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DIRECTOR DE PROYECTO

HISTORIA CNÍTICA DE LA
Alejandro Horor,uicz
LITERATURA
ARGENTINA
director de la obra:
¡,/O n ¡ruXIK
DIRECTORES DE VOLUMtrN

Adriana Amante VOLUMEN IV


Susana Cella
Dru,caroff
E,lsa
Roberto Ferro
Sarmiento
María Teresa Gramuglio
Cristina Iglesia - Loreley El Jaber
directora del volumen
Alejandra Laera
ADRIAN,4 A¡(ANTE
Celina Manzoni
Jorge Monteleone
Alfredo R ubione
Sylaia Saítta
Julio Schrsartzman

EMECé
en la portada
1g64. Esta circunstancia le permite a sarmiento consignar,
en sus escasos
de La 'oicla d,e Dominguito, que entre varias otras,cosas,
Ju hi¡" irabía llegado a ser también, al igual que su SanurENTo EN vrAJE
it ,¡o, de exisrenci"
orgulloso padre, <<autor de biografías"'
por Clawdia Torre
Monumentos
que
Sarmiento había anunciado en Recwerdos cle proainciaun Proyecto Mi aiaje fwe, pwes, uno de fularco Polo,
finalmente no se concretaría: un volumen titulado vidas americanas, descu.brí wn mundo y adberí a el.
,.."rilr.i¿n de todas las biogra{ías que había escrito hasm entonces. De Canra e Lurs MoNrr (r SS6)
ame-
;;áJt;;á;r, h*br;, que d."ci. q,'. "t" libro ex'ste, ya que Vidastomos
ricanas sería un título alternativo muy adecuado para muchos
de sus Obras comPletas.
En una de las'primeras biografías que publicó, sarmiento sostuvo
con algún pesar:
E,n las primeras páginas de sus Viajes
LosgrandeshombresSonPartesvisiblesg}e[.lahistoria]hacolo- el narrador Sarmienro cuenta
.*dJ"r, sus cuadros, prra Ér.e.les desarrollar los sucesos y desen- cayé de una verga en Lrn día de b orrasca>>. oJos
volver las instituciorrás; ello, representan las ideas, los instintos,
las
de este narrador -a
un esfuerzo enorme P c>r mostrar su cuerpo
biografía la materia en la
creencias y las necesidades de los pueblos. La es
superficie del océano enfurecido, pero
"el negro e insondable abismo
pri-" cle ía histo.ia, y la nuestra va irremediablemente a ser pobre reclamó su Presan.l
cle materiales.el Anécdota escalofriante, relaro que se quiere alegórico, Sarmienro le
hace saber a Demetrio Peña, el d.rtirrtrriá de una a? úr pii*"ras carras
En la década del 80, cuando intuía que su muerte estaba cer_ca,podía de viaje
esrar sequro de que h^Éí^^portado una cantidad descomunal
de
"mate-
-.r por medio de él a sus lecrores potenciales-, ,o solo el rela-
to crudo de cómo vio morir a un hombre, sino tambiéi el impacto que
alarmaba en.1B41 no era
.i, fti,rir" p*r" i, historia. Es a pobrezaqY: 1,"
le produjo y el miedo.que le quedó a observar el mar, y* qr"i.
paricía
i"t,i.r, más'cle crlarro décadas .t-o insaiiable escritor de vidas forman
ver salir de entre las olas
"la éabezadel infeliz náufrago,, y es.üh*, al
pr¿Jiia galería de celebridades infames o ejemplares. Y en esa gale- ,i."Tp" los sonidos de llantos y sollozos, lor glirol de socorro.
"""
;i; ;".rrririri""rdo juego de reflejos, refraccionei y transpurencias se T5.*g
viaje de iniciación de un sarmiento dá 34 aros qu , océano por
i*por., no sin pr"por"ri.ir, su p'opi" figura, su propia celebridad' En pnmera vez, es sugerente que sea esta anécdota una "árr^el
de las que iniciino
;;;'-;;;;br-t, t'i r"l biograiías fr,"io'*' como <<monumento verbal"'
permite que
solo su travesía portres continentes del globo sino el relato d" ese largo
i; ;ri..t.ribió Sarmi"ñto co,,,tituyen un pedestal^que viaje que había iniciado en 1845 enviadó po. el gobierno de chile. ,{sí
arrr.'a orau, sobresalga, dominante, su propia estatua'e4 como el océano se tragaba el cuerpo del marineio, el gran mundo
globo, el concierro d4t nacionei- -el
¿se fagocitair, i rrir¡.ro novel e
inexperto? como ciudadano de un
enObras de D' E Sarmiento'
-urrdJperiférico, ¿séría capaz el
e3
Domingo F. Sarmiento,.DonManuel Salas» (1841), viajero de transitar por las espesas aguas del eipectáculo áe las naciones
**
tomo rtt, oP. cit.
* I;-fi;;;rfía puede ser considerada corno una estatua hecha de.palabras' Por eso,
La vida y
elb.rdi ,r.1"'hr..i ,.1""ior,.;;;;" biografía y estatuaria e1 n9r. e,éqdo'
h',-;;.b;;;;"iiiiiairt ai w¡aam wheílwrtg)ht en la América del Sur (París, Librería
^ . '. ,gryn*o Faustino sarmiento.
Diario
viajes por Europa, Africa y Arnérica (1 g45-1g47) y
Martín Kohan (Nartar.a San Martín' de Gastos, edición crítica deJavier Fir*ndez (coord.¡, Ér.nos Aires, colección
de Garnier Hermanos' 1876)' Más
'eci"ntemeite, heroicas como Archivos-Fondo de cultr¡rn l"lconómica Argentina, 'tsgl. f^ortografía se ha *oder-
,e. .¿ir.ir¡ona la idea de Anna Makolkin de con¡iderirr las biografías nizado.
y salir indemne? La imagen del mar, c .fa a todos los viajeros anterro- de Sarmienro así como en la consrrucción de su figura
interectuar y
íes al siglo xx, funcion* áo-o paisaje significante y.las largas jornadas de su obra. El interés por conocer al pedagogo Hoo.r""
Mrrrn, .ryá
en las que los viajéros corriret en embarcaciones cc'n la reporre sobre la educación europea t"ür, aérJ"bierto en
Lorrdies, ásí
-rr.r,rí-,
siempre enigmática-superficie de las aguas, asume su protagonismo en como Ia revisión de las teoríar poiíti.", de Alexis a" i".q"""ille
l*, pii-.."s"páginas del narrador de viaje S¿rmiento y preanuncia los gtr9r. sonalgunos de los puntos fundamentares de -entre
,i"rgo, d" I* t.rluería en sentido real y metafórico, porque los viajes de t¡ febrero de 1848 Sarmiento vuelve a V:lparaíso . "rá.orrr,rrcción.
este escrrtor no representan la experiencia de un turista burgués suda- r".r"_ár-"ró, debe rendir cuentas'dé'§ü'-iriór, oficiar. r., /\
.1 rfs+s)
mericano sino la de un hombre que reclama su derecho a intervenir y a publica gl Informg presentad.o al Ministerio de Instrwcción públira
s;!
dar forma al espacio público de su tierra de origen. bre el plan seguido,elcl piajg d1 exploraaón pedagógica
en nrropo- y
Santiago ¿É Ctit., 1845: comienzan a aparecer en El Progresc, las "!r¿:?-! la lmprentá Európea d" Vr'lprrr'í;3. U ;"f9.-i a'.
enrregas qü" lrr"go integrarán el Facwndo. Sarmiento trabaja activamente
lrT:
l./ págrnas, es un""estudio de los establecimi"ntoi d" cnseñanza p rimaria
.o*o"p".iodistJen ese*periódico y acepra una propuesta del gobie-rno con el objedvo de fundar la Escwela Normal en Arnérica.
óo., á y or.o,
de Chile -transmitida por medio de Manuel Montt, ministro de Ins- escriros posteriores articula otro texto que publica ra
al ano siguiente
trucción Pública- de viajar a Europa y Estados Unidos para e-s-tudiar ,,, ., 11]mprenta deJulio B_elin y Compa^Ría. se trata de su estudio de
' casr 600 páginas titulado -Dr* la educación"p".a¿ry.lar, A pesar del carácter
marcadamente instiruciohaf que tu;ó'.i *;;;; iló;¿
sarmiento,
no solo porqulfr¡l financiado por una g"ríió., d" go'bi".ro,
,irro po,
sus.encargos oficiales te*rJcrucialei der espacío púbrico, ,.r,lr,
evidente que-el rela_to de"r,esa experiencia
ro podá r;;ril; en los estu-
dios sobre educación pr"r"rrrio, oportuname.rt". Est,
t, .rrár, fo.
Ia que sarmiento fue ionformando er.rerar" ¿" ," ", d" ;irl.
como la historia de un conjunto de episodios p".r""ri., ""p".i"".r"
á. un hombre
público. En una operación de desrinde, srr*iáto ái;;;ib;y.
obligacio-
nes y deseos en dos cauces: er documento institucio";L
relaro personal de la experiencia de viaje, por .l oiio. ' ñ.
un ráo; er
'-
La narrativa de viaje,n," experiáncia de escritura nueva para
Sarmicnto, quien ya hablaba"r,de"li ella ,r, escritos rempranos. pero su
producción más efrcazes el conjunro "r, de escritos sobre este extenso viaje
gue, 1u-nque no es el único que hará, es el más importante. El cruce enre
I: lo privado es quizá la'marcaconsritutira más significante
de t:!1,.",y
esos relatos organizad.os en largas cartas*en-vi1d3s
o ,ro-, ,'dir"rro,
desrinatarios. El uso de ta primóiá p..ró"ii"n;;-t;;ñriencia
der
viajero pero también, si se lopiensa el.a-po a" lor"riráios de la au-
tobiografía, el narrado r se peisonif.ca"ny eneste sentido ,,
drufigrro pur^
contar,describir, explicra!rg.r*á.rtrr, porqr" decir yo"á
., ütr*irr.., tf
conrar la propia experienciaiino también poder t..ílr,
a"r.ii.J.;'-"L*
*fu
I Paul de Man hace oarticular
hincapié en la figura de Ia prosopopeya co,,o
to des-figurador. Ver *Áutobiographri; ó;:F;:;,"enr», "r.-"r-. F
en Th, nrthori, i|;::;;;-:ñ
tiasze,. New York, columbia úniveisity press, r9g4. y
también Georses Gusdorf- e
oconditions et limitcs dc l'autobiogr"phi.', en'Formen-de;i;¡i;;;;;;ii;";.";;;i;:T<,
2
Adriana Am ante, Poéticas y políticas del dcsticno. Argcntinos en Brasil en la época hten zu ciner Geschicl¡tc dc¡ literaíisr\* sr¡i;i*truits.Festgab,
tserlin,I,)unckcrEcltumhlr¡t,l956.J7,.l...< fu, rritzfuerlrrr,- I
dc Rosas, Bucnos Aires, Fondo dc Culturn llconónrica, 2010'
i

Ofrezco a mis amigos, en las siguientes páginas, una miscelánea de construcción, el espacio
observaciones, reminiscencias, impresiones, e incidentes de viaje, iJr'jff:j::'j1.." o@;", et rábit rerreno deI

que piden toda la indulgencia del corazón para tener a raya la me-
recida críticaque sobre su importancia no dejaráde hacer el juicio
desprevenido. Saben ellos que a fines de 1845 partí de Chile, con
el objeto de ver por mis propios ojos, y de palpar, por decirlo así,
el estado de la enseñanza primaria, en las naciones que han hecho
de ella un ramo de la administración pública. El fruto de mis in-
vestigaciones verá bien pronto lahtz,pero dejaba esta tarea, árida
por demás, vacíos en mi existencia ambulante de que quise hacer
en la época, abreviada reseña a mis amigos, o de que guardé, que
llenaban el espectáculo de las naciones, usos, monumentos e insti-
tuciones, que ante mis miradas caían sucesivamenter y anotaciones
y recuerdos, a que ahora doy el posible orden, en la colección de
cartas que a continuación publico.a

El relato autobiográfico epistolar, eximido de sus obligaciones ins- t¡"


'

titucionales urgentes y entregado a la experiencia de viajar, le permite


acotar terrenos: se responde a la demanda institucional con la escritura
documental y se establece el intenso relato del viaje con sus propias
coordenadas en las cartas.
Lo personal como anecdotario pero también como el espacio para
poder exhibir y promover sus propias ideas -programa político ya
presentado en su Facundo de 1,845*, la interlocución con destinata-
rios específicos cuyos apellidos connotan las páginas epistolares, la
confrontación del imaginario con lo real, la consignación de decep-
ciones y certezas que el viaje le va deparando conforman esta escritura
#
\J de viaje.5 Sarmiento publicó s.us Viajes en Europa,
Más allá de la singularidad del personaje Sarmiento que se represen-
Áf1;y y Américaen 1§?g
ffi en dos v,lúmencs en ra imprenta
v editoriár *¡ái¡i í";;i;i;;*o fran- I
-sobre todo a sí mismo-, sus páginas sirven para
-d ta pensar el esmtuto cés M. Jules Belin con su ayudrlt_pr.r,r, r
**ff;***,,
*"---"-***" que las {ormas de la autobiografía asumen en los eg{tos de letrados
a" ¡u1io.B;ñ;';A). ;;, j
ffi latinoamericanos que procuran para sí un espacio ffivflo que se quie-
ro
p# re intimista
-escribí para mis amigos- pero que réúl-ama su efecto y
6
La escritura Dor encargo es una 6gura
que articura muchos de Ios escritos
rq sus consecuencia en un espacio mayor, no íntimo, no privado: el de la de los homb¡", pribri"o, dj, A.g.n-t-ii, de viaje
*S"*""*"*t ;j;;l; xrx. ver craudia Torre, Literatura
en tránsito. La narrathta expediiónaria
tte h \onquista
"" der Desierto, Buenos Aires,
Prometco,20l0, cn particula. cl capítulá
/ Ver Vanni Blenoins, ;;.*
viaje de Sarmiento a Italia, en Dorningo
a
Domingo Faustino Sarmiento, Viajes por Ewropa, Áfrico 1t Antét'ica (1845-1847), viajes por Europa, Áiica y "FI F, Sarmiento,
r"specto a Sarmiento como escritor
op. ctt. dc cartas, ver Susana Zaneiti,,am^eria,;;.-;;;:é;;
os".míarto a"_;,aar,arr, en este mismo
s Sarmiento elige cuidadosamente sus Por ejernpl(), cuclrt:t cl viajc: 8 volumen. i
que era su C il. I'ru-ís l Antonino Abcr:rstrrirt., cl
Artrian:r Arn:r¡¡rt'(,.'rccción .
Airr.s, Ir:rctrlr.rtl tlt, Iril,,s,,líe I.crres,
i;,;;Jr;;;j: io.i*;roro **¡iir".é)'#, uu.r,o, ;d:. '
1, U"i*^;á'"J¿" S,,.ror-Ái.; ,,")oíí,,
sanjuanino que *además de haber sido su compañero de escuela- había obtenido e
Vcr An;r M,u.i;r li.r¡ .,.,.,.".1.,",,, ;.*,f"
"f S""_,In,o Rt,g"nclas", cn Nrrc va Revista
en 1823, durantc el gobierno de Manuel Rodríguez y por iniciativa de su ministro tlt l:il¡:lot,ít I li,lt,n¡tt,t, trlnr() \\xvr, n,, I, lgtill. "
Rivadavia, la beca para estudiar err el Cole¡¡io de Cienci¡rs Morales de Buenos Aires a
la que Sarmiento aspiraba. ,, r.í.s ttr. Nrt.rr«t,,rrq,r y M.,rrí,,
, :.,.';: :,,1,1;l:, lll ,t.,tll,,'i\,1.,¡,';,,.)',;,,r,rrtriiti.,.
t
§
ffi
, 9o-o oiaiero intelectual, sarmiento resurta un agenre moderniza-
dor de una culrura, su mediador y además un importaáor de modelos.r6
§
r
Pero lo que.más llama la atención de sus páginas es el modo como
asume su rol .de awditoy. El viajero se posiiio-na como un ciudadano
d el glo b o y 2i" il;or, irlt,rrrr, j"" gr;firr, ;.liri;;,:o.limar¿.r,
naturalezas-salvajes, "historias n"iiorr"l"r, rávolucion", .i.rrr"s y
".,
morales múltiples con el objetivo de dar su veredicto y evaluar.., qrré
medida son adecuadas para pensar el presente a*erica.ro. sus páginas,
en ese senddo, devienen alegato cultural, estado de situación, ensayo
sociológico:

[.'.] hame sucedido enconrrar en el discurso de mi viaje, hechos,


ideas y hombres que a ellas [las cosas públicas de prisl se ligan
íntimamente, como que eran la continuación y el .o-il"-".rto d.l
-i
grande mapa de las convulsiones americ r.r,
^n
,. Irryll: zay culturaes la dicotomía sarmientina que organiza esa au_
ditoría- Adriana Rodríguez Pérsico señala, explicandt la diad,a,que ..los
fenómenos físicos definen comportamientos sociales así como Íos desór-
denes naturales son sinónimosiel caos socialr.ls para que ," p.odrrr.r,

[...] l, solidaridad del narradotr y la narración, de Ia visión y ros


objetos, de la materia de examen y la percepción, vínculos estre-
chos que ligan el alma a las cosas visiblás, y hrc"., que vengan éstas
a espiritualizarse, cambiándose en imágenes, y modificá"ndose y
,Soy el inrermediario errtre cl<¡s nlundos distintos. F-*Pecé a ser ad-aptándose al tamaño y alcance del instrumento óptico qr"
hó;bre entr-e la colonia española que había concluido y L Repú- refleja,te
1",

blica que aún no se organirib*, entre la navegación a vela y el vapor


que comen zaL>a. Mis id**r participan cle estos clos medios ambien- el narrador sarmienro va articulando esa dupla en términos funcionales.
'¡mueran los godr:sl
rLs. yo soy el único que quedo toclavía gritando: En las primeras páginas de los Viajes Sármiento escribe: ..la verdad
Perten ezco a los ,iefos rérolucionarios de la independencia, y voy, no srempre es verosímil,-y lo real raravezes dramático,. En una poética
con la teoría cle entonces y la práctica norteamericana, contra lo que se.cu.mplirá casi araj.atabla,anuncia el modo de su escritura áe viaje
que queda de la vieja colonia.ls y no eludirá ninguna de las cuestiones que hacen más complejo .l g¿"á-

11
Domingo F. Sarmiento, Viajes por Europa, Álrica y Améric!, oPa cit' r6r,sra es Ia.6gura pro?uesra
,, Do-inio F. Sarmiento, »¡ir;o d, ,n tiaje. be Nueva Yorh a Buenos Aires, de por Beatriz colombi en viaje inteleaual. Migracio- -;+r
,4{ ZS a, ¡ntio al 2'O de agosto de 1'868, Colección de autores argentinos,
Santiago de Chile, nes y desplazarnientos en América-Latina (1gg0-191r), Rosariá, Beatrizviterbo] zoo+.
en cucnta .las propuestas de Abril Trigo, Iriary Louise pratt y
Cruz del Sur, 1944. Ti'""f:
L()l()rnbr csrablccc el cstatuto cultural del viajcro dccimonónico Julio Ramos,
r3 véase Ricardo cicerchia, vittjeros. Ilustrados y románticos en la imaginación
r7
I)omirrg<, I,l S.rrr,icnto, Viajes por Euiopa, África y América, op. cit.

nacional, Buenos Aires,'froquel, 2005. l8 Adri,rrr.r Ii,tl¡¡1,1¡,'r.¡r¿'rsico,


,t Véor. Gonz.alo Aguilar, ETrisodios cosntoP(,litds t:n l¡ r'ultura argcntin'a, P'trcrl()s .Ún¿r g"1".í".1á,¡¡oá"1o., lo. il'";".-a" Sarmien_ .
lrr., crt L/¡¡ l,ur,t,,tn ll,utt,ttlo.¡»"oprt.n. [.ltopfuy dutobiografía cn.Sarníicntoy Albertli, ,.; 'I
Aircs, S;rrttiego Arcos, 2009. \ü7.rsl.rirr¡itrrlr, ( )rl,.rrr,,.r, r,,n
l't Así..s., ilrt'untrs .rri¡s lrr:ís tilr(l('('n I)t,u tt, ,lt' tttt tttttl( l)t' Ntt.t',t \i¡t l' ,t llttttttts rlr.lrrs Ilrt.ttltrs Arlrclir.rrros, 1992-
l" l ),,luiltl:,, I ',.iltilrr.lltr'.,\tt,tit,t
A
f

ro en su versión moderna: la subjetividad legitimada por la experiencia, Llevado de esta curiosidad que me renía todo el día preocupado,
la mirada sustentada en el viaje de Estado, el poder"del relato, las marca y deseoso de correr tierras, ver el mundo, y ei mar,
del periodismo adquiridas en la frecuentacióndel oficio y-:9bI" todo la que nunca mis ojos habían visto, vínoseme a la "orrt.-plar
fanmsía emprender
invención, porque es evidente que para Sarmiento la realidad siempre este viaje al puerto de que tantas cosas buenas se dicen, y aunque
pareció inferior a su registro. se opusiera a ello mi buena mamá que ranto me quiere siempre,
Como es explícito en sus páginas de viaje, Sarmiento va a buscar hubo de ceder al fin a mis imporrunas y reiteradas instancias, bien
a Europa el parámetro que América desconoce o desestabiliza. Desde persuadida de que tengo una fuerre inclinación a los viajes 1...).22
esta perspectiva resulta decepcionado en muchos sentidos aunque no
completamente. Porque aquel resto que Europa no le brinda queda Slgr-l-eato";raalh§;-raÍ.'.gs..s,[8-*14af"§nafls{".e"n*t&43. A pesar de
compensado por la visita a Estados Unidos que viene a configurar el qrle'éá esterelaro.no lo explicita, a lo largo de su vida explicó y ius-
futuro frente al pasado de ruinas de Europa, el por-venir enla perfor- tificó ese primer destino como el viaje de un emigrad.o. En efecío, los
rnttnce de la modernidad. Si los viajes elaboran modelos que entran alzamientos antirrosistas del interior son sofocadás y queda indefecd-
en la constitución de un estado ideal: modelos políticos, económicos, blemente expulsado. En santiago de chile, algo de lo que Edward said
culturales y de vida cotidiana, al regresar a Valparaíso se ha decepcio- señaló como el costado luminoso del exilio, le ácontece i Sarmienro por-
nado de un modelo pero ha adquirido otro.2o Y no se trata de una mera que se idendfica con la tendencia conservadora del presidente Bulnes y
admiración intelectual sino de una identificación: una percepción en la su ministro Montt e inmediatamente se sienre llamado a participar de
que la experiencia y el programa político social se combinan. Miguel polémicas públicas sobre política argenrina y chilena, educición,litera-
Cané señaló: <<Sarmiento ha encontrado un lugar que no es precisamente tura y ortografía. Lejos del exiliado melancólico, Sarmienro se muesrra
la Isla inexistente de Tomás Moro,,.2l actiYo, vigoroso y esperanzado.
Así como hay en los viajes decimonónicos una serie visual que or-
ganizala percepción del viajero: puerto-paisaje-muelle-ciudad, y que lo
prepara para el ingreso en el interior del territorio, esta serie puede leer-
se en las páginas de viaje de Sarmiento en otra escala, en términos no ya
p aisaj ísticos sino conceptuales : océano-n atur aleza s alvaj e-ciudades d el
exilio-Europa (modelo vieio)-Estados Unidos (modelo nuevo)-regreso.
El periplo representa además las expectativas y decepciones de muchos
hombres públicos de la Argentina del siglo xx.

y le fascina que srn


Cwando pa' Chile nxe'uoy
La ciudad chilena de Valparaíso es el primer destino de viaje del san-
juanino Sarmiento y su relato aparece publicado en El Mercwrio.Ya en
este escrito se organizan muchos de los tópicos de la escritura de viaje
posterior:

20 Adriana Rodríguez Pérsico, "Viajes alrededor del modelo: para una políti-
Departament of Romance Langwages,
ca estética de las identid¿dse», er¡ Dispositio.
University of Michigan, vol. xvtt, n' 42-43, 1992, O la versión más ajustada en Ua
huracán llamado progreso. Utopía y aatobiografía en Sarmiento y Alberdi, op. cit. r" vi.rjt'.r V.rl¡,.rr.tís1,- lirc lrtrblica<lo cn lil
2r Miguel Cané, *Sarmiento en pa¡fs», €n Prosa li¡qera, Buenos Aires, La Cultura _ lli'll'(lrr Mt,rcwnr¡ dc Chilc cn sclrticrnbre .-)ü.'
tlc ),('sl.r nr( lttt,l,,,,, I ),,rrrirr1,«r lt S;tlrrrit.trto, ()l»¡s tt»nl¡lt,¡¡rJ, t()lr)() t:',4rtitth,s
Argentina, 1919. tttltt(t\ ltl¡ltt,ttt,,t. lfitt t,\'1.t,.ll¡r'lr¡:; Air.s l.,z,l,.l l)ir l()-lli
I

robada a su dueño por un coronel revolucionario, "§¿s¡¿[a esto para nas; como si un viaje no pudiera pensarse sin el otro, lo que confirma
hacerme desvanecer toda idea agradable y todo pensamiento de cuadros que ambas geografías conforman un derrotero en la biografía cultural
románticos». del intelectual.25
La percepción temprana del Sarmiento viajero intuye la dificultad Sarmiento viajarápor el interior del territorio argentino, unos años
que tiene la escritura del relato de viaje tradicional europeo para des- más tarde, aunque sin Gutiérrez. Con Bartolomé Mitre y §Tenceslao
cribir el espacio americano. Puede pensarse que la opción posterior que Paunero, se embarcaráparaparticipar en la campaña libertadora al co-
Sarmiento hará por la forma epistolar le permitirá resolver algunos cli- nocer el pronunciamiento de Urquiza contra Rosas. Ese viaje narrado
chés y estereotipos de la descripción de paisajes porque estos, al entrar en las páginas de Campaña en el Ejército Grande revela una travesía que
en el entramado de la interlocución con el destinatario aunque diferida, se realiza por primerayez, como señalé en el apartado anterior.
permite que estos clichés puedan ser comentados, desarrollados, expli- Si, como propone Adriana Rodríguez Pérsico, Sarmiento ..convierte
citados, discutidos, revisados y eso le da a la escritura sarmientina un la historia en topografías, transforma el espacio urbano en significacio*
sustrato argumentativo en el que el análisis de lo que se ve toma nuevas nes culturales y el tiempo histórico en el lugar concreto en que se coloca
direcciones: permite adentrar al narrador en la complejidad del mundo el sujeto>>, esto se debe sobre rodo a las múltiples figuras de viajeros que
gle s9 va conociendo-en viaje y pensarlo-en relación con la propia expe- Sarmiento encarna en sus escritos doctorcillo frente al gaucho, amigo
riencia que a su vez el interlocutor y los lectores potenciales conocen.23 de un J-owrierista frente a la Europa republican d, y nüad,to en la demo*
cracia naciente de los Estados cle la Unión,,,Sarmiento asume siempre
SU .26
Europa, Europa contrapone el viaje
cle Sarmienro al de Alherdi de 18,13
Para eah, uropa era el de un espectador americano, hiio
En carta a G:utiérrez, escrita en Santiago de Chile en octubre de 1845, del desierto una travesía de formación en la que la visira a
Sarmiento expresa con anhelo y ansiedad la partida hacia el extranjero. la universid academia y el pensamiento eran cruciales" Sarmiento
Un viaje, sin embargo, parece quedar pendiente: ..Ya no haremos nues- en cambio va a Europa a comprobar cosas útiles, y sus operaciones de
tro viaje por las provincias, juntos, delirando sobre porvenir, gozando, escntura resultan verdaderas analogías. Se trata, en la miracla clel crítico,
padeciendo, escribiendo y mintiendo. Lo haremos después".24 El viaje del balzaciano ensaya «una
al interior del territorio, a la patria pendiente, queda pospuesto por la egotlsta>>
aceptación del ofrecimiento del gobierno de Chile paravíajar a Europa. En esta posición, resulta crucial el hecho de que viaje aEuropa con
La condición de pendiente -y no de reemplazad.o Por- es la clave st Facundo bajo el brazo porque considera que lleva a los europeos
que explica la tensión que organiza toda su narrativa viajera: nación- una clave de lectura del mundo del que proviene. Como señala Cristina
naciones, interior-exterior, patria-globo y re-significa el viaje a Europa Iglesia:
que tendrá un objetivo en particular para el sanjuanino: reconocer en
esas geografías aquello con lo cual pensar las de las provincias argenti- Convencido de que Europa no sabe leer América porque América
nose ofrece como lectura autónoma, Sarmiento siente que América

2l oPero lo que mi madre no notó nunca porque es cosa que no se hace notar en
Chile, es la invencible propensión que a escribir un viaje tengo; un viaje en que yo sea el
héroe y el objeto más puntiagudo que se ofrezca, para tener el gusto de oír mi nombre 2sEl viaje al interior y el viaje a Europa se organizan en la vida de muchos letra-
y ocuparse de mis aventuras. [.. .] He leído algo de viajes y sobre todo diccionarios dc dos argentinos como un tándern significante. Puede pensarse en esta línea a Lucio v.
geograf.ía. Conozco el reino de Chile de donde soy oriundo, y esto no de simple vista, ni Mansilla, a Francisco P. Moreno, a Roberto J. Payró, entre otros. Eso es lo que distin-
de relaciones dc arrieros y tra6cantcs, sino por las obras más modcrnas quc sc ptrlrlican g,e el viaje por la pampa de un sujeto urbano que exhibe cosmopolitismo, del de los
en España y en Francia, por diccionarios geográficos arreglados2or una soci.edad dc l>aqueanos . militarcs de la frontera cuya versión de ese tipo de viaje se organiza en una
literatos y coordinados en conformidad de la Geografía Unioersal dc Maltc Brun [... l. rurcli¡nbrc, dc c<rrtc rn:ís localista.
Mc ocurrió pues, que haría un gran servicio a las lctras ,rl,utl,rlrtlo con nucvos dirt()s :r lrr 16 Arlri,rr,r lir,.lr í¡',rrcz
I)órsic<¡, IJn buracán llamado progreso. utopía y autobio-
fonrrrci<írr dc talcs libros [...1", cscrilrc crr ..[Jrt viair'¡ V¡llr.rnris()., rrr. (-il. yrdlí,r tn .\tt)),tt( tttt' y ,'lll,t'ttli, t¡lt. cil.
2l I)r,rttitrg,r I: S:rrr¡ricnto, c.lrt.r ;r.l(r.rrr M.tr r.r ( itrli,:¡ tcz, \.rrrti.rgo <lc (lhilc, ') tlc -rz |).rvirl Vn,.r'.. ,l'l vr,r¡r'l,.rlz.r, i.urr,-,
<'¡ l.irtrnrur¡ ¿t{t,nrin¿ y rcalidad políticn,
rx-tttllcrll lsl5, ilt, lui,l.t c¡Vi,r¡ts,t l;.ttto¡t,¡,.4lttr,r ¡'.lttttttt't,¡,lt ttl- lirrt'n,,. Ar¡r'.., ( r nrr,,l'il!t,¡r ,,l..Alll,.tir'.r L:ttin.¡, l()l{2.
I

existe para convertirse en su libro. El viaje de Facwndo setrama con Océano Atlántico, Sarmiento visita dos ciudades en las que viven letra-
las peripecias de su autor que en Europa intent aráconverrirse en el dos exiliados del rosismo: Montevideo y Río deJaneiro. Én Montevideo
gran escritor que guíe al lector europeo en el descubrimiento de las se han afincado Esteb_an Echeverría, Bartolomé Mitre, Florencio varela,
revelaciones americanas.28 Dalmacio vélez sarsfield. En Río deJaneiro conoce aJosé Mármol y leá
sus cantos del Peregrino. La monarquíay la corre de pedro II suscitan
en él gran interés porque, como señala Ád.irrn Amanre, ..el exiliado
América profunda: naturaleza salvaje y ciudades del exilio piensa en la patria de los otros y1o hace para seguir pensrrráo .r, su pro-
pia patria".33 Sin embargo, la reflexión rirá, .orr-t.rnj"rrt" las ciudades
Si bien.al imaginar la travesía europea sarmiento registra que no ha del tramo americano no es la política "rr
-las cartas ya están echadas con
realizado aún la ffavesía interior nacional, el camino-al viejb Mundo r€specto al poder de Rosas en Buenos Aires y ro h"y mayores noveda-
principiará por el continente americano. Por un lado, su <<Áaturaleza des-, sino la reflexión sobre Ia lireratura. Eí pri"cipio, ," ,r"rrn la fas-
salvaje" representada en el relaro de la escala en una isla chilena del cinación porJosé Mármol, como un escritor q.r. pr.d. represenrar una
archipiélago de Juan Fernández. Por el orro, en las ciudades que confi- nueva etapa de la literatura que deje atrás el neócla^sicismo.^En la carta de
guran un circuito de exilio de letrados argentinos en la época de Rosas.2e Montevideo, Sarmiento ya lo había denostado denunciando que algunos
La llegada a la pequeña isla chilena de Más-a-fuera in el océano pa- poetas contaban
cífico, narrada en la carta a Demetrio Peña y fechada el 14 de diciembre "sflabas mientras Ios recién venidos cuentan'patacones>
y que había qr,e.hacer.«una.pastorál de un desierto inculjo,.sa Aquí
de 1845, es el relato de una escala de 24 horas.3o Se trata de la ruta hacia esgrime.una cr.ítica pedagógisa y un programa que vincula su lectrira
el sur que
.-_cgmo. toda embarcación que va de Chile a Europa- debe rntormal de la literarura argentina a Ia escuela del romanticismo europeo:
atravesar el Cabo de Hornos. Las observaciones que Sarmienó produce el ideal es el poeta que raduce ..sílaba-por sílaba, su país, su época y sus
sobre su geografíay sus habitanres resulta, e*c"sirr* talvezpaia la cor- rdeas», el poeta que canta a la soledad del paisaje, no en clave melaniólica
ta estadía. Al mismo riempo, hablan de la consrrucción misrrñ del relato exclusivamenre, sino sobre rodo en clave política.
de viaje en el que-la-experiencia es solo una parte porque se configura
co,los saberes e informaciones adquiridos previa*.r,i.. La narraiión
fue considerada por-algun-os de sui conremporáneos como hiperbó- Flánerie y Grand Tour. Sarmiento en parís
, lica I poco verosímif y talvez fue esa la raiónpor la que Sariniento
II volvió sobre aquel relato para publicar, cuarenra i¡os
-ás tard,e, en El según Paul verdevoye, el París de sarmienro debe mucho más de lo que
Nacional,la transcripción de un relaro oral de un habitante de la isla estamos dispuesros a admirir a un
que, en Yungay, le ratificó lo narrado.3l Esra escala del viaje es además "libro de de

importante en relación con la experiencia directa del mar: ius caminos,


el poder marítimo y del comercio a través de los mares, el mundo en
ciernes de la revolución industrial.32
Ahora bien, en la escala continental y antes de crtzar el inmenso

28
Cristina Iglesia, *Saberes en viaje: la lectura americana del espectáculo europeo»,
"k' __.
Hispanoamericana, Anno xxrrr, n. 95, Bulzoni editore, Roma,2003, estratto.
&\ 2e Ver Adriana
Amanre, Poéticas y políticas del destierro, op. cit.
30
Según algunos autores, Sarmiento confunde esta isla con la de Más-a Tierra,
donde tuvo lugar la historia de Robinson Crusoe (l7lg),la novela de Daniel Dcfoc. 3r Adriana Amantg Poéticas y políticas del destieno, op. cit.
Ambas forman parte del Archipiélago de Juan Fernández.
-i rlEl artículo titulado .3a
Domingo F- sarmiento, viajes por Europa, Africa y'Amt*ica, op. crr., destacado
t' "Los Robinso¡s5o, ptrblic;rrlo cn l[iSf, cstí tleilic;r<16 el en cl originrl.
n¿turalista firancisct¡_Moreno y sc incluyc cl¡ cl l,,r¡ro xr.vr tlc l:rs ()l,z¡-s (lt,nplt,tds. -15 I':rrrl V'rrlt.v.yc, .Vi¡jss
por Francia y Argelia,, en Domingo F. Sarmicnto,Viajes
12.f
:rvicr Ijcrnirldcz, ol)c V:rlp:u':tíso,t liír¡ rlr'.f .rrr,'ir,,.,, t,rr l)r,rrringo Ii. §.y'rr¡it'¡t,,, Por lt:iln,ltt, tlfl r,,t t, tltyt:t'i<ir, op. tit.
Vta¡cs ptr l:nnt¡,r, Altrt,t y Arrtt:tir,t,o¡t. ttt. tr'l)rrrrrl,.() lr §.rrrrrrt.rrt., Vi,qrs pt» littrupt, Afrir,ry Art[t-i<.,r,rt¡t_ t.il.
I

las calles americanas, el caminante se deja llevar por la febril marea ur- de pájaro". sin embargo, esra mirada es la que le permite configurar el
bana de la vida en la ciudad y de la multitud en lá calle. .Je fláne,, dice
Sarmierto, y en su flánerie puede palpar la muldtud:
mundo moderno urbano cuyo aceleramienlo prógresivo ,r...itr rrm
"el pueblo que ha perspectiva dada por la agilidad de los medios dé traásporre de enronces.
hecho las revoluciones de 1789 y 1830". Sin embargo laflánerie noes in-
finita ni indeterminada porque cada viaje impone sus coordenadas.3T En
laoretórica del paseo"
-en la expresión deJulio Ramos-,la dispersión
y la intervención enfática se ahernan para conrar la experiencia iunque
Toros rea.les en la Plaza Mayor. Sarmi.ento en España

pspala resulta para sarmienro la mayor decepción. Más vinculada a


[s]u recorrido deberá parecer enciclopédico porque París es múl- la urdimbre de la experiencia española en Am^érica que a lo que efec-
tiple: "es.un pandemónium) un camaleón, un-prismar. Solo una tivamente encuentra en ese país, la decepción que se lee en lás cartas
conciencia igualmente prismática, hija de nadie, una conciencia fechadas allíremite al Antiguo Régimen de la Améri caaúnno indepen-
móvil capaz de hallar pasajes y atajos al azar podría, oblicuamente, dizada, es decir a un pasado doloroso que
penetrarlo todo.38 -si bien ha terminaddcon
la Revolución de Mayo- se remeda con el presente rosista. sarmienro,
hijo de la revolucióá,a3 asocia el viejo ordl, colonial , l, politi", dá
El viaje a Europa fue hasta mediados del siglo xx una especie de Rosas y de los caudillos provinciales:
los argenrinos, En esra perspecriva, ! así lo fue para
S:NI:rupara
-§áffileñto, éra
"la cultura que completa, forma, instruye, repone lo Nosotros somos una segunda, tercera o cuarta edic.ión de E,spaña,
que falta",3e y el enrusiasmo del viaje y las expectativas se sostuvieron no a la manera de los libros que corrigen o aumenran en las i*im-
fervientemente en el transcurso del viaje , pisar de que *Europa ha
Presiones, sino como los malos grabados cuyas últimas esrampas
decepcionado políticamenre a Sarmienro,.40 salen cargadas de tinta y apenas inreligibles.'t4
El Grand Tour había sido concebido, desde el siglo xvrr, como un
viaje de formación: un ceremonial imprescindible paralaeducación del
joven europeo.4l Era la coronación de una etapa de esrudios y consistía
en un recorrido por las fronreras civilizadas de Europa: corres, tribu-
nales, iglesias y monasterios, monumentos, bibliotecás, conferencias,
edificios. De la concepción del Grand Tour proviene gran parte de la
escritura de los Viajes, que además puede constararse en el diagrama
del Diario de gastos, aunque la escritura de Sarmiento no obedézca
la de los jóvenes europeos ilustrados porque aporta un ?lus: una co-^
rrespondencia con suspenso y técnicas de folletín. Según David Viñas,
Sarmiento no consigna, alude.l2 De esta manera, el crítico considera
que Sarmiento exhibe una mirada por arriba y generalizadora, ..¿ vuelo propia vida pública. En el conjunro,la contemplación del especráculo
de la corrida de toros lo deslumbra como unalarbarie sublime en su
37 pintoresquismo y en su originalidad primitiva ybárbara. orientalismo
Beatriz Colombi,
"Prólogo" a Cosm.ópolis. Del fláneur al globe-trotter, Buenos
Aires, Eterna Cadencia, 2010.
r8
Jorge Monteleone, oPaseos en Pa rísr, El relato de viaje. De Sarmiento a [Jmberto
Eco, Buenos Aires, El Ateneo, 1998. ai Fn Recuerdos prottinci-a, sarmiento se encarga de señalar que nació nueve
cle
3e
María Sonia Cristoff,
"El viaje dislos¿¡¡s', prólog o a Pasaje a Oriente. Narratio,t meses después de mayo de 1810 y que por ranro es hijo de la revoluci6n.
de oiajes de esctitores argentinos, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econórnica, 2009. r{ Carta a Andrés Bello citada por sylvia Molloy
a0
en .Madre patria y madras-
Marcelo Monserrat, .Hacia las fuentes del entusiasmo político,, en l)ornirrgo I;. tre: figur:rciírrr cle l'lsP¿ñ:r en la novela familiar de Sarmiento' , La Torre. Re1)ista de h
Sarmiento, Viajes por Arnérica, África y Europ,r, op. t'it. IJniarrsid¡d lc Itutttt, Rrito, ¡1¡6 l, n" 1, Universidad de Puerto Rico, enero-marzode
ar Beatriz- Colombi, prólogo a Cosrncípolis, o¡,. r tt. I 9S/.
a2
I)evid Viñls, "l'll vi:rjc b;rlz-:rci;rr\\»,(,1t. {r/., )1 L¡¡l)i(.rr <.rr /)c .\trntit'¡tt,
V i,t¡ cnts drll(n l in( )s t l l.\ A, llrrt'rros A ir r.s, Sr¡r l.u¡r,'r r, .r rr.r, l')')li.
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tt ! t', t tt
.f tr.r rr { i.y r rs, ,l, ', ..

II \, Nl.rtl¡ r,l, S¡.rr li.rr r.rl, I 9.),).


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Vi,r j,.s tlt. S.rr¡rricrt., l'.s¡reri;r, A rgcli:r y l,r 1-:rnrp,¡,, ur ( )ogitur
+.
I
I

y e sp añ o la d. a ( Colombi), b isp ani d a d .(Unamuno), h i sp an of o b ia (Mo - Este viaje no forma parte del encargo oficial que le hiciera el minis- |I
iloy¡, ambir.,aiencia del narrador (Rodríguez Pérsico) son las categorías tro Montt: el periplo es una suerte de excepción en su agenda oficial.
o .*i..riorres que la crítica ha encontrad o para entender y explicar el Sarmiento se había interesado por el mundo oriental desde muy joven
relato sobre España. y las metáforas orientalistas abundan ya en 1845 en su Facrndá.56
Rubén Beiítez propone una lecrura muy especí6ca al señalar que
Sarmiento <<no va a^Esiaña para lograr obietivos políticos en relación
con las luchas rioplatenser, ,ii p*r" deleitarse con la belleza natural y el Urbi et orbi y Pío IX. Sarmiento en Roma.
I colorido de las coitumbres, siio para comprobar, como en una dolorosa
I' p;.{;""ción a las fuentes, el origen español de los males americanos,,46 E.lyiajeaItaliatienevariosdestinatariosPer@
'-pi^..hurgar en el origan,, eqla expresión de Nof Jit1lk:'o' Parece obispo de Cuyo y tío de Sarmienro, ef-ffirportrni.. ¡l i"t"rl,o-
cutor "s
además esta hipót.sis la escasa referencia al viaje a España que tratado con suma deferencia, un tono formal que no se en-
es
"orrñ'r-r,
hace Ricardo Rojas en eliapítulo que destina a Sarmiento enla Historia cuentra en las otras cartas de viaje donde Sarmiento exhibe la calidez
de la literatura argentina (Los proscviptos, volumen trr)' y la informalidad del relato amisroso de pares: Los relatos italianos se
concentran en la visita al papa Pío IX, que tiene para Sarmienro una
significación especial porque atribuye al viaje que este papa ha hecho
Magreb, estereotiPo y peligro. Sarmiento en A¡l'o a América su sensibilidad por Ios problemas políticos ámiricanos. El
papa., Qio¡anni María Mastai Ferrerti, ha estado entre 1823 y 1825 en
A diferencia del viaje a Europa, lo que podría denominarse el viaje a las ciudades de Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile y Val-
Oriente, narrado .., l, .*rt, Africa dedicada a Juan Thompson, pre- paraíso. sarmiento cree que este viaje del papa ha sido crucial en las
,..rr, .ri" particuiaridad: la relación colonial está ausente. En el viaie relaciones que él imagina enrre la Iglesia ameiicana y el vaticano en el
a Oriente l"orrro señala María Sonia Cristoff - hay un vacío de tra- Papado de Roma.
dición.as En carta a su amigo, Sarmiento cuenta sus andanzas árabes Yry 9" los relatos italianos de Sarmiento, según Vanni Blengino,
en Areelia: ..Nuestro Orieñte es la Europa, y si alguna luz brilla más muchos descuidos e imprecisiones: Sarmiento atribuye la columña de
allá, n"uestro ra recibirla, sino al través un templo a otro) insiste en la pátina dorada de la esiatua ecuestre de
del prisma .r.op"o,. De esrá -irn.rr, lioperación.sarmientina des- Antonino Pío (Marco Aurelio) cuando el tiempo yaha borrado sus
cripia ya por la irítica en términos de suscrip^ci.ó.n al arcbhto euroPeo huellas; dice que el carnaval comienza el 9 de febreio en lugar del 6 y
d.r'Orírni, -según la expresión de Edward Said- abre un relato en es descuidado en la ortografía del apellido de los artisras. Si 6ien Blen-
el que puede lee-rse una pluralidad de cuhur¿s cuya imp.ronta justa- gino relaciona esta desprolijidad con un desprecio hacia los lectores
*"irr. Lprismática, .s elócrenre respe*o de la construcción ficcional potenciales, ignorantes, distantes, periféricos,sl no parece tratarse de
del relato.ae un exhibicionismo elidsta destinado al lector sino de un método de
composición del relato que no se hace cargo de imprecisiones y vague-

46
Rubén Benítez, *El viaje a España,, en Domingo F. Sarmiento, Viajes por Europa,
África y América, oP. cit.
' i'Ñoé Jit.rk" ios ttiajeros'Buenos Aires, Jorge Álvarez, 7969' 50
Las metáloras orientalistas de Sarmiento en el Facundo fueron estudiadas por
a8 María Sonia Cristoff, uEl viaje disles¿¡¡s», op. at. Carlos Altamirano,
"El orientalismo y la idea del despotismo en el Facundo,,en Cailos
ae
El ya legendario libro de Eáward Said, publicado en 1978, estudia los moclos Altamirano y Beatriz sarlo, Ensayos argentinos. De §armiento a la vangwardia,Buenos
.oII}o Occid".,"t., pr.ti. de la empresa colonial, creó un Oriente asu medida y de Aires, Ariel, 1997. Yer también Darío Roldán, .Sarmienro y el viaje á Argelia. Entre
"
esra manera I"s ."prer.rrt"ciones de la barbarie, acusatorias o estilizadas
(la pereza, cl el inmovilismo y la utopía social,, en Graciela Barticuore, Klaus Gallo y
Jorge Myers,
i;"r;; re[giosi, el estancamiento, la sexualidad desbocada y exótica, entrc otr()s) lc Resonancias románticas. Ensayos sobre historia de la cultura argentina
eslo-l-sgo),
permitieron nó solo definir el mundo del Otro sino definirse a sí mismo como stt :urtí¡ro- lJuc.os Aires, I'lt¡ilclr¡,2005; y Axcl Gasquet,
"l-a traducción ideológica de Domingo F.
ia. La denuncia de la corrupción y el salvajismo dc los pucl.,los no clrropcos Pirr'(:cc tr(' S:rrrnir:¡rrr¡-, cn ()rit't¡tr ,tl .\'nr. l'.1 ()rienralismo literario argentino: áe Esteban Echeve-
p<i¿cr cscapar a rringún occi.l",,t"l. F.l rrr;ry,rr lr.rll.rzgo tlcl t'rts;ryo tlcl intt'lt't:tr¡:rl rrút ¿ Iit¡l,trto,zlr//, l',r¡t.rr.r Airr.s, l..r¡dc[r1, 2002.
"r..i,,r. (l('trxl.rs l.rs r<'¡rrt'st'ttt:lciottt's rlr' 'l V.truri lll,'rr¡,rrr,,,., 1;lvr.rj,.rlt,S.rn¡licnto:r lr.rli.r-,r.rr l)orrrrlrgo li.S;rrrnit,rrto, Vü7t,s
ir"l.,rti,,., fi,. "l í',ri"ri. cn cl c¡r;it'tt:r'.1,'.:,,rtrl'tr(l()
( r,i,.,,,,., Vcr llrlw.tr,l V S,ri,l, ()tirt¡t,tltrttt, Nrrv \',,rlt, V,,,t.r1',,'li,,,,ks lrtliti,,rl, l'''lli lt¡¡ l1¡¡¡1¡¡t,¡,.ll'tt,,t y .1il!t ttt,t. ttf, ttl.
dades y
-aún más- que se consolida en el[as.52 l¿
..precariedad" de cierto cansancio de sarmiento que ya llevaba viajando muchos nr(.:i(.,,
la escritura de Sarmiento autenticada por la experiencia de viaje remite y ve en esta escena la plenitud del viajero: sentarse por fin a lecr-. ,,
más a un esdlo deliberado que a un descuido. Sarmiento ensaya una estudiar, a pensar.s+
pose de rústico pero se sabe legítimo para pensar la nación: "Lleno de
este sentimiento del arte he vivido en Roma familiarizando mi ruda
naturaleza americana con las sublimes concepciones artísticas [...]".t' Go west young trtren, go ,@est. Sarmiento en Estados [Jnidos
como se sabe y muchos investigadores han esrudiado, la visita a Estados
El Rin desde Schaffbawsen a Lindau. unidos causó una profunda impresión en Sarmienro, vinculada a as-
Sarmiento en los países sajones pectos muy específicos: el tipo de cukura republicana,las instituciones
escolares,la sociabilidad igualitaria, el estiloi el self made ntan y la pro-
Fechada en Gotinga el4 de junio de 1847,la carta.en que relata a Ma- ducción libresca constirucionalista. sin embargo,lás páginas de'viaje no
nuel Montt la estada en Alemania ofrece una percepción esperanzada desarrollan estas ideas sino,que más bien las .efie.e, po"rque ellas, en su
de las formas sajonas de organización. Sin embargo, se decepciona con desarrollo más acabado y documental, esrán otrri páánas y en orro #
h-
Suiza, a la que ve como <<menos que a una república" con sus castillos formato que no riene las directriccs del rclaro".,de viaje. d"b"r,'brs"*.r" ll ****a*'
y cantones, y rechaza la idea de hacer del patriotismo <<un apego a la de 184e, Argiropohs de 1B50 y sobre t".lo -§
-h#*
aldea en que cada uno ha nacido""
::?.i,:r!:::qo:Pqpwlar
en sus comentarios a la Constitución de 1853. ff
Las tierras de Fichte, Hegel y Schelling sintetizan para Sarmien-
to un ideario adquirido previamente y tematizado en el Facwndo y
en sus textos posteriores, la importancia de la inmigración sajona, el
interés por la ciencia y la importación de científicos, el peso de las
escuelas normales y elementales, que refieren el estilo de educación
prusiana. El recorrido de Sarmiento por Alemania va clejando de lado
un circuito consagrado: la ciudad de Berlín, la casa de Alexander Von
Humboldt, la visita a Potsdam, para llegar a Gotinga, una localidad
más pequeña. Así como en Francia cuenta su asistencia a la Cámara en
la que Guizot desplegaba sus discursos y se autofigura como testigo
americano de los debates parlamentarios de la Francia republicana, en
Alemania disfruta de un bajo perfil: "lejos del bullicio de las grandes
ciudadesrr, admira a los profesores que, ..consagrados a las laboriosas
vigilias que engendran las grandes obras del espíritu>>, capturan su
atención. Algo de la monacal consagración de estos científicos de pro-
vincias, aunque sin las privaciones forzadas de los claustros religiosos,
le da al trabajo de estos hombres, en la mirada del viajero, la categoría
de ..sacerdotes científicosr. Leo Pollmann atribuye esta fascinación a

52
Ricardo Piglia ha explicado la traducción "libre" y "nacionalizada" de Ia expre-
sión Oz ne twe point les id.ées, de Diderot, por "Bárbaros, Ias ideas no se matan". Ha
atribuido además esta forma de escritura a un estilo libresco pero al mismo tiempo
quiere apropiarse de la cultura que le 5{ Leo,Pollmrnn, r§s¡¡i.nto y Alemania,, en Domingo F. sarmiento,viajes por
"bárbaro" en el que el provinciano Sarmiento
ha sido negada. Ver el lugar dc la ñccién,, en La Argentina en pedazos, Exropa, Africa y América, op. cit,
"Echeverríay
Buenos Aires, Ediciones de La Urraca, 1993. 55ver willirm H. Krt*, «sermiento en los Estados unidos,, en Domingo F.
53
Domingo F. Sarmiento, Viajes por Europa, Afrirw y Anérica, op. cit. Sermiento. Vhies oor Euroba, Africa ¡t América. o¡. cit.
ET

ville, cuyas referencias son, sin embargo, menores que las de Notions of y sin ninguna explicación mayor ni en esta libret¿ ni en sus páginas re-
t the Americd,ns (1828), de
James Fenimore Cooper, y tobiog rafía dactadas. Tal es el caso de:
"Pagado
por ver a un niño con dls"cabezas,
de Benjamin Franklin. En este sentido, Tulio señala tres piernas, tressrazos, ocho dedos en una mano» en la página que co-
que la lectura de Estados Unidos de Sarmiento SC de Ia de To- rresponde all2 de noviembre de 1846 en Aranjuez, ocañi
/valdepena.
cqueville porque mienras que para este lo importante era examinar de como la enciclopedia china de idioma analítico deJohn\flilkins" de
"El
qué modo se había alcanzado allí una solucién al gran problema político Borges, o sea, como toda enumeración, esta libreta dr grrtor no habla solo
del siglo xrx (conciliar libertad e igualdad), Sarmiento buscaba rastrear el por sus contenidos sino por la serie que los agrupa y que nos permite leer
surgimiento de una nueva sociedad y una nueva civilización basadas en lq rgl1-:"te la exp.eriencia de un hombre sino la riqu eza di la práctica
la plena integración del mercado nacional. "Al salir de Estados Unidos, del viaje. Lo imposible no es la vecindad de las cosas sino el sitio mismo
podría haber dicho como algún peregrino a la URSS, noventa años más en el que podrían ser vecinas.ssJuanJosé-Saer.señala:
tarde, que había visto el futuro y que el futuro, en efecto, funcionaba".56
[...] Ias columnas cotidianas de gastos nos permiten seguir día a día
y casi hora por hora, las idas y venidas de Sarmiento duranre todo

effi_ El diario de gastos


el ffanscurso de su viaje. Muchos de esos gastos son más elocuentes
de lo que podrían serlo legajos enteros de informes circunsranciales.
El diario de gastos resulta una de las piezas rnás elocuentes de la produc- La joven_sorpresa de muchos estudiosos ante Ia mención Orjía, 13,5
s4
qw ción de viaje sarmientina. Se trata de una libreta en la que ry;firuIansJs fr.anc.os del tS de junio de 1846 enMainville, no me impide preferir
6*-'& ff @e-dl¡glq, por lo que es difícil reconstruir el modo de financia- , el rubro que sigue inmediatamente, Unapi.eza?ard. seiar liplurna,
¿ffn o
u-"ffi (.* .á
ñiento del viaje, pero sí todas las salidas. Incluye el viaje a La Habana que, 2-francos y que nos muesrra a un hombre vi[oroso y satisfecho,
qw
\[{ */'!i*t
por ejemplo, no describe en sus páginas. El Diario no fue conocido hasta dispuesto a retomar la mrea después de una pausa bien merecida.sá
la década de 1930, en que Anfoal Ponce reprodujo una página de dicha
ffi/*h libreta en una revista de distribución escolar, aparentemente sin ningún
@
c "q#
"troqp+ . - lor su p¿rre, Paul verdetoye enlazael conjunto de enumeraciones
ErirÑf
. rctst
§ otro propósito que el de hacer conocer materiales relacionados con la del Diario de gastos conla flánerie delviajero.áo

#*s vida y obra de Sarmiento. Ya en 1950, el Museo Histórico Sarmiento la


publicó en reproducción facsimilar con notas de Antonio P. Castro.57
Con un detallismo preciosista Sarmiento va consignando todos sus I{ew York, l{ew York,. Sarmiento nue,udmente
gastos, desde los más importantes: pasajes, libros, comidas, hasta los en Estados [Jnidos
más triviales: propinas, cigarros, helados o peines, con una solución de
continuidad que refieren a un viajero sistemático y ordenado. También sarmiento vuelve a Estados unidos en la década de 1860. veinte años
consigna el cambio de moneda: los carlinos de Nápoles equivalen a un más tarde, cuando lea las crónicas de José Martí en La Nación como
franco {rancés o 5 francos en España equivalen a 19 reales de vellón, cronista en Nueva York y le reproche su americanismo, se evidenciará
"El presente libro de gastos hechos durante mi viaje será uno de mis su interés por ser el único administrador posible de las directrices del
mejores recuerdosrr, escribe. modeloadquirido.6,u"J jg-§afl slqntqf-u9q¡T1*1:fk*pg_tg:lg}do,
revelaciones íntimas, la consignación de las
Sarmiento en esa época, eo varias ciudades,
o referencias extrañas que quedarán consignadas, en su puro enigma 58
Véase Michel Foucault, Las palabras y las cosas. [)na arqueología d.e las ciencias
humanas, México, Siglo Veintiuno Editores, 1993.
5eJuanJosé Saer, «Ll¡¡i¡r.'
Sobre los Viaje s,,enVdajes por Europa, Áfricay América,
56 Tulio Halperin Donghi, Una nación para el desierto argentino, Buenos Aires, op. cit.
60
Centro Editor de América Larina,1982. Paul Vcrdcvoye, .Viajes por Francia y Argelia,, op. cit.
6l Vcr le r)()t.r (:;t:r(lt por Bc:rtriz

+
57 Domingo F. Sarmiento, Diario de gdstos, Libreta lleoada por Sarmienta en
Colombi, "La Libe.t"d iluminando al mundo,
sus aiajes. 1845-1847, reproducción facsimilar, Estudio y ordenamiento por Antonio pul>licetl:r t'¡ l .,t N,t, trtr¡ ¡1 .¡ rlc'crrcrr¡ tlc 1fl8/ como clogi<.> de l¿ cr(>nica clc Martí sobre
P. Castro, Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación-Museo Histórico l,rsfit'st,rs¡rrr¡.f.¡l',,¡.¡¡¡,.,r1. l,rl-ilrt'rt.¡tl yl:r()lrir,¡ruhlicrrrlrrcrrsus()/rrirstrtrnpl¡tus,nl.;1
Sarmiento, serie ¡v, no 2, 1950. tttttjcr t'tt los l'.,,t,r,1,,.. I Irrr,1,,.,,,. rlprrtlc s<.i¡;tl;tl),r .('l ('rr-('srr
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representante diplomático del gobierno de Mitre en Estados Unidos. Norte proveía una vasta escenografía. Lo que hace pensar que su des-
Deja constancia de su viaje de regreso en IJp oiaialg Nwe?-qJprh a lumbramiento ante este mundo que se configura a partir de la decepción
Buenos Aires. Escrito.r, í868, rrrá.1rm. En el de Europa no debe leerse solo en tándem con esta decepción previa, sino
prólogo, Augusto Belin Sarmienro cuenra que se trara de un diario de como una manera de mirar que ya está en el repertorio de los viajeros
viaie que Sarmiento dedicaba <<a una amiga" y sabemos hoy que esa de la época. En carta a Luis Montt fechada en ocnrbre de 1866 y que
amiga era Aurelia Yélez Sarsfield. También señala que el texto original Augusto Belin incluye en su inroducciónaAmbas Américas dice: "Los
era un cuadernito de 200 páginas escriras alápiz, sin puntos ni comas. Estados Unidos son la reswbante de la historia política bumana. Allí se
Tenía ilustraciones con una línea fina y anticiparoria del cómic con- elabora por las instituciones, las cifras y el trabajo industrial el mundo
temporáneo: diminutos hombrecillos represenran ahorcados por amor, venideror.6s
borrachos a bordo, el emperador Pedro II en Río de Janeiro saludado El viaje a Estados Unidos parece ser la vigilia de estos acontecimien-
por visitantes así como una palmera tropical ("la más matemática de las tos. El viajero Sarmiento está a la espera, tiene grandes expectativas y
plantas"), entre otros. Luego de ser nombrado Doctor Honoris Cawsa al mismo tiempo tiene miedo. La escritura oscila entre párrafos del
de la Universidad de Ann Arbor, vuelve a Buenos Aires. A su regreso, estratega incipiente y el hombre privado que siente vértigo: ..Siento
el Congreso nacional lo nombra presidente de la República Argentina subirme desde las piernas hasta los brazos una oleada de... Había leído
por 79 votos de 131, cargo que asume el 12 de octubre y en el que per- en tierra que Urquiza estaba armado hasta los dientes... ¡Oh, serénate,
manecerá haxa 1874. corazónlrr.66
En Ia cascada del Niágara quiere experimentar el terror. Tópico que
podrá volver a leerse en los Recaerdos de r.tiaje de Eduarda Mansilla,
publicado unos años después, en 1882, pero que también estaba en Cha- Llora, llora Urwtaú en las ramas del Yatay.
teaubriand:
"el rugido de las cataratas ensordece a más de dos leguasrr, Sarmiento en Paraguay
cita Eduarda y dice que se sintió ,,atraída magnéticamenre por aquella
hirviente espuma, por aquella {uerza viva que se manifestaba con una En mayo de 1BBB Sarmiento realizael último viaje de su vida, va a
exuberancia titánicay sin el celo afectuoso de mis compañeros me hu-
Asunción del Paraguay,y el11 de septiembre muere. En su epistolario
biera precipitado en el abismo".62
pueden leerse las palabras de estos últimos tiempos del viajero, ya deci-
A esta altura de su suculenta experiencia viajera, ..Esrados Unidos dido a quedarse allí.67 En las cartas a su nieto Augusto Belin, a Aurelia
es para Sarmiento el país-cohesión que no deja lugar a los espacibs
Vélez Sarsfield, a sus amigos José Posse y Adolfo Saldías, va contando
desvinculados del movimiento moderno: los ríos, las rutas, el vapor, sus últimos días en Asunción y se ve el cansancio,latristeza del que
el ferrocarril, el telégrafo obedecen a una red visible o intangible que llora, del que ve próximo el viaje último y definitivo.
garantizael conjunto», como señala Beatriz Colombi.63
Otro viaje resulta significativo en la biografía cultural de Sarmiento.
Para Sarmiento el
"tipo moderno» representado en el yanqui es em- Se trata del traslado de sus restos, en buque, desde Asunción hasta Bue-
prendedor, se juega, apuesta y gana; a diferencia de otros observadores nos Aires. En su sepelio habló Carlos Pellegrini y los diarios de Buenos
como Cané que 1o tendrán como egoísta, banal y preocupado por el Aires hicieron una edición única para hacerle un homenaje.
dinero. Sarmiento escribe: ..Dickens decía, al desembarcar en Boston,
que estaba sorprendido de ver aunniño de pecho,pues tan fresca está la
De este modo, aquel cuerpo viajero
-ya inerte- conforma un trán-
sito circular: su partida es, en realidad, un viaje de llegada: el regreso a
pintura de las casas, que parece que no ha habido tiempo de que nazcan la patria.
niños allí".# De esta manera, aquello que Sarmiento lee como lo nuevo
es lo que yahabía sido leído como nuevo y paralo cual la América del

65
Domingo F, Sarmiento, Ambas Américas, en Obras completas, tomo xxtx, Buenos
Aires, Luz del Día, 1952, destacados en el original.
62
Eduarda Mansilla, Recuerdos de Viaje,Madrid, Ediciones El Viso, 1996. r'r'
Domingo F. Srrmiento, Diario de un viaje. De Nueoa Yorb a Buenos Aires,
63 Beatriz Colombi, Viaje inteleaual, op. cit op. cit.
6a
Domingo F. Sarmiento, Diaria de xn oiaic, De Nucoa York a Buenos Aires, op. 67 Epistolario de Domingo Faustino Sarmiento. Cartas
familiares, Buenos Aires,
cli., destacado en el original. Iidición dc Asocirció¡t rle Arnigos clcl Musco Histórico Srrrmientg, 2001.

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