organismo Judicial, Decreto número
2-89 del Congreso de la República, en el se establece lo siguiente:
ARTICULO 37. Requisitos de documentos extranjeros. Para que sean admisibles los
documentos provenientes del extranjero que deban surtir efectos en Guatemala, deben
ser legalizados por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Si los documentos están
redactados en idioma extranjero deben ser vertidos al español bajo juramento por
traductor autorizado en la República; de no haberlo para determinado idioma, serán
traducidos bajo juramento por dos personas que hablen y escriban ambos idiomas con
legalización notarial de sus firmas.
En el primer párrafo del art. 37, se parte del supuesto de que el documento a
admitir en el ámbito nacional para que surta efectos, que tiene origen extranjero, es
un documento autorizado por un notario de otro país, o bien alguna autoridad
extranjera. En estos casos, deberá cumplirse con los llamados pases de la ley o
pases legales.
Los pases de ley o pases legales representan la serie de legalizaciones de las firmas
de los funcionarios o autoridades que aparecen en el documento a los signatarios
que ocupan dichos cargos. La penúltima legalización de firma que aparece en un
documento proveniente del extranjero sometido a los pases de ley la realiza el
Cónsul guatemalteco en el extranjero; y la última consiste en la legalización de la
firma Cónsul, que se realiza ya en el territorio guatemalteco, por parte del
Ministerio de Relaciones Exteriores, con lo cual concluye la serie de legalizaciones
de las firmas de los funcionarios y/o autoridades que aparecen en el documento.
Otro aspecto a considerar, consiste en la posibilidad de que el documento haya sido
redactado originalmente en idioma extranjero, en cuyo caso, conforme lo previsto en
el segundo párrafo del artículo que se comenta, deberá de manera previa, convertirse al
español, es decir, traducirse al idioma español.
En relación a este tema bien podría preguntarse el estudiante ¿Qué sucede con el deber de
residencia que, como requisito habilitante para el notario, establece el numeral 1 del art. 2
del Código de Notariado? La salvedad que se establece en este numeral, se refiere a
cónsules o lo agentes diplomáticos de la República, acreditados y residentes en el exterior,
que sean notarios hábiles conforme esta ley. ¿Entonces cómo puede ejercer un notario en
los Estados Unidos y cumplir con el deber de residencia?
La solución legal se encuentra en dos artículos del Código Civil,
Decreto Ley 106, a saber:
Artículo 32. El domicilio se constituye voluntariamente por la residencia en
un lugar con ánimo de permanecer en él.