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Universidad americana del Noreste

Alumna: Elena Estefanía Díaz Jerez


Maestro: Edgar Uriel Furlong Espiritu
Materia: Nutrición Clínica en Procesos Patológicos 1
Actividad: Hepatitis, Cirrosis y Cáncer de Hígado
Dieta para la enfermedad hepática
Los cambios en la dieta para la enfermedad hepática pueden incluir:
• Restringir la cantidad de proteína animal que consume. Esto le ayudará a reducir la acumulación de
productos de desecho tóxicos.
• Aumentar su ingesta de carbohidratos para que sea proporcional a la cantidad de proteína que consume.
• Coma frutas y vegetales, así como proteína magra como leguminosas, pollo y pescado. Evite los
mariscos crudos.
• Tomar vitaminas y medicamentos recetados por el proveedor de atención médica para hemograma
bajo, problemas neurológicos o problemas nutricionales a raíz de la enfermedad hepática.
• Reducir el consumo de sal. La sal en la alimentación puede empeorar la acumulación de líquidos y la
hinchazón en el hígado.
Efectos secundarios
La enfermedad hepática puede afectar la absorción de alimentos y la producción de proteínas y vitaminas. Por lo
tanto, su dieta puede influir en su peso, apetito y en las cantidades de vitaminas presentes en su cuerpo. NO
limite demasiado la proteína, debido a que puede causar deficiencias de ciertos aminoácidos.

Recomendaciones
Los cambios que necesitará hacer dependen de qué tan bien esté funcionando su hígado. Hable con su proveedor
de atención sobre el tipo de alimentación que es preferible para usted con el fin de que obtenga la cantidad
apropiada de nutrición.
Las recomendaciones generales para personas con enfermedad hepática grave incluyen:
Consuma grandes cantidades de alimentos con carbohidratos. Los carbohidratos deben ser la mayor fuente
de calorías en esta dieta.
Consuma una ingesta moderada de grasas, como lo indique el proveedor de atención. El incremento de
carbohidratos y grasas ayuda a prevenir la descomposición de las proteínas en el hígado.
Coma aproximadamente de 1.2 a 1.5 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal. Esto
significa que un hombre de 154 libras (70 kilogramos) debe comer de 84 a 105 gramos de proteína por día.
Busque fuentes de proteína que no sea animal, como los frijoles, el tofu y los productos lácteos cuando le
sea posible. Una persona con daño hepático grave posiblemente deba consumir menos proteína. Hable con
su proveedor de atención sobre sus necesidades proteínicas.
Tome suplementos vitamínicos, en especial vitaminas del complejo B.
Muchas personas con enfermedad hepática tienen deficiencia de vitamina D. Pregúntele a su médico si
debe tomar suplementos de vitamina D.
Reduzca la cantidad de sodio que consume a 2000 miligramos al día o menos, para reducir la
retención de líquidos.
Muestra de menú
Desayuno Refrigerio Almuerzo Refrigerio de la Cena Refrigerio de la
tarde noche

• 1 naranja • Un vaso de leche • 4 onzas (110 g) • Leche con • 4 onzas (110 g) • Un vaso de leche
• Avena cocida, o una porción de de carne magra galletas de carne cocida o un pedazo de
con leche y fruta  de pescado, aves integrales de pescado, ave fruta
azúcar o carnes rojas o res
• 1 tostada de pan cocidos • Un producto con
integral • Un producto con almidón (como
• Mermelada de almidón (como las papas)
fresa las papas) • Una verdura
• Café o té • Una verdura cocida
cocida • Ensalada
• Ensalada • 2 panecillos
• 2 rebanadas de integrales
pan integral • Fruta fresca o
• 1 cucharada (20 postre
g) de jalea • 8 onzas (240 ml)
• Fruta fresca de leche
• Leche
Referencias
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002441.htm
Cirrosis hepática
El hígado es un órgano con funciones importantes que influyen directamente en el estado nutricional y
fisiológico de las personas. En presencia de cualquier enfermedad o lesión en dicho órgano, la cirrosis hepática
representa la fase final. Quienes padecen esta patología tienen disminuida la utilización y capacidad de
almacenamiento de carbohidratos, además de un aumento en el catabolismo de proteínas y grasas. Esta
situación, sumada a una baja ingesta y mala absorción de nutrientes, provoca que en esta población los índices
de malnutrición sean elevados. Muchos estudios demuestran la importancia de un tratamiento nutricional
oportuno a estos pacientes, trayendo consigo beneficios generales en la calidad de vida. Es importante conocer
los riesgos y posibles deficiencias nutricionales que estos pacientes pueden presentar a lo largo de la
enfermedad para poder tomar medidas preventivas al respecto. El tratamiento y asesoría nutricional en los
pacientes cirróticos es trascendental tanto en fase compensada (sin complicaciones), como fase descompensada
(con complicaciones).
Manejo nutricional
La principal meta con estos pacientes a nivel dietético es estimar correctamente la energía que cada paciente
necesita, y prevenir el catabolismo proteico y deficiencias. Las revisiones nutricionales oportunas y periódicas
serán beneficiosas para los pacientes.
Los pacientes con una cirrosis compensada y pacientes estables tienen requerimientos parecidos a los normales;
pero los que están en estado crítico tendrán requerimientos elevados.
Existen investigaciones que revelan que aproximadamente 70% de los pacientes compensados suelen tener un
consumo energético, proteico y/o graso aumentado en comparación a una población saludable. Pero en
pacientes descompensados, la ingesta de total de proteína y energía ingerida es menor que el requerimiento
diario (30 kcal/kg/día de energía y 1 g/kg/día proteína).
Es por eso que la intervención nutricional debe ser antes, durante y después de la transición que pasan estos
pacientes de la fase compensada a descompensada.
En principio, los pacientes cirróticos en fase compensada deben de comer una dieta, equilibrada y variada, que
incluya todos los grupos de alimentos y en una cantidad adecuada a cada paciente, para prevenir obesidad y
malnutrición. Estos pacientes deben acostumbrarse a que además de las tres comidas habituales, deben hacer un
snack a media mañana y otra antes de dormir
Energía
El estándar de oro para obtener la cantidad de energía consumida es la calorimetría indirecta. De no tener este
recurso, debemos tomar en cuenta el peso seco de los pacientes para hacer los cálculos dietéticos, y así evitar
sobreestimaciones de cantidades. De no contar con este dato se recomienda tomar en cuenta el peso ideal, en
especial en pacientes con ascitis.
Los requerimientos para pacientes con cirrosis compensada serán de 25-35 kcal/kg/día. En cambio para
pacientes malnutridos o críticos ASPEN recomienda 30-42 kcal/kg/día para promover anabolismo y ESPEN 35-
40 kcal/kg/día44,85. También podrían realizarse el cálculo de gasto energético normal, agregando un factor de
1.2 veces sobre el cálculo de energía total86.
Siempre debemos individualizar los casos y tomar en cuenta varios factores que podrían alterar este cálculo
como lo es la intensidad de actividad diaria, malnutrición proteica, intolerancia a la glucosa, intolerancia a la
proteína, obesidad o sobrepeso. Es por eso que debemos ser flexibles ante las recomendaciones de las guías.
Proteína
Los pacientes cirróticos tienen requerimientos aumentados de proteína para mantener un balance nitrogenado
adecuado. El limitar la cantidad de proteína de la dieta podría empeorar la condición clínica de estos pacientes.
Los estudios más recientes, muestran que las dietas con un alto contenido proteico, son más benéficas en
cirróticos (exceptuando a los pacientes que cursan con una encefalopatía hepática)22,88. ASPEN y ESPEN
recomiendan para el cálculo del consumo de proteína de 1.0 a 1,5 g/kg/día o de 25 a 4 0 kcal/kg/día para prevenir
catabolismo muscular y promover gluconeogénesis.

Hidratos de Carbono
Debemos tener en cuenta que en los pacientes cirróticos existe una intolerancia a la glucosa bien documentada,
que puede ser el resultado de un exceso de producción de glucosa y utilización desigual así como por una
insuficiencia en la secreción de insulina89-92. Es por esto que el consumo de hidratos de carbono debe ser
moderado, más no limitado. Las guías recomiendan que los pacientes cirróticos no consuman más de 5 a 6
g/kg/día de glucosa, y sus niveles deben ser monitoreados frecuentemente por lo antes comentado
Grasas
En los pacientes con fallo hepática se presenta un metabolismo incompleto de los triglicéridos de cadena larga.
La sobrealimentación debe ser evitada ya que los lípidos se pueden acumular en el hígado. La ASPEN
recomienda que del 25% al 30% del total de calorías provenientes de la dieta sean de lípidos.
Si la esteatorrea está presente, los triglicéridos de cadena media podrían ser útiles como suplemento de un
dieta baja en grasa y lo ideal es limitar los ácidos grasos de cadena larga y aumentar los de cadena corta y
media en formulas, se recomienda suplementar enzimas pancreáticas especialmente en el caso de pacientes
con cirrosis causada por alcohol.

Líquidos
La recomendación de líquidos en principio se basa en la recomendación general para cualquier persona. Debe
de haber un balance entre lo que se ingiere y lo que se excreta. ASPEN estípula que el consumo ideal para
cualquier adulto debería ser de 1 ml/kcal/día. La pérdida de agua corporal puede deberse a varios factores
(diarrea, heridas, drenajes quirúrgicos, drenajes nasogástricos,. Secreciones pancreáticas, secreciones urinarias,
uso de diuréticos). Se debe hace una restricción de líquidos cuando exista hiponatremia (Niveles de sodio
<120 mmol/L).
Pautas nutricionales durante el tratamiento contra el cáncer
A continuación se ofrecen recomendaciones generales sobre nutrición para las personas que reciben tratamiento
contra el cáncer:
Mantenga un peso saludable. Para muchas personas, esto significa evitar la pérdida de peso mediante la ingesta
de calorías suficientes todos los días. En las personas obesas, esto puede significar bajar de peso. Pregunte a su
equipo de atención médica si usted debe intentar perder peso durante el tratamiento. Puede ser mejor esperar
hasta después del tratamiento, para que tenga toda la nutrición que necesita para permanecer fuerte. Si
efectivamente trata de perder peso durante el tratamiento, esto debe ser moderado, lo que significa solo alrededor
de una libra por semana.
Obtenga nutrientes esenciales. Estos nutrientes incluyen proteínas, grasas y carbohidratos.
Sea lo más activo posible. Por ejemplo, haga una caminata diaria. Si permanece sentado o duerme demasiado,
puede perder masa muscular y aumentar la grasa corporal, incluso si no aumenta de peso.
Formas de obtener nutrientes esenciales y mantener un peso
saludable

El asesoramiento nutricional puede ayudar a las personas con cáncer a incorporar nutrientes esenciales, como
proteínas, vitaminas y minerales. También puede ayudarlas a mantener un peso corporal saludable.
Los dietistas y otros expertos en nutrición pueden ayudarlo a crear una dieta que satisfaga sus necesidades
nutricionales específicas. Sus recomendaciones pueden incluir lo siguiente:
• Vitaminas o minerales que usted no esté recibiendo en cantidad suficiente
• Suplementos nutricionales líquidos y refrigerios para ayudar a alcanzar su objetivo
• Sondas de alimentación o apoyo nutricional adecuado para su cuerpo
Efectos secundarios y nutrición
Estos efectos secundarios pueden hacer que sea difícil comer o beber. Siga estos consejos para lograr la
nutrición que necesita:

• Si no le gusta el sabor del agua, tome más líquido a través de alimentos y otras bebidas. Por ejemplo, tome
sopa o coma sandía y beba té, leche o sustitutos de la leche. Una bebida deportiva es otra opción. Hay
algunas sin azúcar disponibles para las personas que controlan su nivel de glucosa en sangre. También
puede saborizar su agua agregándole un poco de jugo de fruta.
• Si los alimentos le resultan insípidos, intente condimentarlos con especias sabrosas. Por ejemplo, pruebe
usar limón, ajo, pimienta de cayena, eneldo y romero. Si tiene dolor en la boca, es posible que deba elegir
alimentos que no sean ácidos ni picantes hasta que la boca se cure.
• Ingiera 6 comidas pequeñas durante el día en lugar de 3 comidas abundantes. Asegúrese de alcanzar su
objetivo calórico con estas comidas pequeñas.
• Si la carne ya no le gusta, consuma proteínas de otros alimentos. Por ejemplo, pruebe consumir pescado,
huevos, queso, frijoles, nueces, mantequillas de frutos secos, tofu o licuados o batidos proteicos.
• Si siente un sabor metálico en la boca, coma caramelos de menta, mastique chicle o pruebe cítricos frescos.
Use utensilios de plástico y cocine en ollas y cacerolas que no sean de metal. Además, pruebe cepillarse los
dientes o enjuagarse la boca antes de las comidas.
• Si tiene llagas bucales o infección de encías, use una licuadora o una procesadora de alimentos para triturar
las verduras y las carnes. Para suavizar y obtener más calorías, agregue mantequilla, salsas suaves, jugo de
carne o crema. Pruebe preparar jugos o batidos porque el líquido adicional puede ayudar a aliviar una llaga
en la boca.
Seguridad de los alimentos
Las personas que reciben un tratamiento contra el cáncer deben prestar atención a la seguridad de los alimentos.
Algunos tratamientos pueden debilitar el sistema inmunitario y esto puede aumentar el riesgo de una infección.
Una infección alimentaria se produce cuando bacterias, virus u hongos perjudiciales contaminan los alimentos y
lo enferman. A continuación, se ofrecen algunos consejos básicos de seguridad de los alimentos para reducir el
riesgo de contraer una infección:
• Lávese las manos antes de manipular y preparar alimentos y mientras lo hace.
• Lave bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
• Manipule y conserve los alimentos en forma segura. Por ejemplo:
• Use tablas de cortar diferentes para la carne y las verduras
• Almacene la carne y el pescado en los estantes inferiores del refrigerador
• No descongele los alimentos en la mesada ni debajo de agua caliente
• Refrigere los alimentos inmediatamente después de que todos se hayan servido
• Consuma alimentos completamente cocidos. Por ejemplo, no coma huevos que no estén cocidos hasta
un punto sólido, ni coma pescado, ostras o mariscos crudos.
• No coma ni beba alimentos sin pasteurizar. Esto incluye bebidas, como sidra sin pasteurizar, leche
cruda y jugos de fruta, y alimentos, como queso hecho con leche sin pasteurizar.
• Asegúrese de que los alimentos que compre no estén vencidos y siga las instrucciones sobre el
almacenamiento adecuado.
Dieta y nutrición después del tratamiento
La mayoría de las recomendaciones nutricionales incluyen una dieta rica en frutas, verduras y
cereales integrales. El efecto de factores nutricionales específicos en las tasas de supervivencia
del cáncer aún no se comprende con claridad. Sin embargo, es importante que las personas que
sobreviven a un cáncer lleven una dieta saludable, debido a que pueden tener mayor riesgo de
desarrollar otras afecciones médicas, como una enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2 y
debilitamiento de los huesos.
Para disminuir el riesgo de contraer otras enfermedades, los médicos en general recomiendan a
los sobrevivientes de cáncer que sigan recomendaciones generales de buena salud. Estas
incluyen las siguientes:
• Comer una dieta rica en nutrientes y a base de vegetales
• Dejar de fumar
• Mantener un peso saludable
• Minimizar el consumo de alcohol
• Permanecer físicamente activos

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