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La química cla de ácidos oleicos), el vinagre (otro ácido,


esta vez acético). Empleamos instrumentos
como la balanza, las ollas, los filtros, los co-
mezcla. Una vinagreta, una salsa mayonesa,
un merengue, una mousse de chocolate, son
coloides.
La química
de la cocina

de la cocina
ladores, las cafeteras; también en los labora-
torios nos encontramos con balanzas y con A pesar del entusiasmo que despiertan, a ve-
objetos que guardan cierto parecido con los ces no es fácil estudiar algunos hechos culi-
utensilios de cocina. Técnicas como disolver, narios. Por ejemplo, el chocolate es un mate-
agitar, mezclar, calentar, congelar, secar, her- rial difícil de clasificar desde un punto de vista
vir y fundir son asimismo propias de un labo- físico-químico. Es un tipo de coloide que no
Las personas, a diferencia del resto de los saberes científicos de las mujeres y su proxi- ratorio. No obstante, la cocina tiene sus téc- encaja en las definiciones habituales de sóli-
animales, no pueden comer directamente lo midad con la ciencia escolar (Solsona, 2003). nicas específicas como "batir una clara de dos, líquidos y gases. A pesar de ello, es uno
que cazan o recolectan porque no pueden huevo" o "amasar la masa" que no se usan de los materiales preferidos por la gente jo-
masticarlo ni digerirlo, hay que transformar- La cocina es un espacio de elaboración y en el laboratorio. Disponemos de una fuente ven, todo el mundo lo ha probado y es un re-
lo previamente, es decir, cocinarlo con la ocupación sistemática de las mujeres, desde de energía: el fuego y el baño María que tam- curso interesante para las preparaciones que
ayuda del calor. Por lo tanto, las sociedades la antigüedad y todavía hoy es una experien- bién se utiliza en el laboratorio. se realizan en la química de la cocina.
primitivas realizaron una gesta memorable cia más femenina que masculina, a pesar de
al empezar a cocinar los alimentos, desde el que se ha integrado en las tecnologías de En ella hay sustancias sólidas: arroz, gar- Cuando cocinamos provocamos cambios
Núria Solsona Pairó punto de vista de la supervivencia de nues- la alimentación. Una excepción histórica se banzos, pasta, café en grano, aluminio, plás- físicos: cortamos, trituramos, lavamos y rea-
Experta en tra especie. produjo durante la Edad Media, cuando la tico...; sustancias líquidas: leche, café líqui- lizamos cambios de estado. Al hervir la ver-
coeducación cocina fue objeto de interés de la jerarquía do, aceite, sopas, jugos... Y gases: vapor de dura, el agua llega por lo menos a la tem-
Por ejemplo, los vegetales contienen celu- eclesiástica. agua y todos los vapores y humos deliciosos. peratura de ebullición de 100ºC y se realiza
losa (C6H10O5)n, pero las personas no pode- Para preparar cualquier comida combinamos el cambio de líquido a gas. En cambio, al
mos digerirla. Los animales herbívoros tie- La cocina es un verdadero laboratorio. Al distintas sustancias, por ejemplo, al poner la descongelar una sopa o un caldo realizamos
nsolsona@xtec.cat nen unos microorganismos en el estómago cocinar estamos usando sustancias, ins- sal estamos haciendo una disolución. una licuefacción, esto es, el paso de sólido
que rompen las moléculas de celulosa y así trumentos y técnicas. Sustancias químicas a líquido.
pueden alimentarse. Las personas necesi- como la sal (NaCl en el laboratorio), el azúcar Las recetas de cocina, tradicionales y mo-
tamos cocinar los vegetales para reblande- (glucosa), el agua (H20), el aceite (una mez- dernas, tienen una estructura semejante a
cer la celulosa. los procedimientos de laboratorio. Además,
hay que trabajar de manera precisa, con can-
El establecimiento del arte de cocinar fue di- tidades y proporciones determinadas de las
fícil, ya que en su momento fue una práctica sustancias. Igual que en el laboratorio quími-
nueva que no podía imitar otras existentes. co, para que el cambio químico se produzca
Las mujeres primitivas, si fueron ellas las hay que poner proporciones determinadas
encargadas de cocinar, realizaron con sus de las sustancias.
manos los primeros cambios en los materia-
les, lo que hoy llamamos cambios químicos: La cocina, un contexto
fabricar pan, macerar carne, fermentar licor fértil de aprendizaje
son los primeros procesos, según los testi-
monios etnográficos. A menudo, el aprendizaje de la química es-
colar puede resultar tedioso para el estu-
Las mujeres, de acuerdo con el funciona- diantado, especialmente si se centra en la
miento cognitivo de las personas, no tene- formulación química y el estudio de la tabla
mos ideas aisladas sobre las cosas, sino que periódica de los elementos. Frente a este
disponemos de un conjunto relativamente enfoque tradicional, el estudio de la química
integrado de conocimientos con un cierto relacionado con el conocimiento cotidiano
grado de consistencia interna. Las mujeres resulta más atractivo. La química de la co-
tienen una sabiduría que, como grupo, han cina consigue una implicación extraordina-
elaborado y adaptado a las necesidades de ria del alumnado porque ellas y ellos son
cada momento histórico, un conjunto de ex- protagonistas de las preparaciones que se
plicaciones e ideas sobre las tareas que hay realizan en la cocina-laboratorio. Cuando
que realizar para el buen funcionamiento de preparamos una ensalada, hacemos una
la familia y el bienestar de sus integrantes.
En diferentes estudios se ha detectado la
riqueza de los contenidos incluidos en los
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cambio ocurrido al calentar el almidón de la gó la mano en la sopa y el cocido. Grande


harina que se transforma en dextrina. Previa- fue su error cuando empezó a desfilar inter-
La química
de la cocina

È
mente, al amasar la masa del bizcocho se minable serie de platos, los veintiséis tradi-
produce el siguiente cambio químico: cionales en la comida del patrón de Naya”
(Emilia Pardo Bazán, 1886). È
HX + NaHCO3 4 CO2 + H2O + NaX

Siempre que se trabaje con las cantidades


precisas de harina, levadura y otros ingre- Bibliografía
dientes para que el bizcocho “pueda subir”,
como se dice en lenguaje culinario. PARDO BAZÁN, Emilia (1886). Los Pazos de
Ulloa. Madrid, Castalia, 1986, 179-180.
La ciencia escolar debe prestar atención a
los contextos de aprendizaje que propone SOLSONA PAIRÓ, Núria (1998). Diferentes
en las aulas, incluyendo todas las prácticas experiencias en el laboratorio: la influencia del
y esfuerzos realizados por diferentes grupos género. Alambique, 16, 60-68.
sociales. No puede sólo privilegiar los sa-
beres de la comunidad científica, sino que SOLSONA PAIRÓ, Núria (2002). La química
también tiene que integrar los conocimien- de la cocina. Madrid, Instituto de la Mujer.
tos necesarios para la vida, que han sido y
son mayoritariamente responsabilidad de SOLSONA PAIRÓ, Núria (2003). El saber cien-
las mujeres. Los contextos que priorizan la tífico de las mujeres. Madrid, Talasa.
cultura o experiencias “femeninas”, es decir,
los saberes científicos femeninos, ponen en SOLSONA PAIRÓ, Núria (2007). “Química y
valor la innovación educativa que posibilita alquimia en la cocina”, en Incorporamos el lila
la creación de un espacio de relación no je- al currículo educativo. Las mujeres también
Pero lo más habitual en la cocina son los sabiduría de las mujeres sabe que para im- rárquica entre sexos. La química de la cocina cuentan. Madrid, Federación de Enseñanza
cambios químicos, es decir, aquellos en los pedir la oxidación se ponen las patatas en pone en relación las masculinidades y femi- de CCOO, 93-104.
que se obtienen nuevas sustancias o mate- agua, se frotan las alcachofas con limón o en nidades, en su definición actual.
riales. Al cortar una cebolla provocamos un una ensalada de aguacates. Al cortar la col,
cambio químico en el que se obtiene una ocurren dos cambios químicos sucesivos: la Cocinar, una práctica educativa
nueva sustancia, que es la que nos hace llo- sustancia nueva que se obtiene en el primer sobre el cuidado de las personas
rar. Antiguamente, se aconsejaba cortar la cambio químico se descompone y da SH2.
cebolla con una cerilla previamente quemada El aprendizaje de la química en contexto cu-
entre los dientes; probablemente, el carbón Las carnes contienen un pigmento, la mio- linario presenta una riqueza añadida a la quí-
neutraliza la sustancia que nos hace llorar. globina, una proteína que contiene Fe(II) que mica escolar, dado que al cocinar hay que
Al cortar un ajo, ocurre un cambio parecido a 65ºC cambia, dando el color marrón a la prestar atención a que la comida satisfaga
al de la cebolla. El sabor del ajo es el de la carne cocida. Los saberes científicos de las los distintos gustos y caprichos de las per-
sustancia que se obtiene mediante el cambio mujeres indican que la carne no hay que sonas de la familia, además de ser nutriti-
provocado entre dos sustancias, la alina y la cocerla demasiado porque, a los 100ºC, el va, con hidratos de carbono, proteínas, etc.
alinasa (una enzima), que están presentes en agua se evapora y se endurece la carne. Con (Solsona, 2007).
el ajo separadas por una membrana celular. la maceración de la carne provocamos la hi-
Al cortar el ajo, cortamos la membrana y se drólisis de las proteínas, lo que hace que la Por último, hay que señalar que la química
produce el cambio químico. Al cortar algu- carne sea más blanda. de la cocina puede ser una práctica educa-
nas verduras o frutas, como las alcachofas, tiva interdisciplinar. Por ejemplo, en clase de
las patatas, los champiñones, las manzanas Nuestra experiencia educativa nos dice que literatura se pueden trabajar textos como “La
o los aguacates, los ponemos en contacto los cambios químicos más significativos, monumental sopa de pan rehogada en gra-
con el aire y se oxidan, se ponen oscuras por fáciles de recordar y preparar en contexto sa, con chorizo, garbanzos y huevos cocidos
el mismo motivo. Estas verduras contienen culinario, son el caramelo, el bizcocho y el cortados en ruedas, circulaba ya en gruesos
dos sustancias, una que se puede oxidar y requesón. En los bizcochos, la característica tarterones... Creyéndose así Julián, y no pa-
otra que actúa de agente, una enzima. La costra tostada del horno es el resultado del reciéndole cortés desairar a su huésped, car-

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