Luego de haber escuchado los nombres de todos, preguntamos cómo los llaman en casa, o

cómo los llaman sus amigos, si conocen el significado de su nombre o por qué les pusieron así,
si alguien en su familia tiene el mismo nombre. La profesora también les platica y les da una
pequeña reseña acerca de su nombre, el cual nos hace únicos y especiales.

Los niños que desean nos cuentan acerca de su nombre y comentamos acerca de su
importancia; y finalizada esta actividad proponemos realizar otra para reconocer nuestros
nombres cuando están escritos, para esto la profesora oculta con antelación, en el patio,
tarjetas con los nombres de todos; luego indica que la actividad se trata de jugar a encontrar
cada uno su nombre que se encuentra en una tarjetita pegada en diversas partes del patio, el
niño que encuentre su nombre despegará la tarjeta y regresará al aula. Si alguno de los niños
no logra encontrar su nombre, le damos pistas o pedimos a los compañeros que lo ayuden.
Una vez todos hayan culminado el juego, pedimos a cada niño nos “lea” su nombre, y que nos
explique cómo pudo reconocerlo.

Finalmente, entregamos a cada niño una hoja en blanco y pedimos que “escriban” su nombre
según sus posibilidades.