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Sobre la muerte y los

moribundos

Kelly Fernández
Prefacio

 El libro es el resultado de la oportunidad de aprender


del paciente moribundo, de las etapas finales de la
vida, sus angustias, temores y esperanzas y del trato
que se le da en los hospitales .
 Su objetivo es reconsiderarlo como ser humano y
aspira a animar a otros a lograr un mayor
acercamiento para prestar ayuda en las últimas horas.
Una experiencia compensatoria de la que se sale
enriquecido y con menos ansiedad ante el propio
final.
Sobre el miedo a la muerte

 El hombre en todas las épocas y culturas nunca ve en


el inconsciente su propia muerte.
 Solo es posible ser matados y va asociada a un acto
de maldad, aterrador, que exige pena y castigo.
 El miedo a la muerte es universal y un acontecimiento
aterrador y terrible.
 La sociedad actual la considera un tabú y no se
afronta con tranquilidad.
 Hoy día morir es algo solitario, mecánico y
deshumanizado. Se convierte en algo impersonal
porque el paciente es arrebatado de su familia y
llevado al hospital.
Actitudes con respecto a la
muerte y al moribundo
 Al hablar sobre su enfermedad debe hacerse
francamente, dejando abierta la esperanza y
refrendándole que se le acompañará y tratarán de
disminuir el sufrimiento.
 Los diferentes pacientes reaccionan de manera
diferente según su personalidad y su estilo de vida,
pero también influidos por las actitudes del médico.
PRIMERA FASE: NEGACIÓN Y
AISLAMIENTO
 La negación es normal en todos; es una defensa
provisional para amortiguar la impresión y recobrarse,
mientras se movilizan otras defensas, pero no
desaparecen del todo, se traslapan y reaparecen. Se
le debe reconocer y aceptar, sin confrontarlo. Después
del estupor inicial, su respuesta habitual es:”No, no
puedo ser yo
SEGUNDA FASE: IRA

 Sigue “Por que yo y no él?” Aparece una ira que se


desplaza en todas direcciones, a lo que le rodea y casi
al azar, por lo que es muy difícil de manejar por la
familia y el personal médico.
 Al paciente que se le ofrezca tolerancia ante su
indignación racional o irracional, se le respete,
comprenda, se le atienda y escuche, se sentirá un ser
humano valioso y reducirá su agresión.
TERCERA FASE: PACTO

 Es un intento de posponer los hechos; incluye un


premio a la “buena conducta”, fija un plazo impuesto
por uno mismo y la promesa implícita de que no se
pedirá nada más si se le concede ese aplazamiento.
La mayoría se hacen con Dios y generalmente se
guardan en secreto
CUARTA FASE: DEPRESIÓN

 Pronto experimentará un gran sentimiento de pérdida.


La depresión puede ser
 1) reactiva, cuando refiere las pérdidas de su pasado; su
estatus, sus roles, su capacidad económica, etc y el
paciente es animado, alentado o halagado para
apoyarlo
 2) anticipatoria cuando se refiere a las pérdidas
inminentes, es el dolor que experimenta al salir de este
mundo. Si se le permite expresar su dolor ante la pérdida
inminente de sus objetos amorosos, podrá encontrar la
aceptación final; como es silenciosa, no se necesitan
muchas palabras, sino expresar los sentimientos,
acariciando, tocando una mano o el pelo o simplemente
sentarse en silencio
QUINTA FASE: ACEPTACIÓN

 Es una fase casi desprovista de sentimientos, no es feliz.


Ha encontrado cierta paz, por lo que disminuye su
interés por las noticias del mundo, los problemas, las
visitas y la televisión. La comunicación es más de
gestos y compañía en silencio. La visita es conveniente
a última hora de la tarde. Generalmente es cuando la
familia necesita más apoyo activo que el paciente
ESPERANZA
 Lo único que persiste a los largo de estas fases es la
esperanza; que deja abierta una posibilidad de
curación, el deseo de que todo tenga algún sentido,
dándole una sensación de misión especial en la vida y
les ayuda a conservar el ánimo y a soportar puede ser
una racionalización del sufrimiento, una forma de
navegación temporal, pero necesaria y es lo que los
sostiene durante todo el tiempo de sufrimiento. Si deja
de manifestar esperanza es señal de una muerte
inminente.
 Hay dos situaciones que generan conflictos: una, y
más dolorosa es cuando la familia o el personal
trasmite desesperanza cuando el paciente todavía
necesita esperanza, y la otra viene de la incapacidad
de la familia para aceptar la fase final de su enfermo.
Por el “síndrome pseudo-terminal”, propone nunca
considerar desahuciado a ningún paciente sino darles
a todos la posibilidad de un tratamiento más eficaz.
FIN

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