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Jaspers - Psicopatología General

LAS RELACIONES COMPRENSIBLES DE LA VIDA PSÍQUICA (PSICOLOGIA


COMPRENSIVA)

Tendremos que proceder en las relaciones a una separación igualmente teórica, como la
que existe entre la psicopatología subjetiva (fenomenología) y la psicopatología objetiva.

1. Por la penetración en lo psíquico comprendemos genéticamente cómo surge lo psíquico


de lo psíquico.

2. Por la anudación objetiva de hechos típicos diversos en regularidades, en base a las


experiencias reiteradas, explicamos causalmente.

a) Comprender y explicar. En las ciencias naturales tratamos de captar sólo una especie de
relaciones: las relaciones causales. Tratamos de hallar por las observaciones, por los
experimentos o por la reunión de muchos casos, reglas del proceso.

Pero encontramos sólo raramente leyes (por ejemplo no hay parálisis sin sífilis) y nunca
podemos, como la física y la química, establecer ecuaciones causales. Esto presupondría
una completa cuantificación de los procesos examinados, que en lo psíquico, que según su
esencia permanece siempre cualitativo, no es posible nunca, en principio, sin que el
verdadero objeto de la investigación, es decir el objeto psíquico, se pierda.

Mientras en las ciencias naturales sólo pueden ser halladas relaciones causales, en
psicología, el conocer encuentra su satisfacción en la captación de una especie muy distinta
de relaciones. Lo psíquico “surge” de lo psíquico de una manera comprensible para
nosotros. El atacado se vuelve colérico y realiza actos de defensa, el engañado se vuelve
desconfiado. Este surgir uno tras otro de lo psíquico desde lo psíquico lo comprendemos
genéticamente. Así comprendemos reacciones vivenciales, el desarrollo de pasiones, la
aparición del desvarío, comprendemos el contenido del sueño y del delirio, de los efectos de
la sugestión, comprendemos una personalidad .anormal en su propia relación esencial,
comprendemos el curso fatal de una vida, comprendemos cómo el enfermo se comprende a
sí mismo, y cómo ¿ manera de esa comprensión de sí mismo se vuelve un factor del
desarrollo psíquico ulterior.

b) Evidencia del comprender y realidad (comprender e interpretar). La evidencia de la


comprensión genética es algo último. Cuando Nietzsche nos hace comprensible
persuasivamente cómo, de la conciencia de la debilidad, de la miseria y del dolor, surgen
exigencias morales y religiones de redención, porque el alma quiere satisfacer de esa
manera, por ese rodeo, a pesar de sus debilidades, su voluntad de poder, experimentamos
una evidencia inmediata que no podemos perseguir más allá.

Tal evidencia es adquirida con motivo de la experiencia frente a las personalidades


humanas, pero no por la experiencia que se repite, inductivamente probada. Tiene en sí
misma su fuerza persuasiva. El reconocimiento de esta evidencia.es la condición previa de
la psicología comprensiva, así como el reconocimiento de la realidad de la percepción y la
causalidad es la condición previa de las ciencias naturales.
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- La evidencia de una relación comprensible, sin embargo, no prueba aún que esa
relación sea también ahora real en un determinado caso particular, o que se
produzca realmente en general.

Cuantos menos de esos datos objetivos se den numéricamente, cuanto menos


obligadamente susciten la comprensión en determinado sentido, tanto más.
interpretaremos, tanto menos comprenderemos. Las condiciones se vuelven más claras por
una comparación del comportamiento de las reglas causales y de las relaciones
comprensibles evidentes con la realidad. Las reglas causales son adquiridas
inductivamente, culminan en teorías que imaginan algo que sirve de base a la realidad dada
inmediatamente.

Todo caso particular es subordinado a ellas. Relaciones genéticamente comprensibles, en


cambio, son relaciones de tipo ideal, son evidentes en sí (no adquiridas inductivamente), no
conducen a teorías, sino que son una pauta cón la que pueden ser medidos los sucesos
particulares y reconocidos como más o menos comprensibles. Aparecen falsamente
relaciones comprensibles como reglas cuándo se comprueba la frecuencia del advenimiento
de una relación comprensible. Su evidencia sin embargo no es aumentada en modo alguno
por ello. No ella misma, sino su frecuencia, ha sido hallada inductivamente.

La frecuencia de la relación comprensible entre el tiempo otoñal y el suicidio no h a sido


confirmada por la curva de los suicidios, que es más alta en primavera, pero por ello no es
falsa la relación comprensible.

En principio es por completo imaginable que, por ejemplo, un poeta exponga


persuasivamente relaciones comprensibles, que sin embargo, no se han producido nunca.
No son. reales, pero poseen su evidencia en un sentido típico ideal.

Cuando Jung, por ejemplo, dice: es “cosa conocida que no es demasiado difícil ver dóndfe
hay relación y dónde no”, frente al individuo real, es exacto justamente todo lo contrario.

c) Comprender racional y comprender empático. El comprender genético se divide en


diferentes maneras de comprender. Dentro del ' comprender hay que hacer distinciones de
principio.

Si el comprender racional conduce siempre a la comprobación de que una relación racional


comprensible independiente, de toda psicología era contenido de un almíí, el comprender
empático (einfühlend) nos conduce a las relaciones psíquicas mismas. Si la comprensión
racional es sólo un medio auxiliar de la psicología, la comprensión empática lleva a la
psicología misma.

d) Límites del comprender, la imitación de explicar. El pensamiento próximo de que lo


psíquico es el dominio de la comprensión, lo físico el dominio de la explicación causal, es
falso.

El conocer causal no encuentra jamás sus límites. En todas partes preguntamos, también
en los procesos psíquicos, por las causas y los efectos. La comprensión &n cambio
encuentra fronteras en todas parles. La existencia de predisposiciones psíquicas
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especiales, las reglas de la adquisición y pérdida de las disposiciones de la memoria, 3a


consecuencia del estado psíquico total en la sucesión de las diferentes edades de la vida, y
todo lo demás, que podemos resumir como subestructura de lo psíquico, es frontera para
nuestra comprensión. Todo límite de la comprensión es un nuevo estimula para la
interrogación causal.

En el pensamiento psicológico causal necesitamos elementos que juzgamos como causas o


como efectos de un proceso, por ejemplo un proceso físico como causa, una alucinación
como efecto. Para servir a la formación de elementos de explicaciones causales, entran
todos ios conceptos de la fenomenología y de la psicología comprensiva en el reino del
pensamiento causal.

Siempre tenemos que imaginar en esas investigaciones causales algo extraconscíente


como sirviendo de base a las unidades fenomenológicas o las relaciones comprensibles, y
tenemos que utilizar así conceptos como disposiciones extraconscientes, predisposiciones,
constituciones psíquicas y mecanismos extraconscientes.

Toda comprensión, en cuanto se aplica a un proceso psíquico real, señala evidentemente


una relación causal. Pero ésta se accesible, primeramente sólo por la vía de la
comprensión; en segundo lugar es infecundo y vano imaginarlo con más detención y
construir por lo extraconscíente (ver el capítulo sobre las teorías), mientras no se han dado
puntos de apoyo, planteamientos empíricos de problemas por otro camino que por el de la
comprensión. Entonces ciertamente serían halladas importantes relaciones causales, no
triviales, sino a descubrir tan sólo por la investigación. Pero cuando se dice que uña relación
psíquica causal es vivida al mismo tiempo empáticamente, y que puede ser descubierta por
la comprensión empática el mecanismo causal, se cae en un error. La consecuencia de este
pensamiento es que la mera imaginación de mecanismos extraconscientes,.. sólo por la vía
de la comprensión empática se vuelve un juego estéril.

e) El comprender y lo inconsciente. Mecanismos extraconscientes agregados a la vida


psíquica consciente, son por principio extraconscientes, no verificables como tales, siempre
teóricos. Mientras tales conceptos teóricos penetran en ló extraconscíente, quedan en la
conciencia la fenomenología y la -psicopatología comprensiva.

La fenomenología describe maneras antes enteramente inadvertidas de existencia psíquica,


y la psicología comprensiva capta relaciones psíquicas hasta aquí insospechadas, así
cuando entiende a la manera de Nietzsche ciertas concepciones morales como reacciones
contra la conciencia de la debilidad, de la impotencia y de la miseria interior. Todo psicólogo
experimenta en sí mismo que su vida psíquica se esclarece progresivamente, que lo
inadvertido se le vuelve consciente, y que no llega nunca al último límite.

Lo inconsciente como extraconsciente no es vivenciado en realidad. Haremos bien en


llamar a lo inconsciente en el primer sentido también, ordinariamente, inadvertido, a lo
inconsciente en el segundo sentido, extraconsciente.

f) Comprender como si (Als-ob) . En todo momento fué tarea de Ja psicología elevar lo


inadvertido a la conciencia. L a evidencia de tales visiones sé mantuvo por el hecho que
podía, en condiciones favorables, advertirlas como realmente vivenciadas. Ahora bien, hay
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una serie de hechos que no podemos comprender en función de procesos realmente


vivenciados, a reconocer posteriormente, pero que sin embargo nos imaginamos
comprender.

La psicología comprensiva tiene, pues, abiertas en verdad grandes posibilidades de


expansión, ya que lleva lo inadvertido a la conciencia. SÍ en cambio, p o r u n “comprender
como sí”, puede penetrar también en lo extraconsciente, h a de permanecer dudoso.

g) Sobré los tipos del comprender en general (comprender intelectual, existencia!,


metafisico). Repetimos las distinciones que se nos han presentado hasta aquí:

1. Comprensión fenomenológica y comprensión de la expresión. Lo primero la actualizaciórt


interior de la vivencia con ayuda de las autodescripciónes de los enfermos, lo último es la
percepción inmediata del significado psíquico en movimientos, gestos (mímica) y formas
( fisiognómica). 2. Comprensión estática y genética, La primera capta las cualidades y los
estados psíquicos individuales tal como son vivenciados (fenomenología), la última es la de
lo psíquico por lo psíquico, como en .las relaciones de motivo, los efectos por contraste, las
envolturas dialécticas (psicología comprensiva). 3. Comprensión genética y explicación. Lo
primero es la captación subjetiva evidente de las relaciones psíquicas desde dentrój, en
tanto que son captables de ese modo; lo segundo, la exposición objetiva de relaciones,
consecuencias, regularidades, incomprensibles y explicables sólo causalmente. 4.
Comprensión racional y emfiática. La primera no es una comprensión psicológica propia*
mente dicha sino una mera comprensión pensante de los contenidos racionales que tiene
una persona, por ejemplo la comprensión de las relaciones lógicas de* un sistema delirante
del mundo, en donde un individuo vive como en el mundo suyo. La comprensión empática
es la comprensión propiamente psicológica de lo psíquico mismo. 5. Comprender e
interpretar. De comprender hablamos en la medida que lo comprendido halla su plena
exposición a través de los movimientos expresivos/ manifestaciones de lenguaje, actos.

Pero como en la práctica de nuestra comprensión tocamos constantemente lo más


abarcativo, en donde está toda esa comprensión, señalamos en breve los espacios
principales en que se mueve la comprensión más allá de lo discutido hasta aquí.

a) Su comprensión intelectual . No sólo hay que comprender los contenidos racionales


como sentido objetivo sin psicología alguna; sino también todos los otros contenidos
mentados, las figuras, las imágenes, los símbolos, las exigencias e ideales. No solamente
hay que destacar aisladamente aquellos contenidos, para comprender a una persona.

b) Su comprensión existencial. En la comprensión de las relaciones chocamos con los


límites de lo incomprensible. Esto incomprensible es hacia una parte como la barrera de lo
comprensible para admitir lo extraconsciente, que nos lleva como cuerpo, en sus relaciones
causales, para formar como material, para captar como posibilidad de existencia, como
déficit a soportar.

Cuando es referida a l fenómeno de la existencia posible se convierte en esclarecimiento


filosófico de la existencia. La psicología empírica c om p ru e b a cómo es algo y cómo se
produce; el esclarecimiento de la ex isten cia apela a los individuos mismos por las
posibilidades. Ambas cosas, aunque de sentido radicalmente distinto, están ligadas entre sí
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absolutamente en la comprensión psicológica. Con ello aparece una duplicidad casi


insuperable.

Lo incomprensible se muestra en la parte de lo causalmente investigable en impulsos, en


los hechos somáticos biológicos, en los mecanismos extraconscientes específicos,
supuestos eventualmente; está presente tanto en toda vida normal como desviado en
constituciones morbosas y en procesos. Lo incomprensible en la parte de la existencia es la
libertad que se muestra en la decisión incondicional, en la captación del sentido absoluto, y
en la experiencia básica, cuando surge de la situación empírica la situación fronteriza en
que el existir despierta al ser mismo.

El esclarecimiento de la existencia toca por la psicología comprensiva a esto más que


comprensible, toca a la verdadera realidad en la posibilidad del ser mismo en tanto que
recuerda, llama la atención y hace manifestarse.

c) La comprensión metafísica . La comprensión psicológica se aplica a !o empíricamente


vivenciado, a lo hecho existencialmente. La comprensión metafísica se aplica a un sentido
que vá más allá de lo experimentado por nosotros y de lo hecho en la libertad, a la relación
abarcativa del significado, en donde todo significado, de lo contrario limitado, es pensado
como admitido y ocultado. La comprensión metafísica interpreta los hechos y la libertad
como lenguaje de un ser absoluto. Esta interpretación no es un pensamiento racional —
como tal es mero juego—, sino un esclarecimiento de experiencias originarias por la imagen
y el pensamiento.

Lo que experimentamos metafisicamente frente a su significación no es asunto de la ciencia


psicopátológica, pero ésta aclara los hechos que purifican tal experiencia metafísica: que lo
psicòtico puede llegar a ser una imagen de todo ser humano por su exterior, que aquí
parecen darse realizaciones desfiguradas y al revés de situaciones y elaboraciones
existenciales ; que en los individuos que enferman, se muestra una hondura que no
pertenece a la enfermedad como objeto empírico de investigación, sino a esos individuos en
su historicidad; que se presenta una multitud de contenidos en una realidad psicòtica y son
los problemas básicos del filosofar: la nada, lo simplemente destructor, lo amorfo, la muerte.

Disgresión sobre comprender y valorar. La tensión de toda comprensividad entre lo


verdadero y lo falso en lo espiritual, entre el proceso empírico y la libertad en lo asistencial,
entre lo seductor y lo que suscita espanto (entre el amor y la cólera de Dios) en lo
metafísico se muestra por un fenómeno básico, que conocemos constantemente en la
comprensión —y también en la comprensión psicológica— : allí donde comprendemos,
valoramos. La acción comprensible del individuo es también una ejecución de valoraciones,
y todo lo comprensivo tiene para nosotros al mismo tiempo un matiz de valoración positiva o
negativa; la valoración es constitutiva de toda comprensividad.

En la actitud científica importa suspender las valoraciones para reconocer lo que es. Esto es
posible en la comprensión no en el mismo sentido que en la explicación causal. Pero existe
una demanda análoga para nuestro conocer en la comprensión. Su realización se muestra
en la comprensión justa, franca, multilateral» críticamente consciente de sus límites.
Cuando comprendemos un caso concreto, surge la apariencia que valoramos y
comprendemos científicamente, cosa inevitable por el hecho que toda relación comprensible
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es valorada en sí de inmediato negativa o positivamente por todos los seres humanos. Esto
se debe a que en lo comprensible como tal está lo valorable. Verdadera comprensión es
valoración, verdadera valoración se realiza al mismo tiempo que la comprensión. Pero hay
en toda comprensión hacia una parte una comprobación que puede estar libre de
valoración, hacia la otra un llamado que valora y suscita valoraciones. Como la comprensión
exacta .es difícil y rara, la valoración dé otros individuos es mayormente errónea y
dependiente "del azar y de impulsos al margen del conocimiento. Como todo individuo
quiere con gusto ser valorado favorablemente, se siente bien comprendido cuando está
ligado a ello una valoración favorable.

Hay, en verdad, la idea de una valoración adecuada, es decir una comprensión con la que
estaría vinculada forzosamente la valoración exacta. La comprobación comprensiva sería la
ejecución de la verdadera valoración. Pero esa coincidencia sólo es una idea.

h) Cómo se mueve la comprensividad psicológica en el centroentre las objetividades


comprensibles y lo incomprensible. En los límites de lo psíquicamente comprensible hemos
hallado lo que no es genéticamente comprensible, sino condición previa para esa
comprensión.

Resumamos: ‘ Siempre, cuando describimos relaciones genéticamente comprensibles, hay,


primero, presupuesto u n contenido de naturaleza espiritual, que no es el mismo psicológico
y es comprensible sin psicología; en segundo lugar, es percibida una expresión que hace
aparecer una interioridad significativa; en tercer término es actualizado algo inmediatamente
vivenciado, que fenomenològicamente es algo último, inderivable, sólo vinculable
estáticamente al fenómeno.

Ninguna comprensión psicológica es posible sin imaginar los contenidos mentales


(imágenes, figuras, símbolos ideas), sin ver expresión, sin convivenciar los fenómenos
vivenciados. Todas estas esferas de los hechos típicos objetivos significativos y de la
vivencia subjetiva son el material de la comprensión. Sólo en tanto que son dados puede
realizarse la comprensión. Entran por su parte en relación por la aprehensión
genéticamente comprensiva.

En el conjunto de los diversos hechos típicos se realiza la comprensión psicológica. Por otra
parte se tropieza én lo incomprensible. Esto está, o bien en los mecanismos
extraconscientes, llevados por el cuerpo: en la comprensión es imaginado ineludiblemente
un mecanismo extraconsciente a examinar casualmente, y al revés, no se puede hablar de
mecanismos extraconscientes sin presuponer lo comprensible y lo comprendido que h a
estimulado en sus límites la invención de esos mecanismos.

El procedimiento del psicólogo comprensivo es por tanto: parte de una intuición


comprensiva de conjunto. Esta es descompuesta, sucesivamente se vuelve expresión,
contenidos y fenómenos por una parte, por otra se vuelve mecanismos extraconscientes, y
es percibida la posibilidad de la existencia como razón, como fundamento empíricamente
inexplorable. Finalmente, de esta expansión articulada de los hechos típicos y de' los
espacios de los sentidos es reconstruida la comprensión enriquecida de la relación.
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El objeto de la comprensión psicológica está también, por decirlo asi, en el centro entre
todos los hechos objetivos, los fenómenos vivenciados, los mecanismos extraconscientes
agregados por una parte y la existencia libre, por otra. Se podría negar el objeto de la
comprensión psicológica, y afirmar que habría para la investigación empírica sólo aquellos
fenómenos, contenidos, manifestaciones de expresión, mecanismos extraconscientes, y
para la filosofía, la existencia posible.

Pero se puede decir, no obstante, que la psicología comprensiva está siempre en el punto
de contacto entre aquellos dominios, y de tal modo que no se puede hablar nunca
“puramente” de la psicología comprensiva, porque se ve siempre en relación con aquellas
esferas, pero también de modo <^ie desde aquellas esferas, cuando llegan a la exposición,
no puede hablarse de separación pura.

La psicología comprensiva no puede, pues, permanecer en sí un solo momento. O bien se


vuelve psicología empírica en la comprensión de fenómenos, expresión, contenidos,
mecanismos extraconscientes; o bien se vuelve esclarecimiento filosófico de la existencia.

Ese estar-en-medio arroja también luz sobre el viejo problema respecto de lo que es el alma
propiamente, entre el espíritu y el cuerpo. El espíritu lo vemos como los contenidos a que se
refiere el alma, y por los cuales es movida.

El alma es la correlación objetivamente pensada respecto del método de la comprensión. El


alma parece retroceder; en lugar de ella, captamos apariencias (fenómenos, expresión,
contenidos) y condiciones (cuerpo y existencia). Lo que reconocemos en la psicología
comprensiva es el laza que aúna todo lo comprensible y lo incomprensible correspondiente.
El estar-en-medio del alma tiene por consecuencia que la comprensióa genética es incapaz
de encerrarse en sí y de culminar en un conocimiento supuesto en el todo.

Toda psicología comprensiva es por tanto abierta.

i) Tarea de la psicopatología comprensiva. La psicopatología comprensiva tiene dos tareas.


Quiere extender nuestra comprensión a relaciones extraordinarias, muy lejos de nosotros y
a la primera mirada tal vez inabarcables.

A ello corresponden dos capítulos: uno sobre el qué de las relaciones comprensibles. El
tema son las relaciones comprensibles como tales: lo anormal está en la comprensividad
misma.

Se añaden otros capítulos en los que tenemos presentes separadamente dos cualidades
básicas de lo comprensible. 1. Lo comprensible se comprende a sí mismo, se mueve en la
autorreflexión, especialmente en la toma de actitud de los enfermos ante su enfermedad. 2.
Toda comprensividad es coherente en sí en todo individuo. El conjunto de las relaciones
comprensibles “in concreto” lo llamamos personalidad o carácter. Ese tema será tratado en
el último capítulo.

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