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RESUMEN Contratos
RESUMEN Contratos
El CCyC contiene ahora, por un lado, la teoría del acto o negocio jurídico
y, por otro, la teoría del contrato.
Según el art. 957 de acuerdo a la noción legal se observa que la figura del
contrato puede ubicarse en el sistema jurídico como una especie dentro
de la categoría de los actos jurídicos y como una de las fuentes de las
obligaciones; "contrato es el acto o negocio jurídico, según el cual dos o
más partes, intercambian prestaciones o acuerdan respecto a una común
manifestación de voluntad destinada a reglar derechos patrimoniales,
obligándose de buena fe, a fin de satisfacer intereses lícitos y útiles".
El CCyC en el art. 957 caracteriza al contrato como acto jurídico, por tanto,
no es un mero hecho jurídico que es sólo un acontecimiento, un suceso de
la naturaleza o un realizar del hombre que tiene efectos jurídicos art 257
hecho jurídico; En cambio, el acto jurídico es una especie dentro de la
categoría hecho jurídico. Encuadra como hecho humano que se
caracteriza por ser voluntario, lícito y sobre todo porque tiene por fin
inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídicas (art. 259 CCyCN). El fin inmediato es el carácter
sobresaliente del acto jurídico, el sujeto obra pero lo hace porque
persigue de manera directa cumplir un fin.
El acto jurídico contrato tiene por fin inmediato crear, regular, modificar,
transferir o extinguir relaciones jurídicas. La expresión técnica relación
jurídica, empleada por el Código, debe ser distinguida de la expresión
situación jurídica, y también del hecho y del acto jurídico:
-Por otro lado, el acto unilateral plurisubjetivo colectivo supone que las
personas que lo integran manifiestan sus voluntades que marchan
paralelas y permanecen diferenciadas, pero se suman para resolver alguna
cuestión de interés común, como sucede en un condominio para decidir
por unanimidad si se vende o no la cosa común (art. 1990 CCyC)
-Como una especie del acto colectivo, se ubica al acto colegial, en el que
las voluntades son paralelas y se suman, del mismo modo que en el
colectivo, pero, en este caso, esa voluntad conformada por la suma de las
voluntades individuales se atribuye a un sujeto diferente. En el acto
colegial la voluntad colectiva se forma de un modo particular, porque
proviene de una comunidad organizada de sujetos, es adoptada luego de
una deliberación y se considera que la voluntad común es la que surge de
la mayoría, aunque haya una minoría disidente.
-Según los arts. 446 y 447 CCyCN, las "convenciones matrimoniales" son
acuerdos que sólo los futuros cónyuges pueden celebrar antes del
matrimonio y que, sólo pueden tener el objeto patrimonial que la norma
establece. En cambio, los "pactos de convivencia" (arts. 513 y 514 CCyCN)
constituyen acuerdos con un contenido amplio.
Para que el acto exista, que son la capacidad de las partes y la forma del
mismo.
• Efectos naturales
Son las consecuencias que se derivan de los caracteres del contrato, por
su pertenencia a una determinada categoría. Se encuentran en todos los
contratos de la misma especie, aun mediando silencio de las partes.
La producción de estos efectos, que vienen dados por los caracteres del
contrato, pero que no hacen a su propia esencia, está disponible para las
partes. En virtud del principio de autonomía privada, ellas pueden
excluirlos, ampliarlos o reducirlos. Así, en los contratos bilaterales y
onerosos, la responsabilidad por saneamiento es un elemento natural.
• Efectos accidentales
Estos principios permiten alcanzar soluciones más justas para los casos
concretos, flexibilizan las normas, pero a la vez crean cierto grado de
incerteza; La constitucionalización del derecho contractual obliga a
conciliar los principios fundamentales más clásicos, como son la fuerza
obligatoria, la seguridad jurídica y la autonomía privada, con otros
pilares esenciales del contrato, la justicia contractual, la función social del
contrato y la colaboración entre las partes, que constituyen, sobre todo,
principios sociales y morales.
• Límites
Se vincula, sin duda, con los valores que un grupo social considera
indispensables para su organización. Son principios que la sociedad
considera viables para la convivencia, que permiten el progreso
económicosocial por lo colectivo y también porque otros hacen a la
individualidad de las personas, como ser la libertad, la dignidad y a la
seguridad de ellas.
• Principio de razonabilidad
-La razonabilidad puede aplicarse para juzgar una conducta con dos
criterios diferentes. Existe la razonabilidad como "criterio de modulación".
Es lo que permite adecuar una norma a cada situación para obtener una
solución aceptable. También se puede referir a una "decisión razonable"
(art. 3º CCyCN). Está también la razonabilidad como "criterio de
conformidad" o correspondencia. Se ofrece un modelo de referencia que
permite juzgar la correspondencia de una persona, objeto o conducta con
ese modelo, por ejemplo, "persona razonable".
La razonabilidad del contenido de un contrato es juzgada, en primer lugar,
por los propios contratantes por el principio de autonomía privada. Son
ellos quienes deciden si son razonables los plazos que pacten, las medidas
que adopten, los actos que realicen, los gastos en que incurran y, también,
ellos mismos, son quienes deben hacer una interpretación razonable de
sus negocios. Los jueces pueden juzgar sobre lo razonable en caso de que
fracase la convención estimada razonable por las partes o en caso de
discrepancia sobre su interpretación.
-Para que una persona se encuentre legitimada para actuar se exige, por
lo general, que tenga: titularidad del derecho, capacidad de derecho y de
ejercicio y, además, que goce del poder de disposición del derecho.
-Se enuncian como incapaces en el art. 24, inc. b) a las "personas con
capacidad restringida", incapacidad con relación a los actos que según
la sentencia deben celebrarse por medio de representante.
• Personas declaradas tales por sentencia judicial (art. 32 párr. 2º)
Son las que se aluden en el art. 1001: "no pueden contratar, en interés
propio o ajeno, según sea el caso, los que están impedidos para hacerlo
conforme a disposiciones especiales. Los contratos cuya celebración está
prohibida a determinados sujetos tampoco pueden ser otorgados por
interpósita persona"
d) Los cónyuges, bajo el régimen de comunidad, entre sí. Los albaceas que
no son herederos no pueden celebrar contrato de compraventa sobre los
bienes de las testamentarias que estén a su cargo.
-En los casos en que el contrato sea nulo por haber sido celebrado por un
incapaz de ejercicio o por persona con capacidad restringida, los efectos
están previstos en el art. 1000 CCyCN.
• FORMA. CONCEPTO
-El CCyC evidencia una mayor preocupación por la registración con fines
de publicidad que por las formas exigentes. En algunos casos se impone la
forma escritura pública más registración; en otros instrumento privado,
con certificación de firmas, más registración; Impone la inscripción
registral en una importante cantidad de contratos de empresa:
fideicomiso (art. 1669), leasing (art. 1234); agrupaciones de colaboración
(art. 1455); uniones transitorias (art. 1464); consorcios de cooperación
(art. 1473).
• Libertad de forma
-En el mundo de los negocios la forma no debe ser la regla, sin embargo,
es habitual en materia societaria e, inclusive, en los contratos de
colaboración, por la importancia de esas actividades en el mercado y el
impacto en los terceros. En el ámbito de las relaciones de consumo, existe
una tendencia a la formalización, aunque sea sólo en instrumento privado,
como medio de protección a los consumidores.
El art. 1015 del CCyCN, que se titula libertad de formas, hace una mención
indirecta a la autonomía privada cuando dice que sólo son formales los
contratos a los cuales la ley les impone una forma determinada. El empleo
de la palabra "sólo" permite interpretar que, como regla general, los
contratos no tienen forma, porque sólo son formales cuando la ley les
impone solemnidades.
En el nuevo régimen si hay forma impuesta por la ley las partes pueden
ser más exigentes (art. 284 CCyCN) y ésa será, entonces, la forma
convencional impuesta, pero, como mínimo no pueden dejar de observar
la forma legal.
-La regla general de la que debe partirse respecto a la forma de los actos
jurídicos se encuentra en el art. 285; La norma refiere, por tanto, a los
actos que la doctrina clásica denomina no solemnes; En principio, se parte
de un criterio certero: para clasificar debe tomarse en cuenta la finalidad
que se persigue para imponer la solemnidad en la celebración del acto (si
la forma se exige para que el acto sea válido, es forma absoluta o forma
impuesta bajo sanción de nulidad, art. 969 CCyCN. Si se impone para que
el acto produzca todos sus efectos propios, es formal relativo, como se
infiere del art. 285 CCyC.
a) Los contratos para los cuales la ley exige una forma para su validez, son
nulos si la solemnidad no ha sido satisfecha.
b) Cuando la forma requerida para los contratos, lo es sólo para que éstos
produzcan sus efectos propios, sin sanción de nulidad, no quedan
concluidos como tales mientras no se ha otorgado el instrumento
previsto, pero valen como contratos en los que las partes se obligaron a
cumplir con la expresada formalidad.
-La forma puede venir impuesta por voluntad de las partes, en virtud del
principio de autonomía privada. Si ellas pactan que el contrato no valga
sin la forma prevista, se entiende que pactaron una formalidad solemne,
pero ello debe surgir con claridad del pacto contractual.
-Se prevé en el art. 1017 que deben ser celebrados por escritura pública:
-La excepción que se incluye en la última parte del art. 1017 refiere a las
subastas judiciales o administrativas. Estas últimas son, por ejemplo, las
subastas ordenadas por el Banco Hipotecario, según régimen del art. 44
de la ley 22.232 y las subastas de inmuebles por acreedores particulares
en caso de incumplimiento en el pago de deudas hipotecarias, según los
arts. 57 y ss.de la ley 24.441. No se excepcionan cuando se trata de
subastas privadas.
Las excepciones en las cuales se infiere una voluntad negocial del silencio
aparecen ampliadas, con particular incidencia en los contratos. Así:
Art. 264, que dice "la manifestación tácita de la voluntad resulta de los
actos por los cuales se la puede conocer con certidumbre. Carece de
eficacia cuando la ley o la convención exigen una manifestación
expresa".
La parte final del art. 991 afirma que "el incumplimiento de este deber
genera la responsabilidad de resarcir el daño que sufra el afectado por
haber confiado, sin su culpa, en la celebración del contrato"; de tal modo,
se tipifica un supuesto de responsabilidad precontractual que deriva de la
violación de la buena fe en ocasión de las tratativas contractuales.
El derecho privado la reconoce entre las fuentes de la responsabilidad
civil, posibilitando una elaboración dogmática actualizada, desde que el
período precontractual:
El art. 984 CCyCN afirma que "el contrato por adhesión es aquel mediante
el cual uno de los contratantes adhiere a cláusulas generales
predispuestas unilateralmente, por la otra parte o por un tercero, sin que
el adherente haya participado en su redacción".
Del "contrato por adhesión" importa aceptar una categoría jurídica, que al
igual que ocurre con el "contrato de consumo", implica un quiebre en la
noción única de contrato, y marca la apertura hacia una concepción más
objetivada.
El art. 986 CCyCN establece que "las cláusulas particulares son aquellas
que, negociadas individualmente, amplían, limitan, suprimen o
interpretan una cláusula general. En caso de incompatibilidad entre
cláusulas generales y particulares, prevalecen estas últimas". Para
justificar la regla convergen múltiples razones:
-En primer lugar, desde la teoría jurídica, el contrato es una categoría afín
a la idea de norma individual, no general como la ley, lo que hace
comprensible el sentido de la pauta que aquí se considera.
• Cláusulas ambiguas
El art. 987 CCyCN dispone que "las cláusulas ambiguas predispuestas por
una de las partes se interpretan en sentido contrario a la parte
predisponente". Traduce una vieja regla: quien redacta la cláusula es
quien se encuentra en condiciones de hacerlo de manera clara y sin
ambages; Coincidentemente, no puede negarse la regla favor debitoris es
un precepto residual, que debe ser entendido en el sentido de protección
de la parte más débil en un contrato. En caso de que en el contrato no
exista una parte notoriamente más débil, la interpretación debe favorecer
la mayor equivalencia de las contraprestaciones".
El art. 988 establece que "en los contratos previstos en esta sección, se
deben tener por no escritas:
Es evidente que las reglas sobre los alcances del control judicial de
cláusulas abusivas previsto para los contratos de consumo en el art. 1122
CCyCN, son aplicables a los contratos por adhesión.
• LA OFERTA
Para que la oferta sea considerada como tal, es menester que revista una
pluralidad de requisitos, que surgen de los arts. 972, 973 y 977 CCyCN. De
modo que, debe ser:
a) Personalizada, esto es, dirigida a un sujeto determinado o
determinable (art. 972). Sin embargo, la regla no resulta absoluta,
desde que el art. 973 CCyCN admite que "la oferta dirigida a
personas indeterminadas es considerada como invitación para que
hagan ofertas, excepto que de sus términos o de las circunstancias
de su emisión resulte la intención de contratar del oferente. En este
caso, se la entiende emitida por el tiempo y en las condiciones
admitidas por los usos"; no puede negarse la existencia de ofertas
dirigidas a personas indeterminadas, es decir, verdaderas
propuestas de contratos emitidas por alguien con voluntad
inequívoca de obligarse, alude expresamente a la "...oferta dirigida
a consumidores potenciales indeterminados.
b) El art. 972 CCyCN ordena que sea emitida "...con la intención de
obligarse...". Justamente la cuarta acepción del vocablo "seria" del
Diccionario de la Real Academia Española alude a lo real, verdadero
y sincero, sin engaño o burla, doblez o disimulo". Aplicado a la
oferta, la exigencia impone que la misma sea emitida con la
intención real de quedar obligado. Quedan fuera situaciones en la
cuales el proponente la emita con propósitos no obligatorios, como
acontece con aquel que, en el marco de una actividad pedagógica o
docente o de un juego, ejemplifica proponiendo la formalización de
un contrato determinado.
c) Completa, en cuanto la oferta debe contener las precisiones
necesarias para establecer los efectos que el contrato habrá de
producir de ser aceptada (última parte art. 972 CCyCN).
d) Objetivada a un contrato en especial. Aunque no aparezca
expresamente previsto en el art. 972 CCyCN del que resultan los
requisitos de la oferta antes considerados, puede inferírsela de
modo implícito, en tanto —y como ya se dijo—, el propósito de toda
oferta es proponer la formalización de un contrato, el que podrá ser
nominado o innominado, en los términos del art. 970 CCyC.
Sin embargo, la parte final del art. 977 CCyCN morigera la solución, al
reconocer que lo contrario puede provenir de la convención o de la ley,
autorizando a la mayoría de ellos para celebrarlo en nombre de todos o
permitiendo su conclusión sólo entre quienes lo han consentido.
a) Constituye una regla que admite excepciones. El primer párrafo del art.
974 es contundente, en cuanto afirma que "la oferta obliga al
proponente, a no ser que lo contrario resulte de sus términos, de la
naturaleza del negocio o de las circunstancias del caso".
• LA ACEPTACION
• Requisitos
• Retractación de la aceptación
Al igual que se acepta la retractación de la oferta, se hace lo propio con la
aceptación, en tanto la comunicación de su retiro sea recibida por el
oferente antes o al mismo tiempo que ella art. 981.
El art. 983 CCyC dispone que "a los fines de este Capítulo se considera que
la manifestación de voluntad de una parte es recibida por la otra cuando
ésta la conoce o debió conocerla, trátese de comunicación verbal, de
recepción en su domicilio de un instrumento pertinente, o de otro modo
útil". Adviértase que el texto cuando caracteriza a la recepción, dice que la
misma puede suponer el conocimiento efectivo o el presunto.
• CONTRATOS PRELIMINARES
• Caracterización
• Plazo. Alcance
Art. 994 establece que "el plazo de vigencia de las promesas previstas en
esta Sección es de un año, o el menor que convengan las partes, quienes
pueden renovarlo a su vencimiento".
• Especies y efectos
-La segunda variante, viene regulada por el art. 996 CCyCN, que afirma
que "el contrato que contiene una opción de concluir un contrato
definitivo, otorga al beneficiario el derecho irrevocable de aceptarlo".
Sobre el texto se ha dicho que pone el acento en el derecho del
promisario a ejercer la facultad que le fue reconocida, más no en la
obligación de contratar que pese sobre el promitente; Su base
contractual, hace que se diferencie de la mera oferta irrevocable, y
concede un derecho que no puede ser retractado por el obligado. La
conexidad evidente que registra, hace que deba observar la forma exigida
para el contrato definitivo, que pueda ser gratuito u oneroso,
satisfaciendo los intereses globales del negocio.
• CONTRATOS PREPARATORIOS
• Contrato tipo
• Contrato normativo
Se lo describe como una categoría de mayor generalidad al del contrato
tipo, por cuanto sólo fija las líneas rectoras del futuro contrato. Sin
embargo, hay una corriente doctrinaria que limita su campo de actuación
a los contratos signados por la legislación de orden público, como las
"convenciones colectivas de trabajo"
• Contrato marco
a) La causa fin subjetiva cobra gran relevancia durante todo el iter del
contrato marco y de los negocios de aplicación, no sólo para comprender
el sentido global de los mismos, sino también en lo concerniente a las
causales de ineficacia. El dinamismo de la causa se ve aquí en toda su
intensidad.
• Pacto de preferencia
La primera parte del art. 997 lo define diciendo que "el pacto de
preferencia genera una obligación de hacer a cargo de una de las partes,
quien si decide celebrar un futuro contrato, debe hacerlo con la otra o
las otras partes".
• Concepto
El art 1003 establece los caracteres que debe tener el objeto de una
relación contractual, el mismo debe ser licito, posible, determinado o
determinable, susceptible de valoración económica y corresponder a un
interés de las partes, aun cuando este no sea patrimonial.
• REQUISITOS
Licitud: el objeto del acto jurídico no debe ser... prohibido por la ley,
contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o lesivo de
los derechos ajenos o de la dignidad humana; De modo concordante, el
art. 1004, titulado "objetos prohibidos", señala que "no pueden ser objeto
de los contratos los hechos que son imposibles o están prohibidos por las
leyes, son contrarios a la moral, al orden público, a la dignidad de la
persona humana, o lesivos de los derechos ajenos; ni los bienes que por
un motivo especial se prohíbe que lo sean. Cuando tengan por objeto
derechos sobre el cuerpo humano se aplican los artículos 17 y 56.
Debe ser comprendido el art. 1010 CCyC, en cuanto, si bien principia por
afirmar que "la herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni
tampoco pueden serlo los derechos hereditarios eventuales sobre objetos
particulares", seguidamente sostiene que ello se ve excepcionado en el
párrafo siguiente en el denominado "pacto de familia" y en otras
disposición legales expresas, entre las que sobresalen las cláusulas de
mejora por acto entre vivos (arts. 2385, 2414, 2461 CCyCN) y la partición
donación por ascendiente (art. 2415 y ss. CCyC).
• CAUSA
Efectos del contrato con causa ilícita o inmoral. El contrato celebrado con
un motivo ilícito o inmoral individual.
-El art. 966 CCyCN, in fine, dispone que "las normas de los contratos
bilaterales se aplican supletoriamente a los contratos plurilaterales"; El
CCyCN establece que el régimen legal aplicable a los contratos
plurilaterales queda subsumido en el de los bilaterales. Ahora bien,
aunque puedan aplicarse las mismas reglas de los bilaterales, cabe
reconocer especificidades propias de ellos, como por ejemplo que las
prestaciones se fusionen y tiendan todas a la consecución del fin
común; que sean contratos de organización y de duración que regulen
la vida de dicha organización; que sean abiertos —en el sentido que—
sus partes pueden retirarse o pueden ingresar otras que queden
obligadas según las normas contractuales originarias.
La doctrina subclasifica a estos contratos en:
-Ahora bien, esta afirmación no tiene carácter absoluto, dado que admite
excepciones en supuestos en los cuales aquella concordancia no se
presenta. Así, esta salvedad surge de modo manifiesto en el contrato de
comodato, que por naturaleza es gratuito. En otros supuestos,
dependiendo de las circunstancias, la bilateralidad puede presentarse
también con la gratuidad; tal como ocurre, por ejemplo, en el mutuo y el
depósito.
1) El art. 967 CCyCN establece que "los contratos son a título oneroso
cuando las ventajas que procuran a una de las partes les son concedidas
por una prestación que ella ha hecho o se obliga a hacer a la otra..."
2) El art. 967 CCyCN, in fine, preceptúa que los contratos "...son a título
gratuito cuando aseguran a uno o a otro de los contratantes alguna
ventaja, independiente de toda prestación a su cargo".
El art. 968 dispone que "los contratos a título oneroso son conmutativos
cuando las ventajas para todos los contratantes son ciertas. Son
aleatorios, cuando las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o para
todos, dependen de un acontecimiento incierto".
• El régimen aplicable
La segunda parte del art. 970 CCyC ofrece el orden de reglas que los
regulan: "los contratos innominados están regidos, en el siguiente orden,
por:
Otro caso, son los contratos a los que habitualmente se les da un nombre
peculiar no contemplado en la ley y, sin embargo, en esencia se trata de
derivaciones o subespecies de un contrato nominado. Por ejemplo, el
contrato de tercerización, tan empleado en la actualidad, que no es más
que una modalidad del contrato de prestación de servicios o un supuesto
de sublocación de servicios.
Contratos con forma requerida para la prueba son aquellos en los cuales
el legislador exige una determinada solemnidad aunque no para la validez
ni para la eficacia completa de ellos (por eso son no formales), sino sólo
para la prueba. Únicamente con tal fin se restringe la autonomía de la
voluntad. Por lo tanto, estos contratos son válidos y eficaces a pesar de no
cumplirse con la forma, pero si son negados en juicio deben ser probados
exclusivamente por la que hubiese sido establecida.
Finalmente, podemos concluir que los contratos sin forma requerida para
la prueba son aquellos en los cuales el legislador ni siquiera limita la
autonomía privada para la prueba. Como ejemplos de ellos, pueden
mencionarse la compraventa y la locación de cosas muebles.
En tal sentido, la causa-fin ostenta una función de control sobre los actos
de autonomía privada que son merecedores de tutela. Así, la causa no es
simplemente la razón práctica por la cual las partes estipulan el contrato,
sino también la razón por la cual el ordenamiento reconoce relevancia
jurídica al mismo.
• El tipo contractual como modelo de organización de intereses
económicos y sociales
• Contratos de cambio
• Contratos de colaboración
• Contratos de garantía
• Contratos de custodia
En los contratos con finalidad de custodia hay una cosa ajena que se
entrega para su guarda o conservación. Tanto el depósito en todas sus
especies, como el contrato de caja de seguridad y el de garaje tienen una
función económica social de custodia, ya que su objeto consiste en la
operación económica de dar para custodiar. La obligación de guarda, en su
acepción más simple, implica conservar una cosa en el mismo estado físico
en que fue entregada. Esto significa, no sólo evitar la sustracción física de
la cosa, sino también preservar su valor de cambio y destino económico.
• Contratos de recreación
-Para coadyuvar con dicha búsqueda el art. 1065 del CCyCN establece que
cuando el significado de las palabras interpretadas no es suficiente, se
debe tomar en consideración — entre otras pautas— la naturaleza y
finalidad del contrato.
-Asimismo, los contratos conexos deben ser interpretados los unos por
medio de los otros, atribuyéndoles el sentido apropiado que surge del
grupo de contratos, su función económica y el resultado perseguido (art.
1074 CCyCN). En igual sentido, el art. 988 inc.
a) establece que no superan el denominado control de contenido aquellas
cláusulas que desnaturalizan las obligaciones del predisponente, lo que
significa impedir que el contrato alcance su función económica social.
d) Los conexos cuentan con una regla especial (art. 1074). e) Los contratos
de consumo poseen sus propias pautas (arts. 1094 y ss.)
• Interpretación gramatical
El art. 218, la regla de clausura: "en los casos dudosos, que no puedan
resolverse según las bases establecidas, las cláusulas ambiguas deben
interpretarse siempre en favor del deudor, o sea en el sentido de
liberación".
Depende en gran medida la concepción que se tenga del contrato para dar
prevalencia a unas u otras reglas. En el CCyCN se han incluido las dos
categorías pero, en relación con otros ordenamientos, se advierte una
mayor valorización de las reglas objetivas por la inclusión de principios
generales, como la buena fe, la confianza y la conservación del contrato,
que constituyen parámetros objetivos.
-El CCyCN dispone en el art. 964, que incluye entre las disposiciones
generales de los contratos, el procedimiento para la heterointegración:
"el contenido del contrato se integra con: a. las normas indisponibles, que
se aplican en sustitución de las cláusulas incompatibles con ellas; b. las
normas supletorias; c. los usos y prácticas del lugar de celebración, en
cuanto sean aplicables porque hayan sido declarados obligatorios por las
partes o porque sean ampliamente conocidos y regularmente observados
en el ámbito en que se celebra el contrato, excepto que su aplicación sea
irrazonable".
• Proceso de calificación
Las encargadas de calificar el contrato son las partes, las que al momento
de la celebración manifiestan su acuerdo acerca del tipo negocial que
pretenden perfeccionar. No obstante, esa calificación es revisable por la
autoridad judicial o administrativa, pues una calificación incorrecta puede
encubrir simulación o fraude que debe ser desbaratado. De modo que la
calificación que prevalece es la que dispone la autoridad judicial o
administrativa.
-Los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos para
llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica,...
excepto disposición legal que establezca un medio especial..." (art. 1019).
La norma adopta un criterio significativo, darle al juez una regla para la
valoración de la prueba.
-El art. 1020, tiene como título: "prueba de los contratos formales". Sin
embargo, bajo ese título no refiere a los contratos formales regulados en
el art. 969, sino a "los contratos en los cuales la formalidad es requerida a
los fines probatorios..."Los contratos formales (con forma impuesta bajo
sanción de nulidad, o con forma impuesta para la eficacia), se prueban con
la forma exigida por la ley.
• INTRODUCCION
a) Los efectos directos dan cuenta del plan de prestaciones que emergen
del propio negocio, que deben observarse a fin de satisfacer los intereses
comprometidos, y que lógicamente, se proyectan sobre las partes, salvo
disposición legal que autorice su extensión a terceros; esto último sucede
con la estipulación a favor de tercero, como luego se verá.
El art. 1023 CCyCN afirma que "se considera parte del contrato a quien:
-En consecuencia, cuando el inc. b) del art. 1023 señala que parte del
contrato es el representado y no el representante, no hace más que
aplicar al ámbito contractual la solución general antes referida.
d) A quien emite su voluntad contractual por medio de agentes y
corredores. Ambas situaciones se excluyen del ámbito de la
representación. Los primeros, se obligan a promover negocios por cuenta
de otro denominado preponente o empresario, de manera estable,
continuada e independiente (art. 1479). Los segundos, intermedian en la
negociación y conclusión de negocios, sin tener relación de dependencia o
representación con ninguna de las partes (art. 1345).
El art. 1024 señala que "los efectos del contrato se extienden, activa y
pasivamente, a los sucesores universales...". Desde un punto de visto
metodológico, parece preciso el tratamiento particular de este grupo de
sujetos, toda vez que, aunque a priori son parte, por excepción pueden ser
ajenos al contrato, asumiendo el rol de terceros. La transmisibilidad del rol
de parte a los sucesores universales no es absoluta. Ella no ocurre cuando
las obligaciones que de él nacen son inherentes a la persona; la
transmisión es incompatible con la naturaleza de la obligación; o está
prohibida por una cláusula del contrato o la ley.
• El art. 400 CCyCN, afirma que "sucesor universal es el que recibe todo o
una parte indivisa del patrimonio de otro"; y la primera parte del art. 2278
señala que "se denomina heredero a la persona a quien se transmite la
universalidad o una parte indivisa de la herencia".
Para el primer supuesto, el art. 2277 CCyCN dispone que "[l]a muerte real
o presunta de una persona causa la apertura de su sucesión y la
transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por el
testamento o por la ley". La responsabilidad que resulta de la transmisión
se limita al patrimonio recibido, habida cuenta que el art. 2317 establece
que "el heredero queda obligado por las deudas y legados de la sucesión
sólo hasta la concurrencia del valor de los bienes hereditarios recibidos.
En caso de pluralidad de herederos, éstos responden con la masa
hereditaria indivisa".
Para el segundo caso, rigen, por el contrario, sus reglas especiales. Así, por
ejemplo, en la transferencia del fondo de comercio, aunque el adquirente
no asume —a priori— las deudas del enajenante, el art. 11 dice que "[l]as
omisiones o transgresiones a lo establecido en esta ley, harán
responsables solidariamente al comprador, vendedor, martillero o
escribano que las hubieran cometido, por el importe de los créditos que
resulten impagos, como consecuencia de aquéllas y hasta el monto del
precio de lo vendido".
• Parte plúrima
En el art. 1022 CCyCN, dice que "el contrato no hace surgir obligaciones a
cargo de terceros, ni los terceros tienen derecho a invocarlo para hacer
recaer sobre las partes obligaciones que éstas no han convenido, excepto
disposición legal"
El art. 1022 no clasifica a los terceros. Sin embargo, del mismo pueden
inferirse dos especies bien definidas, a saber: los terceros desinteresados
penitus extranei y los terceros interesados. El criterio diferencia entre
aquellos terceros que tienen una posición ajena al contrato, de los otros
que presentan una actitud expectante frente al mismo, sea activa o
pasivamente, por el interés concreto que ostentan.
-En algunos casos los terceros pueden inmiscuirse, o bien sufrir los
efectos del contrato, en virtud de existir un interés jurídicamente
protegido. En la primera situación, cabe comprender a los acreedores de
las partes legitimados por la acción directa (arts. 736 CCyCN y ss.),
subrogatoria (art. 739 CCyCN), de simulación (arts. 333 CCyCN y ss.) y de
fraude (art. 338 CCyCN). Igualmente sucede con los beneficiarios en una
estipulación a favor de terceros (art. 1027 CCyCN). En la segunda hipótesis
están los sucesores singulares que se encuentran gravados por los efectos
que resultan de las obligaciones vinculadas al bien adquirido. Así, puede
inferirse de la regla de la transmisibilidad, consagrada en el art. 400 CCyCN
en materia de actos jurídicos.
El art. 1022 CCyCN expresa de tal modo, la ajenidad que el contrato tiene
para los terceros. Pese a ello, deja abierto el juego de excepciones legales.
Al respecto, la segunda parte del art. 1026 CCyCN dice textualmente que si
el promitente "...ha garantizado que la promesa sea aceptada, queda
obligado a obtenerla y responde personalmente en caso de negativa".
Cuando el legislador afirma que el promitente "responde personalmente"
debe entenderse en el sentido de asumir las consecuencias de la
frustración, como luego se verá.
El primer párrafo del art. 1027 CCyCN establece que "si el contrato
contiene una estipulación a favor de un tercero beneficiario, determinado
o determinable, el promitente le confiere los derechos o facultades
resultantes de lo que ha convenido con el estipulante". Del mismo, surge
que las partes del contrato son el estipulante y el promitente, este último,
obligado frente al tercero beneficiario, en los términos del referido
negocio.
-El art. 1027 CCyCN plantea que las facultades del tercero beneficiario de
aceptar la estipulación, y de prevalerse de ella luego de haberla aceptado,
no se transmiten a sus herederos, excepto que haya cláusula expresa que
lo autorice. La solución guarda coherencia con el carácter excepcional
asignado a la figura.
• El subcontrato
En el art. 1069 se lo define diciendo que: "El subcontrato es un nuevo
contrato mediante el cual el subcontratante crea a favor del
subcontratado una nueva posición contractual derivada de la que aquél
tiene en el contrato principal".
A su vez, dicho concepto legal contiene también las notas principales que
lo caracterizan, a saber:
• CONEXIDAD CONTRACTUAL
• Concepto legal
Del art. 1073 CCyCN, en cuanto expresa que "hay conexidad cuando dos o
más contratos autónomos se hallan vinculados entre sí por una finalidad
jurídica económica común previamente establecida, de modo que uno de
ellos ha sido determinante del otro para el logro del resultado perseguido.
Esta finalidad puede ser establecida por la ley, expresamente pactada, o
derivada de la interpretación, conforme con lo que se dispone en el
artículo 1074"
El art. 1074 CCyCN explicita que "los contratos conexos deben ser
interpretados los unos por medio de los otros, atribuyéndoles el sentido
apropiado que surge del grupo de contratos, su función económica, y el
resultado perseguido".
Cuando los contratos conexos se sitúen dentro del marco de una relación
de consumo, el contrato que une al consumidor con el sistema o grupo,
deberá ser interpretado considerando las reglas hermenéuticas propias
de los contratos de consumo (art. 1095 y art. 37ley 24.240), que mandan a
interpretar a "favor del consumidor"; y en caso de duda, por la liberación
de sus obligaciones. Del mismo modo, si los vínculos han sido formados
por adhesión a cláusulas generales predispuestas, cabe también la
aplicación de las reglas propias, de naturaleza esencialmente objetiva.
• EXCEPCION DE INCUMPLIMIENTO
• ACCION DIRECTA
Para su operatividad, la primera parte del art. 1075 CCyCN, reenvía a las
"circunstancias" del caso, esto es, al conjunto de extremos que
acompañan a cada operación jurídica global o grupo de contratos —
expresión ésta a la que alude el art. 1074—. Ellas aportarán los matices
que justifiquen su procedencia, sin perjuicio de los recaudos generales de
la figura, que exigen el incumplimiento grave del actor, la buena fe de
quien la invoca, y la ausencia de ofrecimiento idóneo de cumplimiento, en
el contexto de los principios de buena fe y abuso del derecho (art. 9, y 10).
Entre tales "circunstancias", será de interés ponderar si son contratos
paritarios, por adhesión o de consumo; la naturaleza que presentan; las
calidades personales de los contratantes en cada uno de los contratos
coligados; el contexto económico general que acompaña a la celebración
de los mismos; entre otras.
• Conexidad y prueba
Al ser el contrato una especie dentro del género acto jurídico se le aplican
las causales de extinción que el CCyCN establece respecto de la ineficacia
en razón de su nulidad (arts. 382 y ss.).
Los arts. 1076 y 1077, respectivamente dicen "el contrato puede ser
extinguido por rescisión bilateral. Esta extinción, excepto estipulación en
contrario, sólo produce efectos para el futuro y no afecta derechos de
terceros", y "el contrato puede ser extinguido total o parcialmente por la
declaración de una de las partes, mediante rescisión unilateral,
revocación o resolución, en los casos en que el mismo contrato, o la ley, le
atribuyen esa facultad".
• Nulidad del contrato
• Clases de nulidad
También hace lo propio con la nulidad total y parcial (art. 389). Supone
admitir que la nulidad puede proyectarse sobre todo el acto (nulidad
total), o sobre una o varias de sus disposiciones (nulidad parcial). En
materia contractual, es frecuente que la nulidad parcial provenga de un
mandato legal el caso de cláusulas abusivas (art. 988 CCyCN) o supresión o
disminución de la responsabilidad por saneamiento (art. 1038 CCyCN).
• Efectos de la nulidad
• Rescisión bilateral
La adecuación o reajuste no sólo debe ser vista como una "acción" judicial
lo que resulta usual entre nosotros, sino antes bien, como un instrumento
que obliga a las partes a la recomposición del equilibrio contractual,
mediante un obrar de buena fe (art. 961 CCyCN), el que fracasado, deja
paso a la respuesta judicial. La negativa a renegociar, tendrá como
consecuencia la reparación de los daños ocasionados.
• LA SEÑA O ARRAS
Cabe puntualizar:
El art. 1031 CCyCN que "en los contratos bilaterales, cuando las partes
deben cumplir simultáneamente, una de ellas puede suspender el
cumplimiento de la prestación hasta que la otra cumpla u ofrezca cumplir.
La suspensión puede ser deducida judicialmente como acción o como
excepción. Si la prestación es a favor de varios interesados, puede
suspenderse la parte debida a cada uno hasta la ejecución completa de la
contraprestación"; El texto autoriza a una parte a suspender el
cumplimiento del contrato frente al incumplimiento total o parcial de la
otra.
• La tutela resolutoria
• Mecanismos resolutorios
Pese a existir cláusula resolutoria expresa, nada impide que la parte que
pretende ejercer la resolución opte por recurrir a la vía judicial.
• La tutela resarcitoria
Afirma el art. 1716 que "la violación del deber de no dañara otro, o el
incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño
causado”
El art. 1723 CCyCN acoge esa diferencia, y señala que "cuando de las
circunstancias de la obligación, o de lo convenido por las partes, surge que
el deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es
objetiva". Es claro que el texto, para determinar el alcance de la conducta
comprometida por el deudor, remite a las circunstancias de la obligación o
a lo convenido por las partes.
La prueba se rige por las disposiciones que emanan del art. 1734. En el
ámbito de la responsabilidad contractual, de conformidad con esos
principios, el acreedor deberá probar el incumplimiento. Cuando la
obligación del deudor fuere de medios, la prueba del incumplimiento
supone también la acreditación de la culpa.