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PROCESO SUCESORIO

INTESTADO
Tema V
Notariado III
CONDICIONES PRELIMINARES

Desde la antigüedad se demostró interés en documentar qué ocurriría, dentro


del mundo de las relaciones jurídicas, con todos los derechos y obligaciones
que una persona había establecido durante su vida, una vez ésta falleciera.
Es decir, qué incidencias habrían dentro de los diferentes ámbitos de las
relaciones jurídicas que la persona tenía una vez ella ya no existiera, como
por ejemplo en lo que respecta a la familia, la comunidad, la sociedad, los
acreedores y deudores privados, propiedades, deudas, créditos, etc.
De manera paralela a la determinación del estatus jurídico en que debían
quedar todas esas relaciones jurídicas, se desarrollaba también el concepto
sobre la familia y su respectivo derecho (el derecho de familia) por lo que,
debido a los fines de ésta, y de sus características de ser una institución
social que se sustenta en el apoyo recíproco y la asistencia entre sus
miembros, en el tiempo se consolidó la doctrina de que el privilegio para
suceder lo tenían precisamente la familia del causante.
SUCEDER:

El concepto de suceder, “señala que una persona sustituye a otra en una


relación jurídica; el sucesor es como si fuese el sucedido, pero sin ser
aquél”. Sin embargo, la sucesión puede darse entre personas que estén vivas,
de ahí que la sucesión mortis causa se caracteriza porque la sucesión ocurre
precisamente debido al fallecimiento de una persona. Desde este último
punto de vista, la sucesión se equipara con el concepto de herencia.
• HERENCIA:

Herencia significa, “el conjunto de bienes –derechos y obligaciones- que se


reciben de una persona por su muerte… En sentido objetivo se refiere a la
masa o conjunto de bienes ; en sentido jurídico es la transmisión de bienes
por causa de muerte.”
Con base en lo anterior, la sucesión o herencia es la institución jurídica
mediante la cual ocurre la transmisión de cuantos derechos y obligaciones de
un difunto, que no se extingue con la muerte, deja a la persona que le
sustituye. En derecho, técnicamente a esta persona fallecida o difunto, se le
denomina “De Cujus”.
La sucesión hereditaria se caracteriza porque el conjunto de derechos y
obligaciones que se dejan constituyen una universalidad de derecho, es decir,
opera con respecto a toda la masa de derechos y obligaciones, es total y
completa. Este rasgo de universalidad es lo que diferencia a la herencia del
legado (el cual es parcial, pues se refiere únicamente a determinados bienes
que el causante dejó a determinada persona o personas).

Ver artículos 917 y 1068 del Código Civil.


Algo que puede inquietarnos, se refiere a saber qué derechos no son susceptibles de ser
sucedidos, es decir se extinguen con la muerte de la persona. Dentro de los derechos que se
extinguen con la muerte tenemos el usufructo, el uso y habitación , los que provienen de
relaciones personalísimas tales como la patria potestad, el parentesco, el matrimonio, y la
unión de hecho; las llamadas relaciones intuito personae, dentro de los cuales se contempla el
mandato y la prestación de servicios profesionales, además de derechos políticos, así como
todos los derechos que corresponden al estado civil de las personas (nombre, nacionalidad,
profesión, etc.).

Ver artículos 1078, 738 numeral 1, 750 y 1717 del Código Civil.
CLASIFICACIÓN DEL PROCESO SUCESORIO

Por aparte, es de interés fundamental conocer cómo puede operar la sucesión


del de Cujus.

Podemos analizar desde el punto de vista de la manifestación de voluntad


del causante, en cuyo caso la sucesión puede ser testamentaria, legítima o
intestada y mixta.
• SUCESIÓN TESTAMENTARIA:

Es la que se rige por la manifestación expresa del autor de la herencia, quien


para el efecto ha otorgado oportunamente un testamento legalmente válido.
En dicho testamento ha dispuesto cuál es su última voluntad y la forma
como serán asignados sus bienes, cumplidas sus obligaciones y en quién o
quiénes recae el derecho a sucederle. La regulación legal que aplica en este
caso es la contenida en el artículo 460 del CPCyM.
• SUCESIÓN LEGÍTIMA (O INTESTADA):

En este caso, el causante de la herencia no ha tenido oportunidad por uno u


otro motivo, de manifestar su última voluntad, en la cual disponga sobre sus
derechos y obligaciones, en tal virtud, el orden legal ha creado el mecanismo
a través el cual se define lo que considera presuntamente cuál será la
voluntad del autor de la herencia.
En este punto opera de manera fundamental, la legislación sustantiva civil
que se refiere al derecho de familia, el cual contiene los deberes y derechos
fundamentales así como los criterios que servirán de base para sustituir la
voluntad no expresada materialmente por el causante. En cuanto a la parte
procesal, el artículo 460 del Código Civil establece cómo debe iniciarse el
trámite.
• SUCESIÓN MIXTA:

Esta es una combinación de la dos anteriores, es decir opera cuando solo una
parte de la masa hereditaria ha sido objeto de disposición testamentaria por
parte del De Cujus, pero debido a que no dispuso sobre alguna porción de la
masa hereditaria u obligaciones, se aplica el procedimiento de la sucesión
legítima para determinar qué hacer con respecto a esa parte no testada.

Ver artículos 478 y 1068 del Código Civil.


ATENDIENDO AL PROCEDIMIENTO LEAL QUE SE PUEDE
UTILIZAR PARA QUE OPERE LA SUCESIÓN, LA CLASIFICACIÓN ES
LA SIGUIENTE:

• PROCESO SUCESORIO JUDICIAL:

Este constituye el trámite normal de una sucesión, el modelo o patrón original,


según el cual independientemente de si debe tomarse en cuenta la voluntad del
causante expresada en testamento, o aplicar la forma legítima o mixta de
sustituirla. El procedimiento es conocido por una autoridad jurisdiccional o
sea un Juez, se encuentra regulado en los artículos del 450 al 487 del CPCyM.
• PROCESO SUCESORIO EXTRAJUDICIAL O NOTARIAL:

Este es el procedimiento que corresponde a la jurisdicción voluntaria


notarial, según la cual los sucesores o interesados definen la situación
patrimonial del De Cujus a Cuden con base en la autorización legal que así
lo permite en determinados supuestos legales, a iniciar el trámite ante los
oficios de un Notario.
Estos procesos deben ser entendidos como extraordinarios, ya que no
siempre pueden impulsarse, particularmente debido a que si no existe pleno
acuerdo entre los promovientes o interesados deberá remitirse el expediente
con sus actuaciones a la autoridad jurisdiccional competente. Se encuentra
regulado desde el artículo 488 al 502 del CPCyM.

Ver 943 Tema Donaciones por Causa de Muerte.


BASE LEGAL

Para iniciar o radicar el proceso sucesorio se encuentra en el párrafo segundo


del artículo 455 del CPCyM.
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO EN SU
FASE NOTARIAL Y ADMINISTRATIVA
• Presentar certificación de defunción del causante o certificación de la
declaración de muerte presunta.
( Ver artículo 70 literal c) Ley del RENAP)

• Presentar documentos acreditativos de parentesco (certificación de


matrimonio, unión de hecho declarada, de nacimiento –padres, hijos,
nietos, padres abuelos).
• Testimonio del testamento si lo hubiere, conforme el artículo 1194 del
Código Civil se acompaña de su duplicado y también debe adjuntarse la
certificación de la partida de defunción del causante para que se anote en
el libro de asientos y se razone en el Registro General de la Propiedad.

Un aspecto fundamental que interesa respecto al proceso sucesorio consiste


en quiénes pueden iniciarlo –que desde el punto de vista legal se encuentran
legitimados para radicar el proceso sucesorio.
Conforme el referido artículo pueden promoverlo:
• -El cónyuge supérstite –es decir el que sobrevive-;
• Los herederos;
• El MP (PGN) conforme el decreto 25-97 del Congreso de Guatemala;
• Los legatarios;
• Los acreedores;
• El albacea o por otro concepto similar.
• Dentro de este último, el que se rigiere o por otro concepto similar cabe
incluirse por ejemplo, a la personas que se encuentran unidas mediante
unión de hecho y también a quienes existiera una obligación alimenticia
por parte del causante (hijos, padres, hermanos, etc.) conforme lo previsto
en el Código Civil.
• En cuanto a la PGN, es pertinente su intervención desde dos perspectivas;
primero, porque en todo proceso sucesorio debe dársele participación e
oficio y segundo, porque en caso de que se tratara de una herencia
vacante, es decir de una herencia en la cual no se encuentra sucesor
alguno legítimo, dicha institución en representación de los intereses del
Estado puede promover que la masa hereditaria sea adjudicada al Estado
mismo.
El proceso sucesorio se divide en las siguiente fases:

• Fase notarial;
• Fase fiscal y registral.
Este tipo de procesos es de los más prolongados en cuanto a etapas.

En la primera fase, el notario realiza todo lo que la Ley le permite pero en


determinado momento para efectos de liquidación y pago de impuestos por
concepto de herencia, legado donación mortis causa, según corresponda se
traslada a la instancia fiscal a efecto de cumplir con lo establecido en la Ley
para la liquidación y pago de impuestos.
FASE NOTARIAL DEL PROCESO
SUCESORIO INTESTADO

El proceso sucesorio inicia con el acta notarial de requerimiento, si bien


algunos notarios prefieren denominarla acta notarial inicial una vez
redactada esta acta debe dictarse la resolución, la cual es un decreto por
medio del cual se le da trámite o bien se admite o promueve el
procedimiento.
Debe tenerse presente que las resoluciones según el artículo 141 de la LOJ
se clasifican en;
- Decretos, autos y sentencias.

En jurisdicción voluntaria, los notarios dictan decretos los cuales son de


mero trámite al proceso y autos mediante los cuales se concluye algún
asunto.

Adicionalmente aplicando supletoriamente el artículo 141 de la LOJ debe


hacerse la cita de leyes a efecto de darle sustentación jurídica aunque la ley
de jurisdicción voluntaria no lo pide.
Toda resolución debe ser notificada a las partes según el procedimiento
legal, si no se cumple con este requisito las partes no quedan obligadas
debido a que desde el punto de vista legal no tienen conocimiento del asunto
de que se trate y que pudiere efectuar sus derechos.

Ver artículo 66 del Código Procesal Civil y Mercantil.


Con posterioridad a la notificación debe remitirse al Registro de Procesos
Sucesorios adscrito a la CSJ sobre la radicación del proceso sucesorio, lo
cual debe hacerse dentro del plazo perentorio de ocho días posteriores
conforme el artículo 2 del decreto 73-75 del Congreso de la República, que
creó el registro de procesos sucesorios, a cargo de la Secretaria de la CSJ
misma.
Asimismo deben pedirse los informes a los Registros de la Propiedad en
Guatemala y Xela, llamado segundo registro a efecto de averiguar si el
causante en vida otorgó testamento o donación por causa de muerte

(Ver último párrafo del artículo 455 del Código Procesal Civil y Mercantil).
Posteriormente es necesario realizar el avalúo fiscal, el cual consiste en
valuar los bienes muebles o inmuebles del causante a efecto de que sea
tasado su valor.

(Ver artículo 489 del Código Procesal Civil y Mercantil).


Este debe realizarse por valuador autorizado por el MINFIN, el avalúo
puede hacerse simultáneamente con la publicación de los edictos o con
posterioridad a ello, la ley establece que el avalúo puede hacerse por
intermedio de la dependencia que corresponda, que este caso es DICABI, sin
embargo también se establece que las partes pueden proponer a un experto
autorizado por el MINFIN, en la práctica los promovientes optan por este
último a su costa, a efecto de agilizar el trámite.
Un elemento importante del trámite consiste en la publicación del edicto que
en realidad es uno pero que debe publicarse 3 veces durante el plazo de 1 día
únicamente en el dos a través de el se da a conocimiento público el trámite
iniciado ante notario, con lo cual se convoca a los posibles interesados, los
terceros con igual o mejor derecho a que se presenten a la junta de
herederos.
RADICACIÓN DEL PROCESO

• Nombre del causante;


• Quienes lo promueven;
• Fecha y hora para junta de herederos.
• JUNTA DE HEREDEROS:

los que se consideren con derecho a suceder y que demostrarán a través de


documento o prueba legalmente necesarios.
La junta se hará constar en acta notarial.

(Ver artículo 491 del Código Procesal Civil y Mercantil).


El propósito es declarar con base en la justificación legal de filiación o de
derechos sobre la mortual, establecer quiénes tienen derecho a suceder de
manera universal (herencia) o a título particular (legado) o bien, si existe
algún derecho como acreedor.
• En el acta se hará constar la aceptación de la herencia o legado, la
renuncia en su caso y si es testamentario, el notario procede a dar lectura
al testamento mismo.

• Si alguien renuncia se debe realizar una renuncia expresa de la herencia.


(Ver artículo 1034 del Código Civil).
• En esta acta, el administrador de la mortual es quien será el depositario en
tanto se dilucida la porción, luego se discierne el cargo.

• Luego, se hace inventario en acta notarial bajo juramento.


(Ver artículo 490, 558 y 563 del Código Procesal Civil y Mercantil).
• Notario a sus atestados. (Ver artículo 563 del CPCyM).
• Audiencia a PGN. (Ver artículo 492 del CPCyM).
• Luego auto declaratorio de herederos sin perjuicio de tercero con igual o
mejor. (Ver artículo 464, 481 y 494 del CPCyM).
• tercero con igual o mejor derecho, podrá pedir ampliación o rectificación
(Ver artículo 481 del CPCyM).
CONCLUYE FASE NOTARIAL.
FASE FISCAL Y REGISTRAL

• DICABI. (Artículo 496 CPCyM y artículo 122 del Código Tributario).


• Liquidación Fiscal. (Artículo 496 CPCyM y artículo 40 de la Ley de Impuesto
de Herencias, Legados y Donaciones Decreto 431 del Congreso de la
República, año 1948).)
• Contraloría General de Cuentas aprueba la liquidación fiscal (Artículos 40 y
41 de la Ley de Impuesto de Herencias, Legados y Donaciones Decreto 431
del Congreso de la República, año 1948).
• Se pagan los impuestos y el expediente vuelve al notario.
• Testimonio de las partes conducentes, a cada heredero o legatario.
• El interesado con duplicado, (se trata de testimonio irregular) deberá ser
presentado a los registro públicos y los avisos de trasado DICABI,
catastro municipal (Ver artículo 497 del CPCyM).
• Remitir al Archivo General de Protocolos (Ver artículo 498 del CPCM y
artículo 78 del Código de Notariado).

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