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687714994-Monografia-Sobre-La-Conducta Alicia Original
687714994-Monografia-Sobre-La-Conducta Alicia Original
UNIVERSIDAD de
Huánuco
TEMA
ESPECIALIDAD :
CURSO :
PROFESOR :
CICLO :
SECCIÓN :
INTEGRANTES :
2016
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DEDICATORIA
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AGRADECIMIENTO
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PRESENTACION
Pensar, actuar y sentir son las tres acciones que integran la personalidad del ser
humano y lo definen en esencia.
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INTRODUCCIÓN
El llamado ciclo vital del ser humano es la forma de evolución de la existencia, desde
el mismo nacimiento hasta la muerte. En él se distinguen principalmente tres grandes
periodos: desarrollo, madurez e involución. El desarrollo va desde el nacimiento
hasta la iniciación de la madurez, comprendiendo la infancia, la niñez, la
adolescencia y la juventud. La madurez es un periodo de relativa estabilidad y
plenitud vital; comprende desde el final de la juventud hasta el comienzo de la vejez.
Por último, el periodo involutivo o vejez.
Esta diferenciación de los periodos es bastante variable, ya que existe una multitud
de factores biológicos y ecológicos que participan en la evolución de la existencia,
como por ejemplo: el clima, el tipo de vida, la constitución del individuo, etcétera.
Todo esto hace que sea imposible establecer periodos plenamente precisos, ya sea
desde el punto de vista cronológico como desde la perspectiva de su misma
naturaleza.
CAPITULO I
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1.1. LA CONDUCTA
A partir del momento en que un ser humano nace, se encuentra inserto en un medio
ambiente social y en un medio ambiente natural. Desde ese momento y aun durante
toda su vida, estará en constante relación con dicho medio.
De este modo el ambiente lo influirá, lo estimulará. Cada objeto que toque, la forma
en que lo alimenten y cuiden, los seres que entren en contacto con él, le mostrará al
niño las características del mundo en que nació. Ese medio puede ser hostil o
amigable, rudimentario o tecnificado, indiferente o protector.
Pero en esta relación, no se manifiesta el sujeto como elemento pasivo; no recibe las
influencias sin reacción alguna. Por el contrario, el sujeto reacciona, elige cosas,
rechaza otras, e incluso modifica el medio de acuerdo con sus necesidades. Es decir,
se manifiesta como sujeto actuante:
Esta relación entre el sujeto y el ambiente es, entonces, bidireccional: el, medio
influye sobre el hombre y éste selecciona, rechaza y aun modifica o transforma el
medio. Se presenta, por lo tanto, bajo la forma de interacción.
Estas variaciones se dan aun dentro de las diversas zonas de nuestro país; por
ejemplo: el niño de la Patagonia, que debe recorrer varias leguas a pie para llegar a la
escuela, recoge influencias muy distintas a las del niño de la ciudad, que viaja en
subterráneo, trenes, utiliza escaleras mecánicas, etc.
2. Por otro lado, el hombre se manifiesta como activo transformador del medio,
adaptándolo a sus necesidades. Al mirar un paisaje ve la mano del hombre como
transformador de la naturaleza. Crea un mundo social y cultural que, además,
modifica a lo largo de la evolución histórica.
En esa interacción o intercambio, las acciones del hombre se manifiestan como una
búsqueda de equilibrio entre sus necesidades y las posibilidades que le brinda el
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medio. El equilibrio que logra es dinámico; una vez logrado, se rompe,
restableciéndose luego a través de nuevas acciones.
Pero, por “Conducta humana” se entienden muchas cosas, además de poder ser
enfocada desde muy diversos puntos de vista.
Conducta humana son las fantasías de un niño, los sueños del adolescente, las
alucinaciones del alcohólico.
“Los Valores pueden constituir un medio para determinar lo que los sujetos hacen y
como lo hacen; muchas de sus decisiones inmediatas o sus planes a largo plazo están
influidos, consciente o inconscientemente, por el sistema de valores que adopten.
Del grado en que éstos encuentren expresión en la vida diaria depende, en gran parte,
la satisfacción personal. Asimismo, la incompatibilidad o el conflicto
entre valores inter o intraindividuales, está en la base de un gran número de
problemas” (Gordon, 1995).
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fuerzas silenciosas detrás de muchas decisiones, ya que se tiende a hacer lo que se
piensa que se debería o tendría que hacer.
Para Mora G. (1997), los valores están relacionados con las grandes convicciones
humanas, de lo que es bueno, de lo que es mejor y de lo que es óptimo y tienen la
capacidad en sí mismos, de proporcionar alegría, satisfacción o felicidad a quienes
los posean, por lo tanto, son fundamentales en la búsqueda de la plena realización.
Para Martínez Huerta (2000), los valores dan a la vida humana, tanto individual
como colectiva, sentido y finalidad, ya que pueden ser considerados como puras
posibilidades para la acción o como directrices para la conducta humana; se les
podría considerar entonces, como elementos esenciales que regulan la vida
humana, la convivencia y definen el sentido de la calidad de la vida.
En los últimos años, los acontecimientos mundiales y del país han demostrado que la
educación en valores es una urgencia y que no se puede posponer. Las guerras, las
injusticias y el irrespeto por la vida humana ponen de manifiesto que los individuos y
las sociedades necesitan un fomento de los mismos.
El problema de la identidad del yo, no puede separarse del de los valores; los y las
adolescentes viven en un mundo cambiante con transformaciones tecnológicas y un
continuo cambio interno, lo que traerá como consecuencia que para que puedan
mantener alguna estabilidad en la concepción de sí mismos, en este mundo
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cambiante tienen que poseer determinados valores fundamentales (Figueroa Erazo,
1998).
Umaña (1998) sostiene que en este país, los niños, las niñas y los y las adolescentes
han sido los más directamente afectados, al ser sometidos a tensiones destructivas y
dañinas en su medio social, por lo que recomienda el reforzamiento de valores como
Solidaridad, Comunicación, Respeto y Armonía dentro de la familia, ya que la
considera como la principal fuente transmisora de valores, y reconoce a la
escuela, como reforzadora de ese conjunto de valores.
Sólo el hombre y la mujer que han tenido la fortuna de contar con una acción
formadora conjunta o de estrecha relación de la familia con la escuela, logran un
ingreso normal y gratificante en la convivencia comunitaria. Esa formación que se
inicia desde la cuna en el seno de una familia donde se vive el amor, la solidaridad, el
respeto mutuo, la tolerancia, el perdón, el sentido de responsabilidad y es luego
secundado por la escuela en estrecha unión con la familia para la formación de
valores familiares y ciudadanos, es la que establece los fundamentos de una sana
convivencia social, humana, fraterna y regida por el respeto a toda persona (Agape,
2000).
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Un sistema de valores se suele expresar o traducir en las correspondientes actitudes,
pero los valores ocupan un lugar más central y de orden superior que éstas, puesto
que son determinantes de ellas y más difíciles de cambiar. Los valores se refieren a
creencias prescriptivas que trascienden los objetos y situaciones específicas, mientras
que las actitudes se focalizan en objetos, personas o situaciones concretas (Bolívar,
1998).
Los valores por sí mismos, no son susceptibles de ser percibidos directamente por los
demás; su percepción sólo es posible mediante las actitudes positivas que instante a
instante y de manera constante, revelan inequívocamente los valores que posee una
persona. Las actitudes son entonces, la demostración tangible de los valores (Mora
G.,
1997); por esta razón, su enseñanza y evaluación se tiene que centrar en las actitudes,
que es donde se manifiestan y realizan.
Entender a “nivel científico” la conducta quiere decir que nos es preciso conocer los
principios que la rigen.
Casualidad: para este principio, toda conducta es causada, obedece a una causa. Ante
una situación dada nos comportamos de una manera y no de otra: según este
principio debemos buscar la razón de esta unicidad del comportamiento en hechos
precedentes y no en el resultado o realización del mismo.
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Las conductas difieren entre sí porque los sujetos:
un estímulo actuaría sobre el individuo dando lugar a una conducta que lleva una
realización
d) ¿En relación al valor Respeto, existen diferencias en proporción entre los y las
adolescentes con actitudes positivas y aquellos con actitudes negativas hacia
la puesta en práctica de este valor?
e) ¿Es el sexo, un factor del que dependen las actitudes de los y las adolescentes
hacia la puesta en práctica de los valores humanos para la convivencia pacífica?
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f) ¿Las actitudes de los y las adolescentes hacia la puesta en práctica de los
valores antes mencionados, dependen de su edad?
1.3. JUSTIFICACION.
1992), sino también como miembros de una sociedad en la que los problemas
sociales han provocado violencia social e intrafamiliar, que contradicen la
convivencia pacífica, la cual es una necesidad social que se debe reflejar en todos los
ámbitos de la vida de las personas para que gocen de equilibrio y madurez
emocional.
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La investigación tiene una utilidad práctica, ya que aporta un beneficio social
y un beneficio metodológico.
A nivel social, los beneficiados son los centros escolares - la institución oficial y las
privadas - donde se ha realizado la investigación, los y las adolescentes y sus
familias. Los centros escolares, podrán utilizar los resultados obtenidos en la
evaluación, y así reorganizar o fortalecer la enseñanza de sus contenidos en valores,
con lo que se logrará un crecimiento a nivel personal de cada adolescente, y se
contribuirá a mejorar sus relaciones de comunicación con sus familiares, maestros y
amigos. En última instancia, los beneficios se podrán palpar a nivel de la sociedad en
general, si se considera que estos adolescentes, serán los adultos del mañana.
1.4.1. ALCANCES
La escala para evaluar las actitudes de los y las adolescentes hacia la puesta en
práctica de los valores humanos para la convivencia pacífica: Tolerancia,
Solidaridad y Respeto, puede ser utilizada en futuras investigaciones con
poblaciones de adolescentes de diferentes localidades.
1.4.2. LIMITACIONES.
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c) La investigación, está referida a instituciones educativas de una localidad
específica, Ciudad Merliot, La Libertad, por lo que los resultados de la misma, no
pueden ser generalizados a otras instituciones.
CAPITULO II
PROGRAMA CONDUCTUAL
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o REFORZAMIENTO DIFERENCIAL DE CONDUCTAS
INCOMPATIBLES (RDI): Consiste en reforzar una conducta que es incompatible
con la conducta a eliminar. Al incrementar la frecuencia de emisión de la conducta
incompatible, se reduce la de la conducta problema. Ejemplo: Si un niño se está
mordiendo las uñas y se le refuerza cada vez que inicie la conducta de dibujar o
cualquier actividad, que implique utilizar las dos manos, se estaría utilizando este
tipo de reforzamiento diferencial.
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las mismas situaciones en respuestas verbales màs apropiadas. Serìa igualmente
inoportuno utilizar el reforzamiento de tasas bajas de respuestas de niños
imperactivos que están constantemente levantándose de la mesa. Una reducción
estipulada en el número de veces que se levanten de la mesa sería reforzada; a
medida que se consigue la reducción de la tasa establecida.
• EXISTINCIÒN:
Existen distintas variables que influyen en la eficacia del proceso de extinción, una
de ellas es el programa de reforzamiento que está manteniendo la conducta problema.
Cuando el programa de reforzamiento es continuo, el proceso de extinción se suele
llevar a cabo con mayor rapidez que cuando el programa de reforzamiento es
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intermitente. Otra de las variables que tiene una influencia en el éxito de la extinción
es la cantidad de reforzador que se suministra y durante cuánto tiempo. Cuanto
mayor sea la cantidad de reforzador y el tiempo el cual se ha suministrado, mayor
será la resistencia de la extinción.
• CASTIGO:
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El castigo esta presente en la vida cotidiana como por ejemplo tenemos las normas
sociales y jurídicas, que están acompañadas de sanciones si se incumplen una de
ellas. El castigo es una penalización cuando ocurre algo inadecuado, el castigo solo
se reduce a la frecuencia de conducta.
o Estimulo adversivo secundario: son los que se han adquirido por la sucesión
de otros estímulos adversivos, los gestos y las descalificaciones e insultos verbales,
son acciones que provocan vergüenza o malestar.
El estímulo puede ser considerado aversivo si su capacidad para actuar como castigo
dependerá de la situación en la que se aplique, quien sea la gente que lo suministra y
la conducta que se platea reducir está siendo mantenida por un reforzamiento
positivo.
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CONCLUSIONES
Podemos concluir que la conducta son las acciones voluntarias e involuntarias que
realizamos los seres humanos. En la naturaleza podemos observar como conducta
desde los actos reflejos simples y su concatenación para constituir las conductas
instintivas, las conductas basadas en un entendimiento y aprendizaje muy
rudimentario en mamíferos mayores, hasta llegar al ser humano, que nos
encontramos dotados de una sólida estructura superior en nuestra personalidad,
dotados de entendimiento mental del mundo y voluntad.
Si bien los seres humanos no nos emancipamos totalmente de los instintos, tenemos
capacidad y recursos como para desenvolvernos con una conducta adaptada y
voluntaria, haciendo de nuestra oportunidad de vida un camino con conductas que
den como resultado nuestro desarrollo, crecimiento personal y autorrealización.
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ANEXOS
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