Continuemos con el texto.

Se nos dice que Manoakj, el hombre tranquilo y lleno de

esperanza, tenía a su esposa la cual era estéril. De acuerdo, acá la cosa se coloca un poco
más difícil. Es decir, no es tan solo el actual contexto de dificultad sino que añadido a esto
se suma que su esposa es estéril. Y aquí me nace esta pregunta ¿hasta que momento
Manoakj seguirá siendo calmo y sereno? Porque una cosa es acostumbrarse a vivir en
tiempos difíciles, pero otra es tener un recordatorio todos los días que la vida es difícil.
Porque es claro de la infertilidad en aquel tiempo era todo un tema. Había que tener hijos,
debía existir descendencia, lo que era importante para aquel tiempo. Pero aún así, Manoakj
seguía llamándose Manoakj. En medio de la desesperanza hay alguien que tiene esperanza,
en medio de la tormenta hay alguien que confía en que pasará, que confía en que su Dios le
librará.
Esto me lleva a reflexionar en nuestro presente. Estamos cansados de tanto dolor y
sufrimiento. Pandemia, Crisis Económicas, Crisis familiares, perdidas de seres queridos,
estamos sufriendo las circunstancias de un mundo caído. Tú y yo sabemos que estamos
viviendo tiempos difíciles y complejos, los cuales están fuera de nuestro alcance poder
cambiar. Pero, hermanos, debemos confiar. Debemos guardar nuestra fe y lanzarnos a los
brazos de Jesús. Él es nuestro ayudador, Él es nuestro salvador. En un mundo de pecado, el
verdadero hijo de Dios debe guardar su fe, su esperanza en su Dios, en su Señor.

¿Por qué? ¿Hay acaso alguna razón para ‘deber ser’? Lo digo porque muchas veces
tomamos imperativos y los lanzamos y debemos tragarlos. ‘Debes confiar’ ‘Debes obedecer’
‘debes guardar los mandamientos’ y si, ciertamente debemos hacerlo, con eso partimos, con
el deber, pero tan pronto nos olvidamos del resultado de ese deber. Debemos hacer todo
eso para esperar la respuesta de Dios. Cuando menos esperamos, cuando menos tenemos
en consideración, algo pasa, algo ocurre. ¿Se han fijado como gran parte de nuestra carrera
como cristianos consiste en esperar? De hecho, la fe se define así: “Es, pues, la fe la certeza
de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1). Acá Manoakj está
a punto de ser testigo de un milagro, junto a su esposa. Un milagro de Gracia. El Pueblo de
Israel entero, está a punto de recibir gracia de la mano de un Juez que está por nacer. “Tú
eres estéril y nunca haz tenido un hijo, pero concebirás y darás a luz un hijo”. ¡Ahí está la
Gracia que rompe los esquemas! Que no mira circunstancias que simplemente ¡llega!
Cuando la Gracia de Dios irrumpe nuestras vidas, Transforma nuestra realidades, cambia
nuestra vida. La toma y la transforma. De la mujer estéril nacerá un juez, quien regirá y salvará
al pueblo de manos de los filisteos. De la mujer estéril nacerá una esperanza, en medio de
tiempos difíciles, frente a los ojos expectantes de aquellos que guardan la fe y la esperanza.
Cuando la Gracia de Dios irrumpe, todo se transforma.