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RESPONSABILIDAD CIVIL

SESION 4

RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
Jurisprudencia
Cas. Nº 1072-2003-Ica
www.pj.gob.pe
Arts. 1969, 1970 y 1985
“De acuerdo a los artículos 1969, 1970 y 1985
del Código Civil, para la procedencia de la
responsabilidad civil extracontractual, deben
concurrir los siguientes requisitos: a) la
antijuridicidad de la conducta, b) el daño
causado, c) la relación de causalidad entre el
hecho generador y el daño producido y , d) los
factores de atribución.
1.- LA ANTIJURICIDAD.-
La antijuricidad es toda manifestación, actitud o hecho
que contraría los principios básicos del derecho y por
ende ocasiona un daño antijurídico.
Para la doctrina argentina, alude a la antijuricidad formal
es decir la ilegalidad; y, a la antijuricidad material es
decir la contravención del ordenamiento jurídico público,
social, económico, cultural; y, a las buenas costumbres.
Para el autor nacional Juan Espinoza es menester suplir el
vocablo antijuricidad por el de “ilicitud” porque se
entiende como ilícito aquello que contraviene leyes de
orden público (delitos, cuasidelitos) y orden privado
(contrato – el contrato es ley entre las partes).
2.- DAÑO.- Es la lesión a un derecho o interés
jurídicamente protegido (no reprobado por el
ordenamiento jurídico). Sin daño o perjuicio no
hay responsabilidad civil, puesto que el
objetivo primordial de la misma es
precisamente la indemnización o resarcimiento
del daño causado.
Daños permitidos.- No existe responsabilidad
civil en los casos de daños causados en el
ejercicio regular de un derecho, pues se trataría
de daños producidos dentro del ámbito de lo
permitido por el sistema jurídico: pueden ser
supuestos autorizados o justificados por el
ordenamiento jurídico.
Por lo tanto el autor del daño no será
responsable si la conducta realizada se efectuó
dentro de los limites de lo lícito.
CLASIFICACION DEL DAÑO:
REQUISITOS PARA QUE EL DAÑO SEA REPARABLE.-
DAÑO MORAL – CUANTIFICACIÓN.
Su cuantía en principio se prueba mediante
pruebas directas.
En caso no se cuente con tales pruebas, el daño
moral podrá acreditarse a través de pruebas
indirectas es decir indicios, presunciones (legales
o judiciales) o incluso de conducta de las partes,
que van a permitir a los magistrados sustentar
sus decisiones más allá de la simple presunción,
con una debida motivación y, porque no,
logrando establecer criterios objetivos de
cuantificación basado en medios probatorios
indirectos.

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