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Repartido Perio
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Resumen
La gingivitis ulcerosa necrotizante (GUN) es una forma típica de enfermedad periodontal. Tiene una
presentación clínica aguda con las características distintivas de aparición rápida de necrosis gingival interdental,
dolor gingival, hemorragia y halitosis. También se pueden encontrar síntomas sistémicos como linfadenopatía y
malestar general. Existen varios factores predisponentes como el estrés, las deficiencias nutricionales y las
disfunciones del sistema inmunitario, especialmente la infección por VIH, que parece desempeñar un papel
importante en la patogénesis de la NUG. El tratamiento de la NUG se organiza en etapas sucesivas: en primer
lugar, el tratamiento de la fase aguda que debe proporcionarse inmediatamente para detener la progresión de la
enfermedad y controlar la sensación de malestar y dolor del paciente; en segundo lugar, el tratamiento de la
afección preexistente como la gingivitis crónica; a continuación, la corrección quirúrgica de las secuelas de la
enfermedad como los cráteres. Además, por último, la fase de mantenimiento que permite obtener resultados
estables. En este caso clínico se describe el enfoque diagnóstico y el tratamiento conservador con un buen
resultado de la NUG en un paciente varón de 21 años sin enfermedad sistémica y probable mecanismo de
patogénesis de dos factores predisponentes implicados.
INTRODUCCIÓN
La gingivitis ulcerosa necrotizante (NUG) es una forma distinta y específica de las enfermedades
periodontales. Tiene una presentación clínica aguda con las características distintivas de aparición rápida de dolor
gingival, necrosis gingival interdental y hemorragia[1].
La NUG se conoce desde hace siglos. Ha recibido muchos nombres: Enfermedad de Vincent, gingivitis
fusospiroquetaria, boca de trinchera, gingivitis ulcerosa aguda, gingivitis necrotizante y NUG aguda[1].
La GNUG se observó clásicamente entre el personal militar durante la Primera Guerra Mundial,
presumiblemente debido a múltiples factores de riesgo, como una higiene bucal deficiente, estrés psicológico
intenso y malnutrición[2].
Desde entonces, ha aparecido en tasas mucho más bajas en la población general. Sin embargo, aumentó
posteriormente en pacientes inmunodeprimidos, especialmente en los infectados por el VIH. De ahí que los
autores (Rowland, 1999) informaran de que la NUG puede ser el primer signo de infección por VIH[123].
En realidad y según datos recientes, la tasa de prevalencia de NUG varía en un amplio rango que va desde
el 6,7% en estudiantes chilenos entre 12 y 21 años (López et al. 2002)[4] hasta el 0,11% en las Fuerzas Armadas
Británicas (Dufty et al. 2017)[5].
El NUG puede curarse sin secuelas clínicas[7]. De hecho, puede alcanzarse una resolución drástica de
los signos y síntomas del NUG mediante tratamiento médico, desbridamiento mecánico o ambos[1].
En este caso clínico, presentamos un enfoque diagnóstico y terapéutico y los resultados satisfactorios de
una forma localizada de gingivitis necrotizante ulcerosa.
CASO CLÍNICO
Un paciente varón de 21 años, con inflamación gingival dolorosa de 4 días de evolución, consultó de
urgencia al Departamento de Periodoncia de la Facultad de Odontología de la Universidad Hassan II de
Marruecos, en marzo de 2015.
El paciente informó que había tomado algunos medicamentos como tratamiento antiviral (aciclovir) y
antiinflamatorios (diclofenaco).
También tenía un trabajo estresante; trabajaba como modelo y estaba sometido a una dieta severa.
La paciente refirió malestar subjetivo, escalofríos y dificultad para comer debido al intenso dolor.
Durante la exploración física también se observó a un varón delgado, febril y cansado, pero no se observaron
adenopatías en la exploración del área ganglionar cervical.
El examen clínico reveló una halitosis, una encía eritematosa e inflamada localizada en la cara bucal de
los incisivos centrales superiores, los incisivos laterales superiores e inferiores y los caninos.
También se observó una formación de pseudomembrana a lo largo de los márgenes gingivales y papilas
ulceradas decapitadas [Figuras 1-3].
Se realizó un sondaje adecuado siete días después del tratamiento de urgencia, y no se encontraron ni
bolsas ni pérdida de inserción, especialmente en los dientes anteriores superiores.
El examen radiográfico mostró un aumento generalizado del ligamento periodontal, una erupción
pasiva del canino maxilar derecho, una reabsorción radicular idiopática de los incisivos inferiores y una pérdida
ósea alveolar marginal en los incisivos centrales inferiores que podría deberse a un trauma oclusal [Figura 4].
Se realizó la prueba del VIH en laboratorio, cuyo resultado fue negativo [Figura 5]. Se estableció el
diagnóstico de NUG. El tratamiento se emprendió con urgencia: Se aplicó suavemente peróxido de hidrógeno
diluido en 10 volúmenes sobre las lesiones necróticas pseudomembranosas utilizando torundas estériles junto
con un adecuado desbridamiento supragingival ultrasónico. Se prescribió al paciente antibiótico oral (250 mg de
metronidazol cada 8 h durante 7 días) y enjuague bucal (clorhexidina al 0,12% dos veces al día durante 10 días).
Se evaluó el estado gingival a los 2 días [Figura 6] y a los 7 días [Figura 7] el examen clínico mostró una
importante mejoría de los síntomas, con resolución casi completa de las zonas pseudomembranosas ulceradas y
reducción del eritema y la inflamación, tras lo cual se realizó un desbridamiento subgingival. En el contexto del
abordaje periodontal global, se realizó una gingivectomía en el canino maxilar derecho 23 [Figura 8] 2 meses
después de la cicatrización. El paciente fue visitado regularmente, una vez al mes. Se observó una evolución
favorable sin secuelas tisulares, sino con la obtención de una arquitectura simétrica y homogénea de la encía en
cicatrización [Figura 9].
DISCUSIÓN
• La zona bacteriana con una malla fibrosa superficial compuesta por células
epiteliales degeneradas, leucocitos, restos celulares y una gran variedad de células bacterianas,
incluidos bastoncillos, fusiformes y espiroquetas.
• La zona rica en neutrófilos, compuesta por un elevado número de leucocitos,
especialmente neutrófilos, y numerosas espiroquetas de diferentes tamaños y otros morfotipos
bacterianos situados entre las células huésped
• La zona necrótica, que contiene células desintegradas, junto con espiroquetas
de tamaño mediano y grande y bacterias fusiformes
• La zona de infiltración espiroquetaria, en la que los componentes tisulares se
conservan adecuadamente pero están infiltrados por espiroquetas de tamaño grande y
mediano. No se encuentran otros morfotipos bacterianos.
Sin embargo, según un estudio reciente, se descubrió que la diabetes es un factor predictivo
importante,[4] y es de suponer que se debe a múltiples aspectos del estado diabético, como la microangiopatía,
el retraso en la cicatrización de heridas, el deterioro de la función de los neutrófilos y las alteraciones en la
formación de colágeno debidas a la glicación[2].
En el presente caso clínico, se destacaron dos factores de riesgo de NUG: la dieta severa y el estrés
psicológico debido al intento de mantener una apariencia física de icono. Los mecanismos propuestos para
explicar la asociación entre estrés psicológico y NUG se basan en reducciones de la microcirculación gingival y
del flujo salival, aumentos de las secreciones corticosuprarrenales que se asocian a una alteración de la función
de los leucocitos polimorfonucleares y los linfocitos[171213] Además, el estrés psicológico altera no sólo la
respuesta inmunitaria, sino también el comportamiento y el estado de ánimo del paciente, lo que conduce a una
higiene bucal inadecuada, desnutrición o aumento del consumo de tabaco[712]. [712] En cuanto a la dieta
inadecuada, la disminución de las proteínas alimentarias provoca un aumento de la concentración de histamina y
eso conduce a una hiperemia de la encía debido al aumento de la permeabilidad capilar y a la disminución de la
quimiotaxis de los leucocitos polimorfonucleares. 12] El tratamiento de la NUG debe organizarse en etapas
sucesivas: en primer lugar, el tratamiento de la fase aguda; en segundo lugar, el tratamiento de la afección
preexistente; a continuación, el tratamiento correctivo de las secuelas de la enfermedad. Además, por último,
fase de apoyo o mantenimiento.
El tratamiento de la fase aguda tiene dos objetivos terapéuticos principales: detener el proceso de la
enfermedad y la destrucción tisular y controlar la sensación general de malestar y dolor del paciente que
interfiere con las prácticas de nutrición e higiene bucal. Estos objetivos pueden alcanzarse mediante un
cuidadoso desbridamiento ultrasónico superficial y la disuasión química de las lesiones necróticas con agentes
liberadores de oxígeno "oxigenoterapia local". Puede considerarse el uso de antimicrobianos sistémicos en los
casos que muestren una respuesta insatisfactoria al desbridamiento o que presenten efectos sistémicos (fiebre
y/o malestar). El metronidazol (250 mg, cada 8 h) puede ser un fármaco apropiado de primera elección porque
es activo frente a anaerobios estrictos.[78] También se han sugerido otros fármacos sistémicos, con resultados
aceptables, como penicilina, tetraciclinas, clindamicina, amoxicilina o amoxicilina más clavulanato.[7]
CONCLUSIÓN
La NUG es una enfermedad periodontal aguda específica. El diagnóstico parece evidente según las tres
características clínicas típicas como son la necrosis de papila, el sangrado y el dolor por un lado y la
identificación de factores de riesgo que alteren la respuesta del huésped por otro. El tratamiento debe
organizarse en pasos sucesivos, y el de la fase aguda debe ser inmediato para evitar secuelas y cráteres en los
tejidos blandos que den lugar a nuevas recaídas. Por último, un buen cumplimiento de las prácticas de higiene
oral y mantenimiento garantizan unos resultados mejores y estables.