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Orientaciones Actuales de La Neuropsicología
Orientaciones Actuales de La Neuropsicología
Geraldine Sturzenegger
Geraldine Sturzenegger
¿Cuál es según tu parecer, el mayor aporte que la neuropsicología en la actualidad brinda a las
intervenciones terapéuticas psicopedagógicas en el ámbito de las dificultades especificas del
aprendizaje/trastornos cognitivos o del neurodesarrollo?
La neuropsicología en la actualidad
El panorama actual de la neuropsicología se presenta como un amplio abanico donde coexisten diferentes
orientaciones que mutuamente se enriquecen. Junto a los modelos de la neuropsicología clínica clásica y
los de la neuropsicología cognitiva, se han ido consolidando nuevos enfoques inspirados en las
aportaciones de la medicina nuclear y la neuroimagen, que están aportando avances inimaginables hace tan
sólo unas décadas. Estos hechos además han impulsado el estudio de la conciencia y de la actividad
emocional, incluyéndolos como elementos básicos en el corpus de estudio de la neuropsicología.
Se puede afirmar que la neuropsicología está de plena actualidad dentro del ámbito de la psicología, la
medicina y las neurociencias, ya que ha experimentado un fructífero desarrollo, especialmente en las dos
últimas décadas.
Resulta una incógnita descifrar cuál va a ser el rumbo real de la neuropsicología en el futuro, aunque el
crecimiento experimentado en los últimos años permite augurar que se puede convertir en una eficaz
herramienta de utilización generalizada dentro de los servicios médicos, sociales y educativos. Los avances
en el conocimiento de las relaciones cerebro-conducta se extenderán tanto al diagnóstico como a la
rehabilitación y la investigación neuropsicológica, con especial atención a la neuropsicología infantil y la
neuropsicología geriátrica. Por último, es imprescindible que la figura del neuropsicólogo se asiente en los
servicios sanitarios, sociales y educativos, consolidándose definitivamente su reconocimiento por las
instituciones.
La mejor definición de imágenes del cerebro nos permitirá profundizar más en el conocimiento de la
estructura y el funcionamiento del sistema nervioso mediante la descripción de la actividad eléctrica, la
densidad celular o la actividad química.
El mayor desafío, para la psicopedagogía, es aprovechar los diversos aportes interdisciplinarios, entre los
cuales se encuentra el paradigma de la neuropsicología que se constituye hoy en un aspecto importante en
el abordaje interdisciplinario del problema de aprendizaje.
Debemos tener en cuenta que en el ámbito de la evaluación neuropsicológica queda aún mucho camino por
recorrer en el diseño de pruebas de "papel y lápiz", recogiendo las aportaciones de la neuropsicología
cognitiva, que postulan acertadamente que se deben diseñar pruebas de evaluación en función de las
características de cada persona que ha sufrido daño cerebral. Cuanto más precisas sean las pruebas de
evaluación neuropsicológica, mayor será su capacidad para predecir la evolución del sujeto.
¿Cuál es la posición que debemos adoptar los psicopedagogos frente a esta nueva concepción de la
clínica?
Como psicopedagogos frente a esta nueva concepción de la clínica debemos tener un conocimiento amplio
de las bases neurobiológicas de la conducta y su rehabilitación neurocognitiva con fines psicopedagógicos,
en permanente perfeccionamiento y amplitud de saberes al respecto.
La neuropsicología clínica inicialmente sólo prestaba atención al paciente con daño cerebral, sin tener en
cuenta sus circunstancias personales, familiares o laborales. Más recientemente se ha incluido el entorno
familiar y social como una variable determinante en la evolución cognitiva y emocional del paciente con
lesión cerebral.
Si tomamos en cuenta el trabajo con niños y niñas se pueden tener en cuenta las siguientes
DESVENTAJAS: Los tests no miden exclusivamente una única función, no se han establecido muestras
suficientes en población infantil, las baterías completas son largas y engorrosas, una gran mayoría son
traducciones.
Como la neuropsicología infantil ha tenido un desarrollo más tardío, aún queda un territorio muy amplio
por investigar en neuropsicología pediátrica, neuropsicología clínica infantil y neuropsicología educativa.
La creciente preocupación por los aspectos cognitivos de diversas patologías neuropediátricas como las
dificultades de aprendizaje, el déficit de atención o los niños con bajo peso al nacer exige que se active la
investigación de nuevas técnicas de evaluación y rehabilitación neuropsicológica.
Se hace urgente profundizar y ampliar los recursos en evaluación neuropsicológica infantil, desarrollando
nuevas pruebas diagnósticas con un mayor grado de sofisticación que las existentes en la actualidad.
LA NEUROPSICOLOGÍA, UNA CIENCIA DE ACTUALIDAD
*Docente en el Máster Oficial Online en Neuropsicología Clínica de la Universidad Internacional de
Valencia
cognitiva, la neuroimagen estructural y funcional y la psicología educativa, entre otras. Por ello, no es
de extrañar que a día de hoy, cualquier trastorno que afecte a la mente sea estudiado desde una perspectiva
neuropsicológica.
La práctica de la Neuropsicología Clínica requiere de una formación especializada que garantice unos
criterios de calidad en el/la profesional que la ejerce. El/La neuropsicólogo/a clínico/a debe ser capaz de
estudiar, evaluar, diagnosticar, asesorar, tratar/rehabilitar y/o investigar las alteraciones neurocognitivas,
emocionales y comportamentales a través del conocimiento de los principios, los test y las técnicas de
intervención que abordan tanto las alteraciones, como los componentes intactos. Asimismo, el trabajo del
profesional de la neuropsicología clínica se extiende más allá del trato al paciente, incluye el trabajo con
la familia e implica la coordinación con otros profesionales involucrados en la evaluación y el tratamiento.
Sobre su inclusión en el Sistema Nacional de Salud, es necesario realizar el PIR, un sistema de formación
de postgrado con una duración de cuatro años, elaborado y desarrollado conjuntamente por los Ministerios
de Sanidad y Consumo y Educación y Cultura, en forma de residencia como el MIR. Es preciso hacer
rotación en un servicio que tenga la especialidad de Neuropsicología, cuestión que no siempre ocurre, dado
que aún no es una especialidad incluida en todos los hospitales españoles. Por ello, actualmente el Consejo
General de la Psicología de España, a través de la Comisión Nacional de Acreditación Profesional (CNAP),
tiene en marcha la Acreditación Nacional de Neuropsicología Clínica con unos criterios de formación y
experiencia profesional específicos, con el objetivo de regular y homogeneizar el perfil del/la
neuropsicólogo/a clínico/a y garantizar la calidad de los servicios ofertados por lo profesionales de España
teniendo en cuenta los criterios internacionales.
En España, los ámbitos de investigación más explorados son aquellos con mayor repercusión clínica, como
puede ser la neurorehabilitación en el daño cerebral adquirido, la prevención, diagnóstico y tratamiento
de las demencias, los trastornos del neurodesarrollo y su implicación en el ámbito educativo y la
neurobiología aplicada a los trastornos de salud mental. Durante la última década la investigación en
neurociencia proveniente de América Latina ha tenido mayor representación dentro de la investigación
mundial. Gran parte de su desarrollo en este tiempo se ha centrado en la adaptación y estandarización de
test neuropsicológicos en población latinoamericana y en el estudio de patologías del neurodesarrollo, entre
otras muchas aportaciones.
Volvemos de nuestro receso de casi dos semanas con una interesante entrevista desarrollada con nuestra
escritora destacada, la psicóloga española Mercedes Martínez. En esta conversación Mercedes nos abre el
mundo de la neuropsicología explicándonos qué es y en qué consiste esta disciplina. Asimismo, nos habla
de temas cruciales como la vinculación de la neuropsicología con los pensamientos y las emociones; nos
habla sobre sus aplicaciones en el presente, nos habla sobre nuevas aplicaciones y de casi un sin fin de
cosas interesantes. No se pierdan esta ilustrativa y completa entrevista.
1.- ¿En términos simples – si eso cabe – de qué se trata la neuropsicología y cuáles son sus
aplicaciones en la actualidad?
La neuropsicología es la disciplina que trata de estudiar las relaciones entre el cerebro y el
comportamiento o la conducta humana, incluyendo aquí la conducta no observable como en el
funcionamiento de procesamiento cognitivo y de las emociones. Se podría decir de forma simple, que la
neuropsicología es el nexo de unión entre la neurología y la psicología.
Su comienzo como disciplina partió del hallazgo de casos con daño neurológico y por ello, se dirigió en un
primer momento al estudio de lesiones del sistema nervioso central como punto central.
Actualmente, los estudios se centran tanto en desarrollo y funcionamiento cerebral como en las lesiones; y
su expansión va mucho más allá del ámbito sanitario.
Sin duda, en el ámbito donde mayor desarrollo y repercusión ha tenido ha sido en el ámbito clínico. En él,
la figura del neuropsicólogo es de vital importancia en la evaluación y el tratamiento de trastornos tan
dispares como accidentes cerebrovasculares, epilepsias, tumores, trastornos del aprendizaje, trastornos del
neurodesarrollo, demencias, trastornos mentales, enfermedades infecciosas del sistema nervioso central,
traumatismos…
En este ámbito, en aquellos casos en los que se requiere una neurocirugía, aparte de la evaluación y
rehabilitación de funciones, el neuropsicólogo puede ayudar a delimitar las áreas cerebrales que deben
intervenirse y delimitarlas para obtener la máxima funcionalidad del paciente.
Otro ámbito de aplicación es el ámbito educativo. Este campo se nutre de los estudios de casos en
psicología infantil y de neurodesarrollo. Existen una serie de periodos de desarrollo, a los que se conoce
como periodos críticos y sensibles donde se desarrollan funciones cognitivas concretas. Los aportes de la
neuropsicología pueden permitir un progreso y mejora de habilidades en niños sin problemas asociados, o
por el contrario, podremos determinar si existen problemas de aprendizaje, o incluso trastornos del
neurodesarrollo y atenderlos a nivel clínico.
Un ámbito menos conocido es el de la neuropsicología forense, en ella se utilizan los conocimientos en
neurociencia en el tratamiento de los procesos jurídicos. La finalidad del neuropsicólogo aquí
es establecer una valoración real de los dañosque la persona ha sufrido y cómo le afectan en el día a
día, detectando posibles engaños durante la evaluación. Muchas personas intentan aprovechar la
situación para obtener beneficios económicos sin tener en realidad daños severos.
En los últimos tiempos, la neurociencia llega hasta el ámbito deportivo. La neuropsicología se utiliza para
comprender las relaciones entre el cerebro y las posibilidades motrices, y para entender también la
incidencia de diversos factores en el aprendizaje motor, como la fatiga, la sed, la ansiedad o el sueño.
Los lóbulos frontales y el cerebelo, son esenciales en el deporte.
El cerebelo se encarga, entre otras cosas, de mecanizar las secuencias complejas de los movimientos
específicos.
Otro apunte en este ámbito es la utilidad de las neuronas espejo. Es sabido que las neuronas espejo
permiten reconocer las emociones en los demás, pero no lo es tanto que estas mismas neuronas son
esenciales en la actividad deportiva. Las neuronas espejo se activan cuando realizamos una acción concreta
o vemos a otra persona hacer esa acción. Estas hacen que en los deportes de equipo los jugadores se
sincronicen con el resto de jugadores al observar el comportamiento de los demás.
La psicofarmacología, es otro gran ámbito de estudio, que aportará sin duda valiosa información para el
tratamiento de una amplia variedad de trastornos y a la par, a conocer cómo funciona el cerebro.
2.- Una cosa que me mencionaste antes y que me pareció muy interesante de cara a esta entrevista, es
que la neuropsicología no se vincula exclusivamente con las cogniciones ¿De qué manera se relaciona
la neuropsicología con las emociones?
Bien, habitualmente la neuropsicología se ha relacionado con el estudio de las funciones cognitivas,
especialmente las superiores (razonamiento, memoria, atención..) dejando de lado todo lo demás.
Ahora bien, junto a los modelos de la neuropsicología clínica clásica y los de la neuropsicología cognitiva
se han ido consolidando nuevos enfoques inspirados en las aportaciones de la medicina nuclear y la
neuroimagen, que están aportando avances inimaginables hace tan sólo unas décadas. Estos hechos además
han impulsado el estudio de la conciencia y de la actividad emocional, incluyéndolos como elementos
básicos en el corpus de estudio de la neuropsicología (Damasio, 1999).
Este autor, define la emoción como un “conjunto complejo de respuestas químicas y neuronales
automáticas que forman un patrón distintivo”, “estas respuestas son producidas por el cerebro sano cuando
detecta un estímulo emocionalmente competente, ya sea de origen externo o interno” (Damasio, 2003).
La emoción, gran olvidada, es otra parte más de nosotros mismos. Nuestro sistema nervioso está preparado
para procesar información sensorial de distinto tipo, para crear emoción y para dar respuesta. Es el sistema
nervioso central, en concreto las funciones ejecutivas las responsables también de la autorregulación
emocional.
Por tanto, si la base de la emoción está en el cerebro no es tan extraño (con todas las licencias que tenemos
que tener presentes) descubrir una demencia a raíz de síntomas depresivos, encontrarnos con un paciente
con TDAH con rabietas, un paciente con daño en lóbulo frontal desinhibido comportamentalmente o
incluso mostrando conductas agresivas, etc. , etc.
Por fortuna, ya hay grandes profesionales que atienden no solo a trastornos emocionales a nivel clínico en
el ámbito de la neuropsicología, sino que se alimentan de la neuropsicología para posibilitar un desarrollo
emocional óptimo en población general (“sana”), sobre todo en niños.
3.- Pensando en algo que también conversamos previamente ¿de qué manera impacta o incide la
neuropsicología en, por ejemplo, lograr una mayor precisión en el diagnóstico?
En la neuropsicología coexisten diferentes orientaciones que se enriquecen mutuamente. Uno de esos
modelos, el modelo funcional de neuroimagen está permitiendo realizar una interpretación de la cognición
capaz de conciliar localizacionismo y holismo, a diferencia de los modelos lesionales utilizados por la
neuropsicología tradicional.
Con las técnicas de neuroimagen se permite una mejor definición de imágenes del cerebro y ello a su vez
nos permite profundizar más en el conocimiento de la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso
mediante la descripción de la actividad eléctrica, la densidad celular o la actividad química. Estas
tecnologías permitirán realizar diagnósticos clínicos de gran precisión, sin efectos invasivos, identificando
los puntos fuertes y débiles del perfil cognitivo. Sin embargo, siendo técnicas fiables y de gran utilidad, no
dejan de ser de uso limitado, especialmente por los costes.
La evaluación neuropsicológica tradicional cumple una gran labor en la precisión del diagnostico en casos
donde no existen marcadores biológicos determinantes. Esto ocurre por ejemplo en alteraciones
neuropsiquiatrías, tea,…
Además del diagnostico en sí, los objetivos de la evaluación neuropsicológica son apoyar diagnostico
diferencial, contribuir a excluir causas primarias que pueden estar generando la disfunción, definir el grado
de severidad y fase evolutiva de un cuadro, establecimiento de un pronóstico, y por supuesto, sugerir
terapias de estimulación y rehabilitación cognitiva.
4.- Asimismo ¿De qué manera incide la neuropsicología sobre la prevención y rehabilitación de
diversos cuadros o afecciones?
La neuropsicología no sólo se dirige a la rehabilitación o compensación de funciones cognitivas y
emocionales, sino que la gran apuesta se dirige hacia la mejora y optimización de capacidades, y la
prevención de déficits, y esto en diferentes contextos. En este punto resaltar el envejecimiento de la
población y el papel de la neuropsicología en la lucha contra el deterioro cognitivo.
Si ponemos el foco en trastornos del neurodesarrollo, por ejemplo, la detección temprana de indicadores
de riesgo para estos niños y la estimulación en periodos críticos mitiga la sintomatología y aumenta la
eficacia del tratamiento.
Las principales tecnologías que ahora están influyendo en el desarrollo de la neurociencia, son:
La Inteligencia Artificial (IA), que busca detectar patrones, alteraciones o personalizar tratamientos.
La realidad virtual, que permite crear escenarios para la investigación y la intervención de
tratamientos médicos.
Los wereables, dispositivos pueden monitorizar señales neurológicas que observen
comportamientos o posibles disfunciones mentales.
Las interfaces cerebro-máquina, que permiten la comunicación directa entre un cerebro humano y
una máquina. Permiten monitorizar nuestra actividad, e incluso podrán detectar enfermedades o
crear tratamientos personalizados.
En cuanto a la dirección que están tomando los estudios en neuropsicología comprenden tres grandes áreas:
la salud mental, el conectoma humano, y el desarrollo de maquinas que sean capaces de sentir y al tener
posibilidad de registrar emociones, pudieran tener conciencia.
Entre las neurotecnologías, la realidad aumentada y la realidad virtual son las interfaces con mayor futuro y
entre las áreas de aplicación se encuentran la prevención y el bienestar, la evaluación y el entrenamiento
cognitivo.
Este tipo de soluciones se proveerán desde plataformas Cloud Computing, y cubrirán un gran abanico de
problemáticas, como el tratamiento de demencias, ictus, TEA, e incluso, la prevención de derrame cerebral.
En neurorehabilitación la modalidad más frecuentemente de esta técnica es la forma repetitiva (EMTr), una
potente herramienta facilitadora de los mecanismos de plasticidad cerebral que se producen después de una
lesión cerebral que agiliza la recuperación y reaprendizaje de las habilidades perdidas.
Esta técnica surge como tratamiento alternativo y complementario para muchas enfermedades crónicas y
también para las asociadas al dolor y, gracias a que es poco invasiva, indolora y ambulatoria.
Esta técnica constituye una realidad terapéutica en la rehabilitación postictus, ya que confiere efectos
neuroprotectores incidiendo favorablemente en la modulación de la neuroplasticidad, en la readaptación de
circuitos neuronales y, a la restauración y adquisición de habilidades compensatorias.
Los diferentes estudios realizados sobre EMTr han demostrado la mejoría de los trastornos motores, la
afasia, la disartria, la disfagia orofaríngea, la depresión y las dificultades perceptivo-cognitivas.
La neuropsicología será cada vez más una ciencia abierta, transversal y holística que sirva como puentes
de otras disciplinas y que lleve a una mayor integración conceptual de distintas orientaciones.
Se seguirá nutriendo de las nuevas tecnologías pero no podrá desligarse de su carácter humanista, evitando
que la evaluación y rehabilitación sean reduccionistas en metodología y aplicación de intervenciones con
nuevas tecnologías.
La aplicación de esta disciplina llegará a numerosas áreas y se producirán sin duda avances en la detección
precoz, y personalización de tratamientos en disfunciones neuropsicológicas y en enfermedades mentales
como la esquizofrenia, el Síndrome de Down, o el Alzheimer, y en trastornos neuropsicológicos de la
infancia.
10.- ¿Qué ventajas observas respecto de, por ejemplo, los métodos más habituales o tradicionales en
la psicología?
Las nuevas tecnologías van a propiciar el desarrollo de programas de intervención cognitiva “a la carta”,
diseñados en función de las peculiaridades neurofuncionales específicas de cada individuo.
Los programas asistidos por ordenador ya ofrecen fructíferos resultados en el campo del diagnóstico y la
rehabilitación neuropsicológica, por lo que no resulta difícil comprender que en un futuro inmediato
prosiga la eclosión de los recursos informáticos adaptados a la rehabilitación cognitiva, diseñando
programas a la medida de las necesidades de cada paciente. Sin embargo, la utilización de recursos
informáticos en el ámbito de la rehabilitación cognitiva puede presentar problemas, al mostrar resultados
no del todo ecológicos. Otro problema añadido, son la disponibilidad de soportes informáticos para su uso
y los costes que suponen.
Por tanto, lo ideal sería que las nuevas tecnologías se incorporen como complemento de métodos
tradicionales, y sin duda bajo la guía de un neuropsicólogo.
11.- ¿Cómo observas la integración conceptual en psicoterapia con los avances en neuropsicología?
La salud mental constituye un gran ámbito de expansión en neuropsicología. En esta área, distintas
patologías clínicas se van a beneficiar de los programas de intervención neuropsicológica.
1. La neuropsicología en la actualidad
El panorama actual de la neuropsicología se presenta como un amplio abanico donde coexisten diferentes
orientaciones que mutuamente se enriquecen. Junto a los modelos de la neuropsicología clínica clásica y
los de la neuropsicología cognitiva, se han ido consolidando nuevos enfoques inspirados en las
aportaciones de la medicina nuclear y la neuroimagen, que están aportando avances inimaginables hace tan
sólo unas décadas. Estos hechos además han impulsado el estudio de la conciencia y de la actividad
emocional, incluyéndolos como elementos básicos en el corpus de estudio de la neuropsicología (Damasio,
1999). El modelo funcional de la neuroimagen está permitiendo realizar una interpretación de la cognición
capaz de conciliar localizacionismo y holismo, a diferencia de los modelos lesionales utilizados por la
neuropsicología tradicional.
Se puede afirmar que la neuropsicología está de plena actualidad dentro del ámbito de la
psicología, la medicina y las neurociencias, ya que ha experimentado un fructífero desarrollo,
especialmente en las dos últimas décadas. La popularidad que ha adquirido la neuropsicología se
debe a diversas razones.
En primer término, se puede afirmar que el cerebro está de moda, gracias al amplio desarrollo
experimentado por las neurociencias y por la propia neuropsicología. La celebración mundial de la
Década del Cerebro ha contribuido a divulgar en la comunidad internacional la importancia que
tiene el cerebro como centro regulador de los procesos mentales.
En segundo lugar, estamos asistiendo a un progresivo incremento en el número de accidentes de tráfico, así
como a una popularización en el uso de sustancias adictivas, lo que constituye un aumento del riesgo de
daño cerebral adquirido (DCA). La creciente generalización del uso de vehículos a motor es un factor
determinante, ya que su mayor utilización conlleva un incremento en la siniestralidad, con riesgo de
presentar daño cerebral y secuelas cognitivas y emocionales.
En tercer término, el aumento en la longevidad de la población está generando un incremento en el número
de personas con deterioro cognitivo y demencias seniles, lo que exige rehabilitación neuropsicológica.
Cada vez es mayor el número de personas que sobreviven después de haber presentado patologías
neurológicas, gracias a la mejora de la calidad asistencial. Como contrapartida, también se produce un
aumento creciente en el número de sujetos con secuelas discapacitantes en el plano físico, sensoriomotriz,
cognitivo y emocional.
Por último, el amplio desarrollo experimentado por las modernas tecnologías está contribuyendo a la
creciente expansión de la neuropsicología, que cada vez muestra un territorio más amplio y abierto. El
espectacular avance de las técnicas de neuroimagen estructural y funcional, así como el de otras disciplinas
como la biología molecular y otras cibertecnologías aplicadas al estudio de las relaciones conducta-cerebro,
sitúan actualmente a la neuropsicología como un referente imprescindible dentro del ámbito de las
neurociencias (Kandel, Schwartz & Jessell, 1997).
2. La neuropsicología en el futuro: ¿hacia dónde nos dirigimos?
Resulta una incógnita descifrar cuál va a ser el rumbo real de la neuropsicología en el futuro, aunque el
crecimiento experimentado en los últimos años permite augurar que se puede convertir en una eficaz
herramienta de utilización generalizada dentro de los servicios médicos, sociales y educativos. Es probable
que nos estemos aproximando a la edad de oro de la neuropsicología, gracias a las aportaciones de la
neuroimagen, la neurociencia cognitiva y la propia neuropsicología clínica. Los avances en el
conocimiento de las relaciones cerebro-conducta se extenderán tanto al diagnóstico como a la
rehabilitación y la investigación neuropsicológica, con especial atención a la neuropsicología infantil y la
neuropsicología geriátrica. Por último, es imprescindible que la figura del neuropsicólogo se asiente en los
servicios sanitarios, sociales y educativos, consolidándose definitivamente su reconocimiento por las
instituciones.
2.1. Evaluación
En el ámbito del diagnóstico y la evaluación neuropsicológica, la utilización creciente de técnicas como la
medicina nuclear, la neurorradiología o la neuroimagen funcional y la inteligencia artificial pueden
propiciar un desarrollo exponencial en el conocimiento de las relaciones cerebro-conducta. La mejor
definición de imágenes del cerebro nos permitirá profundizar más en el conocimiento de la estructura y el
funcionamiento del sistema nervioso mediante la descripción de la actividad eléctrica, la densidad celular o
la actividad química.
Las nuevas cibertecnologías permitirán realizar diagnósticos clínicos de gran precisión, sin efectos
invasivos, identificando los puntos fuertes y débiles del perfil cognitivo en cada persona más allá de las
metodologías tradicionales. Sin embargo, la nueva cultura neuroimaginológica aplicada a la
neuropsicología y la ciencia cognitiva no pueden acaparar en exclusiva el conocimiento de las relaciones
cerebro-conducta ni el futuro de la neuropsicología. Siendo técnicas fiables y de gran utilidad, no dejan de
ser de uso limitado porque muchas de ellas siguen teniendo un coste muy elevado, no asumible por los
servicios sanitarios de muchos países. Por otra parte, la excesiva artificiosidad tecnológica de muchas
técnicas de neuroimagen también es un factor que limita su utilización generalizada. La excesiva
deificación de las modernas técnicas de neuroimagen funcional puede desembocar en una «nueva
frenología» que nos lleve a una visión fragmentada del funcionamiento cerebral. Al fin y al cabo, la
neuroimagen funcional no deja de ser una fotografía más o menos precisa de los procesos metabólicos que
subyacen bajo un determinado proceso cognitivo, pero en ningún caso la neuroimagen funcional debe ser
considerada como sinónimo de proceso cognitivo. En coincidencia con otros autores, pensamos que en el
futuro va a seguir siendo necesaria la evaluación neuropsicológica tradicional, ya que existen numerosas
diferencias interindividuales, y por tanto resulta difícil de predecir qué zona particular del cerebro cumple
cierta función en una persona determinada (Lezak, 1995; Kolb & Whishaw, 2006).
Además, en el ámbito de la evaluación neuropsicológica queda aún mucho camino por recorrer en el diseño
de pruebas de «papel y lápiz», recogiendo las aportaciones de la neuropsicología cognitiva, que postulan
acertadamente que se deben diseñar pruebas de evaluación en función de las características de cada persona
que ha sufrido daño cerebral. La aplicación del principio de validez ecológica debe propiciar el diseño de
pruebas cada vez más específicas que se adapten al tipo de DCA que presenta cada sujeto.
Una derivación de la evaluación neuropsicológica «a la medida» debe ser la predictibilidad, indicando cuál
será la evolución cognitiva que experimentará cada sujeto con lesión cerebral, en función de los datos
obtenidos en dicha evaluación. La mayor precisión de la evaluación neuropsicológica también va a permitir
definir mejor cuál será la evolución de numerosas patologías: un mismo trastorno neuropsiquiátrico puede
tener un pronóstico diferente, dependiendo de cuál haya sido el rendimiento alcanzado en los tests
neuropsicológicos. Por ejemplo: la evolución que tendrá un esquizofrénico dependerá de la eficiencia
obtenida en pruebas neuropsicológicas y su pronóstico se agravará si ha obtenido un rendimiento
neuropsicológico peor, independientemente de cuáles sean los síntomas clínicos presentados. Por esta
razón, cuanto más precisas sean las pruebas de evaluación neuropsicológica, mayor será su capacidad para
predecir la evolución del sujeto.
2.2. Rehabilitación cognitiva