Está en la página 1de 5

1 CUENTO

LA RATITA PRESUMIDA:
Había una vez una ratita muy coqueta y muy preocupada
por estar siempre radiante ante los demás. Además de
presumida, la ratita era muy trabajadora y tenía un carácter
muy alegre. Le encantaba tener siempre la casa reluciente
para recibir visitas de sus amigos.
Una mañana estaba barriendo la puerta de su casa a la vez
que cantaba: “Tralara, … larita barro mi casita” cuando de
repente le llamó la atención algo que brillaba en el suelo. Se
acercó a ver de qué se trataba y era una moneda de oro. La
ratita cogió la moneda y pensó: “¿Qué puedo comprarme
con esta moneda?”
Tras unos segundos se le ocurrió comprar caramelos pero
posteriormente pensó que sería demasiado dulce. La
segunda cosa que se le ocurrió fue comprar un broche que
realzara su belleza, pero luego pensó que quizás se pincharía haciéndose daño. Finalmente, tras pensar un rato
se decidió por comprar un lazo para su colita y se dirigió a la tienda para elegir el más bonito.
Cuando llegó a casa, la ratita presumida se colocó el lacito en la colita y se asomó a la ventana para distraerse
un buen rato con los vecinos que pasaban. La ratita estaba resplandeciente con su lacito. El primero en pasar por
allí fue un perro que al verla le dijo: “¡Ratita, ratita, qué bonita estás! ¿Te gustaría casarte conmigo?”- La ratita
contestó: “¿Y por las noches que harás?” -“ladrar y ladrar” respondió el perro. La ratita rechazó la propuesta
del perro diciéndole que la asustaría con los ladridos. El perro algo cabizbajo por el rechazo abandonó el lugar.
Minutos más tarde apareció un gato que al verla le expresó: “¡Ratita, ratita qué guapa estás! ¿Querrías casarte
conmigo?” La ratita respondió: “Querido gato, ¿y por las noches qué harás? El gato dijo: “Miau, miau”. La
ratita prosiguió “No no, que me asustarás. Vete, vete”. El gato también se marchó de la casa.
Al cabo del rato apareció un lindo ratón que cuando la vio se enamoró y le dijo: “Ratita, ratita, que bella estás.
¿Te casarías conmigo?”. La ratita presumida una vez más preguntó: ¿pero tú qué harás por las noches? El
pequeño ratón respondió “dormir y callar, dormir y callar”. La ratita emocionada con la respuesta del ratón
prosiguió: “Pues contigo me he de casar”. La parejita de ratones se casó y vivieron felices para siempre.

1 LEYENDA
La Llorona
La Llorona es una leyenda de origen latinoamericano,
especialmente popular en México. La versión más difundida
cuenta la historia de una mujer que había sufrido el rechazo de su
marido, y ella, en señal de despecho, asesinó a sus hijos. La culpa
la hace regresar por las madrugadas en la forma de un fantasma
que grita “¡Ay mis hijos!”.
Otras versiones cuentan que se trata de una representación de La
Malinche, mujer que ejerció como traductora e intérprete de
Hernán Cortés durante “la conquista” de América. En este caso, el
grito de sufrimiento tiene que ver con que algunas versiones del
proceso de colonización, han atribuido injustamente a la Malinche
la responsabilidad sobre lo ocurrido.
1 FABULA
El león y el mosquito:
Un león descansaba bajo la sombra de un frondoso árbol
cuando un mosquito pasó zumbando a su alrededor.
Enfurecido, el león le dijo al mosquito:
—¿Cómo te atreves a acercarte tanto? Vete, o te destruiré
con mis garras.
Sin embargo, el mosquito era muy jactancioso y conocía
bien sus propias habilidades y las ventajas de su diminuto
tamaño.
—¡No te tengo miedo! —exclamó el mosquito—. Puedes
ser mucho más fuerte que yo, pero tus afilados dientes y
garras no me harán el menor daño. Para comprobarlo, te desafío a un combate.
En ese momento, el mosquito atacó al león picándolo en la nariz, las orejas y la cola. El león, aún más
enfurecido a causa del dolor, intentó atrapar al mosquito, pero terminó lastimándose gravemente con sus garras.
Lleno de orgullo, el mosquito comenzó a volar sin mirar hacia a donde iba. Fue de esta manera que tropezó con
una telaraña y quedó atrapado entre los hilos de seda. Entonces, se dijo entre lamentos:
– Qué triste es mi final; vencer al rey de todas las bestias y acabar devorado por una insignificante araña.
Moraleja: Ninguna victoria dura para siempre.
2 MITOS
El mito del diluvio
En la visión clásica del mito de la inundación, según los mayas,
el protagonista era un ser monstruoso con forma de cocodrilo
celeste y que arrojaba por su boca un copioso torrente de agua,
cargado de elementos con los que produjo la inundación de la
tierra. Luego de ser decapitado y detenida la inundación, sobre
su cuerpo se colocaron los cuatro árboles del mundo para
levantar y sujetar el cielo. Las fuentes coloniales aclaran que,
después, un ser sobrenatural pisó la espalda del reptil. Esta
acción se ha interpretado como una fecundación que marcaba el
comienzo de un nuevo tiempo. La secuencia del mito es
decapitar, que representa la muerte y fin del caos, y la acción de
pisar, reorganización del nuevo mundo. Los señores mayas prehispánicos, al subir al trono, se visualizaban
como héroes míticos que mataban al saurio, responsable de la inundación —caos— y como fundadores de un
nuevo mundo. El degollamiento del caimán cósmico, que simboliza el fin del caos, fue marcado en el año 3298
antes de Cristo, “una muerte necesaria para el ordenamiento del cosmos”.
El Wiin
Sobre leyendas relacionadas con el diablo, en el municipio de El Asintal, Retalhuleu, cuentan que hay hombres
que invocan al diablo en rituales llevados a cabo en el cementerio
de la localidad, que consisten en oraciones y danzas, en las que
giran el cuerpo hacia delante y hacia atrás. Cuando el diablo
aparece, le puede conceder a la persona el don de la transformación,
para que le permita robar animales de patio, objetos de valor o
molestar a las mujeres, especialmente, a las solteras o a las casadas
que se quedan solas porque el esposo emigró hacia Estados Unidos.
A ese hombre se le conoce como El Wiin. Algunos lugareños lo han
visto transformado en forma de perro, sentado en medio de la
carretera. Se le reconoce por sus ojos que no son de humano ni de
animal, sino dos bolas de fuego que atemorizan a quien lo ve.

3 CHISTES
La maestra:
- Jaimito, si en esta mano tengo 8 naranjas y en esta otra 6 naranjas ¿Qué tengo?
- Unas manos enormes, señorita.

- ¿Sabes que mi hermano anda en bicicleta desde los cuatro años?


- Mmm, ya debe estar lejos.

Esto son dos mosquitos que van en una moto y el de atrás le dice al
de delante:
- ¡Oye, para, que se me ha metido una mosca en el ojo...!

3 ADIVINANZAS

Un señor gordito,
muy coloradito,
no toma café,
siempre toma té
Respuesta: el tomate.

Oro parece, plata no es.


Abran las cortinas,
y verán lo que es.
Respuesta: el plátano.

Lo come Pancracio,
está en el champán;
si piensas despacio
sabrás que es el...
Respuesta: el pan.

3 RETAHILAS
Zapatito
Zapatito blanco,
zapatito azul,
dime cuantos años
tienes tú.

Éste…
Éste fue a por leña,
éste le ayudó,
éste encontró un huevo,
éste lo frió,
y este gordito,
se lo comió.

En la casa de Renato
En la casa de Renato
todos cuentan hasta cuatro:
uno, dos, tres y cuatro.
Todos cuentan hasta cinco
en la casa de Francisco:
uno, dos, tres, cuatro y cinco.

3 COPLAS
1. “Si voy al parque”
Si voy al parque te encuentro
entre rosas y azucenas.

Si voy al puerto te encuentro


entre las olas del mar.

Si voy al monte te encuentro


entre montañas morenas.

¡No tengo que andar muy lejos


para encontrarte en mis penas!

3. “Vuela al aire”
Vuela al aire tu mirada
y no se fija en mis ojos.
Pestañean tus pestañas
y no reparan en mí.

Tengo el alocado empeño


de andar siempre tras de ti.

Dos flores bellas tenía


un amante cuitlacoche,
y así de las dos decía:
Una es mi huele de noche,
y otra mi apesta de día
3 TRABALENGUAS
Yo tengo una gata ética, pelética

Yo tengo una gata ética, pelética, pelinplampética,


pelada, peluda, pelinplampuda.
Con siete gatitos éticos, peléticos, pelinplampéticos,
pelados, peludos, pelinplampudos.
Si la gata no fuera ética pelética, pelinplampética,
pelada, peluda, pelinplampuda,
los siente gatitos no serían éticos, peléticos, pelinplampéticos,
pelados, peludos, pelinplampudos.
Cuando cuentes cuentos

“Cuando cuentes cuentos


cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas
cuantos cuentos cuentas
nunca sabrás cuántos cuentos sabes contar.”

Pepe pica papas


Pepe Pecas pica papas con un pico,
con un pico pica papas Pepe Pecas.
Si Pepe Pecas pica papas con un pico,
¿dónde está el pico con que Pepe Pecas pica papas?

3 REFRANES
A buen entendedor, pocas palabras:
La persona inteligente comprende rápidamente lo que se le quiere decir, sin
necesidad de que las cosas le sean dichas con muchas palabras.

A confesión de partes, relevo de


pruebas:
Cuando alguno admite su error o falta, no es necesario indagar acerca del
error cometido: basta con que lo haya reconocido.

A mal tiempo, buena cara:


Hay que saber sobrellevar los reveses de la suerte, tratando de poner de
nuestra parte el máximo esfuerzo para superar los malos momentos.

También podría gustarte