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Universidad de Chile

Facultad de Derecho
Departamento de Derecho Privado
Derecho Civil II
Profesores Enrique Barros y Adrián Schopf.
Ayudantes Silvia Retamales y Felipe Chahuan.

Análisis de Jurisprudencia

Objeto en el Acto Jurídico

Tribunal: Corte Suprema.

Fecha: 28 de noviembre de 2012.

Rol: Nº4.537-2010

VISTOS:

En estos autos arbitrales Rol 10.575-2006, caratulados "Agrícola Pecuaria S.A. con
Agrícola Super Limitada", por sentencia de primera instancia dictada por el árbitro de
derecho, don Gonzalo Figueroa Yáñez, se declaró inexistente el contrato de servidumbre
celebrado por estar el camino objeto del mismo fuera del comercio por tratarse de un
camino público.
Contra dicho fallo se alzó la parte demandante deduciendo recursos de casación en la forma
y de apelación, los cuales fueron desechados por una de las Salas de la Corte de Santiago,
confirmando lo decidido.
La misma parte dedujo en contra de esta última resolución sendos recursos de casación en
la forma y en el fondo.

CONSIDERANDO:

I.- En Relación con el Recurso de Casación en la Forma:

(…)

SEGUNDO: Que en estos autos se demandó el cumplimiento de una serie de obligaciones


emanadas de un contrato de servidumbre de tránsito en un camino interior en la VI Región,
consistentes en el establecimiento de dos garitas a lo largo del camino, el cumplimiento de
los requisitos exigidos por el Ministerio de Obras Públicas para Caminos Rurales, el
enderezamiento del camino para que esté lo más recto posible, la construcción de bermas
para peatones en toda su extensión, la instalación de señalización de velocidad máxima,
colocación de cierros con alambrado a lo largo del camino, y la arborización a ambos
costados del mismo, su mantenimiento, riego y cuidados.
La parte demandada a su vez contestó alegando que el camino es público, y en subsidio, la
nulidad de la servidumbre por falta de objeto por este mismo motivo y la nulidad por objeto
ilícito; explicando que su parte concurrió a la celebración de la escritura de servidumbre
ignorando que era camino público y ante el temor de que se evitara la pasada de los
camiones ya que algunos campesinos les señalaron que cerrarían el paso por ser camino
privado, cometió un error substancial y fue objeto de manipulaciones dolosas. Existiendo
además caso fortuito o fuerza mayor.

TERCERO: Que la sentencia arbitral estimó que la prueba rendida hace concluir que el
camino es público conforme disponen los artículos 24 y 26 Decreto con Fuerza de Ley N°
850.-; que los elementos esenciales de los actos jurídicos son el objeto y la causa a los
cuales es necesario agregar las solemnidades en ciertos casos; y que en el caso sublite falta
el objeto ya que para que exista debe ser real, comerciable y determinado a lo menos en
cuanto a su género; siendo la falta de comerciabilidad del camino objeto de este juicio, por
ser camino público, lo que acarrea la inexistencia del contrato de servidumbre. Agrega que
aunque se acoja la tesis de falta de acción para declarar la inexistencia, la declaración de
nulidad absoluta lleva a la misma conclusión porque el contrato de servidumbre adolecería
de nulidad conforme artículo 1464 N°1 del Código Civil, disposición que señala que hay
objeto ilícito en la enajenación de las cosas que no están en el comercio, en cuyo caso hay
nulidad absoluta conforme al artículo 1682 del mismo cuerpo legal; y el camino en este
caso no está en el comercio por ser público y su gravamen con una servidumbre es una
forma de enajenación. Considera además, que la demandada opuso la nulidad y aunque esta
no puede ser impetrada por el que sabía o debía saber el vicio que lo invalidaba, en este
caso, no se ha rendido prueba alguna que acredite tal conocimiento, "cuestión en todo caso
irrelevante frente a la declaración de inexistencia que se hará en lo resolutivo". Finalizando
con la aseveración de que siendo inexistente y en consecuencia inválido, el contrato no ha
podido generar obligación; motivaciones por las cuales rechaza la demanda.

CUARTO: Que en el recurso de casación en la forma interpuesto en contra de la sentencia


de primer grado, se denuncia que ésta adolece del vicio de ultra petita, pues se declaró la
inexistencia del contrato, en circunstancias que lo solicitado fue la nulidad absoluta del
mismo; recurso que la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó por falta
de peticiones concretas, estimando,asimismo, que tampoco el vicio, de existir, habría tenido
influencia en lo dispositivo de la sentencia ya que el árbitro, si bien razonó que procedía la
inexistencia jurídica reflexiona que aunque se acoja la tesis de la falta de acción para
solicitar la inexistencia, la declaración de nulidad absoluta produce igualmente la ineficacia
del contrato.

(…)

SEXTO: Que cabe precisar, en primer lugar, que no existe regulado por el legislador el
"contrato de servidumbre" a que se refiere la demandante, concepto que se observa por
primera vez en la escritura pública otorgada con fecha 6 de julio de 2000 ante el Notario
Público de San Vicente de Tagua Tagua don Andrés Sabal Tuma, cuando las partes
mencionan que "han convenido en el siguiente contrato deservidumbre de tránsito". La
servidumbre es un derecho real que requiere, para su constitución, un modo de adquirir, y si
éste fuese la tradición un título translaticio que sirva de antecedente a dicha tradición,
pudiendo desempeñar tal carácter cualquier contrato translaticio gratuito u oneroso. Ahora
bien, de la simple lectura de la cláusula quinta de la escritura antes mencionada, en que se
menciona el pago de un precio de cuarenta y ocho millones de pesos, se hace posible inferir
que el título translaticio es una compraventa, pues se contienen los elementos esenciales de
dicho contrato; y de la cláusulacuarta de la misma deja constancia, precisamente, de la
tradición de dicho derecho real. En todo caso, lo que queda claro es que ante el árbitro don
Gonzalo Figueroa Yánez la sociedad AGRÍCOLA Y PECUARIA S.A demandó a la
sociedad AGRÍCOLA SUPER LIMITADA el cumplimiento forzado de los derechos que
invoca la primera, y que en dicho contexto la demandada alegó la nulidad del contrato. No
obstante lo anterior, el árbitro calificó que la ineficacia del contrato no era por nulidad sino
por inexistencia.

(…)

NOVENO: Que la declaración de nulidad conduce al mismo fin y que en definitiva lo


importante es que se rechazó la demanda, petición principal de la parte demandada que deja
afuera cualquier alegación de incompetencia o de ultrapetita.

DÉCIMO: Que por las razones anotadas el re curso de casación en la forma no puede
prosperar.

II.- En Relación con el Recurso de Casación en el Fondo:

UNDÉCIMO: Que se denuncia por el recurrente la falta de aplicación del artículo 1682 del
Código Civil, sosteniendo que si el juez no hubiese aplicado la teoría de la inexistencia
habría debido rechazar la excepción de nulidad absoluta opuesta por el demandado en
virtud de lo dispuesto en el artículo 1683 del mismo cuerpo legal, toda vez que, a juicio de
la recurrente, la demandada sabía o debía saber el vicio que invalidaba el contrato.
Denuncia, asimismo, la infracción de ley que hace consistir en la aplicación de los artículos
24 y 26 del Decreto con Fuerza de Ley N° 206 de 1960 del Ministerio de Obra Públicas a
un caso no contemplado en dichas normas, mencionando que el hecho de que el predio
haya sido expropiado no basta para aplicar el artículo 24 que supone que el camino
aparezca consignado como público en los planos de expropiación, lo cual no se tuvo por
establecido. En lo que respecta al artículo 26, señala que los jueces le habrían dado un
alcance diverso, porque dicha presunción se aplica para que la Dirección de Vialidad
ordene y haga cumplir la reapertura o ensanche del camino en caso de haber sido cerrado o
modificado cualquiera sea el tiempo durante el cual haya permanecido sustraído al uso
público.
En subsidio de todo lo anterior, denuncia la infracción de normas reguladoras de la prueba,
específicamente el artículo 1700 del Código Civil, señalando que los instrumentos públicos
hacen plena fe contra los declarantes en circunstancias que los jueces tuvieron por
acreditado el carácter de público del camino en virtud de declaraciones testimoniales
rendidas por la demandada sin considerar que la escritura de servidumbre da cuenta que el
camino corre por una franja de dominio privado. De no haber ocurrido aquello se habría
concluido que el camino es privado.
Solicita en definitiva que se invalide la sentencia recurrida y se dicte la que corresponda en
reemplazo, con costas.

DUODÉCIMO:Que son hechos de la causa los siguientes:

a) La parte demandante es dueña del Lote N° 97 y de derechos en bienes comunes


resultante de la liquidación y adjudicación de la Sociedad Agrícola Santa Clotilde Limitada
disuelta en 1999.

b) Su antecesor en el dominio, junto a otras personas, todos ex socios, suscribieron el


Contrato de Servidumbre de Tránsito recíproca sobre 49 predios de la ex Hacienda Santa
Clotilde parte de la antigua Hacienda San José de Marchigue de la comunidad Pereira
Iñíguez expropiada por CORA y la Hacienda Los Suspiros de la familia Tagle Valdés.

c) El terreno respectivo objeto de la servidumbre, corresponde a un camino interior, situado


dentro del resto del predio denominado Hijuela (…)

d) La sociedad Agrícola Santa Clotilde Limitada había adquirido el dominio de ese predio
por tradición de la Oficina de Normalización Agraria en 1979 el que fue objeto de
subdivisión en lotes según planos aprobados por el Servicio Agrícola y Ganadero en
1996.Los lotes fueron objeto de sucesivas adjudicaciones a los antiguos socios en escritura
del año 2000.

e) La servidumbre se constituyó el año 2006 para el paso de personas y vehículos sin


limitación alguna, en favor de Agrosuper que es dueña del resto del Fundo El Suspiro
ubicado en la comuna de Peralillo.

f) Agrosuper pagó a todos los 48 ex dueños $48.000.000.- y contrajo otras obligaciones que
debieron ser cumplidas en el plazo de un año a contar de la firma de la escritura y que son
las mencionadas en el considerando segundo.

g) El camino es público según la prueba la prueba documental rendida, (..)

DÉCIMOTERCERO: Que los jueces del mérito sobre la base de tener por acreditados los
hechos antes indicados conforme a las pruebas también reseñadas concluyeron que el
contrato carece de objeto y por lo tanto es inexistente.

DÉCIMOCUARTO: Que contrariamente a lo que estima la recurrente, la doctrina de la


inexistencia jurídica en que el juez a quo fundamentó su sentencia de primer grado, no
presenta nada de extraño para el derecho, pues encuentra su origen en la distinción entre los
requisitos de existencia y los requisitos de validez para los actos jurídicos, que postulan y
comparten numerosos juristas. La falta de uno de los requisitos indispensables para que el
acto nazca a la vida del derecho impide, como es natural, que éste adquiera existencia
jurídica, lo que determina que no produzca efecto alguno dado que no llegó a existir. En
cambio, la falta de uno de los requisitos de validez, no impide que el acto nazca a la vida
del derecho y que produzca todos los efectos que le son propios; lo que ocurre es que
dichos efectos pueden cesar como consecuencia de la declaración de nulidad. Si bien es
cierto que se ha discutido en la doctrina nacional si nuestro ordenamiento jurídico recoge la
doctrina de la inexistencia, lo que emana del hecho de que el Código Civil no contiene
explícitamente la distinción entre los requisitos de existencia y los de validez, no es posible
desconocer que los primeros se encuentran recogidos en el concepto que se contiene en el
artículo 1444 del Código Civil cuando dice que son de la esencia de un contrato aquellas
cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en otro contrato diferente, que
es precisamente lo que ocurre cuando se omite un requisito de existencia, lo que contribuye
a identificar éstos con lo que el Código Civil denomina cosas de la esencia de un contrato.

DÉCIMOQUINTO: Que constituyendo el objeto de un acto jurídico una cosa de la esencia


y, al mismo tiempo, un requisito de existencia, bien razonaron los sentenciadores cuando
estimaron que un atributo que debe reunir la cosa objeto de un contrato es su
comerciabilidad, como lo requiere el artículo 1461 del Código Civil, de lo que surge como
consecuencia que la compraventa de la servidumbre de una cosa incomerciable debería
considerarse inexistente.

DÉCIMOSEXTO: Que, no obstante lo anterior, discrepa este tribunal de casación de que el


contrato de compraventa de servidumbre de autos sea inexistente, opinando, por el
contrario, que en estricto derecho dicho contrato debió haber sido declarado nulo
absolutamente. Ello, teniendo en consideración lo dispuesto en los artículos 1464 Nº 1º.
1810 y 1466 del Código Civil. En efecto, la constitución de una servidumbre por el modo
de adquirir tradición importa una enajenación, y la primera de las disposiciones antes
citadas considera que la tradición de una cosa incomerciable tiene objeto, aunque ilícito, y
la sanción que para el objeto ilícito previene el artículo 1682 del mismo cuerpo legal es la
nulidad absoluta. Ahora bien, el artículo 1810 dice que podrán venderse todas las cosas
corporales o incorporales cuya enajenación no esté prohibida por la ley, de lo que se infiere
que no pueden venderse las cosas incomerciables, pues su enajenación la prohíbe el artículo
1464. La venta de una servidumbre de tránsito sobre un camino público y, por ende,
incomerciable, constituye un contrato prohibido por la ley, cuya sanción es la nulidad
absoluta según se desprende de la regla general contenida en la última parte del artículo
1466.

DECIMOSÉPTIMO: Que de lo expresado en el considerando precedente estima esta Corte


Suprema que la compraventa de una servidumbre de tránsito sobre una cosa incomerciable
no es inexistente, como lo fallaron los sentenciadores, ya que la ley considera que dicho
contrato tiene objeto, aunque ilícito, lo que determina que se sanciona con la nulidad
absoluta, con lo que podría configurarse un error de derecho susceptible de enmendarse por
la vía de la casación en el fondo.

DÉCIMOCTAVO: Que, sin perjuicio de lo anterior, la ineficacia del contrato, sea por
inexistencia o por la declaración de nulidad absoluta es prácticamente equivalente, pues en
ambos casos se supone que el contrato nunca existió ni llegó a producir efecto alguno, por
lo que la sentencia que rechazó la demanda y que declaró la inexistencia produce los
mismos efectos que si hubiera rechazado la demanda declarando la nulidad absoluta del
contrato, lo que determina que el error antes mencionado no tiene influencia en lo
dispositivo de la sentencia y, por consiguiente que el recurso deba ser rechazado.
DÉCIMONOVENO: Que en relación con la supuesta infracción al artículo 1682 del
Código Civil que el recurrente denuncia en su libelo de casación, y que hace consistir en
que si el juez de primer grado no hubiere aplicado erróneamente la teoría de la ineficacia
por inexistencia, debería haber rechazado la excepción de nulidad absoluta opuesta por el
demandado sobre la base de que éste celebró el contrato sabiendo o debiendo saber el vicio
que lo invalidaba, de conformidad con lo que dispone el artículo 1683 del mismo cuerpo
legal antes mencionado, es menester hacer presente que no es un hecho de la causa que el
demandante haya sabido o debido saber el vicio que invalidaba el contrato de compraventa
del derecho real de servidumbre sobre el camino en cuestión. Así las cosas, las mismas
razones que llevaron a los sentenciadores del grado a concluir que procedía declarar la
inexistencia del acto jurídico mencionado, forzosamente habrían conducido a que se
acogiera la excepción de nulidad absoluta, si es que aquellos hubieren estimado que tal era
la institución jurídica aplicable al caso sub-lite, lo que determina que corresponde rechazar
la casación en el fondo en este acápite.

(…)

VIGÉSIMOPRIMERO: Que en cuanto a la infracción que se denuncia de las normas


reguladoras de la prueba, en particular del artículo 1700 del Código Civil en la parte que
establece el valor probatorio que corresponde atribuir a los instrumentos públicos, esta
Corte Suprema no aprecia de qué manera dicha vulneración se habría verificado en el fallo
recurrido, toda vez que los sentenciadores del grado tuvieron por acreditado que el camino
objeto del juicio tenía el carácter de público a través de las abundantes y concordantes
probanzas rendidas en el proceso, de acuerdo con el mérito probatorio que cabe atribuir a
cada una de ellas, desvirtuando de esta manera las declaraciones efectuadas a este respecto
en la escritura pública de compraventa del derecho real de servidumbre, siendo del caso
hacer presente que dicha circunstancia no implica negar el valor probatorio que
corresponde a dicho instrumento según su naturaleza, todo lo cual determina que no
existiendo la infracción de normas reguladoras de la prueba denunciada, no corresponda
acoger el recurso de casación en el fondo por esta causal.

Y de conformidad, asimismo, con lo que disponen los artículos 764 , 767 y 805 del Código
de Procedimiento Civil, se rechazan los recursos de casación en la forma y en el fondo
deducidos a fojas 763, contra la sentencia de quince de abril de dos mil diez, escrita a fojas
756.

Regístrese y devuélvase con su custodia.

Redacción del abogado integrante señor Víctor Vial del Río.

Rol Nº4.537-2010.-

Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sr. Juan Araya E.,
Sra. Rosa María Maggi D., Sr. Juan Fuentes B. y Abogados Integrantes Sres. Guillermo
Piedrabuena R. y Víctor Vial del Río.
No firman el Ministro Sr. Fuentes y el Abogado Integrante Sr. Piedrabuena, no obstante
haber concurrido ambos a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar en comisión de
servicios el primero y ausente el segundo.
Autorizado por la Ministra de fe de esta Corte Suprema.

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