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VAGINAL
Obst. Ángela Macías Gaytán
Salud Familiar y Comunitaria I
ECOSISTEMA VAGINAL
El ecosistema vaginal son los microorganismos que colonizan la vagina,
está formado por diferentes mecanismos que mantienen sano el tracto
genital femenino, como la composición del epitelio vaginal o la flora
habitual, dirigidos en gran parte por la función del sistema endocrino y el
sistema inmunológico.
● Ciclo menstrual: Durante la menstruación, el ambiente vaginal se hace menos ácido (pH
6 o más), pues los lactobacilos descienden debido a que se unen a los hematíes de la
sangre menstrual en lugar de mantenerse en las células epiteliales que recubren la
vagina.
Coito: Durante los años reproductivos de una mujer, el pH de su vagina suele ser de 4.0-
4.5. No obstante, se ha demostrado que el esperma actúa como un potente alcalinizador
que reduce la acidez vaginal en unos pocos segundos, manteniendo la vagina
neutralizada (a un pH superior a 6-7) durante varias horas después del coito, tiempo
durante el cual el esperma puede alcanzar el tracto reproductivo superior en su objetivo
reproductor; y estas condiciones también pueden ser aprovechadas por los patógenos,
ya que encuentran un medio en condiciones adecuadas de alcalinidad para su
colonización. Por tanto, la presencia de semen en la vagina provoca la neutralización de
los mecanismos naturales de protección.
Factores que pueden alterar el ecosistema vaginal
● Uso de productos intravaginales: Como duchas o agentes secantes. Este tipo de
productos destruyen la capa protectora de moco vaginal y con ella la flora natural que
contribuye a mantener el equilibrio ácido.
Las células epiteliales del tracto genital femenino son la primera línea
de defensa contra los patógenos invasores. Cuando se produce la
infección, las células epiteliales sintetizan unas sustancias
denominadas defensinas, citocinas y quimiocinas, que se encargan de
activar células inmunitarias específicas. Las defensinas son pequeñas
moléculas que actúan con rapidez contra bacterias, hongos y virus. Las
citocinas contribuyen al desarrollo y supervivencia de linfocitos que
residen en el epitelio vaginal.
También contamos con anticuerpos específicos (como IgA o IgG) que
proliferan en las secreciones vaginales, cuyo trabajo consiste en
inactivar agentes infecciosos específicos.
Las células dendríticas
Las células dendríticas (células de Langerhans) forman parte del sistema inmunitario
y se encuentran principalmente en las mucosas. Su función principal consiste en
buscar sustancias extrañas y transportarlas hasta los ganglios linfáticos, células CD4,
que son las encargadas de organizar la respuesta inmunitaria y poner en marcha un
proceso de reacción a la infección para librarse de los organismos patógenos o para
poder reconocerlos en el futuro y dar una rápida respuesta de defensa si vuelven a
entrar en el organismo.
Amarilla: La secreción amarilla puede o no indicar una infección. Si es de color amarillo pálido, inodoro y no
acompaña a otros síntomas, puede no ser motivo de preocupación.
En otros casos, la secreción amarilla puede ser un signo de una infección de transmisión sexual (ITS) o una
infección bacteriana.
Las causas de la secreción amarilla incluyen:
Tricomoniasis, que también puede causar picazón, dolor al orinar y un olor desagradable.
Clamidia, que a menudo no presenta ningún síntoma.
Transparente: La secreción vaginal transparente suele ser normal. Sin embargo, la cantidad puede variar durante
el ciclo menstrual de una mujer. Por ejemplo, la secreción transparente puede ser elástica y tener una
consistencia de clara de huevo en el momento de la ovulación.
Prevención
• Evite las duchas, que pueden destruir las bacterias buenas que ayudan a
prevenir las infecciones vaginales.
• Use ropa interior de algodón, que absorbe la humedad y puede prevenir una
infección por hongos.
• Practique sexo seguro usando un condón, limitando el número de parejas
sexuales y haciéndose la prueba regularmente para detectar Infecciones de
transmisión sexual.
• Use jabones, tampones y toallas higiénicas sin perfume. Los productos
perfumados o fuertes pueden alterar el equilibrio natural de las bacterias en la vagina,
lo que puede aumentar el riesgo de infección.
¿Cuándo consultar al médico?