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UNIVERSIDAD NACIONAL DE RIO CUARTO

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS


CÁTEDRA: PSICOLOGÍA (Cód. 6553)

DESCRIPCIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS MÉTODOS DE LA PSICOLOGÍA


Lic. Ángelica Foresto

Todos los fenómenos están estrechamente interrelacionados y, para poder estudiarlos


científicamente, tenemos que efectuar una cierta segmentación de los mismos;
procedimiento que no tiene que ser nunca perdido de vista para poder valorar correctamente
los resultados de una investigación. Ninguna ciencia, por sí sola, puede dar cuenta de la
totalidad de un fenómeno. Pero, además, la fragmentación no sólo se limita a dividir una
única totalidad entre distintas ciencias sino que, dentro de cada una de ellas, las diferencias
escuelas toman, a su vez, sólo algunas relaciones del fenómeno que estudian, con el
agravante de que –por lo general- cada escuela cree haber tomado la totalidad del
fenómeno, cuando en realidad no ha considerado más que un fragmento.
Las vicisitudes no terminan todavía aquí. Además de los campos científicos y de las distintas
escuelas dentro de cada campo, aparece un nuevo factor de dispersión: el de las
“metodologías científicas”. Este es el problema que quiero abordar y desarrollar,
demostrando que gran parte de las múltiples metodologías en el campo psicológico derivan
del hecho de que se ha fragmentado y escindido el proceso unitario del conocimiento, y que
distintos momentos del mismo se han constituido en métodos en sí mismos, como
consecuencia de lo cual nos vemos, aún en la actualidad, inundados de dicotomías y
limitaciones.
En toda ciencia es posible descubrir, a través de su historia, la existencia de dos rumbos o
direcciones: una, compuesta por los hechos y generalizaciones, lenta pero seguramente
acumulados, que en el curso del tiempo llegan a convertirse, soldándose entre sí, en un
cuerpo de doctrina sólido e integrado; y otra, constituida por los métodos y técnicas con los
que se ataca la resolución de los problemas. Un examen de los métodos se reduce, en
último término, a un examen de las técnicas disponibles para la solución de problemas
particulares, y del criterio paulatinamente desarrollado por una ciencia en la valoración de
sus propias técnicas. Problemas, técnicas y resultados no pueden ser rigurosamente
diferenciados. Un problema, aún después de establecido, no llega a convertirse en problema
científico hasta el momento en que puede ser instituido un método de ataque para el mismo.

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A su vez, los resultados dependen de la técnica, y únicamente cuando ésta y los resultados
avanzan, hacen su parición nuevos problemas.
Si consideramos una ciencia desde el punto de vista de su contenido, quedamos
impresionados por la desigual manera en que, tanto las diferentes disciplinas, comparadas
unas con otras, como los diferentes campos incluidos dentro de una de ellas, se van
desarrollando. Con la aparición de un método o técnica prometedor, un aspecto de una
ciencia puede progresar rápidamente y absorber a muchos investigadores, mientras otro
permanece relativamente inactivo. Lejos de ser un conjunto bien ordenado, de crecimiento
homogéneo, una ciencia se compone de muchas partes que se desarrollan en grado
diferente y que alcanzan la madurez metodológica en momentos distintos. Esto se muestra
particularmente válido para la psicología, la cual se encara con problemas e interrelaciones
de extraordinaria complejidad. En lugar de avanzar en un solo frente, con una única arma,
de gran eficiencia, parecemos estar avanzando en varios frentes con una multiplicidad de
medios de ataque. Los avances en el método son, sin embargo, de ordinario señalados por
el progreso desde la simple descripción a la formulación precisa de las relaciones y
principios en términos cuantitativos.
La historia de la ciencia muestra que cada campo del conocimiento humano comienza con
técnicas relativamente sencillas basadas en la común observación cotidiana de los
fenómenos y que, cuando se desarrolla una más clara concepción de la naturaleza del
método científico, procede a forjar nuevas armas y técnicas. Una técnica que para una
generación constituye la mejor arma existente para atacar un determinado problema, puede
parecer anticuada para otra generación. En un mismo instante, en una ciencia, ciertos
problemas son susceptibles de ataque únicamente mediante el empleo de los métodos más
simples, mientras que otros permiten su investigación por los métodos más complejos e
intrincados. Poco nos ha de importar, pues, fijar la posición de un método o técnica dentro
de una rígida clasificación en buenos y malos. Más bien debe el crítico mostrar cómo, al
atacar un problema particular, podía haber sido usado un método mejor.

DISTINCIÓN ENTRE FUENTES DE MATERIAL, MÉTODOS Y TÉCNICAS

Antes de examinar los métodos utilizables en el estudio científico de la Psicología, debe ser
hecha una distinción entre la materia prima de la Psicología, el método por el cual esta
materia prima es adquirida y las técnicas o subdivisiones de método empleadas.
Por materia prima significamos la vida mental y la conducta del hombre tal como se
presentan, susceptibles de ser tratadas y analizadas en forma más o menos permanente.
Por método entiendo un modo general de aproximación a la materia prima, y por técnica un
artificio especial para manejar el material dentro de los límites de un modo general de

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ataque o método. Así, por ejemplo, hablamos de método experimental para indicar el
empleo de situaciones artificialmente controladas, con el objeto de establecer un principio
general y, dentro de este método, del uso de sílabas sin sentido en el estudio de la memoria,
como de una técnica, o bien hablamos del método de los tests para el establecimiento de
normas o para la valoración de un individuo, y consideramos dentro del método de los tests,
los tests de inteligencia o motores, como técnicas.
No es posible establecer una clasificación de los métodos completamente lógica; cualquier
clasificación es, en alguna manera, arbitraria y deducida empíricamente de las historia de la
ciencia. Realmente, los métodos se entrelazan; en un diseño experimenta, por ejemplo,
podemos hacer uso de mediciones, de tests y de cálculos; en un cuestionario, de resultados
de tests, de resultados experimentales, de recuerdos y de opiniones.
En términos muy generales, el estudio psicológico se propone investigar, evaluar, explorar,
etc. diferentes dimensiones de la estructura psicológica de un sujeto. Para ello emplea
diferentes métodos y técnicas.
Es importante ver las cuestiones implicadas en las relaciones que existen entre tales
técnicas y las teorías que las fundamentan. Con frecuencia estas relaciones son aceptadas,
sin reservas, apelando a un criterio de verdad establecido. Las cuestiones metodológicas
más comunes que se suelen plantear giran en torno a la precisión del instrumento y al
enriquecimiento de sus posibilidades diagnósticas, reduciendo toda la problemática
metodológica a los aspectos tecnológicos. Me refiero a las reiteradas investigaciones sobre
problemas de validez y confiabilidad o, sobre problemas de encuadre en la entrevista
psicológica, etc.
Suscribo lo manifestado por Bourdieu y Passeron, respecto de la metodología psicológica:
“Al llamar metodología, como se lo hace con frecuencia, a lo que no es más que un
decálogo de los preceptos tecnológicos, se escamotea la cuestión metodológica
propiamente dicha, la de la elección de las técnicas, métricas o no, con referencia a la
significación epistemológica del tratamiento que las técnicas elegidas hacen sufrir al objeto y
a la significación teórica de las preguntas que se intenta plantear al objeto al que se las
aplica”.
Mi preocupación central se refiere a la articulación entre el objeto de conocimiento
construido desde la teoría y las técnicas de investigación psicológica que se derivan de ella.
El estado actual de esta relación es, en líneas generales, el siguiente: en muchas de ellas tal
articulación no existe, falta una teoría general que delimite el objeto al cual se aplica (es el
caso de algunas técnicas proyectivas), en otras, si bien existe una teoría general, la
articulación aparece imprecisa y poco elaborada (por ejemplo la entrevista psicológica):
finalmente de una misma teoría general pueden desprenderse técnicas diferentes (por

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ejemplo la hora de juego diagnostica) o a la inversa una misma técnica puede ser
interpretada en términos de teorías diferentes (test de Rorschach).
Para algunos autores como Ziziemsky1 y Musso2, lo planteado anteriormente no tendría
sentido en la medida que el contenido teórico de los conceptos de la Psicología dependiera
en alto grado del propio desarrollo de instrumentos confiables y válidos. Es decir, que la
propia teoría derivaría de los avances de las técnicas de investigación.
Pasemos ahora entonces a la clasificación de los métodos de que se vale la Psicología y los
sintetizaremos en los siguientes:
1. Introspección.
2. Observación.
3. Método Experimental.
4. Método Psicoanalítico.
5. Método Clínico.
6. Método de los Test.

1. INTROSPECCIÓN

Es la autoobservación o percepción interna. Toda persona conoce por sí misma cómo se


experimenta cualquier emoción, una pena, una inquietud, sabe igualmente cómo surgen los
pensamientos y cómo se enlazan entre sí. Dicho con otras palabras: siempre que la
Psicología se ocupa de contenidos y procesos conscientes requiere un método que sea
dirigido desde el interior, pues sólo ese método llega a la realidad inmediata del objeto
buscado. Son todos los modos de proceder dirigidos al yo propio. La introspección se dirige
siempre a un dato presente. En la actualidad sabemos que el presente psíquico abarca no
sólo un instante de tiempo sino igualmente una extensión de tiempo. Es por eso que algo
que acaba de ser presente puede distinguirse dentro de la aprehensión de lo que es
realmente presente –testimonio del sujeto acerca de sus experiencias inmediatas y sus
estados de conciencia-.
Ha habido teorías que consideraron que la introspección era el único método de la
Psicología, fundándose en que la Psicología no tiene otra misión que la descripción de la
mente como hecho inmediato de la conciencia propia. Ha habido otras doctrinas que
buscaron excluir totalmente la autoobservación a causa del pretendido absurdo de creer que
un individuo pudiera ser a un tiempo observador y sujeto de observación. Las dos opiniones
son erróneas.
A comienzos del siglo XX, Külpe introdujo en la Psicología del pensamiento una técnica que
él y su escuela (Würzburg) calificaron de método de introspección sistemática. Se da a los

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“Métodos de investigación en Psicología y Psicopatología”
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“Los métodos de investigación en Psicología” (Nueva Visión)

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sujetos cierto material que provoca pensamientos (máximas, acertijos, etc.); inmediatamente
después de haber hecho el trabajo mental, estos tiene que exponer qué procesos y
contenidos estuvieron presentes en su conciencia en aquellos momentos, los experimentos
eran repetidos y se empleaban exclusivamente los sujetos que habían sido adiestrados.
Pichón Riviere con su teoría del vínculo, revaloriza este método psicológico tan
desprestigiado en los últimos tiempos y sostiene que el campo más importante de la
Psicología y de la Psiquiatría es el intrapsíquico. Para estudiar el campo intrapsíquico
necesitamos de la introspección, que fue el método más importante de la Psicología de fines
del siglo XIX, pero sólo ha adquirido un sentido particular al comprenderse la naturaleza de
ese método de investigación con el esclarecimiento del objeto interno. La introspección para
Pichón Riviere es, en realidad, un dialogo interno con un objeto que trata de esclarecer no
tanto el objeto en sí sino el vínculo particular que ese objeto establece con el yo del sujeto.
Ahora podemos decir que la introspección es el equivalente del autoanálisis en el sentido de
que hay una imagen interna con la cual el yo establece un determinado tipo de relación. La
introspección en este sentido, no es de una sola persona, sino la relación de dos personas
internas.
La introspección, pese a la riqueza de datos que aportó, suscitó fuertes críticas, incluso la
exigencia por parte del conductismo de que se eliminara como método de la Psicología,
como condición para que ésta pudiera convertirse en ciencia. Algunas de las críticas fueron:
1. Que la introspección implica un desdoblamiento de la personalidad que afecta
necesariamente el fenómeno observado, sobre todo si es de índole emocional.
Porque cuando se practica la introspección, el sujeto que la realiza sólo puede
observar los efectos posteriores al estado vivido, o tener sólo una visión retrospectiva
del mismo.
2. Una limitación muy importante del método, consiste en la constante necesidad de
hacer conscientes las cosas, con lo cual se abarca un aspecto sumamente reducido
del psiquismo, todo lo que no sea consciente queda excluido, y se trata de lo
inconsciente que es uno de los sectores más significativos.
3. Por otra parte, aún lo efectivamente observado resulta intransmisible, aducen los
conductistas, pues los fenómenos de conciencia no se prestan a una comprobación
objetiva, de modo que existan o no, no es posible verificarlos.
4. Otra objeción sería la de que la introspección sólo puede ser aplicada al hombre
adulto, sano y civilizado, y de esta manera, los niños, los deficientes y los animales
quedarían excluidos del campo de la Psicología. Cuando la introspección se refiere a
la intensidad de un rasgo, todos tenemos una escala de valores muy personal que en
el observador profesional se halla ponderada por la suma de sus experiencias.

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Si bien estas críticas son acertadas, no es posible prescindir de la introspección en
Psicología. Las impresiones subjetivas constituyen una realidad cuya investigación es tan
importante como la de otras realidades, por más dificultades que el proceso presente, o sea
que omitir el estudio de la subjetividad impediría captar en su plenitud la vida psíquica.
Así vemos que casi todas las escuelas psicológicas, o los diversos campos de aplicación,
toman en cuenta, aunque no sea en forma exclusiva, las experiencias y recurren en cierto
modo a la introspección. Es, por ejemplo, el caso del Psicoanálisis, el Método Clínico, etc.

2. OBSERVACIÓN

Consiste en la observación de los aspectos del comportamiento exteriormente observables


por cualquier testigo (fotografías, videos, etc.) o los movimientos implícitos cuya inspección
requiere el uso de instrumentos de precisión como el galvanómetro, análisis químicos. EEG,
etc.), que estudian las respuestas viscerales o glandulares.
Es indudable que el concepto de conducta que abarca todas las áreas de manifestación,
necesita operar con todos estos datos y no únicamente con los procedentes de la
introspección.
Diferenciare observación incidental y observación sistemática:

2.1. Observación Incidental

Si definimos este método como la observación de los fenómenos naturales tal como se
presentan, sin tentativa alguna de controlar las condiciones bajo las cuales se hace la
observación, ni de mostrar de la conducta más de lo que es inherente a la apreciación, por
un individuo cualquiera, de lo que sucede, la observación incidental se nos presenta
entonces como un método del cual han tomado origen todos los restantes. Todos los seres
humanos hacen observaciones sobre la conducta de los niños o de otras personas que
luego son expuestas en forma de anécdotas o de narraciones de hechos. Difícilmente
puedan ser consideradas como científicas estas observaciones aunque sean hechas por
personas con preparación idónea, ya que la esencia del ataque científico de un problema
reside en la introducción de un sistema de selección o control, bien en las situaciones en
que se coloca el sujeto, bien en las reacciones que han de ser registradas. No quiere decir
esto que las observaciones incidentales no pueden alcanzar precisión, ni que haya que
rechazarlas por completo como fuentes de información. Ellas pueden ser consideradas
como recursos, mediante los cuales nos procuramos el material bruto, que permitirá
después el desarrollo de técnicas y métodos de observación más perfectos. En términos
generales no es equivocado decir que las observaciones incidentales sirven más bien para
plantear problemas que para resolverlos.

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2.2. Observación Sistemática

Con este nombre indicamos el método en el cual el observador elige de antemano, del
conjunto de hechos observables en la realidad, una situación particular o una serie de
situaciones, para su observación, y elabora una técnica mediante la cual las reacciones del
sujeto son registradas sistemáticamente, según un plan predeterminado. Lo característico y
de importancia primordial en este método es que, lo que se estudia es la conducta
espontánea y natural del sujeto, tal como se presenta ordinariamente, sin someterla al
control de condiciones artificiales ni a una preparación anticipada de las situaciones. Tan
pronto como estos artificios hacen su aparición, dejamos de movernos dentro del método de
la observación sistemática y caemos en el experimental o en el de los test.
Ejemplos de aprovechamiento de situaciones naturales como bases de una observación
sistemática se pueden ver en las investigaciones de Piaget, Bühler, Thomas. La única forma
de convertir una observación en un dato científico es la de considerarla en función de la
variable, del encuadre con el cual fue observada. No hay observador totalmente objetivo en
ninguna disciplina científica, y la máxima objetividad se alcanza incluyendo al observador
como una de las variables que condiciona el fenómeno que se está observando. En este
sentido debemos hablar de Observador participante, en el sentido de que el observador
nunca esta fuera del campo que condiciona los fenómenos.
El observar tampoco es una función pasiva; observar sin hipótesis es solamente un mirar,
que rápidamente se convierte en estereotipia; la observación debe ser una función activa, en
la cual se formulan hipótesis y se piensa mientras se procede a la observación. Dicho con
los términos de Wallon: “La percepción más grosera implica ya interpretaciones, ideas,
sistemas de creencias y representaciones por las cuales el hombre participa en la existencia
de su grupo social”.
Las técnicas de observación y de registro de los hechos constituyen un peldaño de la
investigación. El proceso de observación no es un simple reflejo especular sino un proceso
activo y psicológicamente muy complicado.
Descripción, Comprensión y Explicación son momentos de un solo proceso continuo, que
establece una estrecha interconexión y acción recíproca de todos esos momentos.
Cuando se describe algo ya se actúa con una cierta comprensión o un cierto esquema
referencias, y la descripción, a su vez, corrige y modifica la comprensión que, a su vez, se
rectifica con la nueva observación, y lo mismo con la explicación.
La observación desempeña un papel importante en la investigación porque proporciona uno
de los elementos fundamentales de la ciencia, es decir, los hechos.
El investigador se entrega a esta actividad durante las diversas etapas de su trabajo;
utilizando sus sentidos, acumula hechos que lo ayudan a identificar un problema. Mediante
la observación cuidadosa y hábil, descubre pautas que lo capacitan para elaborar una

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solución teórica de su problema. Cuando realiza un experimento para determinar si existen
pruebas que corroboren su solución, efectúa nuevas observaciones, atentas y precisas.
Desde el comienzo de un trabajo de investigación hasta el momento en que es posible
aceptar o rechazar finalmente la solución propuesta, el investigador confía en la
observación, como medio para llevar a cabo su búsqueda de la verdad.

Dificultades de la observación
La observación siempre es la percepción de un acontecimiento, una conducta, un
documento. Ahora bien, no hay nada más engañoso que la percepción. Entre las muchas
excitaciones que a cada instante inciden sobre nuestros órganos receptores, sólo captamos
algunas de ellas, entre todas las informaciones posibles seleccionamos algunas en función
de nuestra acción y cuando el estímulo no es muy determinado lo interpretamos en función
de nuestras expectativas y en función de nuestra personalidad.
Los inconvenientes provocados por la percepción pueden superarse recurriendo a otros
instrumentos de registro diferentes a la percepción humana. Cine, fotos, grabadores, ofrecen
hoy, un medio para fijar la observación fugitiva y permiten volver a examinarla las veces y el
tiempo que sea necesario.

3. MÉTODO EXPERIMENTAL

Con métodos refinados, el científico moderno busca comprender los fenómenos que
observa. Sus objetivos son descubrir el orden universal, llegar a comprender las leyes de la
naturaleza y aprender a dominar las fuerzas que la rigen. La meta del científico consiste en
incrementar su habilidad y su éxito para explicar, predecir y controlar las condiciones y los
sucesos.
El propósito esencial de la investigación no se reduce a la mera descripción de los
fenómenos, sino que consiste en explicar los factores que los determinan.
Su objetivo consiste en ir más allá de los factores observados de manera casual, para
buscar alguna pauta significativa que los explique. Después de descubrir alguna relación
entre los factores antecedentes y el suceso o condición que se desea estudiar, formula una
generalización verificable para explicar como se comportan las variables que intervienen. El
resultado de su labor es una explicación y no una mera descripción.
La ciencia desea conocer no sólo la naturaleza de los fenómenos, sino la manera como ellos
actúan.
Una de las grandes metas de la ciencia consiste en formular generalizaciones (esquemas
conceptuales) que permiten explicar los fenómenos. Si bien una generalización que explique
un grupo reducido de fenómenos no carece de utilidad, el objetivo de la ciencia es
desarrollar esquemas conceptuales de creciente alcance. Las hipótesis, teorías y leyes son
generalizaciones cada vez más amplias. Puesto que la generalización que proporcione la

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explicación más comprensible es la más valiosa, una ley posee mayor importancia que una
teoría o una hipótesis.
Fechner y Wundt, fueron los fundadores de la Psicología experimental. La Psicología
experimental consiste en el cuerpo de conocimientos adquiridos en el campo de la
psicología con el empleo del método experimental.
El ideal del experimentador es conseguir la reproducción del hecho, pero sólo puede lograrlo
cuando conoce todas las condiciones de aparición de este hecho. Puede entonces
predecirlo. Para llegar a la predicción, el experimentador tuvo que tejer la red de relaciones
entre todos los hechos característicos y, cuanto más complejo es su objeto, más larga y
difícil ha de ser su tarea.
Hay que desenredar una madeja. Para ello es necesario proceder a través de distintas
etapas. Cada etapa implica el establecimiento de una relación entre dos y más hechos. La
red jerarquizada de estas relaciones constituye el cuerpo de una ciencia. C. Bernard dice
que por sí solo un hecho no es nada, sólo vale por la idea que suscita o por la prueba que
proporciona.
En todo experimento científico, el fenómeno estudiado se provoca deliberadamente en una
forma que sea lo más abierta posible a la observación.
El experimento representa el método científico clásico. En muchos sentidos puede ser
considerado (desde el punto de vista metodológico) como el objetivo final que tiende a
conseguir un sistema cualquiera de investigación.
La esencia del experimento radica en que las condiciones son intervenidas artificialmente,
de tal manera, que es posible hacer aparecer los estímulos y obtener una reacción, sin
necesidad de aguardar a la contingente presentación de los hechos en el medio natural.
En un principio, se hacen observaciones de distinta suerte sobre un mismo fenómeno.
Luego, fundándose en estas observaciones se construye una hipótesis o generalización.
Una vez erigida una hipótesis, se elabora una técnica especial para comprobarla. El
experimento es un artificio por medio del cual se resuelve positiva o negativamente el
problema implicado en la hipótesis. El valor de ésta última, que en realidad no consiste más
que en el planteamiento de un problema científico, depende de su posibilidad de ser
experimentalmente comprobada. Cuando la ciencia avanza nos desplazamos desde las
observaciones como fuente de hipótesis a los primeros experimentos.
Idealmente un experimento implica el control de todos los factores, tanto de la situación
como del sujeto o sujetos sobre los que se experimenta, a excepción de aquel particular
sometido a estudio. El control o mantenimiento constante de todos estos factores permite al
experimentador relacionar de una manera clara una respuesta o experiencia con el estímulo
particular o situación por él provocada, y hace así posible aislar elementos importantes.
Teóricamente al instituir un experimento, el experimentador ha de conocer la importancia y

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los efectos de los factores que quiere controlar. Sin embargo, a veces le es imposible
establecer el control adecuado sobre ellos. Cuando la situación experimental es controlada
en absoluto, los resultados del experimento son cruciales y contestan por completo a la
cuestión particular examinada.
Otra característica del experimento que ha de ser mencionada, es la posibilidad de ser
repetido y controlado por todos aquellos investigadores que reproduzcan sus condiciones
experimentales.
El procedimiento experimental consta de 4 etapas:
a. La observación que perite descubrir los hechos significativos y conocerlos con
precisión.
b. La formulación de las hipótesis acerca de las relaciones que pueden existir entre
los hechos.
c. La experimentación propiamente dicha, cuya meta es la verificación de las
hipótesis.
d. La elaboración de los resultados y su interpretación.

a. Observación
Sobre la primera de estas etapas no hablaré aquí porque ya fue explicada como un método
aparte y el origen de todos los métodos.

b. Formulación de hipótesis
Esta fase de la investigación es la más importante, pero también la más difícil de explicitar y
aún de normalizar. La hipótesis es la fuerza creadora del razonamiento experimental,
aquella durante la cual el investigador imagina la relación que podría existir entre dos
hechos. La elaboración de la hipótesis es la obra del pensamiento.

Requisitos para una buena hipótesis: una buena hipótesis será la más profunda y la que
permita un nuevo adelanto de la ciencia.
a. La hipótesis debe ser una respuesta adecuada a la pregunta formulada. Una hipótesis
formula una relación entre dos clases de hechos. Es una conceptualización que como tal
tiene carácter general.
b. Debe tener en cuenta los conocimientos adquiridos y desde este punto debe ser
verosímil.
c. La hipótesis debe ser verificable. Este es el criterio más importante y más pleno de
consecuencias.

c. Experimentación

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La experimentación tiene como finalidad verificar la existencia de una relación entre dos
órdenes de hechos. El principio general siempre es el mismo. Modificar un dato y observar
las consecuencias de esta variación en una conducta.
El factor que el experimentador manipula es llamado Variable independiente. Un
experimento es la investigación que se efectúa bajo condiciones rígidamente controladas,
variando sistemáticamente una de las condiciones (variable independiente). Estas
características permiten reproducir el experimento cuantas veces sea necesario.
La Psicología basada en el método experimental busca la relación causa-efecto. Trabaja
con variables independientes (estímulos que el experimentador utiliza y varía a voluntad), y
saca conclusiones a partir de las respuestas del objeto sobre el que se experimenta
(variable dependiente).
Veamos un ejemplo: se trata de experimentar en qué medida la atención del sujeto (variable
dependiente) se altera con la cantidad de alcohol que ingiere. Se aumenta sistemáticamente
la cantidad de bebida alcohólica y se controlan sistemáticamente los cambios en la
capacidad de atención del individuo.
Variable independiente: estímulo que el experimentador utiliza y varía a voluntad. Es el
conjunto de condiciones suscitado por el experimentador o existente ya de por sí al
comienzo de la investigación.
Variable dependiente: es la respuesta que se obtiene o la situación que surge como efecto
de la existencia de la primera. Depende de aquella.
A medida que se fueron perfeccionando las técnicas en psicología experimental se comenzó
a conceder una mayor importancia a una tercera variable:
Variable interviniente: que no se investiga de forma directa pero su influjo se advierte en las
relaciones que se establecen entre las otras dos, por ejemplo las motivaciones del sujeto, su
historia pasada, la situación presente, el estado del organismo, etc. que determinan en
forma considerable el valor del estímulo y dirigen por lo tanto la respuesta. El control de
estas variables en la medida que sea posible, garantiza la mejor comprensión de los
resultados.

d. Elaboración y generalización de los resultados


Esta etapa de la experimentación comprende 3 momentos esenciales: la elaboración de los
resultados, las explicaciones y la generalización.
Elaboración de los resultados: a partir de los múltiples datos obtenidos hay que
establecer un orden, esto es clasificar los resultados obtenidos y reagruparlos de tal modo
que el experimentador pueda abarcarlos de una sola mirada (cuadros, gráficos, etc.).
Explicaciones: explicar consiste en buscar para cada caso si el tipo de relaciones
establecido no es un caso particular de una ley más general conocida y verificada. Es

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erróneo creer que un resultado sólo corresponde una explicación. Para un mismo
acontecimiento pueden utilizarse matrices de lectura diferentes.
Generalizaciones: la generalización se haría basada en la inducción a partir de uno o
varios hechos y otorgarle únicamente un valor probable. Si se puede generalizar a título
provisional una relación, hay que saber que el valor de la generalización es la confirmación
repetida de una relación mediante experimentaciones diferentes pero vecinas entre sí.
O sea el experimento debe ser repetido y comprobado por todos aquellos investigadores
que reproduzcan sus condiciones experimentales. Y una vez repetido y comprobado pueden
deducirse de él conclusiones generales.
Las técnicas de la experimentación varían tanto según los campos y problemas acometidos,
y son tan numerosos y variados los procedimientos específicos de medida, instrumentos,
etc. que se emplean, que muy poco puede decirse en términos generales sobre las
limitaciones de este método
Las críticas que se formulan son:
1. El psicólogo experimental pone demasiada distancia entre él y su objeto de estudio.
2. El experimento de laboratorio crea una situación artificial que no refleja la totalidad de las
características de la vida real.

4. MÉTODO PSICOANALÍTICO

El psicoanalista, una vez establecida una relación afectiva, con el sujeto, trata de sacar a la
superficie los recuerdos más profundamente sepultados y adquirir datos sobre el origen de
las desadaptaciones, conflicto y complejos existentes mediante el empleo de procedimientos
tales como el de las asociaciones libres, el análisis de los sueños y la transferencia. Con
estos mismos recursos el psicoanalista trata de reeducar a la persona tratada a fin de
conseguir en ella un equilibrio entre sus tendencias instintivas y las exigencias a que la
sociedad le obliga a someterse.
El principio fundamental del análisis de Freíd es el de las asociaciones libres. El mismo
Freíd describe el método de la manera siguiente: “Pedimos al enfermo que se sitúe en un
estado de autoobservación tranquila y que comunique sin reflexionar todo lo que viva en sus
procesos interiores: sentimientos, pensamientos, recuerdos, en la misma sucesión en que
aparecen. Le advertimos expresamente que no ceda a uno u otro motivo que podría dar
lugar a una elección o exclusión de algunos procesos de los que se le ocurren aunque sean
demasiado desagradables e indiscretos para ser relatados o sin importancia en el sentido de
que no pertenecen a esto o sin sentido, es decir, que no merecen ser mencionados.
Si de este modo se prescinde de las convenciones habituales, no sólo en el sentido de la
continuidad lógica, sino también en el de las costumbres, sentimientos penosos, etc., se
nota que el curso del pensamiento se determina más o menos claramente por lo reprimido.

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Generalmente esta relación no resulta consciente para el analizado. Pero el médico que
hace el tratamiento, el psicoanalista, puede interpretar la relación cuando llega a ser lo
bastante clara y llevar al paciente por medio de la interpretación a comprenderla y aceptarla,
a cesar en su resistencia y a permitir que lo reprimido llegue a la conciencia.
Al principio, Freud estaba interesado principalmente en reconstruir, por medio de las
asociaciones libres y por las interpretaciones ligadas a ellas, los conflictos patógenos.
Atribuyó la importancia esencial a la comprensión intelectual del pasado olvidado por el
paciente. Más tarde, su análisis se dirigió más precisamente sobre las diferentes formas de
resistencias que se presentan en el sujeto analizado y de las que, al principio, no tiene
conciencia.
Dos cosas son de un interés especial para la más profunda comprensión del método de
Freíd: la interpretación de los sueños, y la transferencia.

La interpretación psicoanalítica de los sueños


Durante el tratamiento ocurría con frecuencia que los pacientes relataban sueños que les
habían impresionado. Freud comenzó a interesarse por ellos. Al principio podían resultar
completamente ininteligibles. Pero las asociaciones que los pacientes tenían en relación con
los sueños parecían enseñar, sin embargo, que poseían un significado. Reuniendo
pacientemente las asociaciones a los diferentes eslabones de un sueño encontró Freud que
se relacionaban con ciertas vivencias y pensamientos, que formaban parte de una conexión
determinada. Cuando las imágenes del sueño se ponen en relación con las asociaciones
que despiertan desaparece lo casual y es posible dar una interpretación inteligible del
sueño. Detrás del contenido manifiesto o aparente se hallan los pensamientos latentes u
ocultos. Y estos pensamientos latentes del sueño expresan una satisfacción de deseos.
Sólo en los niños pequeños o bajo la presión de necesidades orgánicas urgentes puede
aparecer abiertamente el deseo que constituye la fuerza impulsora del sueño. En los casos
corrientes se presenta más o menos oculta o deformada. La transformación de los
pensamientos latentes del sueño en el contenido manifiesto, Freud lo llama trabajo del
sueño. Y el estudio de éste llegó a ser una de las fuentes más importantes para el
conocimiento de las particularidades de la vida psíquica inconsciente.
En los sueños se representan con frecuencia cosas y situaciones con la ayuda de símbolos
cuyo significado no conoce el que sueña.
Poco a poco la interpretación de los sueños comenzó a desempeñar un papel decisivo en el
psicoanálisis de Freud. El sueño se convirtió en una vía regia al inconsciente. El análisis de
los sueños le condujo en su doble sentido a las profundidades psíquicas que antes parecían
inaccesibles a la investigación psicológica. Conducía de nuevo al pasado olvidado del
individuo, a su infancia con sus vivencias, impulsos y disposiciones afectivas especiales.

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El concepto de Inconsciente obtuvo así una nueva interpretación. No sigue siendo un
nombre para los recuerdos latentes que se ocultan tras los síntomas neuróticos. “El
inconsciente es una región psíquica especial con deseos y formas de expresión propia y con
mecanismos psíquicos especiales que de ordinario son activos”. No sólo sueña el neurótico,
sino también el hombre sano. Freíd creyó poder demostrar con ayuda del análisis de los
sueños que también las reacciones psíquicas del individuo prácticamente sano, son
determinadas en grado considerable por el inconsciente.

La transferencia
En el psicoanálisis de Freud, desempeña un papel central, junto a la interpretación de los
sueños, otro factor: la llamada transferencia. El descubrimiento y la comprensión de los
fenómenos de transferencia, pertenecen a los aportes más importantes de Freíd a la
Psicología.
En el transcurso de un análisis, las asociaciones y los sueños del paciente comienzan a
ocuparse con la persona del analista. Esto en sí no es nada raro. Si en el análisis se
investigan detenidamente las reacciones que se desarrollan en relación con el psicoanalista,
se descubre algo particular. Aquellas se presentan con relativa independencia de las
propiedades puramente personales del analista, mucho más decisivo parece ser el análisis
mismo. Además, los sentimientos y las fantasías relacionadas con el analista muestran
progresivamente un manifiesto carácter primitivo e infantil. En las asociaciones y en los
sueños se identifica al psicoanalista con personas con las que el paciente ha tratado
anteriormente, sobre todo con personas de su infancia, en especial con los padres. Y en
correspondencia con los recuerdos de la primera infancia que aparecen se descubre que
estos recuerdos pueden ser anticipados en las reacciones contra el analista.
Por tanto, en la transferencia se reflejan conflictos y reacciones afectivas que el paciente
tuvo antes, como vivencia actual. Y el analista puede llegar a ser no sólo un mero objeto de
interés positivo y de amor, sino también víctima de ofensas sin motivo, de reacciones de
odio, de miedo y de protesta infundada.
Freud describe la transferencia aproximadamente del siguiente modo: en forma de un
enamoramiento que se dirige al analista, el paciente recobra vivencias psíquicas que tuvo
anteriormente, ha transferido al psicoanalista, las disposiciones psíquicas que estaban
agotadas en él, y que se hallaban íntimamente relacionadas con el origen de su neurosis.
Ante nuestra vista vuelve a adoptar las reacciones de defensa de entonces; querría volver a
vivir, en su comportamiento con el análisis, aquello que le ocurrió en este período olvidado
de su vida. Lo que nos muestra es, pues, el núcleo de su historia vital íntima. La reproduce
tangiblemente como presente, en vez de recordarla.

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Si el analista comprende las reacciones de transferencia y las sabe tratar con suficiente
paciencia, calma y abnegación, el paciente dominará poco a poco las tensiones afectivas
contra las que antes sólo podía defenderse con la represión.
El tratamiento de la transferencia se convirtió finalmente para Freud en el núcleo del proceso
psicoanalítico que, si tiene éxito, lleva consigo una profunda modificación de la personalidad
del analizado.
Entre las críticas que se le hace al psicoanálisis, podemos hallar las siguientes:
1. Que la finalidad primaria es más bien terapéutica que científica. El sujeto es examinado
desde el punto de vista de una teoría, aceptada de antemano por el psicoanalista
sobre la organización de la vida mental.
2. Los libros y artículos sobre psicoanálisis contienen el relato de análisis de casos,
algunos expuestos con todo lujo de detalles, pero no se procura reunir material
cuantitativo y estadístico.

Sin embargo no podemos ignorar que la tesis de Freud es casi una revolución copernicana y
que le infringió una ofensa muy sensible al narcisismo del hombre en sus delirios de
grandeza; merced al psicoanálisis se demuestra al yo que ni siquiera es dueño de su propia
casa, sino que depende de escasas noticias de lo que ocurre en la vida psíquica
inconsciente. El psicoanálisis es una psicología original que exige la atención de todos los
que se interesan por la Psicología.

5. MÉTODO CLÍNICO

Como ocurre con frecuencia con los métodos, esta actitud se afirmó en principio como una
reacción, una protesta contra las experiencias de laboratorio, como las de Fechner o de
Wundt, necesariamente artificiales y fragmentarias, y que no tienen en cuenta la intrincación
dinámica de los hechos concretos. Es también una reacción contra las estadísticas de
Galton y la acumulación de observaciones superficiales. Se trata por el contrario, y en esto
consiste la actitud clínica, de observar profundamente, durante mucho tiempo, a individuos
particulares que luchan con sus problemas, de conocer tan completamente como sea
posible todas las circunstancias de su vida, de modo que se pueda interpretar cada hecho a
la luz de todos los demás, constituyendo la totalidad un conjunto dinámico que no es posible
simplificar sin mutilarlo. Se trata de una actitud práctica que debe atender o aconsejar
concretamente, y se hace notar la fecundidad de ese papel en contraste con el del hombre
del laboratorio aislado de la realidad.
En el método clínico se procede a un estudio detallado y profundo basado en la observación
directa, en la entrevista y en la anamnesis con un enfoque global y unitario. El método
clínico tiene objetivos prácticos y se caracteriza por un contacto directo y personal del
investigador con la persona estudiada.

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Se interesa por resolver la problemática de un sujeto particular (aplicación práctica del
método clínico), pero eso no excluye su empleo en la investigación científica en Psicología.
El método clínico se vale de dos técnicas principales: la entrevista y el estudio biográfico
(estudio de casos). Estas técnicas implican un contacto directo y personal entre el
entrevistador y el sujeto de estudio. Por lo tanto aquí el investigador (observador) forma
parte del campo y de la situación, siendo una variable más que se debe tomar en cuenta.
La aplicación de este método comenzó en el campo de la psicopatología (enfermedades
mentales). Pero si bien la psicopatología fue la mejor escuela para la Psicología clínica, hoy
se utiliza para estudiar al ser humano en profundidad, se trate de una persona sana o
portadora de conflictos.
El psicólogo que se vale del método clínico parte del concepto de una unidad psicofísica, e
intenta abarcar la totalidad de reacciones de un sujeto en una situación: en el “aquí, ahora y
conmigo”. Cuenta con otras técnicas para ser aplicadas en la situación clínica, los tests,
especialmente de personalidad, proyectivos, asociación libre, etc.
El método clínico puede acercarse a las exigencias de una investigación en condiciones
experimentales. Cuando lo importante en el método clínico no es la anamnesis sino la
observación y el estudio directo de la situación (relación interpersonal) y de las reacciones y
valoración de los factores que intervienen en cada momento de la entrevista, el método
clínico se aproxima al método experimental.
El método clínico tiene muchas finalidades. Puede usarse para realizar un diagnostico al
servicio de un individuo que se quiere aconsejar, orientar o cuidar, puede ser utilizado en
laboratorios y hospitales, fábricas, etc. Aquí lo consideramos como un método de estudio de
las conductas humanas, mediante el análisis profundo de casos individuales.
Pero el método clínico también se emplea en la investigación, no es más que un caso
particular de la observación, lo que significa que es el primer paso en el camino
experimental, es la comprobación exacta de un hecho con la ayuda de los medios de
investigación y de estudios adecuados para su comprobación. El observador transforma el
hecho original en un hecho científico en el momento en que, a partir del dato, formula un
interrogante, o más exactamente, en el momento en que da base a una hipótesis. El hecho
no se presenta mas que a quien pregunta a la naturaleza y que ha esbozado un
razonamiento y planteado un problema. Un hecho no es nada en sí mismo; vale por la idea
que se le aplica o por la prueba que produce.
El arte del clínico consiste, no en hacer contestar, sino en hacer hablar libremente y en
descubrir las tendencias espontáneas, en vez de canalizarlas y ponerles diques. Consiste en
situar todo síntoma en un contexto mental, en lugar de hacer abstracción de ese contexto.
El examen clínico participa de la experiencia en el sentido de que el clínico se plantea
problemas, hace hipótesis, hace variar las condiciones que entran en juego y, finalmente

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controla cada una de sus hipótesis en contacto con las reacciones provocadas por la
conversación, pero el examen clínico participa también de la observación directa, en el
sentido de que el buen clínico, dirigiendo se deja dirigir, y tiene en cuenta todos el
encadenamiento mental, en vez de ser víctima de “errores sistemáticos”, como ocurre con
frecuencia en el caso del puro experimentador.
El método clínico ha prestado grandes servicios en un campo, donde sin él, no habría sino
desorden y confusión. El método clínico sólo se aprende por una larga práctica, se debe ser
un buen observador y a la vez buscar algo preciso, tener en todo momento una hipótesis de
trabajo, alguna teoría justa o falsa que comprobar.
La esencia del método clínico consiste en discernir el buen grano de la cizaña y en situar
cada respuesta en su contexto mental.
Según sea el valor de la hipótesis es el valor de la experiencia. Aunque la experiencia tenga
un valor preeminente en la administración de la prueba, la observación es, sin embargo,
fundamental. Y en verdad que los experimentalistas a veces han brindado a sus detractores
argumentos, preocupándose más por el rigor de sus medios que por el valor de sus
hipótesis. Los clínicos enfrentados a la necesidad de ayudar al enfermo, a menudo han sido
los primeros en poner el dedo sobre los verdaderos problemas psicológicos (afectividad,
motivación).
Lamentablemente, aún hoy día se plantean las oposiciones polares entre el método
experimental y el método clínico. El psicólogo experimental se poya en la tradición y
prestigio de su método y considera que el psicólogo clínico no hace ciencia, que es un
práctico que sólo utiliza o aplica la ciencia. El psicólogo clínico a su vez subraya y critica la
distancia del psicólogo experimental con los seres humanos y con la vida real reduciéndolos
a una situación artificial inexistente.
Esta oposición es absurda y nociva para la ciencia, porque la Psicología Experimental se
nutre de los problemas y observaciones realizadas por la Psicología Clínica, o procede a
verificar los datos de la misma. Los resultados de la Psicología Experimental tienen que ser
valorados con el criterio de la Psicología Clínica, y hay una actitud clínica que se debe
observar inclusive en la tarea experimental, detectando hechos significativos de la totalidad
del fenómeno que se está estudiando.
La psicología clínica es siempre el campo y método más directo y apropiado de acceso a la
conducta de los seres humanos y a su personalidad. Cuando la psicología experimental se
“libera” de la actitud clínica y del método clínico, ocurre que el psicólogo deja de estudiar
seres humanos para estudiar la técnica en lugar de servirse de la técnica para estudiar
seres humanos.
Así las Críticas al método clínico, desde fines del siglo pasado fueron:
1. Que sólo hace una aplicación práctica de los conocimientos psicológicos.

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2. La falta de validez de los estudios individuales.
Sin embargo, podemos decir que el valor del método clínico reside no tanto en la solución
que suministra a los problemas científicos, como en su capacidad de hacer surgir y plantear
problemas que otros métodos más adecuados científicamente han de resolver.
Su precisión aumenta con el número de observaciones similares y de conclusiones
establecidas idénticamente por observadores distintos.

5. MÉTODO DE LOS TESTS

Actualmente la técnica de los test es una de las más usadas en la investigación psicológica,
y probablemente una de las peores conocidas. Así es como se le atribuyen al psicólogo y al
test cualidades casi mágicas: “me voy a tomar un test para ver qué carrera me conviene
seguir”.
Qué son los Test? Pierre Pichot en “Los Test mentales”, define a los test como “una
situación experimental estandarizada que sirve de estímulo a un comportamiento. Tal
comportamiento se evalúa por comparación estadística con el de otros individuos colocados
en la misma situación, lo que permite clasificar al sujeto examinado ya sea
cuantitativamente, ya sea tipológicamente”.
Esta definición implica:
1. Que la situación experimental definida y reproducida idénticamente en todos los casos.
2. Que se registre el comportamiento resultante de la forma más precisa y objetiva posible
3. Que el comportamiento así registrado sea evaluado estadísticamente, con respecto a un
grupo de sujetos.
4. Que la clasificación del sujeto examinado con respecto al grupo de referencia sea la
meta del test.
Los primeros test mentales se construyeron con un método dirigido a la investigación en
psicología diferencial. Sin embargo encontraron inmediata ubicación dentro de todos los
campos de la psicología aplicada. Al mismo tiempo tienen gran importancia en el avance de
la psicología teórica. Representan un método auxiliar muy importante dentro de la psicología
clínica, pero sólo deben ser tomados como un dato más dentro del contexto total del
examen del sujeto.
Las condiciones fundamentales de un test deben ser:
A. Confiabilidad: es decir, debe ser seguro, en el sentido de que si se lo aplica varias
veces al mismo sujeto, se obtienen los mismos resultados (por supuesto que esto
depende del grado de estabilidad del rasgo psicológico en el sujeto).
B. Sensibilidad: permite detectar pequeñas diferencias, es capaz de discriminar y medir
con detalles aún los rasgos más leves y no visibles en un examen superficial.
C. Validez: es la cualidad por la cual un test mide lo que se pretende que mida.

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Estas pruebas, en síntesis, consisten en tareas estandarizadas que se presentan al sujeto,
de tal modo, que su ejecución en las mismas puede ser evaluadas por procedimientos
típicos.
Su objetivo reside en evaluar diferencias individuales o entre diversos grupos, sea con fines
clínicos de diagnósticos, sea con fines teóricos de verificación de hipótesis. Los test
constituyen en esencia un recurso experimental porque comparten condiciones
artificialmente creadas cuyas consecuencias se necesitan comprobar, pero en la actualidad
responden a fines clínicos y se los utiliza en psicopatología, psicología educacional,
industrial, social, etc.
Los podríamos clasificar en 3 grandes grupos:

1. Test psicométricos
Estos permiten ubicar a los sujetos dentro de una escala, miden pues el rasgo o los rasgos
investigados, que pueden ser: capacidad intelectual, alguna destreza especial como la
motricidad, la lateralidad, etc.
Los test psicométricos, que si bien surgen de la psicología diferencial tuvieron su auge en la
primera guerra mundial con los Army test, que consistían en pruebas colectivas que se les
tomaban a los sujetos con el fin de seleccionar personal. Luego, durante la segunda guerra
mundial se ampliaron y también eran utilizados colectivamente y averiguaban diferentes
aspectos de la personalidad de los individuos que se presentaban para las fuerzas armadas.
Pero el más importante en el nacimiento de estos métodos fue la escala de inteligencia de
Bidet-Simon de 1905 creada en respuesta a un requerimiento del Ministerio de Educación
Francés de clasificar la población escolar. Este fue objeto de numerosas revisiones como las
realizadas por Terman-Merrill en 1960, en la que puede medirse la inteligencia general,
expresada como: CI = EM x 100
EC
El Ewchsler (WISC para niños y WAIS para adultos) es otro test de inteligencia, consiste en
escalas de test verbales y de ejecución que se computan por separado, y luego se
promedian para obtener el CI final.
En los test psicométricos que evalúan otros aspectos, se cuentan los de destreza manual,
miden la exactitud y ritmo con que pueden ejecutar determinados movimientos, o que miden
aptitudes musicales o para trabajos administrativos, etc., que se aplican en forma individual
o colectiva, constituyendo baterías.
Muchas mediciones y pruebas se llevan a cabo en las que lo que primordialmente interesa
al investigador son las medidas en sí mismas, y no su valor, como indicadores de funciones
más complejas. Sin embargo, cuando nos encontramos frente a las más complejas
funciones del organismo, entonces, en primer término ha de separarse la función particular

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que queremos medir de la masa de las funciones mentales en que se hallan emplazadas y
luego demostrar que son los instrumentos de medida concebidos los apropiados para ello.
Difícilmente podría examinar en el lapso de que dispongo, las limitaciones de los test,
porque para ello, tendría que ir considerando por separado, cada uno de los recursos o
procedimientos que se han utilizado. Estos son tan numerosos y variados que ni siquiera me
es posible establecer amplias conclusiones generales que convengan por igual a todos.
Lo que sí puede decir es que fragmentan la complejidad de la vida mental y de la conducta
para analizar separadamente sus diferentes aspectos, esto desde ya es necesario para
realzar un estudio científico de la misma. El problema práctico que se presenta cuando
intentamos efectuar semejante delimitación, es el de encontrar un punto de apoyo o base
segura que nos permitan fundadamente separar para su estudio un aspecto de los demás,
de la vida psíquica.

2. Test de personalidad o proyectivos


A diferencia de los test psicométricos, evalúan la personalidad en cuanto estructura total. En
los primeros las respuestas se computan positivas o negativas. Mientras que en los test
proyectivos todas las respuestas son válidas. Los mencionados tests proyectivos o de
personalidad, son aquellas pruebas en las que el sujeto, puesto frente a un material
ambiguo expresa o da una interpretación al mismo y de esta manera pone de manifiesto
tendencias fundamentales de su personalidad.
Ampliamente utilizadas en los estudios psicológicos, trabajan con diferente tipo de material,
que se organiza en virtud de principios teóricos distintos, pero como lo reconocen los
autores que se han ocupado del problema general, descansan en 3 conceptos básicos:
percepción, proyección y personalidad.
En los tests proyectivos la situación está estandarizada con respecto a:
1. Presentación del material
2. La consigna que se da al sujeto
3. La forma de registro del material.
Se trata de explorar la personalidad de un modo intencional y sistemático, indirecto e
inadvertido para el sujeto. Decimos indirecto y no explícito porque, aunque el sujeto sabe en
forma amplia que el psicólogo está buceando en él, no sabe estrictamente a qué apunta
cada test, qué es lo que mide. La forma indirecta tiene la ventaja respecto de los
cuestionarios de no se deformar las respuestas en función de lo que el sujeto cree que el
psicólogo espera que él le diga.
Estas técnicas han suscitado cuestiones que van más allá de las estrictamente vinculadas a
su aplicación clínica y se refieren tanto a problemas teóricos como a problemas tecnológicos
(tales como el de la validación), si consideramos ineludible la articulación entre los
fundamentos teóricos, el uso y la validación de los instrumentos, un enfoque aislado de

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cualquiera de estos aspectos conduce a una resolución fragmentaria que sólo da respuestas
ilusorias.
En este sentido, diferentes autores reconocen que las técnicas proyectivas suscitan
interrogantes cuyas respuestas requieren una amplia investigación de los instrumentos
usados. Así, Mac Farlane y Tuddenham señalan que “el clínico no debe contentarse con la
utilidad práctica de sus instrumentos de trabajo, debe procurarse además que sean fiables y
que aporten algo a la teoría de la personalidad, debe mantener constantemente una
actividad vigilante para que sus instrumentos no acaparen todo su interés, haciéndole
malgastar en justificaciones de los mismos un tiempo que evidentemente sería mas
provechosos si lo invirtiese en crear y proyectar otros mejores”3
Como se ve, las deficiencias actuales del uso acrítico de los instrumentos es reconocido por
diferentes autores.
Este problema de la validación de las técnicas proyectivas ha sido señalado por otros
autores. Abt y Bellak afirman: “En toda ciencia o disciplina se da una interacción continua
entre la teoría y la práctica. En la psicología proyectiva se hace cada vez más necesario
lograr una integración entre la teoría y la práctica como paso necesario para un continuo
enriquecimiento mutuo del empirismo y la estructura conceptual. A medida que la
construcción de nuevos test proyectivos prosigue febrilmente surgen pruebas abrumadoras
de que los métodos han comenzado a sobrepasar sus bases teóricas y de que ha llegado ya
el momento de proceder a una rigurosa revisión de los fundamentos teóricos básicos4

Cuestionarios
Son tests compuestos por un número de preguntas más o menos elevado, presentadas al
sujeto por escrito y referentes a sus opiniones, gustos, comportamientos en ciertas
circunstancias precisas, sus sentimientos, intereses, etc.
Deben contestar por sí o por no, o bien elegir entre varias respuestas posibles indicadas en
el cuestionario. Su ventaja reside en la gran facilidad para ser interpretados.
La finalidad del método del cuestionario es la de reunir un gran número de observaciones
individuales que de ningún modo podrían ser hechas por una sola persona. Su eficacia
depende de la pericia con que haya sido elaborado, de la exactitud, especificidad, y forma
más o menos práctica en que hayan sido dispuestas las preguntas, de las capacidad de las
personas a quienes va dirigido, del tiempo que ha mediado desde que ocurrieron los hechos
que han de ser anotados y modo de selección de las personas a las que se envía. Se
encuentra sujeto a errores por imperfecta comprensión de los términos en que está
redactado, por defectos de memoria y porque las preguntas condicionen en cierto modo la

3
Anderson y Anderson. “Técnicas proyectivas del diagnóstico psicológico”, pág. 61. Ed. Rialp. (artículo sobre
“Problemas planteados en la validación de las técnicas proyectivas”)
4
Abt y Bellak. “Psicología proyectiva”. Parte Primera. Introducción a los fundamentos teóricos de la Psicología
proyectiva.

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reacción de quien las contesta. En general es necesario comprobar sus resultados por
medio de otros métodos.
Encontramos 2 tipos:
a. El cuestionario que intenta recoger la opinión de un grupo respecto a determinadas
situaciones, modos de conducta, etc.
b. El que trata de obtener datos, que la persona que llena el cuestionario conoce,
mediante la observación directa, datos a su disposición, etc.

Desde mi punto de vista el observador debe considerar las respuestas del cuestionario
como conductas y no como datos con contenido objetivo; las distorsiones posibles a las
respuestas del cuestionario son: insinceridad, influencia de los juicios de valor sobre las
conductas sometidas a la encuesta, es decir, de lo valorizado como bueno o socialmente
admitido y lo que se considera como malo o socialmente censurado.

Conclusión
La ciencia como los niños ha de arrastrarse entre de empezar a andar, y a andar antes que
pueda correr. A los métodos y las técnicas no puede encerrárselos en una rígida
clasificación de buenos o malos, de todo o nada. Ellos constituyen instrumentos útiles que el
hombre va elaborando a medida que avanza. El pecado en la ciencia no reside en el uso de
un determinado método particular, sino en dejar de utilizar un método más adecuado para la
resolución del problema que se investiga, cuando tal método existe.

Bibliografía utilizada

FREUD, S. “Dos artículos de Enciclopedia. Psicoanálisis y teoría de la Libido” en Obras


completas. Tomo VII. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid.
BOURDIEU Y PASSERON. Los Métodos de Sociología. Ed. Mouton.
PICHOT, P. Los Test Mentales. Ed. Paidos.
ANDERSON Y ANDERSON. Técnicas Proyectivas del Diagnostico Psicológico. Ed. Rialp.
ABT Y BELLAK. Psicología Proyectiva. Ed. Paidos.
CASTORINA, NAPOLITANO Y PIACENTE. Perspectivas Metodológicas del Estudio
Psicológico. En Revista De Psicología. UNLP.
BLEGER, J. Psicología de la Conducta. Ed. Centro Editor de América Latina.
BLEGER, J. Temas de Psicología. Ed. Nueva Visión.
DEL VAL, J. Lecturas de Psicología del Niño. Tomo I Las Teorías, los métodos y el
desarrollo temprano. Ed. Alianza Universitaria.
FRAISSE Y PIAGET. Historia y Método de la Psicología Experimental. Ed. Paidos.
MONTAGNE DE TORREZ. Defensa del Método Experimental Aplicado a la Psicología. En
Revista de Psicología: UNLP

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LEVINE Y ELZEY. Introducción a la Medición en Psicología y en Educación. Ed. Paidos.
O´NEIL. Introducción al Método en Psicología. Ed. Eudeba.
PICHON RIVIERE, Teoría del Vínculo. Ed. Nueva Visión.
FRAISSE, P. Manual Practico de Psicología Experimental. Ed. Kapelusz.
VAN DALEN Y MEYER. Manual de Técnicas de Investigación Educacional. Ed. Paidos.
ZIZIENSKY. Metodología de Investigación en Psicología y Psicopatología. Ed. Nueva Visión.

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