Twisted Together - Lily Black

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Retorcidos juntos
Una novela de deseos desviados
lirio negro
Copyright © 2023 por Lily Negro
Reservados todos los derechos.
Ninguna parte de este libro puede reproducirse de ninguna forma ni por ningún medio electrónico o mecánico,
incluidos sistemas de almacenamiento y recuperación de información, sin el permiso escrito del autor, excepto para
el uso de citas breves en una reseña de un libro.
A las zorras que bailan con los demonios en sus cabezas
en lugar de alejarse de ellos.

Propaganda
A veces las líneas en las relaciones se desdibujan,

otras veces se borran por completo.
El trauma no nos unió, lo hizo el
Deseo, ese tipo retorcido que es difícil de explicar.
Esta es nuestra
historia y es sólo el comienzo.
Nota: Twisted Together es una novela FICCIONAL extremadamente tabú entre parientes
consanguíneos. Si esto no es algo con lo que se sienta cómodo, omítalo.
Contenido
1. Nicole
2. lucas
3. Nicole
4. lucas
5. Nicole
Epílogo
Sobre el Autor
También de Lily Black
Capítulo 1
nicole
F o desde que tengo uso de razón, mi madre asociaba las palabras mala suerte conmigo.
Todo lo que salió mal fue de alguna manera culpa mía. Si llovió en un día en el que se suponía
que íbamos a la playa, fue porque probablemente yo lo deseaba, y los dioses del tiempo
estaban milagrosamente a mi favor. Si se resfrió, fue porque probablemente yo lo había
contraído en la escuela y la había infectado.
Lo único que me mantenía cuerdo era mi padre, quien, en opinión de mi madre, me
malcriaba muchísimo, fomentando mi mal, mal comportamiento. La suya era una historia
complicada: un chico conoce a una chica; se enamoran perdidamente, ella queda embarazada
en el último año, él se va de gira para perseguir sus sueños musicales, él regresa como un
gran productor, y ella ha seguido adelante, no quiere tener nada que ver con él, tienen una
noche de borrachera... se ponen de pie, recuperan algo de sexo y aceptan darle otra
oportunidad a su relación por el bien del niño, y el resto, como dicen, es historia.
Sin embargo, sólo en mi último año comprendí que la percepción que mi madre tenía de
mí no era del todo culpa mía. Tenía sus propios demonios; Desafortunadamente, yo era el
blanco fácil de sus frustraciones.
Entonces hice lo que haría cualquier otro adolescente: rebelarme.
Salía y, la mayoría de las veces, besaba a chicos que ella no aprobaba, conducía su
coche sin su permiso, me metía en accidentes y ese DUI y, por supuesto, faltaba a la escuela
para salir con amigos en clubes. (OMS
también fueron considerados "malas influencias"). Pero lo único que realmente la hizo perder
la cabeza fue mi relación con mi padre. Apoyó mi decisión de faltar a la universidad y
dedicarme a la música. Para ella, fue una pérdida de potencial. La música siempre ha sido un
tema delicado entre mis padres, porque él anteponía su música.
"Buenos días, papá", chirrié mientras caminaba hacia la cocina. yo no lo hice

Me molesté en saludar a mamá, y ella no parecía desconcertada mientras preparaba el desayuno.
Mi padre, el pacificador, arqueó una ceja y yo gemí, murmurando una

Buenos días a mi madre, que ella le devolvió con una sonrisa poco entusiasta.
Agarré una tostada y la unté con mantequilla, mirando a mi madre, quien me miró de
reojo. Sabía lo que vendría, pero no me importaba. Estaba cansado de su constante necesidad
de controlarme.
"No quiero que lo vuelvas a ver", dijo, golpeando la sartén.

la estufa y volviéndose hacia mí.
Puse los ojos en blanco. "¿Quién? ¿Papá?"
Eso me valió una risa de mi padre. Una mirada de mamá había

él aclarándose la garganta.
"No", escupió, "él. Ese chico. ¿Cómo se llama... Mark? El
músico."
Sonreí para mis adentros ante su obvia incomodidad. Mark era todo lo que mi madre
despreciaba en una persona: estaba cubierto de tatuajes, conducía una motocicleta y trabajaba
como camarero a tiempo parcial en el pub donde tocábamos un set juntos todas las semanas.
"¿Qué le pasa a Mark?" Pregunté inocentemente, sabiendo muy bien lo que

su respuesta sería.
"Él es una mala influencia para ti. Arruinarás tu vida si sigues colgado".
alrededor de él."
Me burlé, "Mark no es quien arruina mi vida. Tú sí".

Mi madre jadeó en estado de shock, claramente desconcertada por mi audaz declaración.
Mi padre se quedó mirando la mesa, incómodo con la tensión entre
a nosotros. Supongo que había aprendido a mantenerse al margen hace mucho tiempo.
"No puedes seguir culpándome por todo lo que sale mal en tu
vida", dijo entre dientes.
"No te estoy culpando por todo", argumenté. "Pero tienes que dejar de molestarme".
Mi madre abrió la boca para replicar, pero mi padre la interrumpió.
"Suficiente", dijo con severidad, "ustedes dos. Esta discusión constante no ayuda a nadie".
La sala quedó en silencio mientras todos estábamos sentados allí, hirviendo de ira y
frustración.
"Sabes qué", dijo, poniéndose de pie. "Haz las maletas. Vamos a
la casa del lago este fin de semana. Y ustedes dos solucionarán sus diferencias".
"De ninguna manera", gemí. Ese lugar no tiene servicio de internet, y además, yo
Tengo planes para este fin de semana largo."
"Tengo un negocio que administrar, Lucas. No puedo simplemente hacer las maletas e irme al
en medio de la nada. Además, hoy tengo una reunión urgente".
Mi padre nos miró con el ceño fruncido que me decía que no discutiera.
"Bueno, no estoy seguro de por qué ambos piensan que esto es una negociación. Será bueno para
todos nosotros escaparnos por un tiempo. Sin teléfonos, sin Internet, solo tiempo en familia.
Siempre estás trabajando", le dijo a mamá. "Y casi no estás en casa". Eso estaba dirigido a mí.
Dejé escapar un profundo suspiro, no quería renunciar a mis planes de salir de fiesta con mis
amigos este fin de semana del 4 de julio, pero sabiendo que era inútil discutir una vez que mi padre
se decidía a algo, cedí.
Además, tal vez un cambio de escenario le vendría bien a mi música.
"Bien, pero tendré que conducir hasta mañana. Realmente no puedo perderme
esta reunión", dijo mamá.

Papá y yo cargamos el auto dos horas después y nos dirigimos hacia el lago.
casa. No pude evitar sentir resentimiento hacia mi madre. Su constante

La necesidad de controlar cada aspecto de mi vida era asfixiante. Y ahora estaba

obteniendo la salida más fácil.
"Mira, ¿esto ya no es divertido?" Preguntó papá, hojeando su lista de
reproducción. Amaba a mi padre, pero a veces se comportaba como un imbécil, por
lo que era difícil verlo como otra cosa.
"Oh, sí, papá, así es exactamente como imaginé que sería mi fin de semana".
Dije sarcásticamente. "Nada mejor que pasar un momento divertido en familia como
estar aislado en medio de la nada con mis padres", murmuré. "Y por cierto, ¿cómo
es que mamá se va mañana? Pensé que esto no era una negociación", digo entre
comillas.
"Nicole", advirtió mi padre. Me dio una mirada severa.
Si bien me hubiera encantado discutir verbalmente con mi padre sobre la
injusticia de todo el viaje en auto, debería estar agradecido de haber tenido todo un
día y una noche sin El Dragón, como me gusta referirme a mi madre.
"Bien", dije, tratando de apaciguarlo. "El lago será agradable."
Mi padre me estudió momentáneamente, antes de mirar hacia el camino y
sonreír, satisfecho con mi respuesta. Por mucho que quisiera, no podía decirle que
no. Puso una mano en mi muslo y yo la cubrí con la mía. Papá fue lo único bueno
de este viaje.
Reflexioné brevemente que esta decisión ciertamente valdría la pena. Al menos
por una noche, seríamos papá y yo. Siempre fuimos cercanos y compartíamos los
mismos intereses. Y podría prescindir de las miradas venenosas entre mis padres
durante los últimos años. Las peleas no habían sido constantes, pero cualquier
pequeña cosa, especialmente cuando tenía algo que ver conmigo, parecía iniciar
una discusión. Era algo por lo que la mayoría de los adolescentes no pestañearían;
sin embargo, a menudo me preguntaba por qué un hombre tan maravilloso como mi
padre elegiría quedarse con mi madre.
Cuando llegamos a la casa del lago, papá agarró nuestras maletas y entró. Opté
por dar un paseo por la orilla del agua. La brisa fresca del lago se sintió refrescante
en mi piel y por un momento, me olvidé de mi
frustraciones con mi madre y el hecho de que mi padre no se había puesto de mi lado esta vez.
Se oyeron pasos detrás de mí. Me di vuelta para ver a papá caminando hacia mí. Se había
puesto un bañador.
"Estoy haciendo esto por todos nosotros, pájaro", dijo, y puse los ojos en blanco. Él
Me entregó una cerveza. Una ofrenda de paz.
"Sé que piensas eso, papá", dije sin entusiasmo. "Pero no estoy mirando
Tengo muchas ganas de quedarme aquí atrapado discutiendo con mamá".
"¿Puedes al menos intentar sacar lo mejor de ello?" dijo, poniendo su brazo alrededor de mi
hombro. "Tal vez te sorprenda. ¿Qué tal nadar? Podemos ponernos al día". Me entregó mi traje
de baño.
Le sonreí, agradecida por esta oportunidad de pasar tiempo a solas con mi padre. Me puse
el traje de baño mientras papá se daba la vuelta y corrimos hacia el agua después de beber
nuestras cervezas.
Cuando llegamos al agua, la temperatura helada del lago me hizo jadear del shock. Papá
se rió y me salpicó mientras remaba más lejos de la orilla, lo suficiente como para que a veces
me hundiera por completo. Intentamos superarnos unos a otros en nuestros intentos de mojarnos
y salpicarnos unos a otros.
Estuvimos un rato jugueteando en el agua poco profunda. Luego resbalé, mi pie se
enganchó en una roca que sobresalía y me sumergí durante unos segundos, los suficientes
como para empezar a gorgotear agua sucia del lago.
"Joder, pajarito". Papá me levantó y me llevó a la orilla. Él dio unas palmaditas
mi espalda repetidamente hasta que saqué toda el agua.
"Tú, ¿está bien, bebé?" Preguntó cuando me acosté de espaldas en la orilla.
"Sí", le sonreí.
Se inclinó para abrazarme y mis pechos se empujaron contra su pecho. Jadeé
involuntariamente cuando su gran y extremadamente dura polla rozó mis muslos. Mis pezones
se endurecieron dolorosamente al instante y mi cara se calentó ante la idea de que mi padre se
diera cuenta. Rápidamente se alejó y se sentó con las manos en las rodillas, mirando el agua.
"Deberíamos regresar", dijo en voz baja, todo el humor pareció disiparse.
Me preguntaba dónde estaba su mente, porque me sentí completamente aterrorizado de dónde estaba.
el mío lo hizo.
Cuando entramos a la casa del lago después de nadar, me dirigí a mi

dormitorio.
"Me cambiaré y ayudaré con el almuerzo", dije por encima del hombro.
"Si seguro."
Cerré la puerta detrás de mí, recostándome en ella. ¿Qué diablos estaba mal?
¿conmigo?
Me puse unos pantalones cortos y una camiseta, me cepillé el pelo mojado y me lo hice
con un moño.
"Papá", llamé cuando encontré la cocina vacía. La puerta de su dormitorio estaba
entreabierta, así que la abrí, deseando no haberlo hecho. Mi padre estaba completamente
desnudo frente al espejo de cuerpo entero, con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia
atrás mientras se acariciaba la polla. Me congelé en la puerta, mirándolo gemir y mover sus
caderas lentamente, masajeando la cabeza de su pene, metiéndolo debajo de su prepucio y
pasando un dedo y un pulgar hacia arriba y hacia abajo.
"Oh Dios, oh sí, cariño, eso es tan jodidamente bueno".
Sentí una película de sudor en mi frente cuando vi el borde de su amplia hendidura rosada
y resbaladiza después de que insertó un dedo. Tenía la boca seca como algodón por no
respirar. Era precioso, un Adonis. Como ningún hombre que haya visto desnudo antes.
¿Debería encontrar a mi padre así de hermoso?
Trabajó más rápido, ahora gruñendo, cuando una perla de líquido se filtró.
salió de él y goteó sobre su eje para rodar sobre sus bolas hasta el suelo.
Después de unos cuantos golpes más esparciendo la lubricación espesa sobre su polla,
rápidamente explotó por todo el espejo, gimiendo en voz baja como si tuviera dolor.
"Ah... jodida mierda", susurró. "¡Mierda! ¡Pájaro!"

Se frotó más fuerte, todavía exprimiendo hasta la última gota de semen.
en el suelo hasta que los últimos hilos de líquido acariciaron la cabeza de su polla.
¡Entré en pánico! Quería correr y esconderme, pero estaba absorto por lo que estaba
sucediendo frente a mí. ¿Acaba de usar mi apodo mientras se masturbaba? ¿Debería haber
visto esto? ¿Por qué no podía apartar la mirada? No estaba mal si no apartaba la mirada…
¿verdad? ¿Y por qué me hacía palpitar dolorosamente en lugares prohibidos?
Después de demasiado tiempo, sus ojos se abrieron y me quedé paralizada cuando

sus ojos encontraron los míos en el espejo de su dormitorio. Gruñó fuertemente cuando me
vio, luego maldijo en voz baja. Cruzó la habitación y cerró la puerta de golpe.
mi cara. Giré sobre mis talones y corrí a mi habitación.

Decidí intentar distraerme leyendo la novela del
mesa de la cocina en mi camino.
En mi habitación, estaba jadeando mientras estaba parada en el medio de la habitación.

Abrí el libro y algo cayó de entre sus páginas. Era un trozo de papel doblado. Lo desdoblé y
mis ojos escanearon las palabras. La letra era la de mi padre. Una canción que él había
escrito. La letra era sensual, una historia de deseo prohibido, diferente a todo lo que le había
oído cantar. Me sentí culpable por leerlo, pero no pude evitarlo. Lo que me sorprendió fue lo
fácil que era que unas pocas palabras me excitaran. Fue apasionado, ilícito, y así
equivocado.
Cuando terminé la última línea, alguien llamó a mi puerta. cierro mi

ojos.
"Oye, pájaro", dijo, entrando a mi habitación y cerrando la puerta detrás de él. Sus ojos
se posaron en el papel que tenía en la mano y luego volvieron a mí. Estaba sin camisa y
con unos vaqueros oscuros que le colgaban de la cintura.
"¿Leíste eso?" preguntó.
No por primera vez me di cuenta de lo sexy que era mi padre. Todos mis amigos lo
llamaban DILF y ahora entendí por qué. Mi mamá ni siquiera me dejó
Yo tenía pijamadas debido a las cosas desagradables que había oído decir a las chicas. Tenía los
músculos tensos y la piel todavía brillaba por el esfuerzo. Sus ojos color chocolate ardían mientras
me miraba.
Sin pensarlo dos veces, cerré el espacio entre nosotros, me puse de puntillas y lo besé. Su
respuesta fue inmediata, su lengua deslizándose en mi boca, sus manos enredándose en mi
cabello mojado.
Joder, esto estaba mal, muy mal, pero en ese momento, se sentía tan bien. Mis manos
cayeron hasta su entrepierna y, joder, estaba duro para mí. Pero tan rápido como sucedió, mi padre
retrocedió como si le hubieran electrocutado.
Con la espalda apoyada contra la pared de mi dormitorio, intentó recuperar el aliento.
"Lo siento, Nicole", dijo, avergonzado. "Lo siento muchísimo. Esto está mal. Muy mal".
Salió corriendo de mi habitación. Nunca me había sentido tan humillada y enojada en toda mi
vida.
Papá no me miró a los ojos en toda la noche. Él preparó filetes a la parrilla y yo lo ayudé a preparar
ensalada. Comimos afuera bajo las estrellas y, por primera vez, me sentí distante de la única
persona que tenía en mi esquina.
¿Cómo pude hacer algo tan vil? Tan impensable. Y ahora había dibujado
una brecha entre nosotros.
"¿Quieres dar un paseo? Es una hermosa tarde", preguntó papá.

"Sí, creo que me gustaría eso."
Empezamos a caminar por la orilla del agua. La noche era fresca y el

todas las estrellas estaban apagadas.
"Nicole, yo"
"No digas que lo sientes, papá, porque yo no". Lo interrumpí, tirando
Lo acerqué a mí por la camiseta.

Su boca apretó la mía, empujándome contra un árbol. Pasó mis piernas alrededor de su
cintura, mientras sus manos se deslizaban por la parte de atrás de mi falda y sobre mi muslo.
Pero me dejó en el suelo, jadeando, tratando de recuperar su
aliento.
Mis instintos animales alcanzaron su punto máximo bajo la intensidad de su mirada, algo
que no podía entender ni explicar. Sentí un movimiento entre mis piernas y desvié su mirada.
"Esa canción..." susurré. No estaba seguro de qué más decir o hacer en ese momento.
¿Que estaba pasando? Mi cuerpo le respondió de maneras inexplicablemente vulgares.
Maneras que me aterrorizaron y me emocionaron al mismo tiempo.
Sus dedos rozaron mi mejilla mientras se paraba sobre mí, inclinándose más hacia mí.
"Cada maldita palabra la dije en serio cuando la escribí para ti".
Mi cuerpo enloquecido por la lujuria surgió y me fundí en él, presionando mis labios contra
su cuello. Su olor dominó cualquier pensamiento racional. Quería que me llevara. Algo siempre
había persistido entre nosotros: un deseo oculto y tácito esperando salir a la luz, oculto al
mundo. Nuestro
secreto.
Cuando papá me empujó contra el árbol nuevamente, me desabrochó la parte superior del
bikini y tomó mis pequeños senos entre sus manos, finalmente me dejé llevar, liberando una
parte de mí que solo papá sabía que existía.
"Esto está muy mal", gruñó en voz baja y ronca. "No debería tocarte así."
"Quiero que... por favor, papá".

Gruñó, presionando su frente contra la mía. "No dejes de llamarme así."
Apoyó su erección contra mi estómago, masajeando mis pechos.
"Papá", gemí y agarré su cabello, acercando su rostro al mío.
"Fóllame".
Sus dedos presionaron mi clítoris sobre mis bragas, frotando pequeños círculos.
Mi boca formó una O y mis ojos se pusieron en blanco. Estuve tan cerca de correrme.
"Aah, papá", gemí, frotándome contra su mano, necesitando

más fricción.
Su lengua invadió mi boca y su mano pellizcó mi clítoris, enviándome

Yo al límite. Tiré de su cabello y mi cuerpo vibró contra él.
"Luke, Nicole..." La voz de mi madre era como un balde de agua fría, y mis ojos se
encontraron con los de papá. Me dejó y se alejó con una mirada aterrorizada.
"Ve", susurré antes de correr hacia el agua, saltar, el agua fría apagó la llama entre
nosotros. Salí a tomar aire y papá regresó a la casa con mi madre. Después de unas
cuantas brazadas en el lago, salí del agua, me puse la parte superior del bikini, que fue
desechada por el árbol, y caminé de regreso, con el calor de la mano de mi padre en
mis pechos todavía abrasador.
No pude dormir. Las emociones complejas que sentí todo el día y la sensación de papá
contra mis labios y mi piel me hicieron dar vueltas y vueltas. Lo deseaba tanto que era
jodidamente pecaminoso. Sabía lo enfermos y equivocados que eran mis sentimientos.
Salí de mi habitación hacia la cocina. Papá estaba sentado en la isla, sin camisa.
Estaba bebiendo un bourbon y ya tenía los ojos vidriosos. Se lamió los labios cuando
me acerqué y mis ojos siguieron el movimiento.
"Entonces mamá llegó aquí antes de lo planeado", dije.
Giró sobre el taburete y me atrajo entre sus muslos.
"Sí", susurró.
"¿Estás contento de que nos haya interrumpido?"
"¿Qué opinas?" Preguntó, pasando sus manos por mi espalda.

Se le puso la piel de gallina a su paso.
Mi respiración se entrecortó cuando él ahuecó mis pechos.
"¿Lo eres, pajarito?" La voz de papá era ronca y baja.

"Un poco..." susurré. La preparación del día estaba ahora en un punto de inflexión. No
había manera de que esto no terminara con la polla de mi padre dentro de mí.
"Bien, porque estoy jodidamente frustrado. He estado duro toda la noche".

Sus dedos recorrieron mis pezones y los pellizcó con fuerza. Se endurecieron bajo su toque.
"No puedo dejar de pensar en este cuerpo".
"Por favor… papá, te necesito", ronroneé, tocando sus labios con los míos, chupando su
lengua en mi boca. Sabía a pecado y cielo, todo al mismo tiempo.
En segundos, me levantó y me acompañó a mi habitación.
"Tienes que estar jodidamente callada, cariño. Muy callada", dijo, bajándome antes de
girarse y cerrar la puerta. Presionó su frente contra la puerta, como si estuviera luchando
consigo mismo. Se quitó los boxers y me mordí el labio inferior al ver su culo apretado.
Me quité mi camiseta delgada y de gran tamaño, y cuando él se volvió hacia

conmigo, dejó escapar un gruñido bajo.
Acortó la distancia entre nosotros y luego sus manos estuvieron por todas partes.
En mi trasero, agarrándome fuerte, ahuecando mis pechos y pellizcando mis pezones.
"No hay vuelta atrás de esto, cariño. ¿Estás segura?"

"Solo fóllame, papá", susurré, deslizándome hasta el suelo. Lo necesitaba
pruébalo primero.
"¡Oh, joder! Dime que esto es real, cariño".

"Dímelo tú, papá". Su polla se balanceó tan pronto como mis labios aterrizaron sobre ella.
Lentamente, moví mi lengua alrededor de la cabeza. Él gimió, apretando los dientes.
Era enorme y no cabía fácilmente en mi boca. "¿Te gusta que?" Preguntó, agarrando mi
cabello con un puño y levantando mi cabeza para mirarlo.
"Sí, papá", gemí, chupándolo con más fuerza, saboreando el sabor del líquido preseminal
en su punta.
Empujó sus caderas hacia adelante, empujando su polla más abajo en mi garganta.
Y me atraganté a su alrededor, apretando mis manos sobre sus muslos.
"No voy a durar sin tu apretado coño".

Chupé sus bolas en mi boca mientras bombeaba su polla, luego la golpeé.
Mi boca volvió a su polla y la chupé vigorosamente, gimiendo.
Me puso de pie tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de parpadear.
Lo siguiente que supe fue que él me estaba empujando sobre la cama y flotando sobre mí,
sus dedos frotando mi clítoris, antes de encontrar su camino dentro de mí.
Mis músculos se apretaron alrededor de ellos automáticamente y él echó la cabeza hacia
atrás para gemir.
"¡Mierda! Este coño está tan jodidamente apretado y húmedo", dijo, cerrando su mano
alrededor de la base de mi cuello.
"Por favor... por favor, fóllame", jadeé. Casi me asustó lo mucho que
Lo quería ahora. "Te necesito dentro de mí, papá".
Besó y chupó mis pezones, mordiendo cada uno, la sensación me impulsó.
yo loco.
"Dime a quién perteneces", gruñó contra mi ombligo,
besando y mordiendo la suave carne.
"Tú", suspiré, agarrando su cabello y tirando de él con tanta fuerza que se rió entre dientes.
Luego estaba chupando mi clítoris, haciéndome temblar en su agarre.
Levantó mis piernas sobre su hombro y volvió a sumergirse en mi coño. Joder, quería
gritar, pero sabía que no podía, no con mi madre al final del pasillo.
Abrió mis piernas de par en par, deleitando conmigo como un hombre hambriento.
"Papá", gemí, agarrándome de su cabello.
"Fóllame, por favor".
"Oh, te follaré tan fuerte, cariño, que te correrás sobre mi polla".
Se puso de rodillas y me empujó con fuerza. Jadeé cuando se retiró, luego gruñí
cuando retrocedió un poco más fuerte, pero el ángulo cambió y golpeó ese punto muy
dentro de mí que hizo que mi cabeza girara. Apreté mis brazos alrededor de él, clavando
mis uñas en sus hombros mientras él trabajaba ese punto una y otra vez. Enganchó un
brazo detrás de mi rodilla, empujándolo hacia un lado, dándole un acceso más profundo a
mi coño, y cada
vez que se retiró para empujar hacia atrás más profundamente. No pasó mucho tiempo antes de
que me desmoronara debajo de él, gimiendo y jadeando como un animal.
"Joder, este coño es perfecto, pajarito".
Y con eso, me folló más fuerte y más rápido hasta un orgasmo que había
todo mi cuerpo temblando.
Apoyó su cabeza contra mi hombro y extendió la mano para apretar mi teta mientras me
follaba. Nunca se detuvo ni disminuyó la velocidad, simplemente siguió bombeando más fuerte,
saliendo casi por completo antes de volver a entrar, y eso era lo que necesitaba para correrme de
nuevo.
"¡Papá!" Gemí, tratando de estar lo más silencioso posible.
Él gruñó, volteándome y tomándome por detrás, ajustándome para que mis rodillas estuvieran
dobladas debajo de mí contra mi pecho. "Joder, este cuerpo", dijo con un gruñido entrecortado
detrás de mí, "Mira cómo se dobla para papá". Luego me empujó tan profundamente que sentí
como si estuviera penetrando mi maldito útero.
Sus dientes se hundieron en mi espalda con tanta fuerza que dejaron pequeñas impresiones
de dientes en forma de media luna que nadie más que él podría ver. Gemí fuertemente cuando un
escalofrío se deslizó por mi columna, sintiendo como si la sensación viniera de un lugar dentro de
mí que aún no había sido tocado, algún lugar misterioso en lo profundo que solo él podía tocar, y
la forma en que lo golpeó nuevamente con su polla. Envió chispas dentro de mí.
"Te amo, pajarito. Me encanta este dulce y pequeño coño. Me encanta cómo
cuánto me deseas."
Oh Dios, me estaba empujando al límite otra vez. Mi coño palpitó y
Me estremecí cuando llegué, y él gruñó maldiciones llenándome con su semilla.
Después de que ambos bajamos de nuestra euforia, nos quedamos allí tratando de recuperar
el aliento. Encontré un poco de sangre brillando en mi pecho desde donde me mordió. Su cabello
se le pegaba a la cabeza por el sudor y el mío hacía lo mismo.
"Sabes bien", sonrió, inclinándose para chupar las marcas de mordiscos en mi pecho y luego
recostándose boca arriba a mi lado. "No estoy seguro de cómo volver a ser como eran las cosas".
"No quiero." Apoyé mi cabeza en su hombro y él me cepilló el pelo.

de mi cara mientras yacía allí, ya medio dormido.
"Te amo", susurré mientras me quedaba dormido. Apenas lo noté
limpiándome con una toallita tibia y arropándome. Sonreí, tan increíblemente
contenido.
Capitulo 2
lucas
I Me paré en la orilla del lago y miré el agua tranquila, con las manos en el pelo. El
corazón me latía con fuerza en el pecho como si hubiera corrido una carrera de 5
kilómetros y me sentía mareado por la falta de oxígeno. Hay momentos en la vida que son
tan surrealistas e increíbles que todo lo que creías saber hasta ese momento se hizo
añicos. El momento en el que despiertas y te das cuenta de que no eras la persona que
creías que eras. Todo cambió el momento en que escuché por primera vez a mi hija actuar
en el escenario. Sentí que algo se agitaba muy dentro de mí. Algo primitivo, y durante
meses luché contra esos deseos con todo hasta que el cuerpo de Nicole se presionó
contra mí en el lago, sus pezones se endurecieron contra mi pecho. Podría haberme
alejado, podría haber mantenido esos deseos en la oscuridad, pero entonces ella me besó
y perdí el control.
¿Cómo carajo voy a enfrentar a mi hija después de lo que compartimos?
¿Cómo puedo evitar intentar follármela en cualquier momento que estemos solos?
No hay nada peor que el acto que Nicole y yo cometimos anoche.
Hay un lugar especial en el infierno para hombres como yo, pero joder si estoy listo para
arder por un momento más con ella.
Gail se agitó cuando volví a meterme en la cama después de ducharme y cambiarme.
Abrió los ojos y puso su mano sobre mi pecho. Me estremecí. Me sentí como una mierda
porque ella no era la mujer que quería en mi cama. Anoche, yo
Me follé a la mujer de mis sueños y nunca volvería a tocar a otra mujer.
"¿Qué te pasa, bebé?" Ella preguntó.
"Simplemente tengo muchas cosas en la cabeza".
Ella entrelazó sus dedos con los míos. "Tienes que relajarte. Esta fue tu idea, ¿recuerdas?" La
sonrisa en su rostro era genuina, y me odié a mí mismo por desear que ella no hubiera llegado.
Gail merecía algo mejor que esto, mejor que un hombre que se follaba la carne.
y sangre sin arrepentimiento.
"Tienes razón, lo haré", dije. Movió su mano hacia el sur sobre mi polla.
"Deberíamos preparar el desayuno", dije, quitando su mano de mí.
Ella gimió. "¿No podemos simplemente dejar que nuestra hija se las arregle sola por ahora?"
¿una vez? Quiero decir, ella tiene dieciocho años."
Aparté su mano de mí, sin querer ser duro, pero tampoco en el
Estado de ánimo para otra sesión de ataques a Nicole.
"Vamos, Gail." Pasé mi mano por mi cara. "¿No podemos hacer esto?
¿ahora?"
"¿Hacer qué? Pide quedarte en un maldito día festivo y no esperar a Nicole".

¿Como un sirviente?"
"Estás siendo irrazonable."
Ella gruñó en respuesta.
"Mira, ¿podemos simplemente disfrutar el día juntos? Nosotros tres".
Cuando intenté alcanzar su mano, ella se apartó. "No me toques"

ella dijo. "No estoy de humor."
"Tal vez no debería haber venido". Se quita las mantas y se pone los vaqueros y la camiseta
del día anterior. La agarré del brazo y la empujé hacia adentro cuando intentó salir de la habitación.
"Si vas a ser así, tal vez deberías", dije con un gruñido.
"Me queda bien."
"Diablos, deberías irte ahora y volver con ese cabrón". Allí estaba. Lo dije después
de retenerlo durante meses. Había visto los mensajes de texto, la había seguido y
sabía que estaba jodiendo con uno de mis amigos más antiguos. Mi sangre
hervido. Quería arremeter.
Sus ojos se abrieron y se sentó en el borde de la cama con la cara

acunado en sus palmas. "Supieras."
"Al menos no me estás faltando el respeto al negarlo".
Ella sollozó con los labios apretados. ¡Era jodidamente molesto! Los sentimientos
de culpa por mi infidelidad me arañaban. Tal vez sea mejor para ambos si tomáramos
caminos separados y nunca miráramos atrás.
Suspiré y la rodeé con mi brazo. "Está bien", dije por encima de sus llantos.
"Ambos hemos hecho cosas de las que no estamos orgullosos".
Ella respira profundamente y se seca las lágrimas. "No sabía cómo decírtelo. No
ha sido muy bueno entre nosotros durante mucho tiempo".
Asenti. "Mira, intentemos disfrutar este fin de semana. Podemos hablar de
Todo eso cuando volvamos a casa."
Gail asiente. "Voy a tomar un baño." Luego ella entra al

baño.
Me paré; Agradezco haber tenido algo de tiempo para hablar con Nicole.
Mi hermoso pájaro de mierda estaba en bikini cuando entré a la cocina.

¿Cómo se convirtió mi pequeña en una puta sirena? Mi polla es como acero al verla.
"Buenos días, papá", dice en un tono sensual, y las solas palabras me hacen
cruzar la habitación. Me paro detrás de ella, agarrando sus caderas y presionando mi
erección contra su trasero.
"Este bikini te hace parecer lista para una paliza".
"Oh sí." Ella me sonríe por encima del hombro y se está volviendo jodidamente
yo en.
La tomo en mis brazos y sostengo su cuerpo contra mi pecho. La tomé en mis

brazos y sostuve su cuerpo contra mi pecho. "Dios, Nicole, obtendrás
Te azotan cada vez que usas este bikini y actúas como una puta para mí".
Ella se rió entre dientes y se dio la vuelta. "¿Promesa?"
"¿Crees que no cumpliré esa promesa?" Le pregunté mientras le pellizcaba los pezones a
través de la tela y ella reaccionó inclinándose hacia atrás, empujando su pecho hacia mí mientras
colocaba sus manos en mi entrepierna. Su respiración se hizo más profunda mientras se frotaba
contra mi dureza, pero no podía llegar muy lejos cuando Gail estaba en la habitación de al lado.
"Tomaré un momento de espera", le dije mientras comenzaba a desayunar. "Tu mamá está en
el baño y dudo que esté fuera el tiempo suficiente para lo que tengo en mente".
"No está lloviendo", dijo mientras caminaba detrás de mí y luego se subía a su
De puntillas para morderme el lóbulo de la oreja.
"Joder, pajarito. Es difícil decirte que no", sus manos se deslizaron en mis pantalones deportivos,
palmeando mi polla.
"¡Hablado como un verdadero cachondo, papá!" Ella bromeó. Me giré para mirarla... ¡mi
jodidamente sexy provocación! Ella puso sus brazos alrededor de mi cuello y me besó larga y fuerte,
como si fuéramos solo nosotros dos en el mundo. Cuando se apartó con una sonrisa en los labios,
había algo más en sus ojos. Una vulnerabilidad que no había visto en mucho tiempo.
“Te quiero, Nicky. Sólo tú”, trato de asegurarle. Ella retira las manos y retrocede. Pero incluso
mientras lo decía, sabía que esta situación era complicada.
La forma en que parecía tan insegura hizo que mi polla se endureciera. Esta chica no tenía ni
puta idea de lo que me estaba haciendo. "Siéntate, pajarito", le dije mientras volvía a cocinar. Se
apoyó contra la puerta con un puchero. Unos minutos más tarde, Gail se unió a nosotros en la cocina.
"El desayuno huele muy bien", dijo Gail. Tenía los ojos ligeramente enrojecidos.
y supe que había estado llorando de nuevo.
Miró a Nicole con una sonrisa. "Buenos días, Nicky. Casi no te vi anoche. ¿Te divertiste ayer
con papá?"
"Qué maravilla", dijo mi hija, y yo sonreí. Joder, ella era una traviesa.
pequeña cosa. Es jodidamente imposible quitarle las manos de encima.
"Iba a ponerme al día con la lectura, pero al verte listo para nadar,
podría unirme a usted", dijo Gail cuando se sentó a la mesa.
"De hecho, acabo de regresar del mío", dijo Nicole.
Dejo los panqueques en sus platos.
"Pero deberías irte. El agua es estupenda", dijo Nicole mientras me servía una taza de
café y me sentaba a su lado. Puse mi mano discretamente sobre su muslo, pasándola hacia
arriba y hacia abajo.
"Creo que lo haré, y podemos tomar el bote más tarde. ¿Quizás almorzar en el agua?"
Sugirió Gail, mirando a nuestra hija.
"Mientras haya panqueques salados, suena divertido". Mi pajarito hizo
un espectáculo de lamer sus labios porque sabía que yo estaba mirando.
Quería mirar su cara haciendo puchero mientras deslizaba mi polla dentro y fuera de su
cálida boca. Perdiéndome en mis pensamientos sucios, escuché a Gail hablar. "Gracias por
el desayuno, Luke."
Me sentí como un idiota en ese momento. Deseaba que Gail no estuviera aquí, porque
Mi polla no podía aguantar ni un segundo más sin estar dentro de Nicole.
Minutos después de que Gail se fuera a nadar, incliné a mi hija sobre la cocina.
mesa, se arrancó la parte inferior del bikini y se hundió en su coño mojado.
"¡Oh, joder! Te sientes tan bien, dulce niña".
Gruñí mientras golpeaba su carne resbaladiza.
"Más fuerte, papá", gimió Nicole y se estremeció cuando golpeé su clítoris.
"Más difícil."
"Ruégame que te deje venir", le ordené. "Hazlo o me detendré".

"Oh, por favor, papá, tengo que venir", suplicó.
Siento su coño moverse alrededor de mi polla y darle un pellizco fuerte a su clítoris.
"Tú. Will. Ven", gruñí.
"Sí, sí, papá", gritó Nicole cuando la dejé venir.
"La próxima vez que te burles de mí delante de tu madre, privaré a tu coño de un orgasmo", le
advertí, dándole la vuelta. Su rostro se contrajo de placer y agonía cuando le pellizqué el clítoris con
más fuerza.
"No lo haré, te lo prometo a papá", suplicó Nicole.
Aparté la parte superior de su bikini y chupé su pezón con fuerza. Mi chica chilló, sacando sus
tetas para darme más acceso.
"¿Te gusta este?" Le pregunté mientras salía de su coño.
Cogí el cuchillo de cocina sin pensarlo conscientemente. La hoja brillaba al reflejar la luz natural
que entraba por la ventana. Presioné el frío y plano metal contra la suavidad de su pecho. Ella jadeó
cuando la punta afilada atravesó su carne de porcelana. Me di cuenta de cuánto lo disfrutó mi pajarito
cuando chupé sus marcas de mordeduras anoche. Me incliné y chupé las gotas de sangre.
"Quiero marcar cada centímetro de tu piel, cariño. Muéstrale al mundo que eres mi chica".
Mi polla volvió a hundirse en el núcleo resbaladizo de mi hija casi antes de que ella
podría volver a respirar.
Separé sus piernas, empujándolas hacia sus hombros para poder estirarme.
Su coño se ensancha y hunde mi polla más profundamente.
"Joder, estás tan apretado", dije con los dientes apretados.
Mi mano se envolvió alrededor de su garganta, mientras la otra se deslizaba hacia su clítoris para
frotar círculos rápidos contra la protuberancia hinchada, mientras yo golpeaba su apretado coño. Me
recliné hacia atrás, dándome un mejor ángulo para golpear su coño.
"¡Ven, bebé!" Gruñí con los dientes apretados.
Mi polla se deslizó y aterrizó en su coño mientras sacaba mis dedos de su clítoris. Mi semen
salpicó la carne con el primer golpe, haciendo que Nicole cayera en espiral hacia otro orgasmo
mientras arañaba mi mano.
Mi polla se deslizó a lo largo de su coño, quedando cubierta por la mezcla de
semen y nuestros jugos.
Me puse de pie y mi polla goteó líquido preseminal sobre la mesa.

"Eres perfecto, pajarito".

Mi mano se deslizó entre sus muslos, deslizando algo de mi semen dentro de ella.
"Es hora de ducharnos", sonreí, levantándola y arrojándola sobre mi hombro. Ella soltó una
risita y le di una palmada en el trasero.
Me duché rápidamente, odiando dejar a mi chica. Pero tuve que limpiar antes
Gail regresó y vio la evidencia.
Tuve unos segundos de sobra cuando terminé. Gail entró, bañada por el sol y
más relajado que esta mañana.
"¿Buen baño?"
Ella asintió y se deslizó sobre la mesa donde acababa de follarme a nuestra hija.
Ella pasó un dedo por mi torso. Me alejé, sacudiendo la cabeza. "Tenemos mucho de qué
hablar, Gail".
Su rostro decayó. "Lo sé. Te ves sexy, recién duchada".

Nicole entró en la cocina y apretó la mandíbula cuando la miró.
La mano de mi madre sobre mí.
"Estaré en el porche". Dijo, caminando afuera. ¡Mierda! Lo último que yo

Lo que quería era herir sus sentimientos, pero parecía jodidamente inevitable.
"Lo siento. No quise decir nada. Es sólo que…" dije cuando me reuní con ella en el porche.
"Sí, lo sé", dijo, sin mirarme, mientras yo estaba allí rastrillando mi

dedos por mi cabello.
"Sin embargo, ustedes dos se veían cómodos. ¿Sabe ella que me jodiste en
¿Ese lugar exacto unos minutos antes de que ella se sentara allí?" Dijo con amargura.
Mi cabeza daba vueltas y necesitaba un momento. Se sintió como si el suelo se moviera
y el mundo perdió el equilibrio.
"Lo siento bebe." Extendí la mano, tirando de su cola de caballo.

Ella asintió. "Lo que sea. No es como si pudiéramos decírselo a ella, ni a nadie más, por
ese asunto."
Se puso de pie y bajó las escaleras, dirigiéndose hacia la orilla del agua.
Cenamos perritos calientes y luego nos sentamos junto al fuego, conversando y asando
malvaviscos. Parecían viejos tiempos, excepto que no lo era. Gail estaba borracha después de
dos botellas de vino y, como siempre, fue la mejor compañía, divertida y amable con nuestra
hija, recordándome por qué me enamoré de ella en primer lugar.
Por supuesto, empezó a hablar sobre el viaje y lo que esperaba que supusiera para
nosotros como familia, pero Nicole se alejó, caminando penosamente hacia la casa del lago.
Cuando Gail empezó a hablar de nuestra vida sexual, intervine. "Creo que es
hora de dormir."
Ella se lamió los labios y asintió. "¿Vienes?"

"Sí", respondí, y Nicole se detuvo y me lanzó una mirada.
Ayudé a Gail a acostarse y, sin previo aviso, deslizó su mano en mi
pantalones deportivos y envolvió su mano alrededor de mi polla.
Cada movimiento que hacía me recordaba lo bien que fue alguna vez con ella. I
detuvo su mano.
"Lo siento, Gail, no puedo".

"Por favor, hazme sentir bien", dijo arrastrando las palabras.
Pasé mi mano por su cabello. "Esta noche no, ¿vale? Sólo descansa. Tengo que cerrar".
Llamé a la puerta del dormitorio de Nicole y ella no respondió. Apoyé mi cabeza contra él.
"Yo arreglaré esto, pajarito", le aseguré, aunque no sabía cómo. Todo lo que quería era tenerla
en mis brazos esta noche, pero se esperaba que hiciera de marido para Gail.
Cuando la cama se hundió más tarde esa noche, un hormigueo de deseo se disparó desde
mi ingle, extendiéndose por mis extremidades cuando la boca de mi hija descendió sobre mi
polla. Detrás de mí, Gail dormía profundamente y, por un momento, me permití olvidar lo jodido
que era esto y disfruté la increíble sensación de tener la cálida boca de mi hija envolviéndome.
Quería mostrarle cuánto amaba follarle la cara y lo bien que se sentía esa lengua trabajando en
mi contra. Moví mis caderas hacia adelante y Nicole me chupó profundamente en su garganta
antes de
sacándome, haciendo esos pequeños sonidos de sorbidos que me llevarían al límite si

no se detenía.
Bajé la mano y agarré su cabello mientras la atraía hacia mí con fuerza, tomando
el control del ritmo.
¡Ella chupó tan bien! Estaba cerca, tan jodidamente cerca de entrar en ella.
boca.
Quité las mantas para mirarla en mi ingle, con las piernas fuera de los pies de la
cama. Ella me miró con esos ojos grandes y dejé que mis ojos se cerraran mientras
lanzaba chorros de semen por su garganta. Ella no se separó de mí, simplemente
permaneció boca abajo hasta que terminé, y antes de que pudiera levantarse, negué con la cabeza.
"Límpiame", susurré.
Ella asintió, lamiéndose los labios, chupando lo último de mi semen de mi suave
polla. Su boca se sintió tan bien que se endureció de nuevo.
Me recosté, acercándola a mí mientras ella caía entre mis piernas.
Acerqué su rostro al mío y presioné nuestros labios, saboreando esos labios
rosados y regordetes que habían probado cada centímetro de mi cuerpo en un momento
u otro. Su dulce aliento llenó mis fosas nasales mientras la besaba durante mucho tiempo.
"¿Estás listo para mi polla, pajarito?" Le susurré al oído.
Ella se sentó a horcajadas sobre mi pecho y le metí la polla dentro de su coño
mojado. Era un jodido enfermo, follándome a mi hija con mi esposa en la cama a mi
lado, pero estaba tan perdido de la cordura que no me importaba.
"¿Sabes lo puta que eres, acostada en la cama desnuda con tu
¿Papá?" Mi polla se deslizó más profundamente dentro de ella mientras susurraba palabras sucias.
"No." Ella gimió.
Empujé debajo de ella y temblé. Nuestros cuerpos se movían juntos. Agarré su

apretado trasero, extendiéndolo mientras ella montaba mi polla, guiando sus caderas
más rápido contra mí. Ella era jodidamente perfecta.
Se inclinó para susurrarme al oído. "¿Es malo que me guste follarte, papá?"
Gemí mientras me preparaba para explotar dentro de ella, "No, pajarito. No es

nada malo."
Ella se puso rígida momentáneamente, luego golpeó su cuerpo contra el mío,

hundiendo mi polla más profundamente en un último y fuerte empujón antes de correrse
hacia mí, estremeciéndose y jadeando en mi oído.
Semen caliente entró en ella, el orgasmo me atravesó mientras gruñía. Mis bolas se
tensaron y antes de que pudiera siquiera pensar, hubo otro orgasmo, este como explosiones
de cohetes en mi cabeza. ¡La explosión de esperma caliente en ella nuevamente fue
increíble! Salió de ella hacia mis pelotas y se filtró de ella hacia mí.
Ella se dejó caer sobre mí y ambos nos quedamos sin aliento, abrazándonos con
fuerza.
Gail se movió a mi lado y Nicky se bajó de mí, goteando semen de su coño. La seguí
fuera del dormitorio y la besé fuera de la puerta.
"Buenas noches bebe."
"Buenas noches, papá", susurró, y luego se paseó por el pasillo.
a su dormitorio. Cómo me gustaría poder seguirla.
Me miré a mí mismo; Estaba cubierta por nuestra excitación. Me dirigí a la ducha para
lavarme y no pude evitar sonreír.
Me la follé mientras dormía junto a mi esposa. Era muy arriesgado, pero Nicky me
hizo querer ser imprudente. No podía mantenerme alejado de mi hija. Como una polilla a
la llama, me sentí atraído por ella.
Capítulo 3
nicole
"EN ¿En qué estás pensando, hermosa? Preguntó papá cuando entró a mi habitación,
cerrando la puerta detrás de él. Se sentó en mi cama a mi lado, con su mano en mi trasero.
Ayer condujimos a casa tarde y estar lejos de él hoy fue un infierno.
"Acerca de ti", dije, volviéndome boca arriba. "Te extrañé." Anoche, cuando mamá se
quedó dormida, papá se coló en mi habitación y me folló con la lengua hasta que me corrí en
su boca.
Deslizó su mano debajo de mi falda y trazó mis bragas.

"¿OOO lo hiciste? ¿Los dos orgasmos que tuviste anoche no fueron suficientes para ti?
Suspiré cuando uno de sus dedos se deslizó dentro de mis bragas. “Ojalá no lo hiciéramos
Tengo que salir de esta habitación”.
“¿Es esa tu forma de decir que quieres que vuelva a follar, niña? Extrañaba tu dulce coño
en mi polla". Sus dedos se deslizaron fuera de mis bragas.
Me senté sobre mis talones en la cama y lo vi quitarse el cinturón y desabrocharse los

jeans. "Extrañé tu gorda polla dentro de mí, papá, pero… extrañaba que me follaras mientras
mamá estaba en la habitación. Hacía mucho calor”.
Dios, me encantaban los pensamientos cachondos como este y contarle a mi papá cómo
hacerlos, ¡porque sabía que él era tan sucio como yo! Me mordí el labio mientras él
acarició su polla. "¿Todavía quieres ser una buena niña para papá?"
Sabía que mamá podría enterarse de nosotros en cualquier momento, pero no me importaba. lo necesitaba
su polla.
"Te follaré junto a mami esta noche. Ahora, quiero que te desnudes y
acuéstese boca abajo. Quiero follarte el culo así de fuerte, cariño".
Rápidamente me quité la ropa y me tumbé sobre la cama. Papá pasó la palma de su
mano por la curva de mi nalga y luego la agarró con fuerza hasta que maullé por él.
"¿Quieres sentir la polla de papá follándote el culo, Nicole?"

Me encantaba escuchar sus malas palabras. Me encantó que cada centímetro de mí perteneciera
a él.
"¡Sí! Quiero sentirte estirándome tanto, empujando tu polla.

¡dentro de mí!"
Papá cubrió mi raja con lubricante y luego metió un dedo dentro de mi trasero.
La sensación era extraña, ligeramente incómoda.
Besó mi trasero mientras movía la punta de su dedo dentro de mí hasta que
Sentí un ligero placer.
“Aún no estás lista, niña. ¿Quieres sentir más? Mojarse
¿Y listo para recibir la polla de papá en este culo apretado?
Estaba gimiendo y diciendo que sí cuando empujó su dedo más profundamente en mi trasero...
"No puedo esperar para meter mi polla en tu pequeño y apretado culo, niña.
Tócate, pequeña zorra.
Metí la mano debajo de mí y me toqué mientras él empujaba otro dedo en mi trasero.
Estirándome.
"¡Papá! ¡Fóllame ahora! ¡Por favor!"
Papá se subió a mí, su peso me reconfortaba, antes de estrellar su polla en mi trasero
con tanta fuerza que supe que mañana me dolería. ¡Mierda! Me sentí bien cuando se
empujó hasta lo más profundo de mí. Me sentí poseída cuando me usó como una puta.
Empujó sus caderas, gimiendo sobre mí. Las lágrimas cayeron por mi rostro mientras él se
empujaba más profundamente con cada embestida.
"Quédate abajo, cariño, no levantes ese trasero".
Gemí mientras él agarraba mis caderas.

"Cada parte de ti es mía ahora".
Salió de mi trasero, me rodeó la cintura con el brazo y me tomó de nuevo. Sus dedos se
clavaron en mis pechos. Sabía que mañana dejarían moretones y los quería. Quería pruebas
de lo que hicimos para demostrar que era real.
Mi coño estaba palpitando de nuevo, y sentí un hormigueo de calidez creciendo.

En lo más profundo de mí cuando de repente papá rugió y disparó su semen en mi culo.
"¿Te gustó eso, niña?"
"Sabes que lo hice".
Ambos respirábamos con dificultad mientras se vestía. Cuando se ubicó los pantalones,
se inclinó sobre la cama y me besó suavemente.
"Ella estará en casa pronto".
Lo vi irse y luego me quedé dormido pensando en cuánto estaban cambiando nuestras

vidas.
Me desperté a las dos de la madrugada, me levanté de la cama, me escabullí por el pasillo
hasta el dormitorio de mis padres y luego cerré la puerta suavemente detrás de mí. Esto era
arriesgado; Follando a papá mientras ella estaba en la habitación. Pero sabía que mamá
tomaba pastillas para dormir por la noche y podía dormir durante un huracán.
Papá esperándome al borde de su cama. Era tan jodidamente hermoso y mío. No dijo
nada por un momento; sus ojos recorrieron cada centímetro de mi cuerpo desnudo cuando dejé
caer mi bata (su polla ya se endurecía por la lectura hambrienta). Sonreí y me senté a
horcajadas sobre él, hundiéndome sobre su enorme polla.
Gimió en mi oído cuando comencé a montarlo, tirando de mi cabeza hacia atrás por el
cabello. Me encantaba cuando papá era duro conmigo, y lo era esta noche.
Papá me folló duro y profundo, y le quité todo lo que pude.
Mis ojos se pusieron en blanco cuando lo sentí ponerse rígido y explotar dentro de mí. Me
abrazó mientras bajábamos de nuestros orgasmos.
Papá me levantó de su regazo y me llevó al baño.

"Inclínate sobre el fregadero".
Lo hice, mirando mi reflejo en el espejo del tocador mientras él me azotaba.

es.
"Qué hermoso culito rojo tienes, bebé..."

Me mordí el labio cuando lo golpeé de nuevo. "Qué jodidamente travieso. ¿Y si
¿Mami se entera?".
"Quiero que ella se entere. Quiero que seas mía".
"Joder. No digas cosas así."
Respiré profundamente cuando volvió a abofetearme el trasero. "Oh Dios, papá, más
fuerte".
Me dio una palmada en el culo tres veces más y luego su dedo empujó mi trasero.
Estúpido. Me puse tenso.
"Relájate. Sabes lo bien que se siente. Pero no vienes hasta que papá lo diga".
Asentí dócilmente y él añadió un segundo dedo dentro de mí.

"Fóllame el culo, papá. Fóllame como a una puta".
Papá besó mi hombro, luego me agarró las caderas y empujó dentro de mí.
Hizo una pausa momentánea, mirando mi expresión en el espejo, antes de abrir mis nalgas
mientras él empujaba dentro de mí. Casi me corrí, pero no me permitieron liberarme hasta que
él lo dijo.
Las lágrimas se filtraron por el rabillo del ojo por lo traviesos que estábamos siendo y lo
bien que se sentía. El placer de que papá me follara fue abrumador.
Grité cuando empezó a follarme más rápido. Que el espejo repiqueteó en la pared detrás
de él, sorprendiéndonos a ambos. Ambos estábamos jadeando mucho cuando él cedió y llenó
mi trasero con semen, mientras simultáneamente alcanzaba y retorcía mis pezones entre sus
dedos.
"Maldita puta", gruñó, su polla palpitaba dentro de mí. Él besó mi
cabeza mientras salía de mí lentamente. "Dios, me encanta este coño".
Ambos estábamos jadeando cuando entramos a la ducha. Papá me besó

mientras el agua caía en cascada sobre nosotros. "No quiero volver a sentir otro
coño alrededor de mi polla, pajarito".
Después de ducharnos, salí del baño y me quedé sin aliento al ver a mi madre.
Ella observó mi desnudez con horror y disgusto en su rostro.
"¿Qué carajo está pasando?"

Papá la tuvo en la cama en segundos, sus dedos la rodearon.
garganta.
"¿Por qué carajo tuviste que despertarte, Gail?" Él se burló.

Mi madre temblaba casi tanto como yo. Levantó las manos en un gesto
suplicante, aunque con el agarre mortal de mi padre en su garganta, apenas podía
pronunciar palabras, y mucho menos gritar. "No me hagas daño, por favor déjame
ir..."
"Ahora voy a tener que mantenerte callado", dijo papá con calma. Con
demasiada calma. Retiró la mano de su garganta y buscó en el cajón de la mesilla
de noche. Jadeé cuando sacó un arma.
"No diré nada. Me iré y nunca me verás".
"Papá… por favor no lo hagas".
Nunca antes le había suplicado.

"Nunca diré nada, Luke." La voz de mi madre se quebró y su cuerpo temblaba
horriblemente.
"Oh Dios", me di la vuelta, pero ya era demasiado tarde. Ya pude oír el disparo
del arma. El sonido vibró a través de mí.
Me desperté sudando frío. Revisando mi celular, me di cuenta que eran las dos de la madrugada.
Joder, gracias a Dios todo fue un sueño, pero aún así escuché un ruido, uno lo suficientemente fuerte
como para despertarme sobresaltado.
Abrí la puerta de mi habitación lentamente y caminé por el pasillo. Las luces

de abajo estaban encendidas y papá estaba de pie en el vestíbulo. se volvió
y contuvo el aliento cuando me vio. Su cabello parecía como si hubiera estado pasando sus
dedos por él durante horas y sus ojos estaban cansados.
"¿Está todo bien?" Pregunté vacilante.
"Ella se fue, cariño. Tu mamá se fue".
Él se sentó en el último escalón y yo bajé, sentándome a su lado.
"¿Es por... nosotros?"
Me miró, levantó mi barbilla y luego besó mis labios suavemente. Luego sacudió la
cabeza, "Ha tardado mucho en llegar. Y no, ella no sabe nada de nosotros, cariño. Nadie
puede saberlo. Podría perderte, y no creo que pueda sobrevivir a eso".
"Yo tampoco", dije, inclinándome hacia su toque. "Lo siento, papá".

Se inclinó y cuando nuestros labios se encontraron esta vez, el calor y el deseo desaparecieron.
aún allí.
"Necesito estar dentro de ti, cariño, pero no puedo prometerte que no te lastimaré".
Me quité la camiseta de gran tamaño y me recosté contra las escaleras, con mis pechos
expuestos, solo con mis bragas. "Úsame, papá. Déjame hacerte sentir bien".
"Inclínate sobre las escaleras, bebé", me agarró las piernas y me llevó al primer escalón.
"Inclínate y tócate los dedos de los pies".
Hice lo que me dijo y la respiración de papá se aceleró.
"¿Cuánto quieres que papá te lastime?"
"Malmente, papá", gemí, "quiero tu dolor".
No perdió ni un segundo más desnudándose detrás de mí. Con un gruñido, tocó mi
mejilla derecha con tanta fuerza que lo oí resonar en todo el vestíbulo. Apreté los dientes y
me dije que todo estaba bien. Simplemente me estaba dando exactamente lo que quería. Eso
era exactamente lo que papá quería de mí también.
"Quiero marcar tu piel, bebé", dijo, incluso cuando su mano cayó con más fuerza sobre
la carne de mi muslo izquierdo, mientras sus dientes se clavaban en mi trasero. Estaba
seguro de que mi trasero ya estaba en un tono rojo.
Hizo una pausa entre golpes, asegurándose de que pudiera manejar cada uno, pero
apreté los dientes y lo tomé. "No te perderé. Fuiste hecho para mí, pájaro".
Su voz era ronca. Entonces sentí su empujón amartillado contra mi coño.
"¿Puedes hacerle un favor a papá, bebé?"
"Sí", respondí.
"Grita", gruñó mientras empujaba su polla tan profundamente dentro de mí que tuve que
caer de rodillas. Papá no perdió el tiempo acomodándose detrás de mí.
Entonces grité, fuerte y salvaje, como un animal. papi era mi
kriptonita.
"No puedo creer que ya no tenga que acariciarme pensando en ti". Mordió una parte
particularmente sensible de mi trasero, forzando un gemido de mis labios. "Me voy a follar a
este coño cuando quiera". Su voz estaba ligeramente apagada por su rostro presionado
contra mi trasero, mordiendo lo suficientemente fuerte como para que supiera que dejaría
marcas de dientes muy pronto.
"¿Te gustaría eso? ¿Ser la puta de papá?"
"Sí." Mis manos se agarraron a la barandilla, tratando de estabilizarme. "Soy tu puta".
Cada empujón me obligó a tomar más de su gruesa longitud. Sabía que era suya y él
estaba tomando lo que era suyo. Mi cuerpo tembló con la tensión creciendo en mi interior.
Quería tocarme, pero él sostuvo mis brazos detrás de mi espalda.

"Por favor, papá, hazme daño", susurré.
"Te haré daño. Joder, eres pequeño", ladeó las caderas de manera un poco diferente a
como lo había hecho antes y enterró otra pulgada más profundamente que nunca. "¿Cuánto
te gusta que me folle tu pequeño coño?" Me dolía mucho, como una bola de cera fundida en
mi vientre que pronto gotearía sobre los escalones de madera de abajo.
"Mucho." Mi voz era ronca por tomar su polla y ser la puta de papá. Podría estar
rogándole que se detenga, pero todas las almas lloran por su verdadero
maestro, ya sea que sean conscientes de ello o no. Y yo quería ser su esclava, su muñeca, su
todo.
"Buena niña." Me encantó cuando me dijo eso como si lo dijera en serio.
"Pero tal vez te guste demasiado, cariño". Me dio una palmada en el trasero una vez más
antes de salir de mí por completo y segundos después, estaba gimiendo de alivio cuando la
corrida se disparó sobre mi espalda. Mi coño palpitaba de necesidad. ¿Sería tan cruel y me
dejaría insatisfecho?
"Necesito venir, por favor, papá".

"Qué codicioso. Te castigaré por eso más tarde, mi pequeña esclava sexual".
Me encantó cómo dijo, esclavo. Era incluso mejor que ser su buena chica.
"Date la vuelta, bebé", me ordenó, y yo hice lo que me dijo. "Difunde tu
piernas anchas."
Abrí las piernas colocando las manos sobre las rodillas.

"Más amplio"
Su semen goteaba en mi coño. Quería tocarlo, meterlo en mi agujero. La necesidad de alivio

era tan grande que comencé a tocarme.
Papá se quedó allí mirándome masturbarme, sonriendo de lo desesperada que estaba. Metió dos
dedos dentro de mí.
"¿Que decimos?"
Era difícil concentrarse en algo excepto en acercarme al borde, pero sabía que si quería
correrme, sería mejor que le respondiera. "Gracias, papá, por dejarme venir".
"De nada", metió los dedos de nuevo, esta vez más profundamente. "Estás
mi pequeña zorra cum, bebé."
Papá se acercó y me besó. "Eso es hermoso, niña".
Presioné mis labios contra los suyos, tratando desesperadamente de no perder la
concentración. Sus dedos trabajaron más lento ahora, prolongando aún más mi orgasmo. Deslizó
un tercer dedo y comenzó a moverlos hacia adentro y hacia afuera, acariciando mi punto G
mientras pellizcaba mi clítoris con su pulgar mientras respiraba pesadamente en mi oído. "Eres
tan hermoso."
"Soy tuyo", jadeé.

"Lo sé." Sus dedos continuaron frotando intensamente mi punto G mientras me
observaba retorcerme, esperando mi liberación. "Sólo mío." Mi coño siguió temblando
alrededor de sus dedos y él se frotó más rápido. Segundos después, sentí lo que habría
sido el orgasmo perfectamente sincronizado apenas unos segundos antes de que él
sacara sus dedos de mí por completo.
"¡Papá, por favor!" Supliqué mientras se me formaban lágrimas en los ojos. Papá
debió haberlo notado porque, casi instantáneamente, estaba lamiendo las lágrimas
saladas de mi cara.
Me agarró por el cuello con una mano y me penetró con fuerza.
"Dilo."
"Soy sólo tuyo, papá", susurré.
Movió mis manos por encima de mi cabeza con la otra mano, sin disminuir su ritmo.
"Mantén tus manos así".
Era difícil no mover mis manos con lo fuerte que me estaba jodiendo.
Mantuvo un fuerte agarre alrededor de mi garganta, y supe que si no mantenía las manos
en alto, la follada se detendría.
"Por favor, papá".
"¿Qué?"
"¿Puedo ir?", supliqué.

Con la misma rapidez, salió de mí otra vez, arrastrando su polla por la raja de mi
trasero. Abrió mis piernas, luego las puso sobre sus hombros y el ángulo lo llevó aún más
profundo. Afortunadamente, su agarre alrededor de mi garganta se aflojó.
Aceleró de nuevo y pronto sentí que se acercaba un orgasmo. Justo cuando sentí
ese borde, papá dejó de golpear por un segundo pero permaneció dentro de mí. Presionó
su pulgar contra mi pequeño culo hasta que sentí que lo deslizaba ligeramente. Se llevó
el pulgar a los labios y probó mi trasero. Su empuje aumentó constantemente y finalmente
exploté, viendo estrellas.
detrás de mis párpados. Me folló durante mi orgasmo antes de correrse dentro de mí,
gimiendo como si tuviera dolor.
Nos quedamos allí jadeando durante lo que pareció una eternidad, su frente contra la
mía y nuestra respiración entrecortada. Luego me llevó a la ducha y me limpió suavemente.
"Lamento haberte lastimado, bebé", dijo bajo el agua tibia.

"Puedes lastimarme si eso significa que puedo correrme", dije mientras envolvía mis
brazos alrededor de su torso y besaba su pecho.
"No sé cómo tuve tanta suerte". Me sonrió suavemente. "Tú
dame siempre lo que te pido."
Nos besamos de nuevo, esta vez profundo y apasionado, antes de salir de la ducha.
Me encantó que él nunca me presionó ni intentó hacerme sentir culpable para que
hiciera algo que no quería. Entonces, la pasión entre nosotros hizo que el sentido común se
fuera por la ventana.
Los siguientes días fueron borrosos. Estaba confundida por lo aliviado que me sentía.
Mamá me llamó para explicarme. Se había desenamorado y enamorado al mismo tiempo.
Deseé poder decirle que yo también me había enamorado.
Dormí en la habitación de papá desde la noche que ella se fue. Me sentí como si
estuviera encadenada a él, pero no me importaba. Lo quería a él y sólo a él. Todo pasó a un
segundo plano. Una parte de mí siempre había querido esta relación con mi padre. Nosotros
contra el mundo. Pero necesitaba volver a mi música.
“¿Vendrás a verme tocar en el pub?” Le pregunté en el desayuno. Él sonrió, esa sonrisa
torcida que lo hacía parecer mucho más joven. Esa sonrisa que hizo que mi coño palpitara
al sentir esos labios nuevamente.
"Me encantaría, dulce niña", dijo.
"Puedes venir detrás del escenario", le guiñé un ojo.
"No sé si eso es seguro", dijo, sacudiendo la cabeza suavemente mientras

mirándome con una sonrisa. "Por cierto, te traje algo."
Salió brevemente de la habitación y regresó con una caja negra que me entregó.
“Has sido tan bueno. Te compré esto hoy y quiero que lo uses para papá esta noche.
Puedes abrirlo más tarde”, explicó.
Me besó ligeramente en la frente. "Tengo que irme. Te amo, Nicky", dijo.
"Te amo, Lucas."

Mi corazón late con fuerza en mi pecho, esperando sus instrucciones.
Él sonrió, besando mis labios. "Podría castigarte con lo bien que suena mi
nombre en esos labios".
No pude contener mi emoción después de que él se fue; Abrí la caja
inmediatamente. Era una elegante lencería negra con ligas conectadas a medias de
seda negras brillantes. Me sonrojé. Tenía dieciocho años y nunca había pensado en
comprar lencería sexy para chicos de mi edad. Pero probablemente tendría que
empezar a pensar en complacer más a papá.
Capítulo 4
lucas
“H Oye, señor T, ¿puedo traerle uno frío? Una de las chicas de la banda de Nicole
me saludó cuando me senté en la barra. Era camarera de día y músico de noche. Tanya,
creo que se llamaba. Es unos años mayor que Nicole y tiene la costumbre de coquetear de
forma no demasiado sutil. Por muy bonita que sea la chica, es lo último que tengo en
mente. El ambiente en el pub era eléctrico.
Los viernes por la noche normalmente lo eran. Había venido a ver tocar a mi hija desde que
consiguió este concierto, pero esta noche se siente diferente.
"Hola, Tanya", dije, aclarándome la garganta. "Sí, eso suena perfecto".
Ella sonrió y me pasó un trago. "Te estaré vigilando entre la multitud", ronroneó,
caminando hacia donde estaban mi hija y el resto de la banda, listos para subir al escenario.
Vi a Nicole mirándome y la saludé con la mano. Se veía hermosa con su ceñido vestido
negro. Mi polla se sacudió ante la idea de pelarla más tarde esta noche. Sus ojos brillaban
y su sonrisa era radiante. Cuando subió al escenario, estaba vibrante y no podía apartar
los ojos de ella.
Ella era tan jodidamente talentosa; Verla esta noche alivió parte del estrés de los
últimos días. Me di cuenta de que estar en el escenario le daba más confianza. A pesar de
que yo era un ejecutivo musical, Nicole se negó a hacerle ningún favor. Ella quería hacerlo
sola y yo lo respetaba.
“Damas y caballeros, me gustaría agradecerles por venir esta noche…” dijo

mientras terminaban su presentación. Dejé mi cerveza intacta y me dirigí al backstage.
Era un espacio pequeño, pero tenían un camerino.
"Papá", exclamó cuando entré a la pequeña habitación. Se lanzó a mis brazos y
besó mi mejilla.
"Estuviste excepcional, cariño", le dije, bajándola, mis manos
corriendo a lo largo de su pequeño cuerpo. "¿Listo para regresar a casa?"
Ella se sonroja, "La banda normalmente va a un club después de nuestras presentaciones. Quiero que
venir con nosotros."
"¿De verdad crees que es una buena idea?", pregunté, pasando el pulgar por
sobre su pezón endurecido. "Tal vez no pueda quitarte las manos de encima."
"Papá", gimió.
"¿Sí bebé?"
"Yo... te quiero ahora."
"Ve a eso de allí", le ordené.
Me paré detrás de ella, mi erección apretando su trasero ahora que llevaba
tacones. Le puse el vestido sobre las caderas y mojé los dedos en sus bragas y en su
coño empapado. Ella jadeó. Mi dedo índice rodeó su clítoris mientras observaba su
reacción en el espejo. Ella empujó contra mí, montando mi mano con fuerza ahora.
“Sí, así, cariño. Monta el dedo de papá como la puta que sé que eres”
Su respiración se estaba volviendo agitada, así que me bajé la cremallera y los pantalones lo
suficiente como para soltar mi polla.
Sus ojos se iluminaron con fuego cuando le bajé las bragas sobre los muslos.
Le abrí las piernas y me coloqué detrás de ella.
"¿Qué pasa si alguien entra?", jadeó.
"Por eso cerré la puerta, princesa".
"Por favor, fóllame, papá", suplicó. "Ahora mismo. Por favor."
Me alineé y me estrellé contra su coño lo suficientemente fuerte como para hacer que su
pequeño cuerpo se balanceara.

"Sí… joder… papá".

Al principio la follé fuerte y rápido, liberando la necesidad reprimida que sentí todo el día.
Agarré sus caderas, retrocediendo antes de golpearla de nuevo. Se apoyó contra el mostrador.
Me aferré a sus pequeños senos como palanca mientras mis embestidas se volvían más
erráticas.
"Papá, voy a correrme", dijo, con los muslos temblando contra mí. Levanté su cabeza y
capturé sus labios con los míos. Su coño se apretó alrededor de mi polla. Un empujón final, y
gemí cuando mi semen llenó su coño cálido y húmedo mientras se contraía a mi alrededor.
“Nicole…” le dije suavemente al oído mientras su cuerpo avanzaba y se desplomaba

sobre el mostrador. "Esto es sólo el comienzo para nosotros". Besé su cuello suavemente, le
subí las bragas y le reajusté el vestido.
"Te quiero mucho, papá", dijo, besándome en la mejilla y
mordisqueándome el labio inferior."
"Yo también te amo, niña".
Me limpié y me volví a poner los pantalones antes de salir del
Vestidor. Paramos en el bar. Sus compañeros de banda estaban haciendo las maletas.
"Sal y diviértete con tus amigos, dulce niña. Te veré en
hogar."
"¿Estás seguro? Podría saltearlo."

Negué con la cabeza. "No quiero que te pierdas nada, pájaro. Ni una sola cosa".
Se puso de puntillas y me besó en la mejilla. "Hasta luego, papá".
No había hablado con Gail desde que se fue. Entonces me sorprendió ver su auto estacionado
en el camino de entrada. Ella salió con los brazos cruzados sobre el pecho. "¿Cambiaste las
cerraduras?"
"Ahora es mi casa, Gail. Tú tienes el apartamento, y no creo que quieras que haga
cabriolas en tu espacio cuando carajo quiera", dije. "¿Qué deseas?"
"Para ver a Nicky y conseguir algunas de mis cosas".

"Ella no está en casa. Está fuera con la banda".
"¿Y la dejaste ir?"

Fruncí el ceño. "No necesito consejos parentales de la mujer que abandonó a su
familia. Y sí, la dejé ir porque tiene dieciocho años y puede tomar sus propias
decisiones".
"Ese baterista Mark es una mala noticia y ella no debería andar con él", dijo Gail,
siguiéndome de cerca. Abrí la puerta y me hice a un lado para dejarla entrar.
"Él ya no es un problema. Créame". Conocía a mi chica; ahora que era mía, ese
tipo no tenía ninguna posibilidad. "Mira, toma tus cosas y vete. Saqué todo de mi
habitación".
Mi pecho se hinchó de orgullo ante la mención de "mi" dormitorio. Gail recogió sus
cosas y entró en la sala de estar antes de que pudiera salir. "No quise hacerte daño ni
a ti ni a Nicky, Luke. Sólo tenía que seguir mi corazón. Por favor, no me odies".
Suspiré. "No te odio, Gail. Sólo quiero que sigamos adelante con nuestra
vidas."
"Entonces, ¿has conocido a alguien?" ella preguntó. Mis ojos se encontraron con los de ella con incredulidad.
Me burlé.
"¿Cómo es que eso es asunto tuyo?" Yo pregunté.

"Porque encontré esto en tu cama", exigió, sosteniendo la lencería que le compré
a mi hija. ¡Mierda!
Mi mirada se entrecerró hacia ella. "No te debo una explicación, Gail".
Durante los siguientes minutos, nos miramos fijamente.
"Lo haces si ella está en la vida de mi hija".
"Deberías irte ahora, Gail", dije, levantándome y caminando hacia la

puerta.
Ella salió cuando la abrí. "Para que lo sepas, Gail. Ella es

"Más mujer de la que jamás serás".
Gail salió furiosa, encendió el motor de su auto y se alejó a toda velocidad como una loca.
Pensé que este divorcio era lo mejor para todos nosotros mientras subía las escaleras para
darme una ducha.
Nicole regresó a casa a medianoche. Me apoyaron contra la cabecera, leyendo. Se acurrucó

en mis brazos después de ducharse y se metió en la cama a mi lado. "¿Pasaste un buen
momento?" Yo pregunté.
"Sí." Ella respondio. "¿Pero hubiera sido mejor si estuvieras allí?"
"Tu mamá pasó por aquí; deberías llamarla".
Apoyó la parte superior de su cuerpo sobre los codos. "¿Está todo bien?"
"Sí", hablé. " Ella simplemente cogió algunas cosas y se fue. Pero no antes
interrogándome si estaba saliendo con alguien."
Nicole se sonrojó. "¿Y tú?" Ella sonrió, trazando mi pecho desnudo antes de gatear
encima de mí y sentarse a horcajadas con una pierna sobre ambas.
lados.
"Creo que sí, niña, y ella es una sirena jodidamente ardiente".

Palmeó el bulto de mis boxers.
"¿Ella te hace querer venir, Luke?" Ahí va, llamándome por mi nombre.
Aparté los mechones de cabello de su rostro y miré esos hermosos ojos grises que me
miraban a través de pestañas largas y oscuras. Esa mirada siempre me atrapa, al igual que la
sensación de estar dentro de ella.
"Oh, ella me hace querer correrme con su hermoso rostro". sus caderas
Se movía ligeramente en círculos contra el mío.
"¿Tiene?"
"Sólo mis sueños", admití con una sonrisa, tomando su nuca y acercando su rostro
al mío para darle un beso apasionado. Cuando nos separamos, ella sonrió.
"Tal vez quiero hacer realidad tus sueños. Vamos, en mi cara,

Lucas."
Joder, esta chica será mi muerte.

Ella saltó de mí y cayó de rodillas. "Que me jodan la boca,
Papá, entonces ven a mi cara".
Me bajé de la cama y me levanté sobre ella. Ella me bajó los calzoncillos y me
quité los pantalones cortos.
"Mmm", ronroneó, mirándome. "Mi papá tiene una gorda tan grande
polla."
Me reí entre dientes y mi polla se sacudió frente a su cara. Ella se rió mientras
Tomó el eje con ambas manos, pasó sus labios lentamente sobre él y lo chupó.
"¿Esto es lo que quieres que haga?" Se puso de rodillas, bombeando mi polla con
una mano mientras la lamía desde la base hasta la punta antes de estirarse más y
tomar mis bolas dentro de su boca.
"¿Nicky? ¡Dios! ¡Joder! ¿Sí?" Apreté los dientes y gemí. Si ella continuaba haciendo
esto, me descargaría ahora mismo.
"Quiero que papá se corra sobre mí", susurró en la cabeza de mi polla.
"Sí, cariño. Dios, sí". Agarré su cabello y guié su boca hacia mi polla, mis ojos se
cerraron por el placer que me estaba dando y lo jodidamente caliente que se veía. Su
boca rápidamente se acercó más a mí. Joder, quería ver mi semen brotando de su
hermoso rostro.
La dejé seguir chupando unos minutos más, pero sentí que me acercaba más a
correrme. Ella misma se dio cuenta de esto y se alejó.
Sonreí mientras me colocaba encima de ella. Buscó mi trasero y me metió en su
boca nuevamente. Ella chupó, lamió y gimió mientras
Me follé su cara lentamente. Su mirada ardía en la mía. "Vamos, papá", susurró mientras
se alejaba y comenzaba a bombear su coño con dos dedos. "Corre sobre mí".
Apenas podía respirar ahora, sabiendo que pronto cuidaría mi semilla.

pintar su hermoso rostro.
"¡Vamos, Luke!"
Empujé dentro de su boca aún más rápido y gemí ruidosamente. El gemido de Nicky
me llevó al límite; Los gemidos se convirtieron en chillidos agudos cuando sus labios
húmedos de repente me ordeñaron desde el interior de su boca.
"¡Joder, sí! ¡Joder, sí! Joder. Joder. ¡Sí!" Me saqué, pintándola
cara con cuerdas de mi semen.
Vi como ella continuaba bombeando su clítoris, dejando escapar un gemido bajo mientras
Ella vino con mi semen goteando de su boca.
"Joder, estás tan buena", dije en voz baja. Ella se rió, se puso de pie y caminó hacia
el baño. Ella regresó toda limpia con un paño para mí. Ella me limpió suavemente. Joder,
esta chica era todo lo que necesitaba en una mujer.
Este fue solo el comienzo de nuestro viaje. Lo sabía.
Capítulo 5
nicole
D La polla de Addy era adictiva. Nunca antes había conocido este tipo de anhelo.
Estoy sentada a horcajadas en su regazo, de espaldas a él, con su polla enterrada tan
profundamente dentro de mí que juro que podía sentirlo en mi útero. "Más fuerte, papá",
gemí, balanceando mis caderas contra él, lo que nos hizo a ambos gruñir de placer. Nunca
antes había disfrutado tanto de una noche de cine. Apoyé la cabeza en el hombro de papá
y arqueé la espalda para introducir su polla más profundamente.
Nunca antes había sido tan lascivo. Es como si mis deseos se hubieran desbloqueado
y ahora no hubiera nada que me detuviera. Le he dado todo a papá. Darse cuenta fue casi
aterrador en cierto modo. "Papá, quiero que te corras dentro de mí", le rogué.
Sentí su cuerpo sacudirse mientras presionaba su polla tan profundamente como podía dentro de mí.
Su cálido rocío se extendió sobre las paredes de mi coño y lo quería todo muy dentro de
mí. "Lo quiero todo, papá", grité. Se estrelló contra mí un par de veces y dejó escapar un
gruñido profundo. Sus caderas se sacudieron debajo de mí, forzando cada gota dentro de
mí.
"Joder..." jadeó mientras recuperamos el aliento.

"Papá, eso fue... sólo... joder".
Besó la nuca, provocando escalofríos por mi columna.
"Lo sé. No puedo tener suficiente de ti tampoco."
Los últimos dos meses han sido intensos. El sexo es algo fuera de este mundo, pero la
conexión que teníamos y nuestro amor por la música también parecía unirnos.
juntos.
Visité a mi madre en su apartamento. Su novio se mudó con ella.
Una colega, supongo que había estado follando con mi padre. Todavía discutimos, más de lo que
me importa. Entonces, la mayor parte del tiempo lo paso en casa con papá.
"Quiero que nos vayamos este fin de semana", dijo, palmeándome los senos. Entonces
estábamos acurrucados en el sofá. "Quiero follarte en todas las superficies a las que nunca llegué
la última vez".
Sus palabras siempre son tan jodidamente calientes.
"Me gustaría eso." Me giré en sus brazos y presioné mis labios contra los suyos.
"Quiero formar una familia contigo", dijo.
Me moví contra su polla, sabiendo que no podría resistirme. "Tú
"Quieres poner bebés dentro de mí, papá".
Su polla se movió contra mí mientras la deslizaba entre mis piernas y la abría.
Separo los labios de mi coño con sus pulgares.
"Eres una cosita tan cachonda", dijo, y yo gemí.
"Estoy cachonda por ti".
"Buena niña." Y con eso, se deslizó lentamente dentro de mí y me mostró lo buena chica que
era.
Epílogo
lucas
t Los gemelos estaban jugando a la orilla del agua. A los tres años, Bo y Rain
eran mucho más avanzados que cualquier niño de su edad. Protegió a su hermana y le
tomó la mano cada vez que estaban demasiado cerca del borde. Compré otra propiedad
en el lago, una en una parte más apartada del área, lejos de miradas indiscretas, y
Nicole y yo nos mudamos aquí hace cuatro años. Cuando supimos que estaba
embarazada, tuvimos que hacerlo. No podíamos arriesgarnos a que nos descubrieran.
Nadie podría saberlo. Nicole apoyó la mano en la encimera de la cocina mientras conducía hacia
su coño. Este era el lugar perfecto para follar a mi chica y al mismo tiempo poder vigilar
a los niños.
Nicole gimió con el cuello arqueado hacia atrás mientras se aferraba al mostrador,
con los nudillos blancos. Sabía que estaba alcanzando su punto G incluso antes de ver
su expresión. Agarré su pezón y lo hice rodar entre mis dedos, haciéndola gemir de
felicidad.
"¡Sí, papá, sí!" Ella siseó entre dientes apretados. Ella se apretó alrededor de mi
polla, contrayéndose contra mí, exigiendo que entrara dentro de ella. "Entra, tu angelito".
"Con mucho gusto", dije mientras mis pelotas se apretaban contra mi cuerpo. Gruñí
por el impacto de nuestro orgasmo, mezclándome con el placer mientras mi voz crecía.
más profundo y más fuerte. Las piernas de Nicole temblaban más fuerte que nunca.
La levanté y la llevé al dormitorio, colocándola en la cama. Traje un paño tibio y la
limpié. Su vientre hinchado, con nuestro tercer hijo, me hizo desearla aún más. Ella
era tan jodidamente perfecta así. Todo lo que quería hacer era follarla y llenarla con
mi semilla.
Besé su coño y luego me puse de pie. "Necesito traer a mis otros angelitos
adentro. Descansa, bebé".
Ella asintió, bostezando.
"Mmm, papá. Te amo".
"Te amo más, pajarito."
FIN
Sobre el Autor
Lily Black escribe historias oscuras y extremadamente tabú para alimentar tus deseos más oscuros y desviados. Es
conocida por superar los límites y llevar el tabú a un nivel completamente nuevo.
Correo electrónico: lilyblackbooks@gmail.com
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Copyright © 2023 por Lily Negro

Reservados todos los derechos.

A las zorras que bailan con los demonios en sus cabezas

en lugar de alejarse de ellos.

A veces las líneas en las relaciones se desdibujan,

"Buenos días, papá", chirrié mientras caminaba hacia la cocina. yo no lo hice

Mi padre, el pacificador, arqueó una ceja y yo gemí, murmurando una

"No quiero que lo vuelvas a ver", dijo, golpeando la sartén.

Eso me valió una risa de mi padre. Una mirada de mamá había

"¿Qué le pasa a Mark?" Pregunté inocentemente, sabiendo muy bien lo que

Me burlé, "Mark no es quien arruina mi vida. Tú sí".

"No puedes seguir culpándome por todo lo que sale mal en tu

vida", dijo entre dientes.

Mi madre abrió la boca para replicar, pero mi padre la interrumpió.

"Sabes qué", dijo, poniéndose de pie. "Haz las maletas. Vamos a

Tengo planes para este fin de semana largo."

en medio de la nada. Además, hoy tengo una reunión urgente".

se decidía a algo, cedí.

Además, tal vez un cambio de escenario le vendría bien a mi música.

esta reunión", dijo mamá.

casa. No pude evitar sentir resentimiento hacia mi madre. Su constante

La necesidad de controlar cada aspecto de mi vida era asfixiante. Y ahora estaba

"Deberíamos regresar", dijo en voz baja, todo el humor pareció disiparse.

Cuando entramos a la casa del lago después de nadar, me dirigí a mi

"Ah... jodida mierda", susurró. "¡Mierda! ¡Pájaro!"

Después de demasiado tiempo, sus ojos se abrieron y me quedé paralizada cuando

mi cara. Giré sobre mis talones y corrí a mi habitación.

En mi habitación, estaba jadeando mientras estaba parada en el medio de la habitación.

Cuando terminé la última línea, alguien llamó a mi puerta. cierro mi

respuesta fue inmediata, su lengua deslizándose en mi boca, sus manos enredándose en mi

retrocedió como si le hubieran electrocutado.

Con la espalda apoyada contra la pared de mi dormitorio, intentó recuperar el aliento.

persona que tenía en mi esquina.

una brecha entre nosotros.

"¿Quieres dar un paseo? Es una hermosa tarde", preguntó papá.

Empezamos a caminar por la orilla del agua. La noche era fresca y el

"No digas que lo sientes, papá, porque yo no". Lo interrumpí, tirando

Lo acerqué a mí por la camiseta.

"Quiero que... por favor, papá".

"Aah, papá", gemí, frotándome contra su mano, necesitando

Su lengua invadió mi boca y su mano pellizcó mi clítoris, enviándome

"¿Qué opinas?" Preguntó, pasando sus manos por mi espalda.

"¿Lo eres, pajarito?" La voz de papá era ronca y baja.

"Bien, porque estoy jodidamente frustrado. He estado duro toda la noche".

Me quité mi camiseta delgada y de gran tamaño, y cuando él se volvió hacia

"No hay vuelta atrás de esto, cariño. ¿Estás segura?"

"¡Oh, joder! Dime que esto es real, cariño".

"No voy a durar sin tu apretado coño".

que me desmoronara debajo de él, gimiendo y jadeando como un animal.

"Joder, este coño es perfecto, pajarito".

todo mi cuerpo temblando.

"¡Papá!" Gemí, tratando de estar lo más silencioso posible.

como si estuviera penetrando mi maldito útero.

Oh Dios, me estaba empujando al límite otra vez. Mi coño palpitó y

Me estremecí cuando llegué, y él gruñó maldiciones llenándome con su semilla.

se le pegaba a la cabeza por el sudor y el mío hacía lo mismo.

"No quiero." Apoyé mi cabeza en su hombro y él me cepilló el pelo.

Me follé a la mujer de mis sueños y nunca volvería a tocar a otra mujer.

"¿Qué te pasa, bebé?" Ella preguntó.

"Simplemente tengo muchas cosas en la cabeza".

y sangre sin arrepentimiento.

"Deberíamos preparar el desayuno", dije, quitando su mano de mí.