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PROGRAMA DE ESTUDIOS GENERALES ASIGNATURA:

DESARROLLO PERSONAL Y SOCIAL


LECTURA OBLIGATORIA DESARROLLO
HUMANO
Este material de apoyo académico se hace para uso exclusivo de los alumnos de la
Universidad de Lima y en concordancia con lo dispuesto por la legislación sobre los derechos
de autor: Decreto Legislativo 822
DESARROLLO HUMANO

DEFINICIÓN DE DESARROLLO HUMANO


Desde el momento de la concepción, los seres humanos emprendemos un proceso de cambio
que continúa durante toda la vida. Una célula única se convierte en una persona que vive,
respira, camina y habla; y se mueve por un mundo cambiante al que influye y que, a su vez, lo
influye. Los bebés crecen y se transforman en niños, que siguen creciendo para convertirse en
adultos, continuando su trayectoria. Y aunque todos somos individuos y seguimos nuestro
propio camino, compartimos un legado especial, vivencias en común y amplios patrones de
desarrollo. El campo del desarrollo humano se centra así, en el estudio científico de los
procesos sistemáticos de cambio y estabilidad en las personas. Los científicos a cargo de este
estudio examinan las formas en que las personas cambian desde la concepción hacia la
madurez, así como las características que se mantienen bastante estables. Los cambios
ocurridos a través del tiempo poseen un carácter normativo que implica el análisis de la
conducta y sus cambios durante todo el trayecto de las diferentes etapas del ser humano.
El desarrollo humano se centra en las variables implicadas en cada una de esas etapas,
haciendo especificaciones y análisis acorde a las edades. Por ello, la rama de la Psicología
encargada de estudiar el desarrollo humano es aquella que se ocupa de comprender los
cambios ocurridos que se manifiestan con cada etapa y el análisis de estos desde el aspecto
bio-socio-emocional. Cuando el campo del desarrollo humano se instituyó como disciplina
científica, sus metas evolucionaron para incluir la descripción, explicación, predicción e
intervención. Por ejemplo, para poder describir cuándo dicen su primera palabra los niños o
qué tan amplio es su vocabulario a determinada edad, los científicos sociales observan grupos
numerosos de niños y establecen normas o promedios de las conductas en diversas edades.
Luego, tratan de explicar cómo adquieren el lenguaje los niños y por qué algunos aprenden a
hablar más tarde de lo usual. Este conocimiento puede hacer posible predecir el
comportamiento futuro, como la probabilidad de que un niño tenga problemas del lenguaje.
Por último, comprender la adquisición del lenguaje sirve para intervenir en el desarrollo, por
ejemplo, para dar a un niño terapia de lenguaje El desarrollo humano ha logrado calar en la
conducta humana. Al profundizar en el estudio de conductas que se vuelven repetitivas,
facilita el análisis y mejora en distintas áreas. Al vincular la edad con los procesos
cognoscitivos, los factores físicos y sociales esperados según la etapa en la que se encuentre,
permite las condiciones para evaluar los niveles individuales presentados.

CICLO VITAL
El ciclo vital hace referencia a las diferentes etapas que implica el proceso de crecimiento y
desarrollo humano de las personas desde el nacimiento hasta su muerte. El desarrollo
humano es un proceso de toda la vida por lo cual recibe el nombre de ciclo vital. Es cierto que
cada individuo hace frente a las situaciones por las cuales cruza de manera distinta y afronta
cada etapa de diversas formas, es por ello que se busca a través del desarrollo humano,
puntos en común predominantes con cada una, que contribuyan a satisfacer las necesidades
básicas del ciclo vital y dominar ciertas tareas correspondientes a cada etapa para que el
desarrollo sea normal, favoreciendo la adaptación. No hay manera de saltar las etapas, a
menos que una persona fallezca; se trata de un proceso. Es importante destacar que el ciclo
vital dependerá en gran medida del constructo social en el cual la persona pueda
desarrollarse.
Adoptamos la secuencia de las ocho etapas que, por lo general, se aceptan en las sociedades
industriales occidentales. Después de describir los cambios cruciales que ocurren en la
primera etapa, la prenatal, seguimos los tres ámbitos del desarrollo durante la infancia, niñez
temprana, niñez media, adolescencia, adultez temprana, adultez media y adultez tardía. Estas
divisiones por etapas son aproximadas y, en alguna medida, arbitrarias. Esto es especialmente
verificable en la etapa adulta, en la que no hay indicadores sociales ni físicos bien definidos,
como la entrada a la escuela o el inicio de la pubertad, que marquen un cambio de una etapa
a otra. Las diferencias entre individuos se dan en la forma como enfrentan los sucesos y
problemas característicos de cada etapa. A pesar de estas diferencias, es necesario satisfacer
ciertas necesidades básicas de desarrollo y dominar ciertas tareas correspondientes a cada
etapa para que el desarrollo sea adaptativo.

ÁMBITOS DE DESARROLLO HUMANO


El desarrollo humano, como la evolución presentada en las diferentes etapas y sus
transformaciones que va desde la fecundación hasta la adultez tardía, describe los cambios
que ocurren y los que permanecen a lo largo de toda la vida. Entiende que el desarrollo
humano implica varios ámbitos:
● Desarrollo físico. La salud, el crecimiento de los huesos, del cerebro, el desarrollo, las
capacidades sensoriales y las habilidades motoras.
● Desarrollo cognoscitivo. El procesamiento de la información, el pensamiento, la atención, el
aprendizaje, la creatividad, conocimiento, razonamiento y el lenguaje.
● Desarrollo psicosocial. Las relaciones sociales, las emociones y la personalidad.

FACTORES DE INFLUENCIA
Por otra parte, existen dos factores necesarios e importantes en el desarrollo humano:
● Herencia: referido a la maduración biológica, por ejemplo, a los órganos que intervienen en
el habla, que hacen al individuo capaz de emitir sonidos, palabras, frases y comunicarse
oralmente. Además, la predisposición genética, herencia de nuestros padres o abuelos, como
lo son el color de pelo o de ojos; la altura o inclusive trastornos genéticos como la
acondroplasia (enanismo).
● Ambiente: se refiere a que los niños necesitan de oportunidades que ofrece el entorno y de
una estimulación adecuada, por ejemplo: al utilizar el lenguaje oral, el niño recibirá afecto y
atención de los padres y se dará cuenta que hablar es necesario para comunicar sus necesidades y
deseos.

INFLUENCIAS AMBIENTALES O CONTEXTOS DEL DESARROLLO


Los seres humanos somos seres sociales. Desde el principio, nos desarrollamos en un contexto
social e histórico. Para un infante el contexto inmediato normal es la familia, pero esta se
encuentra sujeta a influencias mayores y cambiantes provenientes del vecindario, la
comunidad y la sociedad.

1.Familia
La familia nuclear es una unidad doméstica formada por uno o dos padres y sus hijos, sean
biológicos o adoptivos. Históricamente, la familia nuclear de padre y madre fue la dominante
en sociedades occidentales, pero hoy ha adoptado características diferentes. En lugar de la
numerosa familia rural en que padres e hijos trabajaban codo a codo en tierras propias, ahora
vemos pequeñas familias urbanas en las que ambos padres trabajan fuera de casa y los hijos
pasan mucho tiempo en la escuela o guardería. El aumento de los divorcios también ha
repercutido en la familia nuclear. Los hijos de padres divorciados viven con el padre o la madre
y, a veces, van y vuelven entre ellos. El hogar puede conformarse de diversas formas entre la
familia biológica y la conformada socialmente (sea a través de la adopción, la reconfiguración y
diversas otras posibilidades). Cada vez hay más adultos solteros sin hijos, padres y madres
solteras, y hogares de homosexuales y lesbianas (Hernández, 1997, 2004, Teachman, Tedrow y
Crowder, 2000). En muchas sociedades de Asia, África y Latinoamérica, y entre las familias
estadounidenses que remontan su linaje a esos países, la forma familiar tradicional es la
familia extendida (una red multigeneracional de abuelos, tíos, primos y familiares más
distantes). Muchas o la mayoría de las personas viven en hogares de familia extendida, donde
tienen contacto cotidiano con los parientes. A menudo, los adultos comparten las
responsabilidades de la manutención y crianza de los niños, a la vez que otros hijos se
encargan de los hermanos menores. Es frecuente que estos hogares estén encabezados por
mujeres (Aaron, Parker, Ortega y Calhoun, 1999; Johnson et al., 2003).

2. Posición socioeconómica y vecindario


La posición socioeconómica (PSE) de una familia se basa en el ingreso familiar, y en los niveles
educativos y ocupacionales de los adultos que componen dicha familia. Estudios demuestran
que la posición socioeconómica se relaciona con procesos de desarrollo (como las interacciones
verbales de las madres con sus hijos) y con los resultados del desarrollo (como la salud y el rendimiento
cognoscitivo). La posición socioeconómica influye indirectamente en estos procesos y resultados a
través de factores relacionados, como el hogar y el vecindario donde viven las personas y la calidad de
la nutrición, atención médica y escuelas a las que asisten.

La pobreza, sobre todo, si es duradera, es perjudicial para el bienestar físico, cognoscitivo y psicosocial
de los niños y su familia. Los niños en condiciones de pobreza tienen más probabilidades de sufrir
problemas emocionales o conductuales, además de que su potencial cognoscitivo y su rendimiento
académico tienden a disminuir (Evans, 2004). Los daños ocasionados por la pobreza pueden ser
indirectos, debido a su efecto en el estado emocional de los padres y en sus métodos de crianza, así
como en el ambiente doméstico que crea. Las amenazas al bienestar se multiplican si, como suele
ocurrir, están presentes varios factores de riesgo, que son las condiciones que aumentan la
probabilidad de que un resultado del desarrollo sea negativo.

Es importante señalar que la riqueza no necesariamente protege a los niños. Algunos hijos de familias
acomodadas son presionados para sobresalir y, a veces, son descuidados por sus padres al estar
demasiado ocupados. Estos niños suelen presentar índices elevados de drogadicción, ansiedad y
depresión (Luthar y Latendresse, 2005). Aunque las familias pobres suelen ser menos favorecidas por
sus vecindarios y suelen sentirse menos seguras en ellos, es posible encontrar una serie de fortalezas
en su contexto familiar inmediato.

3. Cultura, raza y etnia


La cultura se refiere a la forma de vida total de una sociedad o grupo, con sus costumbres,
tradiciones, leyes, ideas, valores, idioma y productos materiales, desde herramientas hasta
obras de arte, así como todas las conductas y actitudes que son aprendidas, compartidas y
transmitidas entre los miembros de un grupo social. La cultura no es estática, cambia de forma
constante, muchas veces por el contacto con otras culturas. Hoy en día, el contacto cultural se
ha potenciado gracias a la tecnología: el correo electrónico, los sistemas de mensajería virtual
y las redes sociales digitales, ofrecen comunicación inmediata a nivel global.
Un grupo étnico consta de personas unidas por una cultura, antepasados, idioma u origen de
una nación que las distingue y les aporta un sentimiento de identidad común, así como
actitudes, ideas y valores compartidos. Se pronostica que para 2040, la población minoritaria
aumente a 50% (Hernández, Denton y Macartney, 2007). Por ejemplo, en EUA, la proporción
de niños de grupos minoritarios está creciendo incluso más rápido; para 2023, conformarán
más de la mitad de la población infantil, por encima del 44% que representaban en 2008. Para
2050, se espera que 62% de los niños de EUA sean miembros de los que ahora son grupos
minoritarios, y la proporción de niños hispanos o latinos sobrepasará el 38% de blancos no
hispanos (U.S. Census Bureau/ Census Bureau, 2008a). Casi una cuarta parte de los pequeños
que asisten al jardín de niños y una quinta parte de todos los alumnos de jardín de niños a
preparatoria son hispanos (U.S. Census Bureau/Census Bureau, 20091, 2009).
Los sistemas étnicos y culturales afectan el desarrollo, porque ejercen influencia sobre la
composición de un hogar, en sus recursos socioeconómicos, en el comportamiento o relación
entre sus miembros, lo que comen, lo que juegan los niños, cómo aprenden, cuánto
aprovechan la escuela, los trabajos que desempeñan de adultos y la visión del mundo de
quienes integran las familias. Por ejemplo, en EUA, los hijos de inmigrantes tienen dos veces
más probabilidades que los niños nacidos en el país de vivir en familias extensas y es menos
probable que su madre trabaje fuera del hogar (Hernández, 2004; Shields y Behrman, 2004).
En la actualidad, muchos estudiosos coinciden con que el término raza, que histórica y
popularmente se ha visto como una categoría biológica identificable, es un constructo social.
No hay un consenso científico claro sobre su definición y es imposible medirla en forma
confiable (Bonharn,- WarshauerBaker y Collins, 2005; Helms, Jernigan y Mascher, 2005;
Smedley y Smedley, 2005; Scernberg et al, 2005). Las variaciones genéticas humanas se
suceden en un amplio espectro de continuidad y 90% de esas variaciones ocurren dentro, no
entre razas definidas por la sociedad (Bonham etaL, 2005; Ossorio y Duster, 2005). De
cualquier manera, la raza como categoría social aún es un factor en las investigaciones, puesto
que marca una diferencia en “el trato que reciben las personas, dónde viven, cuáles son sus
oportunidades de trabajo, de qué calidad es la atención médica que reciben y si tienen una
participación plena en su sociedad” (Smedley y Smedley, 2005, p. 23).

4. Contexto histórico
Antes, los científicos del desarrollo prestaban poca atención al contexto histórico, a la época
en que vivía la gente. Luego, a medida que los estudios longitudinales de la niñez se
extendieron hasta los años adultos, los investigadores comenzaron a enfocarse en la forma en
que ciertas experiencias, ligadas a un tiempo y lugar, repercuten en el curso de la vida de las
personas. Hoy, el contexto histórico es una parte importante en el estudio del desarrollo,
como podemos evidenciarlo a través del reconocimiento de la huella que deja el vivir a través
de una guerra o una pandemia, y las diferencias que implica dentro de cada etapa del
desarrollo humano.

TIPOS DE INFLUENCIA: INFLUENCIAS NORMATIVAS Y NO


NORMATIVAS
Para entender las semejanzas y diferencias del desarrollo, tenemos que considerar dos tipos
de influencias normativas: las biológicas y los sucesos medioambientales que afectan de
manera semejante a muchas personas de una sociedad, así como los acontecimientos que
tocan solo a unos individuos (Baltes y Smith, 2004).

INFLUENCIAS NORMATIVAS
1. Las influencias normativas de la edad son muy parecidas para las personas de un grupo de
edad determinado. El momento de los eventos biológicos es muy predecible dentro de 13
ciertos márgenes; por ejemplo, la gente no pasa por la pubertad a los 35 ni por la menopausia
a los 20 años.
2. Las influencias normativas de la historia son eventos significativos del entorno (como la
Primera Guerra Mundial) que ayudan a moldear la conducta y las actitudes de una generación
histórica, es decir, un grupo de personas que experimenta un mismo evento que les cambia la
vida. Por ejemplo, las generaciones que crecieron durante la Segunda Guerra Mundial tienen
un sentimiento fuerte de confianza e interdependencia social que no es evidente en
generaciones más recientes (Rogler, 2002). Dependiendo de cuándo y dónde vivan,
generaciones enteras pueden sentir el impacto de las hambrunas, explosiones nucleares o
ataques terroristas. En los países occidentales, los avances médicos aunados a las mejoras en
nutrición y servicios de atención en salubridad han reducido considerablemente la mortalidad
de infantes y niños. En la actualidad, conforme los niños crecen son influidos por diversos
desarrollos tecnológicos. La vida familiar se ha visto alterada notablemente por cambios
sociales, como el aumento en el número de madres que trabajan y el incremento de hogares
monoparentales. *Una generación histórica no es lo mismo que una cohorte de edad: un
grupo de personas nacidas más o menos al mismo tiempo. Una generación histórica puede
contener a más de una cohorte, pero las cohortes solo forman parte de una generación
histórica si experimentaron eventos históricos importantes en un punto formativo de su vida
(Rogler, 2002).

INFLUENCIAS NO NORMATIVAS
Por otro lado, las influencias no normativas son sucesos inusuales que tienen un gran efecto
en la vida de un individuo, porque alteran la secuencia esperada del ciclo vital. Son eventos
típicos que ocurren en un momento atípico de la vida (como la muerte de un padre cuando el
hijo es pequeño) o bien eventos atípicos (como ganar la lotería). Algunas de estas influencias
no son controladas por la persona y representan oportunidades insólitas o graves dificultades
que dicha persona interpreta como momentos decisivos. Por otro lado, a veces, las personas
crean sus propios eventos no normativos; digamos, como cuando deciden tener un hijo a los
cincuenta y tantos o si practican un pasatiempo peligroso como volar en planeador.
Tomadas en conjunto, los tres tipos de influencias —influencias normativas de la edad,
influencias normativas de la historia y las no normativas— contribuyen a la complejidad del
desarrollo humano, así como a los retos que enfrentan las personas, mientras tratan de
construir su vida.

MOMENTO DE LAS INFLUENCIAS


En un estudio muy conocido, el zoólogo austriaco Konrad Lorenz (1957), consiguió que patitos
recién nacidos lo siguieran como si fuera su madre. Lorenz demostró que las crías recién
salidas del cascarón siguen instintivamente al primer objeto en movimiento que ven, aunque
no pertenezca a su especie. Este fenómeno se llama impronta y Lorenz creía que era
automático e irreversible. Por lo general, este lazo instintivo se ata con la madre; pero si se
trastorna el curso natural de las cosas, pueden formarse otros apegos, como el que puso en
evidencia Lorenz. La impronta —decía— es el resultado de una predisposición para aprender:
la aptitud del sistema nervioso de un organismo para adquirir cierta información durante un
periodo crítico breve al comienzo de la vida. Un periodo crítico es un momento específico en
el que un evento, o su ausencia, tienen un efecto concreto en el desarrollo. Si un evento
necesario no ocurre durante un periodo crítico de maduración, no ocurrirá el desarrollo
normal y los patrones irregulares resultantes pueden ser irreversibles (Knudsen, 1999; Kulll,
Conboy, Padden, Nelson y Pruitt, 2005). Los periodos críticos no están fijados de manera
precisa; si las condiciones de cría de los patitos se modifican para hacer más lento su
crecimiento, el periodo crítico usual de la impronta se alarga y esta puede revertirse (Bruer,
2001). ¿Los seres humanos tenemos periodos críticos, como los patitos? Para responder a esta
pregunta, brindamos dos ejemplos: Si una mujer es sometida a rayos X, toma ciertos fármacos
o contrae determinadas enfermedades durante el embarazo, es posible que el feto manifieste
efectos nocivos particulares, que dependen de la naturaleza de la agresión y el momento de su
exposición a ellos. Si un problema muscular que interfiere con la capacidad de enfocar los dos
ojos en el mismo objeto no se corrige en el periodo crítico a comienzos de la niñez, quizá no
sea posible desarrollar la percepción de profundidad (Bushnell y Boudreau, 1993). El concepto
de los periodos críticos en los seres humanos es muy polémico. Muchos aspectos del
desarrollo, incluso en el ámbito físico, muestran plasticidad o un rango de modificabilidad del
desempeño; por lo tanto, sería más provechoso pensar en periodos sensibles, en los que una
persona en desarrollo responde en particular a ciertas experiencias (Bruer, 2001). Existe cada
vez más evidencia de que la plasticidad no es solo una característica general del desarrollo que
se aplica a todos los miembros de una especie, sino que también existen diferencias
individuales en la plasticidad de las respuestas a eventos medioambientales.
Parece que algunos niños (en especial los que tienen temperamento difícil, los que son
sumamente reactivos y los que presentan variantes genéticas particulares) pueden ser
afectados más profundamente que otros niños por experiencias positivas o negativas de la
niñez (Belsky y Pluess, 2009). Esta investigación sugiere que características que, por lo general,
se consideran negativas (como un temperamento difícil o reactivo), en realidad, pueden ser
sumamente adaptables (positivas) cuando el medio ambiente apoya el desarrollo. Por
ejemplo, un estudio encontró que los niños que eran sumamente reactivos a los eventos
medioambientales mostraban, como se esperaba, respuestas negativas como agresión y
conducta problemática cuando enfrentaban factores estresantes como el conflicto
matrimonial en sus familias. Sin embargo, lo sorprendente fue que cuando los niveles de
adversidad familiar eran bajos, los niños sumamente reactivos mostraban perfiles incluso más
adaptables que los niños con baja reactividad. Esos niños con mayor reactividad eran más
prosociales, participaban más en la escuela y exhibían niveles más bajos de síntomas de
externalización (Obradovic et al., 2010). Investigaciones como esta señalan con claridad la
necesidad de reconceptualizar la naturaleza de la plasticidad en el desarrollo temprano y de
prestar atención a cuestiones relativas a temas de resiliencia y de riesgo.

PRINCIPIOS DE BALTES
Paul Baltes llegó a revolucionar lo que hasta el momento se pensaba sobre la Psicología del
Desarrollo. Durante muchos años diferentes autores del desarrollo proponían que el
desarrollo era parte de una etapa en específico. La perspectiva del ciclo vital representa un
intento para superar la dicotomía crecimiento - declinación. En otras palabras, el
reconocimiento de que, en cualquier momento en la vida, hay pérdidas y ganancias. Es así
como, la perspectiva del ciclo vital se convierte en un marco de referencia de tipo contextual y
dialéctico, que considera la totalidad de la vida como una continuidad con cambios,
destacando parámetros históricos, socioculturales, contextuales, y del acontecer cotidiano e
individual, como prevalentes sobre cualquier clasificación en la que predomine la edad como
criterio.
A partir de ello, se delimitaron siete principios del ciclo vital:
1.El desarrollo dura toda la vida.
Es un proceso que ocurre como procedimiento indefinido de cambio, es la aptitud para
acostumbrarse a las diferentes situaciones que se enfrentan en la vida. Cada periodo del ciclo
de vida se puede ver afectado por lo que sucedió antes y por lo que esté por venir, es decir,
cada etapa, recibe la influencia directa de la que pasó e impactará de igual forma a la que le
sigue.

2. El desarrollo es multidimensional.
Sucede en algunas dimensiones que se interrelacionan y se manejan independientemente con
ritmos diferentes. El desarrollo es multidimensional (dimensión biológica, psicológica y social),
todas interactúan entre sí. Hay ganancias y pérdidas, una persona puede ir ganando en un
área e ir perdiendo, al mismo tiempo, en otra área diferente. Los humanos buscamos obtener
más ganancias y disminuir las pérdidas, todo esto a través de un mecanismo de compensación,
este se dirigirá de manera distinta, dependiendo la persona, puesto que, cada individuo se
maneja diferente según lo que ya ha vivido.

3. El desarrollo es multidireccional.
Si una persona avanza en un área determinada, es posible que retroceda en otra, esto puede
darse, también, de manera simultánea. Por ejemplo, existen jóvenes que físicamente se
fortalecen, pero a la hora de tomar una decisión importante que abarque su protección física,
se les hace difícil poder tomar la iniciativa. Otro ejemplo es con los niños, generalmente
crecen de tamaño y en sus capacidades, gradualmente se van modificando su motricidad y
equilibrio.

4. La influencia relativa de la biología y la cultura cambia durante el ciclo vital.


Las personas más jóvenes se ven más afectadas por la maduración biológica del cuerpo, pero a
medida que va pasando el tiempo, crece el factor cultural, el cual va perfilando e influyendo
progresivamente.

5. El desarrollo implica modificar la distribución de los recursos.


Cada individuo dedica de formas distintas su tiempo, energía, talento, dinero y apoyo social. El
desarrollo incluye una distribución cambiante de medios. Cada individuo decide cómo usar sus
recursos, en el crecimiento, en el mantenimiento, o en la recuperación, esta decisión cambiará
a lo largo de la vida, en medida que reducen sus recursos disponibles. Esto significa que nadie
puede hacerlo todo. Los individuos eligen invertir sus recursos de diferentes maneras.
Estos pueden ser utilizados para el crecimiento, el mantenimiento o recuperación y para
manejar la pérdida cuando el mantenimiento y la recuperación no son posibles.

6. El desarrollo muestra plasticidad (es modificable).


La plasticidad es explicada como puentes neuronales creados para incidir mediante estímulos
en el cambio de conductas y funciones de las acciones humanas. La plasticidad se desarrolla a
lo largo de la vida. Hay ciertas habilidades que van mejorando progresivamente con el
entrenamiento y la práctica. No obstante, hasta en los niños, el potencial para el cambio tiene
límites. Estos límites se toman en cuenta al comprender que el desarrollo es transformable a
lo largo de la vida, este se muestra flexible, puede ser mejorado con el entrenamiento, pero
dependerá mucho del tipo de persona, alimentación, recursos, tiempo y disponibilidad de
estos.

7. El contexto histórico y cultural influyen en el desarrollo.


El desarrollo se ve influenciado por el contexto histórico-cultural, independientemente. Cada
individuo se desarrolla en numerosos contextos: circunstancias o condiciones, las cuales están
definidas por la maduración, por el tiempo y el lugar. Otros factores variantes pueden ser la
biología, el tiempo y el lugar.

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