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Introducción

Introducción.
Los padres son los encargados de
proporcionarle al niño amor, protección, educación, bienestar, salud, etc. En ese
afán actual de buscar las mejores condiciones económicas posibles o por el simple
hecho de prestar más atención en diversos factores externos, los padres suelen
descuidar cada uno de los aspectos mencionados al principio. Esto también
transciende al ámbito educativo, ya que desde el momento que el niño comienza su
formación básica, los padres pueden llegar a traspasar la responsabilidad de la
formación académica exclusivamente a la institución educativa.

Problemática
Hijos no deseados
Lo ideal es que un niño venga al mundo cuando la mente y el corazón de sus padres lo
desean y lo llaman. Pero muchas cosas en la vida
no funcionan de forma ideal. Una buena parte
de los embarazos no se planean. El resultado
son hijos no deseados, personas que inician sus
días en medio de una total o parcial ausencia de
sentido para su existencia.
El aborto, aún hoy en día, es una opción que
rechazan varios sectores de la sociedad. En esos
casos, la decisión de dar lugar a una nueva vida
está mediada principalmente por el deber
moral, pero no por el afecto o el anhelo. Las
consecuencias pueden ser graves.

La violencia Familiar
¿Qué es la violencia familiar?
La violencia familiar es un problema mundial y consiste en un abuso que sucede
cuando un miembro de la familia ejerce algún tipo de maltrato sobre otro. Puede
adoptar diferentes formas, aunque las más habituales son la violencia física, la
psicológica y la sexual.
La violencia familiar suele darse en el entorno doméstico, aunque también puede
suceder en otro lugar. Puede ser protagonizada tanto por hombres como por
mujeres, por cualquiera de los componentes de una pareja, e incluye el maltrato
infantil, a personas mayores o entre hermanos. Es decir, engloba todo tipo de
violencia que se produzca en el marco familiar.
Ejemplos de violencia familiar
La violencia emocional o psicológica puede
manifestarse de muchas maneras, desde formas
muy sutiles hasta las más evidentes. El maltrato
verbal, la intimidación, la manipulación, el
menosprecio constante, el silencio o el aislamiento
son algunos de los ejemplos que podemos
encontrar. Este tipo de violencia familiar daña la
autoestima y el autoconcepto de la víctima, y
genera problemas
psicológicos, como
ansiedad o
depresión.

En el caso de la violencia sexual, esta se produce


cuando una persona es obligada a mantener
cualquier tipo de relación o contacto sexual sin su
consentimiento. Asimismo, la violencia económica
puede darse por omisión, tal y como sucede en los
casos en los que un miembro abandona la familia y
no se responsabiliza de obligaciones como la
pensión alimentaria.

Causas y consecuencias de la violencia familiar


Las consecuencias de la violencia familiar se suelen clasificar en tres grupos:

Efectos psíquicos: se refieren a la pérdida de autoestima, la baja


valoración de la víctima o el estrés y la ansiedad que sufre.
Efectos físicos: se trata de todas aquellas manifestaciones corporales de
la violencia, tales como hematomas, fracturas o heridas.
Efectos psicosociales: los dos ejemplos principales son la exclusión y la
violación de derechos fundamentales.

Como brindar apoyo a una víctima de violencia familiar


Nunca juzgar a la persona. La violencia envuelve a la persona en una espiral
muy difícil de abandonar.
No dar a entender que salir de esa situación es fácil, porque no lo es.
No responsabilizar a la persona por lo que esté transitando. La víctima no tiene
la culpa.
No revictimizar. Con esto nos referimos a que no volvamos a poner a esa
persona en el lugar de víctima, ya que estamos colaborando a que reviva su
trauma una y otra vez.
No dar órdenes o imponer consejos.
No minimizar su situación o su malestar.
No burlarse ni reírse.

El rechazo de los padres y ¿Cómo afrontarlo?


El rechazo de un padre deja muchas secuelas en quien lo sufre y acaba
repercutiendo de forma determinante tanto en su forma de actuar como en sus
emociones en la fase adulta.
Aunque la forma como los hijos son criados ha cambiado sustancialmente en las
últimas décadas, aún hay mucha gente que cree que el padre tiene un papel
secundario en la crianza de los niños, descargando sobre la madre casi toda la
responsabilidad de educarlos y dar el amor necesario para que sean adultos
equilibrados emocionalmente.
Existen muchas razones que llevan a un padre a rechazar a sus hijos. Las
principales son:
 Problemas psicológicos como el alcoholismo, depresión o algún trastorno
mental
 Mala relación con la madre del niño o divorcio
 También ha sido rechazado en la niñez y ahora repite ese comportamiento con
sus hijos
 Paternidad no deseada
 El hijo padece de alguna enfermedad que abruma al padre
 El niño se parece a alguien con quien el padre tiene muchos conflictos
 El padre tenía expectativas altas en relación al hijo y que de alguna manera no
han sido cumplidas

Tipos de rechazo:
Según los psicólogos, el rechazo puede manifestarse de 3 formas:
 Agresión: la agresión puede ser física (por ejemplo, golpes y patadas) o verbal
(acusaciones, insultos, gritos, sarcasmo, órdenes agresivas, etc.)
 Negligencia: no atender a las necesidades del hijo. Estar físicamente y/o
emocionalmente indisponible.
 Indiferencia: el padre actúa como si el hijo no existiera. No tiene un papel
activo en su creación y desarrollo.

No elegimos dónde nacemos y no somos responsables por la forma de actuar de


nuestros padres. Por eso, el primer paso para empezar a sanar las heridas del
rechazo es comprender que no tiene culpa
de nada. Además, es recomendable no
negar el sufrimiento y aprender a
perdonar. Eso le ayudará a dejar de hacer
el papel de víctima (si fuera el caso) y a
tomar consciencia que está en sus manos
dejar atrás ese pasado triste e infeliz.

Situación económica y laboral

Y los resultados revelaron que no todos tienen las mismas oportunidades: el


18,4% de estos jóvenes sufre carencias económicas severas, lo que afecta a su
futuro educativo.
Son chicos viven en hogares con
padres sin trabajo (63%), con
dificultades para pagar el alquiler o
la hipoteca (70%) o para afrontar imprevistos (87%). Los hay que no pueden
comer carne o pescado al menos tres veces por semana (75%), o que pasan frío
en casa durante el invierno (73%) o que viven en familias que no disponen de un
automóvil (74%).

Un entorno que no apoya


La investigación también destaca cómo estos jóvenes en riesgo de exclusión se
sienten menos valorados y apoyados por su entorno que el resto de estudiantes
de ESO.

Estar en riesgo
La pobreza se considera un factor principal de riesgo. Algunos de los factores
relacionados con la pobreza que puedan
poner a un niño en riesgo de fracaso escolar
son: padres muy jóvenes, con un nivel
educativo muy bajo; el desempleo; abuso y
negligencia; abuso de substancias; barrios
peligrosos; la falta de vivienda; la movilidad;
y la exposición a experiencias educativas
inadecuadas o inapropiadas.

Ser capaz de identificar y entender a los


niños que están en situación de riesgo es fundamental si hemos de apoyar su
crecimiento y desarrollo. Con el fin de hacer esto, es necesario desarrollar entre
los maestros y los niños relaciones cálidas y afectuosas. Esto permitirá a los
profesores detectar cualquier signo de alarma que pueda poner a los niños en
situación de riesgo para el fracaso, lo que interfiere con sus posibilidades de éxito
en la escuela y la vida.

Desintegración familiar
A medida que cambia la sociedad, evolucionan las familias en su estructura, roles,
funciones, costumbres y tradiciones que se han mantenido de generación en generación.
La desintegración familiar es un
fenómeno social actual en la que
permite analizar cómo están las familias
en sus diferentes ámbitos, la salida de
un miembro de familia padre o madre
afecta la estructura integra de la misma,
en muchos casos abandonan el hogar
por la pobreza, migración, infidelidad,
violencia intrafamiliar; siendo los más
afectados los hijos quienes absorben
todos los problemas que se presentan en el hogar, quienes son también víctimas de
maltrato físico, psicológico, negligencia e institucional; vulnerando así los derechos de los
niños, niñas y adolescentes en nuestro país.

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