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Vamos a referirnos ahora a las Escrituras Públicas para proceder después y en mayor detalle
con las Actas Notariales.
Las Escrituras Públicas no son sino declaraciones de voluntad de los otorgantes y del Notario
en los actos jurídicos que impliquen la prestación de consentimiento y en los contratos de
todas clases.
Tienen derecho a obtener una copia, además de cada uno de los otorgantes, todas aquellas
personas a cuyo favor resulte de la Escritura algún derecho, ya sea directamente, ya adquirido
por acto distinto de ella, así como quienes acrediten, a juicio del Notario, tener interés legítimo
en el documento. Las copias deberán ser libradas por los notarios en el plazo más breve
posible, dando preferencia a las más urgentes.
En todo caso, deberá quedar a disposición del adquirente, dentro de los 5 días hábiles
siguientes al otorgamiento, copia autorizada de cualquier escritura que contenga actos
susceptibles de inscripción en el Registro de la Propiedad.
El Notario, por su propia voluntad o cuando así lo solicite el interesado, remitirá el mismo día
del otorgamiento, por telefax o por cualquier otro medio, al Registro de la Propiedad
competente, comunicación, suscrita y sellada, de haber autorizado escritura susceptible de ser
inscrita, lo que dará lugar al correspondiente asiento de presentación, en el que constarán, al
menos, los siguientes datos:
- La reseña identificadora del inmueble, salvo en los supuestos de inmatriculación y los datos
registrales.
Con este trámite se consigue evitar que no se introduzca ningún otro derecho o carga sobre el
inmueble cuya inscripción se pretende. Por tanto, con posterioridad a la fecha de
otorgamiento de la Escritura Pública ante Notario no existirá nadie con mejor derecho sobre el
inmueble.
Las Actas Notariales son Instrumentos Públicos cuyas finalidades principales son comprobar,
por medio de Notario y a solicitud de parte interesada, hechos, sucesos o situaciones que le
consten u ocurran en su presencia, dándoles carácter de auténticos, o bien, haciendo constar
notificaciones, prevenciones o intimaciones conforme a Ley. Afectan, por tanto y con carácter
general, a hechos jurídicos que por su peculiar naturaleza no pueden calificarse de actos o
contratos.
Las Actas Notariales no requieren unidad de acto ni de contexto, pudiendo ser extendidas en el
momento del acto mismo o, incluso, después. En este caso, cada parte del Acta se consignará
como diligencia diferente, con expresión de la hora y sitio, y con cláusula de suscripción
especial y separada. Las diligencias, salvo que las personas con quien se entiendan pidan que
se redacten en el lugar, existiendo medios para ello, podrán ser extendidas por el Notario con
posterioridad, con referencia y sobre la base de las notas tomadas sobre el terreno, haciéndolo
constar expresamente.
La persona con quien se hubiere entendido la diligencia podrá comparecer en la notaría para
enterarse del contenido de la misma. Cuando, por el contrario, la diligencia se extienda en el
lugar en el que se practique, el Notario invitará a que la suscriban los que en ella tengan
interés, así como cualquier otra persona que esté presente en el acto.