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NO HAY DESAPARICIÓN
HAY SEPARACIÓN
ES UN DUELO MÚLTIPLE
Como pérdida o separación súbita e inesperada de un ser querido, la
reacción ante la desaparición forzada suele definirse como duelo,
proceso en el cual los familiares no solo enfrentan una serie de
etapas, como lo haríamos ante una muerte natural, sino que además
la impunidad, el terror, el miedo, la mentira, la incertidumbre, el
silencio, el olvido, el ocultamiento, la tortura y la violación de todo
derecho humano, que rondan la desaparición y posible muerte de la
víctima, dificultan su recuperación. Ya no es solo una perdida
repentina, una agonía dolorosa ó una muerte traumática, es la
soledad angustiosa, el espacio clandestino, la detención injusta,
ilegitima, ilegal, el encubrimiento del victimario, la transgresión del
derecho y la furtividad del hecho.
La desaparición es sinónimo de ocultamiento, de silencio,
de no existencia, de miedo, de olvido, de intimidación, de
ruptura del tejido social. Es la destrucción de un proyecto
de vida, no solo del desaparecido, sino también de quienes
lo rodean. La desaparición es un gran "NO": no se da
información, no existió en el lugar donde se decía estaba,
no hubo participación del estado, porque las
desapariciones se realizan al margen de la ley, no hay
culpables, no se reconoce un arresto, no se reconoce una
detención, no existe un nombre, no existe un cuerpo, no
hay una tumba, no hay rastro, no se esta vivo, no se ha
muerto, no hay DESAPARICIÓN.
Ser un desaparecido es tener el calificativo grande de revolucionario, antiimperialista,
comunista, subversivo y hasta delincuente. Es no tener derecho a un juicio justo, a un
nombre propio, a una ideología de lucha.
Cuadro de duelo suspendido o ambivalente, presenta una estructura de personalidad prodrómica (PARANOIA),
que los llevan a establecer un vinculo mantenido con un objeto ausente
La distorsión del criterio de realidad es muy importante, por lo que se abre el espectro y se considera natural la
psicosis, o la estructuración de un delirio, que se encapsula, bajo la afirmación: “nadie me va a entender” y “es
que a uno, cuando se habla de familiares de desaparecidos cualquier cosa le abre los caminos de la esperanza”.
Psicosis alucinatoria de deseo (Freud, 1915), por lo que los familiares comparten estas experiencias y las convierten en
“soluciones” a su profundo dolor emocional, validándose de manera explícita la difusión del criterio de realidad;
cuando se trata de un mecanismo primitivo, que refleja el carácter regresivo y masivo de la afectación, y no un hecho
parte de la cotidianidad.
Entonces se observa con síntomas como miedo, hiperactividad y desbordamiento emocional, esto produce un
bloqueo en las funciones superiores, que se evidencia en la rumiación de ideas, dudas obsesivas y en la imposibilidad
de responder asertivamente a los eventos, todo esto como resultado de un mecanismo obsesivo de emergencia, al
que acude el aparato psíquico, para controlar el desbordamiento emocional, que no resulta efectivo y que va
agudizando la sintomatología.
• En la práctica de intervención terapéutica se ha encontrado que el primer reto para el paciente es aceptar y
entender que la desaparición, es posible y le sucedió a él o a un ser querido.
• Es importante aclarar que aceptar que la desaparición sucedió, no quiere decir que el familiar esté muerto, es
así como surge otro gran reto, que es elaborar el duelo por la ausencia, no por la muerte, porque no hay
elementos de realidad que permitan hacer esta elaboración, pero si hacer el duelo porque el otro no está.
• “Es característica del duelo suspendido, los casos de depresión y de las adicciones, la ambivalencia (se refiere al
tono afectivo propio de una relación objetal en la que se experimenta amor y odio a la vez, como opuestos), de
tal manera que en la relación coexisten el amor y el deseo de destruir al objeto a la vez; la necesidad de alejarse
del mismo y el deseo de retenerlo al tiempo "surge y persiste porque se está tramitando una decepción primitiva,
con respecto a uno de los objetos internos.
• Las personas para mantener vigente este vínculo, hacen un reencuentro en la fantasía, por medio de la
construcción de hábitos como ver y hablar con fotos, oír grabaciones, mantener intactos los objetos personales,
como si el familiar estuviera ahí, etc. Todo esto para evitar el olvido del familiar desaparecido y alimentar la
permanencia del objeto interno.
ETAPAS DEL DUELO EN FAMILIARES DE VICTIMAS DE
DESAPARICIÓN FORZADA
ETAPA I: INCERTIDUMBRE Y BÚSQUEDA
Enterados de la muerte de un ser querido, el proceso de duelo suele comenzar protegiéndonos a nosotros mismos del dolor
que produce cualquier perdida significativa. En primer lugar porque el noventa por ciento de las muertes no se anuncian y
en segundo lugar porque es difícil concebir un mundo en ausencia de la persona que falleció.
Este estado de "adormecimiento" nos permite entender poco a poco el significado que traerá para nuestras vidas el
habernos separado de alguien a quien amábamos y saber que dicha separación es definitiva, pues nada ni nadie nos
devolverá la vida de aquella persona.
Es importante tener la certeza de la muerte, por eso la incertidumbre lleva a los dolientes inicialmente a buscar con la
mirada, a llamar con el llanto, a repetir una y otra vez el nombre de la persona que falleció con la intención de despertarlo
de un sueño del cual no volverá.
Por eso, para poder decir definitivamente adiós, el ser humano inventó mil formas de rituales, que evidencian la perdida a la
que nos hemos enfrentado y prolongan nuestra cercanía a él. Dentro de estos rituales, enterrar un cuerpo, por doloroso que
sea es el primer paso para nuestra recuperación.
Enfrentados a una desaparición, las familias se ven obligadas a
modificar el curso normal de un duelo. Inicialmente desconocen
lo que es una desaparición forzada y quien la realiza.
Una vez se da comienzo a la búsqueda por anfiteatros, clínicas,
cárceles, la calle, y de saber finalmente que la persona a quién
han buscado hasta en el último rincón se convirtió en una víctima
mas de esta guerra sucia, que termina por afectarnos a todos y
que ahora es un desaparecido forzado, deben afrontar la
posibilidad de torturas y hasta la muerte de quien está destinado
a ser un NN por siempre.
Una segunda búsqueda se abre paso, la búsqueda de un ser que ahora es "un
preso sin nombre en una celda sin número", un cuerpo sin sepulcro en una
tumba sin espacio, por que ni aquellos que lo enterraron recuerdan donde
esta. Y entonces la búsqueda se prolonga hora tras hora, día tras día, año tras
año.
Las posibilidades de intervención surgen entonces desde las propias experiencias de vida de los familiares
de las víctimas. El proceso de curación tal vez no culmine nunca, pero es posible una recuperación, pues
la desaparición pretende instaurarse como un mecanismo de control y creer que nunca se sentirán
mejor , es ser derrotistas. Ellos pueden lograr silenciar 90.000 personas o mas, pero la lucha por buscar
una vida mas justa y mejor nunca finalizará, pues de las peores tragedias surgen las mayores opciones
transformadoras y los mas sólidos defensores de los derechos humanos.
A diferencia de una muerte normal, donde existe un cuerpo, un funeral y un entierro que nos permite
acercarnos a la realidad de la perdida, en la desaparición el primer paso para la recuperación es entender
que la desaparición es consecuencia de la lucha por combatir las estructuras del Estado y la injusticia
social, que mas que una víctima el desaparecido es una actor mas del conflicto armado que enfrenta
nuestra sociedad. La desaparición no es azar ni casualidad, es producto y consecuencia, y sin embargo no
por ello se sentirá menos o mas dolor. Pero la búsqueda de la verdad, del por que, abre la puerta hacia el
restablecimiento de sus vidas.
Un segundo paso, muy ligado al anterior, es hablar una y otra vez, contar mil
veces la historia personal, mas que para que los otros se conmuevan, para que
las víctimas mismas terminen por creerse la realidad a la que los enfrentó el
destino. Escucharse a sí mismos decir: "esto realmente paso", les permite
liberarse de esa sensación de incredulidad que produce la sensación de que
algo oprime el pecho. Pero se debe igualmente afrontar la posibilidad de que
no todo el mundo este preparado para escuchar, pues no estamos preparados
para ponernos en el lugar del otro y compartir su dolor, tampoco sabemos
escuchar y mucho menos hablar y apoyar, mas aun cuando la tragedia de una
desaparición parece estar muy lejos de nuestra realidad, y mas que compasión,
nos produce un sentimiento de temor.
Sumado a lo anterior se cree que llorar es sinónimo de
fortaleza, se impide dar muestras de debilidad en
publico, aunque por dentro de nosotros todos este
destruido. Olvidamos que ante injusticias y momentos
duros en nuestra vida es normal llorar, sentirnos mas
tristes y débiles. Es importante aprender a dejar salir el
dolor y todos los sentimientos que rondan la perdida
de un ser querido, incluyendo la ira, la ansiedad, la
depresión y hasta la culpa.
Un cuarto paso es buscar un recurso propio para afrontar la realidad, pues la
forma en que se enfrenta la pérdida de ser querido es similar a la manera en
que se reacciona frente a situaciones traumáticas mas o menos graves y a la
forma en que se aprendió a partir de la experiencia de otras personas
significativas. Son ellos mismos la base de todo un sistema de apoyo, que
incluye padres, hijos, amigos, grupos de apoyo, profesionales y hasta sus
propios sistemas de valores y creencias. Esta estrategia de afrontamiento tarde
o temprano no solo terminara por beneficiarlos a ellos mismo si no a otras que
personas que enfrenten similares o diferentes tragedias y perdidas. Su vida
puede convertirse en ejemplo y esperanza de vida para los demás, pueden
llegar a sorprenderse de la forma en que enfrentaron la vida que no creían
poder enfrentar, seguramente si este duro momento no los mato,
posiblemente los hizo mas fuertes
INTERVENCIÓN
Manejar las emociones de un duelo por desaparición
A veces resulta complicado llevar la atención del doliente al dolor y a las sensaciones que van
apareciendo con el transcurso de los días, porque lo urgente es la búsqueda. Con frecuencia
las personas afectadas por este tipo de pérdida actúan de forma impulsiva, buscando sin
descanso, acudiendo a los medios…
Eso puede desembocar en desgaste físico y un gran estrés del sistema inmune.
En la gestión de estas situaciones de duelo ambiguo. Entre otras, dando pautas como:
-Descansar adecuadamente un mínimo de horas cada día.
-Desconectar el teléfono de vez en cuando para evitar el estado de alerta constante.
-Cuidar la alimentación.
-Dosificar la información que los dolientes van recibiendo.
-Dosificar la exposición a los medios de comunicación y a las noticias.
-Buscar apoyos que brinden consuelo, compañía o lo que cada persona necesite.
-Ajustarse a las necesidades de cada uno, sin generalizar ni comparar.
-Acompañando el dolor de la ausencia y el miedo, permitiéndolos y
validándolos.
-Dejando que lo exprese para que se desahogue. Nombrar lo que nos da miedo
nos permite poner una pequeña distancia.
Estas pueden ser unas pinceladas que permitan a la persona que quiere ayudar
guiarse en los primeros momentos, teniendo siempre en cuenta que cada caso
es único y que no todas las personas reaccionan de la misma manera.
SENTIMIENTOS COMUNES
SOLEDAD, IRA, CULPA, INCERTIDUMBRE, Y EL SENTIRSE PERSEGUIDO.
LA IMPOTENCIA
LA FAMILIA AL NO SABER QUÉ HACER, DÓNDE PEDIR AYUDA, SE ASUME EN UNA CONSTANTE FRUSTRACIÓN QUE LE
PRODUCE RABIA.
LA REPRESIÓN
LA FAMILIA Y LOS AMIGOS CONSIDERAN QUE TODO SERÍA MEJOR SI NO SE EXPRESARAN LOS SENTIMIENTOS
EL TEMOR
SE TIENE LA SENSACIÓN DEESTAR VIGILADOS
¿QUÉ HACER?