Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ASESOR:
JUAN VARGAS
TRUJILO – PERÚ
CASA DE ESQUÍ ALPINE
2019
INTRODUCCIÓN:
Desde que nacemos, la vida para todos nosotros es
un acto involuntario, hacemos las cosas de
acuerdo a nuestra formación, creencias, cultura,
nuestro ámbito social, las hacemos simplemente
porque tenemos que hacerlas, tomamos a la vida
como acto involuntario. La llegada de la muerte es
algo que nos pone nerviosos a todos, es algo que
nos aterroriza y no deseamos sentirla, mucho
menos profundizar sobre ella.
La influencia de Sócrates, Platón y los estoicos, fue muy importante en la práctica de la eutanasia, pues ellos
lograron despojar, alejar el concepto e susidio de muchas supersticiones hasta lograr que fuera considerado como
una práctica digna de tener en cuenta, evitando de eta manera el sufrimiento y la infelicidad en el ser humano.
Humphry (1991)
Como se puede observar existe un gran número de personas e incluso filósofos que consideran correcta la
práctica de la eutanasia, en el ámbito médico y personal, ya que al no existir una cierta cura para alguna
enfermedad, es preferible cortar el dolor del paciente con la muerte asistida, o también puede darse por la
decisión propia.
Richard A. McCormick, (1977) dice que: “Soy de parecer que la principal objeción contra la legislación a
cerca del derecho a morir está todavía en pie. El propósito de tal legislación, afirma el derecho natural de
un paciente terminal a morir en paz, es recomendable y moralmente justa. Con todo, este objetivo no se
alcanza con facilidad, porque las leyes exigen un documento legal, una voluntad expresa, antes de que se
tome la decisión de no aplicar las técnicas para mantener la vida”
Como podemos analizar existen varios tipos de eutanasia y diferentes posturas sobre ésta,
pero llegamos a la conclusión que lo más importante, es que la muerte sea digna para el
enfermo y que solo se practique frente a una enfermedad terminal, para aliviar el dolor del
paciente en cercanía de sus familiares, con la ayuda espiritual necesaria y afectiva que éste
necesita. Muchos rechazan ésta práctica sin embargo, ante un enfermo terminal con dolor
físico o sufrimiento moral lo más justo es respetarle la vida como la muerte.