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La segmentación del mercado consiste en dividir un mercado en grupos con necesidades similares

para comprender mejor lo que la gente quiere. Es como si estuviéramos clasificando a las personas
en diferentes categorías según sus características y preferencias. Por ejemplo, podemos tener un
grupo de personas que tienen un alto nivel socioeconómico y les gusta comer carne de avestruz.
También podemos tener otro grupo de jóvenes que disfrutan ir a discotecas. Y también hay
productos de cosmética dirigidos a un género específico, como maquillaje para mujeres.

La segmentación del mercado está muy relacionada con la forma en que las personas son y cómo
se comportan. Es muy importante estudiar detalladamente las características, gustos y
preferencias de los consumidores antes de hacer un estudio de mercado para cualquier proyecto,
porque esto nos ayuda a entender cómo se comportan y qué patrones de consumo tienen. En
algunos países, la forma en que las personas consumen está fuertemente influenciada por de
dónde vienen los productos. Por ejemplo, muchas personas creen que los productos importados
de Estados Unidos y Europa son de mejor calidad, aunque esto no siempre sea cierto. Por lo tanto,
si queremos que los productos nacionales tengan éxito en el mercado, necesitamos cambiar esta
creencia generalizada. La tecnología y las personas capacitadas también juegan un papel
importante en esto, al igual que cumplir con las normas internacionales de calidad tanto para los
ingredientes como para los productos terminados.

La demanda de un proyecto se refiere a cuántos bienes o servicios el mercado necesita o quiere


para satisfacer una necesidad específica, y a qué precio. El objetivo principal es identificar las
fuerzas que influyen en las necesidades del mercado para un producto o servicio en particular. El
análisis de la demanda abarca muchos aspectos, como la proyección de las ventas, el período de
análisis, los diferentes tipos de demanda, el ingreso promedio de las personas, la población, los
precios y la competencia, entre otros. Esto nos ayuda a responder la pregunta fundamental:
¿Cuántos productos o servicios del proyecto se venderán en el mercado seleccionado y a qué
precio? En un estudio de mercado, es importante considerar más que solo las cantidades
consumidas. También debemos tener en cuenta otros factores, como la cantidad y frecuencia de
consumo, la estacionalidad del consumo y la forma en que se consume y se presenta el producto.

La proyección de la demanda de un producto en un mercado específico no se limita solo a la


situación actual, sino que se enfoca principalmente en el futuro. El primer desafío es determinar
durante cuántos años debemos estimar la demanda de un producto o servicio. Esto depende de
diferentes criterios, como el tiempo necesario para recuperar la inversión, el período que maximice
la rentabilidad del proyecto y la vida útil del activo principal. Además de entender la demanda,
también es importante tener en cuenta la oferta, es decir, la cantidad de productos o servicios que
se pueden proporcionar en el mercado.

En una competencia, participan empresas o individuos que ofrecen productos similares o


sustitutos en el mismo mercado objetivo. Es como un partido de fútbol donde cada equipo busca
ganar la atención y preferencia de los consumidores. Los aspectos importantes para considerar son
la cantidad de productos que se producen, la calidad de los mismos y las características que los
hacen únicos. Por ejemplo, si estamos hablando de empresas que venden teléfonos celulares, la
competencia serían todas las marcas que ofrecen teléfonos inteligentes con diferentes
características y precios.

En este juego de competencia, hay diferentes jugadores. Pueden ser empresas nacionales que
fabrican los productos, importadores que traen productos de otros países o comerciantes que
venden los productos a los consumidores. El enfoque principal suele ser en el mercado nacional,
pero también hay empresas que exportan sus productos a otros países.

Para entender la oferta en el mercado, se calcula sumando la producción nacional y las


importaciones, y luego restando las exportaciones. Esto se conoce como oferta aparente. Otra
forma de analizar la oferta es considerando la capacidad de producción de las empresas nacionales
que compiten en el mercado objetivo. Esto puede ser un poco más complicado debido a la falta de
información.

Una estrategia importante para mejorar la competitividad de un proyecto es hacer un


benchmarking de la competencia. Esto significa estudiar a los competidores para identificar sus
fortalezas y debilidades, y así poder mejorar los productos y servicios del proyecto. Es como
aprender de los movimientos de los jugadores del equipo contrario para poder jugar mejor.

Para hacer este análisis, se pueden seguir algunos pasos. Primero, es importante identificar las
principales marcas en el mercado. Por ejemplo, si estamos hablando de bebidas gaseosas,
podríamos identificar marcas como Coca-Cola, Pepsi, y otras. Esta información se puede obtener
de estadísticas de ministerios o asociaciones comerciales e industriales.

Luego, es necesario determinar cuántos productos producen y venden estas empresas


competidoras en el mercado objetivo del proyecto. También es útil hacer un mapa para ubicar
dónde se encuentran estas empresas competidoras en el área donde se desarrolla el proyecto.

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