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3) El autor Wickham, para explicar al Imperio Romano Tardío va a analizarlo desde la

mirada de un sacerdote llamado Salviano. Salviano relata que el sistema fiscal operaba
de tal forma que parecía haber sido concebido para garantizar que todo el mundo oprima
a todo el mundo y también crear una situación en la que los curiales, los concejales de
las ciudades investidos de las máximas responsabilidades en materia de recaudación de
impuestos fueran tachados por el autor como tiranos o bandidos. Los potentes
(potentados o grandes terratenientes) eran otro de los culpables para Salviano, ya que
inventaban extracciones ilegales, forzaban a los terratenientes pobres a someterse en sus
redes de protección, primero en calidad de clientes y después como arrendatarios. Los
curiales no solo organizaban la tributación, sino también que la respaldaban. El
escenario como lo relata el autor, todo el mundo se veía oprimido por el sistema fiscal.
Los curiales ejercían competencia en un ámbito geográfico específico, ámbito que
consideraban una responsabilidad personal, y en el que con frecuencia podían
conducirse prácticamente a su antojo. Sin embargo, tenían que justificar con
documentos las exacciones que practicaban en la esfera local. Durante mucho tiempo
constituyeron el eje de este sistema. Era una actividad rentable debido a los enormes
incentivos ilegales, pero arriésgala al ser la carga fiscal más alta porque se hacía más
difícil de recaudarla. Los recaudadores de impuestos cobraban los ingresos a ricos y a
pobres por igual, se ven obligados a exigir tanto a los poderosos como a los humildes.
En occidente a principios del siglo IV los curiales habían dejado de recaudar impuestos
en África o en la Gala sin embargo se vuelven a mostrar actividad en la Italia ostrogoda
y en la Cerdeña abandonada por los vándalo. En términos territoriales el imperio
romano tardío obtenía su unidad de su sistema fiscal y ello simplemente por la gran
cantidad de mercancías que desplazaba el estado de un lugar a otro a fin de atender los
tres gastos principales, de la gobernación romana, el ejército las capitales de Roma y
Constantinopla, y la administración pública. Según Wickham los historiadores
coinciden de forma casi unánime que el ejército era el principal gasto del imperio. La
administración pública el segundo factor de los gastos estatales no constituye un sistema
logístico ya que su servicio se hallaba distribuido de modo uniforme por todo el
imperio. La dificultad surge con el ejército. En el imperio tardío, grueso del ejército
seguía estando en los límites imperiales del norte y del este. En la zona del Río Rin, las
provisiones venían de la Galia y Gran Bretaña. El ejército del Danubio las provisiones
venían del norte de Italia y la frontera del este quizás recibía provisiones de Egipto.

4) El autor Perry Anderson en su libro “transiciones de la antigüedad al


feudalismo” nos menciona algunas similitudes y diferencia entre la primera y la segunda
invasión barbara. Respecto a esto Anderson nos menciona que una de las diferencias
cruciales es el nivel de destrucción y desprotección por parte de los Romanos, en la
primer invasión si bien el destrozo y saqueo fue feroz los romanos lograron mantenerse
aun en su territorio y con parte de sus estructuras, pero en ese caso aislados y rodeados
igualmente por territorios dominados por los bárbaros (mantuvieron su organización
política pero no el control militar) generándose así un dualismo jurídico, resaltando que
atento a su poca organización las tribus germánicas no pudieron sustituir la organización
política del Imperio por una administración nueva y coherente, todo ello atento a que se
trataba de pueblos tribales que mantenían una organización primitiva, ninguno de ellos
había conocido lo que era un Estado territorial duradero y carecían de escritura. Otro
limitante para el dominio completo de Roma por parte de los bárbaros fue a causa de las
pautas geográficas, ya que los pueblos se siguieron desplazando con la primera oleada y
no tomaron el control directo de Roma, atento a ello y a las grandes dimensiones de
tierra por las cual se desplazaban les era más dificultoso el hecho de conseguir refuerzos
desde su lugar de origen, teniendo en cuenta además que no eran tropas y comunidades
muy grandes. De todos modos, el autor nos dice que la administración tradicional de los
romanos se vio ahogada por las invasiones, las provincias cayeron en desorden
posteriormente y tanto el bandidaje como la rebelión social se hizo más expansiva, "en
la mitad del siglo V el orden imperial había sido asolado por la irrupción de los bárbaros
en todo el Occidente" refiriéndose más que nada ya a la segunda oleada de invasiones.
Es importante destacar además que los primeros pueblos invasores (visigodos,
burgundios y ostrogodos) le impusieron a los terratenientes romanos un régimen de
"hospitalitas" (régimen de hospitalidad) por el cual los romanos le concedían a los
"huéspedes" bárbaros una parte de la extensión cultivada de sus tierras, y en algunos
casos también recibían un porcentaje de esclavos. Algo muy distinto paso con los
vándalos los cuales expropiaron, en el norte del África, el total de las tierras de la
nobleza local y de la Iglesia sin ningún tipo de compromiso o concesiones. Algo similar
a lo sucedido en el ámbito político diferencio a ambas invasiones el plano religioso, ya
que los primeros invasores pasaron de ser paganos a optar por el cristianismo romano,
mientras que los segundos invasores vándalos expropiaron a la antigua aristocracia
romana reprimiendo con fuerza a la Iglesia . En resumen ambas invasiones fueron
llevadas a cabo por pueblos germánicos que buscaban expandirse y obtener recursos en
el territorio romano, en las primeras invasiones los pueblos germánicos atacaron de
manera más dispersa y sin una organización centralizada. Las segundas invasiones
ocurrieron durante la época de las migraciones germánicas, estas fueron más
coordinadas y organizadas.

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