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pareja
ESPECIALIZACIÓN EN FAMILIA
BUCARAMANGA
2021
1
FACTORES RELACIONALES QUE INTERVIENEN EN LA VIOLENCIA DE PAREJA, UNA
Familia.
DIRIGIDO POR:
ESPECIALIZACIÓN EN FAMILIA
BUCARAMANGA
2021
Tabla de Contenido
INTRODUCCION.................................................................................................................................8
OBJETIVOS........................................................................................................................................11
Objetivos específicos:..........................................................................................................................11
MARCO TEORICO.............................................................................................................................12
1. Violencia.......................................................................................................................................13
2. Tipos de Violencia........................................................................................................................18
3. Violencia de pareja.......................................................................................................................24
METODOLOGIA................................................................................................................................32
RESULTADOS....................................................................................................................................34
DISCUSION........................................................................................................................................39
CONCLUSIONES...............................................................................................................................43
REFERENCIAS...................................................................................................................................45
Tabla de figuras
:
FACULTY:
Especialización en Familia
DIRECTOR
Johan Sebastián Parra Moreno
:
ABSTRACT
The study on intimate partner violence is presented as a phenomenon that has
become more prevalent today; The growth, knowledge and publication of more
cases every day, in which conflicts and acts of violence in socio-affective
relationships are evidenced, encourage academic and research practices to try to
characterize said phenomenon, establishing relevant elements, parameters and
methodologies that allow understanding the how and why of these behaviors This
monographic work attempts to analyze the elements that make up this
phenomenon, establishing theoretical-conceptual and practical elements that
intervene in intimate partner violence, offering a greater analysis and depth of
this socio-relational situation. This process was developed through the use of
techniques such as documentary review and bibliographic analysis from a
systemic approach, on the relational factors involved in intimate partner violence.
The results of this work are based on the identification of different relational
factors, which, from a systemic perspective, allow us to recognize the structure
that configures the social, cultural and contextual elements that can reproduce
relational patterns of violence in the partner.
El presente trabajo monográfico tiene como finalidad describir las principales características que se
evidencian entorno a la violencia de pareja; por lo tanto, este proceso se ha desarrollado mediante un
rastreo teórico y conceptual que refleja los avances académicos que se han logrado hasta la
actualidad. Mediante este proceso se pueden observar, diferentes factores o elementos de orden
histórico y sociológico, que presentan algunas aristas sobre las condiciones que explican la
las sociedades.
enfoque sistémico, el cual, siguiendo a González (2004), quien nos ofrece una perspectiva basada en
los estudios sobre la familia, afirma que el modelo sistémico permite comprender la forma como los
grupos familiares o relaciones de afecto se inscriben en una red social mucho más amplia y
compleja, lo que claramente perfila y caracteriza la forma como las personas pueden relacionarse
entre ellas. Bajo esta perspectiva, el presente trabajo, implementa las comprensiones que brinda el
enfoque sistémico, las cuales ayudan a interpretar e identificar los elementos tanto exógenos que
El desarrollo socio afectivo que se presenta entorno a las relaciones de pareja se encuentra,
religiosas que identifican a un tipo de sociedad, razón por la cual, situaciones tales como la
condiciones que componen un tipo de sociedad, este fenómeno plantearía que entre más violenta es
una sociedad, así mismo las relaciones socio afectivas de pareja también lo serán (Mora et al., 2017).
Un ejemplo de lo anterior, expresan los autores, se manifiesta en la época antigua, donde se
configuraban las relaciones entre hombre y mujer en tres principales sentidos, por un lado en Grecia
estas manifestaciones se orientaban a un predominio por una comunicación y relación armónica entre
el cuerpo y las expresiones sexuales; en Roma por su parte existían claros ejemplos de relaciones
supremacía de la religión y por ende la unión conyugal adscrita a estos valores y su relación
sobre, por ejemplo, las manifestaciones amorosas o de pareja al interior de las mismas, empero de
ello, Lourdes (2007, citado por Mora et al., 2017) plantea que la antropología ha generado diferentes
surgimiento de las parejas y de donde se desprenden otras condiciones que se han descrito con
solidaridad entre las personas, lo cual se manifiesta en representaciones sociales tales como la
agricultura y el arte; por otro lado puede evidenciarse el modelo dominador, el cual se expresa en
establece en una fuerte supremacía sobre la mujer. De estos dos modelos se desprenden todas las
otras formas de relacionamiento entre las parejas, razón por la cual, puede plantearse que estos dos
modelos son el nicho inicial de las relaciones socio afectivas entre el hombre y la mujer.
Según lo plantean Ocampo & Amar (2011), la violencia de pareja ha estado, históricamente
ubicada, bajo una orientación soterrada, oculta y poco denunciada y estudiada en contextos públicos
y/o académicos, esto es, la determinación general de que este es un proceso que recae sobre las
propias personas inmiscuidas y bajo lo cual no existe una necesidad de investigar, profundizar,
debatir o cuestionar por diferentes entes investigativos o gubernamentales, esto indica la negación
del fenómeno como un problema que afecta directamente la convivencia entre las personas.
Sin embargo, plantean los autores, en la actualidad, diferentes entes multilaterales como la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las
Humanas que intentan posicionar diversas estrategias para el manejo adecuado de este tipo de
fenómenos.
aspectos relacionados con las formas de cómo se manifiestan, en la actualidad, las relaciones de
pareja y los factores relacionales que inciden en el surgimiento de la violencia entre la mujer y el
hombre que deciden involucrarse en relaciones socio afectivas, evidenciando que la violencia de
esta temática con herramientas innovadoras que permitan dar un aporte significativo a la nueva
Objetivo General
Objetivos específicos:
rastreo académico.
Exponer alternativas desde el abordaje sistémico a las familias por medio del análisis
diferentes matices que representan las diversas condiciones que interrelacionadas ofrecen mayores
herramientas para el análisis del problema, esto es un análisis centrado en la interpretación del
enfoque sistémico. En razón de lo anterior, la violencia de pareja no atañe únicamente las relaciones
factores de orden social y antropológico, lo cual evidencian las condiciones bajo las cuales se
presenta el fenómeno.
desde una mirada sistémica, la violencia de pareja, esto es, las herramientas necesarias para
determinar las condiciones que pueden llegar a fundamentar, desde elementos que han sido
trabajados y representados por diferentes investigadores, que comprenden el fenómeno desde una
con una rigurosidad académica para entender de una manera acertada el problema investigativo
formulado.
En este sentido y en aras de estructurar las condiciones bajo las cuales se presenta y evidencia
la violencia de pareja, es necesario establecer categorías conceptuales que cuenten detalladamente las
intenciones plasmadas en los objetivos, estas categorías serán expresadas y explicadas de acuerdo a
los aportes que otros investigadores han desarrollo entorno al objeto de estudio, con lo cual se podrán
pues es el punto de partida para comprender como se desarrolla este fenómeno en diferentes
dimensiones sociales, encontrando algunas variables que podrán ser aplicadas en procesos y
relaciones socio afectivas tales como el sistema familiar actual, partiendo, de este modo de una
asumir una posición de análisis frente al tema sin comprender la violencia dentro del subsistema
conyugal, razón por la cual, se desarrollará el concepto de la violencia de pareja desde una mirada
sistémica, con el fin de comprender este fenómeno desde esta perspectiva teórica, que resalta las
dinámicas relacionales y las pautas de interacción, como aspectos fundamentales que inciden en esta
problemática, esto es, involucrar las condiciones, elementos, relaciones y demás fenómenos que
componen y describen la realidad social, determinada (Osorio, 2007); en este orden de ideas, el
presente trabajo investigativo, no puede remitirse a una visión meramente reduccionista, limitando
las variables y las perspectivas que pueden surgir a una mínima expresión, pues al desarrollarlo de
esta forma se negaran y obviaran herramientas que restringirán el objeto de estudio, en esta
perspectiva, se tendrán en cuenta los diversos elementos que inciden en los procesos que determinan
la violencia de pareja, dando a conocer afectaciones que, en algunos casos resultan ser minimizadas
u opacadas por otras, pero que sin embargo inciden en la forma como se desarrolla el problema
planteado.
1. Violencia
Al desarrollar una revisión documental que permita a la investigación descifrar los principales
componentes de la categoría de violencia, se puede comprender que el termino como tal ofrece un
gran debate y da pie al nacimiento de múltiples interrogantes que cuestionan una definición única de
hallar una definición exacta que pueda delimitar su análisis de forma particular, esto tiene que ver
con la diversidad de métodos y formas que explican la violencia en diferentes escenarios de la vida
social, razón por la cual, el autor sugiere el estudio de violencias en plural, esto quiere decir que, la
violencia planteada por el autor, se ajusta a las condiciones bajo las cuales se presenta el fenómeno,
en este orden de ideas, la violencia tiene la cualidad de ajustar su definición de acuerdo al contexto
en el cual se desarrolle, por tal motivo es pertinente analizar las diversas formas como se manifiesta
la violencia, intentando desenmarañar los elementos que componen un acto violento en diferentes
entornos.
que, existen algunos elementos que transversalizan la violencia y pueden situarse como comunes
independientemente del enfoque sobre la violencia que haya sido ejercida, en este sentido, Montoya
(2016) plantea que las violencias pueden presentar una similitud en cuanto a que estas se evidencian,
de forma objetiva, en una acción de intervención que esconde una intención voluntaria o involuntaria
de hacer daño en detrimento a la conducta o principios de otro individuo, este fenómeno, señala el
autor, puede darse de forma física o psicológica y se representa de diversas maneras, allí es donde se
Según lo plantea Corsi (1999), la violencia también se manifiesta como un acto de poder que
se ejerce en contra de los intereses e integridad de las demás personas, estableciendo elementos de
vulnerabilidad en términos físicos, verbales, psicológicos, económicos, sexuales, entre otros, con lo
cual puede inferirse que la violencia se manifiesta como una relación de poder desequilibrada, en la
que alguien en una posición superior busca ejercer control sobre una persona en situación de
vulnerabilidad, por lo tanto, la violencia o las violencias, enfrentan situaciones transversales que las
identifican y que pese al contexto o entorno en el que se desarrolle, encuentran una similitud en las
primera instancia con el establecimiento de una relación de poder desequilibrada, esta relación
introduce claramente el posicionamiento de un individuo sobre el otro, razón por la cual este intenta
constreñir la voluntad personal del otro, interfiriendo en su deseo por ser o manifestarse de una
forma autónoma, para lograr esto el individuo que limita la acción del otro desarrolló ejercicios y
procesos coercitivos, represivos y dominadores que le permiten alcanzar sus propios objetivos, esto
indica una cosificación e instrumentalización de la otra persona bajo unos intereses individuales de
dominio y aprensión.
agresión, en donde, por ejemplo, la psicología social se ha adentrado con gran eficacia para
desarrollar una definición plausible, la cual es denominada como un tipo de conducta que provoca un
daño sobre una persona, objeto a si mismo de forma intencional, sin que exista una predominancia al
En este sentido, Calabrese (1997 citado por Andrade, 2016) indica que la violencia y la agresión
dominadores, los cuales desarrollan un papel hegemónico sobre otros en un determinado grupo
social, razón por la cual se entiende que las agresiones son herramientas que utiliza el sujeto para
manifestar un proceso violento de dominación, de esta manera las agresiones tienden a ocupar un
De este modo Gorjón (2004 citado por Andrade, 2016) establece que, en un escenario
que no pueden existir agresiones sin que se presente un escenario violento que permita que se den
en el que la víctima se siente subordinada por el agresor o en este caso el sujeto dominante.
Por su parte la OPS (2003), plantea que el hecho de que la violencia carezca de una
definición mucho más clara, entorno a sugerirla como un problema, se ha establecido como un
elemento propio de la salud pública, lo cual destaca su desarrollo como un fenómeno totalmente
difuso y ambiguo que no puede acentuarse bajo una apreciación totalmente científica, al contrario de
ello y como se ha venido planteando, la variación en su génesis establece que cada una de las
Esta situación se relaciona directamente con el análisis que afirma, que las características
propias de las sociedades son las que permiten analizar qué tan violento o no es un determinado
tipo de manifestaciones, razón por la cual, las acciones violentas o agresivas son definidas como tal,
según estos sean determinados por la propia cultura en donde se presenta el fenómeno, allí deben
De igual forma Ruiz De Vargas, Ropero, Amar & Amarís, (2003), plantean que la violencia
propio, es decir, que las personas que son violentas, no llegan a manifestar estos cambios
comportamentales de un día para otro, sino que al contrario, han pasado toda su vida resolviendo sus
problemas de forma violenta y agresiva, razón por la cual, sus formas de ver las vida se encuentran
tan arraigados a sus procesos vinculantes de naturaleza violenta, que cuando estos se dan o se
manifiestan, para ellos, son actitudes normales que corresponden a una opción válida para solucionar
cualquier inconveniente, por este motivo un ser violento la naturaliza y no la admitirá, por el
contrario la justifica.
contextual de las personas, empero de ellos autores como (Ospina & Clavijo, 2016), aunque aceptan
que el entorno bajo el cual habitan y se forman las personas violentas puede ser un elemento
trascendental para entender la génesis de su estructura relacional, lo cual es llamada por los autores
como teorías interpersonales, es decir, desde una visión totalmente sistémica; introducen las ideas
correspondientes a las teorías intrapersonales, las cuales sitúan la aparición de la violencia con los
psicopatológicos y las teorías macroestructurales, que se ajustan más allá de las relaciones de
comportamentales violentas.
en una constante zona de debate, bajo la cual sus disposiciones y orientaciones señalan una
consideración sobre sus causas, formas, dinámicas, consecuencias y valoraciones, lo cual plantea un
ejercicio analítico que más allá de contemplar las definiciones y conceptualizaciones propias de la
violencia, se concentran en clarificar los elementos que se manifiestan para su aparición y las
consecuencias sociales, físicas y psicológicas que resultan de ella. En este sentido, Pacheco (2016)
establece cuatro campos o lineamientos que se constituyen alrededor de este análisis de la violencia:
2. Tipos de Violencia
Bajo el margen de lo que se ha expuesto en líneas anteriores en cuanto a una sola y objetiva
definición que pueda abarcar y caracterizar la violencia, la presente sección plantea el desarrollo
analítico de diferentes tipos de violencias, con lo cual puedan señalarse y atribuirse los elementos
violencia.
Los tipos de violencia, también se integran como una categoría conceptual importante en el
objeto de estudio monográfico. Al respecto es importante partir del entendimiento que los actos de
violencia, al igual que su definición, son variados y es pertinente hacer una clasificación, que permita
ilustrar acerca de las formas en que se generan y el modo como se propagan a partir de relaciones
En este orden de ideas Rivera (2017) establece de entrada una multiplicidad de variables que
determinan los actos violentos en diversos contextos, en este sentido, plantea que los tipos de
La clasificación expuesta con anterioridad permite descifrar los elementos que componen el
tipo de violencia, con lo cual se establecerán acciones de prevención y acción en cuanto al desarrollo
violencia de acuerdo al autor del hecho violento según Arévalo-Mira (2011, citado por Rivera,
2017):
i. Violencia autoinfligida: este tipo de violencia se manifiesta mediante las acciones que
realizan los seres humanos en cuanto a generar un daño físico o psicológico a si mismas, es decir,
para estos casos, el victimario y la victima son la misma persona, allí podemos encontrar acciones
ii. Violencia interpersonal: Este tipo de violencia se encuentra referenciado por acciones
que se relacionan con hechos agresivos entre personas que pertenecen a una misma familia,
naturaleza infantil, violencia juvenil, violencia de género, violencia de pareja y sexual y violencia a
iii. Violencia colectiva: En este tipo de violencia, suele incluirse el uso de agresiones entre
diferentes grupos sociales los cuales concuerdan con algún tipo de rasgos identitarios que establecen
una posición contraria a otros grupos sociales; la mayoría de acciones violentas relacionadas con este
tipo suelen incluirse en procesos políticos, económicos, sociales o deportivos, entre otros (Rivera,
2017).
i. Violencia Física: Esta se reconoce como el tipo de violencia que presenta acciones, pautas
ii. Violencia psicológica y emocional: Este tipo de violencia se reconoce como un proceso
mediante el cual se presentan diferentes acciones u omisiones que se encargan de atentar, controlar,
degradar o deslegitimar las actividades, conductas, percepciones e imaginarios de otras personas,
humillación a otros individuos que piensen o se comporten en contravía a lo que el victimario piensa
iii. Violencia sexual: Este item contiene los diferentes elementos que expresan actos
violentos entorno a la finalidad de consumar un acto sexual, al igual que comentarios, insinuaciones,
amenazas relacionadas con orientaciones sexuales que no son deseadas por alguna de las partes que
la componen. Esta violencia se manifiesta sin tener en cuenta el grado relacional de la victima y el
victimario, razón por la cual, la violencia sexual puede encontrarse en dinámicas socioafectivas tan
intimas como el de las propias parejas pero que sin embargo atentan contra los principios, derechos y
iv. Violencia económica o patrimonial: Puede mencionarse que este tipo de violencia se
ajusta también con el tipo de víctima, razón por la cual, establece una subsecciones dentro de las
cuales pueden identificarse las formas en las que opera la violencia; en el escenario familiar esta
directamente las condiciones y necesidades básicas de las personas que son responsabilidad del
victimario y lo cual se encuentra determinado por la ley. En el escenario especifico de las mujeres, la
violencia patrimonial se plasma bajo conductas que afectan la libre soltura económica y patrimonial
de las mujeres, incluyendo acciones tales como modificación, robo, destrucción, daño y perdida de
económicas propias de un país, estas acciones son gravemente castigadas, demandadas y afrontadas
por organismos internacionales que velan por la integridad de los diferentes países (Rivera, 2017).
El tercer elemento que se tiene en cuenta para reconocer la tipología de la violencia se
presenta bajo las características propias del tipo de individuos que son violentados:
i. Violencia contra la mujer: Según disposiciones orientadas por la propia ONU (1993), este
tipo de violencia engloba todo acto de agresión que se presenta en contra de las mujeres, el cual
plantee como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, involucrando acciones tales como
ii. Violencia contra los niños y niñas: Allí se puede ubicar las acciones o manifestaciones
que atenten contra los derechos de los niños, niñas y adolescentes, los cuales deben comprenderse de
acuerdo a su estadio evolutivo, resaltando elementos relacionados con su integridad personal, física,
iii. Maltrato o Violencia contra las personas mayores: El maltrato sobre este tipo de
población se expresa mediante el desarrollo de actividades que en temporalidad única o reiterada que
provoquen un sentimiento de angustia o perjuicio en contra de los deseos e intereses de las personas
mayores, bajo esta perspectiva pueden ubicarse maltratos de tipo físico, psicológico, económico o
iv. Violencia contra las personas debido a su orientación sexual o identidad de género:
Este tipo de violencia puede relacionarse directamente con la violencia de género y se expresa
mediante la concreción de actos violentos que buscan castigar y limitar el desarrollo libre de la
personalidad de los individuos que se reconocen como diferentes a los roles y normas impuestos por
los géneros tradicionales. De la misma forma se fuerza a que los trabajadores sexuales abandonen
cumplimiento de los derechos de este tipo de personas. Además de la violencia ejercida por un grupo
de personas, la violencia a personas con discapacidad también suele presentar en escenarios clínicos
o médicos los cuales no cumplen con su responsabilidad efectiva sobre los derechos y necesidades de
vi. Violencia hacia las personas portadoras del VIH-Sida: Algunas acciones que se
presentan alrededor de la violencia contra personas portadoras del VIH-Sida, pueden ser maltrato
físico y verbal, rechazo por parte de sus circulo cercano de conocidos, violación a los derechos
humanos en especial los relacionados con una atención medica apropiada, perdida del hogar y del
Finalmente, el cuarto y ultimo elemento que se tiene en cuenta a la hora de clasificar los tipos
diferentes acciones y omisiones relacionadas con el sufrimiento, daño físico, sexual o psicológico
que atente contra algún integrante del núcleo familiar, esto involucra procesos de desatención
ii. Violencia en las comunidades, calles y espacios públicos: Bajo estos escenarios las
acciones que atentan contra la convivencia y la seguridad las personas que habitan o transitan en un
espacio publico ofrece múltiples ejemplos, razón por la cual, los principales entes gubernamentales o
iii. Violencia en la escuela: Este tipo de violencia gira y se presenta en varios sentidos, por
un lado, las demostraciones de imposición y castigo por parte de los modelos de disciplina que
producen las propias escuelas; por otro lado, la violencia que se presenta entre los mismos
estudiantes y de una manera poco señalada, los casos de violencia a los docentes, los cuales se
presentan desde los estudiantes y los propios directivos de las instituciones educativas.
iv. Acoso laboral y violencia en el trabajo: Esta se evidencia en procesos relacionados con
toda forma de agresión que se da de manera continua hacia los integrantes en un entorno laboral,
dentro de lo cual puede ubicarse situaciones degradantes, humillantes y hostiles en contra de los
trabajadores.
tecnológicas, las cuales pueden ser utilizadas para hostigar, discriminar, amenazar y promover
acciones encaminadas al desprestigio de las personas, entre las cuales pueden encontrarse: El
sexting: difusión de contenidos íntimos y personales. El Gromming: Acciones de ciertos adultos para
El cyberbullyng: hostigamiento entre diferentes personas por medio de las redes sociales y la
3. Violencia de pareja
presenta una definición única y objetiva de lo que es la violencia de pareja, mas bien esta se
posiciona como la yuxtaposición de diferentes tipos de violencias, las cuales, caracterizan de manera
efectiva como se presenta la violencia de pareja. De este modo los elementos expuestos en relación a
los tipos de violencia podrán ser integrados para la decantación de un posterior análisis de los
configuran o denotan la violencia de pareja, esto quiere decir, que los parámetros que caracterizan a
un tipo de sociedad son los de van a trazar una serie de pautas comportamentales en los individuos,
motivo por el cual es necesario pensar y conocer el contexto cultural que estructura a las sujetos que
integran una pareja, pues es allí, donde se podrán reconocer la forma como ambos ven y entienden la
la salud presentado en Washington DC: OPS en el año 2003, indicó que la violencia conyugal o de
pareja es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer la cual es infligida por su
marido o pareja, razón por la cual, la aparición de acciones relacionadas con la violencia de pareja
situación presentada por los hombres, los cuales se encuentran expuestos a sufrir agresiones de
extraños o desconocidos que de personas de su círculo íntimo, por lo tanto, en esta perspectiva, la
violencia de pareja atañe situaciones y cifras que reflejan una mayor violencia de pareja ejercida por
parte de los hombres a la mujeres que en sentido contrario, estableciendo de esta manera un primer
Justamente sobre los tipos de agresiones que se manifiestan entorno a la violencia de pareja,
estas involucran, según el informe anteriormente citado, violencia física en donde pueden ubicarse
acciones tales como, abofetear o utilizar extremidades y fuerza física para causar daño a la otra
forzadas; diversos procesos vinculantes dominantes, tales como, aislamiento de la persona de sus
última.
Sobre el tema de violencia de pareja, plantea (Mayor & Salazar, 2019) que las relaciones
socioafectivas de esta índole, pueden posicionarse como un foco en donde se presentan alta
predominancia a la violencia, pues, según los autores, las relaciones de pareja se constituyen como
escenarios de socialización que decantan en procesos de aprendizaje en donde, con el transcurrir del
tiempo, se configuran una serie normas convivenciales, que como todas las otras que se han
pautas que han recibido, tanto el hombre como la mujer en su contexto o en su entorno formativo,
esto quiere decir que las relaciones de pareja representan los pautas interacciónales de las mismas
sociedades, por ende en una sociedad violenta, predominaran relaciones igual o peores de agresivas,
razón por la cual, los autores recomiendan establecer procesos de reflexión frente a las practicas de
Por su parte, (Cuervo & Calvera, 2013) plantean que la violencia de pareja obedece un
temporalidad cíclica que representa cada uno de los estadios por los cuales atraviesa una relación
socioafectiva que se encuentra bajo procesos de conflicto. Estos ciclos de la violencia de pareja se
Segunda fase. Compuesta por violencia física y/o sexual, la cual establece dos
abandonado por la otra persona, la victima asume una posición permisiva frente a las
acciones violentas que puedan presentarse. De este modo, se presenta una continuidad
pesar de las promesas y las reflexiones que yacen en cada conflicto o acto violento,
las mismas acciones se presentaran una y otra vez, llevando la relación a un proceso
Por otro lado, en cuanto a las formas de como se manifiesta la violencia conyugal existe una
investigación con un aporte relevante a este caso concreto, planteado por la investigadora
estadounidense, Karen Landenburger (citada por Concepcion, 2015), quien a partir estudios basados
en mujeres victimas del maltrato conyugal, identificó etapas comunes en una relación violenta. Estas
a. Etapa de Entrega:
La autora describe esta etapa como ese momento idealista de la relación, ya que al momento de
formar pareja una mujer busca una relación positiva y significativa. La mujer proyecta en su
compañero cualidades que ella desea tenga él. Si él la maltrata, tiende a justificar sus actos, y a creer
b. Etapa de Aguante:
fijarse en los aspectos más positivos de la relación, para minimizar o negar el abuso. Modifica su
propio comportamiento como un esfuerzo por alcanzar algún nivel de control sobre la situación.
c. Etapa de Desenganche:
En esta etapa la mujer comienza a darse cuenta de su condición de mujer maltratada, así mismo
consecuencia puede mostrarse rechazante hacia cualquier actitud de éste (positiva o negativa), y
d. Etapa de Recuperación:
El trauma de la mujer no termina con salir de la relación. Normalmente pasa por un proceso
de duelo por la pérdida de la relación y una búsqueda de sentido de su vida. Trata de entender lo que
su compañero le hizo, y por otro lado busca explicaciones sobre las razones que le hicieron quedarse
La mención de estas etapas dentro de la violencia conyugal, que usualmente se presenta con
mayor incidencia en la mujer, sin desestimar que se puede presentar también en el genero masculino
cuanto a las causales de la violencia de pareja y las relaciones socio-efectivas. En este sentido
Fernandez (2019), plantea que el enfoque sistémico, como herramienta interpretativa, permite incluir
y observar todas las perspectivas que pueden ocasionar la violencia intrafamiliar, estas se encuentran
relacionadas y pueden provenir de fenómenos tales como, el origen familiar de las personas que
conforman la pareja, los acontecimientos familiares del pasado que perfilan la personalidad de los
individuos en una relación de pareja, las formas como estas personas aprendieron a comunicarse o
manifestar sus sentimientos, su estructura familiar, las pautas establecidas en términos de alianzas,
enfoque sistémico nos ofrece toda una estructura organizativa que trasciende más allá del problema y
busca las raíces que inciden en las pautas relacionales de las personas y los cuales pueden derivar en
su estructura relacional.
a las personas.
comunicativa.
Anticiparse a la pauta del funcionamiento, es decir, prever una acción violenta cuando
Identificar los elementos y miembros familiares o sociales que componen las pautas
tipo de situaciones o fenómenos, intentando comprender todos los elementos que inciden en una
situación de violencia de pareja. Las relaciones familiares y por ende las relaciones de pareja, han de
interpretarse como un microsistema que, a pesar de guardar una identidad propia, se construye en
relación a la cultura, contexto y costumbres en donde se desarrolla, motivo por el cual, el enfoque
sistémico cobra una especial relevancia, pues es a partir de allí que pueden interactuar, en una cadena
de análisis, todos los elementos que nutren algunos procesos vinculantes de los individuos.
Por otro lado, relacionar el enfoque sistémico con la problemática de la violencia de pareja,
construcción personal de los individuos, nos permite observar como se manifiestan la continuidad y
la discontinuidad en estos procesos evolutivos, esto quiere decir, que el enfoque sistémico, no solo
puede corresponder a clarificar las pautas comportamentales de los individuales, sino que también
puede evidenciar rupturas de en los vínculos relacionales, procesos en donde las personas, a pesar de
contar con casos de violencia en su formación personal, renuncia a ella y trata de construir otro
carácter de acuerdo a su propia forma de observar la vida, esto sería una autonomía de
De esta forma, Linares y Campo (2002, citado por De Juan Martínez, 2016) evidencia que la
organización familiar o de las parejas, se presenta como un factor que configura pautas
comportamentales que pueden manifestar un tipo de violencia con el transcurrir del tiempo, esta
organización se caracteriza por: i. La jerarquía: Así como puede suceder que la toma de decisiones
y la capacidad de asumir responsabilidades sea asumida por las dos personas, en la mayoría de las
ocasiones es una persona (el hombre), el que desarrolla un ejercicio de superioridad. ii. La cohesión
de la pareja: Esta indica que si bien, las parejas pueden apoyarse o no en el otro, estos elementos
vinculantes pueden llegar a generar practicas de sometimiento que se justifican por este tipo de
caracteriza este ítem, esto es, la capacidad de los individuos para generar putas relacionales
independientemente de las condiciones que se presenten, esto es, permitir episodios violentos en aras
Por su parte, Ocampo & Amar (2011), plantean que cuando se habla de violencia de pareja
pueden presentarse factores que giran en tres sentidos: Factores Biológicos: Que pueden situarse en
elementos tales como la genética, el cerebro y las hormonas sexuales. Factores Sociales: En donde
se ubican elementos tales como: cultura local, factores demográficos, teorías feministas y
oportunidad y control social. Y los Factores Psicológicos: En donde se encuentran las siguientes
cognoscitiva y la Teoría sistémica, esta última, en relación con el presente apartado es descrita como
relaciones socioafectivas.
Lo anterior indica que la violencia de pareja contempla un sinnúmero de afectaciones para los
individuos que son directamente agredidos, pues suele suceder que estos procesos comportamentales
párrafos anteriores, las cuales configuran un ciclo de violencia en donde se presenta la repetición, un
grado cada vez más alto de agresión, tácticas de atemorización y pautas relacionales de dominio.
Este sistema no discrimina edad, riqueza, posición social o modo de pensar, una vez se abre la puerta
este tipo de acciones relacionales, cada uno de los individuos que integra un ejercicio vinculante
Para efectos de la presente monografía, se realizó una revisión documental y bibliográfica desde
un enfoque sistémico, sobre los factores relacionales que intervienen en la violencia de pareja.
violencia de pareja, estableciendo de esta forma elementos y características que se integran para
la aparición de la misma, comprendiendo, de este modo, que esta representa una gran cantidad
de variables que decantan en acciones físicas, psicológicas y económicas que acontecen bajo la
aceptación, subordinación o acción reactiva de los afectados, esto desde la mirada del enfoque
Así mismo, se indagó con respecto a estudios adelantados desde el enfoque sistémico
sobre el abordaje de este fenomeno. Se hallaron 34 estudios, los cuales al realizar la revisión se
depuraron teniendo como criterio la fecha y la temática acorde a los objetivos propuestos.
fuentes primarias, así como en base de datos Scielo, Redalyc, lilacs mediante la estrategia
PICO, se estableció como palabras claves: enfoque sistémico, violencia de pareja, tipos de
De esta manera, se sistematizaron veinticinco (25) artículos publicados entre los años 2002
que se relacionaron con la perspectiva sistémica, los cuales permitieron tener bases desde modelo
ecológico de los factores relacionales que influyen en la violencia de pareja entre los que se
destacan la estructura familiar, dinámica relacional y pautas de interacción entre otros, que desde
una mirada sistémica se realiza una lectura holística. Finalmente, una vez recopilada la
información se realizó la presentación de los resultados, la discusión y las respectivas
conclusiones.
RESULTADOS
diferentes factores relacionales, que, desde una perspectiva sistémica, permiten reconocer
diferentes elementos sociales, culturales y contextuales que pueden reproducir unas pautas de
perspectiva sistémica, permiten no solo observar las variables que inciden en las pautas
comportamentales de las personas en sus relaciones afectivas, sino que también ofrecen diferentes
alternativas para abordar este tipo de fenómenos al interior de las sociedades, teniendo en cuenta
que las parejas son las bases constitutivas de las familias y estas a su vez se posicionan como la
La violencia de pareja vista desde la perspectiva sistémica, nos permite evidenciar que
existen un sin número de factores exógenos y endógenos, los cuales tienen una relación directa con
configuración de normas y pautas basadas en el respeto y la empatía por el otro, cuando estas
normas o principios se violan o son desbordados por alguna de las dos personas o por la misma
pareja en su conjunto, las acciones violentas no tardan en aparecer sobre la mesa; esta forma de
relacionarse, define su dinámica como pareja y conlleva a que las acciones violentas o agresivas
violentos, en donde se denotan, dominios, ausencias, indiferencias y una serie de elementos que
explican de una mejor manera el porqué de las violencias ejercidas, visto esto como un proceso
que yace en las dinámicas relacionales a las que son expuestos los individuos pensados desde un
Fuente:
monografía, se refiere a todas las pautas que se utilizan a la hora de relacionarnos con otra persona
pautas de comunicación y las formas como se le da solución a los conflictos externos e internos
que se pueden presentar dentro del sistema familiar. Cada una de estas dinámicas relacionales son
Dentro del ejercicio analítico desarrollado en el presente trabajo, puede plantearse que, si
bien existen diferentes formas de violencia dentro de una relación de pareja, tal cual como se han
enumerado: física, psicológica, sexual, patrimonial, entre otras., plantean (Aleaga et al., 2005), en
su estudio poblacional, que es una necesidad imperante que se reconozca la violencia psicológica,
como una de las primeras que se manifiesta en una relación de pareja y que esta debe ser la
primera a tener en cuenta cuando se quiera atender o denunciar este tipo de afectaciones, pues es
realmente este tipo de violencia la que ínsita a que puedan darse otras formas de violencia que
reconocer que la violencia psicológica no es del todo bien percibida por la víctima y esta suele
interpretarse como “errores” que son cometidos por la pareja pero que pueden ser resarcidos
rápidamente, sin tener en cuenta la afectación significativa que pueden empezar a generar en una
persona.
En este sentido, las dinámicas de violencia aluden a un desarrollo que presenta diferentes
campos y que integrados explican la forma como puede manifestarse la violencia de pareja. De
este modo, comprender la génesis de la violencia de pareja involucra situar razones o variables que
inciden en las manifestaciones violentas, esto es, la confluencia de diversos elementos que en
conjunto ayudan a explicar el nacimiento de episodios violentos en los individuos. Lo cual también
permite entender que la violencia de pareja, al igual que otras violencias, una vez evidenciadas
puede generar en los individuos que marcan su vida en un corto, mediano y largo plazo, motivo
por el cual, no puede pensarse que la repetición de vivencias relacionadas con la violencia van a
periodos de tiempo.
Figura 2: Pautas relacionales de la violencia de pareja
Fuente:
Por otra parte, cabe mencionar que la violencia de pareja vista desde el paradigma
sistémico nos da una visión más amplia frente a este fenómeno, ya que la propuesta no es
individualizar la problemática, ya que este enfoque nos propone que cada uno de los miembros que
hace parte del sistema familiar de alguna manera participa de la violencia. Por tal motivo la
violencia en la pareja no es responsabilidad de uno solo, porque esto nos obligaría a tener una
modificación de los pautas de relacionamiento que están presenten en el sistema familiar de esta
manera se puede establecer un abordaje terapéutico que genere un impacto significativo en los
sistemas abordados, es decir se direcciona a cada uno de los miembros del sistema en la
modificación de la forma particular que se tiene en la construcción de la violencia como una forma
viable de interacción.
Finalmente, puede plantearse que tanto el agente violento como la víctima, pueden llegar a
desarrollar algunas pautas comportamentales que inciden fuertemente en como se manifiesta y con
que regularidad los episodios violentos, esto no es una predisposición de los individuos, sino que
mas bien, es el resultado explicativo de las formas como se da la violencia, esto quiere decir, que
los individuos configuran nuevos episodios relacionales de acuerdo a como su experiencia de vida
la va formando.
Fuente:
procesos socioafectivos entre dos personas, razón por la cual, cuando se habla de las condiciones que
enmarcan y caracterizan la violencia de pareja, desde una visión sistemática de la estructura social,
desarrollan las parejas. En este sentido, el tipo de sociedad puede configurar, en la mayoría de los
casos, las formas como las personas se relacionan en esa misma sociedad, por lo tanto, la violencia
en las parejas, se presentan como resultado de los aprendizajes culturas y de costumbres que
constitutivos de las familias, en este sentido, características como el estilo de vida, episodios de
fenómenos de violencia, experiencias traumáticas familiares tanto del hombre como de la mujer, se
posicionan como elementos que tienen peso y valor en el momento de interpretar situaciones de
violencia en las parejas. De este modo, el ser violento no se origina de una forma esporádica en el
seno de las relaciones de pareja, sino que, por el contrario, estas pautas vienen afincándose y dejando
huella en las relaciones socioafectivas que construyen las personas tanto en el trabajo, con sus
centros urbanos y en las zonas rurales, esto es evidente si se tiene en cuenta que nuestro país, asiste a
un desarrollo social enmarcado en la violencia y en la vulneración constante de los DDHH, razón por
la cual, es labor principal de los gobiernos de turno establecer herramientas que permitan al país y a
las familias que lo componen, orientarse al camino de la configuración de este tipo de fenómenos, de
lo contrario la violencia en todos sus espectros socio-relacionales, seguirán posicionándose como una
constante.
Maureira (2011), anota sobre este tema, que las relaciones de pareja no pueden alejarse de
una comprensión de los parámetros y elementos que componen un sistema social, por lo tanto cada
vez que quiera entenderse o comprenderse la forma como los individuos se comportan en sus
relaciones socioafectivas, es necesario tener en cuenta los entornos en los que estos se desenvuelven,
evidenciando que los elementos que desde allí se desprenden se posicionan perfectamente para
Podría desestimarse el análisis sobre el cual, los antecedentes de las personas, acentúan sus
pautas socioafectivas, sin embargo (De Juan Martínez, 2016), plantea que, estos antecedentes están
tan bien marcados en las personas, que estos por más que quieran llevar una relación amorosa y
estable con sus parejas, no cuentan con las herramientas necesarias para solucionar conflictos que
puedan llegar a presentarse, razón por la cual sus discusiones, desavenencias y contrariedades no
pueden ser bien encaminadas y dialogadas, sino que para las personas formadas en contextos
violentos, la primera o última solución, sigue siendo el uso de la violencia en cualquiera de sus
ha podido establecer que ante los sesgos que pueden causar su desconocimiento conceptual, la mejor
alternativa es situar una discusión en plural sobre la(s) violencia(s), esto indica, que como tal se
expresa en diferentes aristas que son multidiversas gracias a los diferentes elementos que la
componen, ejemplo de ello es la violencia de pareja, la cual resume una variada conjunción de
acciones agresivas que, desde la teoría, se explican como diferentes violencias que aparecen en
diferentes contextos, tanto temporales como espaciales, razón por la cual, habrá que prestar mayor
atención a los componentes propios de la violencia de pareja, pues en su interior, guarda un sin
numero de elementos que hacen mucho más compleja su análisis e interpretación, en cuanto a su
debe situarse como una invitación para adentrarnos en las diferentes repercusiones, que sobre todo
para la mujer, recaen a la hora de enfrentar este tipo de situaciones; es así como (Bogantes, 2008)
plantea que la violencia entre parejas significa un proceso de control y dominio por el hombre hacia
la mujer, utilizando diferentes estrategias abusivas para mantener un poder sobre su compañera
sentimental, lo cual debe ser visto desde una perspectiva particular, la cual demuestre la necesidad de
ver este fenómeno desde múltiples lugares, donde encontramos por ejemplo: un primer momento en
estadio convivencial; en segundo momento, violencia psicológica, en donde las mujeres, deben
asumir una afectación a los elementos que integran su autodeterminación, su propio carácter y
principios formativos; en un tercer momento, violencia física, esta puede estar presente durante todo
el proceso, pero se acentúa luego de que el agresor realiza unas amenazas, gritos y palabras ofensivas
evidencia cuando el agresor obliga a la victima a acceder a relaciones sexuales sin el consentimiento
de ella misma: por ultimo se da una violencia patrimonial, lo cual corresponde a un afectación y
Lo anterior evidencia, que la violencia de pareja presenta muchos más elementos de los que
pueden llegar a pensar y que claramente la víctima más recurrente son las mujeres, pues como según
lo plantea (Mayor & Salazar, 2019), la cantidad de mujeres entre los 15 y 49 años que han sido
víctimas de algún tipo de violencia, antes descrito, por alguna pareja en algún momento de su vida,
ocupa un porcentaje del 15% al 71%, a lo que podría sumarse, en la línea analítica que se ha venido
planteando en la presente investigación, a las condiciones contextuales que en América Latina suelen
ser más violentas que en otros lugares del mundo, argumento sustentado por el reconocimiento a que
en nuestro continente, la forma más común de violencia contra la mujer, es la violencia ejercida por
particularmente, en acciones tales como golpes, empujones, jalones, bofetadas entre otras, razón por
la cual, el estudio sobre la violencia de pareja nos invita particularmente, a reconocer otro tipo de
construcción personal que denotan las personas que habitan lugares donde los índices de violencia de
La violencia como concepto carece de una definición objetiva, por lo tanto, su análisis e
interpretación debe ubicarse bajo los elementos socio-relacionales que caracterizan la sociedad en
donde esta se desarrolla, en esta medida, la violencia y la subjetividad están fuertemente relacionadas
apropiado preguntarnos que tanto pueden modificarse estas construcciones culturales, cuando se
entiende que las acciones comprendidas como violentas trascienden y afectan directamente a la
representan las sociedades que forman a los integrantes de las relaciones socioafectivas, razón por la
cual, combatir la violencia de pareja, a su vez involucra combatir y erradicar la violencia en todos los
sentidos que se presenta en las propias sociedades, transformando los pautas, actitudes y formas
logran percatarse de los daños y afectaciones que representa para ellos mismos mantener una
relación que atente contra su propia integridad, razón por la cual, este tipo de fenómenos, en una
forma ideal, deben estar acompañados por profesionales o personas externas que se encuentren aptas
Es tarea de estos profesionales poder entender y explicar la forma como inciden los diferentes
factores relacionales en los episodios de violencia de pareja, evidenciando elementos y pautas tales
como:
La casualidad
Normalización de la violencia
Falencias comunicativas
pareja, marcando una real importancia y efectividad en la aplicación de un modelo sistémico para la
atención a este fenómeno social, pues su perspectiva metodológica permite poner sobre la mesa los
diferentes caminos que estructuran las pautas comportamentales de un espectro vinculante, motivo
por el cual, es pertinente ampliar una invitación a seguir adelantando procesos investigativos que se
centren en la aplicación de este modelo, pues, como se evidencia en el presente trabajo, abre la
entrecruzan y yuxtaponen para dar forma a una dinámica relacional que se presenta constantemente
en nuestros contextos.
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