Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La cultura romana fue una cultura de síntesis capaz de aglutinar las aportaciones espirituales, sociales y
económicas de los diversos pueblos que constituyeron el Imperio. Roma integró el pensamiento griego y la
cultura del Mediterráneo oriental, donde hizo acto de presencia el Cristianismo.”.
La romanización es la integración plena de una sociedad determinada en el conjunto del mundo romano
(cultura, sociedad, economía y política) y significó en España dos cosas: la recepción de la cultura sincrética
que llamamos cultura romana y la expansión del Cristianismo.
La romanización fue un proceso largo y desigual en los territorios, pero posible gracias a la unidad política y
a la fuerza del Imperio, basada en un idioma común (latín).
Al sector dominante le sumamos la aristocracia ecuestre, el ordo equestris, compuesta por gentes que
disponían de un caballo para poder servir en el Ejército como equites o caballeros. Los caballeros se
dedicaban principalmente al comercio.
El sector más numeroso, la plebe, se componía de hombres libres, libertos y esclavos manumitidos. Forman
parte de la plebe los profesionales liberales, los artesanos y comerciantes, miembros de agrupaciones
gremiales (collegia).
3.2 ESCLAVOS
Siervos y esclavos carecían del status de personas, por lo que no eran siquiera sujetos de derecho.
Los esclavos lo eran por nacimiento y como consecuencia del cautiverio en guerras. Junto a estas causas
principales existieron otras de menor entidad, como la esclavitud por piratería, las autoventas de hombres
libres como esclavos (obnoxatio) y la reducción a la esclavitud por pena (damnatio)
4.1 ADSCRIPCIÓN
La estructura social de esta época se caracteriza por la adscripción forzosa y hereditaria de las gentes a sus
oficios y profesiones, en detrimento de la libertad y fluidez de las fuerzas sociales. La adscripción se justifica
por la crisis económica, para que nadie pretenda escapar de su trabajo y obligaciones tributarias situándose
en otro grupo social más ventajoso.
En el año 331 el emperador Constantino ordena a los hijos de funcionarios ocupar el puesto de sus padres.
Los cargos municipales supusieron una gran carga pues si no se recaudaba el dinero suficiente, el
magistrado debía responder con sus bienes personales hasta saldar la deuda de la recaudación tributaria
(responsabilidad solidaria). Además el cargo se convertía en irrenunciable. Los soldados tampoco pudieron
abandonar la actividad militar.
Hacia el siglo 3 el pueblo Galo se subleva, estas sublevaciones se denominaron: “Bagaudos”. Significaban
una respuesta de protesta contra el imperio romano. Con ellas consiguieron asolar muchas propiedades e
incluso se llegaron a enfrentar al ejército de Roma.
4.2 COLONATO
Los colonos o cultivadores de tierras ajenas quedaron adscritos a tierras que no podían abandonar. Pese a su
condición de hombres libres, la adscripción fue tan dura que se consideró a los colonos “siervos de la tierra”,
resultando enajenados con las tierras si el propietario se desprendía de ellas.
Al finalizar el siglo III, el emperador Diocleciano lleva a cabo una profunda reorganización del Imperio:
pretende multiplicar las provincias y agruparlas en diócesis. Diocleciano dividió el Imperio Romano en dos
partes, occidental y oriental. La provincia Citerior se dividió en tres: la Tarraconense, la Cartaginense y la
Galletia. El Atlántico Marroquí quedó incorporado a la Nova Hispania Ulterior Tingitana.
Bajo el gobierno del emperador Constantino aparecen las prefecturas como máximas unidades
administrativas. La prefectura se compuso de diócesis, y la diócesis de diversas provincias. Existieron
inicialmente cinco prefecturas, que luego se redujeron a cuatro. La división provincial definitiva fue: Bética,
Lusitania, Tarraconense, Cartaginense, Galia, Baleares y Mauritania.
Las primeras magistraturas estaban presididas por los dunviros, que tuvieron atribuciones de carácter
judicial y convocaban y presidían las reuniones.
La vigilancia de la vida ciudadana correspondía a 2 ediles.
De la administración financiera se encargaban 2 cuestores ayudados de auxiliares (apparitores)
El acceso a las magistraturas era para personas mayores de 25 años, otro “requisito” era poseer una
situación económica estable para poder hacer frente a las summas honorarias.
Para circunstancias especiales, existían magistrados extraordinarios.
Ya en el Bajo Imperio la dirección de las ciudades quedó en manos de los curatores
La curia municipal era una asamblea formada por 100 decuriones que ostentaban los máximos poderes
legislativos. Ser decurión te proporcionaba el reconocimiento del pueblo, traía la exención de penas y
ventajas en el reparto de donativos públicos. Eran elegidos cada 5 años, debían tener la ciudadanía
municipal y una edad mínima de 25 años. Posteriormente con la crisis del Bajo Imperio, el cargo se convirtió
en vitalicio, hereditario e irrechazable.