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TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD

ANTISOCIAL
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
• Cuando la conducta delictiva solo tiene como objetivo una ganancia y no se
acompaña de rasgos de personalidad rígidos, desadaptativos y persistentes
característicos de un trastorno de personalidad, en el DSM-5 se clasifica como
comportamiento delictivo no asociado con un trastorno de personalidad
• Dorothy Lewis observó que muchas de estas personas tenían un trastorno
mental o neurológico no diagnosticado. Más difícil resulta diferenciar el
trastorno de la personalidad antisocial del abuso de drogas. Cuando ambos
trastornos se inician en la niñez y continúan manifestándose en la vida adulta,
deben diagnosticarse los dos.
• Al diagnosticar el trastorno de la personalidad antisocial, los médicos deben
tener en cuenta los efectos distorsionadores del nivel socioeconómico, del
contexto cultural y del sexo. Por otra parte, no debe efectuarse el diagnóstico si
otras afecciones, como la discapacidad intelectual, la esquizofrenia o la manía,
pueden explicar los síntomas.
EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
• Una vez que ha aparecido el trastorno de la personalidad antisocial,
evoluciona siguiendo un curso sin remisiones, con un máximo de
conductas antisociales que se dan por lo general al final de la adolescencia
• És muy variable
• Puede ser que los síntomas disminuyen a medida que avanza la edad de
los individuos.
• Muchos pacientes presentan un trastorno por somatización y múltiples
dolencias físicas.
• Los trastornos depresivos y los trastornos por abuso de alcohol y otras
sustancias son frecuentes.
TRATAMIENTO
PSICOTERAPIA
• Si están inmovilizados (p. ej., hospitalizados), a menudo puede que
accedan a recibir psicoterapia.
• Los grupos de autoayuda han sido más útiles que las cárceles para
aliviar este trastorno.
• Los terapeutas deben frustrar el deseo de huir de los encuentros con
personas honestas. Al hacerlo, el terapeuta se enfrenta al desafío de
separar el control del castigo, y diferenciar la ayuda y la confrontación
del aislamiento social y la condena.
TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO
• Se utiliza para tratar los síntomas incapacitantes, como la ansiedad, la cólera y la
depresión, pero los pacientes abusan con frecuencia de sustancias tóxicas, por lo
que los fármacos deben administrarse de manera muy controlada.
• Si un paciente presenta un trastorno por déficit de atención/hiperactividad, los
psicoestimulantes como el metilfenidato pueden ser útiles.
• Se ha intentado modificar mediante fármacos el metabolismo catecolaminérgico
y controlar la conducta impulsiva con anticonvulsivos (p. ej., la carbamazepina o
el ácido valproico), en especial si se observan ondas anómalas en el EEG.
• Se han utilizado los antagonistas de los receptores β-adrenérgicos para reducir la
agresividad.

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