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Las alteraciones de la vía lagrimal se producen por un estrechamiento o cierre total en algún punto de su
trayecto, que impiden el drenaje de forma natural de las lágrimas.
Inflamación de la parte final del saco lagrimal y/o del conducto lacrimonasal, con aparición de un tejido
fibroso que ocluye la comunicación entre los párpados y las fosas nasales.
Infecciones. Cualquier patologia nasal, por solución de cotinuidad puede afactar a la via lagrimal
Cuerpos extraños. desde fosa nasal que atraviesan la válvula de Hassner ó , lo más frecuente es que
entren a traves de los puntos lagrimales (cosmeticos, Rimmel etc.)
Traumatismos nasosinusales
Anomalías óseas
La obstrucción de la via lagrimal conduce a la epifora ó lagrimeo constante. Si ademas se produce una
infección en el saco , nos producirá una Dacriocistis e incluso un Dariocele que puede drenar a piel.
Puntos clave
El pediatra es por lo general la primera persona que evalúa a los lactantes con obstrucción del conducto
lagrimal. Por lo tanto, debe estar familiarizado con la sintomatología que produce, así como conocer el
manejo inicial del cuadro.
La incidencia de la obstrucción del canal lagrimal afecta en torno al 2-20% de la población infantil de
recién nacidos. Se trata, por tanto, de una enfermedad frecuente y de gran relevancia social por la
preocupación que genera en los padres y el resto de familiares.
La sintomatología suele comenzar a partir de las 2 primeras semanas de vida y consiste en un aumento
del lagrimeo del ojo afectado (puede ser unilateral o bilateral) y con frecuencia secreción
mucopurulenta.
La mayor parte de los niños mejora espontáneamente antes de cumplir el primer año de vida. Por este
motivo, la conducta inicial debe ser conservadora, y se recomiendan las medidas higiénicas (lavado con
suero fisiológico) y el masaje sobre el saco lagrimal para aumentar la presión hidrostática en el canal
durante los primeros meses.
El tratamiento con antibióticos tópicos sólo se recomienda si se asocia conjuntivitis, con hiperemia
conjuntival e inflamación palpebral.
Se acepta que a partir del sexto mes de vida disminuye la frecuencia de casos que mejoran
espontáneamente, por lo que si persiste la clínica se deben remitir al oftalmólogo para valorar la
necesidad de permeabilización de la vía.
Obstrucciones canaliculares
Etiología
- Traumatismos.
- Sondajes repetidos.
- Radiaciones.
- Procesos inflamatorios.
- Infecciones locales.
Cuadro clínico
Tratamiento
Quirúrgico.
La obstrucción del conducto nasolagrimal lleva al desbordamiento por exceso de lágrimas conocido
como epífora. La obstrucción congénita puede causar una expansión quística conocida como
dacrocistocelia. Las personas que sufren de sequedad ocular pueden tratarse mediante la implantación
de tapones puntuales, que sellan los conductos y de este modo limitan la cantidad de fluido drenado,
reteniendo la humedad.
Infantil: La obstrucción total o parcial del conducto lagrimal afecta a un porcentaje elevado de la
población infantil; aproximadamente, un 10% de los recién nacidos tiene alguno de los síntomas
derivados del drenaje inadecuado de la lágrima. Según el grado de estenosis, se producirá un
estancamiento de la lágrima en los fondos de saco del ojo afectado que no siempre desborda hacia el
exterior.
clínica:
ETIOLOGÍA
Congénita: Una causa de obstrucción congénita es el desarrollo insuficiente de cualquier parte de los
conductos nasolagrimales. Típicamente, persiste una membrana en el extremo distal del conducto
nasolagrimal. Se presenta lagrimeo y secreción purulenta; el trastorno puede manifestarse como una
conjuntivitis crónica, que habitualmente comienza después de las 2 semanas de vida (más a menudo, a
las 3 a 12 semanas).
Adquirida: Existen muchas causas de obstrucción adquirida del conducto nasolagrimal. La causa es más a
menudo la estenosis del conducto nasolagrimal relacionada con el envejecimiento.
Es un bloqueo parcial o completo en el conducto que transporta las lágrimas desde la superficie del ojo
hasta la nariz.
La obstrucción del conducto lagrimal es común en los recién nacidos. Por lo general, la afección mejora
sin ningún tratamiento durante el primer año de vida. En los adultos, un conducto lagrimal obstruido
puede deberse a una lesión, una infección o, en raras ocasiones, a un tumor.