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Preparados para la conquista

Sermón dominical 14 de enero de 2024


Base bíblica: Josué 1: 1-11

-Se muestra una caja cerrada y se pregunta a la audiencia qué hay dentro-

¿Qué hay dentro de la caja Martha?, ¿Luli? ¿Pedro?


Al que me diga con exactitud que hay dentro de la caja, se quedará con el contenido.

Evidentemente no pueden saber qué guardo en esta caja, el único que sabe lo que
hay en ella, es quien la preparo, en este caso soy yo, ¿vedad?

Ha concluido un año. 2023 es una caja abierta que ya conocimos su contenido.


Ahora frente a nosotros, tenemos un nuevo regalo de Dios, un año por vivir, por
estrenar y que no sabemos lo que hallaremos en el hasta que lo vayamos
destapando.

Todos los cambios, por lo general, nos provocan inquietud. Lo desconocido nos
provoca temor. El miedo a lo desconocido es una respuesta humana básica que
protege a las personas desde que tenemos uso de razón, evitando así que actuemos
de forma impulsiva y peligrosa, pero como todo temor debe ser controlado para
poder funcionar y no ser presa de la ansiedad.

La incertidumbre se define como la tendencia a experimentar miedo ante una


situación u objeto del que se carece información, pues se percibe como un peligro.
Es decir, sentir miedo ante una situación o un estímulo del que no sabemos qué nos
va a deparar, acompañado de la percepción de que no será algo agradable.

De hecho, el cerebro parece estar preparado para tener miedo a lo desconocido.

Cuando nos encontramos ante algo nuevo, uno de los primeros filtros por los que
pasa la información en nuestra mente es el de si ese objeto o situación es
amenazante o no. Para determinar si algo es amenazante, nuestras redes
neuronales acceden a una especie de almacén buscando recuerdos de experiencias
pasadas. Si no encuentra ninguna información previa, se clasifica como
amenazante.
El inicio de año nos enfrenta a un reto que, para algunos, puede representar
amenaza, temor o incertidumbre. Es por ello por lo que, en estas fechas en el
mundo, el índice de suicidios se incrementa sustancialmente. Estudios serios de la
universidad de Sao Paulo, revelan que, en la celebración de Navidad y año nuevo,
la ansiedad y depresión se incrementan en un 25% en todo el mundo.

Hoy vamos a reflexionar sobre algunos puntos importantes para conquistar este
2024 y tener victoria en cada momento del año, sin importar lo que suceda.

Si hay alguien que conoce nuestros temores e incertidumbres, ese es Dios. Desde
el principio de los tiempos, Dios sabe todo lo que sucede a nuestro alrededor
porque Él es quien conoce el contenido de la caja.

Eclesiastés 3:15 dice: Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios
restaura lo que pasó

La historia de Josué es un buen ejemplo de cómo se alcanzan las victorias


espirituales. Estas victorias, tienen que ver con las promesas que Dios ha hecho a
los suyos. No con lo que uno desea, no con lo que uno cree necesitar, no con lo que
a uno le gustaría lograr. No, las victorias espirituales son el cumplimiento del
propósito divino en su pueblo. Es en el cumplimiento de tales promesas que el
creyente encuentra su plena realización, el gozo de su vida y los recursos para que
esta sea fructífera: para él, para los suyos y para quienes están a su alrededor.

Lectura.

1 Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló


a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2 Mi siervo Moisés ha muerto;
ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que
yo les doy a los hijos de Israel. 3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés,
todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4 Desde el desierto y el Líbano
hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se
pone el sol, será vuestro territorio. 5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días
de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te
desampararé. 6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7 Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi
siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que
seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8 Nunca se apartará de tu
boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces
y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas.
10 Y Josué mandó a los oficiales del pueblo, diciendo: 11 Pasad por en medio del
campamento y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos comida, porque dentro de
tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios
os da en posesión.
Lo primero que podemos aprender es que
1) Las situaciones son inevitables.

Cuando estamos frente a una situación desconocida, debemos entender en primer


lugar, que todo lo que ocurre, es inevitable que suceda. Así es. Es inevitable que
estemos ante un nuevo año, y es inevitable todo lo que pasará en él.

Los hijos de Israel habían andado errantes por el desierto durante 40 años y ahora
le tocaba a Josué conducirlos a la tierra prometida. Tendría que reclamar la tierra
de sus habitantes actuales, pelear y dirigir batallas, y brindar liderazgo espiritual a
un grupo numeroso de personas. Esto era inevitable. Al sentir Josué el peso
abrumador de la tarea que tenía por delante, el Señor le ofreció estas palabras de
aliento que acabamos de leer.

Esas palabras de consuelo pueden aplicarse a todos nosotros a medida que


buscamos vivir una vida buena y superar nuestros propios desafíos singulares, pero
es necesario entender que pasaremos por momentos en nuestra vida, los cuales
quizás en lo íntimo de nuestro corazón, deseamos que nunca lleguen.

Por ejemplo, yo mismo, no hubiese pensado que, a fin del 2023, me quedaría sin
empleo. Esta situación me robaba la paz, y me daba incertidumbre. Pasaba tantas
noches temiendo que llegara ese día y nada pude hacer para evitar que eso pasara.
Llegó.
Lo importante que debemos aprender de ello, es que afanarnos, no servirá de nada.
Dios quiere que enfrentemos estas luchas, tomados de Su mano. Él mismo dijo a
sus discípulos, “En el mundo tendrán aflicción y dolor, pero confíen, Yo he vencido
al mundo”.

Notemos que Jesús no les dijo, en tal día, en tal mes, tendrán las siguientes
aflicciones, ¿verdad que no?, les dijo confíen. En la biblia, una de las exhortaciones
más frecuentes, es NO TEMAS, y CONFÍA.

Amados hermanos, es inevitable todo lo que viviremos este 2024. Que mejor que
podamos gozarnos en bendiciones de abundancia, salud y bienestar, pero quizá no
sea así, en todo caso veamos lo que Dios le dice a Josué antes de enfrentarse a lo
desconocido.

2) Dios cumple su promesa y reitera su presencia.

Dios quiere que nos enfoquemos en Él, en sus promesas y en su poder, NO EN LA


SITUACIÓN. Es por ello por lo que, a Josué en primer lugar, le recuerda la promesa
que hizo al pueblo de Israel a través de Moisés. (versos 3 al 5)

La promesa nos permite adquirir valor pues refuerza nuestra confianza en algo
tangible ante lo intangible.

El ser valientes no nos hace los más fuertes o los que nunca tienen miedo, o los que
hacen todo bien y nunca se equivocan, sin embargo, esta es una característica que
Dios desea que hagamos parte de nuestras vidas para vencer el temor y la
incertidumbre. El valor nos da una gran ventaja contra el enemigo. Jesús dijo a sus
discípulos que el enemigo solo viene a robar, matar y destruir. Lo primero que nos
roba, es la paz, para apoderarse de nuestros pensamientos, y desaviarlos hacia un
constante temor y sembrar duda en nuestros corazones, matando nuestra
esperanza y destruyendo nuestra relación con Dios.

Josué es el gran ejemplo de lo que es estar fortalecido en el Señor y confiar


plenamente en que Dios es quien pelea sus batallas. Josué desde joven caminó con
Moisés, uno de los grandes patriarcas de la Biblia. Estuvo siempre a su lado
aprendiendo de él y tomando eso para sí mismo.
Por eso cuando Moisés murió, Josué tomó el liderazgo del pueblo y fue con ayuda
de Dios que los hizo entrar en la tierra que Dios les había prometido.

Josué se enfrentaba a una conquista sin precedentes. A pesar de ser un hombre de


fe que había servido a Dios a lado de Moisés, que junto a Caleb, fueron los únicos
dos espías que animaron a Israel a tomar la tierra prometida, este desafío no tenía
precedente alguno. Recordemos que Josué nació bajo el yugo de la esclavitud, no
nació como un hombre libre, sino que fue Dios quien le mostró la libertad.

Adicionalmente, no era cosa sencilla suceder a un hombre como Moisés, quien


incluso vivió la rebelión y falta de fe del pueblo Israelita, ¿Cómo entonces ahora
guiaría a este mismo pueblo a conquistar la tierra prometida?

Dios le recordó SU promesa para alentar su corazón. (versículos 2 al 4)

Dios le dijo a Josué: Así son las cosas. Moisés mi siervo ha muerto, y ahora serás tú
quien culmine la misión.
Pero Señor, ¿Cómo podré hacerlo? Tengo miedo, y nunca he peleado una guerra.
Además ¿qué me espera después del rio Jordán?.
Josué, Yo les he entregado toda esta tierra. ¡Es de ustedes!

Lo que Dios hizo en primer lugar, fue recordarle a Josué su promesa dada con
anterioridad a fin de saber que lo que les esperaba después del Jordán, estaba bajo
el control de Dios. En otras palabras, Dios le dijo, “Yo sé lo que hay en esta caja, no
te preocupes por ello, ¡todo lo que hay ahí es de ustedes!”

Amado hermano, para poder conquistar este año que está frente a nosotros, en
primer lugar, debemos de recordar las promesas de Dios para nosotros. Dios NO
fallo ningún día del 2023, ¿o acaso hay alguien aquí que pueda decir, pastor, a mi
Dios me dejó? ¿verdad que no? Entonces, el primer gran paso que debemos dar es
recordar la victoria que Dios nos ha dado mediante su Hijo en la cruz y su
resurrección.
3) Para conquistar el 2024, debemos esforzarnos y ser valientes.

Pues bien, tenemos claro que las cosas sucederán inevitablemente, pero que
tenemos claro que pase lo que pase, el contenido de la caja es una victoria para
nosotros.

Después de que Dios aseguró el corazón de Josué, también le hizo saber que las
cosas serían difíciles, pero que Él estaría a su lado en todo momento. (Versículos 5-
9).

Nada es fácil. Nuestra salvación no fue un asunto sencillo. Ni más ni menos, costó
la sangre de Jesús para poder darnos esperanza. Fácil no fue se los aseguro. Jesús
oraba con un profunda miedo y angustia en el huerto de Getsemaní antes de su
arresto. La vida no fue sencilla para el Mesías, así que ¿por qué habría de serlo para
mi?

Dios le dio 3 instrucciones precisas a Josué: ESFUERZATE, SÉ VALIENTE Y PERSISTE


EN MI PALABRA.

Estas 3 instrucciones sencillas de pronunciar son difíciles de vivir.

Ser esforzados.

Es interesante que Dios repite a Josué la instrucción de esforzarse y ser valiente 3


veces. Esto significa que no debemos olvidarlo ni por un momento.

Esfuerzo, nos dice el diccionario, es el empleo enérgico del vigor o actividad del
ánimo para conseguir algo venciendo dificultades. Dios parte, para el
cumplimiento de sus promesas, de lo que ya hay en nosotros: Conocimiento, fe,
disposición, habilidad, destreza, conocimiento, etc.; y nos ordena que explotemos
al máximo los dones que ya hemos recibido.

Como a Josué, Dios nos llama a esforzarnos; es decir, a invertir toda nuestra energía,
nuestras capacidades, nuestros recursos, en la tarea que nos ocupa. A la conquista
de la promesa recibida dedicamos el todo de nuestros recursos y lo hacemos hasta
el extremo del agotamiento.
Esto se refiere tanto al lugar, la importancia que le damos a lo que queremos
alcanzar, como a los costos que estamos dispuestos a gastar en ello, pero sin perder
el verdadero sentido que es nuestra salvación.

La razón por la que Dios quiere que nos esforcemos es para que así podamos valorar
lo que luego podamos tener, de manera que nunca lleguemos a tomarlo como algo
poco importante o algo de lo cual podamos tomarlo con ligereza.

Una de las razones por las que es necesario el esfuerzo es porque el enemigo
también tratara de hacer que nos sea difícil alcanzar lo que Dios tiene para nosotros
y nos pondrá muchas trabas y dificultades; todas estas las podremos vencer si
creemos firmemente en Dios y nos esforzamos en seguir adelante a pesar de todo.

Ser valientes.

El valor, es la cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes


empresas y a arrostrar los peligros.

Es decir, como Josué, nosotros debemos estar dispuestos a hacer cosas que nunca
hemos hecho, a hacer lo que hacemos de manera que nunca antes lo habíamos
hecho y a enfrentar peligros y riesgos que, de no estar ocupados en la empresa que
perseguimos, no tendríamos que enfrentar.

Recuerdo la historia de un joven adolescente que se mudó con su familia a una


nueva colonia. Este jovencito, estaba en el turno vespertino por lo que cada día
después de comer, salía caminando rumbo a su escuela.

Lo que empezó a suceder es que algunos vagos y jóvenes desquehacerados, lo


molestaban al pasar y le quitaban su dinero y sus cosas, amedrentándolo cada día.

Al poco tiempo, el jovencito ya no quería ir a la escuela y no salía de su recámara.


Su madre preocupada, se lo compartió a su esposo quien por cierto, era un agente
de la policía. El padre entendió la situación y fue con su hijo, lo abrazó y le dijo: Hoy
iremos a escuela, sólo que esta vez yo estaré a tu lado.
El muchachito salió a lado de su padre quien iba uniformado mostrándose
imponente, gallardo, poderoso. Su padre al pasar junto a los muchachos que los
miraban con ojos grandes de sorpresa les dijo: “este es mi hijo, y cualquier de
ustedes que le vuelvan a hacer daño, se las verán conmigo”.

El jovencito se sintió seguro, protegido y nunca más tuvo miedo de cruzar la calle
solo.

Dios, es nuestro Padre, y por ello le dijo a Josué: “No temas, ni desmayes porque el
Señor tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas”.

Amado hermano, no sé qué haya en la caja del 2024, quizá haya momentos de
profunda tristeza y sufrimiento, de frustración y desánimo, pero Dios nos dice “No
temas Hugo, yo te ayudo, estoy a tu lado, no desmayes, no desistas, ¡sólo un poco
más y estaremos juntos!”

Ser valientes no es huir de nuestros problemas, es enfrentarlos. Es pelear nuestras


batallas sabiendo que es Dios quien pelea por nosotros (Zacarías 10:5). Dios es
quien nos da la fuerza y la confianza que necesitamos para enfrentar nuestros
problemas. Él es la clave para sentirnos seguros y confiados, con el que podemos ir
a la guerra y saber que no nos dejará en vergüenza. Así que este 2024, ten la
seguridad de que Dios está contigo, sólo esfuérzate y sé valiente.

Y por último, debemos persistir en guardar su Palabra.

¿Cómo vamos a enfrentar el reto de conquistar un nuevo año con todos sus
matices? Ya vimos que en primer lugar, es estar claros que todo lo que sucederá es
inevitable, que Dios cumple su promesa, que seamos valientes y esforzarnos, pero
nada de esto se sostiene si no guardamos Su Palabra.

El consejo central de Dios para Josué está en el versículo 8.

Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y noche meditarás
en el para guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito, porque
entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.

Guardar su Palabra es indispensable. Es necesario. Es vital.


Dios nos exhorta a guardar su Palabra e nuestros corazones, meditar en ella de día
y de noche porque sabe que en el mundo y sus corrientes de pensamientos, pueden
y seguramente harán daño a nuestro corazón, mente y espíritu si no tenemos un
fundamento.

En el evangelio de Juan, el Señor Jesús exhortó 10 veces a sus discípulos en el


capítulo 15, que permanecieran. La insistencia de Dios de guardar sus palabras y
meditar en sus mandamientos de día y de noche, debe decirnos que no podemos
tomarlo a la ligera.

La Biblia nos enseña que la Palabra es Poder de Dios, para los que creemos, y que
los que guardamos su Palabra, tendremos éxito, paz, realización y sentido de vida.

Dios nos da 2 consejos prácticos para guardar su Palabra este 2024

a) Medita en ella de día y de noche. No es simplemente cubrir una cuota de un


pasaje leído. Es entender, reflexionar, asimilarla y hacerla nuestro
pensamiento
b) Pon en acción lo que aprendes. Podríamos saber cientos de versículos de
memoria, pero si nuestra vida no refleja lo que sabemos, en realidad nuestra
vida no ha sido transformada. Muestra el fruto del Espíritu en tu vida

Cuando hagamos esto, ten la seguridad que no importa el reto, el año, la


situación que esté delante de nosotros, estaremos preparados para
conquistarla.

Que Dios nos bendiga a todos

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