Está en la página 1de 1

Alegoría de la vida de una persona con sobrepeso u obesidad.

Caminando un día como todos, a mi paso se presentó un gran pozo, resbalé y caí dentro, la
caída fue lenta y larga, sentía que iba cayendo y desesperada deseaba parar pero no
encontraba de dónde sujetarme, a qué prenderme, cómo detenerme y caía más y más. No
sabía cuán profundo llegaría.... Hasta que sentí un extraño sacudón.....toqué fondo. Miré hacia
los lados, y no encontraba la forma de poder salir de él. Grité por ayuda, pero nadie me
escuchaba. Con el paso de los días algunos caminantes se acercaron y miraron hacia el fondo,
se mostraron preocupados por mi situación, pero no tenían los medios para sacarme de allí,
además todos se encontraban apurados para llegar a su destino, me desearon suerte y
continuaron su camino.
Ya no tenía fuerzas, me encontraba mal, angustiada, débil......pero me di cuenta que sólo
dependía de mí salir de allí.....
Comencé a observar las opciones, creé algunas estrategias, escuché ideas de los que se
arrimaban desde la superficie a darme aliento. Hasta que visualicé la forma de ascender,
motivada por lograrlo, empecé a escalar....poco a poco, un paso a la vez, con mucho esfuerzo
iba ascendiendo, a veces resbalaba un poco y debía volver a subir nuevamente. Pero no me di
por vencida, cada vez estaba más cerca de salir del pozo. Hasta que lo logré!
Me paré en tierra firme, mi cuerpo estaba dañado, lleno de cicatrices, dolorido....pero sabía
que sanaría pronto, lo importante era que ya había salido del pozo y que podía retomar mi
camino.
Miré a mi alrededor, y observé que habían muchos caminos para elegir, algunos cortos con
los que aparentemente llegaría rápido a mi meta, pero que requerían mayor esfuerzo para
lograrlo y la posibilidad de abandonarlo por los grandes desafíos y dificultades. Algunos más
largos pero más floridos, que me permitirían ir a un ritmo constante y más seguro. Y otros
bellísimos y fáciles de recorrer pero con los cuales tardaría demasiado tiempo en llegar a mi
meta o tal vez no lo lograría nunca por la cantidad de entretenimientos que ofrecían en el
trayecto y me alejaría de mi objetivo. Debía elegir el mío.
Mi primer pensamiento fue....quiero uno en donde no vuelva a encontrarme con ningún otro
pozo! Luego supe que no podría tener certeza de ello con ninguno.
Empecé nuevamente a caminar.....el primer tramo fue fácil, avancé mucho y rápidamente por
la gran motivación que tenía. En el camino encontré a caminantes debilitados en su andar.
Les ofrecí mi mano y los ayudé a avanzar, pues yo me encontraba fuerte y entusiasmada en
mi recorrido.
Pero estando sóla en un momento volví a resbalar.....Me agarré con todas mis fuerzas al borde
del abismo, pues ya sabía lo que era trepar, logré detener mi caída y de un salto pude
ponerme de pie y una vez más empezar.
Autor: Jovita Serpa
Para todos los que nos encontramos día a día luchando por avanzar.
Con cariño a la distancia 💕
SIN HARINAS BAJAR DE PESO SIN SUFRIR
Jovita Serpa
Administradora

También podría gustarte