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La batalla del Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822 en las faldas del volcán Pichincha, a más
de 3000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito.
Batalla del Pichincha
Beligerantes
Gran Colombia
Imperio español
[nota 1]
Provincia Libre de Guayaquil
República de Chile[nota 2]
Comandantes
Unidades militares
Fuerzas en combate
2000[nota 3] [1]
-3500[2] patriotas
menos de 2000[6] -3500[2] realistas
+100
Bajas
200 muertos y 140 heridos[nota 1] 400 muertos, 190 heridos y 1260 prisioneros[8] [9]
Mapa
Batalla de
Pichincha
Antecedentes
Podría afirmarse que la campaña militar por la independencia de Quito se inició el 5 de agosto
de 1820, cuando la ciudad costanera de Esmeraldas proclamó su independencia de España
después de una rápida y casi incruenta revuelta contra la guarnición local. Los líderes de la
revuelta, una combinación de oficiales peruanos y venezolanos del Ejército colonial junto con
intelectuales locales y patriotas, formaron un consejo de gobierno y un ejército con el propósito
de defender la ciudad y extender el movimiento independentista a otras provincias de la
Presidencia.
Para entonces, el curso de las guerras de independencia en América del Sur había
cambiado en contra de España; la victoria de Simón Bolívar en la Batalla de Boyacá selló la
independencia del Virreinato de Nueva Granada, mientras que en el Sur José de San Martín, tras
haber desembarcado con su ejército en la costa peruana en septiembre de 1820, preparaba la
campaña para la independencia del virreinato del Perú.
Los primeros movimientos empezaron en 1809 con la rebelión de los Criollos contra el dominio
español conocida como El Primer Grito de Independencia Americana. Aunque hay otros
precursores como Eugenio Espejo, sabio criollo de origen mestizo que lanzó las primeras
proclamas por escrito en la publicación «El Nuevo Luciano de Quito». Los sublevados formaron
una Junta de Gobierno provisional el 10 de agosto de 1809 en Quito, sublevando el poder
español y gobernándose autónomamente; sin embargo los participantes acabaron siendo
encarcelados y asesinados en la Matanza del 2 de agosto de 1810. Este capítulo de la historia
ecuatoriana fue tomado como ejemplo en el inicio de varios procesos libertarios en América
Latina. En esa fecha los sublevados propugnaban el liderazgo de una junta autónoma de
gobierno, cambiar las autoridades en Quito, manteniendo su autonomía utilizando la estrategia
de las máscaras de Fernando VII, que consistía en jurar una falsa lealtad al cautivo rey
Fernando VII con el fin de mantener la autonomía.[10] La historiografía del Ecuador considera
este suceso como el Primer Grito de Independencia Hispanoamericana y el inicio del proceso de
emancipación de la región. Terminado el dominio francés y con la negativa del rey de España,
Fernando VII, de acatar la Constitución de Cádiz, se desencadenaron una oleada de
movimientos independentistas en la América Española.
Orden de batalla
Orden de batalla
Ejército Patriota Ejército Real
Comandante en jefe Comandante en jefe
General Antonio José de Sucre
Mariscal de campo Melchor
Infantería:
Estado Mayor de división
Batallón ligero Aragón (expedicionario):[15]
General José Mires[11] comandante de división Coronel Valdez
Batallón Albión: 433 infantes; al mando del Dragones de S. M. la Reina Isabel, 1.er
teniente coronel John MacKinstosch. Escuadrón: Coronel Sáenz
Caballería, al mando del coronel Diego Ibarra. Dragones de Granada, 1.er Escuadrón: Coronel
Vizcarra
Escuadrón Lanceros, al mando del teniente
coronel Friederich Rach. Dragones de la Guardia Presidencial, 1.er
Escuadrón: Teniente coronel Mercadillo
Escuadrón Dragones: 142 caballería; al
mando del teniente coronel Gaetano Húsares Propios de S. M. el Rey Fernando VII,
Cestari.[nota 5] 1.er Escuadrón: Coronel Allimeda
Artillería:
División del Perú
Batería de artillería : Coronel Ovalle
Infantería:[12]
Caballería:
Artillería:
Planificación
La campaña
Para enero de 1822 Sucre ya había organizado la nueva campaña. Su ejército constaba de
aproximadamente 1700 hombres, entre veteranos de sus campañas anteriores y nuevos
reclutas.
Había hombres de las tierras llanas de la Provincia de Guayaquil y voluntarios que
provenían de la Sierra, como el héroe cuencano Abdón Calderón, cuyo padre había muerto
heroicamente en 1812, defendiendo al Estado de Quito. Los dos contingentes pronto fueron
organizados como el Batallón Yaguachi; también había soldados neogranadinos y venezolanos
enviados por Bolívar, unos cuantos oficiales y soldados españoles que habían cambiado de
bando, un batallón entero de voluntarios británicos e incluso unos cuantos irlandeses y
franceses. El 18 de enero el ejército Patriota se dirigió a Machala, en el llano. El 9 de febrero, tras
haber cruzado los Andes, Sucre entró en el pueblo de Saraguro, donde su ejército se juntó con
los 1300-1500 hombres de la División peruana, enviados por San Martín, al mando del Coronel
Andrés de Santa Cruz. Esta fuerza (Expedición Auxiliar de Santa Cruz a Quito) estaba
conformada en su mayoría por reclutas peruanos, existían también chilenos, argentinos y alto-
peruanos (bolivianos), tenía también oficiales argentinos, entre los que destacaban Félix
Olazábal, ambos de Infantería y Antonio Sánchez de Caballería y un escuadrón del Regimiento
de Granaderos a Caballo de los Andes (argentino) al mando de Juan Lavalle. Al enfrentar esta
fuerza multinacional de alrededor de 3000 hombres, el destacamento Realista de caballería, de
unos 900 hombres, que defendía Cuenca se retiró hacia el Norte, siendo perseguido a la
distancia por la caballería Patriota. Cuenca fue entonces recapturada el 21 de febrero de 1822,
sin que se disparara un solo tiro. Durante marzo y abril, los Realistas continuaron marchando
hacia el Norte, logrando con éxito evitar enfrentarse con la caballería Patriota. Sin embargo, el
21 de abril se produjo un feroz encuentro entre las fuerzas de caballería en Tapi, cerca de
Riobamba. Al final del día los Realistas nuevamente se retiraron, mientras que el ejército
principal de Sucre procedió a capturar Riobamba, quedándose ahí hasta el 28 antes de reanudar
su viaje hacia Quito.
Acercamiento a Quito
Mientras tanto, Aymerich alistó los puntos de resistencia y posiciones de artillería en los
principales pasos montañosos que dirigían a Quito. Sucre, empeñado en evitar un
enfrentamiento frontal en terreno desfavorable, decidió avanzar paralelamente a los flancos de
las posiciones Realistas, marchando por las laderas del volcán Cotopaxi para así poder llegar al
Valle de los Chillos, en la retaguardia de las posiciones defensivas Realistas. El 14 de mayo el
ejército Realista, intuyendo las intenciones de Sucre, comenzó a replegarse, llegando a Quito el
16. Dos días después, y tras una muy difícil marcha, el ejército de Sucre ocupó Sangolquí, siendo
recibidos por Rosa de Montúfar en la hacienda Chillo-Compañía, misma que había heredado de
su padre el marqués de Selva Alegre.[18] [19]
Maniobras finales
En la madrugada del 23 de mayo de 1822, el ejército patriota, conformado por 2971 hombres,
empezó a ascender por las laderas del volcán Pichincha. En la vanguardia estaban 200
colombianos del Alto Magdalena, seguidos por el ejército principal de Sucre; en la retaguardia
estaban los británicos del Albión, protegiendo el tren de municiones. A pesar del enorme
esfuerzo de las tropas, el avance por las laderas del volcán fue más lento de lo que se esperaba,
y la llovizna que cayó durante la noche convirtió los senderos en ciénagas.
Desarrollo de la batalla
El uniforme de los granaderos, actualmente guardia de honor del palacio presidencial de Quito.
Cuando amaneció, los centinelas posicionados cerca de Quito avistaron a las tropas patriotas
ascendiendo por las laderas del Pichincha. Aymerich, entonces consciente de la intención de
Sucre de flanquearlo por medio del ascenso al volcán, ordenó a su ejército de 1894 hombres
ascender la montaña lo más pronto posible, para enfrentar ahí a Sucre. Al haberse encontrado
en un campo de batalla tan improbable, los dos comandantes no tuvieron otra opción más que
enviar gradualmente sus tropas a la batalla. Existía poco espacio para maniobrar en las
empinadas laderas del Pichincha, entre profundos barrancos y densos matorrales.
Los hombres del Paya, tras recuperarse de la conmoción inicial, se reposicionaron bajo el fuego
enemigo, esperando la llegada del batallón Trujillo. Sucre, esperando que los españoles estén
más cansados que sus propias tropas, envió también al batallón Yaguachi, conformado por
ecuatorianos. El batallón Alto Magdalena trató de hacer un movimiento de flanqueo, pero sin
éxito, pues el terreno no se lo permitió. Pronto, los batallones Paya, Trujillo y Yaguachi
(batallones patriotas), sufriendo muchas bajas y con pocas municiones, comenzaron a
replegarse.
Para entonces el destino de la batalla para los Patriotas parecía depender del Albión, que
transportaba las municiones tan necesitadas; y sin embargo se desconocía su paradero. A
medida que el tiempo pasaba, los Realistas parecían ganar el control de la batalla. El otro
batallón peruano Piura, fue obligado a retroceder. En medio de la desesperación, a los hombres
de reserva del batallón Paya se les ordenó cargar contra el enemigo con sus bayonetas. Ambos
bandos sufrieron grandes bajas, pero la situación más o menos se estabilizó para los Patriotas.
A pesar de esto, Aymerich, como parte de su estrategia, durante el ascenso al Pichincha separó
de su fuerza principal al batallón Aragón, ordenándole avanzar hasta la cúspide del volcán, para
así luego atacar a los Patriotas por la retaguarda, rompiendo sus líneas en el momento
indicado.[20] El Aragón era el mejor batallón del ejército realista; estaba conformado por
veteranos españoles que habían actuado tanto en Guerra de la Independencia Española como
en otras batallas en América del Sur, y en ese momento se hallaba sobre los Patriotas y listo
para atacar.
Afortunadamente para los Patriotas, cuando el Aragón estaba por cargar sobre la alicaída línea
Patriota, fue detenido en seco por el Albión, que entró inesperadamente en la batalla. Resulta
que el Albión consiguió avanzar a una posición más alta que la de los españoles. Pronto, el
Magdalena se unió a la batalla, y el Aragón tras sufrir fuertes bajas, se desintegró. Entonces el
Magdalena avanzó hasta la línea Patriota para reemplazar al Paya, y cargó contra la línea
Realista, que terminó por romperse.[21]
La batalla de Pichincha fue el escenario del sacrificio por la Patria de uno de los más
destacados héroes ecuatorianos, el cuencano de 18 años Abdón Calderón. Calderón, quien fue
hijo del coronel cubano Francisco Calderón, defensor del Estado de Quito de 1812, vivía en
Guayaquil y se enlistó en las tropas de origen ecuatoriano que combatieron en la Batalla.
Calderón, a pesar de haber recibido 4 heridas de bala, prefirió permanecer inamovible en la línea
de fuego, alentando a todo su batallón y levantando incansablemente la que es ahora la bandera
celeste y blanco de la ciudad de Guayaquil. Al terminar el feroz combate fue trasladado a la
ciudad de Quito, donde murió al cabo de catorce días, el 7 de junio de 1822. Antonio José de
Sucre en su escueto parte de la Batalla de Pichincha, fechado el 28 de mayo del aquel año dice:
" [...] hago una particular memoria de la conducta del Teniente Calderón, que habiendo recibido
sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el
Gobierno de la República sabrá compensar a la familia los servicios de este oficial heroico".[22]
Cuando Simón Bolívar llegó a la ciudad de Quito y se enteró de estos hechos, ascendió
póstumamente a Calderón al grado de capitán y decretó que su sueldo fuera entregado a su
madre. La compañía del Batallón Yaguachi a la que perteneció Calderón no tendría capitán y en
las revistas, al mencionarse su nombre, la tropa habría de contestar: "Murió gloriosamente en
Pichincha, pero vive en nuestros corazones". La tradición se mantiene hasta la actualidad en el
Ejército ecuatoriano, pues al pasar lista a los batallones de caballería se nombra a Calderón tal
como dispuso Bolívar.
En la obra Leyendas del Tiempo Heroico del escritor Manuel J. Calle se narra la muerte de
Calderón con una serie de hipérboles, destacando que pese a las graves heridas sufridas en las
cuatro extremidades, se negó a abandonar el campo de batalla.
La Capitulación de Quito
Capitulación de Quito (1822), óleo sobre lienzo de Antonio Salas Avilés
1. A las doce del día bajo un sol resplandeciente, los soldados de la libertad en la cima del
Pichincha a más de 3000 metros de altura dieron el grito de victoria. La victoria fue de
Sucre, la cual fue completada con la capitulación que el jefe patriota concedió al mariscal
Aymerich el 25 de mayo del mismo año.
Según el acta de Capitulación del 25 de mayo de 1822,[24] los españoles, a las 14:00 de ese día,
arriaron su bandera y entregaron sus armas al Ejército de la Gran Colombia, en una ceremonia
especial que tuvo lugar en un puente del fortín colonial. De esta manera, en la cima del Panecillo
tuvo lugar el acto final del Imperio español en Ecuador.
La fortaleza permitía vigilar el norte y el sur, por lo que estaba provista de cañones. Al caer el
fuerte en manos del Ejército libertador de la Gran Colombia, en 1822, se tomaron a los
españoles catorce piezas de artillería.[23]
Con las operaciones cuyas acciones finales se produjeron en las faldas del Pichincha y en la
ciudad de Quito, Sucre decidió a su favor la vacilante y delicada situación de Guayaquil; dio
libertad al territorio que conforma hoy la República de Ecuador, y facilitó su incorporación a la
Gran Colombia.
El 18 de junio de ese año, Bolívar le asciende a general de división y lo nombra intendente del
departamento de Quito. Ese día, durante la entrada triunfal del Libertador a la Plaza de la
Independencia de Quito, una mujer le arroja desde su balcón una corona de laurel al rostro, lo
que llama vivamente la atención de Bolívar. Esta mujer fue Manuela Sáenz, quien participó
también en las luchas de la independencia y sería nombrada coronela por Bolívar, que la
convirtió en su amante y la llamó "La Libertadora del Libertador".
Al frente de los destinos de Ecuador desarrolla una positiva obra de progreso: funda la Corte de
Justicia de Cuenca y en Quito el primer periódico republicano de la época, El Monitor. Instala en
esa ciudad la Sociedad Económica. De su actividad personal es buena prueba que, el 6 de
septiembre de 1822 expidió y firmó en Quito 52 comunicaciones. Interesado por la educación,
se puede afirmar que en Cuenca halló 7 escuelas y dejó 20.
Luego de la batalla, a los pocos días llegó la noticia a Guayaquil, siendo esta celebrada por los
cabildantes y autoridades máxima del Gobierno Provisorio. Esta fue plasmada en el principal y
único medio de comunicación oficial del Gobierno, que era el "Patriota de Guayaquil",
publicándose lo siguiente en conmemoración a la victoria conseguida por las tropas de varias
nacionalidades, entre ellas la Guayaquileña:”[25]
CONCIUDADANOS. Las fuerzas unidas del Perú, Colombia y Guayaquil han roto
al fin las pesadas cadenas que arrastraban nuestros hermanos en la segunda
capital de los Incas: y aunque los tiranos las habían afianzado en los enormes
montes y profundas quebradas de aquel país, ellas ahn sido deshechas á la
presencia de los hijos de la Libertad.
Resultado
Mapa de la Gran Colombia según Agustín Codazzi. El mariscal Sucre compartía la visión política de Bolívar y la unidad de
la "Patria Grande".
En la ladera del monte Pichincha en donde tuvo lugar el combate, se levantó en 1922 un
obelisco conmemorativo del primer centenario de la Batalla. El Obelisco, ubicado en un paraje
andino a 3000 metros de altura, recuerda los nombres de los comandantes patriotas y también
tiene una placa dedicada al valor del soldado español.
En los años 70 del siglo XX, la dictadura militar que gobernaba Ecuador decidió construir en el
lugar un monumento de mayores proporciones que el modesto obelisco original.
En el sitio se levantó el llamado "Templo de la Patria" una estructura de hormigón armado con
varios salones cavados en la montaña. El Templo de la Patria, visible desde varias partes de la
ciudad de Quito, está decorado en el exterior con una torre y con un mural en mosaico de
Eduardo Kingman, que evoca los distintos episodios de la lucha por la independencia del
Ecuador, desde los tiempos de Eugenio Espejo, pasando por el Diez de Agosto.
El Templo tiene varios salones en los que se pueden apreciar algunas armas antiguas, que, si
bien no son en su mayoría de 1822, son de mediados y finales del siglo XIX. Otro salón muestra
los trajes de época de todas las guardias presidenciales y de honor de Sudamérica, y un
diorama que permite seguir las incidencias de la Batalla del Pichincha.
En sendos salones se encuentran estatuas en bronce del Libertador Simón Bolívar y del
Mariscal Antonio José de Sucre, así como un homenaje simbólico a la heroína ecuatoriana
Manuela Sáenz, amante de Bolívar que, aunque no participó en el combate, está enterrada
simbólicamente en el lugar. Otra sala contiene los restos de un soldado desconocido.
El Templo de la Patria integra en su conjunto el antiguo obelisco de 1922 y permite una vista
panorámica del Centro Histórico de Quito.
En el Centro Histórico, se levanta el Monumento a los Héroes Ignotos del Pichincha, una
columna con un cóndor de bronce, en el paseo "24 de Mayo" construido también al pie de la
montaña con ocasión del primer centenario del combate.
Acto cumplido al pie del monumento al Soldado Ecuatoriano con motivo de la recordación de la Batalla del Pichincha
Notas y referencias
1. Cuando Sucre tomo Guayaquil el 9 de octubre de 1820 lo hizo con 700 hombres pero la
aristocracia de la ciudad le negó su apoyo (Carlos Lasso Cuevas, La batalla de Pichincha (htt
p://the.pazymino.com/C_Lasso-BatallaPichincha.pdf) , pp. 1), aun así logro juntar en la
ciudad unos 2000 reclutas (La Guía 2000: La batalla de Pichincha (http://www.laguia2000.co
m/ecuador/la-batalla-de-pichincha) ). El 9 de febrero de 1821 llegaron 1200 refuerzos
enviados por San Martín al mando de Santa Cruz. Posteriormente se les unieron batallones de
colombianos (Lasso, pp. 2). En total alrededor de unos 2971 hombres pelearon por el bando
patriota en la batalla de Pichincha (Ibíd.)
3. Emancipación de la Presidencia de Quito, del Virreinato de Lima y del Alto Perú. Francisco
Antonio Encina, Editorial Nascimento, 1954.
En julio de 1822 no disponía de los 5000 a 6000 hombres que, aún contando
con el concurso de San Martín, (...) Sucre libró la batalla de Pichincha con
2000 soldados de infantería y 400 jinetes. Deducidos los 200 muertos y los
140 heridos (...)
4. José Manuel Restrepo. Diario político y militar. Impr. Nacional, Bogotá, 1954, pp. 154. Entre
San Juan de Pasto y Riobamba sólo había 3500 a 4000 soldados realistas.
5. Gaetano Cestari, originario de Italia, arribó a Venezuela en el año 1816 para participar
diferentes campañas, fue nombrado en 1818 teniente coronel ayudante general en Angostura.
Murió en combate en la campaña del Sur de Colombia. Italia y los italianos en la historia y en
la cultura de Venezuela, por Marisa Vannini de Gerulewicz
6. Unidad no incorporada al ejército del Perú que portaba estandarte propio según se indica:
Tenemos el honor de haber recibido los restos del Ejercito de los Andes, conducidos desde el
Perú por el coronel de granaderos a caballo D. Félix Bogado (...) si, a esos que han conducido
en triunfo el pabellón argentino hasta Quito y que han sabido derramar su sangre por la
libertad de la patria en Junín y Ayacucho (...) Gaceta Mercantil de Buenos Aires, 17 de enero
de 1826.
Referencias
1. Batallas de Venezuela, 1810-1824. Edgar Esteves González. El Nacional, 2021, pp. 169-170.
(...) antes de coronar la meseta, las tropas de 3200 efectivos hacen alto para
poder descansar y tomar el rancho
2. Campaña de Atahualpa contra el Cuzco. Luis Andrade Reimers, Edit. Casa de la Cultura
Ecuatoriana, 1985, pp. 7.
Sin embargo, bien sabemos todos que la batalla de Pichincha se dio sólo
entre 3500 combatientes de parte y parte, siendo la inmensa mayoría de los
soldados a órdenes de Sucre oriundos del Perú, Colombia, Venezuela y
hasta de la (...)
Santa Cruz al mando de 1300 a 1500 soldados llevó a esta campaña, que
culminó con el triunfo libertador de Pichincha, (...)
8. Colombia: siendo una relación geográfica, topográfica, agricultural, comercial, politca, &c. de
aquel pays, adaptada para todo lector en general, y para el comerciante y colono en particular.
Alexander Walker, Baldwin, Cradock, y Joy, 1822, pp. 554.
9. Bolívar y el arte militar formada sobre documentos: sin utilizar consejas ni versiones
impropias ; conclusiones de acuerdo con hechos probados, y la naturaleza de las cosas.
Vicente Lecuna, Colonial Press, 1955, pp. 159.
12. Historia de San Martín y de la emancipación sud-americana. pp. 22-23. Autor: Bartolomé
Mitre. Editado en 1907
13. Francisco Villa era sargento mayor de origen rioplatense y teniente coronel graduado
14. Los Granaderos a Caballo al igual que los Cazadores del Perú habían completado sus
vacantes con tropas chilenos.
15. Se trata de un cuerpo refundido de los restos del primero de Victoria, que embarcó a
Venezuela con Pablo Morillo en 1815 y que en 1818 se renombra como Aragón. Tras la
retirada de Santa Fé, el Aragón sigue combatiendo en Pasto y consigue replegarse hasta
Quito. Allí se reúnen el Aragón y el Talavera primero. En realidad se trata de la reunión del
primero y segundo de Victoria. Tras Pichincha ambos cuadros reembarcan a España. El
tercero de Victoria (Talavera segundo) sigue combatiendo hasta Ayacucho.
16. Este batallón esta bloqueado por el general Cestaris(...) Revista Historia Militar vol 1,pag27.
17. Batallón formado con milicias del país originario de Quito creado en 1821 Luqui-Lagleyze,
Julio Mario. Por el rey, la fe y la patria: el Ejército Realista del Perú en la independencia
sudamericana, 1810-1825.
18. Costales Samaniego, Alfredo; Costales Peñaherrera, Dolores (2008). Insurgentes y Realistas,
la revolución y la contrarevolución quiteñas (1809-1812) (https://web.archive.org/web/20180
522132508/http://www.patrimonio.quito.gob.ec/index.php/centro-documental/fondo-editoria
l?id=348) (Primera edición). Quito: FONSAL. pp. 158-166. ISBN 978-9978-300-99-2.
Archivado desde el original (http://www.patrimonio.quito.gob.ec/index.php/centro-documenta
l/fondo-editorial?id=348) el 22 de mayo de 2018. Consultado el 3 de junio de 2015.
19. «El camino hacia la libertad: la ruta hacia la batalla del 24 de mayo.» (http://especiales.elcom
ercio.com/2015/05/24-mayo-batalla/) . Diario El Comercio. Consultado el 3 de junio de
2015.
23. «Resumen de la historia del Ecuador desde su orijen hasta 1845» (http://books.google.com.e
c/books?id=VkYIAAAAQAAJ&pg=PA153&lpg=PA153&dq=Fort%C3%ADn+del+Panecillo&sourc
e=bl&ots=uybGpJ1KV_&sig=C7PPvvpDv8Ee3R3QCEBlxvxVH0I&hl=es&ei=HmVgTua1E4-gtwfI1
Qw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=6&ved=0CD0Q6AEwBQ#v=onepage&q&f=fals
e) .
24. «Melchor Aymerich - coterraneus - el blog de Francisco Núñez del Arco Proaño» (https://coterr
aneus.wordpress.com/tag/melchor-aymerich/) .
25. Castillo, Abel (1987). El Patriota de Guayaquil y otros impresos, recopilación por Abel Romeo
Castillo Volúmen II: 1822. Guayaquil: Talleres Gráficos del Archivo Histórico del Guayas.
p. 119.
26. «El Patriota de Guayaquil y otros impresos/ Abel Romeo Castillo» (https://gestionbiblioteca.ua
rtes.edu.ec/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=49543) (web). Consultado el 1 de
septiembre de 2021.
Bibliografía
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Venezuela.
Enlaces externos
24 de mayo de 1822 los ejércitos libertarios de Sucre lucharon contra la dominación española
(https://www.youtube.com/watch?v=XngDk05JYVQ) (video)
Datos: Q1402751
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