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Crónica de un dolor crónico - Copyright 2024 Elisa Molina. Todos los derechos reservados
Crónica de un dolor crónico - Copyright 2024 Elisa Molina. Todos los derechos reservados
UN DOLOR CRÓNICO
Elisa Molina
UN LIBRO DE
Desbloquea las
emociones a través
del cuerpo
PROPÓSITO
PRESENTACION
Que me ha aportado el Método Grinberg®
Que me ha aportado la Meditación
Que me ha aportado Somatic Experiencing®
1. Introducción
2. Fundamentos-Pilares
3. Recuperar la sabiduría del cuerpo
4. Trauma según Peter Levine
4.1- Que es trauma según Peter Levine
4.2- Sistema Nervioso Autónomo - SNA
4.2.1- Dinámica de un Sistema Nervioso Regulado
4.2.2- Ciclo de activación del SNA
4.2.3- Congelamiento
4.2.3.1- Ciclo del Congelamiento
4.2.3.2- ¿Qué es una coraza?
5. Nuestros cuerpos se adaptan al trauma y al apego inadecuado.
6. Síntomas residuales que encontramos en el congelamiento.
En la cognición
En los sentidos
En las emociones
En el sistema musculo-esquelético
En el comportamiento
Otros síntomas frecuentes
I N T R O D U C C I Ó N
El abordaje psico-corporal supone una revolución conceptual con fuertes
implicaciones personales, sociales y clínicas. La influencia de la mente en el cuerpo y
del cuerpo en la mente nos traslada a una visión integral cuerpo-mente que no
podemos ignorar y que debería afectar a diagnósticos y tratamientos en las consultas
de toda la comunidad terapéutica (Médicos, Fisioterapeutas, Osteópatas, Psicólogos,
Psiquiatras, Terapeutas, Masajistas, Sanadores, y personas no profesionales
interesadas en el tema )
Denota ser conscientes y tener en cuenta en las consultas las relaciones cuerpo-mente-
emociones; cuerpo-mente-emociones como unidad; como algo no separado; la
biología/cuerpo afecta a las emociones y a la mente; las emociones afectan a la
biología/cuerpo y a la mente; la mente afecta a la biología/cuerpo y a las emociones.
Esta triada se comporta como una unidad, y como tal unidad clama ser tenida en
cuenta por la comunidad terapéutica. Ignorar al cuerpo en su acepción integral
cuerpo-mente-emociones como propósito de diagnóstico y de acción terapéutica priva
a los pacientes de una sanación profunda y duradera.
4
Rescato también la inteligencia biológica del cuerpo, mecanismo por el cual los seres
vivos mantienen su equilibrio y se autorregulan en función de las demandas del medio;
lo reivindico como recurso sin explorar del que podemos sacar provecho para apoyar
un cambio sanador terapéutico y significativo en los pacientes.
P R O P Ó S I T O
Me propongo con estas páginas hacerte comprender el mundo invisible emocional de
tus pacientes para que en tu consulta puedas integrarlo y obtener mejores resultados.
Vamos a hablar de trauma. Entender como el trauma afecta a las personas que lo
padecen generando tensiones físicas fijas y emocionales insoportables que terminan
grabándose en el cuerpo (musculatura, vísceras, huesos, en la piel) y afectando su salud
de manera crónica. Hay que entender y comprender el calado emocional y el desgaste
fisiológico que éstas situaciones conllevan para poder diseñar estrategias de
afrontamiento efectivas. Ignorarlas te lleva a tratamientos sintomáticos superficiales e
ineficaces a la larga. Espero que estas páginas te ayuden a ello.
Pretendo sensibilizar tu percepción del lenguaje del cuerpo, al igual que conoces el
lenguaje de las palabras; aspiro a que lo tengas en cuenta en tu consulta. Te va a dar
muchas pistas.
¿Qué le está sucediendo interiormente, más profundamente? ¿De qué manera su vida le está
afectando? ¿Hay relación entre ese síntoma y sus dificultades en la vida? ¿Qué me dicen sus
ojos? ¿Qué me dice el tono de su voz? ¿Son ágiles o pesados sus movimientos?
P R E S E N T A C I Ó N
Soy Elisa Molina, llevo 30 años acompañando a personas en sus dificultades vitales,
desde el cuidado y el respeto a los procesos de cada cual; tomo como lugar de actuación
terapéutica el cuerpo: todo sucede y ha sucedido en mi cuerpo; el cuerpo es sensible a lo
que me afecta.
Propongo desde un espacio de seguridad, una mirada hacia el interior: ¿qué siento
ahora? Exploro sensaciones corporales, incito a respirar en determinados lugares, a
soltar tensiones, a permitir lo que surge desde el interior (llorar, gritar o patalear…).
También guío en la ruta de detectar corazas y patrones fijos en el cuerpo, patrones que
vienen cargados de memorias, emociones e historia; oriento en cómo llegar a ellos,
tomar consciencia de lo que son y de lo que significan en la vida y en como ir
diluyéndolos, poco a poco, en un espacio de seguridad. Poder aligerar la mochila es una
maravilla y un regalo.
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Me vino de la mano de una amiga, que me inscribió en una formación sin yo tener idea
de qué se trataba. La formación era de tacto consciente y masajes según el Método
Grinberg. Mi amiga había recibido unas cuantas sesiones y estaba emocionada, así que
me inscribió.
Así fue durante muchos años en los que yo estuve en formación continuada en el
Método Grinberg® (ocho ó diez años, no recuerdo bien, no sé y tampoco importa
tanto).
No fue un camino de rosas, como puedes imagina; sané viejas heridas (situaciones que
me sobrepasaron -traumáticas-), aprendí a tener consciencia plena de mis carencias de
la infancia (por tener un apego inadecuado), a ser consciente de viejas creencias sobre
mi…
Desde hace 14 años, dirijo 107 Espacio Abierto, en Galapagar, centro especializado en
técnicas corporales, donde doy clase, hago talleres y tengo mi consulta.
Doy gracias a la vida por el camino recorrido. A los 18 años estaba totalmente
desconectada de mi cuerpo. A veces pienso que no sé qué hubiera sido de mí si no
hubiera recorrido este camino.
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MÉTODO MASIC
M É T O D O D E M A S A J E I N T E G R A L C O N S C I E N T E
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2. Fundamentos y Pilares
Cada cuerpo cuenta una historia: el gesto, la postura, la prosodia, las expresiones
faciales, la mirada, el movimiento. El cuerpo carga con el legado de la historia y del
trauma. Las expresiones no verbales revelan, de forma visible, lo que las palabras
no pueden describir
El mudo lenguaje del trauma (trauma de choque) y de la historia personal (el legado
de las dinámicas tempranas del apego - trauma de desarrollo -) queda grabado en el
cuerpo a modo de patrones de tensión corporal, movimiento, gesto, postura,
respiración, prosodia, mirada, expresión facial, sensación, excitación fisiológica,
modo de andar… llegando a afectar a todos los sistemas del cuerpo: musco-
esquelético, visceral, circulatorio, digestivo, nervioso, endocrino, urinario, linfático.
Los seres vivos para mantener su equilibrio interno tienen lo que se llama
inteligencia biológica: la capacidad implícita de autorregularse en función de las
demandas homeostáticas.
Todas las personas, en mayor o menor medida, tenemos algún tipo de trauma; es
decir tenemos situaciones que nos han sobrepasado y hemos colapsado ante ellas.
Los síntomas físicos, con frecuencia, son gritos del cuerpo, una señal de alarma de
que algo no va bien.
Cuando somos capaces de reconocer esta sabiduría podemos mirar al cuerpo como una
fuente de inteligencia biológica, información y energía vital en constante cambio, que nos
va a dar un apoyo incondicional a las necesidades que la vida nos demanda en cada
momento, sustentando el funcionamiento, físico, emocional, energético y mental
saludable y vivo.
Desafortunadamente la apreciación de esta inteligencia corporal está muy limitada por
su desconocimiento.
Por otra parte, para muchas personas, el cuerpo es algo incómodo, incluso algo ajeno, o
no gusta, o requiere atenciones no deseadas, o duele, o no se sabe muy bien qué hacer
con él… Por supuesto nadie nos ha educado para escucharle, para comprender sus
mensajes, para atender sus necesidades. O no lo cuidamos, o lo cuidamos demasiado
ajustándonos a cánones y modelos socialmente demandados que poco tienen que ver
con un cuidado respetuoso. O simplemente lo utilizamos para ir y venir, trabajar y
trabajar hasta agotarnos, (hacer + hacer + hacer…)
En este libro encontrarás algunas herramientas sencillas que puedes utilizar para
emprender el camino de regreso al cuerpo, de regreso a casa. Recomiendo que explores
los ejercicios primero en ti. Cuando los hayas integrado, con tus clientes/pacientes.
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El trauma, según Peter Levine, no es una patología, sino algo natural, un mecanismo de
nuestra biología que nos prepara para afrontar situaciones amenazantes o que
percibimos como tales.
Cuando nos confrontamos con estas situaciones nuestro Sistema Nervioso Autónomo
se pone en alerta y, sin nuestra intervención ni consciencia ni consentimiento, se
disparan mecanismos biológicos naturales muy elaborados e inteligentes para tener
éxito y salvar la vida.
Hasta hace poco la medicina convencional veía el trauma como algo de difícil curación,
solo controlable con medicamentos y/o con técnicas de modificación del
comportamiento. Tampoco, hasta hace poco, relacionaba el trauma con distintas
sintomatologías físicas y psicológicas.
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Esto está cambiando. Peter Levine, ha demostrado que si bien la medicación puede ser
una gran ayuda, no es suficiente y propone otro abordaje a la luz de la teoría Pilivagal
de Porges y de las observaciones sobre los animales salvajes en su hábitat natural
expuestos a situaciones que amenazan su vida.
Para comprender cómo sucede esto vamos a hablar del Sistema Nervioso Autónomo –
SNA
Es un sistema que nos salva, nos protege siempre y hace lo mejor en cada momento por
nosotros.
Un SNA está equilibrado cuando, si hay motivos que demanden que funcione
altamente activo, pueda hacerlo; y si hay motivos para que el sistema deje de funcionar
activamente, pueda hacerlo. Un SNA regulado puede moverse de un estado a otro,
puede pasar de un estado a otro cuando lo necesito.
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Un SNA regulado, ante una situación que percibe como amenazante, se activa
fácilmente para afrontar esa situación, sostiene la carga el tiempo necesario, y luego
descarga fácilmente.
SN
PA
RA
SIM
O
PÁT
TIC
ICO
PÁ
M
SI
SN
Las dos opciones son válidas. No es una mejor una que otra.
La lucha es la segunda opción; a veces voy a luchar porque no tengo otra salida.
Tanto la huida como la lucha, permiten la descarga motora activa del SNA; son
dos tipos de descargas motoras activas igual de válidas.
ETAPA 4: Relajación
El cuerpo se relaja (los músculos se aflojan, las articulaciones se ablandan)
respiramos con un ritmo más lento y profundo; es aquí cuando integramos la
experiencia; recuperamos energía y fuerza.
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LÍNEA BASAL
1 ALERTA
2 PREPARACIÓN DEFENSIVA
3 DESCARGA 3
4 RELAJACIÓN
1
4
4.2.3- El Congelamiento
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Resumiendo:
3 CONGELAMIENTO
2
P Á TIC O
LÍNEA BASAL
1
A SIM
1 ALERTA PREPARATORIA
O
TIC
PAR
PÁ
2 PREPARACIÓN DEFENSIVA
M
SI
SN
3 CONGELAMIENTO
SN
20
¿Qué nos impide a los humanos completar los ciclos de activación del SNA?
Estamos desconectados de nuestros instintos. Nos quedamos inmóviles, sin saber qué
hacer ni qué decir. Inhibimos las descargas.
Tenemos miedo al sentir la activación enorme del SNA; miedo a sentir las sensaciones
abrumadoras, no sabemos manejarlas.
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El trauma puede tener repercusiones en todos los sistemas corporales, incluido el sistema
musculo-esquelético, los distintos sistemas viscerales, la piel.
Todos tenemos traumas; a todos nos han sucedido situaciones abrumadoras que nos
han sobrepasado en las que no hemos logrado completar el ciclo de activación del
SNA.
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Cuando hablo de coraza, hago referencia a lo que el cuerpo crea para retener la enorme
energía desplegada y paralizarla en una situación de emergencia; y lo hace paralizando
los músculos (sobre todo de brazos, pecho, hombros, piernas, abdomen) bloqueando
articulaciones, fijando la postura, inhibiendo actividad visceral. El cuerpo que se
habían preparado para huir o pelear ahora no puedes pelear ni huir, y tienen que
retener el impulso y la energía producida.
Puedes imaginar la fuerza que hay que generar para parar todo; Imagina lo que puede
sujetar una tensión congelada en la espada, en las piernas o en los brazos… El cuerpo
se vuelve rígido, agarrotado. La situación de amenaza, con toda la activación
fisiológica, y todo lo que pasó (imágenes, personas, palabras…) el miedo, la
impotencia de no poder huir ni pelear… Todo a la vez está en esa tensión corporal de
piernas o de brazos o de espalda… Toda la activación biológica y los recuerdos de la
experiencia quedan anclados y congelados en la memoria del cuerpo.
Algo muy sabio que hace nuestro cuerpo es adaptarse a las circunstancias, sin que
seamos conscientes de ello, para asegurar nuestra supervivencia y maximizar nuestro
bienestar. Y lo va a hacer a través de la fisiología, el movimiento, la postura corporal,
el tono de la voz…
En cada cuerpo va a ser distinto. El trauma se ancla en los cuerpos y los afecta de
muchas maneras. Aquí van algunas síntomas que nos pueden indicar señales de
congelamiento.
Tómalo como algo orientativo, que nos puede dar pistas sobre el impacto que subyace
silenciosamente tras los síntomas recurrentes de nuestros clientes/pacientes.
En la cognición
Atención desregulada.
Estar hiper-vigilante todo el tiempo, de manera automática. Queriendo
saber todo el tiempo qué pasa; como si hubiera una amenaza constante.
O con la atención secuestrada, falta de atención.
Memoria debilitada
Comprensión difusa/confusa
Dificultad en poner palabras a los acontecimientos
Colapso cognitivo, la persona no puede pensar
Pensamientos recurrentes obsesivos, en torbellino
En los sentidos
Insensibilidad, o lo contrario.
La luz molesta, sensación de que es muy fuerte
Mirada fija
Los ruidos, sobresaltan o no oigo por un oído (colapso)
En el comportamiento
Hiper excitación
Hipervigilancia
Colapso; falta de energía vital.
Comportamiento bipolar: pasar de muy excitados a colapsados.
Depresión.
Tener depresión y ansiedad a la vez.
Impotencia
No me muevo; no existo; nadie me ve.
Tener la vida restringida; cada vez un poco más restringida; no poder hacer
vida “normal”.
Inestabilidad afectiva: dificultades persistentes en mantener relaciones íntimas
estables.
Sentimientos de desapego y distanciamiento en sus relaciones.
Des-realización significativas
Fenómenos disociativos
Auto agresiones recurrentes
Tendencias suicidas
Conductas auto-agresivas
Pesadillas
Imágenes intrusivas
Emociones abrumadoras: miedos, terror
Percepción persistente de peligro
Creencias limitantes: soy incapaz, soy un fracasado, acompañado de
sentimientos de impotencia, vergüenza y culpa.
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7. La experiencia emocional
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La estrategia más potente para las conductas evitativas del trauma que
habitualmente están teñidas de miedo, terror, inmovilidad, es moverse hacia el
evento, conectarse con la inmovilidad misma y explorar conscientemente el
abanico de sensaciones, texturas, imágenes asociadas con cualquier incomodidad
que pueda surgir. Todo esto hecho despacito, muy pausadamente. Menos es más.
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9. A modo de resumen
Podemos encontrar el trauma en los cuerpos de nuestros cliente/pacientes.
Muchos clientes que, a pesar de hacer todo lo posible por ellos, vuelven a venir con
el/los mismos síntomas, podemos pensar que quizá, si vamos más profundo,
subyace un tema emocional sin resolver; quizá relacionado con trauma ó con otra
cosa. No olvides que todos tenemos temas emocionales no resueltos (a veces ni
siquiera lo sabemos ni lo imaginamos) y que todos, en mayor o menor grado,
tenemos algún que otro trauma
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SEGURIDAD
LOS RECURSOS
Los recursos son experiencias internas positivas organizadoras que nos dan calma,
tranquilidad, alegría, confianza, comodidad, vitalidad, seguridad.
Es muy recomendable tener una lista de recurso personales; esa actividades, lugares o
personas que nos hacen sentir bien.
Toda experiencia conlleva sensaciones corporales; una pilar fundamental del enfoque
es corporizar las experiencias; ser conscientes de las sensaciones corporales que
generan en el cuerpo las experiencias.
Estas sensaciones corporales, sean las que sean, buenas o no tan buenas, son
chequeada constantemente por nuestro SNA; al tiempo, el SNA genera respuesta a
estas sensaciones corporales en forma de reacciones biológicas que crean, a su vez,
sensaciones corporales (también emociones, comportamientos...)
Va a ser a través de las sensaciones corporales que vamos a poder obtener información
de lo que acontece en el SNA; va a ser también a través de las sensaciones corporales
que vamos a seguir el rastro y re-negociar estados de congelamiento, colapsado, y
gestionar emociones atascadas.
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11.1- LA PENDULACIÓN
La primera sensación con la que nos pusimos en contacto, viene a ser la punta de un
iceberg. Poco a poco el iceberg va tomando profundidad y forma.
Tu posición o la posición del terapeuta es acompañar y validar lo que está sucediendo
Cuando funciona, hay un cambio físico en el cuerpo; muchas veces, el problema,
cambia; parece diferente.
Enraizamiento/presencia/tranquilidad
Este ejercicio lo puedes practicar justo antes de una sesión de trabajo. Te va a ayudar
a estar más conectado contigo, con tu cuerpo, a estar centrado en ti, a conectarte en el
aquí y ahora; te da tierra, suelo, enraizamiento. Presencia. Va a facilitar la conexión
con tu cliente /paciente desde ti.
También puedes practicarlo con tu cliente al inicio de la sesión o para cerrar la sesión.
Si lo practicas al inicio, tu paciente/cliente va a estar más conectado consigo mismo
durante la sesión (con su cuerpo). Desde este lugar le va a ser más fácil acceder a su
experiencia corporal. También puede ayudar a llegar al espacio de tu consulta. Lo
sitúa /nos sitúa en el aquí y ahora. Si lo practicas como final de una sesión, va a traer
presencia, enraizamiento y calma. Ayuda a integrar la experiencia.
Ejercicio
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Puedes usarlo tu antes de las sesiones, vas a rebajar la agitación de tu mente. Puedes
usarlo con clientes/pacientes para calmar la mente durante las sesiones o cómo final
de sesión.
Sentado en una silla, con los pies bien apoyados en el suelo, nota los isquiones
sobre el asiento de la silla, con la espalda recta, los hombros relajados y la cabeza
erguida, manos cómodamente caen sobre el regazo.
Afloja el cuerpo, suelta tensiones.
Haz tres respiraciones, grandes, amplias, profundas, sin tensión.
Con las yemas de tus dedos, golpea el cráneo durante 1min. Golpes secos, como si
golpearas las teclas de un piano
Para, pon las manos sobre tu regazo y observa: ¿qué pasa en tu cabeza, está más
agitada, más tranquila? ¿qué sensaciones recibes de tu cuerpo?
Haz tres respiraciones, grandes, amplias, profundas, sin tensión
Golpea la frente
Para, pon las manos sobre tu regazo y observa: ¿qué pasa en tu cabeza? ¿Hay
sensaciones nuevas? Hay algo que cambia? ¿qué sensaciones recibes de tu cuerpo?
Haz tres respiraciones, grandes, amplias, profundas, sin tensión
Golpea alrededor de los ojos
Para, pon las manos sobre tu regazo y observa: ¿qué pasa en tus ojos ahora?
¿Están más tranquilos, o sientes más la tensión? ¿Hay sensaciones nuevas? ¿Algo
que cambia? ¿Qué sensaciones recibes de tu cuerpo?
Haz tres respiraciones, grandes, amplias, profundas, sin tensión
Golpea la mandíbula
Para, pon las manos sobre tu regazo y observa: ¿Qué pasa en tu mandíbula ahora?
¿Es más fácil soltarla? ¿Hay sensaciones nuevas? Hay algo que cambia? ¿qué
sensaciones recibes de tu cuerpo?
Haz tres respiraciones, grandes, amplias, profundas, sin tensión
Golpea alrededor de los oídos
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Para, pon las manos sobre tu regazo y observa: ¿qué pasa en tus oídos ahora?
¿Hay sensaciones nuevas? Hay algo que cambia? ¿qué sensaciones recibes de tu
cuerpo?
Haz tres respiraciones, grandes, amplias, profundas, sin tensión
Golpea otra vez esa zona donde has sentido más alivio.
Para, pon las manos sobre tu regazo y observa: ¿qué pasa en ahora en esa zona?
¿Hay sensaciones agradables o desagradables? Hay algo que cambia? ¿Y en tu
cuerpo, qué sensaciones recibes de tu cuerpo? ¿Son agradables, desagradables o
neutras?
Haz tres respiraciones, grandes, amplias, profundas, sin tensión
Abre despacito los ojos y observa la sala
Se trata de ponerse en contacto con lo que nos sucede en nuestro interior; es una
mirada hacia lo interno, una puerta para entrar en contacto con lo que se siente.
Hace falta un poco de coraje, paciencia para aprender esta habilidad porque es algo
sutil y práctico. Puede ser super útil para auto-regular el SNA si hay descarga.
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Ejercicio:
1. Siéntate cómodamente en una silla; con los pies bien apoyados y la espalda recta
(sin tensión)
2. Conecta con tu respiración; ¿cómo es hoy?; ¿es más fluida que otros días o es menos
fácil hoy?
4. Explora: ¿qué siento hoy, aquí y ahora? ¿Qué sensaciones corporales experimento
en este momento? No trates de poner nombre a lo que experimentas (aunque la
tendencia de nuestra mente va a querer hacerlo) sino de sentirlo, de estar presente en
la sensación/es que experimentas aquí y ahora.
5. Elige una de esas sensaciones; puedes elegir, como inicio, una sensación agradable o
una no demasiado desagradable. Hay tres preguntas claves:
¿Qué siento?
¿Dónde lo siento?
¿Cómo es esto que siento para mí?
6. Ahora vamos a ver la forma que tiene el iceberg de esta sensación. Observa si
vienen imágenes, o viene alguna emoción, o algún pensamiento… sea lo que sea lo
que venga, lo permites, lo acoges…
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Puedes experimentar cambios de verdad, una vez que hayas experimentado la técnica.
A veces desde la primera vez. Es un cambio que va a afectar al cuerpo físico,
emocional y cognitivo.
Te recomiendo que antes de practicar este tipo de trabajo con tus clientes-pacientes, lo
hayas practicado tu. Tiene una dinámica interna muy especial. A veces se experimenta
una sensación intensa de movimiento interno.
Cuando tu paciente te cuente algo “importante” pídele que te cuente que sucede en
su cuerpo al contarte X; qué sensaciones físicas tiene y que te las vaya contando.
Ve al punto 5 de este ejercicio y sigue la secuencia del ejercicio hasta el final.
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Cuando se bloquea. Pide que sienta su cuerpo, que te comunique la/s sensacion/es
que le van apareciendo. Que se quede un ratito en ella/s. Si tiene sensaciones muy
abrumadoras, dile que encuentre una sensación agradable de su cuerpo y que vaya
a ella, se quede un ratito sintiéndola y rastrea las sensaciones que van surgiendo.
Solo cuando esté calmado puedes volver a sensaciones más abrumadoras. Puede
haber cambios significativos
1. Cuando divaga, se va por las nubes y te cuenta cosas que nada tienen que ver con lo
que le has preguntado. Pide que sienta su cuerpo, que te comunique las
sensaciones que le van apareciendo; ve rastreando las sensaciones que van
apareciendo. Pide que se quede un buen rato en alguna sensación que sea
agradable, que la sienta; que experimente cómo se siente cuando siente una
sensación agradable.
En consulta, puede ser muy eficaz comenzar la consulta por cualquiera de los
ejercicios que describo a continuación para conectar con el cuerpo
¿Qué es la coraza?
La coraza es ese “caparazón” que construimos en nuestro pecho (espalda alta, pecho,
hombros, brazos, garganta ) cuando algo nos hace daño. Es algo que nos protegió,
nos cuidó ante una situación en la que estábamos desprotegidos, desamparados.
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Es algo que dispuso nuestro cuerpo, con la postura, el tono muscular, la actitud. En
su momento nos cuidó y nos protegió aunque quizá a hora no la necesitemos pero,
automáticamente, nos relacionamos desde esta actitud defensiva.
Desde el punto de vista del trauma tiene que ver con toda la energía defensiva que el
SNA despliega para que podamos afrontar la situación X. Es una energía que está
retenida y que hace que nos relacionemos ante situaciones y personas con una actitud
defensiva, de huida o de colapso.
Imagina que hoy te llega un cliente /paciente que llevas tiempo tratándose una tensión
en los hombros (puede ser también espalda alta. Llevas varias sesiones, cuando sale de
tu consulta la tensión está disminuida pero se vuelve a instalar una y otra vez; tú sabes
que hay algo que no está funcionando del todo e intuyes que puede ser algo
emocional, de estrés…
1. Informarle
2. Pedir permiso
Yo le diría algo así (busca tu manera de hacerlo): ¿cómo sería para ti si hoy
exploramos la tensión que tienes en los hombros a otros niveles? Quizá encontremos
alguna razón emocional que está por debajo y sea el origen de esta tensión (molestia,
dolor…)
Te propongo una mirada más profunda, una mirada hacia tu interior, una invitación a
explorar lo que te va sucediendo interiormente durante la sesión.
Te voy a invitar a conectar con tus sensaciones corporales, con las imágenes que te
puedan llegar o con los recuerdos … pueden ser sensaciones corporales, pueden ser
imágenes, puedes ser pensamientos, pueden ser recuerdos… lo que venga es
bienvenido. Y me vas contando lo que interiormente te va sucediendo.
Voy a necesitar de tu colaboración todo el tiempo: te voy a pedir distintas cosas, fáciles
todas. Que respires en una zona, que sueltes tensión, que contraigas en alguna parte;
puedo hacerte peticiones de este tipo…. Pero también te puedo pedir que explores las
sensaciones corporales en una determinada parte de tu cuerpo, o que observes los
pensamiento que te lleguen, o si viene un recuerdo o una emoción…
Va a ser una exploración y voy a necesitar de tu curiosidad y de tus ganas porque yo
voy a estar muy curioso de lo que vaya surgiendo interiormente.
4. Disolver la coraza
La descripción del ejercicio parte de que estamos tratando una tensión en los hombres
persistente. Puede aplicarse a otro tipo de tensiones de fondo que la persona carga y
que tiene que ver con algo emocional profundo retenido.
1. Lo primero amasa un ratito la espalda alta, como para tu entrar en contacto con
ella. En este momento pide a tu cliente que entre en contacto con las sensaciones
que tus manos crean al moverse sobre su espalda. Tus movimientos son suaves,
sin pretender manipular nada, ni que se suelte nada. Es sólo entrar en contacto con
la espalda alta y hombros de tu paciente/cliente. Para el cliente/paciente es entrar
en contacto con sus sensaciones corporales, con las sensaciones que tus manos
crean sobre su espalda. 7 min.
2. Pide que lleve la respiración a su espada alta-pecho; tu apoya su respiración con las
manos de manera que tus manos respiran con él, siguen su mismo ritmo, hacen el
mismo movimiento que la respiración de tu cliente. 2/3 min.
3. Deja de tocar, sepárate un poquito de él. Pide ahora que lleve su atención ahora a
la sensación física que tiene en este momento en los hombros ( o en la parte del
cuerpo que tiene el dolor reiterativo); ¿Qué sientes en los hombros ahora? ¿Cuál es
la sensación física que tienes ahora?
4. Sea la que sea, pídele que la sienta, la perciba, que se quede un ratito observando
su sensación, sintiéndola, sustentando la experiencia (tensión, dolor, angustia…)
5. Pregúntale si se va haciendo más intensa la sensación a medida que él está
concentrando en ella.
6. Dile que la intensifique un poquito; y un poquito más; y más…
7. Pregunta a tu cliente si le vienen imágenes, situaciones, recuerdos, pensamientos…
Sea lo que sea lo que venga, que lo permita TOTALMENTE…los pensamientos
que vengas, las emociones, las palabras….
8. Una vez que las imágenes han llegado permitir y expandir lo que llega. Ahora pide
a tu cliente que esté atento a las sensaciones corporales que llegan, que las permita
y expanda
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a. Primero que esté atento a las nuevas sensaciones corporales que llegan. ¿Qué
sensaciones corporales vienen ahora en la espalda alta?
b. Quédate ahí, en contacto con las sensaciones nuevas que van llegando. Son
sensaciones que pueden aparecer en los hombros, en la espalda alta o en
cualquier otra parte del cuerpo. Estate muy atento, muy curioso. Suelen ser
sensaciones muy expansivas, gustosas; a veces vienen cargadas de energía a
modo de hormigueo, algo que bulle por dentro…intenso y agradable.
c. Pide a tu cliente que encuentre la manera de expandir esas sensaciones
corporales; que se apañe para que se expandan.
9. Observa si algo ha cambiado en tus hombros
10. Repite todo el proceso otra vez
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PRIMERA SESIÓN
Le comento que es una sesión de terapia que requiere de su mirada hacia el interior de
su cuerpo y de su participación activa, con su atención, con su respiración, soltando
tensiones, notando sus sensaciones corporales… Van a ser cosas fáciles que voy
proponiendo. Voy a estar con ella y voy ir guiando todo el tiempo. Solo tiene que ir
haciendo lo que yo le vaya pidiendo en cada momento.
Le comento también que necesito estar en conexión con su experiencia interna, así que
le iré solicitando que me vaya comunicando lo que internamente le va sucediendo.
Ella está de acuerdo con esto; así que podemos empezar.
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Le sugiero a JL que, para comenzar, vaya soltando tensión en las distintas zonas a
medida que voy amasando los músculos de la espalda alta, los hombros, los brazos, el
cuello, la nuca. Un amasamiento suave que además ayude a JL a entrar en contacto
con su espalda, sus hombros, su nuca, sus brazos.
2. Observación
Después de un rato, me alejo un poco de la camilla para observar…
Lo que advierto es que los hombros están elevados hacia las orejas, con tensión, que
además hay tensión en el cuello, los brazos y las manos.
Donde primero quiero que sea consciente de su tensión es en los hombros (también el
más fácil). Llevo mis manos a los hombros y las apoyo a la altura de los deltoides
-Yo a JL: - Lleva tu atención a los hombros; observa si sientes tensión en los hombros
ahora.
- JL: (Después de un ratito) - Sí, la noto
- Yo : -Estate atento a esta tensión; quédate ahí un ratito notándola
Después de un ratito
-Yo: ¿Qué sucede ahora?
- JL: - Que es más intensa
-Yo: - ¿Es demasiado para ti la intensidad o está bien?
- JL: - Está bien
- Yo: - Quédate sintiéndola un ratito más.
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4. Ahora vamos a construir el patrón completo de tensión, poco a poco, a partir del
vórtice de tensión (que tiene que ver con la tensión de los hombros y con su postura
corporal fija). Tenemos como vórtice principal la tensión en los hombros, a lo que
vamos a ir añadiendo, una a una, más partes de tensión que están en su cuerpo en este
momento. Cuantas más partes podamos asociar más profundo vamos a ir, y mejores
resultados vamos a obtener.
Yo: - Puedes notar que también tienes tensión en la espalda alta, no solo en los hombros.
JL: Si; la noto
Yo: quédate ahí un ratito.
(Después de unos segundos)
YO: - Puedes notar ahora la tensión también en el cuello y en la nuca
JL: (Después de un rato) No; no la noto
Con las manos y tacto suave, toco ahora el cuello y la nuca para ver si así nota la
tensión
JL: Si, ahora la noto
Yo: Ahora vamos a unir todas las tensiones (de hombros, espalda alta, cuello y nuca)
como si de piezas de un mismo puzle se trataran. ¿Puedes hacerlo? ¿Ves que encajan?
(después de un ratín)
JL: Si, se unen.
Yo: Nota el patrón completo fijo de tensión. Estate presente en este patrón…
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En este momento me pregunté si hacer un ciclo completo otra vez o dejarlo aquí.
Valoré. Me pareció que ya era suficiente.
Yo: Voy a amasar la musculatura para ayudarte a soltarla. Tu respira en espalda alta y
aprovecha la exhalación para soltar más y más la musculatura de la zona mientras la
masajeo.
JL siguió mis instrucciones.
Se soltó un poco más la espalda alta , hombros y la nuca.
Amasé un rato las dos piernas
Yo: - Siente el descanso que tu cuerpo siente. Siéntelo…
Doy en tiempo para ello
JL: Por fin descanso…
Le dejé descansar a solas en la sala (entre 5/7 minutos)
A la vuelta del descanso el estaba muy relajado; poco a poco se fue incorporando.
Yo: - ¿Cómo estás?
JL: Parece que acabo de descansar, como si hubiera dormido toda la noche. Sonrisa.
YO: - ¿Quieres preguntarme algo?
JL: - No; está bien así
Yo: le pedí que chequeara sus hombros.
JL: - Están más sueltos, no hay dolor, los muevo mejor.
SEGUNDA SESIÓN
JL: He tenido mejor los hombro; apenas me han dolido; a veces me daba cuenta que
estaban tensos y los soltaba. Tengo una tensión que la noto casi todos los días, pero
ahora no me duele.
Me planteo para este segundo día trabajar los hombros por delante por poder incluir
los gestos de la cara. En situaciones como las que describió JL de su casa materna es
habitual estar en alerta, con los oídos, con los ojos, detectar el peligro.
1. Soltamos tensión superficial. Amaso hombros y parte alta del pecho, cuello , nuca,
un poco brazos. El suelta musculatura, articulaciones, tensiones.
2. Observación: observo lo que hoy su cuerpo trae: postura fija, tensiones asiduas.
Esta vez observo que además de la tensión en los hombros, en los brazos, espalda alta
(que vimos en la sesión anterior) advierto que los hombros estás elevados de la camilla
en ligera rotación interna, el pecho está hundido y el entrecejo tenso.
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Tiempito…
Yo: -¿Estás tranquilo?
JL: - Sí, mucho.
Yo: -¿Cómo están tus hombros? ¿Notas si ha cambiado algo?
JL:- Los noto más relajados; noto los hombros más apoyados en la camilla y puedo
respirar más grande; es como si mi pecho fuera más grande.
Yo observo su respiración amplia y tranquila, su pecho no está tan encorvado, y su
cuerpo manifiesta tranquilidad y reposo.
Le pongo una mano en el pecho siguiendo su respiración.
Le tapo con una manta.
En la tercera sesión me contó que estaba mejor de los hombros; que no había sentido
apenas tensión.
Esta vez focalicé la sesión en la tensión del entrecejo, para recrear la postura fija de
estar alerta, estar hiper-vigilante y relajarla.
Al final de la sesión me focalicé en soltar mucho oídos lo que le ayudó a descargar con
pequeños movimientos involuntarios en piernas y brazos.
En esta ocasión topamos con el enfado, la rabia; no fue fácil sentirla, ni sentir su
fuerza; la reconocimos, vimos sus valores y su poder fue posible dar permiso para
consentir su fuerza.
14. Anexo
Al estar escribiendo este texto, me he encontrado un artículo sobre trauma en una
Revista de Medicina del Departamento de Psiquiatría, Escuela de Medicina,
Pontificia Universidad Católica de Chile, del 2016: “Trauma psicológico en la atención
primaria: orientación de manejo” de Rodrigo A. Figueroa, Paula F. Cortés, Luigi
Accatino y Ricardo Sorensen.
El artículo está bien, hablan de cómo tratar y atender el trauma en consulta, pero me
ha impresionado que describen un caso muy significativo en el que queda claro, como
se mira hacia otro lado cuando uno no está preparado para afrontar el trauma o
temas emocionales evidentes que surgen de manera espontánea, lo que significa que
están ahí candentes, vivos, sin resolver.
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“La señora M. es una mujer de 47 años, separada, con dos hijos de 13 y 17 años. Trabaja
como modista en su casa. Tuvo un episodio depresivo autolimitado en su juventud. Acude
al consultorio derivada desde la urgencia para control luego de haber sido evaluada allí́
por dolor precordial intermitente, sin hallazgos positivos al electrocardiograma ni en la
evaluación de enzimas cardiacas. Durante la entrevista con su médico, la Sra. M. relata
que hace dos meses presenta un dolor opresivo retroesternal especialmente en las noches
o cuando está sola, acompañado de cefalea, náuseas y temblor. Su sueño ha estado más
interrumpido y hay días en los que siente permanentemente un nudo en la garganta.
Indagando con mayor profundidad en sus antecedentes, aparece tangencialmente en la
historia un hecho donde la paciente sufrió́ un grave accidente de tránsito hace cuatro
meses, en el que falleció́ el ocupante del otro vehículo involucrado y ella resultó
policontusa. Al contar su experiencia la Sra. M se muestra visiblemente afectada,
comienza a temblar y se le humedecen los ojos. Ante el relato, el clínico evita seguir
hablando del asunto y sigue adelante con el examen físico”
Querido lector, después de haber leído este ebook y saber un poquito más sobre el
trauma:
Por otra parte el tema surge allí, en la consulta, sobre la mesa: “la señora M comienza
a narrar su experiencia” y se muestra “visiblemente afectada”, pero el clínico evita
seguir hablando. Parece evidente que la señora M está atrapada en la experiencia
traumática del accidente, emocionalmente y físicamente; no sabemos si a más niveles.
Mi valoración es que los síntomas por los que viene, hablan de trauma, de estrés post
accidente. La experiencia fue demasiado grande, demasiado rápida, demasiado
impactante…no puede digerirla; sigue viva…
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@elisamolina_107