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Universidad Central Del Este

Sustentante:
Paola Maite Sosa Pio
Matricula:
2018-0930
Asignatura:
Otorrinolaringología
Tema:
Patologías de la Nariz
Docente:
Dr. Ramon Vásquez
Fecha:
07 de Julio 2023
Patologías Congénitas

Agenesia Nasal
Es la ausencia o falta de formación y desarrollo de las placodas
nasales en las etapas iniciales de la embriogénesis, con falta de
interacción entre el epitelio y la mesénquima. Esta lo puede
ocasionar trastornos en la migración y mecanismo de
apoptosis.
Morfología:

• Atresia completa y bilateral de coanas


• Hipoplasia del maxilar
• Arco palatino alto
• Microoftalmo unilateral o bilateral
• Colobomas de iris
• Hipertelorismo orbitario
Diagnostico:
El diagnostico de este se basa en examen físico y estudios de imágenes.
Tratamiento:
Se le realizaría ciertos procedimientos quirúrgicos como:

• Traqueotomía
• Gastrostomía
Cirugía la cual sería de reconstrucción definitiva en la segunda década de vida.

Atresia Coanal.
Es una alteración poco habitual, pero es la más frecuente
malformación nasosinusal apareciendo en uno de cada 5000 a
8000 recién nacidos vivos, con una frecuencia doble en mujeres
que en varones. Consiste en la imperforación congénita del
orificio posterior de las fosas nasales, que puede ser de varios
tipos:

• Unilateral o Bilateral
• Membranosa u ósea
• Aislada o asociada a otras malformaciones congénitas
Se han propuesto varias teorías de las cuales las más aceptadas son la persistencia de
la membrana bucofaríngea embriológica, donde hay una persistencia total o parcial del
mesen quima que los separa el espacio aéreo de las fosas nasales con el de la faringe.
También se propone la hipertrofia de las apófisis vertical y horizontal del palatino.
Clínica:
En el caso de atresia unilateral, puede pasar desapercibido hasta la juventud o edad
adulta, y producir solo una lactancia dificultosa para el niño. Sin embargo, la atresia
bilateral constituye una emergencia respiratoria y la rápida actuación puede salvar la
vida del paciente, ya que el recién nacido ventilla por la nariz.
Se debe de sospechar atresia bilateral de coanas cuando el recién nacido presente
disnea, cianosis, y retracción retro esternal que cede cuando el niño llora, penetra el
aire por la boca y se reinicia el ciclo de disnea. La bronca aspiración y la neumonía son
frecuentes en los casos de atresia porque el recién nacido no sabe coordinar
simultáneamente la respiración y la alimentación oral.
La atresia unilateral se presenta rinorrea unilateral y voz nasalizada, que generalmente
pasa desapercibida en el recién nacido, descubriéndose más tarde.
Diagnóstico:
Existen varias técnicas diagnósticas pero el sondaje intranasal imposible es la más fácil,
confirmado por la falta de paso a la orofaringe de azul de metileno instilado o con la
visualización de un stop radiológico al instalar lipiodol nasal. Pero la técnica más
sensible para el diagnóstico de la aterriza de coanas sigue siendo la TC nasosinusal, que
además informa de su composición y permite planificar la corrección quirúrgica.
Tratamiento:
La atresia de coanas bilateral requiere de corrección quirúrgica. Mientras esta no se
produzca, debe asegurarse la permeabilidad de la vía aérea del niño mediante la
colocación de una cánula de Guedel o un tubo de mayo. El tratamiento quirúrgico ha
variado: desde las perforaciones con trocar o fresado al láser en los últimos años. El
acceso quirúrgico para la corrección puede hacerse por vía transnasal, transeptal,
transantral o transpalatina, siendo esta ultima la más usada.

Estenosis de la apertura Piriforme.


Es la alteración del desarrollo embrionario
del hueso maxilar que ocurre entre la 5ta y
8va semana de gestación. Y el crecimiento
excesivo de la apófisis ascendente origina la
estrechez de la apertura piriforme. Esta
apertura es el punto más estrecho de la
porción ósea de la fosa nasal, por lo que una
pequeña disminución de su área supone un
gran incremento de la resistencia al paso de
aire. Su diámetro normal es > 11 mm. Es una malformación de causa desconocida y
poco frecuente. Se considera una forma menor de holoprosencefalia.
Sintomatología:

• Apneas
• Dificultad respiratoria
• Rinolalia
• Mega incisivo
• Cianosis cíclica

Diagnostico:
Su diagnóstico se realiza mediante tomografía computarizada (TC) de las fosas nasales
cuando el diámetro transverso máximo del orificio piriforme es menor de 11mm.
Se presenta el caso de una paciente con un cuadro de dificultad respiratoria episódica
desde el nacimiento. Se le realizó TC de las fosas nasales y se le diagnosticó ECOP.
También se analizaron las anormalidades típicamente asociadas.

Tratamiento:
Este se trata de dos formas una conservadora y la quirúrgica.
La conservadora:
Aspiración de secreciones.
Humidificación.
Descongestión local.
La quirúrgica:

• Expansión de la luz de la apertura piriforme.

Quistes Nasales
¿Qué son los quistes nasales?
Los pólipos nasales son unas formaciones
blanquecinas que aparecen en el interior de las
fosas nasales o de los senos paranasales y que son
debidos a un proceso inflamatorio de la mucosa.
Estos pólipos son benignos, pero pueden crecer
hasta el punto de llegar a obstruir completamente
las fosas nasales.
Masas congénitas de la línea media nasal.
Los dermoides, gliomas y encefaloceles (en orden decreciente de frecuencia) aparecen
dentro o fuera de la nariz, y en ocasiones presentan conexiones intracraneales o
pueden extenderse hacia el interior del cráneo, con una comunicación con el espacio
subaracnoideo. La teoría sobre el desarrollo embrionario de las masas nasales
congénitas de la línea media nasal es la retracción defectuosa del divertículo dural. Los
dermoides y epidermoides son los tipos más frecuentes de masas congénitas de la
línea media nasal, y se ha descrito que representan hasta el 61% de las lesiones. Los
dermoides nasales son firmes, no compresibles e indoloros, y tienen con frecuencia
una fosita o una excavación en el dorso de la nariz (en ocasiones con pelo). Pueden
predisponer a la aparición de infecciones intracraneales si hay una fístula o un seno
intracraneal, aunque es más frecuente la infección de repetición del propio dermoide;
debido al riesgo de infección grave, en los dermoides nasales siempre está indicada la
extirpación quirúrgica. Los gliomas, o tejido encefálico heterotópico, son masas firmes,
mientras que las encefaloceles presentan una consistencia blanda y aumentan de
tamaño cuando el niño llora o realiza una maniobra de Valsalva. El diagnóstico se basa
en la exploración física y las pruebas radiológicas. Con la TC se observan mejor los
detalles óseos, pero la resonancia magnética (RM) es útil también debido a su mayor
capacidad de determinar la extensión intracraneal. Suele ser necesaria la resección
quirúrgica de estas masas, y la extensión y la vía de abordaje de la cirugía dependen
del tipo y el tamaño de la masa.

Otras masas nasales son hemangiomas, obstrucción congénita del conducto


nasolagrimal (que puede manifestarse con una masa endonasal), pólipos nasales y
algunos tumores, como el rabdomiosarcoma. Los pólipos nasales no suelen estar
presentes en el momento del nacimiento, mientras que las demás lesiones aparecen
ya desde el nacimiento o en los primeros días de vida.
Un desarrollo escaso de los senos paranasales y una vía respiratoria nasal estrecha se
asocian a infecciones crónicas o de repetición en el síndrome de Down.

Quistes dermoides

Se originan en el ectodermo y mesodermo, por lo que pueden


contener todas las estructuras de la piel normal. Existe controversia
sobre su desarrollo. En el embrión, hay dos áreas que son candidatas
potenciales: el espacio del fonticulus frontalis, que está entre los
huesos frontal y nasal en desarrollo, y el espacio prenasal, situado
entre los huesos nasales y el tabique en desarrollo. No está claro si
los dermoides se producen por la inclusión de tejido dérmico en el
fonticulus frontalis o por la persistencia de duramadre en el espacio
prenasal, que a continuación contacta con la piel y forma un quiste.

La presentación clínica consiste en una masa de la línea media, que


aumenta de tamaño de forma gradual, o en un pequeño seno en la
superficie cutánea, que puede aparecer en cualquier localización desde la glabela
al philtrum. El seno representa un tracto fistuloso, por lo que puede supurar de forma
intermitente. También puede haber pelo en el seno.
Diagnóstico y tratamiento del quiste dermoide:

La prueba de elección es una RM para evaluar la presencia


de un quiste único o de múltiples quistes y para delimitar
cualquier componente intracraneal. La TC puede ser útil
para demostrar la anatomía ósea.

El quiste puede infectarse y se recomienda la resección


quirúrgica precoz.

El abordaje de rinoplastia externa ha sido la opción


preferida para las lesiones localizadas en la mitad inferior
de la nariz, mientras que otros autores consideran que es
una técnica excelente para todas las masas de la línea
media.

Se ha descrito una incisión en la ceja para las lesiones más altas con extensión
intracraneal.

Más recientemente, se han descrito las técnicas endoscópicas, con buenos resultados.

Encefalocele/meningocele/glioma/heterotopia glial
Estas anomalías congénitas se manifiestan como masas
nasales de la línea media causantes de grados variables
de obstrucción y deformidad nasal.

Una encefalocele o meningocele nasal es una herniación


del contenido intracraneal en la nariz. El primero contiene
tejido encefálico y meninges, mientras que el segundo
solo contiene meninges y líquido cefalorraquídeo (LCR).
Su incidencia combinada es de alrededor de 1/4.000
nacidos vivos y se distribuyen por igual entre ambos
sexos.

Los encefaloceles se clasifican como frontoetmoidales o basales. Los fontoetmoidales se


originan entre los huesos frontal y etmoides, en el agujero ciego o por delante de él, por
lo que se observan en distintos puntos de exteriorización en la cara y es más probable
que se asocien con una deformidad craneofacial. Los tipos basales se presentan a nivel
intranasal como defectos de la base del cráneo causantes de obstrucción nasal y de un
ensanchamiento del puente nasal, por lo que son el tipo más frecuente observado por
el otorrinolaringólogo.

Los gliomas son masas de la línea media que contienen células gigantes y tejido fibroso
y vascular. Son similares a los encefaloceles, pero han quedado separados de las
estructuras intracraneales. Sin embargo, alrededor del 15% se mantienen unidos al
encéfalo mediante un tallo fibroso. No suele haber anomalías asociadas del encéfalo del
niño. Una masa de tejido glial en la cavidad nasal o la nasofaringe se denomina en
ocasiones «heterotopia glial» para distinguirla de un cuadro neoplásico.

Los gliomas suelen tener un color rojizo, son firmes y no compresibles, a diferencia de
los encefaloceles y meningoceles, que tienden a ser azulados, pulsátiles y compresibles.

Una sonda debería pasar lateralmente, pero no medialmente a una encefalocele


intranasal. La compresión de la vena yugular interna suele causar que un encefalocele
aumente de tamaño, lo que no sucede con el glioma (prueba de Furstenberg).

Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se
puede sospechar
por la clínica, pero
se deben realizar
pruebas de imagen
en todas las masas
nasales de la línea
media en los niños.
La RM es la técnica
más eficaz debido a
su mejor resolución
de los tejidos
blandos y porque la
porción anterior de
la base del cráneo
consta de cartílago
no osificado y
puede aparecer
como una dehiscencia ósea en la TC. Sin embargo, la TC también puede ser útil, sobre
todo si se planea una escisión guiada por la imagen.
Cuando se confirma el diagnóstico, se recomienda la resección quirúrgica.
Los gliomas de la porción inferior de la nariz pueden resecarse por un abordaje de
rinoplastia externa, pero cada vez se recomienda más la escisión endoscópica. En una
revisión de 15 pacientes de 0-14 años, se han demostrado unos resultados excelentes
con este abordaje guiado por la imagen. Estas lesiones suelen resecarse cuando están
presentes debido a que son sintomáticas o para confirmar el diagnóstico histológico
correcto.

El tejido heterotópico glial se reseca a demanda. Esto puede realizarse por vía
endoscópica desde el espacio posnasal con un telescopio de 0 o de 120 grados.

Se recomienda un tratamiento conjunto con un equipo microquirúrgico para los


encefaloceles y meningoceles, con el fin de planificar la vía quirúrgica adecuada y la
reparación del defecto creado. Se pueden producir problemas como hipertensión
intracraneal y tal vez sea necesario realizar una derivación ventriculoperitoneal
preoperatoria.

Se ha utilizado habitualmente un colgajo bicoronal con una craneotomía frontal para


acceder a la porción intracraneal y un abordaje intranasal para la porción extracraneal.

El abordaje transcraneal se asocia a riesgos como anosmia, hemorragia intracerebral,


edema cerebral, epilepsia y disfunción del lóbulo frontal. También conlleva una cicatriz
postoperatoria evidente.

Con el aumento de la experiencia de la cirugía endoscópica de la base del cráneo guiada


por la imagen, se puede lograr una escisión segura en algunos casos sin necesidad de
una craneotomía formal. La lesión se extirpa y el cuello del saco se reseca a nivel de la
base del cráneo con la conservación de toda la mucosa circundante que sea posible. El
defecto creado debe cerrarse para evitar una fístula de LCR y una posible meningitis. Si
es pequeña, la fascia temporal, la mucosa o un injerto compuesto del cornete inferior
puede ser suficiente, con esponja de gelatina y un taponamiento nasal como soporte.
Los defectos más amplios pueden requerir una reconstrucción con fascia lata y
posiblemente hueso del tabique o de la cortical mastoidea. El papel de la profilaxis
antibiótica es objeto de debate.

Fistulas nasales.

Las fístulas de líquido cefalorraquídeo surgen tras la ruptura de las barreras que
separan la cavidad nasal y senos paranasales de los espacios subaracnoideos: base
craneal, duramadre y membrana aracnoidea. El síntoma principal es la rinorrea
unilateral. Estas son raras, aparecen a partir de los 30 años. Los síntomas que se
presentan con mayor frecuencia en esta patología son: rinorrea y cefalea, así como
episodios de meningitis. Las fístulas espontáneas tienen un bajo índice de remisión,
por lo que casi siempre requieren tratamiento para reparar el defecto.
Para que exista una fístula espontánea de LCR debe haber un defecto óseo, disrupción
de la duramadre y aracnoides, y un gradiente de presión. Las fístulas de LCR son un
serio problema y una condición potencialmente fatal cuyo manejo requiere un
abordaje multidisciplinario; ya que la meningitis asociada a la fístula puede poner en
riesgo la vida. Las fístulas de LCR no traumáticas ocurren principalmente en adultos
mayores de 30 años y en algunas ocasiones se asocian con: síndrome de la silla turca
vacía, hipertensión intracraneal e hidrocefalia, infección de senos paranasales,
tumores (adenomas), sobreneumatización del seno esfenoidal, malformación de la
base del cráneo y obesidad.
Durante la última década el manejo de fístulas ha cambiado por la introducción de la
cirugía endoscópica, ya que la introducción del abordaje mínimamente invasivo por
endoscopía endonasal han facilitado el abordaje extradural y han demostrado ser
seguros y eficaces en el manejo de las fístulas de LCR disminuyendo el riesgo de
morbilidad, el riesgo de alteración en el sentido del olfato y los días de hospitalización
del paciente.
La fluoresceína intratecal se usa con frecuencia en la cirugía endoscópica para la
reparación de fístulas de LCR para indicar la salida del líquido. Se han usado varios
materiales como injerto para el cierre de fístulas de LCR (por ejemplo: grasa
abdominal, fascia lata, cartílago septal, rotación de colgajo de cornete medio, colgajo
de mucosa nasoseptal.
Pueden ser primarias o espontáneas (3-4%), relacionadas con malformaciones de la
base craneal y con la obesidad. Las secundarias suponen la inmensa mayoría de los
casos y aproximadamente el 80% surgen en el contexto de traumatismos
craneofaciales con fracturas de la base craneal. El resto (16%) son iatrogénicas como
resultado de intervenciones quirúrgicas endonasales o de la base craneal.
El desarrollo de la cirugía endoscópica endonasal ha supuesto un arma terapéutica
menos invasiva y eficaz. Sin embargo y aunque la literatura reciente propone el
tratamiento endoscópico de las fístulas como de elección, existen condiciones
específicas donde el tratamiento quirúrgico tradicional abierto sigue estando vigente.
La reconstrucción es una fase indispensable en cualquier procedimiento quirúrgico
complejo. Cuanto mayor es la afectación de estructuras anatómicas críticas durante la
cirugía mayor es la demanda en la integridad de la reconstrucción. Cualquier defecto
de la base craneal que permita una comunicación directa del contenido intracraneal
con la fosa nasal y/o senos paranasales requiere reconstrucción; esta debe ser segura y
hermética.
La reconstrucción primaria es imperativa en estos procedimientos para asegurar la
supervivencia, siendo el método reconstructivo ideal aquél que reduzca al máximo el
número de complicaciones. No debe interferir con las pruebas de imagen de control
posquirúrgicas y proporcionar un resultado estético y funcional óptimo. Hemos de
tener en cuenta la posibilidad de lesiones durales en ausencia de fístula de LCR dada la
posible obstrucción al flujo sinusal. La tasa de complicaciones infecciosas está en clara
relación con tres variables expuestas:

• Duración prolongada de la rinorrea.


• Fracturas desplazadas de gran tamaño.
• Proximidad de las fracturas a línea media
Estas variables presentan un efecto acumulativo. Fracturas que combinan estos
criterios deben ser tratadas quirúrgicamente tan pronto como el edema cerebral
postraumático lo permita.

Atresia anterior o vestibular.


La

consecuencia más común de la rinoplastia es una reducción del espacio vestibular


nasal debido a sinequias y tejido cicatricial en el vértice de la cúpula vestibular. Para
prevenir la atresia vestibular, el autor utiliza el abordaje transcartilaginoso para los
procedimientos de rinoplastia. Luego modela el cartílago, dejando al menos un margen
de 3 mm de ancho de los cartílagos laterales inferiores, que forman el relieve de la
zona basal de la nariz. Al final de la operación, se proporciona una adaptación
cuidadosa de la mucosa mediante puntos de catgut junto con un taponamiento
cuidadosamente ajustado desde el interior y una férula de yeso de París desde el
exterior. Se deja libre la incisión de la cúpula vestibular, ajustada únicamente por el
taponamiento. De esta manera, es posible el drenaje continuo de un eventual
hematoma en el taponamiento. El taponamiento se retira al tercer día después de la
cirugía. Durante un período de 15 años de uso de este método, ninguno de los
pacientes operados mostró signos de atresia.

Hendiduras nasales.
Es un defecto poco frecuente
del desarrollo embrionario,
caracterizado por coloboma
uni o bilateral de la nariz, que
varía en gravedad desde una
pequeña hendidura, que
produce una desviación
menor del tabique nasal,
hasta fisuras del ala nasal de
tamaño variable que pueden
estar asociadas a pequeños quistes o senos en la línea media nasal. El defecto puede
ser aislado o puede ocurrir junto con labio leporino y/u otras anomalías craneofaciales
(p. ej., hipertelorismo, ensanchamiento de la raíz nasal, hendidura de la línea media).
El dorso y el ápice nasales suelen estar bien preservados.

Polirinia o nariz doble:


Es una malformación congénita grave y
muy poco frecuente caracterizada por la
duplicación completa de la nariz,
resultando en la presencia de dos narices
completamente desarrolladas, a menudo
asociadas con atresia de coanas, que
provoca dificultad respiratoria y requiere
intervención quirúrgica.
Se desconoce la prevalencia, pero la
polirinia aislada es una anomalia
extremadamente rara. Todos los casos
descritos son esporádicos.
La malformación parece provenir de un
defecto en la embriogénesis que conduce
a una duplicación el proceso nasal
medial.

Probóscide:

La nariz o la mitad de la nariz se reemplazan por un


apéndice tubular, similar a una nariz, pobremente
desarrollado. La mayoría de las probóscides se
encuentran en la línea media de la cara. Los casos muy
raros se localizan junto a la línea media.

• Probóscide de la línea media:


Una trompa de línea media se encuentra en la línea media de la cara, encima o entre
los ojos. Una probóscide en la línea media siempre se asocia con una nariz ausente,
anomalías oculares graves, a veces solo hay un ojo central y anomalías cerebrales muy
graves como holoprosencefalia. Estas formas graves de holoprosencefalia combinadas
con probóscide a menudo se asocian con anomalías cromosómicas. Los cromosomas
son donde se guarda la mayor parte de nuestra información genética.
• Probóscide lateral:
En casos muy raros, la probóscide se encuentra junto a una nariz normal o junto a una
media nariz. Esto se llama probóscide lateral. Una probóscide lateral es un tipo
diferente de probóscide que una probóscide de línea media. Una probóscide lateral
puede ser una anomalía aislada, pero el riesgo de anomalías oculares o hendiduras en
el labio superior, el paladar o la mejilla es alto. Las anomalías cerebrales a veces están
presentes, pero son raras. La inteligencia suele ser normal.

Nariz bífida.
Es una malformación congénita poco
frecuente, de herencia autosómica dominante
o recesiva, caracterizada por hendiduras en la
nariz que varían desde un surco mínimamente
perceptible en la columela, hasta una
hendidura completa de los huesos y cartílago
subyacentes (dando lugar a ''dos medias
narices'') con una vía respiratoria, por lo
general, adecuada. Se observa nariz bífida en
la displasia frontonasal, al tiempo que se
pueden asociar otras malformaciones, tales
como hiperteleorbitismo y hendiduras de la
línea media del labio.
Patologías Adquiridas.

Epistaxis
El origen de la hemorragia suele ser
anterior y se asienta en el área de
Kiesselbach, conocida también como área
de Little, que se sitúa en la porción
anteroinferior del septo. Con menos
frecuencia es posterior, con sangrado por
orofaringe, y suele provenir de la arteria
esfenopalatina o sus ramas.
Aunque la mayoría de las epistaxis son
idiopáticas, sobre todo en jóvenes.
Factores Etiológicos, se incluyen los siguientes:

• Locales: Sequedad de mucosas y traumatismos nasales accidentales y


quirúrgicos, perforaciones septales, rinosinusitis infecciosas y alérgicas,
tumores nasosinusales y de cavum (benignos, como angiofibroma
nasofaríngeo juvenil, y malignos).
• Generales: Arteriosclerosis e HTA (en ancianos, sangrados más posteriores
y de peor control), las alteraciones de la coagulación (toma de
anticoagulantes, Von Willebrand, hemofilia, tumores hematológicos) o
alteraciones hormonales (embarazo, pubertad, menstruación).
• Enfermedad de Rendu-Osler: Enfermedad hereditaria con múltiples
telangiectasias en mucosas de fosas nasales, vía aerodigestiva superior y
piel.
Diagnóstico:
Se basa en una adecuada anamnesis (cuantía de la hemorragia y factores etiológicos
asociados). Requiere el control de constantes (presión arterial y frecuencia cardíaca),
así como la localización del punto sangrante mediante rinoscopia anterior, endoscopia
nasal y exploración de la orofaringe.
Tratamiento:
Según la gravedad, es preciso seguir una escala ascendente:

• Cauterización con nitrato de plata o eléctrica, bajo visión con control


preciso del vaso sangrante por rinoscopia en las epistaxis anteriores o
endoscopia en las posteriores.
• Taponamiento anterior, durante 48-72 horas (si se mantiene más tiempo,
se debe añadir antibiótico oral para evitar sinusitis.
• Material hemostático reabsorbible (surgicel, gelfoam).
• Gasa de borde.
• Esponjas deshidratadas (merocel).
• Taponamiento posterior y sondas con balón: requiere ingreso hospitalario y
tratamiento con antibiótico.
• Cirugía: cauterización de arteria esfenopalatina o arteria etmoidal anterior.
• Embolización (maxilar interno, carótida externa).

Rinitis.

La rinitis consiste en la inflamación de la


mucosa que recubre las fosas nasales; uno
habla de rinosinusitis si esta inflamación se
extiende a la mucosa de los senos
paranasales.
Rinitis en la que predomina la congestión:
Resfriado común ("coriza", rinitis aguda
inespecífica) La causa es viral y el rinovirus
es el agente etiológico más común. Los síntomas son los de un cuadro gripal: fiebre,
malestar general, obstrucción nasal, secreción nasal al principio acuosa y luego más
viscosa, y disminuyó sentido del olfato, generalmente transitorio. Exploración por
rinoscopia anterior evidenció marcada congestión mucosa.
TX: Su tratamiento es sintomático, durante una semana, que es el tiempo que dura la
episodio suele durar. Los descongestionantes se utilizarán durante aproximadamente
una semana (no abusar de los vasoconstrictores por el riesgo de rinitis),
antiinflamatorios, analgésicos, antipiréticos.
Rinitis alérgica.
Concepto: Muy predominante (25% de la
población). Dependiendo del tipo de
neumoalérgeno, la rinitis puede ser estacional
o perenne.
SX: Los síntomas típicos consisten en
estornudos en ráfagas, obstrucción nasal,
lagrimeo rinorrea y picor nasal y/u ocular.
La mucosa que recubre los cornetes muestra
una palidez característica. Desde la etiología
es alérgica, habrá un aumento de eosinófilos en sangre y exudado nasal, así como IgE
en sangre total y específica (RAST). Las pruebas cutáneas alérgicas (Prick-test)
confirman el diagnóstico.
TX: Su tratamiento es el mismo que el de cualquier proceso alérgico: evitar exposición
a alérgenos, antihistamínicos, corticoides intranasales.
Rinitis vasomotora.
Aparece en la edad media de la vida y los síntomas son muy similares (episodios de
estornudos, obstrucción y secreción nasal clara).
Etiología: se debe a una hiperfunción parasimpática y los desencadenantes son muy
inespecíficos: cambios bruscos de temperatura, corrientes de aire, olores irritantes.
Esta rinitis se ve favorecida por fármacos como la reserpina, cambios hormonales
como hipotiroidismo, embarazo, toma oral anticonceptivos. Las pruebas de laboratorio
son negativas.
TX: El tratamiento se basa en supresión de irritantes, corticoides nasales y, en casos
resistentes, acción sobre el nervio vidiano (neurectomía, coagulación o criocirugía).
Rinitis hipertrófica crónica:
La repetición sucesiva de episodios de rinitis aguda genera fenómenos inflamatorios.
Estos cambios son responsables de la obstrucción.
Rinitis vasomotora:
Secreción nasal, disminución del sentido del olfato y rinorrea presentan estos
pacientes. Dado el crecimiento excesivo del cornete inferior, si los síntomas no
mejoran con medidas conservadoras, cirugía de cornetes inferiores debe recurrirse a
(reducción volumétrica mediante radiofrecuencia o ultrasonido, turbinoplastia).
Rinitis crónica no alérgica con eosinofilia (NARES) o intrínseco:
Es una rinitis crónica (obstrucción nasal, hiposmia e hidrorrea, sin prurito nasal o
estornudos), perenne, con abundantes eosinófilos en el exudado nasal que, sin
embargo, no es de etiología alérgica. Se asocia con sinonasal poliposis y asma. Su
tratamiento se basa en el uso de corticoides tópicos.
Rinitis por drogas o farmacos:
Pueden presentarse tanto con obstrucción como con sequedad. Ciertos medicamentos
de uso común, como aspirina, anticonceptivos orales, vasoconstrictores y
bloqueadores B, son algunos de sus ejemplos.
Rinitis en la que predomina la sequedad:

• Rinitis seca anterior: La sequedad se manifiesta en los 2/3 anteriores de la fosa


y puede ser causado por varios factores: ambientes secos, polución, aire
acondicionado... Es común ver signos de sangrado, además de lesiones
costrosas, por rinoscopia anterior. Esta rinitis se trata con abundante
hidratación (lavados con solución salina o agua de mar) y ungüentos oleosos.
• Ocena: Es una rinitis atrófica crónica asociada a cacosmia. Lo más frecuente El
microorganismo aislado es Klebsiella ozaenae. El paciente, generalmente una
mujer joven y frecuentemente de raza asiática, a pesar del hedor característico
de las costras, no tiene percepción de ello; es decir, hay cacosmia con anosmia
de la persona que lo padece.

Enfermedades sistémicas que se asocian con la rinitis.

• Enfermedades granulomatosas: Poliangitis granulomatosa (anteriormente


granulomatosis de Wegener). Aunque muchas veces el diagnóstico se establece
cuando presentan insuficiencia pulmonar o síntomas renales, la manifestación
inicial más frecuente es generalmente sinonasal (presencia de granulomas,
perforación septal).
• Granuloma o lesión destructiva de la línea media facial: Es relacionados con
los linfomas de células asesinas naturales (NK). El tratamiento de elección es la
quimiorradioterapia.
• Rinoescleroma: Producida por Klebsiella rhinoscleromatis, también puede
afectar la laringe. Es endémica de América Central, África tropicaln Clínica y la
india Hay presencia histológica de células de Mikulicz (macrófagos que han
fagocitado el bacilo). El tratamiento se realiza con ciprofloxacina; La cirugía se
reserva para complicaciones y fibrosis de la Fosas nasales.
• Sarcoidosis: Granulomas epitelioides no caseificantes que engrosan las fosas
nasales mucosa causando insuficiencia respiratoria nasal. Suele asociar
síntomas pulmonares. El tratamiento se realiza con corticoides e
inmunosupresores (metotrexato, azatioprina).

Rinosinusitis.
La rinosinusitis se define como la inflamación de
la mucosa que reviste ambos las fosas nasales y
los senos paranasales.
Bacteriología y clasificación:
Rinosinusitis aguda (menos de 8 semanas de
evolución) Los microorganismos más implicados
en orden de frecuencia son el neumococo (P06),
Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis.

Rinosinusitis crónica: (con o sin poliposis sinonasal) Anaerobios (Veillonella spp.,


Peptococcus spp., Corynebacterium acnes) adquieren gran relevancia, algo que
también ocurre en maxilar agudo sinusitis de origen dental.
Rinosinusitis fúngica:

• Sinusitis por Aspergillus: Principalmente por A. fumigatus. La infección puede


ser no invasivo, invasivo o fulminante. Este último es típico de pacientes
inmunodeprimidos, el hongo invade el seno, la órbita y las estructuras
intracraneales.
• Mucormicosis rinocerebral: Ocurre principalmente en diabéticos en
cetoacidosis.
o Coma y en pacientes inmunocomprometidos. Además del seno
síntomas (erosión de la mucosa, hueso y tejidos blandos adyacentes),
ptosis, oftalmoplejía, compromiso de los nervios III y VI y sistémico.
Pueden aparecer síntomas (pulmonares, gastrointestinales...). La
progresión de la enfermedad es rápida. El tratamiento es el mismo que
en el caso anterior (con anfotericina intravenosa y desbridamiento
quirúrgico).
• Micetoma o "bola fúngica": Ocurren en inmunocompetentes huéspedes, sin
penetrar o invadir la mucosa del seno o produciendo erosiones óseas. Se
visualiza en la TC como una ocupación con calcificaciones y el tratamiento
consiste en su evacuación quirúrgica.
 Sinusitis fúngica alérgica (SAF): Es la entidad descrita más reciente descripción
en la que el hongo coloniza el seno de un atópico y paciente
inmunocompetente y actúa como un alérgeno desencadenando una inmunidad
respuesta.
Localización:
El seno más afectado en los niños es el etmoides, ya que es el primero en
desarrollarse. En el adulto es el maxilar seguido en cuanto a su frecuencia por el
etmoides, el frontal y el esfenoides (P07). Si la sinusitis afecta a todos los senos
paranasales, se llama pansinusitis.
El paciente con sinusitis aguda presenta cefalea intensa que es suele empeorar con
maniobras que aumentan la presión intrasinusal, como como bajar la cabeza. Se asocia
con rinorrea purulenta y dolor selectivo a la palpación de los puntos sinusales. La
sinusitis crónica, por otro mano, no es tan florida y por lo general se presenta con una
nariz que moquea acompañada por insuficiencia respiratoria nasal.
En cualquier sinusitis se cerrará la rinolalia (no hay que olvidar que el abierto aparece
en insuficiencia velopalatal).
Diagnóstico:
En la rinosinusitis aguda, el diagnóstico es predominantemente clínico, con una
anamnesis adecuada y una exploración básica mediante rinoscopia, palpación sinusal,
examen orofaríngeo (rinorrea o posterior secreción de material purulento por las fosas
nasales).
En la rinosinusitis crónica, la endoscopia nasal es un elemento importante en el
diagnóstico, ya que, al permitir la exploración de las fosas en su parte media y
posterior tercero, revela la existencia de rinorrea en el meato medio y las posibles
causas de obstrucción de este meato.
La radiografía de senos paranasales se utilizó clásicamente, aunque la TC es
actualmente el método de diagnóstico radiológico de elección olicitada en casos de
sospecha de rinosinusitis aguda complicada (si hay sin sospecha de complicación, el
diagnóstico es clínico) y en el estudio de rinosinusitis crónica. Sinusitis maxilar
izquierda. TC coronal de senos paranasales y endoscopia de la fosa nasal izquierda
(rinorrea purulenta en el meato medio).
Tratamiento:
El tratamiento se basa en antibioticoterapia (amoxicilina-ácido clavulánico de elección)
durante 10-14 días y corticosteroides intranasales. Analgésicos y también se añaden
antiinflamatorios. En la sinusitis crónica que no mejora con tratamiento médico, y en
caso de complicaciones. Suele ser necesario el tratamiento quirúrgico mediante cirugía
endoscópica de los senos paranasales.
Complicaciones:

• Orbitales: Son los más frecuentes y el origen suele estar en el etmoides


debido a su ubicación anatómica. Se pueden distinguir cinco cuadros
clínicos que, ordenados de menor a mayor gravedad, son las que se
enumeran a continuación: Celulitis orbitaria, absceso subperióstico,
absceso orbitario y seno cavernoso trombosis. En el caso de un absceso
orbitario, el riesgo de ceguera es alto, por lo que la cirugía debe ser
inmediata.
• Intracraneal: La meningitis es la más frecuente de ellas y su origen suele ser
etmoidal o esfenoidal. El absceso epidural es la segunda complicación
intracraneal más común, y generalmente ocurre después sinusitis frontal.

Perforación del tabique nasal.


Concepto: La perforación del
tabique nasal o perforación
del septum nasal es la
aparición de un orificio
anormal que comunica ambas
fosas nasales, provocando
síntomas molestos.
Etiología: Cirugía nasal previa,
traumatismos o lesiones,
infecciones nasales,
congénita, tumores, tratamientos con radioterapia, inflamaciones, exposición a
sustancias químicas industriales, cauterizaciones repetidas en personas con sangrado
nasal, Inhalación de drogas, como la cocaína.
SX: obstrucción nasal, secreción purulenta, costras nasales y mal olor nasal.
TX: lavados nasales con solución salina, cremas hidratantes y emolientes, antibióticos
para prevenir infecciones y analgésicos en caso de dolor.
Sin embargo, en los casos más graves, la mejor alternativa es la reconstrucción del
tabique nasal mediante cirugía.

Desviación del tabique nasal.


Concepto: Un tabique desviado ocurre
cuando la pared delgada (tabique nasal) entre
las fosas nasales se desplaza hacia un lado.
Fosa nasal parcialmente obstruida por la
proyección del tabique.
Etiología: generalmente son a causa de
traumatismo o congénita.
SX: obstrucción nasal, epistaxis, hiposmia,
ronquidos.
TX: El tratamiento se puede realizar de
inmediato con medicamentos para aliviar los
síntomas, como los corticosteroides intranasales, los antihistamínicos y los lavados con
solución salina.

Hipertrofia de los cornetes nasales.


Concepto: El aumento exagerado
y mantenido (hipertrofia) del
cornete obstruye total o
parcialmente el paso del aire a
través de la nariz.
Etiología: rinitis alérgica,
medicamentos, sinusitis,
hormonas.
Grados: normal, moderada, severa y obstructiva.

SX: Congestión nasal crónica, dificultad respiratoria la nariz, sensación de obstrucción


en la nariz, ronquidos intensos, apnea del sueño.
TX: erradicando (si se puede) la causa que lo origina, tratamiento a base de
medicamentos y spray nasal o tratamiento quirúrgico.

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