Está en la página 1de 1

La situación de Aimará evidencia una compleja intersección de problemas sociales, emocionales y

de identidad de género que requieren una intervención sensible y completa por parte del Equipo
de Orientación Escolar.
Desde una perspectiva de género, es evidente que Aimará está experimentando una serie de
dificultades relacionadas con su identidad y expresión de género. Su revelación de que le gustan
las chicas y la reacción negativa de sus compañeros de clase resalta la persistencia de la
heteronormatividad en la sociedad, donde las personas que no se ajustan a las expectativas
tradicionales de género pueden enfrentar estigmatización y discriminación. Además, los
comentarios sobre su forma de hablar, vestirse y comportarse sugieren una presión para que se
ajuste a normas de género binarias y restrictivas.
La situación de Aimará también revela una preocupación legítima sobre su seguridad y bienestar
emocional en el hogar. Sus comentarios sobre los problemas en casa, incluyendo la violencia
doméstica presenciada, son alarmantes y requieren una respuesta urgente. Este contexto familiar
tenso y potencialmente peligroso complica aún más su situación, ya que teme agregar más
problemas al hablar sobre su identidad de género.
Desde una perspectiva de roles y posiciones, es importante reconocer que Aimará se encuentra en
una posición vulnerable, tanto dentro de la escuela como en su hogar. La dinámica de poder en la
escuela se ha vuelto en su contra, con sus compañeros de clase burlándose de ella debido a su
orientación sexual percibida y su expresión de género. Además, en casa, Aimará está expuesta a
una situación de violencia doméstica, lo que agrega una capa adicional de vulnerabilidad y trauma.
Para abordar esta situación de manera integral, es crucial adoptar una perspectiva de género
crítica que reconozca y desafíe las normas sociales y estructuras de poder que perpetúan la
discriminación y la violencia. Esto implica no solo apoyar a Aimará en su proceso de aceptación y
empoderamiento personal, sino también abogar por un cambio cultural más amplio que
promueva la inclusión y el respeto a la diversidad de género.
En términos de normativa vigente, es fundamental que el Equipo de Orientación Escolar se guíe
por los principios de protección de los derechos de los niños y adolescentes, así como de
prevención y atención de la violencia de género y familiar. Esto puede implicar informar y
colaborar con las autoridades competentes para garantizar la seguridad de Aimará en su entorno
familiar, al tiempo que se proporciona el apoyo psicológico y emocional necesario.

En resumen, la situación de Aimará destaca la importancia de abordar las intersecciones entre


género, violencia y vulnerabilidad desde una perspectiva holística y sensible. Requiere una
respuesta integral que combine el apoyo emocional, la defensa de los derechos y la promoción de
un entorno escolar y familiar seguro e inclusivo para todos los estudiantes.

También podría gustarte