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TRAYECTORIA POÉTICA DE CERNUDA

PRIMERA ETAPA: Los primeros años como poeta (años 20)


En 1919, ingresa en la Universidad de Sevilla estudiando Derecho. La elección de carrera parece que fue
a base de los planes familiares, a los que Cernuda no se opuso. En su temprano interés por la literatura y
por la poesía, encontramos una coincidencia: el ingreso en la universidad de nuestro poeta al tiempo que
es nombrado Catedrático de Historia de la Lengua y la Literatura a Pedro Salinas. Este fue su profesor
durante el primer curso. Licenciado en 1925 y tras la muerte de su padre, Cernuda no sabía qué hacer con
su vida. Y sin mucha convicción se dedicó a estudiar oposiciones, pero seguramente lo hizo para contentar
a su madre y ya tendría en mente dedicarse a la poesía.
Perfil del aire o Primeras poesías
Los primeros versos datan de 1922, aunque la mayoría de esta fecha fueron destruidos por él. Los que no
fueron destruidos, formaron su primer libro, Perfil del aire. Fue publicado por mediación de Salinas. La
obra fue rechazada y duramente criticada (imitación de Jorge Guillén, o una obra anacrónica). Esta crítica
le hizo revisar más tarde la obra y renombrarla como Primeras poesías. Perfil del aire es un libro
melancólico donde manda el deseo frustrado del adolescente sobre las imposiciones de la realidad
exterior, que nos muestra el conflicto primordial: el choque entre la realidad frente a la búsqueda de
belleza.
Estamos en los años 20, en la época en la que la Generación del 27 desarrolla la llamada “poesía pura”.
Pero Cernuda nos dice que estas primeras poesías quería huir de los dos males de la poesía de esa
época: lo folklórico y lo pedantesco. De ahí, que en sus versos haya una tendencia hacia lo coloquial.
Égloga,Elegía, Oda
Por otra parte, a Cernuda le duelen las críticas hacia su primer libro, de forma que se aplica esta cita
“Aquello que te censuren, cultívalo, porque eso eres tú” y escribe Égloga, Elegía, Oda (1927-28), que
publicará más tarde incluido en la primera edición de La realidad y el deseo en 1936. Se atreve con unos
poemas de corte clásico, donde expresa su admiración por Garcilaso de la Vega al tiempo que se observa
la influencia de los simbolistas franceses. Con estos poemas se adiestra técnicamente, aunque no acaba
de encontrar su propio lenguaje poético.

SEGUNDA ETAPA: el surrealismo, el primer contacto con Europa (1929-1931)


En 1928 muere su madre y se marchará a Madrid. Allí, consigue un lectorado de español para el siguiente
curso en la Universidad de Toulouse. La estancia allí dura siete meses, donde se fortalece su gusto por el
cine. De la primera película sonora será él un espectador. Serían el cine, la música y la corriente artístico
intelectual las fuentes de inspiración tanto de Cernuda como del resto de los artistas de la época. Cernuda
fue el único poeta español que conocía directamente la poesía de los surrealistas franceses, como: Breton,
Aragón… Así como la influencia de André Gide, que le acompañaría en el resto de su obra. Y fue entonces
cuando comenzó a escribir la primera de sus obras de inspiración surrealista: Un río, un amor.
La estética del surrealismo se centra en un deseo de automatismo. Se intenta crear obras de arte dejando
a un lado cualquier atisbo de razón o de pensamiento. Querían llegar al subconsciente para poder expulsar
todos los demonios. A través de las imágenes y de los recuerdos querían alcanzar la esencia de la psique
humana.
No obstante, en Cernuda, el automatismo no es total. Utiliza el verso libre, al ritmo del endecasílabo. Juega
con las palabras pero sin llegar a la deconstrucción aleatoria.
De esta época es Un río, un amor (1930) y Los placeres prohibidos (1931). En esta última obra las
ideas surrealistas están ya depuradas y se eleva el tono lírico. Fue escrita a raíz del primer gran
desengaño amoroso.
TERCERA ETAPA: Poesía comprometida. Donde habite el olvido (1932-1938)
Al volver a Madrid, Cernuda trabaja en una librería, empleo que abandona en 1931 para unirse, al
comenzar la II República, a las Misiones Pedagógicas. Por este tiempo escribe los poemas de Donde
habite el olvido (1934) que, aunque con influencias del surrealismo, vuelve a retomar el legado de
Bécquer, de uno de cuyos versos toma el nombre para el título. En esta época Cernuda no solo se
empapaba de literatura romántica española sino que también descubre a Hölderlin, otro clásico que deja
huella en su poesía. Es ahora cuando Cernuda utiliza una lírica de tintes demoníacos haciéndose uno con
el carácter rebelde del ángel caído que no teme a la soledad y la muerte. El poeta, cuyos deseos chocaban
con la realidad y sus imposiciones.
La realidad y el deseo, la obra en la que recogerá toda su poesía, salió publicada en 1936. Aquí se
reunieron sus dos libros anteriores: Perfil del aire y Donde habite el olvido, Égloga, Elegía, Oda; Un
río, un amor; Los placeres prohibidos e Invocaciones. Esta vez su obra tuvo mejores reseñas.
En 1934 comenzó a componer los poemas contenidos en “Invocaciones a las gracias del mundo”, que
en la tercera edición de La realidad y el deseo quedó reducido al título de Invocaciones. Son poemas de
una gran extensión, ahora el poeta pretende alejarse de la poesía pura y necesita ampliar los límites de la
experiencia poética, no poniendo freno a sus divagaciones.
Luis Cernuda durante la Guerra Civil española
En otoño de 1936, Cernuda permaneció en Madrid donde trabajó en un programa de radio dedicado a
levantar la moral de los combatientes y hacia noviembre se alista en el Batallón Alpino. Cernuda lee a
Leopardi y el desencanto y los desencuentros con sus contemporáneos harán que se vaya acentuando su
acritud hacia el mundo. Ideas suicidas empiezan a rondar por su cabeza y se transparenta en sus escritos.
Cernuda da una visión poco convencional de la guerra, denunciando la crueldad de ambos bandos y
ofrece su visión sobre el pueblo español.
En febrero de 1938, Cernuda se va a Londres. Su intención era dar unas conferencias sobre literatura y
sobre la realidad de España de ese momento y regresar después de esto. Esa fue su intención pero no se
llegaron a dar las conferencias y el poeta no pisaría más España.

CUARTA ETAPA. El exilio: Europa y América


Hasta julio de 1938, Cernuda no vivió bien en Londres, dando unas charlas entre los estudiantes de
español de la Universidad de allí. Ese mismo verano, tras pasar por París, intenta regresar a España. Pero
por las noticias que recibe se arrepiente y se vuelve a Inglaterra. Fue una época bastante triste para él.
Estuvo aislado en un país extraño, lluvioso, frío, una lengua desconocida, sin compañía... Además,
sufriendo las restricciones de la IIGM. Esto le hizo profundizar en la literatura inglesa. Descubre una
escuela: los metafísicos. Se deja seducir por Dickinson, Yeat y, sobre todo, Eliot. Son los poetas
meditativos, los que anteponen el pensamiento a la pasión en la escritura. En ellos encontró una escritura
cercana al lenguaje hablado. A partir de ahora Cernuda se decanta por una expresión sobria, contundente,
directa y, al tiempo, revestida de una fuerza que atrapa al lector.
A) EUROPA: Las Nubes y Como Quien Espera el Alba.
Sus horas de soledad fueron aprovechadas tal que terminó Las nubes, iniciado en España en plena
guerra y liquidó no solo Como quien espera el alba sino también la primera edición de Ocnos (libro en
prosa poética).
Con Las nubes su poesía adquiere un tono personal, único y original. La sensualidad y la pasión aquí
están más contenidas. Las nubes es un libro sobrio, más reflexivo y meditativo que los anteriores.
La segunda edición de La realidad y el deseo apareció en Madrid en 1940, en ella se incorporaban los
versos de Las nubes.
Al final de la IIGM compone Como quien espera el alba. El poeta se llena de esperanzas pero, a la vez,
está influenciado por las lecturas de Kierkegaard. En esta obra se reflejan todas sus contradicciones
vitales, la alegría por la belleza del mundo contra el nihilismo destructor del hombre.
Ese verano, Cernuda se encuentra en un cambio en su vida: el traslado a Estados Unidos. Tuvo la
oportunidad de trabajar como profesor en el departamento de español en un instituto de Massachusetts,
por mediación de su amiga Concha de Albornoz. En septiembre, el poeta estaría instalado en el instituto
para mujeres, ganando un sueldo decente y rodeado de una abundancia material desconocida para él
hasta entonces.
B) AMÉRICA: EE.UU y México.
En 1936 Cernuda visita México que sirvió para contentar su espíritu atormentado. Gracias a la sencillez de
sus habitantes y al clima (un sustituto de su Andalucía perdida). Fruto de esas impresiones es su segundo
libro en prosa Variaciones sobre tema mexicano. En él, da rienda suelta a la sensualidad.
En Mount Holyoke College trabaja en un nuevo libro: Vivir sin estar viviendo, donde explora la
conciencia del paso del tiempo y su impacto en su obra. Cernuda sabe capturar y describir un mundo ideal
donde el arte y la poesía son eternos, depositando en ellos sus esperanzas de inmortalidad.
Entre 1950 y 1956 escribe Con las horas contadas y Poemas a un cuerpo. Cernuda decide que sus
últimos años los pasará en México. Encontrará trabajo como profesor en la Universidad Nacional de
México y forma una familia con Concha Méndez y su hija, encontrando en ellos un hogar y un refugio para
su espíritu atormentado.
En 1958, aparece la tercera edición de La realidad y el deseo, que recopila sus obras más recientes. Su
vida transcurrirá con sencillez, dedicado a la enseñanza y a su familia adoptiva. Se prepara para su adiós,
plasmado en su obra Desolación de la Quimera, donde expresa sus cariños,críticas y tormentos de
manera cruda y desapasionada.
En junio de 1963 Cernuda regresa a México desde Los Ángeles, con el deseo de reunirse con su familia y
morir en el país que tanto amó. Cernuda amaneció muerto en su habitación el 5 de noviembre de 1963,
dejando un legado literario que perdura en la historia de las letras hispánicas.

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