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Cándido El Asador De Conejos

Enredo del escritor por el Maestro Humberto Orsini. Inspirado en El


Rompimiento de Rafael Guinand. Escrito en 1985. Versión y adaptación actual de
Jean Carlos Guzmán.

Personajes:

1. Doña Eleuteria Gómez y Santana de Andueza


2. Amparito Andueza Gómez y Santana
3. Sinforosa Romero
4. Doña Jacinta de Pérez Zuloaga
5. Carmencita Pérez Zuloaga
6. Doña Josefina de Hernández Fuenmayor
7. Julieta Hernández Fuenmayor
8. Cándido Restrepo.
9. Ofelia Parisi
10- Ignacio Parisi
11- Anastasio Andueza
12- Sirvienta 1
13- Sirvienta 2
14- Niño 1
15- Niño 2

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APERTURA

(Sube el telón, con un vals caraqueño, esta doña Eleuteria la señora de la casa
con 02 sirvientas arreglando todo para una gran fiesta. Es la Sala de una casa
caraqueña de los años 20. Adornada como para un gran baile, flores y
guirnaldas de jazmín, hay sillas, adornos de sala. Doña Eleuteria. Llama hacia
el fondo de la casa)

Voz en off: Es la casa de la familia Andueza Gómez y Santana, una de las familias
más distinguidas de Caracas, parientes del caudillo General Juan Vicente Gómez,
corre el año de 1.923 y en esta ocasión preparan todo para celebrar el cumpleaños
y la presentación en sociedad de la jovencita de la casa, la hermosa Amparo,
llamada cariñosamente por todos Amparito. Es la Caracas de aquellos tiempos tan
añorados, de esquinas pintorescas y de gente de saludos afectuosos, la Caracas
bonita de techos rojos (Música incidental).

ESCENA I

Eleuteria (Llamando): ¡Amparo! ¡Amparito! Date prisa hija. ¿Por qué tardas tanto?
Ya los invitados están a punto de llegar.

Amparo: (Desde adentro) Ya voy mamá, ya voy, ya estoy casi lista.

Eleuteria: Vamos apúrate. Que ya es tarde y no estás lista.

Amparo: (Apareciendo, acompañada de Sinforosa que le viene arreglando el


vestido de fiesta hermoso que trae puesto. Es un vestido armado, color rosa,
con telas, encajes y flores, trae en su cabeza un tocado de flores. Se muestra
a todos los que están en la sala) ¿Qué te parece mamá? ¿Te gusta?

Eleuteria: si hija, estás bellísima, pareces una princesa. Como tu madre en sus
mejores años (Suspira evocando) Cuánta nostalgia me da verte cumplir esa edad.
Recuerdo mi presentación en sociedad, papá me hizo ese gran baile y los jóvenes
me rodeaban, me abrumaban a piropos. Pero nada en serio. Mis padres eran

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chapados a la antigua, celosos como ningunos. No me dejaban salir sola a la calle y
si me veían hablando sola con un muchacho me formaban una sampablera.

Amparo: por favor mama, los tiempos han cambiado, eso era en 1.890, ya estamos
1.923.

Eleuteria: Claro, hija. Es por eso que te permitimos tener novio a tu edad. Pero no
por eso vas a creer que vas a andar en Caracas de plaza en plaza y de esquina a
esquina exhibiéndote como una coscolina.

Amparo: Es que Cándido, mi novio, es tan bueno y tan guapo mamá, el me quiere
mucho y yo a él.

Eleuteria: Y le hace honor a su nombre “CANDIDO”. Ahora es difícil encontrar


hombres buenos, con fundamento y de su casa y Cándido por lo menos parece ser
así, bueno y candido.

Amparo: Y lo es, mamá, lo es, así que puedes estar tranquila.

Eleuteria: Que la virgen te lo cuide y San Antonio te lo conserve, que feliz me


siento Amparito. Y es tanta nuestra alegría, que esta noche en tu fiesta de
cumpleaños, tu papa y yo anunciaremos a toda la sociedad caraqueña tu
compromiso oficial con el joven Cándido.

Amparo: Mamá, mamaíta, que felicidad, gracias mamá, soy la muchacha más feliz
de toda Caracas (Pausa. Ve el reloj de pared) Pero… Ya Cándido debe estar por
llegar. Sí, si, hay que apurarse, pues los invitados pueden llegar de un momento a
otro.

Eleuteria: de nada primor, hemos invitado a la crema y nata de Caracas, van a


venir las González, las Pérez Zuloaga, las Hernández Fuenmayor. Y lástima que mi
tío el General Gómez está ocupado en su hacienda la Mulera, porque si no lo
tuviéramos aquí también.

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Amparo: Estoy nerviosa. ¡Claro! El baile de presentación en sociedad de una, es
sola vez una vez en la vida. Cuanto deseo bailar mi vals con mi papa y luego con mi
amado Cándido (pausa) y que bueno que tenemos bebidas y comida suficiente para
todos los invitados.

Eleuteria: Así es hija mía. Ya Sinforosa preparó todo. El dulce de lechosa y los
higos pasados quedaron como para chuparse los dedos. Y bebidas, deliciosas, el
carato, el agua de panela y la tizana. La leche de burra ni se diga, quedó exquisita,
verdad Sinforosa.

Sinforosa: (chinga) si señora, todo quedo muy rico, espero que les guste a todos,
además prepare unos bocadillos ligeritos, ligeritos: carne asada con yuca,
almidones, una bandeja de rule, fritura, lonato, morcilla y teretere, y no se diga la
chicharronada y las hallaquitas de chicharrón me quedo de rechupete.

Eleuteria: si mija, son unos bocadillos muy ligeros, ligeriiiitooos.

Amparo: que rico, mi querida Sinforosa, siempre consintiéndonos.

Sinforosa: ay mi niña, que le puedo decir, para eso estoy aquí, además ustedes
son como una familia para mi (rie)

Amparo: lo se, lo se. (A Eleuteria) Mamá ¿Y papá cuándo vendrá?

(Sinforosa sale)

Eleuteria: Ya debe haber salido del almacén. Estará por llegar de un momento a
otro.

Amparo: (viendo el reloj de pared) ya es tarde ¡¡Y Cándido no llega!!

Eleuteria: Calma, hija, no seas impaciente. No se te va a escapar…. Sabes El otro


día Anastasio me decía: “ese yerno nuestro me parece demasiado bueno, ¿no será
que nos está haciendo teatro? y después nos hecha una lavativa.

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Amparo: ¡Mamá! Por favor ¡Cómo se le ocurre eso a papá!

Eleuteria: Eso le dije yo a Anastasio. ¡Cómo se te ocurre eso! (Tocan a la puerta)


Sinforosa, Sinforosa mija, vaya a abrir la puerta.

Sinforosa: Ya voy doña. (Sale y pasa a abrir la puerta)

Amparo: ay mamaita, que emoción, ya comenzaron a llegar los invitados.

Eleuteria: ¿Quién será?

Sinforosa: (Regresando) es doña Jacinta Pérez Zuloaga y la niña Carmencita.

ESCENA II
(Eleuteria, Amparo, luego Jacinta y Carmencita)
Música incidental

Eleuteria: ¡Jacinta! ¡Carmencita! Qué bueno que llegan.

Amparo: Me alegra verlas (Las besa en ambas mejillas).

Jacinta: (Ordinaria y folklórica) Mijaaa ¿Cómo que somos los primeros


chicharrones, en esta chicharronera?

Eleuteria: Sí, mijita, como siempre.

Jacinta: ¿Cómo?

Eleuteria: (Corrigiendo) digo…digo que ustedes son las primeras en llegar.

Jacinta: ahhh!!

Carmencita: Felicidades, Amparo. Aquí tienes un regalito. Perdona lo poco.

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Amparo: ¡Ay! Para qué se molestaron.

Eleuteria: Carmencita, estás muy bonita.

Carmencita: Favor que me hace, doña Eleuteria.

Jacinta: ¿Y tu Amparo? también estás muy bonita. A lo mejor consigues novio esta
noche en tu fiesta de cumpleaños.

Eleuteria: Pero si ya tiene, Jacinta ¿No lo sabías? Amparito esta noche además de
celebrar su cumpleaños, se compromete para casarse.

Jacinta: que buena noticia chica, no nos habías dicho nada. Y con lo pendiente
que ando yo de todo niña. Pues te felicito, Amparito.

Amparo: Gracias doña Jacinta.

Eleuteria: Es un joven muy guapo, decente y de muy buena familia. Un muchacho


con mucho fundamento, y de la más alta sociedad.

Carmencita: Cómo me alegra que tengas novio, Amparito. Sabes, Yo también me


conseguí uno, y ya pidió mi mano a papá, pronto nos vamos a casar.

Eleuteria: ¡Ajá! Y te lo tenías calladito.

Jacinta: Es que es nuevecito, fue hace muy poco.

Amparo: Te felicito Carmencita.

Carmencita: Gracias. Estamos a mano. (Tocan la puerta)

Eleuteria: Llegan más invitados. A ver quién es… (Llama) Sinforosa mija, vaya a
abrir la puerta.

Jacinta: Ahora, menos va alcanzar la comida, caramba.

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Sinforosa: (Caminando hacia la puerta) aquí voy doña… (Rezongando) gua ya
empezó Cristo a padecer. (Regresando de la puerta) es doña Josefina Hernández
Fuenmayor y la niña Julieta

ESCENA III

(Entran doña Josefina y Julieta) (Se saludan todos entrecruzados, con besos en
ambas mejillas y con alegría)

Eleuteria: Bueno, bienvenidas sean todas.

Josefina (Respingada, muy fina y distinguida) Gracias Eleuteria, y tu Amparito


Felicidades en tu cumpleaños querida, Julieta entregarle su regalito a la niña.

Julieta: si mamá, (se acerca a Amparo) Felicidades Amparito, estas muy bonita, tu
vestido es sueño.

Amparo: Gracias, muchas gracias Julieta, estoy tan feliz de que estén aquí esta
noche.

Jacinta: Estábamos hablando de novios chicas. (A Josefina y a Julieta que


acaban de llegar) ¿Saben que Carmencita y Amparo ya tienen novio? Ya Están
pedidas mijita, dentro de poco tendremos casorio. Estas dos se van a matrimoniar.

Josefina: ¿Cómo va a ser posible? ¿De verdad?

Julieta: Felicitaciones muchachas.

Josefina: Querida, las cosas están mejorando, fíjense que Julieta también
consiguió novio. Un novio que es una maravilla. Buen mozo, decente, todo un
patiquín, que no anda en tranvía ni en burro como los demás por las calles de
Caracas, no..no..no, es dueño de un hermoso automóvil, y ya nos pidió su mano y
hasta le hace la visita los domingos por la tarde y de vez en cuando nos lleva a

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todos en su carro a pasear por la ciudad y a bañarnos en el Guaire a la altura de
puente de hierro. ¿Que les parece?

Amparo (A Julieta) Ajá, no me habías dicho nada.

Julieta: Es que como casi nunca nos vemos.

Carmencita: Felicitaciones Julieta. No sabes cómo me alegra.

Eleuteria: La verdad es que Caracas ya se está poniendo imposible. La ciudad


crece tanto que ya los tranvías no alcanzan a cubrirlo todo. Y como casi no salimos,
siempre de la casa a la misa y de la misa a la casa, solo de vez en cuando Anastasio
nos lleva a la plaza a la retreta de la tarde.

Jacinta: Sí, mijita. Yo no sé a dónde vamos a parar. Por eso es que uno ya ni se ve.

Julieta: ¿Y tu novio viene para la fiesta Amparito?

Amparo: Sí, niña, lo estoy esperando.

Carmencita: Entonces lo vamos a conocer. ¡Qué emoción!

Julieta: Que suerte que lo vamos a conocer.

Eleuteria: Estamos contentísimos con él. Es un joven bueno, decente y hermoso y


además proviene de una muy buena familia.

Amparo: ¡Mamá por favor!

Eleuteria: ¡Al pan, pan! y al vino, vino hija, las cosas son como son.

Josefina: Querida, ahora no se consiguen hombres buenos y con clase. Así que
cuando aparece uno hay que asegurarlo bien. La mayoría son unos zánganos,
embusteros y hasta sinvergüenzas.

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Jacinta: Pero ya ven, entre tantos mentirosos han aparecido tres jóvenes buenos al
mismo tiempo. ¿No es para celebrarlo? Estas muchachas nacieron enmantilladas,
si señor. Ayyyy gracias San Antonio Bendito. Bueno y ¿Dónde está la leche de
burra?, esto merece un brindis.

Eleuteria: Verdaderamente. Eso hay que celebrarlo. (Llama) Sinforosa.

Sinforosa (Entrando): mande doña, para servirle a usted.

Eleuteria: por favor, tráiganos un vinito para brindar y algunos bocadillos.

Sinforosa: Si doña ¿Qué prefieren primero, la morcilla frita o los buñuelos de yuca?

Josefina: ¡Por Dios niña! Que bochorno.

Jacinta: umm jumm cualquiera cae y se esnuca mijita.

Eleuteria: ayy mija, lo que sea es bueno, vaya, vaya.

Sinforosa: Si doña (Sale)

Eleuteria: A propósito, Amparito, pon música.

Carmencita: Muy buena idea.

Amparo: (A Carmencita y a Julieta) Vamos a poner música muchachas. Este es el


último ritmo, el que esta de moda. (Se acercan las tres a la vitrola, comienza a
sonar una música de moda y bailan alegre con pasos muy pintorescos, las tres
madres las observan orgullosas. En eso entra Sinforosa con las bandejas
ESCENA IV

(Doña josefina, Jacinta y Eleuteria, mientras comen y beben observan a las


muchachas. )

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Josefina: ¡Cómo descansa una tranquila cuando esas muchachas consiguen un
buen partido!

Jacinta: Es verdad. Esa cuidadera y esa vigiladera agotan, mija que va, ya una n o
esta para esos menesteres.

Eleuteria: Así es. Podemos darnos con una piedra en los dientes, vamos a casar a
nuestras muchachas con unos buenos muchachos y de las mejores familias de
Caracas.

(Suena otra música alborotada de pianola)

Amparo: Bueno, mientras llegan los demás invitados podemos seguir bailando.
Baila conmigo, Carmencita.

Carmencita: Bueno. (Siguen bailando. Julieta baila sola y luego va a sacar a


doña Jacinta)

Julieta: Vamos a bailar, doña Jacinta.

Eleuteria: ¡Niña! No seas falta de respeto, que doña Jacinta no esta para esos
trotes.

Jacinta: ¡Déjala mujer! Que a mi me encanta bailar, y ya que no me sacan los


hombres, como en otros tiempos... (Bailan) (Eleuteria y Josefina critican el baile)

Eleuteria: Envidio a la gente como Jacinta. No se le agua el ojo con nada.

Josefina: Yo era así cuando muchacha, pero los sufrimientos lo ponen a uno
aguado. (Termina la música. Aplauden)

Jacinta: ¡Ay! ¡Tenía tiempo que no bailaba! Me duele la chocozuela, una ya no esta
para eso, uyy que calor.

Eleuteria: ¿Por qué no pasamos al patio? Allá es más fresco.

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Amparo: Además, allá están las mesas con las bebidas y los dulces. (Todos
asienten y salen. La sala queda vacía. Se oyen las voces afuera)

ESCENA V
(Cuando ya la sala de la casa está sola entra Cándido a la sala, observa y se
prepara para dar una sorpresa. Siente que viene alguien y se prepara. Aparece
Carmencita, ambos se sorprenden al verse)

Cándido: ¡Carmencita! Mi amor.

Carmencita: ¡Cándido! ¿Qué haces aquí?

Cándido: (Turbado) Bueno, yo...

Carmencita: ¡Así que conoces a esta familia! ¿Conoces a la familia de mi amiga


Amparo?

Cándido: ¿Queeee? (Disimulando) Sí, bueno, claro... ¿y tu también los conoces?

Carmencita: si claro, somos como familia ¿Y conoces también a Amparito?

Cándido: Sí, sí, claro que la conozco.

Carmencita: Pero, ¿por qué no me dijiste que venías para esta fiesta mi amor?

Cándido: Bueno, es que no estaba seguro de que iba a venir... y... bueno... ¿y tú
por qué no me dijiste que venías?

Carmencita: Pensé que no conocías a esta familia. Ven, vamos allá, al patio. Allí
están mi mamá y los demás.

Cándido: (Asustado) ¡No! ¡Mejor no!

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Carmencita: Pero, ¿Por qué?

Cándido: ¡Es que voy a tener que regresar a la casa!

Carmencita: ¿Por qué?

Cándido: (Por salir del paso) Dejé las carotas montadas en el fogón.

Carmencita: Bueno, alguien te las baja. Ven, vamos a entrar.

Cándido: Mejor nos quedamos aquí y nos abrazamos mucho…. O mejor, ve a


buscarme un vaso con algo de beber. Tengo una sed terrible. ¡Ve rápido!

Carmencita: Pero ven y te lo bebes en el patio.

Cándido: Es que quiero estar solo contigo aquí... ¿entiendes?

Carmencita (Picarona) Si te Entiendo mi amor. Eres un picaron Cándido, está bien


ya vengo (Sale. Cándido trata de escapar pero se topa con Julieta que viene
buscando a Carmencita).

Julieta: ¡Cándido! ¿Tú aquí?

Cándido: (Nervioso) ¡No! ¡Yo no soy!

Julieta: ¿Cómo?

Cándido: Sí. Sí soy, digo no soy.. es decir..

Julieta: ¿Y tú conoces está familia?

Cándido: Sí... sí. Claro...

Julieta: ¿Y conoces a Amparo?

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Cándido: ¿A Amparo? Sí... sí, claro, Amparito.

Julieta: que bueno mi amor, Ven vamos para que la saludes.

Cándido: ¡No! ¡No puedo!

Julieta: Pero, mi amor, ¿qué te pasa?

Cándido: No, no me pasa nada.

Julieta: Pero es que estás como... como... no sé...

Cándido: ¡Es que me duele el estómago!

Julieta: ¡Vamos yo misma te voy a preparar un guarapo de malojillo con toronjil,


doña Eleuteria siempre tiene en su patio. !

Cándido: ¡No!

Julieta: Pero, ¿por qué no?

Cándido: Porque lo tengo prohibido. ¡Ah! ¿Sabes lo que me lo quita? Un vaso de


leche de burra. Búscame uno.

Julieta: Pero, vamos al patio para que te lo bebas.

Cándido: Es que prefiero estar aquí a solas contigo. Así aprovechamos. Entiendes.

Julieta: Ajá pícaro. Tienes razón. Ya regreso. No te muevas de aquí (Sale. Cándido
trata de salir escondido pero se topa con Amparo)

Amparo: ¡Mi amor! Ya llegaste ¿Qué haces aquí solito? ¿Cuándo llegaste?

Cándido: Vengo entrando, mi vida, estoy llegando.

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Amparo: ¿Y dónde están?

Cándido: ¿Quiénes?

Amparo: Los novios de Carmencita y de Julieta. Ellas están preparando la bebida y


me dijeron que ellos están estaban aquí.

Cándido: ¡Ah! ¡Ya! Acaban de salir.

Amparo: ¿Se fueron?

Cándido: Sí, dijeron que pronto volvían.

Amparo: ¿Y tú los conoces?

Cándido: ¡Claro! Digo, no, no los conozco.

Amparo: Pero ¿qué te pasa? ¿Estás nervioso? No tienes porqué estarlo. Mi papá te
quiere y mi madre te adora. Tú lo sabes.

Cándido: Sí... sí, lo sé. Pero (Como buscando algo)

Amparo: Pero ¿qué? ¿Se te perdió algo?

Cándido: Sí, se me perdieron las llaves.

Amparo: ¿Cuáles llaves?

Cándido: Las de la casa. Voy a buscarlas (Va a salir pero Amparo lo detiene)

Amparo: Pero olvida esas llaves ahora.

Cándido: ¡No puedo! (Gritando)

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Amparo: No me grites (Llora) Nunca me habías gritado. Si eso es antes de
casarnos, ¡¡cómo será después!!

Cándido: ¡Perdona! Fue sin querer.

Amparo: Maluco, insensible. Entonces, ¿te quedas? ¿Si o no?

Cándido: Bueno, está bien. Me quedo. ¡Ah! Pero tengo una sed terrible. Búscame
algo de beber.

Amparo: Pero pasa al patio. Allí estaremos mejor.

Cándido: No, mi vida. Aquí estamos mejor. Aquí estamos solos. Entiendes.

Amparo: (Va a salir) aahhh, está bien picaron.

ESCENA VI

(En ese momento entran por lados extremos Carmencita y Julieta)

Carmencita: Aquí estás, mi amor

Julieta: ¿Cómo que mi amor? Este es mi novio.

Amparo: ¿Cómo?, nada de eso, Cándido en mi prometido

(Hay una discusión entre las tres muchachas y Cándido, gran escándalo)

(Entran, las tres madres)

Eleuteria: ¿Qué es lo que pasa aquí?

Cándido: (Al publico) ¡Ay! ¡Dios mío! Se acabo Cúa.

(Entran Jacinta y Josefina)

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Josefina: ¡Cándido! Qué bueno que has venido.

Jacinta: Lo que menos me imaginaba era encontrarte aquí.

Amparo: Cándido, explícate.

Julieta: Éste es mi novio.

Carmencita: De ninguna manera, este es mi novio.

Amparo: Pero si está comprometido conmigo.

Eleuteria: ¡Cándido! ¡Explíquese!

Jacinta: Sí. Nos debe una explicación.

Josefina: No lo juzgaré hasta que oiga una explicación suya querido.

Eleuteria: ¡Hable, Cándido!

Cándido: Bueno, yo... yo, es decir. Bueno, ustedes comprenderán, que yo, tu,
este..bueno…

Amparo: ¡No comprendemos nada! Hable claro.

Cándido: Eso hago. Bueno...

Carmencita: Bueno ¿qué?

Cándido: ¡No me presionen caray! ¡Déjenme buscar las palabras adecuadas!

Josefina: Dígalo con las palabras que quiera, pero dígalas.

Cándido: Sí. Justamente a eso iba. Bueno, la cosa es que yo... que yo...

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Eleuteria: ¿Que yo, qué?

Cándido: Bueno ¡Que yo nunca me imaginé que todas se conocían! Caramba.

Jacinta: ¡Ay, Dios mío! Me va a dar algo (Le da un soponcio)

Eleuteria: ya le dio un patatús.

Carmencita: ¡Qué descaro Cándido!

Julieta: Es el colmo.

Eleuteria: Razón tenía mi marido. ¡Éste no es ningún cándido, sino un


sinvergüenza!

Cándido: Señora, me está ofendiendo. ¡A un caballero no se le ofende de esa


manera!

Josefina: ¿Caballero? ¡Ah! ¡Es el colmo del descaro!

Josefina: ¡Señor! Las ofendidas somos nosotras.

Amparo: ¡Todavía no te has explicado!

Cándido: ¡Pero es que no me dejan!

Julieta: Te escuchamos.

Cándido: Bueno. Yo no he engañado a nadie. A nadie le he sido infiel. Lo que pasa


es que yo las quiero a todas.

Eleuteria: Y quiere casarse con todas, ¿no es así? Sin vergüenza.

Cándido: ¡Eso sería lo ideal!

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Jacinta: Yo no puedo más. ¡Esto no es un hombre!

Cándido: ¿Cómo señora? ¡No soy un hombre y tengo tres novias!

Eleuteria: ¡Ah! Si llegara Anastasio. Si llegara Anastasio para que le cobre este
ultraje a este desalmado.

Cándido: ¡Yo soy un hombre honesto! Soy recto como un tronco de tamarindo
¡Nunca le he mentido a nadie! Yo no sabía que las tres familias se conocían y que
eran como familia.

Amparo: ¡Nos has mentido! Es el colmo.

Cándido: ¡Ninguna de ustedes me preguntó si tenía novia!

Jacinta: Ya que usted es tan recto, como dice, ¡renuncie a dos de ellas y quédese
con una!

Amparo: ¡A mí que no me elija! ¡No quiero volver a verlo!

Carmencita: Yo tampoco lo quiero. ¡Prefiero quedarme para vestir santos!

Julieta: ¡Igualmente yo! ¡Por mí que se desaparezca!

Cándido: ¡Pero mi amor!

Julieta, Amparo y Carmencita: (a una sola voz) ¡Yo no soy tu amor!

Cándido: (Sínico) ¡Eso es lo malo! ¡La incomprensión tiene al mundo perdido!

Josefina: ¡Lo que tiene este mundo perdido son canallas como usted!

Carmencita: ¡Marrano!

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Julieta: ¡Degenerado! Tan cándido que parecía. Y hasta me escribía poemas: “Tus
ojos, dulce Julieta, son la luz que iluminan mi camino”

Amparo: Pero si es el mismo poema que me escribió a mí.

Carmencita: Y a mí también. ¡No tiene imaginación ni siquiera para escribirle un


poema distinto a cada una! (Escándalo de todas)

Cándido: ¡Señoras! ¡Ya basta! ¡Me marcho! ¡He venido a una fiesta y ustedes se han
empeñado en ofenderme!

Amparo: ¡Vete! ¡No vuelvas a pisar estas puertas!

Cándido: ¡¡Me voy!! (Trata de salir y se topa con Anastasio)

Anastasio: (Con aspecto atontado y emocionadísimo) ¡Mi querido yerno! ¡Mi


querido Cándido! Con su presencia se completa el cuadro familiar, estamos felices
de celebrar con usted el cumpleaños de mi hija.

Eleuteria: Anastasio, ¡cállate y óyeme!

Anastasio: Hoy ¡nada de reclamos! ¡Nada de disgustos! Todo tiene que ser alegría.
Mira, mi bella hija, lo que te he traído en tu día (La va a abrazar) Pero ¿qué pasa?
¿Por qué esas caras?

Amparo: Papá, ¡este hombre!

Anastasio: ¡Este hombre es un tesoro! El mejor de todos, el hombre más virtuoso


que conozco, mi yerno, el mejor de los yernos.

Eleuteria: ¡Qué tesoro ni qué ocho cuartos!

Anastasio: ¿Algún malentendido mi amor?

Eleuteria: ¡Escúchame! ¡Este hombre es un canalla!

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Anastasio: Eleuteria, ¡te conozco! ¡Algún desliz del muchacho y ya tú lo conviertes
en una tragedia!

Eleuteria: ¡Ningún desliz!

Anastasio: Bueno, lo que sea lo arreglamos otro día. Hoy hay que divertirse, hay
que disfrutar, hay que desgastar el piso de tanto bailar. No irás a empañar el
cristal de este día festivo...

Eleuteria: ¡Cállate!

Anastasio: ¡No me grites!

Amparo: (Que ya no puede más) ¡Papá este hombre me ha engañado!

Anastasio: ¿Engañado? ¿Con quién?

Julieta y Carmencita: (Al mismo tiempo) ¡¡¡Conmigo!!!

Anastasio: ¿Cómo es la vaina?

Julieta: Sí, don Anastasio, era mi novio.

Carmencita: ¡Y el mío!

Anastasio: ¡¡¡¡Con que asando tres conejos a la vez!!!!

Jacinta: ¡Es un cretino!

Josefina: Se ha burlado de todos nosotros. ¡Merece que le den una paliza!

Anastasio: ¡Cándido! ¿Qué tiene que decir?

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Cándido: ¡Lo que tengo que decir es que no es para tanto, en mi corazoncito caben
las tres! Yo las quiero a todas.

Anastasio: ¡No es para tanto! ¡¡¡¡Eso es lo único que se le ocurre!!!!

Cándido: Señor, cuando usted llegó, yo ya me iba.

Anastasio: ¿Qué se va? ¡Pues no señor! ¡Esta me la paga usted, y ahora mismo!

(Tocan la puerta. Eleuteria abre. Entran Ignacio y Ofelia su hermana, Ofelia


trae 2 niños con ella)

Ofelia: ( Muy alegre y alborotada) ¡Felicidades! ¡Felicidades! ¿Dónde está la


festejada? Feliz cumpleaños mijita, que Dios te bendiga y te conserve.

Ignacio: ¿Dónde está esa cumpleañera? Pero si aquí esta, feliz cumpleaños mi
querida Amparo. (Le besa la mano)

Ofelia: ¡Cándido! ¡Estás aquí! ¡¡Qué sorpresa!!

Cándido: ¿Qué? ¡Yo a usted no los conozco!

Ofelia: ¿Qué no nos conoces?

Ignacio: ¿Qué es esto Ofelia? ¿Quién es este hombre?

Ofelia: Ay, hermano. ¡Este es el hombre de quien te hablé!. El que se caso conmigo
en secreto, me monto a los morochos y se desapareció? Niños (Señalando a
Cándido) miren ese es su papa.

Los dos niños: ¡Papa! ¡Papaito! (Corren y abrazan las piernas de Cándido)

Cándido: ¡Ay, mamá! ¡Se terminó de acabar Cúa!

Anastasio: ¿Qué es lo que ocurre aquí? ¡Ofelia, explícate!

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Ignacio: Ya conozco la historia. ¡Este hombre es un canalla! ¡Engañó a Ofelia!, se
caso con ella en secreto, le monto la barriga y después se desapareció.

Anastasio: ¿Nada más a Ofelia?

Ofelia: Pero lo quiero. ¡¡¡A pesar de todo lo quiero!!! (Llorando exageradamente)


Cándido yo te amo (Se le guida en el cuello a llorar)

Ignacio: Ofelia, ¡¡ven aquí!!

Ofelia: No, a menos que él me lo pida.

Amparo: Ofelia, escúchame, ¡nos ha engañado a todas!

Ofelia: ¿Qué?

Amparo: Este sinvergüenza era mi novio.

Julieta: Y el mío.

Carmencita: Y el mío.

Anastasio: ¡¡Y todas al mismo tiempo!!

Ofelia: ¡¡No puede ser!!

Josefina: Pues, ¡así es!

Ofelia: ¡Mejor! ¡¡¡Eso lo hace más interesante!!! ¡¡¡¡Un hombre que puede tener
cuatro mujeres!!!!

Eleuteria: ¡Esto es el colmo!

Ofelia: (A Candido) Vamos, mi amor. Al fin te vuelvo a encontrar.

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Cándido: Nada de eso, ¡monada! Yo de aquí salgo solo y me meto a cura.

Anastasio: A la cura del hospital es que vas a ir sin vergüenza (Busca un palo)

Ofelia: ¡No le diga eso infame!

Cándido: ¡A mí no me defiendas! ¡¡Todavía me queda un poco de honor!! ¡En


guardia! (Se cuadra para pelear) (Cuando ve a Anastasio con un palo, dice) ¡Ah,
no! ¡Con palos no! El duelo es con armas iguales (Se cuadra) (Alarma general)

Eleuteria: ¡No, Anastasio, no pelees!

Jacinta: Ay, ¡Dios mío! ¡Se van a matar!

Amparo: ¡Papá, no!

Carmencita: ¡Vamos a desapartarlos!

Julieta: ¡Agárralos!

Ignacio: Vengaré mi honor. Me pongo de su lado, Anastasio.

Cándido: ¡Dos contra uno es inmoral!

Julieta: ¡Ah! ¡No lo soporto más!

Ofelia: ¡Cándido! ¡Cándido! ¡No te vayan a romper la nariz, mi amor!

Cándido: ¡Vete al sipote! ¡Yo no soy amor tuyo!

Ofelia: ¡Ingrato!

(Los hombres forcejean)

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Eleuteria: ¡Ay, lo va a matar! ¡Es más fuerte! ¡Cuidado Anastasio!

(Se meten todas y le caen a golpes a Cándido)

Cándido: ¡Ay! ¡Mis costillas! ¡Auxilio!

Anastasio: ¡Pida perdón, caray!

Cándido: ¡Ay! Perdón. Perdón, perdón (Lo dejan tirado en el suelo)

Ignacio: Y ahora, ¿qué hacemos con él?

Anastasio: ¡Que se vaya y no vuelva más por aquí!

Ignacio: Ofelia, ¿ves qué clase de canalla tenías?

Ofelia: ¡Es verdad! ¡Es un canalla! ¡Que se vaya!

Anastasio: ¡Váyase! ¡Indeseable! Antes de que me arrepienta.

Cándido: (Se levanta y se va a marchar. Al público) Mejor me voy antes de que


lleguen mis otras novias. ¡Salí ileso de ésta, así que me voy a otro pueblo! Porque si
asamos tres conejos a la vez en el mimo fogón, se nos puede quemar uno. (Sale)

Anastasio: Bueno, y ahora a divertirnos. ¡Que suene la música! (Ponen música y


bailan)

TELÓN

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