Está en la página 1de 42

1. Hoy, en el pequeño teatro de papel, les presentare la historia de Lupe.

Una piedra en mi camino


2. Un día, Lupe paseaba un rato, y de pronto vio una pequeña piedra sobre su camino.
3. Se sintió tan molesta, pues pensó que la piedra impedía su paso y la pateo.
4. Y siguió caminando
5. Pero de pronto la misma piedra volvió a su camino
6. Y Lupe esta vez la pateó con maaaas fuerza
7. Siguio caminando
8. Pero para su sorpresa la misma piedra volvió aparecer una vez mas.
9. Y Lupe la pateo nuevamente y ahora con toooooda su fuerza.
10. Y siguió caminando muy molesta.
11. Y adivinen que… la piedra apareció de nuevo. Pero ahora lupe no la pateo y mejor espero. Se dio cuenta que de esa
piedra salia una diminuta voz que parecía hablarle
12. Se acerco un poco mas y escucho, “Hola Lupe, pasaba por aquí y te vi algo enojada, decidí acercarme a ti para darte
una alegría”
13. ¿Una alegría? ¿Qué quiere decir esa pequeña piedra con una alegría? Se pregunto Lupe
14. De pronto de la piedra se asomo un pequeño ojo
15. Luego salió otro
16. Una sonrisa apareció, y Lupe se dio cuenta realmente la piedra era un caracol
17. Y este caracol le dio a Lupe una pequeña flor
18. Y junto con ella, una graaaan alaegria
19. Y siguió caminando… pero ahora con alegría
Y colorin colorado este cuento se a acabado, cuando lo vuelva a encontrar, lo volvere a contar.
El dia de hoy les voy a contar una historia del gato Milo.
Tiene dientes muuuuy filudos, que parecen cuchillos.
Uñas que parecen tenedores.
Una mirada que realmente da muuucho miedo.
Los ratones corren con solo ver su sombra.
Y los perros, desde los mas graaandes hasta los mas pequeños
Tambien…
La gente de la ciudad cuando lo ve…
Cruza a la vereda de enfrente para no toparselo.
Por las noches sale a pasear por los techos de las casas, hasta la luna se esconde.
Cuando todos duermen nadie lo esta mirando pero el gato milo parece estar enojado por algo.
Una tarde, despertó en una vereda y abrió la boca dejando salir un furioso bostezo.
¡Tienes una carie! Exclamo un señor con un delanal blanco y un maletin negro. Milo el gato se sorprendio tanto que se quedo quietito mirándolo con la
boca abierta.
El seño saco de su maletin unas herramientas y empezó a trabajar en un diente “No hay que comer tantos caramelos ni dulces, todos los días hay que
lavarse bien los dientes.

Luego de unos minuto le dijo: “Listo trabajo terminado” Milo el gato se sentía taaan aliviado que no tuvo mas remedio que despedirlo con una sonrisa

Los vecinos que lo conocían lo estaban acostumbrados a verlo sonreir… porque milo el gato nunca sonreía
Estaba tan contento que no podía parar de ronroneae y al verlo jugar como tofos los gatos, todo el mundo supo que no era un gato malo.
Que el malo era el diente.

También podría gustarte