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Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Escuela de Derecho

Carrera:
Licenciatura en Derecho

Asignatura:
Derecho Administrativo y Procesal Administrativo (Der-241)

TEMA:
Los Contrato Administrativos.

Participantes:

Wendy Salazar Sánchez 202100050


Matilde De La Cruz Santos 202100101
Iván De La Cruz Valerio 202100176

Facilitador(a):
Manuel Mancebo

República Dominicana, D.N.

Fecha de Entrega:
22 de mayo 2022
Tabla de contenido

Introducción… ........................................................................................ 1

CAPÍTULO I El Problema de Investigación ....................................... 2

1. Planteamiento y formulación del problema ........................................... 2

1.2 Formulación del Problema ................................................................ 3

1.3 Sistematización del Problema .......................................................... 3

2. Objetivos…………………………………………………………………….4

2.1.1 Objetivo General ............................................................................ 4

2.1.2 Objetivos Específicos .................................................................... 4

3. Justificación de la Investigación ...................................................... 5

CAPÍTULO II Marco Teórico Conceptual ............................................ 6

2.1 Antecedentes del tema ..................................................................... 6

2.2 Antecedentes históricos .................................................................... 9

2.3 Marco Conceptual........................................................................... 12

2.4 Revisión Conceptual ....................................................................... 29

CAPÍTULO III Procedimiento metodológico ..................................... 33

3.1 Alcance y Límites............................................................................ 33

3.2 Tipo de Investigación ...................................................................... 33

3.3 métodos de investigación ............................................................... 33

Conclusión……..................................................................................... 34

Referencias Bibliográficas .................................................................. 35


Introducción

Es propósito de este trabajo estudiar los contratos administrativos, ya que


estos se hacen indispensables por ser una herramienta para lograr acordar con el
Estado, las empresas y los particulares la prestación de un servicio o la realización
de una obra que el Estado necesita realizar para satisfacer y garantizar la
convivencia y la paz social.

En primer lugar, expondremos de forma breve y resumida su origen histórico


y cómo ha evolucionado con el transcurso del tiempo, logrando forjar un recorrido
lineal que ha transcendido diversas eras a lo largo de la historia de nuestra sociedad.

En segundo lugar, definiremos en qué consisten los contratos administrativos,


sus características, clases de contratos de la administración, así como su razón de
ser e importancia para el funcionamiento del Estado ya que sin ello no se podría
hacer obras públicas.

Analizaremos el régimen legal de los contratos administrativos en nuestro país


cuales son las leyes que han servido de fundamento para el Estado, sus poderes
públicos, entes y empresas. En definitiva, trataremos de ser lo más claros y precisos
en este tema que es de vital importancia para la administración pública y privada y
representa un tema de gran trascendencia para el Derecho Administrativo.

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CAPÍTULO I El Problema de Investigación

1. Planteamiento y formulación del problema

Los contratos administrativos son fruto de acuerdos entre órganos de la


Administración del Estado y particulares, asumiendo estos la calidad de cooperar en
la satisfacción de las necesidades públicas o privadas por mutuo acuerdo. En este
contexto, los contratos administrativos suelen estar configurados como acuerdos de
voluntades de largo plazo, de ejecución diferida o de tracto sucesivo. De esta forma,
en la contratación administrativa se exige un elevado estándar de seguridad jurídica,
que permita al contratista enfrentar las contingencias económicas, financieras,
tributarias, tecnológicas, y sobre todo administrativas que influyen sobre el objeto, el
precio y los demás requisitos y condiciones que informan el pacto inicialmente
celebrado.

Es por lo que los contratos administrativos se hacen indispensables a la hora


de realizar cualquier contratación pública y las normas que establezca deben estar
en consonancia con las regulaciones y un marco jurídico único, homogéneo y que
incorpore las mejores prácticas nacionales e internacionales en materia de
negociaciones públicas o privadas.

Es evidente que estas relaciones son fundamentales porque tienen por


objetivo determinar la existencia, requisitos y condiciones exigibles en nuestro
ordenamiento jurídico para la realización de los contratos administrativos apegados
al cumplimiento de las normas que rigen la contratación de servicios en nuestro país.

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1.2 Formulación del Problema

¿Cómo se elaboran los contratos administrativos?

1.3 Sistematización del Problema

 ¿Cuál es el origen de los contratos administrativos?


 ¿Describir cuáles son los principales contratos administrativos suscritos por
la administración?
 ¿Cuál es el marco legal que rige los contratos administrativos en República
Dominicana?

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2. Objetivos

2.1.1 Objetivo General

Estudiar en qué consisten los contratos administrativos.

2.1.2 Objetivos Específicos

 Conocer el origen y evolución de los contratos administrativos.


 Exponer los criterios para diferenciar los contratos administrativos.
 Dar a conocer las principales características que deben contener los
contratos administrativos
 Explicar el marco legal de los contratos administrativos en República
Dominicana.

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3. Justificación de la Investigación

Esta investigación sobre los contratos administrativos es de gran importancia


dado a que los mismos son utilizados de forma permanente entre particulares y los
órganos del Estado en ejercicio de la función administrativa, que deben garantizar a
la sociedad, de manera permanente la satisfacción del interés general, y, justamente,
la contratación constituye una de las modalidades para lograrlo.

El texto constitucional de 2010 implicó un cambio de paradigma en la forma en la


que interactúan y se relacionan los actores que conforman el ordenamiento jurídico
dominicano. Dentro de los cambios introducidos por la indicada reforma, podemos
afirmar, sin temor a equivocarnos, que la inclusión expresa de la cláusula del Estado
social y democrático de derecho en el artículo 7 constitucional ha sido una de las de
mayor impacto, trascendencia e importancia práctica. Así, el texto constitucional de
2010 redefinió los límites del Estado y colocó sobre sus hombros la responsabilidad
de garantizar el bienestar y desarrollo de la sociedad que le sirve de contexto y de
los individuos que la conforman.

Es por esto que se justifica la importancia de este tema porque nos ayuda a
comprender cual es el marco legal y los principios que norman y regulan los contratos
administrativos como actividad propia de la Administración en nuestro país y nos
permite conocer todo el ordenamiento jurídico que esta vinculado a las
contrataciones tanto públicas como privadas.

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CAPÍTULO II Marco Teórico Conceptual

2.1 Antecedentes del tema

Evolución de la contratación administrativa en el Perú

La evolución que tuvo lugar en el Perú la contratación administrativa a través


de los años es, probablemente, el principal agente económico en el desarrollo de un
país debido a la constante necesidad de materia prima como servicios. De la misma
forma que los contratos administrativos surgen de la necesidad de los estados para
obtener recursos y servicios, surgen en nuestro país de la misma forma. Esto
ocasionó que sea necesaria una correcta regulación en nuestra norma vigente, para
así contar con un correcto y ordenado régimen de contrataciones administrativas.

Periodos de la contratación administrativa en el Perú

Es pobre, por no decir casi inexistente, los estudios integrales con respecto a
la evolución que han tenido las contrataciones administrativas en Perú a lo largo de
su historia. Sin embargo, en el II Congreso de Derecho Administrativo celebrado en
la ciudad de Lima a fines del mes de abril en el año 2006, se realizó un estudio que
“identifico y delimitó tres etapas que marcaron el progreso del régimen jurídico de la
contratación estatal en nuestro país, las mismas que por obvias razones se extienden
hasta el año 2006. Con la finalidad de completar el panorama, y en atención a las
circunstancias recientes, nos permitiremos estructurar un período adicional, el cual
nos facilita presentar un panorama completo de la evolución de la contratación
administrativa hasta nuestros días.” (Martin Tirado, El laberinto estatal, p 50).

Primer Periodo:
Este periodo inicia por los años 1950 y se extiende hasta poco antes de 1980
y se caracterizó por la dispersión que tenían las normas que regulaban las diversas
modalidades de contrataciones celebradas por el Estado. No existía, una norma o
ley específica que regulara la contratación administrativa con carácter general y que
sea aplicable a todos los organismos del sector público o al régimen de los contratos

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de adquisiciones de bienes y servicios o de obra pública por parte de las entidades
estatales en general. Puesto que la regulación era casi inexistente, era común que
cada entidad del sector público contara con sus propios reglamentos en esta materia
ya que las escasas reglas están referidas casi exclusivamente a procedimientos
administrativos de selección como las licitaciones o los concursos públicos.

Esto continuó hasta el Decreto de Ley No 22056, expedida en el mes de


diciembre del año 1977, norma que según Martín Tirado “instituyó para la
Administración Pública el sometimiento de dichos mecanismos de selección y
contratación al Sistema Administrativo de Abastecimiento.”

En busca de una mejor manera de adquirir bienes y servicios por parte de las
entidades públicas, ya que hasta ese momento se realizaban compras
indiscriminadas, stocks innecesarios y gastos indebidos; se implementó un orden en
el proceso. Aunque al final, el régimen legal establecido destinado la mejora de lo
mencionado, solo se limitaron a unas cuantas leyes sectoriales, lo cual ocasionó la
falta de un régimen común sobre la materia en su totalidad.

Segundo Periodo:
Este periodo entra en vigencia con la promulgación de la Constitución Política
del año 1979, que trajo consigo diversas leyes dirigidas a simplificar y regular los
procesos de contratación para las adquisiciones de bienes y servicios por parte de
las entidades estatales. Es durante esta fase que se consagró como “obligación” al
estado el contratar servicios, suministros u obras mediante procedimientos de
licitación y concurso público.

Las leyes constitucionales sirvieron de base para la realización y


promulgación de diversos reglamentos cuyo fin fue la simplificación de los
procedimientos de adquisición establecidos con anterioridad, algunos de estos
reglamentos fueron: Reglamento Único de Licitaciones y Contratos de Obras
Públicas, conocido como RULCOP, el cual fue aprobado mediante Decreto Supremo

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N.º 034-50-VC para la contratación de obras públicas; el Reglamento Único de
Adquisiciones, conocido como RUA, que fue aprobado mediante Decreto Supremo
N.º 065-85-VC para la adquisición de bienes, servicios y suministros, y la Ley N.º
23554 para la contratación de actividades de consultoría y su Reglamento general,
conocido como REGAC.

Otros organismos creados en este periodo fueron las instancias


administrativas encargadas de resolver controversias generadas en las distintas
fases de los procedimientos establecidos por las leyes.

Tercer Periodo:

Durante la década del 80 el Perú se encontraba en una de las peores crisis


económicas de su historia. La hiperinflación que ocurrió en el primer Gobierno del
expresidente Alan García Pérez demostró la ineficiencia empresarial del estado. Fue
la privatización de empresas públicas la que acabó con la inflación, con la crisis del
sector externo, el exceso de burocracia y la falta de productividad, esto dio lugar a
que dicho proceso se implementara sin mayor resistencia.

Poco tiempo antes que finalice la década de los 90, no se habían integrado
todos los procedimientos administrativos y estos se encontraban dispersos en
reglamentos y normas. Fue el 27 de julio de 1997 mediante la Ley de Contrataciones
y Adquisiciones del Estado -Ley N° 26850, que se realizó un completo y único cuerpo
legal que abarque diferentes rubros de los contratos administrativos como la
adquisición de bienes, servicios y las contrataciones de obras. Estableciendo así que
solo por ley el Estado puede realizar subsidiariamente actividad económica, directa
o indirecta, por razón de alto interés público o de manifiesta conveniencia nacional
(Art.60).

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Cuarto Periodo

El autor Martin Tirado adicionó el cuarto periodo que explicado con sus
palabras ayudarían “a presentar un panorama completo de la evolución de la
contratación administrativa hasta nuestros días”. Este último periodo trajo consigo la
activa participación por parte de nuestro país en diversos organismos encargados de
la integración económica y comercial internacional. Tales como la Organización
Mundial del Comercio (OMC), el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el
Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (ASPEC), la Comunidad Andina
(CAN) y la Asociación Latino Americana de Integración (ALADI).

2.2 Antecedentes históricos

Como primera aproximación a la idea de lo que es la contratación


administrativa, conviene hacer una breve referencia al proceso evolutivo a través del
cual se llega a la Administración Pública actual.

Históricamente, la Administración Pública funciona más bien como un aparto


meramente represor y al servicio del monarca absoluto, sin someterse a las normas
jurídicas en su funcionamiento.

A raíz de la Revolución Francesa (1789), la soberanía de un país deja de


residir en el monarca y pasa a ser ostentada por el pueblo lo que implica una
consecuencia fundamental: la administración pasa a estar al servicio del ciudadano
y su funcionamiento queda sujeto a normas jurídicas.

Sin embargo, el núcleo esencial de esa primera Administración moderna


seguía girando, fundamentalmente, en torno a unas actividades específicamente
públicas, sin correspondencia posible con la actividad de los particulares, por lo que
las normas jurídicas destinadas a regular su funcionamiento tenían que ser,
necesariamente, de exclusiva aplicación a la Administración. Estas normas
específicamente públicas, al irse desarrollando e incrementando, con el tiempo

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dieron lugar al nacimiento de una rama especial del Derecho, el Derecho
administrativo, en cuanto Derecho regulador del funcionamiento y de los derechos y
obligaciones de la Administración Pública, diferenciado del Derecho privado, cuyo
ámbito queda circunscrito exclusivamente a las relaciones entre particulares.

En aquellos primeros momentos del Derecho administrativo, no existían los


contratos administrativos como figura jurídica peculiar, ya que el aparato
administrativo era autosuficiente para atender por sí mismo las necesidades de la
sociedad en el reducto sector de la sociedad en que intervenía.

Entonces, ¿cómo nacieron los contratos administrativos como contratos


dotados de una regulación distinta a la de los contratos privados? Para ello, fue
necesario que se produjera un proceso de profunda evolución en el que, partiendo
inicialmente de un grado muy reducido de intervención administrativa, se va
evolucionando hacia un volumen muy elevado de actuaciones públicas en todas las
áreas que afectan al funcionamiento de la sociedad y cuyas etapas más significativas
fueron las siguientes:

1. Inicialmente, el Estado moderno nacido de la Revolución Francesa era


acérrimamente liberal, lo cual suponía la menor injerencia posible de
la Administración en los asuntos privados de los ciudadanos. Esto, unido a la
Revolución industrial que tuvo lugar a lo largo del siglo XIX, hizo nacer lo que
conocemos por capitalismo, que en poco tiempo llevó a extremo la explotación de
unos ciudadanos por otros, hasta el punto de generar situaciones sociales
insostenibles.

2. El resultado de aquel proceso provocó en la mayoría de los países europeos, el


surgimiento de focos prerrevolucionarios que, reaccionando contra el liberalismo
capitalista, propugnaban el predominio absoluto de los intereses de la sociedad, de
lo colectivo y, por tanto, del Estado sobre los intereses particulares de cada individuo.

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Tras estos estallidos revolucionarios, la concepción del Estado empieza a
evolucionar hacia lo que hoy conocemos como Estado Social de Derecho, es decir,
un Estado preocupado por el bienestar medio de la mayoría de los ciudadanos y que,
para conseguir tal objetivo, fomenta, por una parte, la actividad económica privada,
fortaleciendo las infraestructuras y el entramado económico y social del país y, por
otra parte, interviene corrigiendo desigualdades y prestando un mayor número de
servicios a los ciudadanos.

Este progresivo e importante incremento de las actuaciones del Estado provoca que
la Administración Pública necesite utilizar, cada vez más, la contratación con
particulares para hacer frente a la realización de determinados servicios y, por fin,
cuando tales contrataciones se generalizan, surgen definitivamente los contratos
administrativos, diferenciados de los contratos civiles, con una regulación específica
propia, determinada por una doble exigencia: las peculiaridades funcionales de
la Administración como organización y las peculiaridades derivadas del interés
público y de la posición dominante de la Administración.

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2.3 Marco Conceptual

Definición de Contrato
Con un criterio amplio, Ambrosio Colín y H. Capitant, en un gran esfuerzo de
síntesis entendieron el contrato como “Acuerdo de dos o más voluntades, dirigido a
producir efectos jurídicos.” 1

Los contratos son acuerdos de dos o más partes para crear, regular, modificar
o extinguir una relación jurídica patrimonial.

El contrato se perfecciona a través del consentimiento, es decir cuando


confluyen las voluntades de los contratantes. Específicamente podemos decir que el
consentimiento se produce cuando la oferta formulada por una de las partes es
aceptada por la otra y la primera toma conocimiento de la aceptación.

Definición de los Contratos Administrativos


Son los actos realizados en ejercicio de la función administrativa y que
producen efectos jurídicos, y se realizan de común acuerdo entre la administración
y otro sujeto de derecho, para reglar derechos y deberes comunes.

Para el cumplimiento de sus fines, la administración pública requiere


vincularse con otras entidades del sector público y con el sector privado. Con tal
objeto, se celebran contratos y convenios mediante los cuales se establecen
obligaciones y derechos para las partes que intervienen.

La administración pública no puede realizar por sí sola todas sus


encomiendas, por cuya razón recurre a la colaboración de los particulares, la cual
obtiene de manera voluntaria o forzosa; en el primer caso, en el libre ámbito de la
bilateralidad contractual; en cambio, en el segundo, en el contexto de la
unilateralidad.

1
Ambrosio Colín y H. Capitant, Curso elemental de derecho civil, traducción de Demófilo de Buen, 4a. ed.
Madrid, Reus, 1960, p. 568

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Obtiene la administración pública la colaboración voluntaria de los particulares
cuando compra, arrienda, contrata suministros, obras públicas, publicidad y
propaganda, asistencia y servicios técnicos; concesiona servicios públicos, o la
ocupación o el uso de bienes del dominio público; y por otra parte, logra la
colaboración forzosa de los particulares, mediante la nacionalización, la
expropiación, la requisa y la leva.

Se da la colaboración voluntaria bajo el esquema contractual, primero dentro


del marco del derecho privado, y más tarde, con sujeción a un régimen jurídico
especial, a consecuencia del advenimiento del derecho administrativo.

El contrato administrativo es también una de las instituciones clásicas del


derecho administrativo. Hacer referencia a esta noción, implica la existencia de un
régimen jurídico particular distinto al de derecho común de los contratos.

Evolución Del Contrato Administrativo


Desde sus primeros orígenes, las administraciones públicas, para alcanzar
muchos de sus objetivos, han necesitado la colaboración de los particulares. Han
requerido la realización de obras o la prestación material de servicios para los que
ellas, las administraciones, no estaban capacitadas.

El contrato administrativo unido al origen del derecho administrativo, que le ha


ido adaptando a la realidad jurídica del Estado, fue rompiendo con el derecho civil,
en donde se origina, en forma lenta y laboriosa hasta que adquiere categoría propia
y firmeza normativa aclimatándose tanto a las necesidades, como a las normativas
del derecho público hasta llegar al actual que le diferencian de los contratos civiles,
mercantiles y laborales por las prerrogativas de que está revestida la presencia del
Estado, del imperium de la Administración, que genera una relación contractual de
desigualdad, desconocida en el derecho civil, en virtud de la misión que tiene la
Administración en defensa del interés general.

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Los Contratos Administrativos se caracterizan por ser celebrados por la
administración pública, por lo general con un particular, con un fin público o relativo
a la satisfacción de una necesidad pública, sometidos al derecho público, con
cláusulas exorbitantes del derecho privado, en los que el particular queda en una
situación de subordinación jurídica respecto de la administración pública.

Criterios para diferenciar el contrato administrativo


Los criterios doctrinales para diferenciar al contrato administrativo son
variados, entre ellos destacan el subjetivo, el de la jurisdicción, el formal, el de la
cláusula exorbitante, el legalista, el de los servicios públicos, el de la finalidad, y el
mixto.

El criterio subjetivo
A la luz del criterio subjetivo, un contrato es administrativo si uno de los
contratantes forma parte de la administración pública; por lo que, para los promotores
de este criterio, “un contrato es administrativo por el hecho de que es celebrado por
la administración pública, obrando como tal y relacionándose, por este conducto, con
los particulares.”

El criterio de la jurisdicción
Al igual que otros autores, Alejandro Oliván y Borruel2, sostiene el criterio de
la jurisdicción, conforme al cual, a diferencia del contrato de derecho privado, cuyas
controversias se dirimen en los tribunales judiciales, la competencia relativa al
contrato administrativo corresponde a los tribunales de lo contencioso administrativo.

El criterio formal
Conforme al criterio formal, el acento administrativo de un contrato dado lo
pone la observancia de ciertas formalidades específicas y predeterminadas, tales

2
Alejandro Oliván y Borruel, De la administración pública con relación a España, Madrid, Civitas, 1954, pp.
221-223

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como la licitación previa o el apego a bases o condiciones preestablecidas, entre
otras.

El criterio de la cláusula exorbitante


En consonancia con este criterio, un contrato será administrativo a condición
de que estipule cláusulas que rebasen la órbita del derecho ordinario, por ejemplo,
por atribuirse a la administración pública contratante, prerrogativas [respecto del
particular con el que contrata] que no se pueden conferir a ninguna de las partes en
contrato ordinario alguno; o bien, por otorgar al particular con quien contrata, poderes
o facultades específicas respecto de terceros, imposibles de conferir conforme al
derecho privado.

El criterio teleológico
De conformidad con el criterio teleológico, el carácter público de un contrato
lo determina su telos, su finalidad; de suerte que un contrato será administrativo si
tiene determinados fines distintos a los propios de los contratos de derecho privado,
como pudiera ser el logro de la utilidad pública. Este criterio teleológico registra en
la doctrina versiones diferentes; destacan entre ellas la de los servicios públicos, la
del interés público y la de la utilidad pública.

El criterio legal
Indudablemente, el más pragmático de todos los criterios empleados para
establecer el carácter administrativo de un contrato, es el criterio legal, conforme al
cual sólo serán administrativos los contratos que la ley determine como tales. El
criterio legal es objetable porque podría el legislador llegar a considerar como
administrativos contratos estrictamente de derecho ordinario celebrados por la
administración pública.

El criterio mixto
En razón de que ninguno de los mencionados criterios propuestos es
suficiente para determinar el carácter administrativo de un contrato, en mi opinión,

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debe prevalecer el criterio mixto, conforme al cual se pueden considerar contratos
administrativos aquellos en los que una de las partes es una persona de derecho
público, en ejercicio de una función administrativa, con observancia de formalidades
especiales, y posible contenido de cláusulas exorbitantes del derecho privado y no
contrarias al derecho público, destinados a la satisfacción de necesidades de
carácter general o del interés público, o al logro de la utilidad pública, cuyas
controversias que susciten deberán ser de la competencia de órgano jurisdiccional
facultado para conocer de asuntos de derecho administrativo.

Caracteres esenciales del contrato administrativo

Juridicidad
Puesto que implica la creación, modificación, transmisión o extinción de
derechos y obligaciones, el contrato administrativo es, a todas luces, un acto jurídico
y, en consecuencia, voluntario.

Bilateralidad
Parecería ocioso hacer hincapié en la bilateralidad y contractualidad del
contrato administrativo, pues todo negocio contractual debe tener tales caracteres
por definición.

Desigualdad de las partes


La diferenciación de diferentes categorías contractuales implica el
reconocimiento de disimilitudes entre las mismas; así, mientras la igualdad de las
partes llegó a ser una característica de los contratos privados, en la doctrina
imperante en la actualidad su desigualdad representa un carácter esencial de los
contratos administrativos.

Restricción de la libertad de las partes


Tratándose del contrato administrativo, la administración pública contratante
enfrenta serias restricciones a su libertad contractual, que van desde la selección del

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co-contratante hasta la estructura y términos mismos del propio contrato, pasando
por el procedimiento de contratación. De igual modo, la co-contratante ve restringida
también su libertad contractual, al ser marginada en la elaboración y redacción del
clausurado del contrato, mismo que es formulado por la administración pública
contratante de acuerdo con la normativa jurídica en vigor, por lo que su libertad se
ve reducida a su mínima expresión: contrata o no.

Interés público prevaleciente


Indudablemente es carácter esencial del contrato administrativo, el
predominio del interés público sobre el interés privado, por ser tal preponderancia
guía que orienta el ejercicio de la función administrativa de la que el contrato
administrativo viene a ser una de sus manifestaciones.

Régimen jurídico exorbitante del derecho privado


Configura otro carácter esencial del contrato administrativo, el régimen jurídico
exorbitante del derecho privado al que se somete, porque la razón de ser de esa
clase de negocio contractual deriva de su régimen jurídico que rebasa la órbita, los
límites del derecho ordinario, por generar derechos y obligaciones impensables y
aun inadmisibles es éste, como son la posibilidad de su modificación, o de su
ejecución directa y, aun, de su rescisión o revocación unilateral, por parte de la
administración pública contratante.

Principios rectores del contrato administrativo

Principio de legalidad
Conforme al principio de legalidad, el contrato administrativo debe sujetarse
estrictamente a un régimen jurídico determinado, habida cuenta que la
administración sólo puede hacer lo que la ley expresamente le autoriza.

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Principio de continuidad
De acuerdo con el principio de continuidad, la ejecución de los contratos
administrativos no debe interrumpirse ni retrasarse, a efecto de que puedan alcanzar
cabal y oportunamente su finalidad.

Principio de mutabilidad
El contrato administrativo, en los términos del principio de mutabilidad, puede
ser unilateralmente modificado dentro de ciertos límites por la administración pública
contratante, en aras del interés público, y en clara contradicción al principio
contractual proveniente del derecho romano pacta sunt servanda, por lo cual se
considera al de mutabilidad, como el más importante de los principios rectores del
contrato administrativo.

Principio del equilibrio financiero


En razón del principio del equilibrio financiero, también conocido como
principio de la ecuación financiera, en el contrato administrativo se debe mantener el
equilibrio financiero establecido en su celebración, a efecto de que las partes no
resulten perjudicadas [o que los perjuicios ocasionados se reduzcan a su mínima
expresión], por una relación que se torna inequitativa, ya por causas imputables al
Estado o a la administración pública, bien por causas no imputables al Estado, para
lo cual se emplean mecanismos diversos como aquellos a que se refieren el llamado
“hecho del príncipe”, y la teoría de la imprevisión.

El “hecho del príncipe”


Se entiende por “hecho del príncipe” la alteración provocada en las
condiciones de un contrato administrativo, imprevisible para el gobernado
contratante, y en su perjuicio, derivada de decisiones adoptadas o conductas
asumidas por la autoridad contratante, no como parte del contrato, sino en ejercicio
de las atribuciones derivadas de su carácter de autoridad pública.

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Teoría de la imprevisión
Conocida asimismo como teoría de la lesión sobreviniente, la moderna teoría
de la imprevisión toma como punto de partida para su desarrollo la llamada cláusula
rebus sic stantibus, epítome o resumen de “contractus qui habent tractuma
successivum vel dependentiam de futuro rebus sic stantibus intelliguntur”, traducible
como “todo contrato de tracto sucesivo o dependiente de lo futuro, lleva implícito que
su cumplimiento sólo es exigible mientras las cosas sigan siendo iguales”. La teoría
de la imprevisión con la expresión tradicional de cláusula rebus sic stantibus, ha sido
adoptada por el derecho administrativo, especialmente en lo relativo a la concesión
de servicio público y al contrato de obra pública.

Las principales características del contrato administrativo son las siguientes:


 El contrato administrativo es de carácter bilateral, pues intervienen dos partes,
siendo por lo menos una de ellas una entidad de la administración pública.

 El objeto del contrato es una prestación de interés público, tal como ocurre en
la prestación de los servicios públicos, las obras públicas, etc.

 Es un contrato formal que requiere para su celebración el cumplimiento de un


procedimiento que conduce a la decisión administrativa de celebrar el contrato
con una persona natural o jurídica determinada bajo ciertos términos. La
entidad administrativa no es libre de decidir sobre la contratación que se
realizará, puesto que debe guiarse por procedimientos determinados por la
ley para poder celebrar el contrato.

 Existe una situación de desigualdad entre la administración y el otro


contratante. La administración se encuentra en una situación de superioridad,
por lo que puede imponer ciertas prerrogativas y condiciones al contratista.
Inclusive, es posible que la administración pueda de manera unilateral
introducir modificaciones en los contratos ya celebrados.

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Los principales contratos administrativos son los siguientes:

a) Contrato de obra pública: Este contrato tiene por objeto la construcción,


demolición, conservación, mantenimiento, restauración o mejora de una obra
pública.

b) Servicios y Consultoría. Son los contratos que celebra la Administración con


un particular para la prestación de servicios que sirvan a actividades
relacionadas con la función del órgano de que se trate, especialmente cuando
para ellos se requieren conocimientos especializados; en el caso de las
consultorías, se refiere específicamente a la necesidad de la Administración
de asesoría, gerencia de proyectos y supervisión.

c) Concesiones. Son los contratos mediante los cuales el Estado o sus entes,
otorgan a una persona física o moral, la capacidad de prestación, operación,
explotación, organización o gestión, conservación de un servicio público o la
construcción, explotación de una obra o bien destinado al uso público, por
cuenta y riesgo del concesionario a cambio de una remuneración, sea en
tarifas, tasas, porcentaje de ingresos etc., siempre bajo la vigilancia del
concedente.
d) Contrato de suministro: Tiene por objeto la provisión de cosas muebles a
cambio de una remuneración en dinero, haciéndose la provisión o suministro
a costa y riesgo del proveedor.

e) Contrato de empréstito: Es una operación de endeudamiento mediante la


cual la administración pública recibe una cantidad de dinero con el
compromiso de devolverlo vencido un cierto plazo y de pagar un interés.

f) Contrato de función o empleo público: Es un contrato mediante el cual la


administración contrata los servicios de los funcionarios o servidor es
públicos.

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g) Los contratos de colaboración entre el sector público y el sector
privado. El contrato de colaboración entre el sector público y el sector privado
comporta un acuerdo global que integra la realización de obras, su
financiación y mantenimiento o explotación durante un largo periodo que se
corresponde con la amortización económica de la operación, remunerándose
el contratista mediante un precio aplazado y dependiente del éxito y riesgos
de la operación.

Los contratos administrativos en República Dominicana


República Dominicana después de la aprobación y suscripción del Tratado de
Libre Comercio con Centroamérica y los Estados Unidos (DR-CAFTA), surgió la
necesidad de que el Estado Dominicano se viera precisado a dictar una Ley sobre
Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones No. 340-06,
a fin de hacer compatible la legislación administrativa en materia de contrato, con el
compromiso internacional asumido.

La nueva ley de contrataciones públicas precisa un conjunto de principios


aplicables a todo el régimen jurídico que consagra, como son los de eficiencia,
igualdad y libre competencia, transparencia y publicidad, economía y flexibilidad,
equidad, responsabilidad, moralidad y buena fe, reciprocidad, participación y
razonabilidad.

La Dirección General de Contrataciones Públicas, (Órgano Rector)


La Dirección General de Contrataciones Públicas es la institución que funge
como Órgano Rector del Sistema de Compras y Contrataciones Públicas de Bienes,
Servicios, Obras y Concesiones del Estado Dominicano. La misma es una
dependencia del Ministerio de Hacienda; creada por la Ley No. 340-06 del 18 de
agosto del 2006 y su Reglamento de Aplicación, promulgado mediante Decreto No.
490-07.

21
Contrataciones Públicas es una institución del Gobierno Central, que tiene a
su cargo la rectoría del Sistema Nacional de Compras y Contrataciones Públicas
(SNCCP); y no fue sino seis años después, en el año 2012, que se dicta su
reglamento de aplicación con el Decreto No.543-12.

En el Derecho Administrativo, los órganos rectores son creados para regular


las relaciones entre personas jurídicas. En el caso de la Dirección General de
Contrataciones Públicas, la regulación de esta interacción se realiza mediante el
dictamen y actualización de principios, prácticas, normas, procesos y sistemas de
información que además de administrar las herramientas del sistema, estimulan el
mercado público y dan respuesta a diagnósticos internacionales en materia de
compras, como parte de la mejora continua de sus procesos.

Los Fundamentos legales que rige La Dirección General de Contrataciones


Públicas y la contratación entre el Estado y los particulares son:

 Constitución de la República Dominicana.


 RD-CAFTA.
 Ley No. 340-06, sobre Compras y Contrataciones Públicas de Bienes,
Servicios Obras y Concesiones, y sus modificaciones contenidas en la Ley
No. 449-06.
 Reglamento de Aplicación de la Ley, aprobado mediante Decreto No. 543-
12.
 Ley No. 200-04, de Libre Acceso a la Información Pública.
 Por las normas emitidas por el Órgano Rector del Sistema Nacional de
Compras y Contrataciones Públicas.

En el ámbito de los contratos administrativos, el Estado tiene una serie de


prerrogativas que puede ejercer de manera unilateral. Está facultado para rescindir
el contrato, sin falta de co-contratante; puede imponer modificaciones a la ejecución
del contrato; cuenta con un poder de interpretación; está investido con un poder de

22
dirección y control; y goza de la potestad de sancionar al contratista. Por su parte, el
particular co-contratante tiene como contrapartida el derecho a ser indemnizado; a
que se restablezca el equilibrio económico financiero del contrato afectado por un
área económico o administrativo; así como a demandar la rescisión del contrato.

Jurisdicción para conocer las controversias que surjan de las personas y la


administración pública.
Originalmente la Ley 1494, de 1947, fue la que estableció la Justicia
Administrativa en República Dominicana, constituyendo el Tribunal Superior
Administrativo, posteriormente La Ley 13-07, denominada como “Ley de Transición
hacia el Control Jurisdiccional de la Administración”, ha constituido una reforma
trascendental para la efectiva protección de los derechos de las personas y el
fortalecimiento del Estado de Derecho en la República Dominicana, ya que pone a
cargo de órganos jurisdiccionales ubicados en el Poder Judicial el control
contencioso tributario y administrativo, y de los recursos de amparo frente a los actos
de las autoridades públicas que vulneren derechos fundamentales; elimina el
requisito de la obligatoriedad de agotar la vía administrativa para acceder a la justicia
administrativa, convirtiendo los recursos administrativos en potestativos para el
ciudadano afectado; y ampliando el radio de competencia de la jurisdicción
contenciosa administrativa, para extenderla a las acciones en materia de
responsabilidad patrimonial de las entidades públicas y sus funcionarios, los casos
de vías de hecho administrativa, de expropiación forzosa, así como del control de los
actos de las personas públicas no estatales, de manera específica, de las
Corporaciones Profesionales cuando actúen investidas de prerrogativas de poder
público.

Incorporó el derecho de las partes a solicitar medidas cautelares 3 en cualquier


momento del proceso contencioso administrativo, ante el Presidente del tribunal,
para asegurar la efectividad de una eventual sentencia favorable. Su modificación y

3
Art. 7, Ley 13-07 que crea el Tribunal Contencioso Administrativo.

23
levantamiento, su solicitud anticipada y su carácter suspensivo cuando el tribunal
conociere de un acto administrativo sancionador.

Jurisdicción competente para conocer los relativo a los contratos


administrativos
La jurisdicción contenciosa administrativa, atribuye al Tribunal Superior
Administrativo la competencia para conocer de todo lo relativo al cumplimiento,
caducidad, rescisión, interpretación y efecto de los contratos administrativos,
identificando como tales, a las concesiones y contratos de servicios públicos o de
construcción de obras públicas, así como los que versen sobre el uso y goce de las
dependencias del dominio público del Estado, los Municipios y el Distrito Nacional.

Contenido y Forma de los Contratos


Según la Ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios,
Obras y Concesiones con modificaciones de Ley 449-06, en su artículo 27 se
establece la siguiente formalidad para los contratos administrativos: Los contratos
que realicen los organismos públicos para la adquisición de bienes o la contratación
de obras y servicios, podrán documentarse indistintamente, por escrito en soporte
papel o formato digital, en las condiciones que establezca la reglamentación y se
ajustaran al modelo que forma parte del pliego de condiciones, con las
modificaciones aprobadas durante el proceso de selección. El reglamento señalara
los casos en que la contratación pueda formalizarse con una orden de compra u
orden de servicio.

Contenido de los contratos


En cuanto al contenido de los contratos para obtener validez debe contener
las cláusulas obligatorias detalladas a continuación según el Art. 28 de la Ley No.
340-06 sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones
con modificaciones de Ley 449-06 ART. 28. Instituye que. El contrato, para
considerarse válido, contendrá cláusulas obligatorias referidas a:

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 Antecedentes,
 Objeto,
 Plazo,
 Precio,
 Ajuste de precios,
 Equilibrio económico financiero,
 Garantías,
 Modificación,
 Terminación,
 Resolución,
 Arbitraje,
 Nulidad,
 Sanciones y bonificaciones, si ello se ha acordado,
 Liquidación,
 Solución de controversias,
 Y las demás que correspondan de acuerdo con la naturaleza de la
contratación y con las condiciones que establezca el reglamento de la
presente ley.

Obligaciones Tributarias
Según el Art. 29 de la referida ley expresa : Las ventas, contrataciones y
concesiones realizadas conforme a las disposiciones de la presente ley y las
realizadas por las empresas y corporaciones públicas, generaran las obligaciones
tributarias correspondientes, por lo tanto, ninguna institución sujeta a las
disposiciones de la presente ley o empresa pública que realice contrataciones, podrá
contratar o convenir sobre disposiciones o cláusulas que dispongan sobre
exenciones o exoneraciones de impuestos y otros tributos, o dejar de pagarlos, sin
la debida aprobación del Congreso Nacional.

25
Facultad y obligaciones de la entidad contratante
Tal como lo indica el Art. 31 de la ley 340-06. La entidad contratante tendrá
las facultades y obligaciones establecidas en esta ley, sin perjuicio de las que
estuvieren previstas en otra legislación y en sus reglamentos, en los pliegos de
condiciones, o en la documentación contractual. Especialmente tendrá:

1) El derecho de interpretar administrativamente los contratos y de


resolver las dudas que ofrezca su cumplimiento, el Órgano Rector
emitirá la opinión definitiva.

2) Podrá modificar, disminuir o aumentar hasta un veinticinco por ciento


(25%) del monto del contrato original de la obra, siempre y cuando se
mantenga el objeto, cuando se presenten circunstancias que fueron
imprevisibles en el momento de iniciarse el proceso de contratación, y
esa sea la única forma de satisfacer plenamente el interés público;

3) En la contratación de bienes, no habrá modificación alguna de las


cantidades previstas en los pliegos de condiciones;

4) En el caso de la contratación de servicios, podrá modificar, disminuir o


aumentar hasta el cincuenta por ciento (50%), por razones justificadas
que establezca el reglamento;

5) Podrá acordar la suspensión temporal del contrato por causas técnicas


o económicas no imputables al contratista, o por circunstancias de
fuerza mayor o caso fortuito, observándose las condiciones que se
prevean en el respectivo reglamento;

6) Efectuara la administración del contrato en sus aspectos técnico,


administrativo y financiero, así como el control de calidad de los bienes,
obras o servicios. El hecho de que la entidad no supervise los procesos

26
no exime al contratista de cumplir con sus deberes ni de la
responsabilidad a la que contractualmente este obligado;

7) El poder de control, inspección y dirección de la contratación;

8) La facultad de imponer las sanciones previstas en la presente ley a los


oferentes y a los contratistas, cuando estos incumplieren sus
obligaciones;

9) La prerrogativa de proceder a la ejecución directa del objeto del


contrato, cuando el proveedor o contratista no lo hiciere dentro de
plazos razonables y proceder al encausar al incumplidor ante la
jurisdicción correspondiente,

10) La facultad de inspeccionar las oficinas y los libros que estén obligados
a llevar los proveedores y contratistas, previa autorización de la
autoridad jurisdiccional correspondiente.

La revocación, modificación o sustitución de los contratos por razones de


oportunidad, merito o conveniencia, no generara derecho a indemnización por
concepto de lucro cesante.

Terminación de los contratos administrativos


Los contratos administrativos se terminan por el cumplimiento de los mismos,
que es cuando se ha realizado totalmente la prestación de acuerdo a los términos
del contrato, mediante un documento escrito, que contenga la conformidad del
órgano contratista dándose por satisfecho, luego de terminada la obra. También, por
haber finalizado el tiempo de la concesión. La otra forma es por resolución del
contrato, sea unilateral del órgano, ante el arbitral o en la jurisdicción contenciosa,
por alguna de las causas siguientes:

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1) Que el contratista se haya declarado insolvente y no pueda concluir la
obra.
2) Por mutuo acuerdo entre las partes.
3) Por incumplimiento de las obligaciones contenidas en el pliego de
condiciones.
4) Por demoras injustificadas imputables al contratista.
5) Por falta de pago del órgano contratante conforme al plan de pagos y
plazos contenido en el contrato.
6) Cuando la ejecución encuentra dificultades no previstas por cuestiones
que afectan gravemente el orden público y no es posible ejecutar la obra
en los términos inicialmente acordados y no resulta posible modificarlos.
7) Por la aplicación de cualquier clausula establecida en el contrato, entre
ellas, la imposibilidad de obtener el financiamiento para la obra, si ello se
hubiese establecido.

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2.4 Revisión Conceptual

Administración contratante o el contratante: La Administración Pública que lleva


a cabo un proceso contractual y celebra un contrato. En el caso de la Contratación
Pública de Concesiones, se denominará Administración Concedente o Concedente.

Bienes: Los objetos de cualquier índole, incluyendo las materias primas, los
productos, los equipos, otros objetos en estado sólido, líquido o gaseoso, así como
los servicios accesorios al suministro de esos bienes, siempre que el valor de los
servicios no exceda del de los propios bienes.

Los Contratos Administrativo: Son los actos realizados en ejercicio de la función


administrativa y que producen efectos jurídicos, y se realizan de común acuerdo
entre la administración y otro sujeto de derecho, para reglar derechos y deberes
comunes. Para el cumplimiento de sus fines, la administración pública requiere
vincularse con otras entidades del sector público y con el sector privado. Con tal
objeto, se celebran contratos y convenios mediante los cuales se establecen
obligaciones y derechos para las partes que intervienen.

Cláusula exorbitante: En derecho, por su parte, exorbitante puede referirse a


cláusulas que contienen ciertas prerrogativas o privilegios de las cuales solo puede
gozar la administración pública (no la privada), y que se justifican en la suprema
importancia del interés público.

Concedente: Entidad pública que otorga un contrato de concesión.

Concesión o Contrato de Concesión: se entiende por concesión la facultad que el


Estado otorga a particulares, personas naturales o jurídicas para que por su cuenta
y riesgo construyan, instalen, mejoren, adicionen, conserven, restauren, produzcan,
operen o administren una obra, bien o servicio público, bajo la supervisión de la
entidad pública concedente, con o sin ocupación de bienes públicos. A cambio, el

29
concesionario tendrá derecho a la recuperación de la inversión y la obtención de una
utilidad razonable o el cobro a los usuarios de la obra, bien o servicio de una tarifa
razonable para mantener el servicio en los niveles satisfactorios y comprometidos en
un contrato con duración o plazo determinado, siguiendo la justificación y prioridad
establecida por la planificación y el desarrollo estratégico del país.

Concesionario: Toda persona física o jurídica beneficiaria de un contrato de


concesión.

Consultor: Personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, incluyendo firmas


consultoras, firmas de ingeniería, gerentes de construcción, agentes de procuración,
agentes de inspección, las agencias de las Naciones Unidas y otras organizaciones
multinacionales, bancos de inversión, universidades, instituciones de investigación,
agencias de gobierno, asociaciones sin fines de lucro, e individuos, en fin,
proponente o contratista de servicios, conforme la definición dada en esta ley.

Constructor: Es el proponente o contratista de obras, conforme la definición dada


en esta ley.

Contratista: Toda persona física (natural) o moral (jurídica) a la que se haya


adjudicado y con quien se haya celebrado un contrato, siendo la otra parte el Estado.

Contratación pública: La obtención, mediante contrato, por cualquier método de


obras, bienes, servicios u otorgamiento de concesiones, por parte de las entidades
del sector público dominicano.

Contrato principal: Es el documento o instrumento legal suscrito entre los


representantes autorizados de la autoridad contratante y del contratista para la
adquisición de bienes, concesiones y la ejecución de proyectos, obras o servicios en
que se fijan las obligaciones y derechos de ambas partes en armonía con la presente

30
ley, su reglamento, los pliegos de condiciones y demás disposiciones legales
vigentes.

Estado de Derecho: Un principio de gobernanza en el que todas las personas,


instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están
sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se
aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los
principios internacionales de derechos humanos.

Fondos públicos: Los obtenidos a través de la recaudación de las personas físicas


o jurídicas que tributan en la República Dominicana, del Presupuesto General de la
Nación, de financiamientos nacionales o internacionales, o cualquier otra modalidad
lícita de obtención de fondos por parte de la Administración Pública, con un propósito
o finalidad de carácter estatal.

Servicios de consultoría: Constituyen servicios profesionales especializados, que


tengan por objeto identificar, planificar, elaborar o evaluar proyectos de desarrollo,
en sus niveles de prefactibilidad, factibilidad, diseño u operación. Comprende,
además, la supervisión, fiscalización y evaluación de proyectos, así como los
servicios de asesoría y asistencia técnica, elaboración de estudios económicos,
financieros, de organización, administración, auditoria e investigación. Es decir, son
aquéllos de índole estrictamente intelectual, cuyos resultados no conducen a
productos físicamente medibles.

Servicios de apoyo a la consultoría u otros servicios: Son aquellos servicios


auxiliares con resultados físicamente medibles, que no implican dictamen o juicio
profesional, tales como los de contabilidad, topografía, cartografía,
aerofotogrametría, la realización de ensayos y perforaciones geotécnicas sin
interpretación, la computación, el procesamiento de datos y el uso auxiliar de equipos
especiales.

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Subcontrato: Toda contratación efectuada por el contratista a una tercera persona
natural o jurídica, para la ejecución de una parte del contrato principal.

Términos de referencia: Los términos de referencia son a los servicios de


consultoría, lo que las especificaciones técnicas son a los bienes y obras; esto es,
condiciones técnicas a ser cumplidas para alcanzar los objetivos con la calidad
exigida.

Tribunal Superior Administrativo: Según establece la Ley No. 1494, el


TSA es competente para conocer de los recursos contencioso-administrativos,
contra las sentencias dictadas por cualquier tribunal contencioso-administrativo de
Primera instancia o que en esencia provengan de actuaciones de los órganos y
entidades de la administración pública.

32
CAPÍTULO III Procedimiento metodológico

3.1 Alcance y Límites

Esta investigación tiene como alcance conocer de manera amplia y precisa en


que consisten los contratos administrativos, su origen, características, importancia,
así como los principios y normas generales que rigen a estos contratos utilizados por
los organismos públicos para adquirir bienes y servicios, contratar obras públicas y
otorgar concesiones, en nuestro país.

3.2 Tipo de Investigación

Para el presente trabajo se realizará una investigación documental y la


búsqueda y las fuentes primarias de información se realizaron a través de
documentos escritos (libros de texto, constitución, códigos, leyes etc.) y fuentes
electrónicas (páginas web, publicaciones periodísticas) a los fines de obtener
informaciones sobre los Contratos Administrativos en la Republica Dominicana.

3.3 métodos de investigación

Para nuestra investigación sobre los Contratos Administrativos, nos


remitiremos a la investigación Explicativa. Resulta oportuno destacar que la
Investigación Explicativa, es muy usada en el área de derecho, ya que la misma tiene
el objetivo conducir a los investigadores a estudiar a profundidad el problema o tema
objetivo, para comprenderlo de una forma más eficiente, de forma que el investigador
se encontrará con nuevos conocimientos sobre el tema.

Para la realización de esta investigación utilizaremos la técnica generalmente


aplicada en el área de derecho, que es la Lectura. Se procederá a levantar las
informaciones pertinentes a este tema, dirigiéndonos al estudio del Derecho, y de
forma específica al conocimiento de los Contratos Administrativos en la Republica
Dominicana.

33
Conclusión

En conclusión, podemos decir que el contrato administrativo es, pues, un acto


jurídico, mas no se trata de un acto jurídico cualquiera, sino de cierta especificidad
que lo ubica junto al acto administrativo unilateral, en el sentido amplio del acto
administrativo, como acto realizado por la administración pública en ejercicio de
función administrativa para producir efectos jurídicos.

En República Dominicana la definición de contratos administrativos nace de


un criterio de calificación legal de interpretación estricta, que asume como
administrativo un contrato por el mero hecho de que en él participe una entidad
pública o se financie con fondos del Estado.

Los contratos administrativos debido a su bilateralidad y por ser


sinalagmáticos, dado que ambas partes acuerdan en virtud del contrato, obligaciones
mutuas y reciprocas, razón por la cual los contratantes tienen el mutuo y reciproco
carácter de deudores y acreedores entre sí, al haberse obligado los unos
recíprocamente respecto de los otros.

No podemos negar la importancia de los contratos administrativos en la


transparencia de la contratación pública, así como tampoco su regulación en materia
contenciosa a la jurisdicción contenciosa administrativa, tras acuerdos comerciales
regionales que imponen reglas de transparencia y de desarrollo democrático, el cual
ha pasado a una fase reglada en que, no solo se trata de las condiciones del mismo,
sino en la transparencia, tanto de su adjudicación, como de su ejecución.

En definitiva, dimos a conocer de forma clara y precisa en qué consisten los


Contratos Administrativos, lo cuales revisten de gran relevancia e importancia para
la administración pública y privada y representa un tema de gran trascendencia para
el Derecho Administrativo.

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Referencias Bibliográficas

Fernández Ruiz, J. (2016). Derecho Administrativo. Grandes Temas


Constitucionales 1era. Edición.

Gordillo, A. (2013). Tratado de Derecho Administrativo y Obras Selectas,


Teoría General del Derecho Administrativo. 1era. Edición. Tomo 8.

Lockward, A. (2019). Derecho Administrativo, Legislación, Doctrina y


Jurisprudencia. Editora Amigo del Hogar.

Martin Tirado, R.J. (2013). El Laberinto Estatal: Historia, evolución y


conceptos de la contratación administrativa en el Perú.

Rodríguez Huertas, O A. (2012). Derecho Administrativo Dominicano y


Principios Generales, Revista de Derecho, Universidad de Montevideo, Uruguay.

Tarre Vive, M. (2012). Introducción al Derecho Administrativo. Universidad


Oberta Catalunya.

Ley 340-06 Sobre Compras y Contrataciones, de Bienes, Servicios, Obras y


Concesiones.

Ley 13-07 que crea el Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo.

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