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OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE

Magistrado ponente

STC5615-2020
Radicación nº 15693-22-08-000-2020-00017-01
(Aprobado en sesión virtual de doce de agosto de dos mil veinte)

Bogotá, D.C., dieciocho (18) de agosto de dos mil veinte


(2020).

Se desata la impugnación del fallo proferido por la Sala


Única del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa
Rosa de Viterbo, en la tutela que María Cecilia y Delfa
Higuera López, y Luis Alfonso Sanabria Niño -como agente
oficioso de Laura Sofía Sanabria- le instauraron a los
Juzgados Primero Promiscuo Municipal de Paipa y Tercero
Civil del Circuito de Duitama, extensiva a los partícipes en el
decurso nº 2018-00363-00.

ANTECEDENTES

1.- Los libelistas, quienes actúan por intermedio de


apoderada, reclamaron la protección de sus derechos al
«debido proceso» y «acceso a la administración de justicia», con
el propósito de que se «[a]nu[le] el fallo de segunda y primera
instancia en lo atinente a proferir sentencia anticipada por no
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cumplir con el presupuesto de legitimación en la causa por


activa de la parte de mis mandantes en el proceso de
reivindicación» y, como consecuencia «continuar con el trámite
pertinente y desatar hasta su fin el proceso de reivindicación
directa presentado por los adjudicatarios dentro de la
sucesión intestada [de] Jesús Higuera Fonseca».

Como sustento de sus pedimentos, relataron que en el


reivindicatorio de la referencia pretendieron que Marisol
Rodríguez Pérez les restituyera el vehículo de propiedad del
causante José Jesús Higuera Fonseca, el cual les fue
adjudicado en sucesión adelantada en la Notaria Segunda del
Circulo de Duitama, tal como consta en la Escritura Pública
n° 1289 (21 abr. 2017).

Adujeron que el a quo dictó sentencia anticipada en la


que declaró la falta de legitimación en la causa por activa,
porque «los actores no son los titulares de los derechos de
dominio sobre el vehículo, por no encontrarse registrada la
partición en el registro automotor» (22 ag. 2019), confirmada
parcialmente por el Superior, quien la revocó únicamente en
lo que respecta con la condena en costas a favor de la
convocada (28 en. 2020).

En su opinión, con tales proveídos se desconoció el


artículo 1325 del Código Civil que posibilita la «acción
reivindicatoria de cosas hereditarias», así como la
jurisprudencia relacionada con dicha norma, la cual ha
dispuesto que “[l]as hijuelas que den cuenta de las
adjudicaciones que se hacen en procesos de sucesión
constituyen títulos de dominio que le permiten al adjudicatario
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ejercitar la pretensión reivindicatoria y tener éxito en el proceso


que se haga valer, si el demandado no le enfrenta un título de
propiedad o una posesión sobre el inmueble que se le reclama,
anteriores, el uno a la otra, a la hijuela del demandante. Así lo
ha sostenido esta corporación en diferentes oportunidades, al
expresar, en sentencia de fecha 9 de febrero de 1972 (G.J.
CXLII, pag. 17)”.

Concluyeron que el ad quem incurrió en defecto


sustantivo, habida cuenta que busca que «no intenten la
reivindicación como herederos como lo autoriza dicha norma
sustancial [art. 1325 C.C.], sino que ya sería como propietarios
[art. 246 y 950 C.C.]. Por lo cual la juez desautoriza al
legislador en cuanto existe la norma que los legitima, pero, para
ella no es válida».

2.- El Juzgado Tercero Civil del Circuito de Duitama dijo


que la deducción repelida «se fundó en la situación fáctica y
jurídica pertinente». En respaldo remitió reproducción
magnética del acta y la audiencia que se surtió en esa
instancia. De igual forma, el Primero Promiscuo Municipal de
Paipa aportó copia del dossier.

3.- El Tribunal denegó el resguardo al colegir que el


veredicto rebatido era razonable, ya que «[p]ara que prospere
esta acción reivindicatoria contra los terceros poseedores, los
demandantes deben cumplir con los presupuestos generales
propios de la acción reivindicatoria al tenor del artículo 946 del
Código Civil, así como los especiales que le corresponden con
los que igualmente le son propios al tenor del artículo 1325
ibidem».
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4.- Ese desenlace fue recurrido por los quejosos,


quienes agregaron a los reparos iniciales que el a quo
constitucional optó por no reconocer la violación de las
prerrogativas básicas «sin ningún tipo de valoración jurídica,
hermenéutica jurídica ni análisis de la normatividad puesta en
conocimiento y existente sobre el caso […], sin ningún tipo de
base constitucional o legal».

CONSIDERACIONES

1.- De entrada, se advierte el decaimiento de los anhelos


de los discordantes, comoquiera que el pronunciamiento
definitivo que aquí será estudiado, por medio del cual se
ratificó la «sentencia anticipada» de primera instancia por
«falta de legitimación en la causa por activa», emitida en la
acción de dominio incoada por los aquí precursores, no luce
arbitrario o infundado, según pasa a explicarse.

2.- En efecto, el Juzgado Tercero Civil del Circuito de


Duitama respaldó la postura de primer grado, al apreciar
que,

En el caso que nos ocupa los demandantes […] a través de


apoderada judicial, formularon como pretensión principal que se
declarara que les pertenecía en dominio pleno y absoluto el
vehículo marca Chevrolet, línea Sparck, modelo 2015, de placas
DJK725 […] por ser herederos y habérseles adjudicado mediante
escritura pública No. 1289 del 21 de abril de 2017 de la Notaria
Segunda de Duitama […] y que sustenta dicha pretensión ya que
en la distribución de hijuelas, en el numeral sexto aparecía
claramente relacionado el rodante que es objeto de esta acción;

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consecuencialmente peticionaron se condenara a la demandada


señora Marisol Rodríguez Pérez a restituir, reivindicar o entregar,
una vez ejecutoriada la sentencia, a favor de los demandantes el
mencionado automotor.

Bajo estos supuestos, atendiendo la norma sustancial contenida


en el artículo 1325 del Código Civil, en congruencia con el
precedente emanado de la Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia que claramente decantó el contenido y alcance de la
referida disposición […] estima esta funcionaria que resultó
acertada la decisión del juez a quo al concluir la falta de
legitimación en la causa en cabeza de los demandantes porque de
acuerdo con la situación planteada en el libelo, en concordancia
con las pruebas aportadas a la actuación, claramente se
vislumbra que no les asistía la facultad de promover la acción
reivindicatoria, pues con el solo de hecho de habérseles
adjudicado en la sucesión del causante José Higuera el bien objeto
de reivindicación no era suficiente para acceder al amparo
deprecado, pues en tratándose de un bien mueble sujeto a registro,
como lo es los automotores, se precisaba el registro de dicho título
para consolidar en cabeza suya el dominio del referido bien y así
acreditar con éxito el primero de los presupuestos axiológicos de la
acción de dominio sin que las exculpaciones aducidas como
justificación para así no haber podido proceder, puedan servir
para contravenir los postulados del artículo 946 del C.C. de
obligatorio acatamiento para sacar airosa la pretensión
reivindicatoria.

Y es que resulta trascedente para la resolución de la alzada


memorar la diferencia que existe entre el derecho real de herencia
y el derecho real de propiedad, pues sobre los bienes relictos el
heredero solo adquiere un derecho real con la partición y
registro de las sentencia cuando quiera que se trata de
bienes sujetos a registro, como acontece con los bienes
raíces y los automotores, tal como lo decantó la Corte Suprema
de Justicia en sentencia de mayo 16 de 1998, con ponencia de el

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ex magistrado Pedro Lafont Pianetta (…)” (Audio sustentación y


fallo) (Resalta la Sala).

Lo que no luce descabellado o caprichoso, ya que la


«propiedad» en cabeza de los demandantes es un presupuesto
axiológico que se predica tanto de la «acción reivindicatoria»
prevista en el artículo 946 del Código Civil, como de la «acción
reivindicatoria de cosas hereditarias» del precepto 1325
ejusdem, pero solo cuando se ejerce en busca de «reivindicar»,
en nombre propio, lo que al sucesor le correspondió en la
«adjudicación», tal como aconteció en este evento.

Y es que, del referido artículo 1325 se desprenden tres


situaciones, que esta Corte ha explicado de la siguiente
forma:

[S]i lo que se pretende es perseguir los bienes que pertenecían al


de cujus pero se encuentran en poder de terceros en calidad de
poseedores, existen tres caminos a seguir que se desprenden del
referido artículo 1325 del Código Civil (…).

Primera situación. Los herederos, antes de la partición y


adjudicación de la herencia pueden reivindicar bienes
pertenecientes a la masa herencial que se encuentren poseídos por
terceros. En este caso el heredero demandante en juicio de
reivindicación debe reivindicar para la comunidad hereditaria, es
decir, para todos los coherederos, pues aún no es dueño exclusivo
de ninguna de las propiedades que pertenecían al causante. No
puede reivindicar para sí, pues sólo con la partición y adjudicación
adquiere un derecho exclusivo sobre los bienes que se le adjudican
(…).

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Segunda situación. Los herederos pueden reivindicar bienes


que hacían parte de la masa herencial una vez verificada
la partición y adjudicación, en los casos en que algunos de
esos bienes se les haya adjudicado y se encuentren poseídos
por terceros. En este caso reivindican para sí y no en
nombre de la comunidad hereditaria ni para la misma, pues
ésta feneció una vez realizada la partición y adjudicación.
Reivindican en este caso con fundamento en que el dominio del
bien reivindicado se encontraba en cabeza del causante y a ellos
se adjudicó.

Tercera situación. Los herederos pueden reivindicar, como


consecuencia de la acción de petición de herencia, bienes que
pertenecían a ésta y han sido adjudicados a un heredero putativo,
cuando acreditan simplemente un mejor derecho a poseer
semejantes bienes por ser preferencial su título de heredero (CSJ

SC 20 feb. 1958, G.J. LXXXVII pág. 77, SC 22 abr.


2002, rad. 7047, citada en SC1693-2019, resalta la
Corte).

Igualmente, al efectuar un paralelo entre las «acciones


reivindicatorias y de petición de herencia», sostuvo que,

[l]a similitud de las acciones reivindicatoria y de petición de


herencia, en tanto ellas propenden por hacer efectivo el atributo de
persecución propio de los derechos reales (el de herencia y el
dominio, entre otros, lo son), ha ocasionado que el ámbito de
dichas acciones tienda a confundirse, por lo cual la Corte, de
tiempo atrás ha clarificado el alcance de una y otra acción, a punto
tal que restringió, naturalmente con base en la
interpretación de los textos legales, el uso por parte del
heredero, de la acción reivindicatoria mientras no tenga
sobre las cosas reivindicables la propiedad plena o nuda,
absoluta o fiduciaria, dado que la declaración sumaria de
heredero no le otorga esa acción sino la de petición de
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herencia , salvo que el heredero por economía procesal


ejercite bajo una misma cuerda la acción de petición de
herencia y la reivindicatoria, o que, invocando esa calidad
de heredero y no ya para sí sino para la sucesión o mejor,
para la comunidad, entable la acción reivindicatoria de la
que era titular su causante (CSJ SC 13 dic. 2000, rad.

6488, reiterada en SC1693-2019, destaca la Sala).

Así las cosas, surge que los querellantes ejercieron la


«acción reivindicatoria de cosas hereditarias» directamente
para sí y no para la sucesión, pues ya se había efectuado la
«adjudicación» de los bienes relictos. Sin embargo, intentaron
acreditar el derecho real de «propiedad» sobre el vehículo cuya
restitución invocaron, con la escritura pública número 1289
(21 abr. 2017) que contiene la partición y «adjudicación» del
automóvil a su nombre, sin que la misma haya sido inscrita
en la oficina de tránsito y transporte correspondiente,
requisito indispensable para «adquirir el dominio» de este tipo
de bien.

De antaño se ha establecido que, tratándose de


automotores, la tradición no se surte con la simple entrega,
sino que es menester además la referida «inscripción»,
detentando los herederos únicamente el título pero no el
modo.

Por consiguiente, emerge traslucida la «falta de


legitimación en la causa» de los impulsores para aspirar a la
«reivindicación», tal como lo infirió el servidor enjuiciado, al
no ser titulares del «automotor», ya que, pese a lo especial de
la «acción» contenida en el canon 1325 del Código Civil, lo
cierto es que aquella no desconoce los principios inherentes
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a la «acción reivindicatoria» contemplada en los artículos 946


y siguientes del Código Civil, donde lo principal es «el amparo
del derecho de dominio» y que el actor sea quien lo ostente
cuando la reclama en nombre propio.

3.- Basten los razonamientos enunciados para ratificar


el fallo impugnado.

DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la ley, resuelve
CONFIRMAR la sentencia opugnada.

Infórmese a las partes e intervinientes y


oportunamente remítase el expediente a la Corte
Constitucional para su eventual revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA


Presidente de Sala

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

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AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE

FRANCISCO TERNERA BARRIOS

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