Está en la página 1de 25

INSTITUCIONES DE DERECHO PÚBLICO

DOCENTE: CARLOS MARÍA PARISE

Evalua-
Clase Fecha Unidad Contenidos Bibliografía
ción
12 Ver Plan 10
de Tra- CICERO, N. K. y PARISE, C. M.
bajo (2021), Instituciones de
Derecho Público, Ed. UNQ,
Bernal, Unidad 10

BALBÍN, C. F. (2011), Curso


de Derecho Administrativo,
1ª edición, Buenos Aires,
La Ley, Cap. 16 (“Contra-
tos administrativos”).
Unidad 10
Contratos Admi- REJTMAN FARAH, M. Y SAN-
nistrativos (1) TORO, S. (2015), Régimen
Los contratos ad- de Contrataciones de la
ministrativos co- Administración Nacional,
mo categoría jurí- en CICERO, N. K. (DIR.), Le-
dica. Criterios pa- gislación Usual Comentada.
ra definirlos. Dife- Derecho Administrativo,
rencias y similitu- Ed. La Ley, Buenos Aires,
des con los con- Tomo 3, Pág. 1-58
tratos civiles.
REJTMAN FARAH, M. (2010),
Régimen norma-
Régimen de contrataciones
tivo. Principios
de la Administración Na-
aplicables en ma- cional, Ed. Abeledo Perrot,
teria contractual. Buenos Aires, Capítulo II
Régimen de selec- (La licitación pública), pág.
ción del contratis- 23-55; Capítulo III (Excep-
ta. ciones a la licitación públi-
Contratos en par- ca), pág. 57-91.
ticular: Concesión
de servicio públi- LARA, A. J. (2002), Capítulo
co y empleo pú- XVIII (Dirección y control),
blico. en FARRANDO, I. (H.) (DIR.)
(2002), Contratos Adminis-
trativos, 1ª edición, reim-
presión, Ed. Abeledo Pe-
rrot, pág. 499-527.

GARCÍA PULLÉS, F. (2015),


Lecciones de Derecho Ad-
ministrativo, Ed. Abeledo
Perrot, Buenos Aires, Capí-
tulo XIV (El empleo públi-
co), pág. 419-449.

IIDP-CL12.doc Página 1 de 25
INDICE

OBJETIVOS DE ESTA CLASE............................................................................................................................ 3


CONCEPTOS CLAVE ............................................................................................................................................ 3
NUBE DE PALABRAS.......................................................................................................................................... 3
10.1. LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS COMO CATEGORÍA JURÍDICA........................... 4
10.2. DIFERENCIAS Y SIMILITUDES CON EL CONTRATO DE DERECHO PRIVADO............ 7
10.3. ELEMENTOS DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS ..................................................... 9
10.4. LAS CLÁUSULAS EXORBITANTES ............................................................................................. 10
10.5. RÉGIMEN JURÍDICO APLICABLE................................................................................................ 13
10.6. LOS PRINCIPIOS EN MATERIA CONTRACTUAL .................................................................. 14
10.6.1. LOS PRINCIPIOS EN PARTICULAR.................................................................................. 16
10.7. EL PROCEDIMIENTO CONTRACTUAL ..................................................................................... 20
10.7.1. MÉTODOS DE SELECCIÓN DEL CONTRATISTA ........................................................ 21
10.7.2. ETAPAS DE LA LICITACIÓN PÚBLICA ........................................................................... 22
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS............................................................................................................... 24
MATERIAL ADICIONAL.................................................................................................................................. 25
ACTIVIDADES Y PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN ..................................................................... 25
DESPEDIDA......................................................................................................................................................... 25

IIDP-CL12.doc Página 2 de 25
OBJETIVOS DE ESTA CLASE

• Distinguir los contratos administrativos de los contratos del derecho privado y


sus características esenciales.
• Precisar el concepto de contrato administrativo
• Conocer las etapas del procedimiento de contratación administrativa.
• Comprender la importancia del cumplimiento de los procedimientos de forma-
ción de la voluntad administrativa a los fines de contratar
• Conocer los elementos y características del contrato de empleo público
• Conocer los elementos y características del contrato de concesión de servicio pú-
blico

CONCEPTOS CLAVE

• Contrato administrativo
• Etapas del procedimiento
• Formación de la voluntad administrativa
• Selección del contratista
• Empleo público
• Concesión de servicios públicos

NUBE DE PALABRAS

IIDP-CL12.doc Página 3 de 25
IIDP – CL12

Haga click aquí: https://youtu.be/gkbF-ltRwek

10.1. LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS COMO CATEGORÍA JURÍDICA

Dentro del universo de actuaciones productoras de efectos jurídicos que realizan los órga-
nos estatales al ejercer sus funciones específicas, un segmento cuantitativamente muy im-
portante está formado por aquellas que se realizan de común acuerdo y con la colabora-
ción de los particulares. Se trata de los contratos por medio de los cuales la Administración
encomienda a empresas comerciales o a personas individuales la satisfacción de intereses
generales en materia de prestación de servicios públicos, realización de obras públicas,
suministros de bienes y servicios, etc.

Como destaca Mario Retjman Farah (2017), las compras públicas tienen una enti-
dad nada despreciable con relación al desarrollo económico de cualquier país. Así, por
ejemplo, a través de los contratos de obras públicas se viabilizan proyectos de infraestruc-
tura, de viviendas, de servicios o de producción de bienes públicos, por lo que la incidencia
de los contratos administrativos en la actividad jurídica, económica, política o social no es
una cuestión menor.

De acuerdo con el art. 957 del Código Civil y Comercial, contrato es el acto jurídico
mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, mo-
dificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.

Los contratos administrativos también producen este tipo de efectos jurídicos y,


por ende, constituyen una especie dentro del género contrato regulado por el CCyC. No
obstante, se diferencian de los contratos del derecho privado debido a su distinto conteni-
do, su fin, sus caracteres y su régimen jurídico, que es específico y diferente al que rige los
contratos que realizan los particulares entre sí y que, como se ha dicho, se encuentra con-
tenido en el Código Civil y Comercial de la Nación.

Si bien no todo el arco doctrinario está de acuerdo con la tesitura que postula que
los contratos administrativos constituyen una categoría jurídica diferenciada de la de los
contratos de derecho privado, el derecho positivo le reconoce autonomía.

IIDP-CL12.doc Página 4 de 25
Entre los disidentes se encuentra el Dr. Héctor Mairal, quien expresa sus fun-
damentos en un artículo titulado “De la peligrosidad o inutilidad de una teoría
general del contrato administrativo” (1998).

En efecto, el art. 1° del Decreto 1023/01, que aprueba el Régimen de Contrata-


ciones de la Administración Nacional y que constituye la norma regulatoria de los con-
tratos celebrados por aquella, señala que “toda contratación de la Administración Na-
cional se presumirá de índole administrativa, salvo que de ella o de sus antecedentes
surja que está sometida a un régimen jurídico de derecho privado”.

Esto quiere decir que la norma establece un principio general -que admite
prueba en contrario- en pos del carácter administrativo de los contratos que celebra la
Administración, aunque también reconoce que puedan existir otras contrataciones en
las que también participa la Administración que se encuentren sometidas al derecho
privado.

De esta manera, el decreto


1023/01 recepta la distinción entre los
contratos civiles de la Administración y
los contratos administrativos propia- CONTRATO Y CONTRATO ADMINIS-
mente dichos (Rodolfo Barra, 2002). El TRATIVO
primer caso se refiere a aquellos contra-
“Contrato” es el acto jurídico mediante el
tos en los que se aplica el régimen de de-
cual dos o más partes manifiestan su con-
recho privado, en los cuales la Adminis-
sentimiento para crear, regular, modificar,
tración contrata en el mismo plano, for- transferir o extinguir relaciones jurídicas
ma y condiciones que los particulares, patrimoniales (art. 957 CCyC).
como sería cuando celebra un contrato
de locación de un inmueble. En cambio, Los contratos administrativos son aque-
en el segundo supuesto -que es el que llos por medio de los cuales la Administra-
capta los acuerdos que se estudiarán- la ción encomienda a empresas comerciales
Administración contrata ataviada con o a personas individuales la satisfacción
prerrogativas especiales de poder públi- de intereses generales en materia de
co, lo que la coloca en una situación de prestación de servicios públicos, realiza-
superioridad jurídica con respecto al ción de obras públicas, suministros de bie-
contratista. Es lo que acontece, por nes y servicios, etc
ejemplo, en los clásicos contratos de
concesión de servicio público o de obra
pública

De todos modos, incluso en aquellos contratos en que los que predomina un régimen
de derecho privado, siguen aplicándose reglas de derecho público. Así, el principio de legali-
dad en los procedimientos de selección de los contratistas, con el consecuente desplaza-
miento en ellos de la vigencia plena de la regla de la autonomía de la voluntad de las par-
tes. Revisar redacción/enlazar con oración anterior Reemplazar la oración señalada por la
siguiente: Por ejemplo, la aplicación del principio de legalidad que rige la actuación estatal,
implica en el marco del procedimiento de selección del contratista, el desplazamiento de la
plena vigencia de la regla de la autonomía de la voluntad de las partes. Como consecuencia
de la vigencia de este principio, la Corte Suprema ha dispuesto el rechazo de pretensiones
de contratistas basadas en contratos nulos por la falta de realización del procedimiento de

IIDP-CL12.doc Página 5 de 25
contratación exigido normativamente (por ejemplo, en los leading cases “El Rincón de los
Artistas”, “Ingeniería Omega”, “Lix Klett”, etc.

También son aplicables las reglas que regulan la competencia del órgano que otor-
ga el contrato, el procedimiento que debe cumplirse para contratar, la forma en la que se
instrumenta, etc. Por esto compartimos la opinión de Gordillo cuando sostiene que estos
contratos civiles o privados de la Administración:

Solo podrán regirse por el derecho civil en lo que se refiere al objeto del acto o
contrato, pero ello no quita que lo dominante siga siendo el derecho público, con
lo cual no puede calificarse al contrato en su totalidad como un contrato de de-
recho civil. (Gordillo, 2017, Tomo 9, Cap. XVI: 8).

En definitiva, en todos los contratos en los que participa la Administración está


presente un régimen de derecho público, y este se manifiesta en que “una de las partes in-
tervinientes es una persona jurídica estatal, su objeto está constituido por un fin público o
propio de la Administración y contiene, explícita o implícitamente, cláusulas exorbitantes
del derecho privado” (CSJN, “Cinplast”).

Estos elementos que conforman su particular régimen jurídico -el sujeto contra-
tante, el objeto del contrato y su finalidad, la forma de celebración y la presencia de cláusu-
las que denotan cierta superioridad en una de las partes, que no suelen hallarse presentes
en el derecho privado- son los que permiten caracterizar al contrato administrativo como
una categoría jurídica singular que, aunque participa del género de los contratos, no se
asimila totalmente a los regidos por el derecho privado.

Como síntesis de todo lo anterior, vale recordar el modo en que la CSJN ha desta-
cado las características centrales de los contratos administrativos:

(...) Los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de


acuerdo con lo que verosímilmente las partes entendieron o pudieron entender,
obrando con cuidado y previsión (ex art. 1198 del Código Civil, actual art. 1061 y
art. 9 CCyC), principio que es aplicable en el ámbito de los contratos administra-
tivos, por lo que es exigible a los contratantes un comportamiento coherente,
ajeno a los cambios de conducta perjudiciales, y debe desestimarse toda actua-
ción que implique un obrar incompatible con la confianza que —merced a sus ac-
tos anteriores— se ha suscitado en la otra parte. Es que el principio cardinal de la
buena fe informa y fundamenta todo nuestro ordenamiento jurídico, tanto públi-
co como privado, al enraizarlo en las más sólidas tradiciones éticas y sociales de
nuestra cultura (Fallos: 312:1725, considerando 10). Dicha premisa sirve de base,
a su vez, a otras dos. Por un lado, hace exigible a la administración que no incurra
en prácticas que impliquen comprometer los intereses superiores que ella está
obligada a preservar (Fallos: 310:2278, considerando 9°). Como contrapartida, el
contratista debe comportarse con diligencia, prudencia y buena fe, habida cuen-
ta de su condición de colaborador de la administración en la realización de un fin
público. (CSJN, Actuar Agrupación Consultores Técnicos Universitarios Argenti-
nos S.A. y otros c/ Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado s/ contrato ad-
ministrativo, Fallos: 325:1787).

IIDP-CL12.doc Página 6 de 25
10.2. DIFERENCIAS Y SIMILITUDES CON EL CONTRATO DE DERECHO PRIVADO

Sentado entonces que el contrato administrativo es una categoría jurídica especial, se ve-
rán ahora cuáles son las principales diferencias que registra con los contratos del derecho
privado.

1. El fin perseguido: cuando los particulares y la Administración pactan un contrato,


persiguen intereses distintos a los que guían el acuerdo de voluntades que celebran dos
individuos. Los contratistas son colaboradores de la Administración para que esta satisfaga
el interés general o colectivo. En estos acuerdos, lo que prevalece no es una finalidad indi-
vidual lucrativa o de ganancia (aunque legítimamente pueda perseguirla el particular),
sino un propósito vinculado a la satisfacción de intereses generales o colectivos que es lo
que lleva a la Administración a convenir con los particulares.

Mientras la finalidad que persigue la Administración es la realización del bien


común, que radica en la causa relevante de interés público que lo justifica, el
contratista persigue, en cambio, un interés individual, de naturaleza privada.
(Cassagne, 2020: 483).

2. El régimen de derecho público: la diversidad de fines del contrato al que se hizo


referencia anteriormente justifica someterlo a un régimen típico de derecho administrati-
vo, en el que la Administración cuenta con prerrogativas de poder público (conf. art. 12
Dec. 1023/01). Esto conduce a crear una situación de desigualdad entre las partes contra-
tantes, y ello es diametralmente opuesto a lo que ocurre en el ámbito privado, en donde la
premisa constitutiva del acuerdo es la situación de igualdad entre las partes que van a ce-
lebrarlo. En efecto, conforme al régimen establecido en la ley civil, las obligaciones que na-
cen de los acuerdos de voluntades celebrados entre los privados son, en principio, equiva-
lentes y deben interpretarse con arreglo a criterios comunes y uniformes para ambas par-
tes (Cassagne, 2020). En los contratos administrativos, la Administración es la que impone
las condiciones y los contratistas deben aceptarlas para poder contratar.

Obviamente, lo anterior no significa que los contratistas públicos están sometidos


al poder arbitrario de la Administración, ya que como se ha dicho, son colaboradores de
esta última para la mejor consecución de los objetivos públicos a los que apunta el contra-
to. Además, los órganos administrativos, incluso cuando contratan, deben ajustarse al
principio de legalidad y actuar razonablemente (conf. art. 28 CN), sin incurrir en arbitra-
riedad. Sin embargo, las prerrogativas con las que cuentan los órganos contratantes en vir-
tud del régimen jurídico aplicable a la contratación administrativa, los colocan en una si-
tuación de superioridad jurídica que, por ejemplo, les permitirán variar los términos del
contrato -dentro de límites fijados por la legislación- sin que el contratista pueda rechazar
estas modificaciones o negarse a realizarlas.

Estas prerrogativas se ejercen tanto en la etapa de formación del contrato (que tie-
ne que hacerse respetando determinados recaudos formales), como en su ejecución y vi-
gencia, y así, por ejemplo, el ordenamiento jurídico le otorga a la Administración el ius va-
riandi, es decir, el poder para introducir modificaciones en forma unilateral a lo pactado en
los contratos administrativos “aunque siempre a condición de que no se altere el fin del
contrato ni las obligaciones esenciales y que se efectúe la pertinente compensación eco-
nómica que permita mantener el equilibrio financiero del contrato” (Cassagne, 2020:
493).

IIDP-CL12.doc Página 7 de 25
Se volverá sobre este aspecto cuando se analicen las cláusulas exorbitantes.

3. Las formalidades que deben seguirse para celebrar el contrato: en el contrato ad-
ministrativo no rige la autonomía de la voluntad de los contratantes que caracteriza a los
contratos del derecho privado. Por el contrario, en ellos se aplica un sistema de selección
fundado en los principios de publicidad, igualdad y concurrencia (Cassagne, 2020). Este es
un rasgo muy distintivo de los contratos administrativos, puesto que el procedimiento de
selección de quien contratará con el sector público está fuertemente reglado en virtud de
la aplicación del principio de legalidad que rige toda la actuación administrativa.

El ordenamiento jurídico regula los métodos y modalidades disponibles para cada


uno de los contratos que la Administración pretenda celebrar, algo completamente ajeno
al ámbito privado en el que prevalece la autonomía de la voluntad y la libertad de formas.

Otra señal del carácter netamente formal que tienen los contratos administrativos
se manifiesta en el hecho de que el Reglamento de Contrataciones exige que las principales
etapas del procedimiento contractual, tanto en lo que hace a su formación como a su eje-
cución posterior, se instrumenten a través del dictado de actos administrativos que, en
tanto tales, deberán contar con los elementos esenciales que indica el art. 7° de la LNPA.
En esa dirección, el art. 11 del decreto 1023/01 dispone que, como mínimo, y sin perjuicio
de otros supuestos que por su importancia así lo hicieren necesario, deberán ajustarse a
los recaudos de la LNPA las siguientes actuaciones:

a. La convocatoria y la elección del procedimiento de selección.


b. La aprobación de los pliegos de bases y condiciones particulares.
c. La declaración de que el llamado hubiere resultado desierto o fracasado.
d. La preselección de los oferentes en la licitación con etapa múltiple.
e. La aplicación de penalidades y sanciones a los oferentes o cocontratantes.
f. La aprobación del procedimiento de selección y la adjudicación.
g. La determinación de dejar sin efecto el procedimiento.
h. La revocación de los actos administrativos del procedimiento de contrata-
ción.
i. La suspensión, resolución, rescisión, rescate o declaración de caducidad del
contrato

LEER CON ATENCIÓN

Tan importante es la cuestión formal en este ámbito de la función


administrativa, que la forma hace a la existencia y validez de los
contratos administrativos. La falta de ajuste a la normativa aplica-
ble en cuanto a los procedimientos de contratación trae aparejada
la inexistencia del contrato. Así lo ha declarado en innumerables
supuestos la CSJN, por ejemplo, en los casos “Ingeniería Omega” o
“Lix Klett”.

4. La naturaleza pública de uno de los cocontratantes: en los contratos de derecho


privado, las partes son personas humanas o jurídicas de derecho privado (conf. arts. 23 y
148 CCyC). En cambio, en el contrato administrativo siempre una de las partes del contra-
to administrativo es un ente u órgano estatal (o persona jurídica pública, en los términos
del art. 146 CCyC), que actúa en ejercicio de la función administrativa.

IIDP-CL12.doc Página 8 de 25
Cualquier persona jurídica pública, no importa el poder del Estado al que perte-
nezca (Ejecutivo, Legislativo o Judicial), puede celebrar contratos administrativos (art. 2°
decreto 1023/01).

5. El fuero interviniente para resolver las controversias entre los contratantes: los
conflictos que surjan durante la ejecución de un contrato de derecho privado se someten
al conocimiento de tribunales civiles o comerciales, en cambio los que derivan de un con-
trato administrativo son juzgados en el fuero en lo contencioso administrativo. Si bien esta
distinción no es sustantiva, sino que es una consecuencia derivada de la naturaleza jurídi-
ca de las partes que celebran uno y otro tipo de contrato, es otro elemento de ponderación.

No obstante estas tangibles diferencias, ya se ha expuesto que los contratos admi-


nistrativos constituyen una especie dentro del género de los contratos (aspecto resaltado
por la CSJN, entre otros precedentes, en “Dulcamara”) y por esa razón, al contrato adminis-
trativo se le aplicarán los principios del derecho civil que rigen los contratos en general.

10.3. ELEMENTOS DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS

Como en cualquier relación jurídica de tipo bilateral, los contratos administrativos presen-
tan tres elementos característicos: sujetos, objeto y causa. Pero además, por desarrollarse
en el ámbito del derecho público y por estar regidos en forma directa por la LNPA (conf.
art. 7 in fine), también cuentan en este ámbito los restantes elementos característicos de
los actos administrativos: procedimiento, forma, voluntad y finalidad. Obviamente, todos
estos elementos estarán sujetos a las necesarias adaptaciones que provienen de la natura-
leza consensual - y no meramente unilateral - que caracterizan a los contratos

A continuación, se presenta un esquema de los elementos de los contratos adminis-


trativos.

ELEMENTOS DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS

Nidia Karina Cicero – Facultad de Derecho (UBA)

Haga click aquí:


<https://view.genial.ly/603b9b7d1bf9930da270c866/interactive-content-
genially-sin-titulo>

IIDP-CL12.doc Página 9 de 25
10.4. LAS CLÁUSULAS EXORBITANTES

Como se ha señalado, en el contrato administrativo las partes intervinientes no es-


tán en un plano de igualdad. Mientras que en el contrato privado prevalecen relaciones de
coordinación, en el contrato administrativo predominan las relaciones de subordinación. En
función del fin público que persigue la contratación (ya que siempre está destinada a satis-
facer una necesidad colectiva), el ordenamiento jurídico le otorga al ente estatal contra-
tante potestades que lo colocan en una situación de superioridad jurídica que le permite
exigirle a su contraparte prestaciones que no son normales en el contexto de un contrato
entre particulares.

La existencia de este tipo de prerrogativas públicas, que se concretan en la incor-


poración en el contrato de cláusulas comúnmente denominadas exorbitantes, constituye el
rasgo característico del contrato administrativo y de su régimen jurídico.

Estas disposiciones se llaman


exorbitantes porque son inusuales en
los contratos de derecho común o por- COORDINACIÓN Y SUBORDINACIÓN
que su inclusión en un contrato entre
particulares sería ilícita por contrariar Mientras que en el contrato privado preva-
normas de orden público (Retjman Fa- lecen relaciones de coordinación, en el
contrato administrativo predominan las
rah y Santoro, 2015). Su fundamento se
relaciones de subordinación. En función
encuentra en el interés público: es la ne-
del fin público que persigue la contrata-
cesidad de preservarlo la que justifica ción (ya que siempre está destinada a sa-
otorgar a los entes contratantes potes- tisfacer una necesidad colectiva), el orde-
tades que pueden llegar a romper el namiento jurídico le otorga al ente estatal
equilibrio existente entre las partes, tan- contratante potestades que lo colocan en
to en el proceso de formación del con- una situación de superioridad jurídica
trato, como durante su ejecución y ex-
tinción.

Son ejemplos de estas cláusulas son la facultad de modificar unilateralmente el


contrato que posee la Administración (ius variandi), la atribución para disponer la resci-
sión unilateral del contrato por razones de interés público, la facultad de dirección y con-
trol sobre el cumplimiento del contrato, etcétera.

El decreto 1023/01, en su art. 12, contempla varias cláusulas exorbitantes al defi-


nir las potestades con las que cuentan los órganos estatales contratantes. Además de estas
atribuciones expresas, el propio texto normativo reconoce la posible existencia de otras
facultades de semejante tenor que estén previstas en la legislación específica, en sus regla-
mentos, en los pliegos de bases y condiciones o en la restante documentación contractual.

Art. 12. Facultades y obligaciones de la autoridad administrativa. La autoridad


administrativa tendrá las facultades y obligaciones establecidas en este régi-
men, sin perjuicio de las que estuvieren previstas en la legislación específica, en
sus reglamentos, en los pliegos de bases y condiciones, o en la restante docu-
mentación contractual.
Especialmente tendrá:
a) La prerrogativa de interpretar los contratos, resolver las dudas que ofrezca su
cumplimiento, modificarlos por razones de interés público, decretar su caduci-
dad, rescisión o resolución y determinar los efectos de estas. Los actos adminis-
trativos que se dicten en consecuencia tendrán caracteres y cualidades otorga-

IIDP-CL12.doc Página 10 de 25
dos por el artículo 12 de la Ley 19549 y sus modificatorias.
b) La facultad de aumentar o disminuir hasta un VEINTE POR CIENTO (20%) el
monto total del contrato, en las condiciones y precios pactados y con la adecua-
ción de los plazos respectivos.
La revocación, modificación o sustitución de los contratos por razones de opor-
tunidad, mérito o conveniencia, no generará derecho a indemnización en con-
cepto de lucro cesante.
c) El poder de control, inspección y dirección de la respectiva contratación.
d) La facultad de imponer penalidades de las previstas en el presente régimen a
los oferentes y a los cocontratantes, cuando estos incumplieren sus obligacio-
nes.
e) La prerrogativa de proceder a la ejecución directa del objeto del contrato,
cuando el cocontratante no lo hiciere dentro de plazos razonables, pudiendo
disponer para ello de los bienes y medios del cocontratante incumplidor.
f) La facultad de inspeccionar las oficinas y los libros que estén obligados a llevar
los cocontratantes.
g) La facultad de prorrogar, cuando así se hubiere previsto en el Pliego de Bases
y Condiciones Particulares, los contratos de suministros de cumplimiento suce-
sivo o de prestación de servicios. La misma no procederá si se ha hecho uso de
la prerrogativa establecida en el inciso b) del presente artículo.
Se podrá hacer uso de esta opción por única vez y por un plazo igual o menor al
del contrato inicial.
Cuando este fuere plurianual, no podrá prorrogarse más allá de UN (1) año adi-
cional, en las condiciones que se determinen en las normas complementarias.

Cabe agregar que además de este listado que incluye el decreto 1023/01, otras
normas especiales regulan cláusulas de tenor análogo, como la Ley 13064 de obras públi-
cas, que establece en su art. 30 que las alteraciones del proyecto que produzcan aumentos
o reducciones de costos o trabajos contratados serán obligatorias para el contratista, abo-
nándose, en el primer caso, el importe del aumento, sin que tenga derecho en el segundo a
reclamar ninguna indemnización por los beneficios que hubiera dejado de percibir por la
parte reducida, suprimida o modificada. Si el contratista justificase haber acopiado o con-
tratado materiales o equipos para las obras reducidas o suprimidas, se hará un justiprecio
del perjuicio que haya sufrido por dicha causa, el que le será certificado y abonado. La
obligación por parte del contratista, de aceptar las modificaciones a que se refiere el pre-
sente artículo, queda limitada de acuerdo con lo que establece el art. 53.

Existe un sustancioso debate doctrinario acerca de la peligrosidad que, desde


el punto de vista de la seguridad jurídica, entraña el reconocimiento de prerro-
gativas a la Administración a partir de cláusulas virtuales o implícitas. Esta po-
lémica se trabó entre los profesores Héctor Mairal y Juan Carlos Cassagne y se
compuso de cuatro artículos que, en secuencia cronológica, son los siguientes:
(1) Héctor Mairal, De la peligrosidad o inutilidad de una teoría general del con-
trato administrativo, ED, 179-655.
(2) Juan Carlos Cassagne, Un intento infructuoso: el rechazo de la figura del
contrato administrativo, ED, 180-773.
(3) Héctor Mairal, El aporte de la crítica a la evolución del derecho administrati-
vo, ED, 180-849.
(4) Juan Carlos Cassagne, La delimitación de la categoría del contrato adminis-
trativo (réplica a un ensayo crítico), ED, 188-942.

IIDP-CL12.doc Página 11 de 25
PARA REFLEXIONAR

Una cláusula exorbitante típica es la facultad que se le reconoce


al ente contratante de interpretar unilateralmente los términos
del contrato, de modo que si existieran discrepancias en torno a
sus términos, que puedan obstaculizar el desarrollo de aquel, la
exégesis que efectúe la Administración de tal cláusula contrac-
tual será la que prevalecerá. Esto es así porque “se presume que
la Administración es quien mejor conoce el sentido de las cláu-
sulas contractuales pues es la parte que ha procedido a su re-
dacción” (Retjman Farah y Santoro, 2015).
En cambio, en el contexto de un contrato de derecho privado, el
art 1119 del CCyC dispone, como regla general, que “sin perjui-
cio de lo dispuesto en las leyes especiales, es abusiva la cláusula
que, habiendo sido o no negociada individualmente, tiene por
objeto o por efecto provocar un desequilibrio significativo entre
los derechos y las obligaciones de las partes, en perjuicio del
consumidor”. Desde este prisma, la potestad otorgada a la Ad-
ministración para que interprete unilateralmente el contrato se-
ría claramente abusiva.

En los incs. a) -in fine- y b) del art. 12 del decreto 1023/01 se contempla, como
potestad del cocontratante estatal, la posibilidad de introducir alteraciones en el
objeto contractual y de aumentar o disminuir, dentro de ciertos límites, las canti-
dades contratadas. Así, el aumento o disminución de la cantidad de productos
requeridos en un contrato de suministro de alimentos para un programa de asis-
tencia alimentaria o el otorgamiento de un plazo mayor para cumplir con la pres-
tación encargada, dispuesta una vez que el contrato ya fue pactado, implica una
modificación encuadrable en la prerrogativa en estudio.

De cualquier forma, es obvio que estas potestades no pueden ejercerse abusiva-


mente. El contratista es un colaborador de la administración y no un súbdito de ella. Por
eso el ordenamiento jurídico establece el marco dentro del cual pueden ejercerse el ius va-
riandi y las demás cláusulas exorbitantes. En este sentido, García Pullés explica:

De modo paralelo a estas prerrogativas, el cocontratante de la Administración


tiene algunas garantías reconocidas por el ordenamiento. La primera de ellas es-
triba en la formalidad de contratación, que le asegura que la elección del cocon-
tratante ha de recaer en la oferta más favorable a la Administración, en base a un
procedimiento que asegure máxima concurrencia, igualdad, transparencia y pu-
blicidad. Además, el artículo 13, inciso a) del decreto 1023/2001 le asegura el de-
recho a la recomposición del contrato, cuando acontecimientos extraordinarios
o imprevisibles de origen natural, tornen excesivamente onerosas las prestacio-
nes a su cargo. (García Pullés, 2017: 370)

IIDP-CL12.doc Página 12 de 25
Esto quiere decir que la exorbitancia del contrato administrativo no puede signifi-
car sometimiento del contratista a la discrecionalidad del organismo de contrataciones ni
un modo de solapar ineficiencia o falta de transparencia en la ejecución del contrato. Se
trata de brindar a la Administración herramientas que le permitan gestionar el contrato de
una forma acorde a las necesidades de interés público, pero sin desvirtuar los principios
de igualdad, razonabilidad, eficiencia y transparencia que rigen las contrataciones, con-
forme lo dispone el art. 3° del decreto 1023/01.

En el art. 13 del decreto 1023/01 se establecen algunos de los derechos de los con-
tratistas.

Sin perjuicio de las facultades y obligaciones previstas en la legislación específica,


en sus reglamentos, en los pliegos de bases y condiciones, o en la restante documentación
contractual, el cocontratante tendrá:

a) El derecho a la recomposición del contrato, cuando acontecimientos extra-


ordinarios e imprevisibles de origen natural, tornen excesivamente onerosas las
prestaciones a su cargo.
b) La obligación de ejecutar el contrato por sí, quedando prohibida la cesión o
subcontratación, salvo consentimiento expreso de la autoridad administrativa, en
cuyo caso el cocontratante cedente continuará obligado solidariamente con el ce-
sionario por los compromisos emergentes del contrato. Para ello se deberá verifi-
car que el cesionario cumpla con todos los requisitos de la convocatoria al momen-
to de la cesión.
c) La obligación de cumplir las prestaciones por sí en todas las circunstancias, sal-
vo caso fortuito o fuerza mayor, ambos de carácter natural, o actos o incumpli-
mientos de autoridades públicas nacionales o de la contraparte pública, de tal gra-
vedad que tornen imposible la ejecución del contrato.

10.5. RÉGIMEN JURÍDICO APLICABLE

En tanto parte del derecho administrativo, el régimen normativo que regula las contrata-
ciones estatales es de carácter local. Aquí se estudiará el régimen aplicable en el orden na-
cional, pero debe tenerse presente que cada provincia puede regular su propio sistema de
contrataciones. Así, por ejemplo, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires rige la Ley
2095, y en la Provincia de Buenos Aires la Ley 13981 regula el subsistema de las contrata-
ciones del Estado.

Como se viene mencionando en


los acápites anteriores, en el ámbito na-
cional los contratos administrativos es- RÉGIMEN LOCAL
tán regidos por el decreto 1023/01, que
aprueba el “Régimen de contrataciones El régimen normativo que regula las con-
de la Administración Nacional”. Esta trataciones estatales es de carácter local.
norma tiene naturaleza de reglamento
delegado, ya que fue dictado en el marco
de la Ley de Emergencia 25344.

A su vez, esta norma ha sido reglamentada por el Decreto 1030/16.

IIDP-CL12.doc Página 13 de 25
Además, a nivel supralegal, existen dos convenciones internacionales aplicables en
la materia: la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, aprobada por la Ley
26097 y la Convención Interamericana Contra la Corrupción, aprobada por la Ley 24759.
La primera contiene un artículo específico sobre las contrataciones (art. 9).

En cuanto al ámbito de aplicación material del Dec. 1023/01, su art. 4° contempla


que resulta aplicable a los siguientes contratos:

a) Compraventa, suministros, servicios, locaciones, consultoría, alquileres con op-


ción a compra, permutas, concesiones de uso de los bienes del dominio público y
privado del Estado Nacional, que celebren las jurisdicciones y entidades compren-
didas en su ámbito de aplicación y a todos aquellos contratos no excluidos expre-
samente.
b) Obras públicas, concesiones de obras públicas, concesiones de servicios públicos
y licencias.

En cambio, conforme lo dispone el art. 5°están excluidos de su régimen, y por ende


se rigen por normas específicas, los siguientes casos:

a) Contratos de empleo público.


b) Las compras por caja chica.
c) Los contratos que se celebren con estados extranjeros, con entidades de derecho
público internacional, con instituciones multilaterales de crédito, los que se finan-
cien, total o parcialmente, con recursos provenientes de esos organismos, a menos
que se establezca la aplicación de las disposiciones del Dec. 1023/01.
d) Los contratos comprendidos en operaciones de crédito público.

10.6. LOS PRINCIPIOS EN MATERIA CONTRACTUAL

El decreto 1023/01 contiene un catálogo de principios generales aplicables en el


campo de los contratos administrativos. Estos rigen durante todo el procedimiento de con-
tratación y de ejecución del contrato, desde su inicio hasta su agotamiento. Su relevancia
radica en que cualquier cuestión vinculada con la contratación debe interpretarse a la luz
de estos principios generales. La norma dice:

Art. 3°. Principios Generales. Los principios generales a los que deberá ajustarse
la gestión de las contrataciones, teniendo en cuenta las particularidades de cada
una de ellas, serán:
a) Razonabilidad del proyecto y eficiencia de la contratación para cumplir con el
interés público comprometido y el resultado esperado.
b) Promoción de la concurrencia de interesados y de la competencia entre ofe-
rentes.
c) Transparencia en los procedimientos.
d) Publicidad y difusión de las actuaciones.
e) Responsabilidad de los agentes y funcionarios públicos que autoricen, aprue-
ben o gestionen las contrataciones.
f) Igualdad de tratamiento para interesados y para oferentes.

IIDP-CL12.doc Página 14 de 25
Como se adelantó, estos principios son aplicables tanto a la gestión de las contrata-
ciones, es decir, a todos los procedimientos de selección del contratista como a los contra-
tos que resulten de estos procedimientos. Como afirma García Pullés, se trata de “princi-
pios generales que han de regular todo el espectro de la contratación, con mayor o menor
incidencia sobre determinadas etapas que sobre otras” (2017, 371).

Además de estos principios específicos del art. 3° del Decreto 1023/01 se aplican,
supletoriamente, los contenidos en la LNPA. Al respecto, Retjman Farah y Santoro expli-
can:

Rigen, además, los principios establecidos en el art. 1º del decreto-ley de Proce-


dimientos Administrativos 19549/1972, en tanto el art. 2º, inc. a), segundo párra-
fo, de la misma norma, establece que ella será de aplicación supletoria en las
tramitaciones administrativas cuyos regímenes especiales subsistan (Retjman
Farah y Santoro, 2015: 13-14).

Obviamente, la aplicación de los principios generales del procedimiento adminis-


trativo se hará con las matizaciones necesarias según la especificidad que plantea el ámbi-
to contractual.

El principio general del informalismo a favor del administrado, contenido en el


art. 1 inc. C) de la LNPA, no puede aplicarse sin más, es decir linealmente y sin
modulación alguna, al procedimiento contractual. Este último es un procedi-
miento especial, en cuyo ámbito rige el de igualdad entre todos los oferentes y
contratantes. Si, por ejemplo, un oferente omite incluir en su oferta el precio uni-
tario del bien que ofrece, la Administración no podría darle la oportunidad de
subsanar esta falencia con la invocación del principio del informalismo, porque
ello llevaría a poner en tensión el derecho de los otros oferentes que prepararon
su propuesta conforme a todos los recaudos que hacían posible compararlas
con las de los demás.
Distinta sería la situación si un oferente hubiera omitido acompañar, por ejemplo,
un certificado que acredita que no tiene deudas de impuestos nacionales, pues-
to que tal información cuenta en registros oficiales y puede obtenerla la Admi-
nistración por sus propios medios. En este caso, al tratarse de un defecto intras-
cendente, sí rige en toda su extensión el principio del informalismo, de aplicación
supletoria a los contratos administrativos. Si así no se hiciera, por vía indirecta se
terminaría resintiendo el principio de concurrencia, que también es central en
materia de contrataciones administrativas.

Finalmente, aunque no están contenidos en el listado que contempla el art. 3° del


decreto 1023/01, rigen en materia contractual la buena fe, en tanto se trata de un principio
general del derecho -no solo del derecho civil, sino de todo el ordenamiento jurídico-, el de
venire contra factum proprium non valet (imposibilidad de ponerse en contradicción con
un acto propio anterior), el principio de legalidad (art. 19 CN), que obliga a sujetar toda la
actuación administrativa a la juridicidad vigente y el de defensa o tutela judicial y adminis-
trativa efectiva (art. 18 CN).

Como se dijo antes, la importancia de estos principios generales radica en que sir-
ven como pautas interpretativas para resolver las incertidumbres o dudas que pudieran
surgir en las distintas etapas del procedimiento contractual.

IIDP-CL12.doc Página 15 de 25
10.6.1. LOS PRINCIPIOS EN PARTICULAR

Tal como se señalara, los principios de la contratación administrativa son los siguientes:
razonabilidad del proyecto y eficiencia de la contratación; concurrencia; publicidad;
transparencia e igualdad.

A continuación se procederá a desarrollarlos.

Razonabilidad del proyecto y eficiencia de la contratación

El decreto 1023/01, al incluir este principio, inserta una preocupación acerca de los fines y
los resultados de la contratación administrativa. De allí que exija que el proyecto sea razo-
nable y que el contrato resulte eficiente para cumplir con el interés público comprometido
y para lograr los resultados esperados.

Se trata en última instancia de la inclusión de una cláusula que proscribe la arbi-


trariedad en las compras públicas. Ello conduce a que el proyecto o plan que pretenda lle-
varse adelante a través de la contratación sea consistente con la realidad objetiva y de allí
que deba elegirse el medio coherente con el fin perseguido, es decir, aquel adecuado para
satisfacerlo eficaz y proporcionalmente (Retjman Farah, 2010).

La concurrencia

Este principio obliga a la Administración a garantizar la participación de la mayor cantidad


posible de oferentes. Como explica Balbín: “De este modo, se persigue que el Estado con-
trate en las mejores condiciones que el mercado pueda ofrecer” (2011: 490), ya que le
permite encontrar la propuesta más conveniente entre la mayor cantidad posible de in-
teresados.

Una consecuencia de este princi-


pio es que el modo de contratación que
establece el reglamento de contratacio- PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN
nes como sistema general y básico (art. ADMINISTRATIVA
24), es el de licitación o concurso público.
Este es un sistema abierto a todos los in- • Razonabilidad del proyecto y efi-
ciencia de la contratación
teresados sin limitaciones que tiene por
• Concurrencia
objetivo obtener los mejores productos
• Publicidad
al precio más conveniente y evitar la
• Transparencia
existencia de sobreprecios (conf. CSJN,
• Igualdad
causa “Cardiocorp”).

El principio de concurrencia no impide que, en determinadas situaciones, se pueda


exigir el cumplimiento de requisitos especiales a los oferentes, tales como acreditar una
determinada capacidad técnica, o antecedentes vinculados con la idoneidad o solvencia de
la propuesta o de quien oferta. Lo que el principio de concurrencia exige es que deben tra-
tarse de recaudos razonables y no constituir limitaciones arbitrarias. Además, en todo ca-
so, el criterio para admitir cualquier cláusula limitativa debe ser siempre restrictivo (Ret-
jman Farah y Santoro, 2015:19).

IIDP-CL12.doc Página 16 de 25
Publicidad

El principio de concurrencia se enlaza con los de publicidad y transparencia, que también


se incluyen en el art. 3° del decreto 1023/01.

La publicidad de los actos de gobierno es una obligación que emana directamente


del sistema republicano que consagra la Constitución Nacional en su art. 1°. No obstante,
en materia contractual este deber informativo adquiere un matiz particular porque solo
una publicidad amplia y generosa de las contrataciones estatales posibilita la concurrencia
de una numerosa cantidad de oferentes. En otras palabras, sin una adecuada publicidad no
puede haber concurrencia ni procedimientos contractuales verdaderamente públicos.

De allí que la normativa establezca plazos para publicar la convocatoria y los me-
dios en los que debe difundirse. Pero la publicidad no se limita a la etapa de formación del
contrato, sino también a su ejecución, de modo que pueda controlarse la manera en que
este se desarrolla, tanto por parte de los oferentes que no quedaron seleccionados, como
por la ciudadanía en general. Esto último constituye un medio de fomentar y facilitar el ac-
ceso a la información pública, en línea con lo dispuesto en la Ley 27275.

CONTRATACIONES ADMINISTRATIVAS

Toda la información vinculada con las contrataciones administrativas está disponi-


ble en la web, en la página <https://comprar.gob.ar/>
A través de una visita a este sitio cualquier persona puede hacer un seguimiento
de las distintas contrataciones que están en curso, lo que a su vez facilita el control
social sobre estos procedimientos contractuales.

Vale destacar que el incumplimiento de los requisitos de publicidad y difusión, así


como el establecimiento de especificaciones o de cláusulas que estén destinadas a favore-
cer situaciones particulares, traerán aparejada la revocación inmediata del procedimiento
de contratación, cualquiera fuere el estado de trámite en que se encuentre, y también da-
rán lugar a la iniciación de las actuaciones sumariales pertinentes (conf. art. 18 dec.
1023/01).

IIDP-CL12.doc Página 17 de 25
Transparencia

La transparencia en las actuaciones administrativas es un principio general aplica-


ble a toda la gestión estatal. En materia de contrataciones adquiere una máxima relevan-
cia, puesto que este ámbito involucra la gestión de fondos públicos y es sumamente
permeable a prácticas de corrupción.

Este principio se encuentra estrechamente vinculado a los de publicidad y concu-


rrencia que también están contenidos en el art. 3° del dec. 1023/01. Así como la debida di-
fusión de las licitaciones, concursos y demás contrataciones constituye un medio para po-
sibilitar la mayor concurrencia posible de oferentes, al mismo tiempo facilita que se satis-
fagan umbrales necesarios de transparencia (art. 3° inc. c).

En el ordenamiento jurídico nacional e internacional se encuentran pautas especí-


ficas en esta materia. Así, por ejemplo, en la Convención de las Naciones Unidas contra la
Corrupción aprobada por Ley 26097 (arts. 5, 7, 9, 10 y 13) y en la Convención Interameri-
cana contra la Corrupción aprobada por Ley 24759 ambas con jerarquía supra legal. La
Ley 25188 de Ética Pública también contiene disposiciones en estos temas, ya que exige de
los funcionarios públicos en general transparencia en el desempeño de sus funciones (art.
2°), lo cual ratifica lo que ya se ha expuesto en el sentido de que estos principios generales
contenidos en el art. 3° del dec. 1023/01 no son exclusivos del procedimiento de selección
de los contratistas, sino que poseen plena vigencia durante todo el proceso contractual,
desde la elaboración del proyecto hasta la conclusión del acuerdo.

Igualdad

El art. 16 de la Constitución Nacional consagra el principio de igualdad de todos los habi-


tantes ante la ley, del cual se deriva la igualdad de posibilidades entre todos los oferentes y
contratistas que participan de un procedimiento contractual. Como se ha dicho, este prin-
cipio “consiste, básicamente, en mantener en un mismo plano y dar igual trato, a todos los
que se postulan para contratar con la Administración” (Retjman Farah y Santoro, 2015:
34), de modo que todos los licitantes se encuentren en la misma situación, cuenten con las
mismas chances y hagan sus ofertas sobre bases idénticas.

Este principio se proyecta tanto en la etapa de formación del contrato como en su


ejecución. Ello significa que debe verificarse tanto durante el procedimiento destinado a
elegir con quién contratará la Administración como una vez celebrado el contrato, puesto
que el adjudicatario debe recibir el mismo trato que quienes ofertaron y no fueron selec-
cionados. Por eso “resulta ilegítimo introducir modificaciones posteriores a las bases ori-
ginarias de la licitación que supongan beneficios para quien resulte adjudicatario” (Ret-
jman Farah y Santoro, 2015: 35).

Si una vez suscrito el contrato se altera el precio de algunos de los bienes adqui-
ridos, ya sea para subirlo o disminuirlo, se lesionaría la garantía de igualdad por-
que los anteriores oferentes no tuvieron la oportunidad de emparejar estos nue-
vos precios.

Por aplicación de esta garantía, está prohibido fijar cláusulas que exijan un produc-
to de una marca en particular.

IIDP-CL12.doc Página 18 de 25
En el cuadro siguiente se sintetizan diferentes principios que caracterizan al con-
trato administrativo y que permiten distinguirlo del contrato de derecho privado. Estos
principios son:

PRINCIPIO DESCRIPCIÓN

Ius variandi Permite a la Administración modificar unilateralmente los términos del


contrato, variando las prestaciones debidas por parte del contratista.
También se conoce a este principio como mutabilidad del contrato ad-
ministrativo y debe efectuarse dentro de ciertos límites y mediante la
pertinente indemnización al contratista

Continuidad A diferencia de los contratos de derecho privado —en los que el incum-
plimiento de una de las partes faculta a la otra a no cumplir con la su-
ya—, en el caso de los contratos administrativos el incumplimiento de
la Administración no faculta al contratista a la suspensión del servicio,
porque se encuentra en juego la satisfacción del interés público.

Buena fe Todo contrato administrativo debe celebrarse, interpretarse y ejecutar-


se de buena fe y las obligaciones pactadas exigen conductas leales y ho-
nestas.

Dirección y Facultades de la administración para el adecuado cumplimiento del


control contrato; se encuentran implícitas aun cuando no haya sido prevista
expresamente.

Formalismo Es impuesto por las normas que les dan origen y que exigen, en general,
la forma escrita y en algunos casos que se instrumenten mediante escri-
tura pública.

Prerrogativas Hacen que se rompa el principio de igualdad entre los contratantes. En-
de la adminis- tre ellas: el contratista está limitado por la norma que fija el procedi-
tración miento para su elección, está sujeto a la autorización y aprobación legis-
lativa o administrativa, no tiene libertad de disentir sobre las condicio-
nes del contrato y prevalece siempre el interés público sobre el privado.

Cláusulas Pueden ser incluidas en los contratos administrativos y se trata de esti-


exorbitantes pulaciones siempre favorables para el Estado, que rompen el principio
de igualdad entre las partes, que en el derecho privado darían lugar a la
ilicitud o nulidad. Son ejemplos de cláusulas exorbitantes: la rescisión
unilateral, las cláusulas penales y la obligación de ejecución forzosa del
contrato.

Mantenimiento Uno de los fundamentos del contrato administrativo, ya que, si bien las
de la ecuación condiciones de la contratación pueden ser modificadas por la actuación
económica unilateral de la administración, esta se debe obligar a mantener la re-
muneración pactada, efectuando una reparación (indemnización) que
restablezca el equilibrio inicial.

Fuente: Del Busto, 2017:219.

IIDP-CL12.doc Página 19 de 25
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS

Contratos Administrativos: Definiciones por Héctor Mairal - Guido Tawil - Pedro


Aberastury - Julio Conte Grand - Fernando García Pullés - Rodolfo Barra - Pablo
Gutiérrez Colantuono - Gregorio Flax - Javier Barnés (DPI)
Haga click aquí: https://youtu.be/YFlLxbX1Rlg

10.7. EL PROCEDIMIENTO CONTRACTUAL

Como ya se ha destacado, la contratación administrativa constituye un procedi-


miento especial netamente formal. Las modalidades específicas a emplearse para celebrar
los contratos constituyen uno de esos recaudos exigidos por el ordenamiento jurídico,
puesto que la Administración no puede elegir discrecionalmente a su cocontratante, sino
que tiene que adoptar un conjunto de pasos impuestos por el ordenamiento jurídico como
condición para que el contrato que se celebre resulte válido.

El dec. 1023/01, en su art. 25, establece distintas modalidades de procedimientos


de selección. Estos métodos no son intercambiables, sino que cada uno debe emplearse en
los casos que establece la normativa.

La licitación pública es la regla general. Sin embargo, en algunos supuestos excep-


cionales que se contemplan en los incs. b), c) y d) del art. 25 del dec. 1023/01, el reglamen-
to considera que median razones suficientes para apartarse del principio general y autori-
za a utilizar otros sistemas de selección, tal como la subasta pública, la licitación o concur-
so privado y la contratación directa. De todos modos, el apartamiento de la regla básica de
la licitación pública siempre es de interpretación restrictiva.

Sería posible emplear un método diferente a la licitación pública, en atención a


las características especiales del objeto que tenga que adquirir (una obra de ar-
te), cuando la contratación es de bajo monto, cuando median razones de urgen-
cia o emergencia (por un terremoto o una inundación), o en general, en los su-
puestos previstos en los incs. b, c y d del art. 25 del dec. 1023/01

La consecuencia por la falta de cumplimiento del método de selección indicado por


el decreto 1023/01 es la nulidad del contrato surgido como culminación del procedimiento
no autorizado. Así lo dice expresamente el art. 24 y lo ha destacado la Corte Suprema de

IIDP-CL12.doc Página 20 de 25
Justicia de la Nación en innumerables casos (“Stamei SRL”, “Cardicorp”, “El Rincón de los
Artistas”, etc.).

A su vez, las licitaciones públicas y privadas, así como los concursos públicos y pri-
vados, podrán ser de etapa única o múltiple, según tengan solo una o varias etapas de eva-
luación (conf. apartados 1 y 2 del inciso a) del art. 26 del dec. 1023/01) y nacionales o in-
ternacionales (conf. apartados 1 y 2 del inciso b) del artículo 26 del dec. 1.023/01) según a
quiénes está dirigida la convocatoria.

10.7.1. MÉTODOS DE SELECCIÓN DEL CONTRATISTA

A continuación se mencionan los métodos de selección del contratista en el régimen na-


cional.

MÉTODO DEFINICIÓN PARTICULARIDADES

Licitación pú- Pedido de ofertas efectuado al públi- Es la regla general (art. 24 de-
blica co en general. Apunta a asegurar la creto 1023/01). Se usa cuando
competencia y la concurrencia ilimi- lo que se tiene en cuenta prin-
tada de oferentes. cipalmente para decidir la con-
Es obligatoria cuando el monto de la tratación es el factor económi-
contratación supere el mínimo fijado co.
reglamentariamente.

Concurso pú- Procedimiento que tiene fundamen- Se emplea cuando la decisión


blico talmente en cuenta las condiciones de contratar se apoya en las
personales (técnicas, artísticas, cien- condiciones personales del con-
tíficas, etc.) del candidato. tratante (art. 25 dec. 1023/01).
Se emplea para la cobertura de car-
gos públicos (conf. Ley 25164).

Licitación o Procedimiento de contratación en el Es un supuesto de excepción


concurso pri- que intervienen solo las entidades que procede únicamente en los
vado o abre- expresamente invitadas por la Admi- casos indicados en el inc. c) del
viado nistración. La concurrencia es res- art. 25 del dec. 1023/01.
tringida y la publicidad también.

Contratación El Estado elige directamente al con- Es un supuesto de excepción


directa tratista sin concurrencia u oposición que procede en los casos indi-
de oferentes. El art. 14 del dec. cados en el inc. c del art. 25 del
1030/16 dispone que la contratación 1023/01. (por ej. por cuestio-
directa puede ser de compulsa abre- nes de urgencia, cuando una li-
viada (se piden ofertas al menos a citación pública resultó desier-
tres firmas) o de adjudicación simple ta, en contrataciones secretas,
(se contrata libremente a la firma etc. ).
elegida, sin necesidad de requerir
otras propuestas), según cual sea la
situación de hecho que motivó recu-
rrir a este método.

IIDP-CL12.doc Página 21 de 25
MÉTODO DEFINICIÓN PARTICULARIDADES

Subasta pú- Se utiliza para la venta de bienes Los postulantes formulan sus
blica muebles, inmuebles o semovientes propuestas para la compra o
de propiedad del Estado, o la compra venta y tienen la posibilidad de
de esta clase de bienes. mejorar sus ofertas en función
de las que han efectuado los
demás participantes.

Fuente: Cicero y Parise, 2021:226.

10.7.2. ETAPAS DE LA LICITACIÓN PÚBLICA

Para poder celebrarse un contrato administrativo deben verificarse el cumplimiento de


determinados pasos en diferentes etapas.

En la siguiente línea de tiempo se señalan los principales hitos del procedimiento


que debe llevarse adelante.

HITOS DE LA LICITACIÓN PÚBLICA

Nidia Karina Cicero – Facultad de Derecho (UBA)

Haga click aquí: https://view.genial.ly/5fce5b86b4fdd80da280f638/horizontal-


infographic-timeline-licitacion-publica-etapas

Las etapas del procedimiento de licitación pública son aplicables, en lo pertinente,


a los concursos públicos y a la licitación y concursos privados.

IIDP-CL12.doc Página 22 de 25
LECTURA OBLIGATORIA

REJTMAN FARAH, M. Y SANTORO, S. (2015), Régimen de Con-


trataciones de la Administración Nacional, en CICERO, N. K.
(DIR.), Legislación Usual Comentada. Derecho Administrati-
vo, Ed. La Ley, Buenos Aires, Tomo 3, Pág. 1-58

REJTMAN FARAH, M. (2010), Régimen de contrataciones de la


Administración Nacional, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires,
Capítulo II (La licitación pública), pág. 23-55; Capítulo III
(Excepciones a la licitación pública), pág. 57-91.

IIDP-CL12.doc Página 23 de 25
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

AAVV, (2008), Enciclopedia Jurídica Omeba, Edición Electrónica CD, Ed. Omeba,
ISBN: 9789687804897
AFTALIÓN, E.; GARCIA OLANO, F. Y VILANOVA, J. (1984), Introducción al Derecho, 12ª ed., Ed.
Abeledo Perrot, Buenos Aires.
BALBÍN, C. F. (2010), Tratado de Derecho Administrativo, Ed. La Ley, Buenos Aires.
BALBÍN, C. F. (2015), Manual de Derecho Administrativo, Ed. La Ley, Buenos Aires.
CASSAGNE, J. (2011). Curso de derecho administrativo, 10ª Edición, La Ley, Buenos Aires.
CICERO, N. K. (Dir.) (2015), Legislación Usual Comentada. Derecho Administrativo, Ed. La
Ley, Buenos Aires.
DROMI, J. R. (1987), Manual de derecho administrativo, Ed. Astrea, Buenos Aires.
ESTEVE PARDO, J. (2013), La nueva relación entre Estado y Sociedad, Ed. Marcial Pons, Ma-
drid.
- (2017), Lecciones de Derecho Administrativo, Ed. Marcial Pons, Madrid.
- (2015), Estado garante. Idea y realidad, Ed. INAP, Madrid.
GAMERO CASADO, E. Y FERNANDEZ RAMOS, S. (2017), Manual Básico de Derecho Administrativo,
Tecnos, Madrid.
GARCÍA PULLÉS, F. (2015), Lecciones de Derecho Administrativo, Ed. Abeledo Perrot, Buenos
Aires.
GORDILLO, A. (2017), Tratado de Derecho Administrativo y Obras Selectas, Ed. Fundación de
Derecho Administrativo, Buenos Aires.
FARRANDO, I. Y MARTINEZ, P. (DIRS.) (2000), Manual de Derecho Administrativo, Ed. Depalma,
Buenos Aires.
MARIENHOFF, M. (1995), Tratado de Derecho Administrativo, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Ai-
res.
MOTTA, M. (2018), Política de Competencia. Teoría y Práctica, Ed. FCE, México
ORTIZ SÁNCHEZ, M. Y PÉREZ PINO, V. (2004), Diccionario - léxico juríidico para estudiantes, Ed.
Tecnos, Madrid.
OSSORIO, M. (2018), Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales, Ed. Heliasta, Bue-
nos Aires.
POSNER, R. (2007), Análisis Económico del Derecho, FCE, México.
RAE, Diccionario de la Real Academia Española [en línea]. Disponible en:
http://dle.rae.es/?id=CGv2o6x
RAE, Diccionario Panhispánico del Español Jurídico [en línea]. Disponible
en: https://dpej.rae.es/
PUIG, A. (2015), Derecho Administrativo para Ciencias Económicas, Ed. Universidad Nacio-
nal de Salta, Facultad de Ciencias Económicas Jurídicas y Sociales, 2ª Ed. Salta.
RECUERDA GIRELA, M. A. (Coordinador) (2014), Lecciones de Derecho Administrativo con
ejemplos, Tecnos, Madrid.
TAWIL, G. S. (Dir.) (2012), Estudios de Derecho Administrativo, Ed. Abeledo Perrot, Buenos
Aires.
VILLEGAS BASAVILBASO, B. (1956), Derecho Administrativo, Tipográfica Editora Argentina,
Buenos Aires.

IIDP-CL12.doc Página 24 de 25
MATERIAL ADICIONAL

Junto con esta clase se acompaña el siguiente material adicional:

Nº Material – Descripción MA
01
02
03
04

ACTIVIDADES Y PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN

Nº Actividad
01 Leer la Unidad 10 (como mínimo) de la carpeta de trabajo.
02 Realizar las actividades indicadas en la Unidad 10 de la Carpeta de Trabajo.
03 Vea el material multimedia que se presenta tanto en la Carpeta de Trabajo como junto
con la clase. ¿Qué destaca y qué dudas le plantea?
04 ¿Qué significa “contrato administrativo?
05 ¿En qué consisten las diferencias y similitudes con los contratos de derecho privado?
06 ¿Cuáles son los elementos de los contratos administrativos?
07 ¿Qué son las denominadas “cláusulas exorbitantes”?
08 ¿Cuáles son los principios de la contratación administrativa?
09 ¿Cuáles son los métodos de selección del contratista?
10 ¿Qué etapas deben cumplirse en la licitación pública?

Estas actividades sirven para mejorar la comprensión de los temas abordados.

DESPEDIDA

En la próxima clase se abordarán los temas indicados en el Plan de Trabajo.

Les recomiendo leer detenidamente las bibliografías indicadas y realizar las activi-
dades. Tengan en cuenta que pueden plantear cualquier duda que tengan, ya sea en el es-
pacio de debate o mediante un mensaje a mi cuenta personal. ¡No teman preguntar!

IIDP-CL12.doc Página 25 de 25

También podría gustarte