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Tema 1.

Principios de la educación inclusiva

La NEM en el Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria (PE) presenta el
eje articulador Inclusión que promueve la construcción de nuevas relaciones pedagógicas que
reconozcan y reivindiquen la diversidad social que caracteriza al país. Para tener un contexto
general es importante contar con un panorama general.

1.1 La educación inclusiva y el uso correcto del lenguaje

La Ley General de Educación vigente en su artículo 11 menciona “El Estado, a través de la nueva
escuela mexicana, buscará la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación, para lo
cual colocará al centro de la acción pública el máximo logro de aprendizaje de las niñas, niños,
adolescentes y jóvenes…” así la encomienda de la Nueva Escuela Mexicana es impulsar mediante
sus planes y programas de estudio la equidad y la inclusión para todos (as) en todos los niveles,
modalidades y opciones educativas que establezca la Ley.

Así como la integración de la Educación Humanista la cual “…favorecerá en el educando sus


habilidades socioemocionales que le permitan adquirir y generar conocimientos, fortalecer la
capacidad para aprender a pensar, sentir, actuar y desarrollarse como persona integrante de una
comunidad y en armonía con la naturaleza.” (LGE 2019, Art. 59) En este sentido se confirma la
importancia de reforzar los valores humanos que permitirán que los (as) alumnos (os) se
reconozcan como iguales.

A continuación encontrarás de manera breve un recorrido sobre los acontecimientos que


sustentan la educación inclusiva.

La primer “Conferencia Mundial sobre Educación para Todos” se llevó a cabo en Jomtien, Tailandia
en 1990, la cual buscó universalizar la educación primaria y reducir significativamente el
analfabetismo, garantizando el derecho a la educación de cada niño, niña y joven para el año
2000*.

En 1994 se llevó a cabo la “Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales: Acceso y
Calidad” donde se establece la Declaración de Salamanca, la cual se encuentra inspirada por el
principio de integración y por el reconocimiento de la necesidad de actuar para conseguir una
“escuela para todos”, sobre todo a los que presentan necesidades educativas especiales.

La Declaración de Salamanca se centra en cuatro puntos:

Educación para todos.

Los niños y niñas tienen derecho a la educación, por lo tanto, se debe combatir en contra de las
actitudes discriminatorias existentes, con la finalidad de crear sociedades integradoras.

Todos los gobiernos deben dar alta prioridad política a la educación para todos, adoptando con
carácter de ley el principio de educación integradora.

Las comunidades internacionales deben defender el enfoque de escolarización integradora.


A raíz del concepto escuelas para todos, la conciencia sobre la exclusión y las desigualdades toman
forma, lo que provocó el desarrollo y promoción de sistemas educativos con una orientación
integradora y posteriormente inclusiva, generando un movimiento mundial a favor de la educación
para todos.

Para poder dar atención al alumnado los docentes de educación especial se centraron en el diseño
de estrategias para contribuir a que los alumnos con necesidades educativas especiales lograran
aprender dentro del aula regular.

Por lo tanto, las escuelas integradoras fueron un primer e importantísimo paso hacia la
disminución de las desigualdades sociales y económicas. Su función era lograr la igualdad de
oportunidades y la completa participación de todos los alumnos, contribuyendo a una educación
más personalizada de acuerdo con las características y necesidades de cada alumno*.

Años después de la Declaración de Salamanca se realizó una valoración de los resultados


alcanzados y se decidió establecer nuevas líneas de acción y compromisos en pro de la educación
para todos.

En el año 2000 surge el Marco de Acción de Dakar, en el cual se busca renovar y dar cumplimiento
a los compromisos y metas comunes a favor de la educación para todos. Uno de los compromisos
establecidos en el Marco de Acción de Dakar se centra en “la inclusión de los niños con
necesidades especiales o pertenecientes a minorías étnicas desfavorecidas, poblaciones migrantes,
comunidades remotas y aisladas o tugurios urbanos, así como de otros excluidos de la educación,
deberá ser parte integrante de las estrategias para lograr la Educación para Todos antes del año
2015” (Marco de Acción de Dakar, 2000) *.

En el año 2015, se establece en Incheon, República de Corea, los Objetivos de Desarrollo


Sostenible dentro de la Agenda 2030, los cuales buscan crear un espíritu colaborativo y pragmático
para elegir las mejores opciones con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las
generaciones futuras. Estos objetivos proporcionan orientaciones y metas claras para que todos los
países participantes puedan implementarlos de acuerdo con sus propias prioridades y desafíos.

¿Qué es educación inclusiva?

La Ley General de Educación vigente en su artículo 61 menciona “La educación inclusiva se refiere
al conjunto de acciones orientadas a identificar, prevenir y reducir las barreras que limitan el
acceso, permanencia, participación y aprendizaje de todos los educandos, al eliminar prácticas de
discriminación, exclusión y segregación”.

a. La educación inclusiva es un proceso que identifica y responde a la diversidad, atendiendo de


forma central las necesidades de todos los alumnos a través de fomentar una mayor participación
en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, reduciendo la exclusión en la educación
(UNESCO).
b. Se rige bajo el principio de que cada niño o niña tiene características, intereses, capacidades y
necesidades de aprendizaje diferentes, por lo tanto, los sistemas educativos deben estar
conscientes de la amplia diversidad que existe dentro de un salón de clases.

A través de la educación inclusiva se busca crear políticas educativas transversales e


intersectoriales que atiendan a la diversidad de acuerdo con las necesidades, intereses,
características, estilos y ritmos de aprendizaje de los alumnos y las alumnas, garantizando una
educación de calidad con equidad.

La educación inclusiva se relaciona con: acceso, permanencia, participación y aprendizaje.


Podemos concluir que la inclusión es un factor importante para la enseñanza-aprendizaje, el cual
se busca por diferentes leyes, acuerdos y normatividades internacionales y nacionales continuar
impulsándola para lograr una homologación en la educación y menguar los factores que lo
impiden.

El uso correcto del lenguaje inclusivo

El género gramatical se manifiesta en los sustantivos, adjetivos, artículos y algunos pronombres. En


los sustantivos y adjetivos existe únicamente el morfema de género masculino y el de género
femenino. El género neutro se ha conservado en unas pocas palabras, como aquello, eso, esto,
ello, alguien, algo y lo.
Es importante no confundir el género gramatical (categoría que se aplica a las palabras), el género
como constructo sociocultural (roles, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad
determinada en una época determinada considera apropiados para los seres humanos de cada
sexo) y el sexo biológico (rasgo biológico propio de los seres vivos).

En español hay distintos mecanismos para marcar el género gramatical y el sexo biológico:
Terminaciones (chica/-o)

Oposición de palabras (padre-madre)

El determinante con los sustantivos comunes en cuanto al género (este/esta representante).

También hay palabras específicas (sustantivos epicenos) que tienen un solo género gramatical y
designan a todas las personas independientemente del sexo biológico (la víctima, la persona).

Los principales retos del español para una comunicación inclusiva en cuanto al género son la
confusión entre género gramatical, género sociocultural y sexo biológico, el nivel de conocimiento
de los recursos que ofrece la propia lengua para hacer un uso inclusivo dentro de la norma y las
asociaciones peyorativas que han heredado del sexismo social algunos equivalentes femeninos.

Estrategias para hablar o escribir de forma más inclusiva:


Es importante señalar que dichas sugerencias aplican cuando considere necesario, esto es cuando
la redacción del documento y sintaxis del mensaje requiera de las especificaciones mencionadas,
con ello crear y fortalecer un lenguaje más inclusivo oral y escrito.

¿Cuáles son los principios de la educación inclusiva?

Los principios centrales de la educación inclusiva son:


1. Ampliar la participación y las oportunidades educativas de todo el alumnado

Otorgar las oportunidades educativas necesarias para todos los alumnos y las alumnas qué estén
en riesgo de exclusión.

No únicamente garantizar el acceso a la educación, sino la participación de todos los alumnos y las
alumnas dentro de la comunidad escolar.

Se deben aplicar las estrategias y recursos necesarios para trabajar en conjunto con las madres y
padres de familia.

Desarrollar enfoques y planes personalizados de aprendizaje para todos los alumnos y alumnas,
considerando el aprendizaje como un proceso.

Fomentar el trabajo cooperativo entre el personal docente.

Utilizar diferentes métodos de evaluación.

2. Formación en educación inclusiva para todo el personal escolar

Formación y capacitación constante para todo el personal educativo y para las madres y padres de
familia en relación con la atención a la diversidad y la educación inclusiva.

3. Cultura y valores que promuevan la inclusión

Fomentar prácticas educativas que eviten la discriminación, segregación o exclusión de los


alumnos y las alumnas.

Impulsar la igualdad de condiciones y oportunidades para todos los alumnos, tomando en cuenta
sus intereses, necesidades y características.

Establecer estrategias para fomentar el trabajo en equipo y la colaboración entre madres, padres y
docentes.

Aprendizaje en equipo, trabajo colaborativo entre alumnos y las alumnas.


4. Sistemas organizativos que promuevan la inclusión

Coordinarse y trabajar en equipo con sistemas o instituciones especializadas en la atención a la


diversidad, como es el caso de los servicios de educación especial.

5. Flexibilidad en la gestión de recursos que promuevan la inclusión

Enfoque descentralizado que permita a las instituciones locales favorecer la práctica inclusiva.

Implementar la flexibilidad curricular para responder a los diferentes contextos y necesidades.

6. Políticas que promuevan la inclusión

Tomar en cuenta las iniciativas y políticas nacionales e internacionales.

Basar las políticas en un enfoque de derechos.

1.2 Dimensiones de la educación inclusiva

De acuerdo con Booth y Ainscow existen tres dimensiones de la educación inclusiva.


Las tres dimensiones tienen la misma importancia para el desarrollo de la inclusión en la escuela y
se encuentran interrelacionadas, por lo tanto, cada una complementa a las otras y favorece a que
sean posibles.

A continuación, se explicarán con mayor detalle cada una de las dimensiones:

Culturas

Esta dimensión hace referencia a los valores, creencias y relaciones que están establecidas dentro
de la comunidad educativa. Los principios que surgen a partir de esta cultura escolar son los que
guían las decisiones que se concretan en las políticas y en las prácticas escolares.

Políticas

Esta dimensión pretende transformar el sistema educativo para fomentar la participación de toda
la comunidad escolar para la atención educativa de los/las alumnos/as sin importar su condición.
Se busca lograr un cambio en el paradigma de asumir que el problema está en los alumnos y las
alumnas; que los únicos capaces de atender a estos estudiantes son maestros y maestras
especializados.

La inclusión debe ser el centro del desarrollo de la escuela y por lo tanto debe permearse en las
políticas con la finalidad de mejorar el aprendizaje y la participación de todos los alumnos y
alumnas.

Todas las actividades que se implementan en la escuela deben ir encaminadas a favorecer la


equidad y atender la diversidad del alumnado.

Prácticas
Esta dimensión se refiere al desarrollo de actividades que reflejen las culturas y políticas inclusivas,
es decir se basa en lo que se enseña en las aulas y en cómo se enseña y se aprende.

Las prácticas deben asegurar que las actividades que se realizan en la escuela, dentro del aula y de
forma extraescolar, promuevan la participación de todos los alumnos. Es importante que se
consideren los conocimientos y experiencias adquiridas con anterioridad dentro o fuera de la
escuela.

Las prácticas deben reflejar qué tanto se están implementado las culturas y políticas inclusivas en
la escuela, lo que permite reconocer que todos los alumnos tienen capacidad para aprender y
compartir con los demás.

1.3 Población atendida por la educación inclusiva

Como se mencionó en el primer tema de este bloque, la educación inclusiva garantiza el acceso,
permanencia, participación y aprendizaje de todos los alumnos. A través de la educación inclusiva
se reconoce a la diversidad como fundamento para la convivencia y favoreciendo la conformación
de la equidad, la justicia, la igualdad y la interdependencia, con la finalidad de asegurar una mejor
calidad de vida para todos.

Valorar la diversidad es uno de los factores centrales en la educación inclusiva, la cual tiene que ver
con el derecho de todo ser humano a ser diferente y supone una oportunidad de aprender,
mejorar y crecer.

Dentro del aula se puede apreciar la diversidad existente en la sociedad, así como sus diferentes
manifestaciones como es el caso de la diversidad cultural, de género, socioeconómica, de
capacidades, entre otras.

Por lo tanto, la educación inclusiva hace referencia a la atención de TODOS los niños, niñas,
jóvenes y adultos; poniendo especial énfasis en aquellos/as alumnos/as que están excluidos,
marginados o en riesgo de estarlo, como es el caso del alumnado con discapacidad, con aptitudes
sobresalientes, indígenas, migrantes o aquellas que se encuentran en contexto de vulnerabilidad.

La educación inclusiva señala la necesidad de crear y fomentar comunidades educativas en donde


la diversidad de la persona sea valorada y apreciada como la condición prevaleciente.

La educación inclusiva en la Educación Especial

Dentro de las poblaciones que se buscan atender a través de la educación inclusiva se encuentran
los alumnos y alumnas pertenecientes a la educación especial, es decir los alumnos con
discapacidad, los alumnos con aptitudes sobresalientes y los/las estudiantes con otras condiciones
(TDAH, TEA, y alumnos con dificultades severas de aprendizaje, conducta o de comunicación).
a. Los alumnos y las alumnas con discapacidad son aquellos que presentan cualquier restricción o
impedimento de la capacidad, ya sea física, intelectual, psicosocial y/o sensorial (auditiva o visual)
de naturaleza temporal o permanente, lo que le impide ejercer, participar y realizar una o más
actividades.

b. Los alumnos y las alumnas con aptitudes sobresalientes son aquellos capaces de destacar
significativamente del grupo social y educativo al que pertenece en uno o más de los siguientes
campos del quehacer humano: científico-tecnológico, humanístico-social, artístico o de acción
motriz. Estos alumnos requieren de un contexto facilitador que les permita desarrollar sus
capacidades y satisfacer sus necesidades e intereses, en beneficio propio y de la sociedad.

Los tipos de aptitudes sobresalientes que la Subsecretaría de Educación Básica indica son:

Intelectual

Creativa

Socio afectiva

Artística

Psicomotriz

c. Los alumnos y las alumnas con otras condiciones son aquellos que presentan dificultades o
trastornos que pueden o no asociarse a una discapacidad, donde el alumno o la alumna requiere
de apoyos específicos para acceder al aprendizaje y enfrentar las barreras que existen en el
entorno.

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

Dificultades severas de aprendizaje

Dificultades severas de conducta

Dificultades severas de comunicación

Sin embargo, es importante señalar que la población de educación especial no es la única


población que busca atender la educación inclusiva.

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